«Mirar las estrellas/Lesión»

...

—No sabía que supieses hacerlo tan bien.

Antes de que alguien lo malpiense aquí viene la explicación de porque Lucy dijo esta frase.

En esta ocasión fueron a hacer una misión de clase A que tomaría unos días fuera. Cómo se trataba del equipo más fuerte de Fairy Tail no dudaron en permitirles hacer el trabajo. Había un gremio oscuro en otra ciudad que estaba dando demasiado problemas, era más fuerte que cualquier otro gremio oscuro "ordinario" por lo tanto clasificaron la misión como Clase A.

Ninguno tuvo problemas para lidiar con ellos, todos eran magos de clase S exceptuando a Lucy y Wendy —obviamente sin contar a los Exceed—, así que en cuanto llegaron a la ciudad se encargaron de ellos. Quedaban algunos que se habían escondido cerca por eso debían quedarse unos días en la ciudad.

Los magos que quedaron cerca eran los más fuertes, se habían quedado cerca de la ciudad sin darse a la fuga porque debían entrar de nuevo al gremio y recuperar documentos que eran de vital importancia, si entregaban esos documentos al Consejo Mágico probablemente serían condenados a muerte.

Lucy y Wendy al ser las únicas que no eran de clase S fueron con otra persona, obviamente Natsu acompañó a Lucy y Wendy se fue con Erza.

En tres días ya habían capturado a casi todos los magos que quedaban y el grupo de Natsu se encontró al que faltaba. Natsu odiaba admitirlo pero ese tipo les había dado más problemas de los que le gustaría admitir. En un descuido casi fue herido de gravedad, fue Lucy quien evitó que saliese herido para que al final ella acabase con varios raspones en sus piernas, el tobillo torcido y el hombro adolorido, se había salvado de que acabase roto y por ello estaba agradecida. Todo terminó con heridas que se sanarían rápidamente y su tobillo se recuperaría con unos días de reposo.

Pero Natsu no estaba contento y se lo hizo saber en varias ocasiones. No sabía cómo hacerle saber a su pareja de que no era nada grave pero cuando le dijo eso él la miró completamente enfadado y con evidentes ganas de gritarle, al final decidió quedarse callada, por lo menos hasta que se le pasase el enfado. Y creía que por fin había vuelto a la normalidad, por eso decidió comenzar una nueva conversación ahora que estaba cambiando la venda a sus heridas.

—No era Happy quien vendaba mis lesiones cuando me fui de entrenamiento un año.

Aunque Natsu le siguió la conversación aún se notaba que estaba enfadado.

«Si me hubieses llevado y no me hubieses dejado sola...»

—Sé lo que estás pensando.

—Cambiemos de tema.

Había pasado un año y medio desde el reencuentro de ambos, pero tras tres meses de relación aún no habían abordado ese tema.

Y ninguno tenía ganas de abordarlo.

—Esta noche podemos ver las estrellas.

Natsu la miró y sonrió pícaramente.

—Sabes que esa no es la manera de reconciliarse, pero tampoco me quejaré si es lo que quieres.

—No te hagas el gracioso.

Tras un breve silencio, Lucy volvió a hablar.

—No me disculparé, si es lo que estás esperando.

—¿No íbamos a cambiar el tema?

—Ya no quiero.

—Bien, pues hablemos de nuevo sobre eso. No te vuelvas a cruzar el mi camino.

—Pues no te pongas en peligro.

—Soy un mago, no puedo evitarlo.

—Pues te digo lo mismo.

«Así no vamos a llegar a ningún lado»

Natsu sabía que el del problema era él, porque era normal que en Fairy Tail todos se sacrifiquen por sus amigos, pero él no podría vivir sin Lucy. Él daría su vida una y mil veces por ella y sus amigos, pero no quería que ella la perdiese por nadie, ni siquiera por él.

—¿Tienes ganas de discutir? Porque sabes que nuestras peleas son bastante fuertes.

—No es mi culpa que seas un bruto para hablar y además un desagradecido. ¿Cómo quieres que me quede parada cuando te hacen daño? Si está en mis manos protegerte, entonces, lo haré sin dudarlo, las veces que sean necesarias.

—Soy lo suficientemente fuerte para poder cuidarme.

Al instante se arrepintió de decir aquello, Lucy le dio una bofetada.

—¡Perdóname por no ser fuerte y por cuidarte! Somos miembros del mismo gremio, del mismo equipo, eres mi novio... Soy débil y siempre me pongo a llorar de impotencia, pero incluso con mi poca fuerza quiero protegerte y mantenerte a salvo. ¿Por qué no puede entrar en tu estúpidamente cabeza? Estoy haciendo lo mismo que haces tú por mi.

Las lágrimas se desbordaron y caían sin parar.

—Lucy... Lo siento.

—Al final has dicho la verdad. Soy débil.

—Sabes que no pienso eso de verdad, pero tengo miedo de que te pase algo. No me importa si tratas de salvar mi vida. Quiero que vivas, no quiero verte lastimada.

—Estas heridas no son nada a comparación de si te pierdo, y no permitiré eso. ¿Crees que eres el único enamorado? Eres lo más bonito que tengo en mi vida.

Natsu contuvo el aliento. Un día de estos Lucy le provocaría un infarto.

Posó su mano sobre las de ella.

—Lo siento. Soy un imbécil.

—Y tanto que lo eres.

—¿No debería ahora decir cosas como "No lo eres, solo te preocupas por mi" y después disculparte por la bofetada? Dolió bastante.

—Lo primero, no. Lo segundo, sí. Perdóname, se me fue un poco la mano—respondió poniendo su mano sobre la mejilla que se estaba poniendo roja.

—Bastante, pero estoy acostumbrado a tus constantes maltratos.

La rubia rio.

—Tendré más cuidado, así no tendrás que seguir exponiéndote al peligro—aseguró el oji-verde.

—Más te vale.

Ahora fue el turno de reírse de Natsu.

—Por cierto, Lucy, ¿sigue en pie el plan de ver las estrellas?

Lucy lo miró con burla.

—Hablo de verdad.

Ella asintió.

—Por supuesto.