¡Hola! ¡Qué bueno verlos después de tanto tiempo! Espero que el año nuevo los haya recibido bien. Lamento muchísimo la demora de este capítulo, entre las vacaciones largas que tuve, y lo que me consto escribir este capítulo, bueno, me demore un montón, lo siento tanto, me gustaría decir que ahora va a haber capítulos más seguidos, pero no puedo prometer eso. Lo que sí puedo prometer es que por más que me tarde, seguiré actualizando, solo téngame paciencia.
Sin más que agregar por ahora, que disfruten del capítulo y nos vemos abajo.
Capítulo Ocho: Acuerdos En El Bosque
Gale se encontraba solo en la noche oscura, sentado en el valle llano que estaba a un lado de la cerca que dividía el Distrito y el bosque salvaje, y aunque su mirada estaba fija en el bosque, sus pensamientos estaban dispersos por todas partes. Había sido una noche… rara, por decirlo de forma gentil. Pero no consideraba que pudieran culparlo por la forma que reacciono al enterarse quien era su otra… alma gemela, nunca se imaginó todo sucedería en un escenario así. La culpa de todo tampoco era de Katniss, ella solo se dejó llevar por las palabras de ese… niño mimado, quien obviamente tenía un motivo malvado detrás de todo esto, seguramente para separarlo de Katniss y así él tener su oportunidad de poner sus manos asquerosas sobre ella. Así que la culpa de todo era de ese tal Peeta Mellark, no tenía dudas de eso, solo tenía que descubrir cuál era su juego y derrotarlo, hacer entender que nunca se podría interponer entre él y Katniss.
El solo hecho que se hiciera pasar por el alma gemela de ellos dos, era insultante, aunque debe admitir que cuando vio el ciervo por un momento pensó que era cierto, pero ahora, en la claridad y calma que puede ofrecer la noche llena de estrellas y con la luna en su total resplandor, comprendió que claramente el tipo había querido engañarlos a los dos, no había forma de que él fuera su alma gemela. Todavía no tenía del todo claro como logro falsificar las dos marcas, pero ya descubriría como. Y la razón por la que estaba tan seguro de que todo era un engaño es porque simplemente su otra alma gemela no podía ser un hombre, todos en el Distrito sabían la reputación que tenía, era deseado por todas las chicas, y eso demostraba que era imposible que le gustaron los chicos, cuando solo había salido con solo chicas, y nunca en su vida tuvo ni el leve interés por algún chico, no importara quien fuera. Puede que a Katniss le diera igual si es chica o chico, pero para Gale no era lo mismo, él era cien por ciento heterosexual, y no había ni una marca del alma que digiera lo contrario. Y lo peor de todo es que era un Comerciante, uno que seguro sería un mimado que nunca había conocido lo que era el trabajo duro y el sufrir constantemente de no tener las necesidades básicas de forma continua, como si eso no fuera poco, también era el hermano de su rival del colegio, Rye Mellark.
De seguro esto fue planeado entre los dos, una forma de fastidiarlo antes de que terminaran las clases en unos cuantos meses, lo cual no le hubiera generado tanta rabia como ahora si solo fuera para molestarlo a él solo, pero cometieron la estupidez de meter a Katniss en todo esto, lo que obviamente aumenta su ira.
Gale se dejó llevar por sus pensamientos llenos de furia, pensado en un millón de planes para desenmascarar a ese farsante y a su hermano, tan perdido se encontraba, que ignoro completamente el rugido de su estómago y que ya estaba muy metido en la noche, por lo que era seguro en casi todo el Distrito ya estuvieran durmiendo en sus camas. Para cuando por fin salió de su cabeza, decidió que mejor iría a su casa a seguir pensado, la noche había refrescado un poco y no quería enfermarse, también así podía seguir pensado mejor en la comodidad de su casa, y al otro día hablaría con Katniss para aclarar la situación, asegurándose de dejar en claro que se mantuvieran alejados del chico ese, y así ver la forma de solucionar esto juntos. Fue ahí que se le abrieron los ojos de golpe. Había sido un estúpido, la había dejado sola con el tipo ¿Cómo fue posible que hiciera algo así? Se encontraba tan impresionado por la situación, que salió corriendo sin pensar que la dejo a ella a solas con él, algo que era totalmente imperdonable, no importaba lo molesto que se encontrara por la falsedad, él no podía dejarla sola. Si es chico le había hecho algo a Katniss mientras Gale se encontraba afuera reflexionando estúpidamente, no solo que no se lo iba a perdonar a él mismo, sino que él personalmente se encargaría de volver la vida de ese tipo en un infierno.
Con eso en mente, no dudo en ir corriendo a la casa de Katniss, preocupado por como sobrellevo todo. Como era de esperarse, toda la Veta se encontraba a oscuras, generalmente la única fuente de iluminación que tenían las calles a la noche provenían de las mismas casas ocupadas y que se podían permitir comprar los suministros básicos para iluminarlas, pero al ser tan de noche, era obvio que todas las casas se encontrarían en oscuridad, por lo cual las calles también se encontraban de la misma forma. Siguió avanzando hasta llegar a la casa de Katniss, que también la encontró a oscuras, y él no sabía identificar si eso sería algo bueno o malo, por lo que se asomó para confirmarlo, miro primero por las ventanas, aliviado de ver que nada estaba fuera de su lugar, hasta parecía que estuviera tan ordenado como él recordaba que estaba cuando dejo la casa unas horas antes. Sigilosamente, dio vuelta por afuera de la casa hasta que se encontró con la ventana de la habitación que compartían Prim y Katniss, se quedó en silencio cerca de esta para intentar saber si podía escuchar algo, pero no escuchaba nada, solo la suave respiración de Katniss durmiendo. La ventana se encontraba cerrada, pero no tenía las cortinas para cubrirla, ya que Katniss tenía la costumbre de levantarse apenas sentía que los rayos del sol al iluminaban su rostro, y esto le beneficio para comprobar cómo se veía ella. Si bien todo estaba a oscuras, la luna seguía brillando tan intensamente como siempre, lo que le facilito el verla a ella acostada en su cama, parecía que se encontraba bien, no tenía el sueño inquieto y no se veían que estuviera lastimada, dormía pacíficamente desde su punto de vista, lo que lo relajo tremendamente, eso probablemente quería decir que nada horrible había pasado por su huida cobarde, lo que no debía sorprenderlo, ya que él sabía que Katniss podía defenderse sola, y un sujeto como ese no sería rival para ella, pero aun sabiendo eso, no calmaba del toda la inquietud que sentía dentro de él.
Por un momento se plantó tocar la ventana para despertarla y averiguar que había pasado mientras él no estaba, pero descartó la idea de inmediato, ella se veía muy relajada y tranquila, y no quería perturbar eso solo para aliviar sus inseguridades que él mismo había provocado. Solo le dio un vistazo más, admirando lo hermosa que se veía cuando estaba dormida, y se dio la vuelta para dirigirse a su propia casa, diciéndose que al otro día volvería y hablaría seriamente con ella. No tardó mucho en llegar a su casa, soltando un suspiro de cansancio, ya era muy tarde, y la verdad la noche había sido un fiasco, agotándolo tanto mental como físicamente. Fue a la habitación que compartía con sus hermanitos, verificando que estos estuvieran durmiendo y abrigados, luego se desvistió y se puso su ropa para dormir, haciendo un esfuerzo sobrehumano para no mirar a su marca en el muslo, no estaba de humor para ver esa cosa. Ya estando listo, se dirigió a su cama y se acostó mirando al techo, pero aun no podía simplemente quedarse dormido, su mente seguía dando vueltas en lo que había pasado en la casa de Katniss.
Todavía no podía creer las agallas de ese chico al meterlos a los dos en su broma macabra ¿Quién se creía que era? Trato de usar su mente para recopilar toda la información que sabía del sujeto. Obviamente sabía que chico era un Comerciante, con sus cabellos rubios ondulados que parecían que siempre estaban desordenados, y esos ojos azules (¿Era él o nunca había visto ojos más azules que esos? De seguro debía ser muy popular entre las chicas…). Cerro los ojos con fuerza, enojado con él mismo por distraerse de esa forma, y no los abrió para seguir concentrándose… No era solo el hijo de un Comerciante cualquiera, sino de nada más y nada menos que del panadero (quien Gale siempre pensó que el hombre era demasiado amable para su propio bien ¿Cómo un hombre tan bueno como él, tuvo a esos hijos tan desagradables? De seguro salieron a la bruja de su madre, esa mujer podía ser una tremenda hija de…). Otra vez se distraída, de la frustración se acostó hacia un lado de la cama. Volvió a enfocarse… Sabía que debía tener la edad de Katniss, ya que, si no se equivocaba, ellos iban a la misma clase. Era el hermano menor de Rye Mellark y… no sabía que más.
Con eso abrió los ojos y volvió a su posición mirando al techo. No sabía nada más del chico, no recordar nada, lo poco que había recolectado era de lo que se acordaba haber visto, lo cual era lamentable. Eso lo alarmo, porque ¿Cómo se podía enfrentar a un enemigo del que no sabía nada? ¿Cómo iba a saber cómo contratacar o de donde iba a venir su siguiente movimiento? A Rye lo conocía un poco más, habían compartido curso desde que tenían cinco años, y desde entonces siempre hubo una rivalidad entre ellos. No sabía cómo había empezado todo eso, pero lo importante era que siempre competían en todo, quien era mejor atleta (del cual dependían en qué estaban competiendo, uno podía destacar más que él otro, como por ejemplo correr, Gale era el más rápido, pero Rye tenía más resistencia), quien era el más popular (lo cual era una competencia inútil, ya que el curso se dividía en dos, los de la Veta lo apoyaban a él, mientras que los Comerciantes se ponían del lado de Rye), quien ganaba más peleas (Gale se metió a competir con él antes de saber que este participaba en el club de lucha libre, y eso fue lo más estúpido que había hecho en su vida, porque el chico era bueno en lo hacía, pero para decir a favor de Rye, este nunca uso sus movimientos de lucha con Gale o con cualquier otro fuera de la práctica, haciendo la pelea un poco más justa) y en la competencia en la que más se esforzaban, ver por quien suspiraban más las chicas (era donde Gale sobresalía mucho más que Rye, ya que las chicas tenían debilidad por su actitud mandona y desafiante, lo que lo volvía irresistible para todas, pero lamentablemente no le daba tanta ventaja como a él le gustaría, ya que al parecer las chicas tenían debilidad también por los rubios presumidos y que tenían un talento con el habla). Aun que ya no podía seguir compitiendo en ese último, al estar con Katniss, él prometió no volver a meterse en esas cosas, lo cual no se arrepentía, no había vuelto a tener la necesidad de hacer esas cosas desde que estaba con ella. Aun así, la rivalidad continua entre ellos.
Pero de este Peeta Mellark no tenía idea de nada ¿Quién era? ¿Qué hacía en su tiempo libre? ¿Con quién se juntaba? ¿Qué reputación tenía en el colegio? Trato de recordar si había escuchado algún rumor o algo del chico, pero la verdad es que no había nada, ya sea porque él no le había estado prestando atención o porque sinceramente no había nada sobre el tipo. Lo que le generaba un sin fin de nuevas preguntas, enfocadas en cuáles eran sus intenciones exactas en todo el asunto, qué era lo que realmente quería ganar de todo esto. Le dio curiosidad de como él pudo pasar desapercibido para los rumores y chismes del Distrito, era sabía que al ser un pueblo muy chico y sin muchas cosas para entretenerse (excepto por el entretenimiento macabro y superficial que ofrecía el Capitolio, el cual no era de especial interés para la gente del Doce), los rumores y los chimes era la única forma de diversión que disfrutaban. Todos tenían un chisme o un rumor asociado a cada uno, hasta Katniss lo tenía (aunque no estaba seguro si ella era consciente de eso, de lo contrario las personas que lo iniciaron hubieran estado en serios problemas), pero que este chico no lo tuviera, era en exceso curioso y llamativo ¿Por qué será que parecía que nadie hablaba de él? Y pensando en una respuesta se planteó otra pregunta ¿Y si lo habían, solo que Gale era el que no lo sabía? Eso sería casi imposible, él sabía todo de todos (y no era porque tenía problemas con el chisme, era solamente información por las dudas, información que en esos momentos le habría venido bien), así que no podía ser que se le pasara el saber algo de este chico misterioso.
Tan concentrado estaba en pensando y analizándolo, que no se dio cuenta que el sueño se iba apoderando de él, llevando a que su mente valla divagando más sobre el chico en cuestión, y sin que lo notara, ya estaba pensando en cómo se vio cuando apareció en la casa de Katniss esa noche. Recordó que llevaba una camisa celeste sencilla, era ajustada en sus hombros, los cuales se notan que eran anchos y fuertes, al igual que sus brazos (¿Quién diría que el trabajar en la panadería generaba brazos y hombros tan fuertes?), la camisa también lograba que sus ojos resaltaran más (¿Quizás fue por eso que le parecía que eran de un azul tan intenso?), sus cabellos rubios, los cuales tenían reflejos más anaranjados gracias a la luz cálida que había en la casa, estaban desorganizados por más que era obvio que el chico trato de ponerle orden, pero entre los rizos indomables y el mismo nerviosismo del chico, del cual recuerda claramente que en la charla (dilución) él fue pasando la mano por ellos, logrando que estos se despeinaran más de lo debido. Gale recuerda débilmente, que en más de una ocasión su subconsciente se quedó perdido viendo como sus rulos se acomodaban de diversas formas durante la pelea, y que el mismo subconsciente se preguntaba si esos rizos serían tan suaves como se veían, y se preguntaba si volverían a su forma si los estiraba. Y fue así como fue cayendo en el sueño, con fantasías de cabellos rubios y ojos azules intensos, que no lo abandonaron en ningún momento mientras dormía hasta que se despertó a la mañana siguiente, bastante confundido por los sueños extraños que sintió que tuvo pero que no recordaba del todo.
Pero decidió no prestar atención a eso y comenzar su día, apenas había dormido algo durante la noche, pero no podía seguir en la cama durante todo el día, no solo tenía que aprovechar que era sábado e ir al bosque, si no también debía que hablar con Katniss. Con eso en mente se preparó como cualquier otro día, entrando en modo automático haciendo todas las cosas que tenía que hacer antes de encontrarse con Katniss en el bosque. Y como siempre, la encontró esperándolo en su punto de reunión, solo que esta vez ella no se encontraba relajada como solía estarlo generalmente, esta vez se la veía molesta mientras lo esperaba parada, con los brazos cruzados y moviendo un pie de forma impaciente, dándole una mirada enojada en cuanto lo diviso entre los arbustos. Gale al conocer esa mirada, alzo las manos en señal de rendición para no provocar más su ira mientras se asomaba lentamente a ella.
_ Hey, Catnip. _ saludo de forma tranquila.
_ No me llames así. _ contesto con seriedad y fulminándolo con la mirada, lo cual lo entendió como una amenaza muy clara.
_ Okey, está bien, lo entiendo. _ trato de calmar un poco la situación. _ Perdón, no debí dejarte sola ayer. _ se disculpó rápidamente.
_ ¿Por dejarme sola? ¿Eso es de todo lo que te vas a disculpar?
_ Ehhh… ¿Sí? _ contesto medio confundido, pero al ver que su mirada se intensificaba, concluyo que no dio la respuesta correcta.
_ No lo puedo creer. _ comenzó a decir mientras pasaba una mano por su frente y terminaba agarrando su nariz con los ojos cerrados fuertemente antes de volver a verlo y seguir hablando. _ ¿Tienes alguna idea de la vergüenza y lo humillada que me sentí anoche?
_ Ehhh…
_ No contestes a eso. _ lo interrumpió antes de se le ocurriera algo que decir. _ ¿Tienes alguna idea de lo mucho que me costó convencer a Peeta de que no se tomara personal tu berrinche de anoche? Y ni siquiera sé si lo logre. Se suponía que ayer íbamos a darle una buena impresión, que íbamos a tener una cena agradable y que íbamos a conocerlo como era debido. Y tú vas y lo arruinas todo en un parpadeo ¿Quieres decirme que te paso? _ Gale se quedó en blanco, no creyendo hacía donde iba la cosa.
_ Espera… ¿Estás enojada por como lo trate a…él? ¿ÉL? ¿Es en serio? _ y con eso rompió la poco calma que Katniss tenía.
_ ¡¿Y de qué más crees que estoy enojada?! _ dijo alzando la voz.
_ No sé ¡¿Quizás por qué te deje a solas con ese desgraciado farsante?! _ respondió también alzando la voz.
_ ¿Desgraciado farsante? ¿Todavía sigues insistiendo que no es nuestra alma gemela? _ pregunto sorprendida.
_ ¡Por supuesto que ese tipo no es nuestra alma gemela!
_ ¡No puedo creer que sigas insistiendo con eso! ¡¿Qué no viste las marcas?!
_ ¡Sí lo hice! ¡Y todavía no encuentro una explicación de cómo logro invitarlas! ¡Pero ya lo voy a descubrir!
_ ¿Es en serio? ¿Qué es lo que te hacer desconfiar en él?
_ Mira, puede que no lo conozca tan bien, pero conozco a su hermano, y te puedo asegurar que nada bueno viene de esa familia.
_ ¿De eso se trata? ¿De su familia?
_ ¡Sí! …_ contesto de inmediato, pero luego pensó como sonaba eso y trato de cambiar su respuesta. _ No… Es más complicado que eso.
_ ¿Entonces qué es lo que te molesta tanto de él? ¿Por qué crees que él no puede ser nuestra alma gemela? _ trato de presionarlo para que diera una respuesta concreta.
_ Es que… es que… _ trato de buscar una respuesta coherente, pero al final solo salió la verdad. _ ¡ÉL ES UN CHICO! _ Katniss lo miro asombrada por el grito
_ Así que si era por eso que estabas tan molesto. _ dijo casi en un susurro. _ ¿Por qué te molesta tanto que sea un chico?
_ ¿Qué no es obvio? _ dijo rodeando los ojos.
_ No, de hecho, no lo es. _ Gale soltó un suspiro antes de contestar.
_ Katniss _ uso su nombre y no su apodo para que entendiera que hablaba en serio. _ no me gustan los chicos.
_ ¿Y cómo lo sabes?
_ Porque lo sé y punto. Nunca me he sentido atraído por los chicos, y él no va a ser la diferencia. Es por eso que sé que él no puede ser nuestra alma gemela, es imposibles que yo este destinado a un chico.
_ ¿Ósea que si fuera una chica la historia seria completamente diferente?
_ ¡SÍ! _ Katniss se lo quedo viendo con decepción, eso lo afectito mucho, ya que odia decepcionar a las personas que eran importantes para él.
_ Y si hubiera sido una chica ¿Cómo me dejaría eso a mí?
_ ¿Qué?
_ ¿No crees que yo me hubiera sentido incomoda también si hubiera sido una chica?
_ Eso sería diferente.
_ ¿Por qué?
_ Porque yo siempre pensé que… ese era tu estilo. _ lo último lo dijo muy suavemente a medida que iba entendiendo lo que estaba insinuando.
_ ¿Qué quieres decir con que ese es mi estilo? _ esta vez su pregunta tuvo un tono más amenazante.
_ Bueno es que… _ se interrumpió, buscando una respuesta para no enojarla más de lo que estaba. _ … por tu forma de ser… y como no te interesan mucho las cosas que les gustan a las otras chicas… pensé que tal vez… eras más propensa a que te gustaran. _ termino esperando ver comprensión en su mirada, pero lo que encontró fue más bien ira contenida.
_ Dime que no estás diciendo que como soy "poco femenina", me gustan más las chicas por eso. _ su voz seguía siendo amenazador.
_ … ¿No? _ contesto después de un rato, pero no fue lo suficientemente convincente para ella.
_ ¡¿ES EN SERIO?! _ gritó enojada.
_ No… es que… yo…
_ Ni se te ocurra decir nada ¿Okey? _ volvió a interrumpirlo, sentía que, si él decía algo más, esas iban a ser sus últimas palabras. _ Para que lo sepas, que no me interés lo que las otras chicas hagan y en que en su mayoría pareciera que hago más cosas de hombre, no quiere decir que me siente atraídas por ellas. Tu bien sabes que soy lo que soy porque no tengo tiempo para preocuparme en esas cosas, ya que estaba muy ocupada salvando a mi familia para eso. Y esto puede que sea una sorpresa para tu cerebro pequeñito, pero no me siento atraída particularmente hacia las chicas, de hecho, me gustan los hombres. Aun así, si nuestra alma gemela hubiera sido mujer, por lo menos hubiera tratado ponerme comprensiva sobre eso y tratado de entender cómo funcionaba todo eso. Habría dejado de lado mis gustos con tal de ver hacia donde iba todo esto. No como tú que al descubrir que no ibas a obtener lo que deseabas, te fuiste como un nene berrinchudo, sin dar vuelta atrás.
_ Yo no… _ trato de decir para defenderse, ella no se lo permitió.
_ Y lo peor es que pareciera que todo este asunto gira alrededor tuyo, como si lo que importaran fueran solo tus expectativas ¿Y qué pasa con las mías? ¿O con las de Peeta? _ Gale entrecerró los ojos al escuchar que volvían a mencionarlo de vuelta. _ No, a ti no te importaron, solo pensaste en ti y te fuiste.
_ No es como lo estas pensado. _ se animó a decir por fin.
_ ¿Qué no es como lo estoy pensado? Creo que es exactamente como lo estoy pensado, y no puedo creer que nos estés haciendo esto a nosotros. Me hace cuestionarme muchas cosas sobre todo esto. _ dijo señalándolos entre los dos.
_ Katniss… por favor… ¿Qué puedo hacer para mejorar todo esto? _ pregunto desesperado, sintiendo que la estaba perdiendo.
_ Dale una oportunidad a Peeta. _ contesto sin dudarlo.
_ No, ni hablar. Todo menos eso. _ dijo decidido.
_ No creo que estés en posición de negociar esto.
_ Por favor, no me pidas eso. _ casi rogo él.
_ ¿Qué tiene de malo que quiera que hables con él?
_ Es que no me agrada. _ ella le dio una mirada inquisidora. _ Además de que es un chico, no me agrada simplemente ¡Es un Comerciante, Katniss! Eso ya es muy malo, y sin contar a su hermano.
_ ¿Otra vez con lo del hermano? ¿Qué pudo hacer Rye para que estés tan obsesionado con él? ¿Tanto para que veas enemigos por todos lados?
_ … No quiero hablar de eso…
_ Con que no quieres. Bueno, no me importan cuales sean tus problemas con ese chico, vas a tener que dejar todo de lado para hablar con Peeta. Y vas a tener una buena charla, no solamente a gruñirle y espantarlo para que no se nos vuelva a acercar. Quiero que lo conozcas.
_ ¿Y qué tendría que conocer de este… tipo? _ opuso evitando usar un insulto para referirse a él.
_ ¿Qué sabes de él? _ contrataco alzando una ceja de forma acusadora.
_ Pues… _ trata de encontrar algo para decir, pero lo cierto que estaba igual que a la noche anterior, cuando intento de recordar que sabía del chico. Katniss debió darse cuenta, ya que tenía una expresión como si lo hubiera atracado donde ella quería.
_ Exacto, no sabes nada. Deberías darte la oportunidad de conocerlo, te juro que es un buen chico. _ Gale se incomodó al escucharla decir eso.
_ No sabía que tú y él tenían una muy buena relación. _ dijo un poco enfadado.
_ ¿Qué quieres decir con eso? _ pregunto igualmente seria, no le gustaba lo que estaba insinuando.
_ Que para ser que lo conocieras recién ayer, tienes una muy buena opinión de él, demasiado buena por solo conocerlo en un día.
_ Si sabes que estamos en la misma clase ¿Verdad?
_ ¿Y hablabas muchos con él, Catnip? _ Katniss no podría creer hacía donde se estaba yendo la conversación.
_ Gale, si tienes algo que decir, dilo directamente. _ dijo desafiante, a lo que él respondió de igual medida.
_ Lo que digo es qué tanto sabes tú de ese tipo, y cómo lo sabes. Según tengo entendido solo hablaste con él ayer, no recuerdo que te hayas acercado a él en algún momento o que lo hayas mencionado antes.
_ En primera, yo no te dijo de todas las personas con las que yo hablo, no tengo porque hacerlo. Pero para dejarlo en claro, ayer fue la primera vez que tuve una charla con él, eso no quiere decir que no lo allá notado en todo este tiempo que hemos compartido curso desde los CINCO. _ justifico ella, acentuando la última palabra para que entendiera que ella y Peeta tenían historia de alguna forma. _ Y, por último, conozco más de Peeta de lo que tu podrías imaginar, podría decirte de qué, pero como te estas comportando como un imbécil, no creo que merezcas saber esa historia.
_ ¿Y ahora me ocultas cosas, Catnip? ¿Ves que este tipo es una mala influencia para los dos? Deberíamos dejarlo de lado, seguir sin él. Estábamos bien solo nosotros dos, no necesitamos a nadie más. _ pidió tratando de no sonar tan desesperado como se sentía por dentro.
_ Él no… _ ella se detuvo cuando se dio cuenta de algo al observarlo detenidamente. _ Gale ¿Estas celoso de él? _ él abrió muchos los ojos ante su pregunta.
_ ¿YO? ¿Celoso de ÉL? ¡Nunca! _ respondió rápidamente, demasiado rápido, por lo que ella rodeo los ojos al no creerle.
_ Pues entonces deja de actuar como si lo estuvieras. Él no es una mala influencia para nadie y no deberíamos dejarlo de lado sin por lo menos conocerlo mejor al menos.
_ ¿Y qué pasa si no quiero hacerlo? _ replico neciamente, entrecerrando los ojos y cruzando los brazos. Katniss solo lo miro atentamente antes de soltar un largo suspiro de resignación.
_ Entonces no me dejas más opción. _ con esas palabras Gale ya estaba saboreando una victoria, pero la sensación se le fue rápidamente al escuchar el resto. _ Me niego a elegir entre uno o el otro, no es justo para nadie, ni para ti, ni para Peeta… ni para mí. Si tú crees firmemente que esta unión no se puede ser llevadera para los tres, entonces creo que no deberíamos seguir intentándolo…
_ No, espera Katniss… _ intento interrumpir él, pero ella lo ignoro.
_ Creo que lo mejor es que nos tomemos un tiempo, así puedes ver cuáles son tus expectativas sobre nosotros, y me refiero a los tres. Yo por mi parte voy a hacer lo mismo. Te aconsejo que pongas en orden tus prioridades, y que me hables cuando lo resuelvas. _ dijo mientras se acomodaba para irse, pero antes de tomar su camino, se dio la vuelta y lo miro. _ Puedes quedarte con esta parte del bosque, yo cazare por otro lado. _ y con eso se fue, dejándolo solo con sus pensamientos.
Puede que en algún momento él trato de detenerla, pero siguió adelante, no dispuesta a seguir escuchando sus argumentos vacíos. Era algo duro, no habían tenido una discusión tan grande desde el asunto del ciervo, pero ella sentía que esto era necesario. No podían seguir adelante si él iba a tener un comportamiento tan ridículo. Y es que ella no quería poner a uno sobre el otro, pero le enojaba la injusticia que Gale estaba ejerciendo sobre Peeta, juzgándolo sin ni siquiera tomarse el tiempo a conocerlo, lo que generaba que ella no lo entenderá, porque no conocía a nadie que le desagrade Peeta. Era un buen chico, dulce y amable, de los que siempre trataba hacer sentir bien a todos, tenía una de las sonrisas más hermosas que ella conocía, capas de iluminar a todos, era tranquilo y siempre les tenía paciencia a todos, sin importar lo molesto fue fueran. De verdad que creía que si los dos tuvieran la oportunidad de hablar podrían solucionar sus diferencian. Peeta ya había aceptado, solo faltaba que Gale dejara de ser necio y tratara de ver más allá de las apariencias.
Con eso en mente decidió permanecer firme ante su resolución y no ceder, creyendo que era lo mejor para todos, aunque Gale no lo creyera. Se fue a seguir su rutina de caza por otra parte más profunda del bosque, donde sabía que Gale no iría, cerca del lago donde su padre le había enseñado a nadar. Siempre quiso llevarlo a él ahí, pero nunca tuvo la oportunidad de poder ir, siempre teniendo otras prioridades en sus mentes como para pensar en perder tiempo en el lago para solamente relajarse. Aunque no dejaba de ser una lástima, ya que a ella le gustaba mucho ese lugar, fue ahí durante la semana que se peleó con Gale por lo del ciervo, era un buen lugar, no solo porque al estar un poco escondido y muy profundo en el bosque, lo que permitía que hubiera una buena caza al no ser tan explotado por los cazadores, sino que siempre encontraba paz y tranquilidad en esa zona, ya sea porque estaba cerca del lago o porque estaba muy apartado del Distrito, pero nunca se sentía tan libre como cuando estaba por ahí, casi podía fantasear que no se encontraba dentro de Panem, que no tenía obligaciones y preocupaciones que la esperaban en casa. El único problema del lugar era justamente lo que lo hacía tan especial, y era que al encontrases tan mentido en el bosque, hacia justamente que el viaje hasta llegar allí fuera muy largo, casi como dos horas, y después tenía como otras dos horas de vuelta. Eso limitaba su tiempo de caza, ya que tenía que alzar todo para volver al Distrito a hacer los intercambios, y tampoco podía cargar mucho porque el viaje la agotaba mucho, hacerlo un día no era la gran cosa, pero hacerlo por mucho tiempo la iba descastando mucho. Esa era la principal razón por la que no iba a cazar por esos lados a no ser que fuera necesario.
La verdad esperaba que Gale recapacitara así no tenía que pasar mucho tiempo yendo hasta allí, o sino tendría que buscar otro lugar más cerca que no interrumpirá con el recorrido de Gale. Pero ya pensaría en eso más adelante si fuera necesario, mientras seguirá con el plan.
Se enfocó en las tareas que estaba acostumbrada a hacer sin pensar, dejándose llevar por estas sin la necesidad de prestar mucha atención en estas, dándole la oportunidad de despejar su mente y no pensar en los problemas que tenía con sus almas gemelas. Para cuando se quiso dar cuenta, ya estaba en dirección al Quemadero para iniciar con sus intercambios. Pudo notar que Gale se quedó en el bosque, porque no había señal de él en el lugar, lo que le hiso preguntar si se quedó para pensar mejor en la discusión que habían tenido o por que no se la quería cruzar. Como no sabía el motivo, decidió hacer sus transacciones de forma rápida, dejando puestos para que él pudiera hacer sus intercambios también. Al verla sola, llamo la atención de más de uno en el Quemador, ya que no estaban acostumbrados a verla negociar sin Gale a su lado, más cuando fueran vistos sin ningún problema el día anterior; pero sabiendo cómo era ella, nadie se atrevió a preguntar, excepto por Sae La Grasienta, la anciana no tenía miedo de saciar su curiosidad con ella, por lo que no dudo en preguntarle en cuanto noto la ausencia del chico, pero Katniss decidió no responder a nada, no queriendo que todo el Distrito comenzara a decir rumores de la pelea que tuvieron ellos dos. Sabía que era inevitable que eso pasara si seguían peleados, pero no quería ser ella la que diera alas a eso. Luego de terminar con el Quemador, decidió ir con los Comerciantes, empezando por el que obviamente Gale no iría, la panadería. La verdad no sabía que esperar al ir ahí, sabía que sería el panadero quien la atendiera, como pasaba siempre, pero esta vez a diferencias de otras veces, no pudo evitar sentir la necesidad de tener un momento para hablar con Peeta en privado, pero no era como si pudiera ir a preguntar por él como si nada. No sabía que les había dicho Peeta a sus padres, pero ella tenía la sospecha de que no les había mencionado sobre su situación a su familia, menos después del fracaso de la noche anterior, así que, si quería un momento con él, tenía que ser más ingeniosa.
Lamentablemente, no estaba de humor para ser ingeniosa. Por lo que lo único que se le ocurrió cuando toco la puerta trasera de la panadería y después de que allá terminado de hacer las negociaciones con el panadero, fue simplemente:
_ ¿Esta Peeta? _ si no estuviera frente al panadero, de seguro que se hubiera golpeado la frente con la mano por su muy poco sutil pregunta. Como era de esperar, el Sr. Mellark la miraba con curiosidad, ya que en todos los años que ella había ido a negociar con él, con o sin Gale, nunca pregunto por su hijo menor.
_ Sí, esta atrás amasando ¿Qué necesitas? _ si bien al panadero le agradaba Katniss, eso no quería decir que no tuviera precaución cuando esta quería hablar con su hijo, todos en la casa (exceptuando a su esposa) sabían lo enamorado que estaba Peeta por esta chica. Lo último que él quería para su hijo era que tuviera problemas con esta jovencita, esto lo devastaría. Además, ya había notado que su hijo se había despertado de un humor extraño, trato de esconderlo muy bien, diciendo que no había podido dormir bien (lo que explicaba las pequeñas ojeras debajo de sus ojos), pero se sentía como si a su hijo le hubiera pasado algo durante la noche, y con una mirada con Rye, comprobó que no era el único que lo noto (otra vez, su esposa seguía sin notar nada, lo cual era una suerte).
_ Es que… _ se detuvo un momento tratando de pensar en una excusa que fuera lo suficientemente buena para no llamar tanto la atención. _ … tenemos un trabajo del colegio, del cual quería hablar con él, no tomara mucho.
_ ¿Un trabajo del colegio? _ ella asistió casi con demasiada fuerza. _ Qué raro, él no menciono nada. _ comento pensativamente, sería muy raro que Peeta tuviera un trabajo con la chica de sus sueños y que no estuviera como loco por la felicidad o fantaseando en silencio mientras trabajaba. Obviamente, Katniss no podía saber hacia dónde iban las sospechas del Sr. Mellark, por lo que siguió con su historia.
_ Sí, ayer nos lo dieron. Por ahí por eso no se lo comentó. _ trato de sonar lo más convincente posible.
_ Sí, puede ser… _ no sonado del todo convencido, pero pensándolo mejor, puede que ayer, cuando Peeta volvió un poco más tarde de lo normal de su práctica, el chico pudo estar un poco más distraído de lo normal. Pero eso sigue sin explicar el aire melancólico que tiene desde la mañana. Quizás, hablar con Katniss, le subiera los ánimos un poco más. _ Bueno, ahí lo llamo. _ dijo mientras cerraba un poco la puerta para dar un poco de privacidad mientras busca a su hijo. _ ¿Peeta? _ llamo su atención, el cual parecía que estaba amasando su masa con más fuerza de lo recomendado, teniendo el ceño fruncido, y la mirada concentrada solamente en la masa, lo cual era raro, ya que siempre que Katniss venía a hacer sus intercambios, él ponía mucha atención a todo lo que ella decía o hacía, dejando el trabajo un poco de lado, usándolo más como una forma de disimular que estaba haciendo algo en vez de tener toda su atención en la chica. Tan concentrado estaba en la masa, que ni escucho que lo llamaba, por lo que se asomó para apretarle un poco el hombro así lo saca de su mente, lo cual funciono, ya que dejo de amasar para mirarlo directamente.
_ ¿Qué paso? _ pregunto sonando un poco perdido por la abrupta forma que lo sacaron de los pensamientos de su mente.
_ Hay alguien que te está esperando afuera. _ contesto señalando a la puerta trasera, a lo que Peeta entrecerró los ojos confundido.
_ ¿Quién es? _ curioso porque, que él supiera, no tenía que reunirse o hablar con nadie.
_ Es Katniss. _ trato de decir simplemente, como si no fuera la gran cosa, aunque padre e hijo sabían lo que esto significaba para el menor.
_ ¿Qué? _ pregunto aún más sorprendido, creyendo haber escuchado mal, no creía que después de todo lo que había pasado la noche anterior, ella estuviera preguntando por él. Por un breve momento sintió esperanza de que esto significaba algo bueno para él, que venía para ver una forma de solucionar el desastre de la noche pasada, pera tan rápido como se encendió esa pequeña chispa de esperanza, esta se apagó de golpe, ahogada por pensamientos negativos que le decía que probablemente venía para terminar oficialmente con lo que ni siquiera habían empezado el día anterior.
_ Sí, dice que tiene que hablar contigo sobre un trabajo de la escuela. _ el Sr. Mellark trato de examinar a su hijo con la intención de ver si soltaba algo de la verdadera intención por la que la joven quería hablar con él. Peeta al entender la excusa que ella uso para poder hablarle, disimulo sus facciones para no revelarle nada a su padre que lo hiciera pensar que la presencia de la chica podía significar otra cosa.
_ Claro, casi se me olvida lo del trabajo. _ dijo con naturalidad.
_ ¿Qué casi se te olvida un trabajo que tienes con ella? ¿Quién eres y que hiciste con mi hijo? _ cuestiono con broma y curiosidad a la vez, sabiendo que sería muy raro que se hijo se olvidara de hacer algo con Katniss. Peeta abrió muchos los ojos, sorprendido que su padre pudiera delatar sin querer sus sentimientos, y le dio una mirada rápida a la puerta para verificar si era posible que ella los allá escuchado. Su padre al ver la forma exagerada que actuó su hijo, rodeo los ojos y le sonrió como si estuviera disfrutando de su propio chiste a costa del menor. _ Tranquilo, ella no está escuchando.
_ Eso no lo sabes. _ comento un poco gruñón, mirándolo como si quisiera regañar a su propio padre, a lo que este respondió rodeando los ojos otra vez y soltando un suspiro corto, pensado en lo dramáticos que eran los adolescentes. _ Y, de todas formas, todo esto no es la gran cosa, así que deja de parecer tan emocionado por nada. Solo vamos a hablar del trabajo, nada más.
_ No si sigues con esa actitud, hacer este trabajo puede que te lleve a más ¿Qué te pasa, hijo? Saca un poco de ese encanto que sé que tienes, puede ser que con eso la conquistes. _ trato de animar a su hijo, poniendo sus manos en sus hombros para sacudirlo un poco, como si lo estuviera despertando de un mal sueño, de verdad que creía que él podía tener una oportunidad con la muchacha, solo tenía que dejar de pensar que era una causa perdía. Su hijo se sonrojo inmediatamente ante su consejo.
_ ¡Papá! _ casi grito, mirando de nuevo hacía la puerta, rogando que no solo que Katniss no allá escuchado a su padre, sino que Gale no estuviera también escuchando, lo único que era más humillante de que la chica de sus sueños se diera cuenta de sus intenciones, era que el novio de esta lo escuchara al mismo tiempo. Casi deseaba que un hueco se abriera a sus pies para llevárselo de una vez por todas.
_ Ya, ya. Ahora ve a ver lo que necesita. Y cambia esa actitud o la espantaras. _ ínsito el padre con una sonrisa para darle tranquilidad, pasando un mano por su cabello para removiéndoselo, haciendo que su cabello pareciera más despeinado de lo normal. El menor trato apartarlo para evitarlo, pero no lo logro, lo que generó que el mayor soltara una risa corta pero fuerte.
_ Okey, okey, ya voy. _ dijo mientras limpiaba sus manos con un trapo y se dirigía a la puerta. Al llegar a esta, soltó un fuerte suspiro, dio una mirada hacia atrás, donde su padre se lo quedo mirándolo, alzando sus pulgares arriba para darle ánimos, lo que solo género que Peeta mirara hacía la puerta de golpe para evitar mirar lo demasiado entusiasmado que se encontraba este. Cerro los ojos brevemente para darse fuerza, antes de abrirlos justo con la puerta.
Y allí estaba Katniss, esperando a una cierta distancia, con la mirada en sus pies mientras parecía estar perdida en sus pensamientos. Al escuchar el movimiento de la puerta hiso que alzara la mirada para encontrase con la de él, aliviada porque él allá salido por lo que no pudo evitar soltar una tímida sonrisa, sonrisa que él mismo contesto con una más cálida. Era difícil para él no caer en los sentimientos que siempre tenía cuando la veía, no después de haberla amado desde lejos por once años, por lo que es imposible que dejara de sentir lo que sentía en una sola noche, aunque esa noche allá sido una de las peores de su vida. De todas formas, él tenía la sospecha que podían pasar millones de años, y aun así la seguiría amando como la primera vez, si no es que más. Y cómo podría evitarlo, si con solo ver sus hermosos ojos grises, su sonrisa pequeña pero presente, que le regalaba a los que ella consideraba dignos de tal honor, su rostro precioso siendo enmarcado con sus hermosos cabellos trenzados en una sola trenza, y su porte, que exigía atención, como si no permitirá que la ignoraran como si nada y a la vez habla de su fuerza interna, demostrando lo asombrosa que ella era. Todo eso hacían que fuera difícil, por no decir imposible, que no callera a sus pies una y otra vez. Y el saber que ella no era para él, no hacía que el sentimiento sea menos fuerte, pero hacía que el dolor fuera más profundo, con posibilidades de no curarse nunca más.
Aun así, decidió dejar todo lo que lo atormentaba a un lado, con la intención de enfocarse solamente en ella.
_ Hey. _ saludo él tímidamente.
_ Hey. _ respondió también tímidamente. Peeta miro a su alrededor para buscar a Gale, pensando que el chico se encontraría cerca para supervisar la conversación, pero no para participar en ella. Pero no había rastro del chico en ningún lado, lo que llamo su atención.
_ ¿Y Gale? _ se animó a preguntar al final, a lo que ella rodeo los ojos ante la sola mención de su compañero de caza.
_ No me hagas hablar de ese idiota.
_ ¿Paso algo entre ustedes dos? _ cuestiono ahora sintiéndose curioso por la actitud de ella.
_ Claro que paso algo entre nosotros dos. Creo que fue muy obvio por la forma en la que se comportó anoche. _ hablo como si fuera lo más obvio del mundo, pero Peeta no podía dejar de sentir como que eso no encajaba del todo.
_ ¿Todavía no hablaron? _ él creía que una vez que ellos dos hablaran solucionarían todo y podrían seguir adelante sin permitir que lo de la noche anterior fuera un impedimento.
_ Por supuesto que ya hablé con él esta mañana. No fue una charla muy larga, pero no dejo de ser menos molesta.
_ ¿Puedo saber que paso? _ de verdad tenia curiosidad por saber qué pudo hacer pasado para que ella se encontrara tan molesta con Gale.
_ En términos generales, al parecer él es muy hombre para que le gusten los otros hombres, a diferencia de mí, que soy tan poco "femenina" que es más probable que me gusten las mujeres. _ respondió molesta mientras cruzaba los brazos y mira hacia otro lado con enojo y fastidio. Por su parte, Peeta solo pudo abrir fuertemente los ojos, asombrado por lo que le decía ella, pero trato de controlarse para no alterarla más.
_ ¿Quieres hablar de eso? _ sintiendo que era lo que ella necesitaba.
_ Si no te molesta. _ pidió, dándose cuanta de golpe que era lo que realmente quería, hablar con alguien sobre su discusión con Gale.
_ No hay problema. _ dijo mientras la guiaba para alejarse de la panadería, llevándola a un lugar en la que pudieran tener más privacidad. _ Cuéntame lo que paso.
Eso basto para que ella pudiera contarle sobre lo que le había paso con Gale en bosque, sacando sus frustraciones, dándose cuanta lo mucho que le afecto su discusión con él a medida que le contaba todo, soltando una lagrima que se le escapo cuando recordó la parte en la que parecía que se separaban por un tiempo indefinido. Peeta solo se quedó ahí escuchando sin juzgar, tratando de entender el dolor que ella sentía pero que no se animaba a expresar del todo, dando su apoyo de forma silenciosa, con solo un apretón en el hombro para que darles fuerzas para que continuara contándole, o una suave acaricia en el brazo para calmarla, siempre cuidando de no sobre pasarse o dar malas impresiones, pero a la vez mostrándole que él estaba ahí para ayudar. Para cuando ella termino de hablar, se quedaron en silencio, adsorbiendo lo que sabían y tratando de comprenderlo. Él estaba sorprendido por la discusión que ellos habían tenido, más al terminar de entender que en parte fue a su causa, esto lejos de darle un sentimiento de importancia o de poder, lo preocupo, ya que lo último que él deseaba era alterar la vida de ella de alguna forma, y Gale, aunque le pese en el corazón, era una parte muy importante en su vida, y por la forma en la que se encontraba ella, era notorio decir que toda la situación la ponía mal y le dolía.
Entendió algo muy importante en ese momento, que no importara lo que ocurriera en el futuro, siempre se aseguraría de hacer todo lo que estuviera a su alcance para hacerla sentir mejor, y si para eso tenía que hablar con el chico que más le caía mal del Distrito, el mismo que lo desprecio horriblemente la noche anterior (el mismo que era lo único que se interponía en su camino a ser feliz con la chica que amaba) y a la vez tenía que llegar a un acuerdo con dicho chico por el bien de ella, entonces no había nada en el mundo que le impidiera hacerlo, ni el mismo Gale Hawthorne. Peeta les demostraría a todos lo testarudo que él también podía llegar a ser.
_ Y eso fue todo. _ dijo ella después de que se quedaran un tiempo en silencio.
Peeta asistió, pero no dijo nada, tratando de ordenar sus ideas. Sabía lo que tenía que hacer, pero no sabía cómo lo iba a ser, no tenía experiencias románticas para saber que le podría decir a Katniss, o para darle un consejo. Soltó un fuerte suspiro, supuso que tendría que improvisar, esperaba ser bueno en eso.
_ No te preocupes, todo saldrá bien, ya verás que él entrara en razón y lo solucionaran. _ termino por contestar mientras apretaba levente su hombro en señal de apoyo. Pero las palabras y el gesto al parecer no tuvieron efecto en ella.
_ No estoy tan segura de eso. Gale suele ser muy testarudo, y cuando se le mete en la cabeza, casi nunca entra en razón. Créeme, lo conozco demasiado bien. _ lo último lo dijo como un susurro, como si se estuviera resinado.
_ Oye, no te pongas así, ya le encontraremos una solución, siempre la hay… Tal vez, en vez de esperar que él venga a buscarme y así hablar, podría ser yo el que fuera a hablar con él. _ propuso medio inseguro, no sabiendo si realmente era una buena idea.
_ ¿Harías eso? _ pregunto ella, en su tono y en la expresión de su rostro se notaba la mezcla de sentimientos que tenía, como asombro y esperanza, entre otros.
_ Puedo intentarlo. _ aclaro sin estar muy seguro de que podría solucionar las cosas así, pero de todas formas queriendo intentarlo.
_ ¡Eso sería genial! _ declaro ella quizás con demasiado entusiasmo, animada con la idea de que por lo menos Peeta tenía intención de no dejar las cosas como estaban. Él, al ver que ella recuperaba un poco más el ánimo, se sintió aliviado y con más determinación para ayudar a sus almas gemelas a que recuperen su relación.
_ ¿Sabes a donde lo podría ir a buscarlo? _ pregunto con una pequeña sonrisa. Quería ver si podía encontrarlo en algún lugar más tranquilo y privado, no quería tener que ir a la casa de este, donde no solo llamaría la atención de los vecinos al ver a un Comerciante en la Veta sin razón aparente, sino que ya estaría llamando la atención de la familia de Gale, lo que generaría que esta tuviera preguntas de las cuales no estaba seguro que Gale quisiera contestar. Era mejor no meter a las familias en todo esto. Katniss no tuvo que pensarlo mucho para tener una respuesta a eso.
_ Podrías ir a buscarlo al bosque, creo que él sigue por ahí todavía.
Esas palabras resonaron en la mente de Peeta.
Ir al bosque…
Al bosque…
¿Él?...
¡¿ÉL?!
Peeta sabía que eso tenía sentido, mucho sentido. Si había un lugar en el que fuera privado y en el que Gale probablemente se sintiera tranquilo, ese sería el bosque. No se necesitaba conocer mucho a Katniss y a Gale para saber que ambos eran criaturas del bosque, era su segundo hogar, en donde tenían más control que en cualquier otra parte. Era natural para ellos, él lo sabía por las innumerables de veces que los vio antes y después de que estos entraran o salieran del bosque, como se veían más relajados y tranquilos cuando volvían de estos, Katniss era más propensa a sonreír por las payasadas de su hermanita estando en público, con sonrisas más amplias y con una expresión de calma en su rostro; Gale también se notaba como lo afectaba, haciendo que su ceño fruncido se suavizaba y disminuían considerablemente sus miradas de odio y desprecio a cualquier Comerciante que se apareciera. Así que, si quería hablar civilizadamente con Gale, era sensato que fuera en donde este estuviera más cómodo.
El problema era justamente ese, Gale se sentiría cómodo y tranquilo, pero Peeta muy probablemente sufriría un ataque de ansiedad. Lo cual no iba a facilitar mucho el tema de que necesitaba estar concentrado en la charla para hacer entrar en razón a este.
No era un secreto que si le preguntaban a Peeta quien él creía que eran los más valientes de todo el Distrito 12, él contestaría sin la menor duda que esos eran Katniss y Gale. Muy probablemente esa sería la respuesta de muchos otros. Y eso no era por algo sin fundamentos, ya que había una razón por la que los bosques del Doce no estaban colmados de gente de la Veta cazando o recolectando para poder sobrevivir y tener ingresos extras, la razón de eso era que muy pocos se animaban a cruzar la cerca que separaba el bosque con el pueblo, y había menos todavía que encima tenía el valor de perderse por estos y encima volver sanos y a salvos. Katniss y Gale lo hacían todos los días, incluso a veces varias veces al día, y nunca se los veía temblorosos por tener que entrar, sino todo lo contrario. Para la mayor parte de la gente del Distrito era algo impensable hacer algo como eso, ya que creía lo que se decían de esos bosques, que estaban llenos de bestias peligrosas que acabarían con la vida de una persona en minutos, que tenían tantos árboles y plantas que hacía casi imposible tener un camino claro por el que uno podía ir y volver de forma segura, lo que generaría la posibilidad de perderse y no ser encontrado nunca más, y por si eso no fuera poco, siempre estaba la posibilidad de que un Agente de la Paz estuviera dando vueltas por la cerca y descubriera a los que entraban o salían del bosque, y cualquier castigo que el Capitolio pudiera dar será mucho peor que cualquier cosa sé que pudiera encontrar en los bosques.
Todo esto provocaba que la gente se desanimara ante la idea de hacer esa locura. Peeta no era diferente a esa gente. No podía imaginarse haciendo una cosa como esa, él no se creía lo suficientemente valiente para eso, era "feliz" en la "seguridad" que ofrecía el Distrito, que, si bien no era justamente segura, pero era conocía, y para Peeta era menor un mal conocido que uno por conocer. Igualmente él hablaba desde la comodidad que podía ofrecer ser un hijo de un Comerciante (aunque sea de una familia sin tantos lujos en comparación a otras), en el fondo quería pensar que, si estuviera en la posición en la que se encontraban mucha gente de la Veta, en la que él y su familia sufrieran hambre y de necesidades, entonces sería lo suficiente valiente como para animarse a hacerlo, pero muy probablemente moriría al poco tiempo por no contar con las habilidades para sobrevivir, y si por milagro lograba volver, seguramente no sería de mucho aporte ya que dudaba de tener la capacidad de poder cazar o identificar plantas comestibles. Peeta era muy consciente de sus limitaciones, por lo que seguía sintiendo que era una locura de que él fuera al bosque de forma voluntaria, solo para hablar con el chico que salía con la chica de la cual estaba enamorado, todo para que estos solucionar sus problemas y siguieran con su feliz relación como si nada.
Del solo pensar en todas las cosas que podría encontrase dentro de esos bosques, hacía que tuviera unas ganas enormes de dar media vuelta y esconderse en la comodidad de la panadería, donde se sentía seguro con el olor a pan caliente y de los bocaditos dulce que hacían. Así que era impensable que él accediera a algo como eso, y ya estaba tratando de proponerle a Katniss otros lugares en los que podría ir con Gale para hablar cuando ella hablo primero.
_ Sí, sería lo mejor, él se sentiría más cooperativo si se encuentra en un lugar que a él le gusta. _ dijo como si en realidad estuviera pensado en voz alta, por lo que no estaba prestando atención a la expresión que Peeta tenía en su rostro mientras hablaba. _ Él ahora va a estar molesto por la pelea que tuvimos los dos, pero si vas a él cuando está en el bosque, puede que esté más abierto a comprender la importancia de que los tres seamos almas gemelas. Podrías esperarlo en el claro en donde Gale y yo nos juntamos para ir a cazar ¡Te va a encantar! Es muy lindo y sereno, ahí de seguro que los dos van a poder hablar mejor. _ ella definitivamente no notaba como la cara de Peeta comenzaba a tener más signos de angustia a medida que ella seguía hablando. _ Lo mejor que el claro se encuentra bastante apartado del Distrito, _ "¿Apartado del Distrito?... No mucho… ¿Verdad?" pensó Peeta un poco alarmado _ por lo que va a estar bueno ya que de esa forma Gale no va a sentir las presiones del pueblo, ni sus prejuicios. Deberías ir ahora, _ "¡¿Ahora?!" _ ya debe estar por terminar de cazar, _ "¿Cazar? ¿Ósea que va tener su arco y sus flechas a mano? ¿Listo para disparar?" _ por lo que va a estar menos enojado que cuando yo me fui. Pero te advierto que es muy probable que todavía se encuentre un poco molesto, así que vas a tener que tenerle paciencia. _ "¿Enojado? Genial, ir al bosque a hablar con un cazador enojado que me odia, mientras este se encuentra armado con un arco y sus flechas… ¿Qué podría salir mal? ... ¿Tendré suficiente tiempo de despedirme de mi familia?". Pero lejos de decir sus pensamientos, decidió a limitarse a cambiar la expresión de su cara para que ella no lo notara, poniéndose una sonrisa que tenía la intención de ser tranquila, pero no le costaba mucho mantener. _ ¿Qué te parece?
_ C-Creo que es una buena idea. _ contesto con un poco de tartamudeo. Pero al ver la hermosa sonrisa que ella le regalo, sintió que había dicho lo correcto, y pensó que podría hacer lo que sea con tal de tener más de esas sonrisas. _ Pero yo no sé cómo ubicarme en el bosque, ni tampoco a donde ir.
_ Nunca habías entrado al bosque ¿Verdad? _ pregunto como si recién notara que las personas en general no estaban acostumbras a caminar en el bosque como si fuera nada. Para confirmarlo, Peeta negó con la cabeza. _ No hay problema, yo te girare hasta el claro, me quedare contigo hasta que sienta que Gale este cerca si es necesario. _ dijo con seguridad, quitándole importancia a lo que para Peeta era al bastante aterrador. _ Pero me tendré que ir antes de que me vea, no creo que sería buena idea si nos ve justos, probablemente va a querer involucrarme en su charla, y creo que lo mejor es que hablen los dos solos.
Peeta, al verla tan segura de su plan, no tuvo valor de negarse, en parte porque se veía muy ilusionada por la idea, y en parte, aunque nunca lo admitiría, es que no quería que ella pensara que era un cobarde al no animarse a ir ¿Qué pensaría ella si se negaba? ¿Pensaría menos de él por eso? ¿Y si con eso le daba a razón a Gale y decidía que ya no quería ni mirarlo? No se animaba a responder esas preguntas, así que pensó que lo única peor que entrar en el bosque a hablar con un cazador con problemas de ira, era que Katniss pensara menos de él. Con eso en mente, reunió todo el coraje que tenía dentro y disfrazo sus expresiones de la mejor forma que él podía, tratando que se viera tranquilo y seguro, sin un pelo alterado o nervioso.
_ Está bien, llévame con él, pero antes déjame que le aviso a mi padre que no voy a estar disponible y que junto con mi hermano me cubran con mi madre.
Y con eso no dudo en darse la vuelta para entrar en la panadería y decirle una excusa a su padre para que este no se hiciera pensamientos que no eran, lo último que quería era que su padre pensara que su salida al bosque con Katniss era como una especie de cita romántica, aunque no estaba del todo seguro de como actuaria este en ese caso, si se sentiría orgullo de su hijo por salir con la chica que venía suspirando desde los cinco, o si lo querría matar por hacer algo tan insensato como ir al bosque solo para impresionar a una chica; por suerte para él, era probable que nunca encontrara una respuesta a esa pregunta. En cuanto se aseguró que su padre no se hiciera ideas raras volvió con Katniss para que ella guiara el camino. Fue un camino tranquilo hasta llagar a la cerca, pero no pudo evitar notar que ella específicamente tomaba el camino menos concurrido, donde no se cruzaron con gente, lo que él supuso que fue con la intención de no despertar chismes entre la gente del Distrito sobre lo que podían hacer ellos dos juntos caminando si en teoría no tenían nada en común.
Entendió por qué ella decidió hacer eso, pero eso no quería decir que no estaba un poco desconcertado. Claro, ver a una chica de la Veta pasear de forma despreocupada con un chico Comerciante era motivo para llamar la atención de la gente que seguramente no perderían tiempo en teorizar del motivo, si a eso se le suma que dicha chica es nada más que Katniss Everdeen, eso sumaria más a atención no deseada. Pero de igual forma, saber eso no ayudo, ya que se sentía un poco mal cuando se le ocurrió la idea de que ella en especial no quería que nadie la viera con él, y no era que no entendiera que no había necesidad ser el centro de la atención si era muy probable que después de ese día no volvería a estar cerca ni de Katniss, ni de Gale, pero el acto le hiso cuestionarse que si las cosas hubieran sido diferentes ¿A ella le hubiera gustado que todos supieran que estaban juntos… aunque sea siendo amigos? Era estúpido pensar en eso, sabía que ella era muy cercana a la hija del alcalde y no tenía problema que la vieran con ella en el colegio, él mismo las ha visto juntas pasando el tiempo, incluso las vio en la práctica de lucha libre y en ningún momento Katniss le dio la sensación de que le desagradaba pasar tiempo con ella. Aunque una cosa era Madge y otra era él.
Nadie se atrevería a pensar o decir que ellas dos estaban en una relación romántica, que la dulce y tierna Madge había ablandado el corazón duro de la mejor cazadora de Distrito, nadie pensaría que entre ellas dos había al más que simple amistad, porque era cierto, entre ellas dos no había esa "vibra". Pero eso no importaría si en vez de Madge fuera Peeta, al ser él un chico, seguro que la gente ya estaría pensada en que ellos eran pareja, y de algo sabía Peeta era que ante esta clase de rumores nunca favorecían a la mujer, dirían cosas como que por fin un hombre pudo domar el corazón indomable de la chica más intimidante del Distrito, o que de seguro ella quería subir de clase y sedujo a un Comerciante para engañarlo y obligarlo a casarse con ella, o cualquier otra historia escandalosa que solo la podría en mala posición, y seguramente muy pocos cuestionarían las intenciones de Peeta, hasta seguro que algunos lo justificarían y apoyarían sus actos, sin importarles demasiado la nobleza de sus intenciones o no. Nadie pondría en duda que Peeta estuviera haciendo algo malo, pero a ella seguramente la juzgarían duramente, en parte por ser mujer y en parte por ser de la Veta y él el pueblo. Estaba seguro que ella era más que consiente de todo eso, no era de extrañar que justamente esa fuera la razón principal por la que ni siquiera habían hecho notar a la gente que ella y Gale eran novios, manteniéndolo todo oculto al nivel que nadie lo supo, ni siquiera él lo sabía con exactitud, solo había tenido una corazonada muy fuerte que le fue confirmada una vez que ella misma se lo confeso.
Esos eran los pensamientos que rodeaban su mente cuando llegaron a la cerca, lo cual lo sorprendió, ya que, al no estar prestando atención en el camino, no noto lo rápido que habían llegado y que estaban a unos pasos del tan intimidante bosque, por lo que no le dio mucho tiempo para prepararse mentalmente para tal situación. Katniss ya se encontraba pasando la cerca después de que hubiera comprobado si esta estaba electrificada, cuando en vez de seguirla inmediatamente, él se quedó detenido, estático, sin mover ni un solo musculo, hasta casi sentía que la respiración se le acelero un poco. Katniss, al sentir la falta de movimiento de Peeta, se dio la vuelta para mirar que le pasaba, notando que estaba del otro lado de la cerca, haciendo que esta se interpusiera entre los dos. Lo miro con curiosidad y con una pregunta en sus ojos, pero aun así él seguía sin reaccionar, fue entonces que se dio cuenta de lo irregulares que eran sus respiraciones ¿Por qué tenía problemas para respirar? ¿Le había pasado algo…? Ahí fue cuando entro en razón al darse cuenta que a diferencia de ella y Gale, la gente no estaba acostumbra a ir al bosque, es más, era algo que los intimidaba mucho, ya que circulaban una cantidad inimaginables de rumores de lo peligroso que era entrar en este, de la cantidad de formas en la que alguien podía perder la vida en segundos. Para ella era algo normal, diariamente iba a esos lugares, desde era una niña que apenas podía caminar correctamente e insistía/exigía a su padre que la lleva a ahí, el periodo de tiempo más largo en el que no fue, fue cuando su padre murió, y esos habían sido los cuatro meses más agonizantes de su vida, así que, a diferencia de otra gente, el bosque era su lugar seguro, donde no solo encontraba lo que necesitaba para proveer a su familia, sino donde ella podía liberarse de todo lo que la estresaba en el Distrito y podía ser ella misma sin problemas.
Pero era comprensible que el resto de las personas no pensaran de la misma forma, no era casualidad la cantidad de rumores, era una manera de hacer que todos se lo pensara varias veces antes de atreverse a cruzar la cerca y dejar la "seguridad" del Distrito. Solo que los que se encontraban lo suficientemente preparados o necesitados tomaban esa decisión, por eso no se encontraban tantos cazadores en el pueblo, y la mayoría no exploraban tanto como lo hacían ella y Gale. Y todo esto se debía a que de esa forma el Capitolio evitara que la gente se escapara y tratara de buscar suerte por fuera del Distrito, por fuera de Panem. Lo cual funcionaba, aunque los rumores fueran exagerados, si bien había cierto peligro al meterse más profundamente en el bosque, no eran tantos como se decían, ni tampoco tan difícil de superar. La gente tenía el pensamiento de que entrar en el bosque era lo mismo que entrar a una arena de los Juegos del Hambre, que era una sentencia de muerte segura. Esa era la misma razón por la que no se vería Comerciantes por esos lados, era demasiado riesgo para ellos y la mayoría no tenía la clase de necedad desesperada que hacía que la gente valla al bosque. Recién en ese momento ella se daba cuenta que, a pesar de la personalidad dulce y amable, Peeta era un hijo de Comerciante, criado con los prejuicios que esta gente tenían del bosque, por lo que no era raro pensar que este se encontrara incomodo o tembloroso ante la idea de hacer lo que ningún Comerciante haría. Se sentía estúpida al no haber pensado en eso, pero es que estaba acostumbrada a ver a Peeta como si fuera diferente a las personas del lugar de donde es, que a veces se olvidaba que por más que el sobresalía de esa gente, en el fondo seguía teniendo algunas de esas cosas. Aun así, él había accedido a ir con ella, a pesar de sus inseguridades, por ahí lo que necesitaba era un empujoncito para asegurarle que todo saldría, ella se iba a encarde eso.
Decidía a clamar sus nervios, se acercó lo más que puso a la cerca y paso su mano por esta con la intención de poder tocar su brazo y así lograr sacarlo de su estado de shock. Eso había funcionado, ya que con un solo toque él se sobre salto, como si hubiera salido de un sueño y llevo sus ojos azules a los grises de ella, donde pareció que la sintonizo y se dio cuenta que ella sabía que él estaba incomodo por ir al bosque. Con un liguero apretón en el brazo ella pensó en que palabras podría decirle para animarlo, lo cual esperaba hacerlo bien, porque no era muy buena en eso.
_ Oye, tranquilo, todo saldrá bien. Yo te protegeré. _ prometió sin la más mínima duda en su voz, tratando de transferirle la seguridad que en ese momento a él le faltaba. Eso debió avergonzarlo, ya que inmediatamente un rubor bastante intenso se apareció en sus mejillas y aparto la mirada de forma incómoda. _ Es normal que sientas miedo, y no está mal.
_ Yo no tengo… _ comenzó, pero una mirada severa e incrédula lo detuvo, haciendo que su rubor se hiciera más fuerte.
_ Está bien, no te preocupes, la mayoría de los rumores son exagerados, no es tan peligroso como parece, créeme. _ eso logro calmarlo un poco, pero aun así se notaba la duda que emanaba de él. _ Yo misma me asegurare de que nada saldrá mal. Confías en mi ¿Verdad? _ pregunto dándole una mirada que solo ponía cuando se proponía cuidar y proteger a las personas que más le importaban, la tenía cuando alguien se acercaba mucho a su hermanita con malas intenciones, la tenía cuando sentía que un animal podía amenazar la vida de Gale, la tenía cuando insinuaba un rumor cruel de su madre y su padre, y ahora la tenía para proteger a este chico de las preocupaciones que este podría tener.
Peeta quedo perdido en esa mirada, fascinado por esa intensidad que nunca veía dirigida a él en ninguna otra persona, siendo esta la primera vez que sentía algo parecido, no pudiendo evitar sentir que pasara lo que pasara, él estaría bien si ella seguía mirándolo de esa forma. Se sintió hipnotizado por ella, a lo que no pudo evitar asistir con la cabeza para responder a su pregunta, entendiendo que no había nada que ella hiciera para él dejara de confiar en ella. Y para su fortuna, fue compensado por una tierna y orgullosa sonrisa de su parte, como si estuviera feliz y aliviada de que él hubiera contestado de esa con fuerza, se mentalizo para mover su cuerpo, sacándolo de ese estado de shock en el que se había encontrado, y con movimientos lentos y dudosos, se agacho para pasar por el hueco que la cerca tenía, por donde había visto a Katniss hacerlo momentos antes, mientras ella se apartaba para que tuviera suficiente espacio para pasar.
Cuando por fin se encontró del otro lado, ella se quedó a cerca de él, queriendo brindarle el apoyo que él podría necesitar y lo espero mientras él parecía que por fin podía ver los arboles sin la cerca de por medio, lo que por algún motivo eso llamo su atención, ya que tenía los ojos abiertos de forma sorprendido, mirando con un poco de asombro. Después de un momento, su mirada se posó a la suya, como si no creyera que estaba donde estaba y esperaba que ella lo confirmara, ella solo respondió con una sonrisa tranquila y feliz. Cuando pareció estar listo para seguir, asistió, con los ojos mirando con determinación al bosque, como si hubiera decidido que este no iba a evitar que él siguiera adelante con su meta. Y no puedo evitar que un poco de orgullo se colara en su corazón de ella a ver de lo que estaba dispuesto a hacer para solucionar el problema en el que se encontraban en ese momento.
Tomando su mano, lo dirigió a donde estaban los árboles, y cuando pasaron las primeras filas de estos, ella los fue llevando al árbol donde escondió su arco y flechas, que era diferente al que cotidianamente los guardaba, ya que con la discusión que tuvo con Gale, sintió que tenía tantas pocas ganas de verlo que no quería cruzárselo en ningún sentido, ni siquiera para buscar sus armas. Peeta pareció sorprendió de dónde sacaba sus cosas y se las acomodaba, y eso la hizo pensar que esta era la primera vez que él la veía con su arco, y lejos de sentirlo como si estuviera intimidado, parecía más bien fascinado por alguna razón. Decidió no prestarle atención a eso y seguir con el camino hacia el claro.
Fue interesante lo que se puede aprender de una persona en su primera visita a un bosque. Lo primero fue confirmar lo que ya sabía, que Peeta no tenía ni el más mínimo instinto de cómo manejarse en el bosque, sus pisadas eran ruidosas, como si no pudiera evitar pisar donde había más ramitas o hojas secas, las que generaban mucho ruido y delataban su posición, eso sin mencionar los picotazos fuertes que le hacía al suelo. Y a pesar de eso, iba a paso más lento, más de lo que ella estaba acostumbrada, y eso se debía a que, por un lado, era un terreno desconocido para él, por lo que se encontraba contantemente mirando el suelo, examinado el camino que le resultaría más fácil avanzar, tratando de evitar ramas grandes caídas, o raíces que sobresalían del suelo, o se lo venía comprobando la estabilidad de las rocas que se tenían que pisar para avanzar; y cuando no estaba mirando el piso, estaba mirando hacia arriba para controlar que no hubieran ramas que lo pudieran rasguñar la cara o los brazos. Era gracioso ver lo en esta nueva experiencia desde su lado, ella caminaba tanto con ese recorrido que hasta podía hacerlo con los ojos cerrados, sabia a donde estaban las rocas flojas que no debía pisar para no resbalar, sabia a donde estaban las ramas bajas que podían rasguñarla, sabía a donde tenía que levantar más la pierna para no tropezar con una raíz, en que árbol se podía apoyar para ayudarla a subir una parte más inclinada del suelo.
Ella lo sabía todo de ese camino, para Gale era lo mismo, quizás para sus hermanitos (Prim y Rory) todavía no les era tan familiar pero no les era desconocido (ya habían tenido su buena cantidad de viajes al bosque), pero para alguien como Peeta, que nunca había estado ni cerca del bosque, que obviamente no estaba familiarizado con los terrenos no eran siempre planos y asfaltados, o inclusos los caminos que estaban libres de obstáculos como los que se encontraban en la Veta (donde todo eran caminitos de tierra, pero aun así eran las planos y lisos a diferencia de los que se encuentran en el bosque), para él todo eso era nuevo, por lo que estaba esforzando por adatarse con cierta dificultad propia de un novato. Pero lejos de sentirse irritada por la demora y el ruido, era divertido, porque cuando se detenía para ver cómo estaba él, lo podía atrapar mirando a su alrededor, no solo por las otras razones, sino también se lo notaba asombrado por cualquier pequeña cosa que iba notando en el camino, flores, arboles, aves que detenían sus canciones al notarlos y salían volando, mariposas coloridas que apenas eran detectables por sus rápidos movimientos, incluso lo vio admirar las hojas de los árboles y algunas piedras. Casi todo llamaba su atención, y siempre se tomaba su tiempo para observar bien, como si quisiera memorizar cada detalle, aunque todavía no entendí bien el por qué, igualmente era lindo verlo de esa forma, era una faceta de él que no conocía y que por algún motivo lo sintió entrañable y tierno.
Tardaron más de lo que ella tardaba en llegar al claro, pero sintió que el viaje fue uno de las especiales que ella había tenido en su vida, debajo de la vez que su padre la llevo por primera vez y seguido con la primera vez que ella y su padre llevaron a una gruñona Prim (ese recuerdo era muy especial para Katniss ya que a los pocos meses su padre falleció). El paseo con Peeta se sintió con la misma importancia, es por eso que lejos de molestarle la demora, simplemente se deja llevar por el entusiasmo de este y trato de ver a su amado bosque desde la perspectiva de Peeta, mirando cada detalle y disfrutando del paseo. Pero lo mejor fue cuando llegaron al claro, ella ya había verificado que Gale no estaba en este, pero su mochila con algunas de sus herramientas estaba ahí, lo que quería decir que probablemente se encontrara en el bosque dando vueltas, acumulando presas mientras dejaba que las que ya tenía se desangraran colgando en algún árbol. La reacción de Peeta al divisar el claro fue inmediata, deteniéndose al borde de este para poder verlo todo, parecía que sus ojos azules se volvían más claros y se iluminaban al contemplarlo todo y sus labios se abrieron de la impresión. Ella se quedó a su lado, mirando como él asimilaba la belleza del claro, no era por nada que ella y Gale habían utilizado es lugar no solo para ser su punto de encuentro, sino también para descansar, hablar de lo que quisieran sin la molestia de que alguien pudiera verlos u oírlos, y donde también habían tenido muchas de sus citas.
El claro era hermoso, rodeado por árboles que daban la suficiente sombra para que el sol no les diera directamente, el pasto, aunque un poco largo, era perfecto para acostarse en él, haciendo que sea muy cómodo para cualquiera; había rocas grandes que sobresalían del pastizal, de las cuales se podía subir para sentarse en ellas (que es lo que hacían cuando esperaban al otro); pero lo mejor era cuando se tiraban al suela y miraban el cielo, perdiendo la moción del tiempo mirando las nubes pasar con tranquilidad. Era uno de los lugares favoritos de Katniss, tenía muchos recuerdos ahí, algunos alegres, otros un tanto tristes, algunos eran recuerdos con su padre, muchos con Gale, y unos pocos con su hermanita. Y ahora, al ver la explosión de Peeta, se le ocurrió que le gustaría tener también recuerdos con él también.
Tomando la mano de Peeta para sacarlo de su ensoñación, logrando que esta la mirara para así llevarlo a la roca en la que se sentaba para esperar a Gale, él la siguió sin poner resistencia, pero aun así parecía que su atención estaba en examinar todo el claro. Una vez que se encontraron sentados, ella se animó a romper el silencio que tenían desde que entraron al bosque.
_ ¿Te gusta?
_ ¿Qué si me gusta? Me encanta ¡No puedo creer que me estaba perdiendo de todo esto! _ respondió con entusiasmo mientras señalaba todo a su alrededor. _ Es asombroso. Tantos colores, tantas formas, tantas cosas hermosas. Hasta me dan ganas de… _ se cortó abruptamente, como si se diera cuenta que estaba por decir algo que se suponía que no tenía que decir.
_ ¿Ganas de qué? _ de verdad sentía curiosidad por saber lo que estuvo a punto de decir, esto provocó que él volviera a sonrojarse.
_ No querrás saber, no es nada. _ dijo con la intención de que ella no lo volviera a mencionar, pero ella se negaba a dejar las cosas así, más cuando sea lo que sea a lo que se refería, había hecho que su animó se bajara.
_ No, en serio quiero saber de qué hablabas.
_ Es una tontera sin importancia…
_ Peeta. _ llamo con tono decisivo, sin dejar a dudas que insistiría hasta tener su respuesta, lo que provoco el resultado esperado, ya que, con un fuerte suspiro, Peeta pareció rendirse.
_ Por favor no te rías ni me justes. _ pidió mirándola a los ojos casi de forma suplicante, ella asistió al quedarse sin palabras por la intensidad de su mirada. _ Es que… es que me gusta pintar. _ ella lo miro atónica. _ Ya sé, no debería ser la gran cosa, pero a mi fami… a mi madre no le gusta mucho que lo haga. No solo porque los materiales son muy caros e innecesarios, sino porque… no es algo… muy masculino. _ termino encogiéndose de hombro, como si no le importaran los comentarios hirientes de su madre, cuando se notaba en sus ojos claramente si le dolía.
Katniss no sabía qué hacer con lo que acababa de escuchar, no se le podía ocurrir palabras para describir lo indignada que se sentía en nombre de Peeta ¿Desde cuándo que a alguien le gustara una actividad lo hacía más masculino o no? ¿Y quién le dice eso a su hijo? Era evidente que esa mujer era una de las más crueles que ella se allá cruzado, diciéndole ese tipo de cosas a su hijo, con la clara intención para que este dude de él mismo hasta en lo más pequeño. Podía imaginarse claramente a un joven Peeta, ilusionado por su dibujo, y a su madre humillando por el simple hecho de que el niño allá encontrado una forma de ser feliz. Ardía de ira al imaginar el grado de impacto que eso tuvo en Peeta que hasta le costó confesarle eso a ella, de seguro el pobre creía que ella iba a pensar igual que su malvada madre. Con la intención de calmar los nervios del chico, ella extendió la mano a la de él y la apretó con fuerza, para que supiera que ella no tenía problemas con eso. Él le respondió con una dulce sonrisa, como si agradeciera que ella fuera tan comprensiva y tolerante con él, como si no entendiera que eran cosas que se debían dar libremente, no ocasionalmente. Pero no pudo decir las palabras que se moría por decir ya que él continúo hablando.
_ Al ver todo este paisaje me dan ganas de dibujarlos. _ dijo con los ojos perdidos en la vista. _ Nunca había visto tantas cosas bellas en un solo lugar. Y que todo esto estuviera tan cerca del Distrito ¡Y yo no lo sabía! Es por eso que quiero memorizarlo todo, así cuando vuelva a casa pueda dibujarlo.
Ella sonrío al escuchar su deseo, parecía tan tierno que anhelara cosas tan sencillas y fáciles de solucionar.
_ Te propongo un trato. _ dijo haciendo que él la mirara con curiosidad.
_ ¿Y que podría ser eso?
_ Yo puedo traerte de nuevo aquí con tus materias, podrás tomate el tiempo que quieres para que puedas dibujarlo. Incluso podemos volver varios días si eso quieres. _ esto pareció que lo sorprendió ya que abrió mucho los ojos.
_ ¿Y que podría darte a cambio? _ pregunto con una pequeña sonrisa burlona, como si no pudiera imaginar que le podía pedir ella a cambio.
_ Que buena pregunta, déjame pensarlo un raro. _ apoyo sus dedos sobre su pera, apartando la mirada, poniendo una expresión pensativa, fingiendo como si estuviera buscando una respuesta. _ ¿Qué tal si… _ él la miro con más curiosidad y diversión por su actuación. _ … me haces un retrato? _ termino como si no fuera la gran cosa, pero la mirada de Peeta, supo que lo que había dicho tuvo su impacto. _ Además de, obviamente, mostrarme la pintura que hagas de este claro. Me encantaría ver todo desde tu perspectiva.
Tuvo la sensación que no era muy común que le pidieran ese tipo de cosas a Peeta, ya que tardo un rato en que se le pasara la sorpresa y pudiera recuperar la compostura, pero siguió manteniendo el sonrojo en sus mejillas.
_ Yo… este… _ trago saliva para acomodaba sus ideas. _ ¿Está segura que quieres eso? _ pregunto por fin.
_ Si ¿Por qué no?
_ Ni siquiera sabes si lo hago bien. Podría no ser lo esperas.
_ No creo que ese sea tu caso. Pero si aun así fuera, entonces tendrás que seguir retratándome hasta que este conforme. _ dijo encendiéndose de hombro. _ ¿Tenemos un trato?
Peeta se tomó un momento para contestar, más por inseguridades propias que porque estuviera pensado sobre el trato, pero con solo ver la sonrisa que le regalaba Katniss, fue suficiente para dejarse llevar.
_ Está bien, tenemos un trato. _ dijo extendiendo la mano y con una dulce y hermosa sonrisa en sus labios, a lo que Katniss no dudo en estrecharla.
Así se quedaron los dos, en ese claro, cada uno feliz por estar con el otro mientras hablaban de cosas sin importancia, riéndose y disfrutando del hermoso paisaje que tenían para ellos. Katniss definitivamente noto la falta de tensión en el aire en comparación con la noche anterior, donde por más que Peeta trato de ocultarlo con sonrisas y amabilidad, se lo había notado un poco triste y desilusionado. Pero en esos momentos era todo lo contrario, lo veía más tranquilo y esta vez sus sonrisas si se reflejaban en sus ojos. Le dio la posibilidad de mirarlo realmente, esta vez bajo la luz del sol del bosque, donde el juego de los rayos de sol y las sombras de los arboles hacían que los reflejos brillantes que tenía su cabello rubio resaltaran de forma diferente lo que normalmente lo hacían, y sonaba como una locura, pero hasta le pareció que eran más brillante, más dorados. Su mirada azul nunca, que ella recordaba, habían sido tan intensos y hermosos, ni parecían que los habían vistos tan llenos de felicidad antes. Todo en él parecía diferente en comparación a cuando estaba en el pueblo, siempre pensó que su presencia era un sol que los iluminaba a todos, pero ahora era algo más, más brillante, más cálido y más bello. Ella solo quería seguir viéndolo así muchas más veces.
El tiempo había pasado demasiado rápido para el gusto de ella, lo que la desanimó un poco porque de verdad que estaba pasando un lindo momento con Peeta. Pero al escuchar movimiento cerca del claro, le recordó cual el objetivo de esa excursión al bosque. Gale ya estaba en camino, dentro poco llegaría al claro y la vería junto a Peeta en el lugar especial de los dos, lo que solo podía generar más problemas y no ayudaría mucho para que se pusiera del lado de Peeta. Era mejor para todos si ella no estaba para cuando Gale llegara.
_ Peeta. _ lo llamado. _ Gale estaba cerca, es mejor que me valla y los deje solos para que hablen ¿Estas bien con eso? _ él pareció pensarlo un poco antes de contestarle.
_ Sí, estoy bien. _ dijo con toda la seguridad que podía reunir en estas circunstancias. _ Pero ¿Cómo voy a volver? _ ella le dio una sonrisa juguetona.
_ Estoy segura que Gale no tendrá problema de llevarte de vuelta. _ eso hiso que un poco de inseguridad y preocupación se viera en sus ojos.
_ ¡¿Qué?! ¿Es estás segura que es una buena idea? ¿Y si se niega? ¿O me guía mal y termino perdido? ¿O si…?
_ No va a pasar nada de eso, Peeta. _ dijo deteniendo el sin fin de preguntas que él estaba generando. _ Puedo que Gale se vea como un tipo muy malo e intimidante, y puede que ahora mismo no seas su persona favorita, pero él nunca te haría daño ni te dejaría perdido. _trato de calmado delicadamente poniendo una mano en su hombro, y por lo que había visto estaba funcionando ya que asistió con una mirada determinada. _ … o al menos eso creo. _ dijo lo último antes de levantarse rápidamente llevándose sus cosas.
_ ¡Espera! ¡¿QUÉ?! _ casi grito volviendo a pones alarmado mientras la veía alzar sus cosas.
_ Nos vemos luego, Peeta. _ se despido fingiendo que no lo había escuchado.Y partió para hacer el camino de vuelta mientras lo escuchaba llamarla mientras se alejaba.
"Esta bromeando… ¿Verdad?" se preguntó Peeta en su cabeza "Nada malo va a pasar… ¿Verdad?". Nunca hubiera imaginado en su vida que la chica que lo tenía como loco tuviera un humor… tan peculiar. Peeta realmente estaba tentado de salir corriendo detrás de ella y al diablo con las consecuencias, pero su deseo de ayudar hiso que se detuviera y se quedara esperando en donde se encontraba. Eso le dio la oportunidad de ser consciente de que se encontraba oficialmente "solo" en el bosque. Lo que le llevo a experimentar una serie de sentimientos al respecto. Si era honesto con él mismo, la verdad es que el bosque parecía más hermoso que aterrador, él nunca lo hubiera imaginado. Siendo un hijo de Comerciante, su vida entera la había pasado en la "comodidad" del pueblo, pero ahora que estaba en la naturaleza, la verdadera naturaleza y no una artificial creada por el Capitolio como en las arenas de los Juegos del Hambre, sentía una paz y autenticidad que nunca en había experimentado. Todo eso lo inspiraba como nunca antes a pintar y querer congelar la imagen del hermoso bosque para siempre. Y si bien todavía se sentía tenebroso a la idea de quedarse solo, no era nada en comparación de cómo se sintió antes de entrar.
No se arrepentía de haber tomado la decisión de ir, pero lo cierto es que comenzaba a ponerse nervioso con la idea de la aparición de Gale. No conocía al chico de nada más que haberlo visto desde la distancia y las veces que su hermano lo mencionaba o simplemente de los chismes que había de él en la escuela, era todo lo que sabía de él, y aun así sabía que nada de eso era información precisa. Solo podía confiar en lo que Katniss creía del chico, y de verdad que lo intentaba, pero en ese mismo momento, estando solo en el bosque sin la menor idea de cómo volver, no lo quería admitir, pero empezaba a tener sus dudas. Ni siquiera estaba seguro de lo que le diría ¿Qué le puedes decir al novio de la chica que amas (que también resulta ser el alma gemela de ella y de él)? La verdad no tenía ni idea. Y eso si Gale lo deja hablar. La última vez apenas pudo decir algunas palabras ya que este no parecía ni querer escuchar su voz. Eso iba a ser un problema.
Tratando de no pensar en el problema se le ocurrió otra pregunta ¿Cómo Katniss supo que Gale estaba cerca? Él de verdad no escuchaba ni veía nada diferente. Era curioso tratar de adivinarlo ¿Qué tan lejos se encontraba Gale? ¿Iba a tener que esperar mucho? ¿Por dónde vendría? ¿Todavía seguía enojado…?
_ ¿Qué diablos haces tú aquí? _ escucho una voz que venía desde su espalda.
Casi pegando un salto, se dio vuelta para encontrar a Gale a unos metros de él. Era increíble que se hubiera asomado tanto y que él no se hubiera dado cuenta ¿Cómo lo había hecho? Asombrado, Peeta comenzó a examinar a Gale. El chico se encontraba parado derecho, dando a lucir su toda su altura, se encontraba con los brazos cruzados, su arco y flechas se encontraban colgados en su espalda, lo cual alivio un poco a Peeta ya que por lo menos no lo estaba apuntando, y se notaba pequeños rastros de sangre en su ropa, que se notaban incluso aunque esta era de colores oscuros. En su rostro tenía el ceño fruncido, mirándolo con unos ojos que parecían ser más letales que su arco y flecha, su cabello estaba muy despeinado, era la primera vez que Peeta lo veía así, pero en vez de darle una imagen desalineada como le pasaba a Peeta cuando le sucedía lo mismo con su pelo, a Gale le daba un aire de salvaje, lo hacía ver más letal. Todo en él era una figura que advertía que no se metieran con él, que no estaba de humor para nada. Si Peeta hubiera sido un chico con una apreciación más fuerte a su vida, quizás se hubiera dado media vuelta y se iría por donde Katniss se fue para ver si encontraba el camino de vuelta, porque era mejor enfrentar al bosque que enfrentar al chico que tenía en frente. Pero Peeta no era uno de eso chicos, así que se limitó a responder.
_ Te estaba esperando. _ trato de ocultar el nerviosismo de su voz, tratando de sonar indiferente, como si no fuera la gran cosa que se encontrara con él en el bosque. Por suerte tenía experiencia en ocultar todo lo que lo ponía nervioso a su madre.
_ ¿Tú? ¿Esperándome a mí? _ cuestiono con incredulidad y burla. _ ¿Y se puede saber cómo llegaste hasta aquí?
_ Katniss.
_ ¿Katniss? _ eso fue lo único que rompió con la fachada de Gale. Si bien no parecía sorprendido, si parecía un poco desconcertado. Por un momento los dos se quedaron en silencio, inmóviles, estudiando al otro. _ ¿Por qué viniste?
_ Para hablar.
_ Tu y yo no tenemos nada de qué hablar. _ puntualizo con enfado en su voz, como si creyera que diciendo esas palabras terminaría con la conversación, pero Peeta era más necio que eso.
_ Yo creo que tenemos mucho de qué hablar, sobretodo porque anoche apenas cruzamos algunas palabras.
_ ¿Y por qué crees que te voy a escuchar?
_ Porque si te interesa seguir con tu relación con Katniss, te conviene escucharme. _ Gale lo miro desafiante ante ese comentario.
_ Katniss y yo estamos bien. No necesitamos que te metas en nuestra relación.
_ ¿En serio? Entonces creo que entendí mal, ya que no concuerda con lo que Katniss me dijo cuándo me fue a buscar. _ dijo entrecerrando los ojos respondiendo al desafío.
_ No te metas en donde no te conviene, niño bonito. _ dijo con tono amenazante.
Peeta entendió que si quería llegar a algo con Gale tenía que tomar otro camino. Era obvio que Gale no se encontraba muy cooperativo, si seguía por donde estaban yendo al final no resolverían nada. Así que soltó un profundo suspiro mientras cerraba los ojos mientras evaluaba la situación. La verdadera cuestión era qué quería lograr Peeta de todo esto. Si le preguntabas, seguramente lo primero que le apareciera en la mente sería tener la posibilidad de estar con Katniss, poder declarar su amor y ser correspondido por ella y así tener un final feliz. Y si le preguntas a donde le gustaría dejar a Gale, entonces la respuesta seria que lo más lejos posible de ellos, tanto como se pueda. No confiaba en él, no le caía bien y de verdad sentía que nunca iban a llegar a nada bueno con él. Si fuera egoísta, lo hubiera hecho, de verdad todo estaba ahí para que él pudiera manipular toda la situación a su favor. Con lo necio y obstinado que estaba Gale, y lo enfadada y desilusionada que estaba Katniss, él creía que podía usar eso para lograr lo que él deseaba, por ahí no lo lograría al corto plazo, ya que una relación como la que tienen Katniss y Gale de años no se rompería de la noche a la mañana, pero con esfuerzo y planteando las dudas en donde se deben, asiendo explotarla la falta de control que tenía Gale cada vez que Peeta estaba cerca, y siempre manteniéndose como el chico bueno que no sería capaz de lastimar a nadie, quizás en el largo plazo lo lograría. Es lo que su madre hubiera hecho, mover las piezas para que todo este como ella quería. El problema era que, a diferencia de su madre, él no tenía que fingir ser un chico bueno, él ERA un chico bueno.
Peeta no quería imaginarse todo lo que tendría que hacer para lograr lo que quería, no porque no pudiera, sino porque no quería pensar que todo eso iba en contra de lo que él era, sería traicionarse a él mismo, haciendo cosas malas para ganar el cariño de la chica que amaba, amor que no iba a ser merecedor por las cosas que estaría haciendo para ganárselo. No sería justo, ni para él, ni para Katniss, y por más que le costara admitir, tampoco sería justo para Gale. El tipo era un imbécil según lo opinión de Peeta, pero se notaba cuanto la quería a Katniss, cuanto se preocupaba por ella, cuanto quería que ella y su familia estuvieran bien y sin necesidades. Y aunque tenía muchas cosas que Peeta cuestionaba y no le agradaba, él también creía que todavía tuviera salvación, que Gale podía mejorar, solo tenía que dejar de creer que tenía siempre toda la razón y que haces las cosas son más complicadas de lo que él cree, dejar lo prejuicios a un lado y ver más allá de eso. Además, sabía que Katniss le dolería mucho la pérdida de su amigo, su compañero de caza, con quien ella confía su vida sin dudar, Peeta sabía perfectamente que no importara lo que él hiciera al respecto, nunca podía ocupar el lugar de Gale en el corazón de Katniss, podía luchar por un lugar propio, pero nunca remplazarlo. Esto lo dejaba en una encrucijada, por un lado, podía mover las cosas a su favor, pero nunca sentirse merecedor de eso, o podía ayudar a su rival a que se reconciliara con su novia, lo que lo dejaría fuera de juego para ser algo más que amigos con la chica. Era una decisión difícil en la que luchaba su moral y sus ganas de ser feliz, pero a la larga solo había una respuesta clara, y eso era ayudar a Gale. No solo por el bien de Katniss, sino porque para Peeta ser algo que no era lo peor para él, prefería ver al amor de su vida feliz con otro que encontrarse que no estaba siendo autentico con él mismo.
Con eso en mente, abrió los ojos decidido.
_ La verdad, Gale, me importa una mierda lo que piense de mí. Si fuera por mí, me iría ahora mismo y me sentaría cómodamente a ver como terminas cagando tu relación con Katniss hasta que ella te termine dejando. Pero no puedo hacerlo, porque por más que te cueste creerlo, realmente me preocupo por ella, y quiero lo mejor para ella. El problema está que todavía no estoy seguro que tú seas lo mejor para ella, pero eso no importa mucho si ella ya siente algo por ti, lo que solo me deja la opción de hacer lo mejor para que tú y ella solucionen sus diferencias y vuelvan a estar bien. No porque me importes tú, sino porque le prometí que trataría de llegar a un acuerdo contigo. Y no pienso irme de este bosque sin que lleguemos a un entendimiento. _ hablo con tono serio y claro, no queriendo que hubieran dudas en lo que decía, evitando parecer vulnerable.
Si Gale era honesto con él mismo, estaba impresionado. Cuando se encontraba cazando hace unas horas, sacando sus frustraciones y enojo con las pobres criaturas del bosque, nunca se hubiera imaginada que ese niño mimado lo estuviera esperando en el claro. Pero ahí estaba el chico, con una postura firme como roca, exigiendo que Gale lo escuche y llegue a un acuerdo con él, decidido a no ceder por más intimidante pudiera tratar de ser Gale. Eso no se veía todo el tiempo. Un Comerciante en el bosque para enfrentarse a un cazador de la Veta, era de lago que creía que nunca había pasado. Así que tenía que darle puntos por la valentía. Pero iba a ser todo. Lo dejaría hablar para ver que tenía que decir, pero si este chico creía que por un momento que Gale iba a permitir que fuera parte de sus vidas, entonces estaba más que equivocado.
Peeta le pareció ver que Gale cedía un poco, así decidió seguir adelante, y lo invito a sentarse con él, en el lugar donde antes había ocupado Katniss. Gale acepto a sentarse, pero no cerca de él, por lo que eligió otro lugar, donde los dejaba casi enfrentados.
_ ¿Qué fue lo que te dijo Katniss? _ pregunto Gale.
_ Me conto sobre la discusión que tuvieron a la mañana. _ respondió simplemente. _ Se notaba que estaba muy molesta. _ regaño un poco, a lo que Gale cerro los ojos con fuerza y soltaba pequeño quejido.
_ Sí, lo sé. Esa discusión no termino nada bien.
_ ¿Si entiendes porque ella estaba muy molesta verdad?
_ ¿Me crees lo suficientemente estúpido para no saberlo?
_ ¿Tengo que contestar? _ recibió una mirada enojada de Gale ante eso, pero decidió ignorarla deliberadamente. _ A lo que me refería es que quiero saber tu versión.
_ ¿Mi versión? ¿No te basta con la de Katniss?
_ La verdad es que no. Quiero saber lo que paso desde tu punto de vista. Quizás así pueda entender mejor lo que paso.
_ ¿Quieres entender lo que paso? Es muy fácil. Lo que paso fue que tú te metiste a nuestras vidas a arruinarlo todo. Si no hubieras metido a hacer todo este truquito de las marcas del alma, nada de esto hubiera pasado. _ acuso con seriedad, queriendo generar una reacción en él, pero Peeta se mantuvo tranquilo y sereno.
_ ¿Todavía crees que las marcas que te mostré son falsas?
_ Por supuesto que sé que son falsas, no tengo dudas de eso. Lo que me genera curiosidad es saber cómo lo supiste todo, que ella y yo teníamos dos marcas y cómo eran. Pero no importa, se notar a un impostor cuando lo veo.
_ ¿Estás tan seguro de eso?
_ Claro que sí.
_ ¿Acaso Katniss te conto como descubrimos que teníamos la misma marca? _ eso dejo a Gale pensando, porque ahora que trataba de recordar, ella fue muy baja al respecto, y lo distrajo con fantasías subidas de tono, que él no cuestiono nada más, ansioso por encontrar a su nueva "compañera". Con todo lo que había pasado desde entonces no había vuelto a pensar en eso. Y ahora tenía la sospecha que no quería saberlo.
_ No, no me conto mucho al respecto. _ contesto más por orgullo que porque quisiera saber lo que paso realmente.
_ Ella me estaba buscando. _ ante el ceño fruncido de Gale, se apresuró a agregar. _ Tranquilo, solo quería hablarme de algo que paso hace mucho tiempo entre ella y yo. _ esta vez noto una mirada curiosa de Gale. _ No te puedo decir que fue, porque es algo muy personal para ella y creo que solo ella debería hablarte de eso. _ eso irrito un poco a Gale ¿Qué se creía ese niño al insinuar que Katniss le escondería algo importante? Seguramente se quería dar más importancia de la que tenía. _ Lo que sí puedo decirte que fue ella la primera que noto que éramos almas gemelas. Yo justo estaba en los vestidores cambiándome, cuando me caí, por lo que al parecer hice mucho ruido, a lo que ella entro para ver si todo estaba bien, yo no estaba con la remera en ese momento, por lo que pudo ver la marca que llevo en el hombro. _ siguió relatando, cambiando un poco la versión para no alterarlo al pensar que ella lo vio casi desnudo, cubierto solo con una toalla en la cintura, no necesitaba tener más problemas de los que ya tenía. _ Lo que te quiero decir con esto, es que ella lo noto primero, ella podía no decirme nada al respecto, ni de ella, ni de ti, y muy probablemente nunca me enteraría de nada. Pero decidió hablarme de todo, decirme que no era el único con dos marcas, que podíamos conocernos más los tres antes de decir hacia donde nos iba a llevar esto de tener las marcas.
_ ¿Ella fue la que lo vio primero? _ pregunto asombrado, no había pensado que las cosas comenzaron de esa forma.
_ Sí, fue ella.
_ … eso no tiene sentido.
_ ¿Por qué no lo tendría?
_ ¿Por qué ella haría algo como eso? Ella tenía que ir primero conmigo antes de decirte algo. Y aunque eso fuera cierto, sigo sin confiar en ti. No hay nada que puedas decir o hacer para que eso cambien.
_ Sí, lo sé. No vine acá esperando que cambiaras de parecer.
_ … ¿Qué?... _ pregunto atónico Gale.
_ No necesito conocerte mucho para saber que no eres de los que cambian de opinión de alguien con solo una simple charla en el bosque. Eres más terco que eso. _ Peeta seguía sin inmutarse en ningún momento. Gale pensó que era casi admirable como podía mantener una conversación como esta de forma tan fría, sin mostrarse ni un poco de nervios o de tensión.
_ ¿Entonces por qué estas acá?
_ Para ofrecerte un trato.
_ ¿Qué clase de trato? _ Gale estaba curioso de ver hacia donde quería llevar las cosas este chico.
_ Es simple. Fingimos que nos estamos llevando bien frente a Katniss, tu raparas tu relación con ella y yo tengo la oportunidad de acercarme a ella.
_ ¿Cómo que acercarte a ella? _ cuestiono de forma posesiva, comenzaba a no gustarle hacia donde iban las cosas. Pero Peeta solo rodeo lo ojos con fastidio ante la reacción de este.
_ No seas mal pensado. Solo quiero ser su amigo, nada más. _ quiso aclarar, pero Gale seguía sin creerle.
_ Me estás diciendo que conociste a tu alma gemela y lo único que quieres es ser solo ¿Su amigo? Solo porque ella esta con otro chico que resulta que también es tu alma gemela. Y contrario a lo que todos harían ¿Tú solo te conformarías con solo eso? Sí, definitivamente no te creo nada.
_ ¿Entonces ahora admites que somos almas gemelas? _ pregunto Peeta con un poco de burla, como si lo hubiera atrapado.
_ No me refería a eso. Y esto se trata de que no creo que tu actito de chico desinteresado que solo busca hacerse amigo de Katniss.
_ ¿Y por qué crees que buscaría algo más?
_ Porque sé que ella te gusta ¿Verdad? _ dijo con aire de suficiencia, y por primera vez desde que comenzaron esta charla, vio la máscara de Peeta salirse por un momento. Y aunque trato de acomodársela de nuevo, no pudo evitar que se le sonrojará las mejillas. Gale estaba orgulloso de haber encontrado un punto sensible en el niño dorado que parecía demasiado amable y comprensible para ser verdad.
_ … ¿Cómo lo supiste? _ pregunto despacio, casi un susurro que apenas pudo escuchar.
_ No estaba del todo seguro, pero me lo acabas de confirmar. Aunque no fue muy difícil de adivinar, recuerdo como la mirabas cuando pasábamos por el pueblo o cuando llegábamos a la escuela. Siempre pensé que eras inofensivo, del tipo que nunca tiene las agallas de ir por lo que quiere, y probablemente si Katniss no te hubiera dicho nada, seguirías siendo el mismo niño sin agallas. _ por cada palabra que Gale decía, una herida en lo profundo del corazón de Peeta se hacía más grande. Tuvo que contenerse para no darle un puñetazo en la cara arrogante que tenía al ver el efecto de sus palabras, pero tenía que contenerse, eso era lo que quería, iniciar una pelea a golpes para después decirle a Katniss que él era una basura de persona que inicio una pelea de la nada. No podía permitirse eso.
Pero quizás lo que más le dolió de esas palabras fueron lo ciertas que eran. Peeta no sentía que fuera alguien que tuviera agallas, siempre evitando la confrontación, no solo al no poder confesar sus sentimientos a Katniss, sino porque nunca enfrento a su madre cuando esta despreciaba las cosas que a él le gustaba, o siempre siendo el mediador en todos los grupos en los que estaba porque odiaba que la gente se peleara.
_ Puedes que tengas razón. Pero no quita que, si quieres volver con Katniss, necesitas que ella vea que estas intentando de relacionarte conmigo, así como yo lo veo, no tienes muchas opciones. _ contesto Peeta ante las acusaciones que había dicho Gale, a lo que este entrecerró los ojos, perdiendo la sonrisa arrogante que tuvo momentos antes.
_ ¿Crees que realmente te necesito? Esta no es la primera vez que Katniss y yo nos peleamos, y siempre lo resolvemos después de un tiempo. Solo necesito dejar que ella se calme para hacerle entender que no te necesitamos y que estamos bien solo los dos.
_ ¿Y realmente crees que ella va a olvidar, así de la nada, que yo también soy el alma gemela de ustedes dos? _ cuestiono arcando una ceja. _ Déjame decirte que ese plan no te va a funcionar. Katniss no se va a olvidar de mi así nada más. Como ya te lo dije, compartimos algo, algo que por lo que me dijo ayer fue algo muy importante para ella.
_ ¿Crees que voy a creer que realmente tienes algo en común con ella? Si es que hubiera algo, no debe ser tan importante si nunca te menciono hasta ayer… _ no pudo continuar porque Peeta lo interrumpió abruptamente.
_ O puede que es tan importante que ella no quería hablar de eso con nadie. _ ahora el que tenía la sonrisa arrogante era el panadero.
Gale no lo admitiría, pero eso tenía sentido, Katniss era una chica que no solía contar sus cosas tan abiertamente, había a veces que hasta a él y a Prim les constaba hacer que ella les digiera que era lo que la molestaba. Si este chico tenía razón, entonces lo que sea que allá pasado entre los dos debió ser tan importante que ella no le gustaba hablar ni mencionarlo, lo cual lo alarmaba mucho el no saber que pudo haberle pasado a ella y el por qué no dijo nada. Claro, todo eso bajo el supuesto de que él esté diciendo la verdad, lo que todavía era muy cuestionable. Estaba atrapado, si seguía como hasta ahora y el chico tuviera razón, entonces podría perder a Katniss; pero si aceptaba el trato del chico, este podía estar engañándolo para acercarse a ella con la intención de robársela. Ambas movidas eran muy riesgosas.
_ Entonces ¿Qué dices, Gale? ¿Vas a hacer el trato conmigo o vas a seguir con tu estúpido plan? _ Gale se quedó en silencio mirando las opciones en su mente.
_ ¿Cómo yo sé que realmente solo quieres ser su amigo? _ pregunto con desconfianza.
_ La verdad, es que no la vas a saber hasta que lo veas, no creo que yo pueda decirte nada para que confíes en mis palabras. Pero si te sirve de algo, de verdad que no creo tener una oportunidad con ella, no estando tú en el medio al menos. Ella no va a querer tener una relación conmigo, ya sea romántica o amistosa, si sabe que eso te va a incomodar, ella respeta mucho tú opinión. Pero también va a ser igual para ti, ya que sigo siendo lo suficientemente importante para que ella sea la que no se sienta cómoda con nosotros dos peleándonos. _ se quedó en silencio antes de animarse a poner en palabras lo que sentía. _ Además, si hay algo que todo esto me ha enseñado, es que por ahí ustedes dos si me necesitan, para ayudarlos como en momentos como estos, quizás ser el alma gemela de los dos no necesariamente quiere decir que deba ser de forma romántica, quizás sea solo a nivel de amistad. Si te soy sincero, todavía quiero creer que de alguna forma voy a encajar con ustedes dos, solo que no como todos creíamos, sino para estar ahí cuando ustedes me necesiten.
Se formó otro silencio entre los dos chicos, Peeta estaba empezando a creer que había hablado de más al admitir que en el fondo tenía la intención de ser parte de ellos, aunque sea como amigos. Era algo que, si bien lo había pensado vagamente desde que había vuelto a su casa la noche anterior, pero nunca pensó que lo confesaría y mucho menos que haría algo para lograrlo. Pero era cierto, no lo podía negar, aunque dudaba que fuera algo que se hiciera realidad, por lo menos de parte de Gale, pero si lograba por lo menos ser amigo de Katniss, entonces puede que todo esto allá valido la pena, y puede que eso fuera suficiente para su vida, estar cerca de sus almas gemelas, pero no lo suficiente como para ser realmente parte de sus vidas.
Por otro lado, Gale examinaba al extraño chico que soltó tal confesión, o era el chico más estúpido que él había conocido, o estaba loco, pero de verdad no podía creer que digiera algo así. Que teniendo a la persona le gustaba como alma gemela renunciara a ella para conformarse ser alguien de fondo en su vida, era algo de lo que Gale nunca hubiera hecho, él hubiera luchado por la chica que amaba hasta el final, no importara lo que tuviera que hacer. Pero ahí estaba ese chico, con el semblante caído, esperando pacientemente por su respuesta, y aunque trataba de parecer seguro, ahora si se podía notar lo nervio que estaba por el resultado de esta charla, había mantenido su semblante todo el tiempo que pudo, pero una vez que Gale logro encontrar los puntos en los que reaccionaba, su máscara fue mostrando pequeñas grietas que le fue muy difícil de disimular, aun así, había hecho un excelente trabajo manteniendo la calma.
Pensó en el trato que le ofreció, no le agradaba para nada, pero tenía validos puntos a su favor, y Gale podía perder mucho si no jugaba bien sus cartas. Pero si quería demostrarle a Katniss que tenían que volver a estar juntos, y que también este chico no valía la pena y había que apártelo de sus vidas, entonces podía hacer sus movimientos si mantenía el chico cerca por el momento. Como decía un viejo refrán, mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca.
_ Tienes razón. _ rompió el silencio, sorprendiendo a Peeta no solo porque lo escuchaba hablar abruptamente, sino por las palabras. _ No hay nada que puedas decir para que yo confié más en ti. Pero si quiero solucionar las cosas con Katniss de la mejor forma posible, te necesito para eso. Pero me tienes que prometer que tus intenciones no van a pasar de solo ser amigo con ella. Y si te atreves a romper esa promesa, te juro que para cuando termine contigo, no habrá quien te reconozca ¿Me entendiste? _ amenazo con fuerza, mirándolo con la intensidad para que entendiera que no estaba jugando al decir esas palabras, Peeta al entender lo que quería decir, asistió sintiendo como los pelos de la nuca se le erizaba ante la amenaza. Trago saliva para deshacer de la impresión antes de hablar.
_ Te prometo que mis intenciones son solo ser su amigo. _ prometió estirando su mano para que cerraran el trato.
Gale, sin decir palabras, soltó un suspiro de cansancio antes de estrechar su mano.
¿Qué les pareció? ¿Valió a pena la espera? De verdad espero que sí. En fin, por fin tuvimos el día después, lo cual me costó mucho escribir, no solo porque tuve que dejarlo por las vacaciones, de las cuales no pude avanzar nada, sino porque me costó hacer los diálogos para que tuvieran lógica y encajaran hacía donde quiero llevar la historia. Lo que más me costó fue hacer la charla de Peeta y Gale, quería que tuviera lógica la forma de comportarse o como se tomaban las cosas, espero hacer logrado algo medianamente decente.
Pero bueno, cambiando un poco de tema, en el capítulo anterior escribí que llegamos a las 100.000 palabras, pero eso fue un pequeño error mío, ya que en realidad fueron como 94.000, pero bueno, para cuando me di cuenta sentí que no valía la pena corregirlo, igualmente ahora lo aclaro, y con este capítulo, hasta supero las 100.000 palabras (son en total 114.000 masomenos). Sé que para muchos no le interesa, pero para mí es asombroso el que allá escrito tanto, y como que quise mencionarlo para tenerlo en cuanta.
Y por último quería agradecer a los que siguen leyendo y a los que comentan las historias, sus aportes son muy importantes para mí, y espero seguir contando con ellos en el futuro, que mi historia los siga entreteniendo y que podamos seguir así hasta el final.
Les agradezco con todo el corazón y espero que todos tengan un fabuloso 2025.
¡Besitos! ¡Besitos! ¡Chau! ¡Chau!
