Mientras tanto, en la cocina, Luxemburgo le manda un mensaje a Gales de "Esto se acabó, es inadmisible. Eres la peor persona de la que me han hablado. No me contactes de nuevo."

El cabrón. A Gales le da un micro infarto y luego piensa que... debe ser broma, ¿no?

Ja-ja.

"¿Qué te han dicho? ¿Tan mal ha ido? Venga... ¿es broma?"

"Me lo han contado todo."

"¿Puedo llamarte?" Gales aprieta los ojos

"No. Aún están aquí."

"Todo lo que te han contado puede ser ligeramente relativo... ¿Te han contado ALGO que sea bueno?"

"No."

"¿Están enfadadas?"

"Todos lo estamos."

"carita triste"

Sonríe pero no le contesta.

"Te tengo una sorpresa que si no me dejas volverte a contactar nunca más, no te enterarás de que es."

"No vas a tentarme con curiosidad."

"¿Qué tal con ropa interior erótica?"

"¡MENOS!"

"Carita más triste aún. Vale, hum... un disfraz de margarita?"

Ya va a salir con ellas.

Uuugh, noooo. Esto te pasa por hacerte el interesante, Gales... ahora es turno de Lux

Pues es que no puede ignorarlas para siempre.

Ya, ya... Ugh. Va a llegar para ver a Britania besuqueando a Galia para vergüenza de todos.

¡Es solo un besito!

Nah, está bien.

—Aaaaw...

El saaaaalto de Britania escondiéndosele a Galia en el cuello de golpe y ella sonríe.

—¿¡N-No te habías ido tú!? —le protesta a Luxemburgo.

—He vuelto.

—Ya, ya hemos visto... —Britania le da un besito secreto a Galia en el cuello y se separa.

—La buena noticia es que sí hay queso, así que podremos cenar en unos minutos.

—V-Vaya... Eh... Yo e-estaba buscando... —vacila, intentando explicar porque estaba sobre la rubia.

—Quoi?

—Una cadenita que a Galia se le rompió que estaba buscando... a ver si la había perdido aquí.

—Pediré a alguien que la busque ¿Cómo era? —pregunta el chico y se lleva la mano al cuello recordando la que lleva él para asegurarse que está escondida porque es un poco... poco considerado que se vea.

—Eh... una cadena... ¿cómo era, Galia?

—Creo que ya la he encontrado —asegura ella.

—Eh... ¿vamos a cenar? —cambia de tema Britania, un poco mortificada.

—Oui

—Vamos, vamos —Galia mira a Britania de reojo y sonríe un poquito. Luxemburgo les espera en la mesa, sonriendo.

—E-Es una casa bonita... e-esta —Britania vacila un poco, sonrojándose al mirarle y desviando la mirada.

—Merci. Por lo menos no es solo el baño lo que te gusta —asegura el flamenco.

—No. Si un día se la quieres dejar a alguien, puedes dejárnosla a nosotras sin problema alguno. Tiene piscina y todo —Britania mira a Galia y sonríe un poco, sonrojándose

—La verdad, si queréis quedaros puedo pedir que os preparen un cuarto —ofrece él.

—¿A qué... nos quedemos aquí? —Britania mira a Galia de reojo.

—Pues hoy, para no tener que volver conduciendo —explica.

—Pues... quizás no fuera mala idea. ¿Qué dices, Galia? —la pelirroja se vuelve a ella.

—Por mi está bien, si no es molestia... —sonríe ella.

—Non, claro que no es molestia. Lo diré. ¿Uno o dos cuartos?

La pregunta incómoda. Britania traga saliva y Galia la mira para que responda ella porque sus hijos siempre hacen eso en estas situaciones.

—Uno —Britania se muere del sonrojo mirando a Galia.

—Uuuh —susurra Luxemburgo sonriendo y ahí se va

—P-Pensé que podríamos hablar... yo duermo en el piso si quieres —ofrece.

—Non, está bien —sonríe.

—No quiero que creas que tenemos que hacer... algo. Ugh —aprieta los ojos porque las explicaciones infinitas.

—Podemos hacerlo si quieres —propone.

—¿Quieres? —la mira de reojo.

—Tal vez, veremos —se encoge de hombros.

Britania suspira y Galia le hace un cariñito.

—Estoy muy... Ugh, estoy insoportable —se reprime a si misma y la rubia niega—. Venga... puede ser divertido. Mañana te devuelvo a casa de Austria.

—Vale —asiente.

—Me cae bien este muchacho... —Le mira y sonríe un poquito más.

—Eso ya lo veo —el reclamo medio velado...

—¿A ti no te gusta tanto?

—Sí me gusta, solo... —vacila.

—Cymru, supongo... esto no es fácil. Pero lo estás haciendo muy bien —la consuela.

—Merci —le sonríe y Britania tamborilea los dedos en la mesa, mirando alrededor.

Y ahí vuelve Luxemburgo.

—¿Por qué no nos cuentas alguna otra anécdota de Cymru, Galia? —Britania mira a Galia de reojo y le sonríe.

—Mejor cuéntala tú que cuentas mejores historias —admite ella.

—Yo tengo más de cuando era pequeño... ¿Te acuerdas esa vez que Eire se comió un jabón que me trajiste pensando que era una barra de mantequilla y le vomitó a Cymru encima?

—Eire siempre se lo comía todo —asiente Galia sonriendo con nostalgia y Britania se ríe.

—Pero... pobrecito —Luxemburgo parpadea.

—Ya, ya... y su ropa estaba mojada —sigue Britania para él.

—¿La de quién? —pregunta el flamenco.

—La de Cymru... la ropa limpia.

—Oh, pero... ¿y Irlande? —pregunta porque la verdad, ahora mismo le preocupa más su salud que los problemas del vomitado.

—Ah, Eire lo vomitó todo con un té de hierbas —Britania le quita importancia.

—Pobrecito —aprieta los ojos.

—Si, no lo pasamos nadie muy bien esa tarde.

—Igualmente no es muy normal que quisiera comerse una barra entera de mantequilla.

—Eire se comía todo y lo probaba todo a ver si era comestible —Britania niega con la cabeza, sonriendo un poco tristemente—. Seguramente le habría venido bien tener más comida...

—Qué triste... aunque a mí me hubiera gustado tener una maman, por ejemplo —admite Luxemburgo.

—En realidad, a mí también me hubiera gustado tener una... —Britania le mira e inclina un poco la cabeza.

—Yo perdí muchos bebés —Galia mira a Luxemburgo un poco desconsolado.

Britania suspira con eso sintiéndose un poco culpable como siempre de no haber estado ahí para salvarles a todos

—¿Y eso por qué? —Luxemburgo la mira.

—Entonces no había los avances médicos qué hay ahora...

—¿Te han diagnosticado?

Britania mira a Galia de reojo pensando que ella tampoco puede darle un hijo y sintiéndose un poco desconsolada con eso.

Galia niega porque no le gustan los médicos y ni Gales consiguió eso.

—Quizás es un tema que en algún punto podemos retomar —Britania le susurra—. A-Aunque, bueno...

—¿Cómo? —Luxemburgo se vuelve a ella.

—Pues ir a... que te hagan estudios, quizás con Switzerland, no sé. ¿Quisieras... ser mamá otra vez?

—No, no creo... —admite Galia y menos mal, piensa Britania.

—Cuando nació France... tuvimos mucha suerte —explica Britania a Luxemburgo, suavecito—. Desgraciadamente hubo otros que no lo consiguieron.

—¿Qué pasó entonces?

—France, como los demás, creo yo... nació sin vida. Y... bueno, logramos hacer que viviera. England aún no me lo perdona —bromea un poco.

—Oh... ¿y qué pasó con los demás?

Galia aprieta los ojos con esa pregunta. Britania mira a Luxemburgo con cara de circunstancias, sin saber qué responder, aunque Galia le ha explicado esto antes.

—Me parece que se perdieron. N-No estamos seguros —sigue Britania, como explicación.

—Es raro —Luxemburgo parpadea.

—Creo que no todos... eran lo suficientemente grandes o maduros siquiera para tener un parto.

—Oh...

—Pero algunos sí —interviene Galia.

—S-Si no me equivoco ¿algunos incluso sobrevivieron el parto? —Britania mira a Galia que asiente—. Lo que no sé es qué pasó con ellos. No sabemos de ninguno que esté... sepultado en algún sitio, ¿o sí?

Galia niega mirando su plato.

—Lo cual es... raro

—No es raro, no quise saber que hicieron con ellos. No podía soportarlo —admite la rubia.

—Supongo que... —Britania mira a Luxemburgo—. Supongo que habrán seguido la costumbre de la época...

—¿Y cuál era? —pregunta Luxemburgo

—Pues... Dependía un poco de los pueblos y del momento. Supongo que nunca sabremos qué pasó con estos chicos.

Galia suspira y Luxemburgo la mira de reojo

—¿Qué tal si mejor volvéis a contarme historias? —propone, intentando cambiar de tema.

Britania asiente, sonriendo un poco y Galia asiente.

—La verdad, Cymru no es tan distinto ahora a como era de pequeño...

—Non? —sonríe un poco.

—Quejumbroso y flojo... bastante capaz de hacer que Eire hiciera algunas de las tareas que le tocaban a cambio de mucho menos de lo que uno esperaría. Cuando regresé me sorprendió un poco ver que se llevara tanto con Alba. Hubiera pensado que sería más amigo de England. Aunque claro, cuando pasó lo de Roma, Alba era ya un hombre y Cymru, apenas un adolescente.

—¿Qué pasó con Rome?

—Cuando me... fui —Britania hace los ojos en blanco.

—Ah... Ah, mais oui —asiente porque joder con los temas escabrosos, parece que no da una con las preguntas hoy.

—Recuerdo una vez, en verano... ya estaba England entonces y, de hecho creo que Galia... había dejado de venir —Britania sonríe igual, de lado—. En esa época el término "vacaciones" que tienen ahora no existía, desde luego. Rome nos había metido un poco en la cabeza la idea de movernos e ir un poco más al sur... y es que con dos chicos y dos niños... las cosas eran un poco más fáciles entonces. Todos estaban más mayores. Fuimos a la costa.

—Oh, qué bonito —Luxemburgo sonríe y Galia asiente.

—Cymru insistió en ir al oeste, le llamaba esa zona. Alba se quejó TODO EL TIEMPO del bloody calor. Porque en efecto lo hacía. Caminamos hasta la que le decíamos la zona de los arbustos... Llwyndafyd le llamaba él. No había muchos árboles altos, eso ayudaba a que desde ahí ya oliéramos el mar y mira que no está tan cerca de la costa, pero... quizás era que el calor nos agobiaba ya un poco. Cymru, cosa rara, salió corriendo delante de todos. Sin duda, se sentía en casa.

Ambos la miran, escuchándola.

—Quizás desde entonces ya... se notaba. Se notaba que todas esas tierras eran ya más de ellos que mías. No eran de Rome... eran de ellos. SI me hubiera percatado de eso quizás me habría muerto más tranquila.

—No había manera en que lo supieras... —niega Galia. Britania suspira y se encoge de hombros.

—En fin, la cosa es que sale corriendo Cymru, y desde luego, detrás de él Eire que para correr cada vez...

—Bueno, Irlande parece más fornido, todos ellos son delgados y largos —comenta Luxemburgo.

—Eire... se parece más a Escandinavia —una de las pocas veces que Britania admite abiertamente casi su existencia. Carraspea—. Alba... quería irse corriendo tras ellos, lo sé, pero quería parecer mayor también, así que esperó detrás, conmigo, acompañándome.

—¿Y Angleterre?

—Caminaba ya, pero apenas. A ratos le cargaba yo, a ratos Alba... a ratos Eire y era un desastre —Britania se ríe—. Después de que salieran corriendo, un rato más tarde oímos un grito... precisamente de Eire.

Galia levanta las cejas sin esperarse eso.

—Exactamente esa misma cara que hicimos Alba y yo. Vamos, que casi era obvio que Eire iba a tirar a Cymru al mar, o hacerle rodar por un acantilado, o colgarle de un árbol, o llenarle de barro...

—¿Y fue Cymru? —pregunta Luxemburgo y Britania sonríe.

—Por una vez... No sé si era el lugar, el día o que Cymru, también, se estaba haciendo más grande y fuerte. Que aquí o te llamabas Galia o te hacías de mañas para sobrevivir... o te acababan matando —sigue Britania, riéndose—, pero le había lanzado por un acantilado.

—Noooon, no te creo, es demasiado dulce para eso —niega Galia.

—Estaba colgado de un árbol, intentando subir... y Cymru estaba MUERTO DE RISA... pero es que no podía ni siquiera ayudarle.

—¿Y cómo lo subisteis? —Luxemburgo levanta las cejas porque es que hasta se ríe... preguntandose como sobrevivió Irlanda a su infancia.

—Alba, Cymru... después de unos buenos gritos, y yo estuvimos casi hasta que el sol se escondió, bajándole de ahí

—Pobre chaval...

—No te preocupes mucho por él, Eire le orinó los zapatos, que eran bastante nuevos, todos los días yo creo que hasta el otoño después de eso. No podíamos dormir con los zapatos dentro de casa de lo mucho que apestaban —Britania muerta de risa.

Luxemburgo levanta las cejas con eso, sonriendo un poco.

—Eran divertidos... y estúpidos —Britania se ríe.

—Y ella se lo pasaba súper bien con ellos —añade Galia.

—Hasta a ti, darling, con tu suavidad y tus buenos modales, te hacíamos reír —la mira, con cierta mirada... vaya, que querías que flirteara un poco contigo, ahí la tienes.

Galia le sonríe y asiente.

—Eso suena mejor —asegura Luxemburgo.

—Esa época. Lástima que no durara más. Eran divertidos e ingeniosos y se portaban más mal que de pequeños porque a veces pasaba eso. Las travesuras ya eran peligrosas. Pero, bloody hell... —Britania se ríe un poco más.

—¿No son así ahora?

—Ahora son bastante más razonables... y serios. Ahora toda la vida es seria en realidad y un poco más dramática. No sé, ahora son adultos... todo es más serio con ellos, no siempre les hacen gracia las cosas o tienen tiempo en sus vidas ocupadas para uno.

—Mmm... —la verdad, Luxemburgo se siente bastante regañado a un nivel personal con eso.

—E-Es solo que... pues... E-El trabajo y las responsabilidades... —intenta explicarse/justificarse.

—Ya, ya... si eso dicen siempre. Pero hay otras cosas —Britania sigue riñéndole sin notarlo.

—O-Oui... oui —baja la cabeza.

—Yo incluso creo a veces que les estorbamos lo bastante como para haber preferido que no volviéramos... —el dramita de Britania.

—No digas eso... —Galia le toma la mano.

—Alba incluso me lo dijo una vez —susurra... y sí, fue habiendo peleado contigo.

Galia la mira desconsolada. "Siiií fue horribleeee, mi hijo no me quiere, quiereme túuuu"

—Ahora todo es más complicado y menos divertido. Aunque hay cosas muy buenas —admite la pelirroja.

—Alba a veces es muy duro, a mí también me riñe mucho —Galia baja la cabeza

—Sí que lo es... a veces un poco más de lo que debería —Britania se cruza de brazos, toda jum —. Es como Austria.

—Nadie es como Autriche —niega Luxemburgo.

—¿A ti también te riñe? —Britania levanta las cejas porque ni sabía que se conocían.

—A todo el mundo —sentencia Luxemburgo pensando en la época en la que salió con Liechtenstein.

—Quizás deberías hablarles para decir que no vas a ir a dormir...

—Oh, oui —Galia asiente y se levanta yendo a ello.

Britania suspira, siguiéndola con la mirada y Luxemburgo también.

—Ehm...Bueno, no ha ido tan mal esto... ¿no? —comenta ella.

—En realidad... No, solo me habéis dado un par de micro infartos, pero es común en hombres de mi edad —bromea él.

—¿Cuáles micro infartos? —Britania sonríe un poco.

—Para empezar cuando me habéis llamado.

—Es que te tengo una mala noticia: Tienes dos suegras.

—¿P-Por? —inclina la cabeza.

—Te has conseguido a un chico con... dos madres. Que una sea su ex esposa lo hace sonar bastante mal...

—Bastante no, mucho.

—Ya... ya.

—¿En serio es... O sea, como complejo de Edipo?

—Me parece que Cymru no recuerda mucho a Galia o no quiere recordar mucho a Galia cuando era niño. No es que la considere una madre, como lo hace más Alba o Eire. Era pequeñito cuando Galia murió.

—Ah... eso lo hace un poco menos raro. No sé quién vaya a interceder por mí y hacer ese papel, supongo que ¿Espange? Belgique dice que... tú estás acostumbrada

—¿Acostumbrada a... e-ese? —Britania se sonroja—. Y-Yo... ¿Qué te ha dicho Belgium? —frunce el ceño.

—Pues eso...

—N-No estoy... a-acostumbrada a él. De hecho él me cae bastante mal —¿quién te cae bien a ti?

—No es eso lo que dicen.

—¡No les creas!

—¿Cómo no les voy a creer? Romanito parece muy serio al respecto.

—Me cae mal, claro que debes tomarles menos que en serio —Britania frunce el ceño y se sonroja.

Luxemburgo la mira de reojo y sonríe un poco.

—Antes le he escrito a Cymru, no le digas a Galia. Le he dicho que me habéis dicho cosas horribles y no quiero volver a hablar con él —admite porque ella lleva un buen rato quejándose de que ya nadie hace esas cosas y Britania levanta las cejas.

—Oh... venga ¡no te hemos dicho nada tan terrible! —protesta.

—Es una broma, estaba muy asustado antes cuando he hablado con él —sonríe de ladito.

—Va a estar más histérico aún —Britania se ríe un poco bajito.

—Luego le llamaré para contarle —se encoge de hombros.

—Alba va a tener que aguantarse los lloriqueos —más risa malévola.

—Ven, vamos a ver qué más me ha escrito —hace un gesto para que se acerque y saca el teléfono.

Britania se acerca un poco a él, con curiosidad

"Venga, no me dejes así a medias!"

"Es broma todo esto, verdad"

"Lux..."

Este mensaje ha sido eliminado

—Mira, pobrecito... igual si está un poco nervioso. ¿Debería decirle que es broma? —mira a Britania de reojo.

—Nah, dile que es verdad —ella sonríe más.

—No quiero que se enfade de verdad —se muerde el labio porque quiere caerle bien a ella.

—¿Enfadarse? Parece muerte de miedo.

—¿Qué le escribo entonces?

—Dile que... mmm pídele que haga algo a cambio de tu perdón.

"No sé si voy a poder perdonarte todo esto nunca."

Gales casi no tarda NADA

"What? ¿Te llamo?"

"NO. Aún están aquí."

"No dejes de hablarme hasta que... discutamos esto. Si es la bebida estoy bebiendo mucho menos, puedo ir a AA si quieres" Gales siempre tan hábil para arrastrarse. Escocia ríñele.

Luxemburgo parpadea con eso y mira a Britania.

—Mira, se está ofreciendo a ir a Alcohólicos Anónimos.

—Va a ir una vez y a renunciar... pero dile que sí.

—Es que no creo que necesite ir...

"Yo te lo dije desde antes, que bebía... pero de verdad estoy intentando no hacerlo tanto"

Britania levanta una ceja y mira a Luxemburgo.

—Yo no creo que funcionen esas cosas, pero sí creo que ojalá deje de beber tanto. Galia lo pasaba mal.

"No hay suficiente con eso" Escribe Luxemburgo.

"Entonces... ¿no podemos ni hablar? ¿Puedo ir a tu casa hoy y explicarte?"

"NO!"

"¿El sábado? Si quieres no vamos al teatro... pero deja que intentemos arreglar esto."

—Mira... pobrecito —le lloriquea a Britania.

—What? —pregunta ella sin entender que a Luxemburgo le hace presión el chantaje emocional.

—Pues está todo... parece estar desesperando.

—Cymru siempre está desesperado —Britania sonríe, maliciosilla.

—¿Y no te da penita?

—Me da gracia que a ti te de penita... creo que así es como acabó casado con Galia —Britania se ríe.

—Vale, vale... nada de penita —Luxemburgo aprieta los ojos con eso.

"Desde luego que lo del sábado está cancelado."

—¿No quieres tenerle penita?

—Pues... lo de Galia no ha ido muy bien.

"Ay, Lux..."

El flamenco se muerde el labio con esa respuesta.

"Please... llámame cuando se vayan"

Luxemburgo suspira con eso y mira a Britania guardándose el teléfono.

—Ya te sentiste muy maaaaal. Culpaaaableeee. Estás hasta suspiraaaandoooo —se burla ella y él se sonroja.

—Pues es que... No solo es esto, acaba de dejarlo con su mujer y... no creo que esté pasando una buena época como para hacerle sufrir mucho.

—Mis hijos son fuertes... venga ya, ¡le vas a decir después que es bromita!

—Ya, pero no sé... será que yo no tengo tan mala idea como otros...

—Te gustaaaaa —le acusa.

—Q-Quoi? ¿É-Él o tener mala idea? —igual se sonroja un poco.

—Eeeél!

—Ah, uhm... B-Bueno, oui. Un poco.

Britania hace jijiji haciéndole sonrojarse más.

—Oh, vengaaa —protesta

—Pues es que hasta has parado de alegarle porque pobreciiiito mi noooovioooo.

—No es... eso —aprieta los ojos—. Y no es... mi novio.

Britania hace los ojos en blanco.

—Vale, vale... —levanta las manos y sonríe un poco igual.

—Pues es que... —sigue y Galia vuelve.

—¿Qué te han dicho? —pregunta Britania a Galia, sonriéndole.

—Que no hay problema —Galia sonríe y se sienta—. ¿Qué hablabais?

—Lux me estaba contando...

—¡N-Nada! —vacila Luxemburgo porque no sabe si quiere que Galia sepa y Britania parpadea.

—De cuando era pequeño... —termina la frase

—Ehm... eh... Oui, eso —Luxemburgo sonríe nervioso y culpablemente.

Galia suspira.

—Vale... Me estaba contando de Cymru —Britania aprieta los ojos—. Es imposible mentirle a esta mujer, ¿sabes lo complejo que es eso?

—No pasa nada, podéis hablar de eso, es lógico... No tienes que detenerte por mí —asegura ella.

—Cymru está un poco nervioso —explica Britania.

—¿Por qué? —Galia la mira.

—Le contó que estamos aquí —se encoge de hombros.

—Oh... oh —Galia se vuelve a Luxemburgo.

—Lo siento, entré un poco en pánico —se disculpa él.

—Cymru debe haber entrado en pánico también, pero no pasa nada —Britania hace un gesto con la mano para quitarle importancia.

—Pues seguro... —Galia aprieta los ojos—. Tal vez debería llamarle yo.

—Venga, Cymru va a estar bien... Deja que se las apañe solo —asegura Britania

—Es que seguro está asustado, solo quiero decirle que no pasa nada —Galia le mira toda preocupada, no la dejéis.

—Deja que se asuste un poco —insiste la pelirroja.

—Pero Briiit —lloriquea un poco la rubia.

—Solo es un rato, Lux ya le explicará que todo ha ido bien y no nos lo hemos comido. Mírale, está entero y no es que no vaya a volverme a hablar más.

—Ya pero esto ha sido mi culpa, yo te dije de venir sin avisar a nadie y ya se enfadó cuando fuisteis por mis cosas a casa.

—Conmigo, no contigo. Y quizás merezca enfadarse un poquito.

—Yo le dije que lo había pedido yo porque no quería que se enfadara con vosotros —aprieta los ojos—. No quiero que se enfade

—Deja que se enfade conmigo. Seguramente no va a enfadarse si ve que no pasa nada grave —vuelve a quitarle importancia.

—¿Tú crees? —ella la mira.

—¿Por qué crees que está asustado?

—Pues porque estamos aquí con Lux —Galia le señala.

—¿Y crees que eso le asusta? —Britania le mira.

—Lo que vayamos a decirle, desde luego —la rubia asiente.

—No le hemos dicho nada tan terrible, ¿o sí?

—No, pero... ya sabes que se va a imaginar lo peor.

—¿Cómo qué cosas? —pregunta Luxemburgo.

—Pues las cosas que te estaría diciendo Galia si no fuera la mujer que es... —explica Britania.

—¿A ti no te asustaría? —Galia inclina la cabeza.

—Claro que estaría cagada de miedo —admite la pelirroja.

—Pues ahí lo tienes —Ella se encoge de hombros.

—Si yo entiendo que lo esté... —mira a Luxemburgo, que la mira también porque Galia le está diciendo cosas similares a las que le ha dicho él.

—Pobrecito... —les medio imita a ambos—. Vengaaaa, yo lo digo que no se haga nada, solo que sufra un ratito.

Luxemburgo suspira.

—No te preocupes, Cymru es muy dulce, no se va a enfadar contigo —asegura Galia Pra consolarle.

—¡Tú no me suspires que tú empezaste! —protesta Britania a la vez.

—A mí me lo perdonaba todo, siempre... es muy... se necesita muy poco para contentarle —explica la gala.

—Ves? —Britania asiente a eso aun mirando a Lux.

—Oh... ¿de veras? —pregunta él.

—Saber eso implica una bloody gran responsabilidad —le señala la pelirroja.

—¿Por? —la mira.

—Pues eso de que si te quiere te perdona todo sin mucho esfuerzo implica que puedes pasarte y ya. Galia porque es muy buena, pero, tú... ¿Lo eres?

—Non —sonríe Luxemburgo.

—Ufff... entonces quizás no puedas salir con él —Britania le sonríe, de lado.

—Bien, será mejor que se lo digas tú, porque a mí solo me lloriquea —se devuelve y ella se gira a mirar a Galia.

—¿Qué piensas?

—Si'l vous plait, no seas malo con él —pide ella a Luxemburgo, tomándole la mano. Él parpadea porque... era un poco en broma, para Britania, que sonríe de lado mirando la cara de Luxemburgo.

—Ehm... non, non, solo un poco —asegura el, disculpándose.

—Un poco!

Luxemburgo se sonroja con eso y Galia se vuelve a Britania, que la mira

—Tú le estás diciendo esto —la acusa.

—¡No! Él estaba... ¡molestando a Cymru solo! —Britania se sonroja un poco, atrapada.

—No me lo creo. Tú eres la que hace esas cosas, le has dicho que lo haga y él como quiere agradarte te está haciendo caso —sigue Galia.

—Pero él ya le había dicho cosas ¡y lo había puesto nervioso solito!

—Britaniaaaa

Luxemburgo se ríe un poquito porque la está riñendo.

—Tienes que ir con cuidado, mon chou. Se les da muy bien decir mentiras —asegura Galia para él.

—¡No es una mentira! Vale que yo le dije que le siguiera molestando, pero... Galiaaaa!

—¿Lo ves? —la rubia la señala.

—¡Dile! —protesta la pelirroja a él también, que las mira a una y a la otra sonriendo.

—¡Él ya se estaba metiendo con él y diciéndole que no le iba a hablar más después de las cosas que le dijimos!

—Britania, no vale que ahora le riñas a Luxembourg.

—Ugh.

—Non, non, Galia, es cierto, he sido yo —inteta mediar el flamenco.

—No hace falta que la defiendas... —Galia le corta un poco autoritaria, como Austria.

—Oh, bloody hell —Britania aprieta los ojos y se ríe. Galia sonríe un poco porque está funcionando—. ¡Ahora no va a creerte!

—¿Qué puedo hacer yo? —se encoge de hombros Luxemburgo.

Britania le hace una mueca a Galia, que le sonríe y ella refunfuña pero le sonríe un poco de vuelta.

—Bueno, venga... vamos a dejar de echarnos la culpa unos a otros y a... ir a otra cosa —pide Luxemburgo.

—Me parece muy bien —Britania se ríe. Galia asiente también.

Y a mí que me parta un rayo, protesta Gales.

—La verdad, Mónaco no es así. Ella... nunca parece uno hacer suficiente con ella. Aunque quizás yo tampoco soy lo suficiente detallista —asegura él.

—¿Que no los detalles son eso... detalles? Si haces muchos detalles pierden lo especial y se convierten en un montón de cosas qué haces —le defiende Britania.

—Bueno...

—O sea, si haces un detalle nada más... ya eres bastante... detallista —Britania sonríe un poco porque eso se dice a si misma siempre que alguien la hace sentir mal con eso.

—Ah, non. Ni hablar —replica Galia.

—¿No? —la británica la mira.

—No, tienes que ser detallista —sentencia.

—¿S-Sí? ¿Cuánto?

—Tú, mucho, él... lo que quiera. Mucho también.

—Y... yo... ufff... esto se me da como el culo —Britania se mira las manos en un gesto inconsciente que Irlanda hace igualito.

—Que va, no le hagas caso —Galia mueve la mano—. En realidad todos ellos son unos genios de los detalles y el romanticismo.

—Oh, así que aun peor voy a quedar yo... —Luxemburgo aprieta los ojos.

—¡Claro que no! Ugh —protesta Britania

—Sí que lo son y siempre regalan cosas muy raras —sigue Galia.

—¿Raras? ¿Qué te he regalado raro?

—Me refiero a que todo son siempre cosas muy emotivas o que ellos hacen a mano, nunca es algo que necesariamente quieras, como un objeto.

—Es que un objeto se lo compran ustedes.

—¿Lo ves? —vuelve a señalar y Luxemburgo sonríe.

—¡Pero eso no es raro!

—Es bonito —Galia le sonríe. Britania se sonroja un poco pero vale, eso no suena tan mal.

—Seguramente Cymru empezará a hacerte algún regalo así.

—Ehm... Bueno, veremos —vacila porque siente que este asunto del colgante...—. ¿Qué... qué debería hacer yo?

—T-Tú eres la experta —Britania mira a Galia y se sonroja un montón porque no esperara que ella le diga que hacer para seducirla...

—Pero es tu hijo —ella sonríe.

—Tú eras su esposa... y no estaría mal saber qué piensas.

—Aceptarlo y agradecerlo intentando no parecer decepcionado —asegura la rubia para Luxemburgo.

—¿Algún día te ha decepcionado algún regaló? —Britania parpadea, tomada por sorpresa.

—Vamos, como todos los regalos —asegura Luxemburgo.

—Non —niega Galia.

—No porque estos son más decepcionantes por lo visto...

—¿Ves? Ya empezamos... —Galia pone los ojos en blanco.

—Pues tú eres la que dijo que eran decepcionantes, ¡no yo!

—¿Tú oíste que yo dije decepcionantes? —le pregunta a Luxemburgo, que niega

—¡Has dicho "intentando no parecer decepcionado"!

—Para no romperte el corazón, no son decepcionantes pero a veces uno si quisiera solo eso que le hacía ilusión.

—O sea ¿prefieres una bolsa o unos zapatos?

—Non.

—Pero ¿sí es decepcionante no tenerlo a veces? Hmmm... Pues ahora no... n-No creo que...

—Solo cuando lo que pedías sí te hace mucha ilusión —insiste.

—Él es como millonario, ¿qué cosa puede querer?

Luxemburgo se sonroja.

—Pues no lo sé, algo habrá, siempre se están inventando cosas nuevas.

—Cymru no te va a comprar algo así... creo. Alguna joya si te dio, ¿no, Galia?

Ella asiente y Luxemburgo se lleva la mano al pecho para sentir su colgante bajo la camisa. Día 2 y ya te había dado un regalo rarito.

—A veces si eran cosas bobitas, aunque no tenéis muy buen gusto —sigue Galia.

—Ahora cosas feas —Britania protesta indignada.

—Pues cuando compráis algo... sí, suele ser feo —ella se defiende.

—Pues por lo visto te van a dar además regalos feos... ¿ya te ha dado algo? —Britania se vuelve al flamenco.

—Solo somos amigos —Luxemburgo niega.

Mentirosooooo

Pues ¡no le va a decir!

—Ya, ya... amigos que se gustaaaaan.

Luxemburgo aprieta los ojos y luego mira a Galia de reojo. Britania aprieta los labios, mirando a Galia también un poco preocupada.

—No, no, os preocupéis por moi —ella sonríe un poquito.

—I'm sorry... esto... —vacila la pelirroja.

—De verdad, estoy bien —Galia le toma la mano a ella y Britania le sonríe un poco.

—Es que el se pone todo... avergonzadito —lo acusa, señalándole con un gesto de la otra mano.

—Eso ya lo veo, es muy mono —Galia le sonríe a él.

—Pero no, vale... son amigos. Son amigos. Ehm... como tú y yo.

Luxemburgo se sonroja igual y Britania la muy tonta, también.

—A lo mejor queréis quedaros aquí un rato más, pero la verdad... esto ha sido muy divertido pero yo mañana tengo que ir a trabajar pronto. He dejado bastantes asuntos sin terminar para poder estar aquí con vosotras esta noche.

—Ohh... vale. Aún podríamos irnos si es necesario

—Non, non, el cuarto está preparado. Pedidle todo lo que necesites a Vincent

—Y... ¿te veremos en algún otro momento?

—Bueno, no planeo morirme.

—Uno nunca sabe... —Britania se ríe.

—Dejaré una nota que te acuse solo por si acaso.

—¿Le escuchas, Galia? Nuestro plan de matarle mientras duerme no podrá llevarse a cabo.

Ella asiente, sonriendo un poco porque de nuevo están coqueteando y a ella no le sale.

—Bloody hell... ya estábamos emocionadas.

—Lamento haber destruido tus ilusiones por eso, tal vez deberías mejor enfocarte en... eso de pasar una noche con... tu mejor amiga —le guiña un ojo.

Britania aaaaabre la boca... y casi combustiona, muerta del sonrojo.

—Bonne nuit, mademoiselles.

—Bonne nuit —sonríe Galia.

Britania traga saliva, apretando los ojos sin mirar a Galia.

Luxemburgo se va con eso, dejándolas ahí, a llamar a Gales.