Y Luxemburgo va a ser el primero en darse cuenta del fuego y casi casi empujar a Gales, alarmado.
—What the... wooooh!
—¿¡Donde están las tapas!?
—A-Abajo... creo —se agacha a buscar y a remover, pasándole cualquier a que encuentra, el flamenco cubre la sartén con ella lo más rápido que puede—. Bloody, fucking... HELL!
—No creo que podamos comernos esto... ¿cómo se apaga ese bicho? —Suspira una vez ya está el fuego contenido y le mira de reojo aunque la alarma sigue pitando, por cierto.
Gales respira al ver el fuego apagado y se recarga un poco en la mesa. Aún con la alarma y el sonido... es que le empieza la risa tonta.
—¡Oh! ¡No te rías! Espero que hayas aprendido algo de esto.
—A apagar la estufa antes de besarte... Sostenme —mueve una silla y se sube.
—Creo que la lección es no hacer esto mientras cocinamos—ahí va, más a meterle mano descaradamente por delante y por detrás que a sostenerle.
—Woooh! Woooh! Paraaaa —protesta un poco, riéndose, medio cayéndose y sonrojándose porque además no está tan tranquilito pese a lo qué pasó hace un rato... pero el beso...—. ¡Me desconcentras!
Luxemburgo le balancea para que no se caiga pero desde luego que no para, riéndose.
—Ugh! No te rías —es que ente las risas... ay, la alarma.
—Como que no me ría, si no hago nada. Además tienes suerte que tu llevas pantalones.
—Estos pantalones no dan soporte —al fin apaga la alarma y la verdad se le echa encima al bajar casi del todo.
—Podría ser peor —le abraza sonriendo—. Cobarde.
—No es cobardía. Es... practicidad.
—Es cobardía porque sabías que si seguías ahí arriba te iba a bajar los pantalones.
—P-Precisamente —Gales se sonroja.
—Pues ahí lo tienes.
—No iba a quedarme ahí esperando que me bajaras los pantalones pudiendo venir aquí a que me los bajes mientras te beso.
—Ahora no tiene tanta gracia bajártelos.
—Aún la tiene besarte —se ríe y lo hace. Luxemburgo se lo devuelve—. Es que quiero besarte todo el rato —Gales se separa un poquito, sonriendo.
—Eso ya lo veo.
—¿E-Está siendo d-demasiado I-intenso se mi parte? —El británico se sonroja y traga saliva.
Le besa como respuesta. Ah, la relajación del británico. Sonríe en el beso y para más inri...
—I love you... —susurra solo de separarse. Ugh. Que idiota estás.
—Sé qué haces esto expresamente, pero no me importa —Luxemburgo sonríe y junta la frente con la suya
—¿Hago qué? —Gales he acaricia las mejillas con una mano.
—Decirme todas estas cosas y besarme tanto.
El británico parpadea un poco pensando en si tiene un motivo más allá de querer besarle y quererle porque se siente calientito en el corazón y le hace tontamente feliz. Vamos, ni siquiera está pensando.
—¿Lo hago expresamente para qué? —susurra. ¿Para qué me quieras de vuelta? Piensa.
—Porque prometiste enamorarme.
—¿Y lo estoy consiguiendo? Porque lo quebró conseguí muy eficientemente fue enamorarme yo —sonríe un poquito, igual, con el corazón acelerado.
—Oui.
Va a ir a besarle otra vez. Pues se lo devuelve.
Gales se separa después de un poquito poniéndole las dos manos en las mejillas y Luxemburgo le mira.
—¿Y-Y si pedimos comida y nos besamos hasta que llegue?
—Peor que adolescente —se ríe.
—Ugh... v-vale, no. Los huevos.
—Non, non, venga, vamos a pedir comida.
—Venden unas pizzas buenas en un sitio que tengo pegado en la nevera.
—Llámales.
Gales asiente, separáaaandose y Luxemburgo le sonríe.
Gales sonríe un poco más y... le da un besito rápido en los labios antes de ir por el teléfono. El flamenco le mira de reojo y va a ir a tumbarse al sofá.
Gales marca y va al sofá mientras pide, preguntándole de qué quiere, porque estos chicos latinos... Pero Luxemburgo va a empezar a bajarle los pantaloneeeees. Cejas levantadas.
—Ch-Cheese? —pregunta como si le hubieran ofrecido mermelada en la pizza —. Y-Yes... yes... yes... yes... yes...
Y va a ir con la boca... A darle besitos ahí...
... Error 404 - Cymru's brain not found
—B... b... b... —al teléfono, tan idiota. Te van a mandar cinco pizzas y no vas ni a enterarte
Luxemburgo no para, como si Gales no estuviera hablando por teléfono. Suaaave y lento ahora un besito por aquí... una caricia del otro lado... luego una lamidita laaaarga
—G-God...
—Mjm? —no para
—N-No... yes, Ehm... yes —dice completamente distraído al teléfono sin atreverse a moverse, mirando todo con los ojos de ESTE tamaño y tapándose la cara con una mano.
Le hace una lamidita y luego le sopla en la parte húmeda. Más besos y movimientos de dedos suavecitos.
—W-Wha... Whatever... yes. Ahh... fuck... yessss —Tiene un escalofrío de aquellos.
Luxemburgo sonríe con eso y repite lo que sea que haya hecho.
"Entonces le mandamos las 5 pizzas tamaño familiar?"
—Yes... ahh... yes. Darling...
"¿Las cinco? Y todas de queso"
—Yes, please... goodness...
"Quiere agregar un six de cerveza y papas a la francesa?"
"Tenemos algunos toppings en oferta por dos libras cada uno, si quiere le digo cuáles"
—P-Please... s-sigue.
Recitada toda la lista de toppings que ya me imagino que le va decir que sí a todos.
Evidentemente. La mamada más cara de la historia y se la va a pagar al pizzero, para colmo.
La pizzería te va a contratar, Luxemburgo... Va a valer cada penny pagado, no es por nada.
—Más te vale acabar prontito, porque como venga la pizza y sigas así, vas a ir abrir sin pantalones.
Gales está a PUNTO de acabar demasiado muy prontito con esa declaración. Aprieta los ojos y deja caer por ahí el teléfono.
—Aunque... por otro lado...
—M-M... Mjm? ¡N-No pares!
—Me gusta esto, así que a lo mejor podría ofrecerte algo interesante si sí aguantas —sonríe sin tocarle.
—S-Sí a-aguanto —Gales se muerde el labio y traga saliva.
—Podría... hacer algo por ti.
—A-Algo...
—Si se te ocurre.
Es que... mente en BLANCO.
—Parece que no se te ocurre nada.
—L-Love me... —Ugh. Ugh... Mátalo mejor. Te lo va a agradecer.
—Vale —se ríe con eso.
Gales se sonroja terriblemente igual con eso porque... ugh y Luxemburgo se acerca a besarle en los labios. El británico se lo devuelve sintiendo entre las piernas un problema tremendamente... apremiante.
Vaaaale vale y luego vuelve a bajar a ocuparse de eso. Gracias al cielo. A Gales le tiemblan las piernas un poco.
A nadie le extraña, pero seguro vas a acabar de nuevo antes que llegue pizza como para una fiesta de adolescentes populares en el equipo del futbol.
Sinceramente, sonríe estúpidamente y Luxemburgo se limpia las comisuras de los labios.
—I-I l-Love you... —se le abraza, escondiéndose en él y pensando que, joder, mucho mejor que Egipto.
—Pues que menos después de esto. Ya sé que no soy Egypte, pero...
—MUCHO mejor que Egypt
—Anda ya
—P-Prefiero que seas tú, toda la vida, a ella que me detesta — Gales se encoge de hombros, cerrando los ojos aun disfrutando mentalmente de o que acaba de pasar.
—¿Te detesta?
—A todos nosotros.
—A mí no me detesta.
—Ahora te detestará por loser.
—¿Tú crees? No parece que ella deteste a Galia o a France.
—Ya... de hecho, no. Cielos... esto ha sido... —sonríe más —. Nadie puede detestarte a ti.
—Oh, sí que pueden —se ríe.
—No, quien se quiera meter contigo tendrá que pasar sobre mí.
—Eso es bastante fácil, mira que rápido te tumbas y te abres de piernas —se ríe.
—¡No me abrí de piernas así! —Gales abre la boca.
—Así de fácil —chasquea los dedos.
—¡Solo porque eres tú!
—Nah, que va.
—¡Claro que sí! ¡No con cualquiera!
—He visto el video de Egypte la que te odia...
—Eso se lo pidió Galia. No sé a cambio de qué —Gales aprieta los ojos.
—Ya, ya y los diamantes de sangre siguen siendo diamantes.
—Tres personas me han hecho eso en mi vida... Puedo hacerte lo mismo.
—¿Burlarte de mí? —Se ríe porque es que... la indignación.
—No, tonto... Después de la pizza... será tu turno.
—¿Es una amenaza? —se humedece los labios porque no está tan tranquilito, sonriendo.
—Yes, sir.
—Ja, no creo que sepas ni por dónde empezar.
—¿Qué no? Yo te vi bastante sabedor para no ser gay —Gales levanta una ceja.
—Pues no soy gay, pero sé cómo funcionan.
—¡Que va!
—Tengo uno, cher
—¿En dónde? ¿Hablamos de un gay?
—Si necesitas preguntar eso... mal vamos —se ríe otra vez.
—No, tonto... eso sí sé que tienes uno, ya te lo conozco bien. Pensé que tenías a un gay escondido en tu armario —le mira.
—Seh, alguno que aún no sale de ahí.
—Tu.
—Nah
—Ni siquiera voy a discutirlo — Le da un besito en los labios. Oooojos en blanco—. Igualmente, voy a hacértelo aunque no seas gay.
—Mais oui, mais oui.
—Puedo hacerte unas cosquillitas también.
—C-Claro. También.
—Ya estas tartamudeando con la idea. Quiero saber cómo funcionaría eso de las cosquillas...
—No funciona de ninguna manera —se abrocha mejor el albornoz.
—Que va... —le mete una mano por la hendidura. Luxemburgo le da una palmada y se levanta—. ¡Ven acá! ¿Quién es el cobarde ahora?
—¡Solo voy a vestirme!
—No te vistas… —Gales se levanta yendo tras él.
—¡Sí lo hago!
—No hagas trampa, ¡solo porque te da vergüenza!
—¡Nadie dijo que no podía vestirme! Y no me da vergüenza —sí se la da.
—No necesitas vestirteeeee, ven acá —le abraza.
—Sí necesitoooo —se sonroja.
—Lo que necesitas realmente... —le sonríe.
—Quoi?
—Son unos besos —le besa el cuello otra vez.
—Ya, claro
—Y unos toqueteos...
—Un pijama, más bien.
—Anda, vamos a que te pongas el pijama si quieres... — Gales se ríe
—¿Ya tengo permiso?
—No lo tomes así... venga.
Luxemburgo sonríe porque es muy fácil picarle. Es que aún le controlas con enfadarte.
—Vamos, vamos arriba.
Hace un gesto para que pase. Ahí va delante.
—Aún así, mi amenaza se mantiene.
—Mejor dime de que has pedido la pizza —carraspea.
—La... ohh... e-espera, si...
—Oui?
—Y-Yo... yes, sure... l-la pizza que pedí.
—No tienes ni idea —sonríe.
—Ehhhhh
—Ni la más remota.
—¡Pues!
—¿Quieres volver a llamar? —se ríe y le hace cejas cejas.
—Mejor llama tú —se sonroja un montón.
—Nooo ni hablar.
—¡El terror que tienes!
—Se te ven las intenciones desde lejos.
—Estas no son solo intenciones —se ríe.
—Ya, ya...
—Ibas a ponerte pijama...
—Ah, oui ¿Vas a prestarme uno o no?
—Pueeeees... Está ahí en tu mesita de noche— Cara de angelito, de pie junto a él esperando que se desnude.
Va hacia ahí a buscarlo. El británico le sigue con la mirada parándose cerca de la puerta del baño para que esta vez no pueda huir ahí.
Luxemburgo se pone los pantalones sin quitarse el albornoz.
—Cobarde —Gales resopla.
—Eh? —se gira y se quita el albornoz para ponerse la camiseta.
—Eres suuuper cobarde —se le acerca, le abraza y le tira a la cama.
—¿Por? —Parpadea con eso.
—¡El orden de los factores!
—¿Qué orden?
—¡Pues debías quitarte el albornoz antes!
—¿Por?
—¿Cómo que por? Para que yo te atacara.
—Me has atacado igual.
—Pero traes pantalones.
—Y tú también.
—Ugh... vale —otra vez se frena a si mismo de insistir, sonrojándose un poco.
—Quoi? —se ríe. Le mira con carita de circunstancias aunque sonríe cuando se ríe—. Quoooooi?
—No sé cuándo estoy insistiendo demasiado y siendo un pesado.
—Con ese asunto, ahora —Sonríe.
—Perdona... — Gales se humedece los labios. Carraspeo, carraspeo—. Ehm... bueno —Le suelta.
—¿Qué pasa? —Levanta las cejas
—No quiero ser un pesado — se pasa una mano por el pelo, nervioso, sin saber bien qué hacer
—Entonces deja de decir eso.
—Pues eso hago, está bien... —Le mira de reojo sin saber bien qué hacer.
—Mmmm... Vale.
—Pues me has... dicho que no te... toquetee más por pesado.
—Te he dicho que no digas más que eres un pesado por pesado.
—Bloody hel —Gales le mira de reojo, y sonríe un poco, negando con la cabeza.
—Pues es así.
—I'm sorry... todos los traumas y dramas —Gales le abraza otra vez y se le hace bolita.
—Ya veo... —Se tumba con él y le mira.
—Quizás solo debería relajarme pero… Ugh, tanto me dicen que soy un pesaaaaado. Ugh... lo siento. Esto deja de ser divertido cuando hago estas cosas —Gales aprieta los ojos.
—Caaaalmate —Sonríe y le acaricia un poco la cara y el pelo
—Vaaale, vaaaale me calmooo. Es que tanto me dicen... que de verdad me pregunto a ratos si no lo veo por idiota.
—¿No crees que podría ser que exageraran un poco? ¿Qué dice Galia de todo esto?
—N-No sé si quiero saberlo —Gales traga saliva.
—¿Por?
—Que tal que SI piensa que soy tóxico y que la agobiaba.
—Uhm... pues...
—Yo solo... pensaba que querría afecto. No sé por qué no le gustaría a alguien que una persona le quiera.
—De hecho... ¿no hay una filosofía de mierda sobre eso?
—¿Una filosofía?
—Algo así como... ella es la que ha perdido a alguien que le quería, así que ella es la que debería estar triste y no tú.
—Eso pensaría uno en general, pero a veces la gente no quiere que uno le quiera. Eso lo aprendí con France. Pero pensé que con Galia iría de otro modo —Gales traga saliva con eso y se le acurruca un poco más. (Francia PROTESTA)
—¿Y te parece que no?
—No sé. Ahora... ahora mismo no lo sé.
—Ya te dije que era una filosofía de mierda, alguien me lo dijo sobre Mónaco.
—Ahora mismo me interesa más lo que TÚ piensas.
Luxemburgo suspira.
—Esos suspiros me parecen medio cansados —le mira con sus ojos verdes
—Ya te he dicho que lo que me agobia es que te agobies por si me agobio. Irónicamente.
—Eso... parece lo más fácil de resolver —Gales sonríe un poco.
Luxemburgo sonríe. Gales se le acerca a darle un beso y... suena el timbre.
El flamenco le da el beso rápido igual. Gales cierra los ojos disfrutando su besito por un segundo y así de rápido se separa y se levanta bajando a la puerta.
Ya, ya... era de esperarse. Gales se levanta tras él, arreglándose una poco el pijama y buscando su cartera. Deben haber mandado a más de un chico de la pizza con la orden.
Luxemburgo levanta las cejas al abrir la puerta. Gales llega un poquito después, cartera en mano.
—Hello —el chico le sonríe a Lux tan feliz pensando en la propina.
—Allò... —saluda un poco impresionado y la verdad les abre la puerta para que entren ellos mismos las pizzas a la cocina, indicándoles.
—No pero... what the... ¡está orden no es la mía! —protesta Gales en cuanto les ve hacer.
—¿Qué es lo que has pedido?
—¿No es este el número Trece de la calle Olmo? —pregunta el chico de las pizzas, rascándose la cabeza.
—Well... yes. Pero yo solo... o sea pedí una pizza no... Ehm... todas estas. I-I think.
—En realidad la compañía nos obliga a grabar las llamadas, así que si quiere puedo pedir el archivo de voz para que pueda oírlo.
—Ugh. No. No, no... No. Solo es que... Ugh. ¿QuÉ vamos a hacer con esto?
—Eso yo no lo sé, míster.
—¿Cuanto... cuánto es?
Le dice la cantidad astronómica con la que probablemente podría... pagar una nevera. Una tele no tan grande o unas cuantas tostadoras.
—B-Bloody hell! Pues que es lo que pedí?!
—Todo esto.
—¿Quieren una? —Gales se recarga en el marco de la puerta de la cocina mirándoles desmontar todo.
El pizzero le mira y luego mira a su compañero
—Si es en vez de propina, no... Prefiero propina.
—Llévese una cada uno, pero no tengo efectivo suficiente para pagarles esto. ¿Aceptan tarjeta? —Gales suspira.
Luxemburgo les mira porque él no tiene efectivo ni para dar propina.
—O sea no supondrán que voy a sacar un maletín con dinero, chicos —presiona Gales.
—¿Pero si tiene para la propina? —insiste el chico hora medio nervioso.
—Que siiii...
—Vale, aunque las pizzas con taNtas cosas a mí no me sientan muy bien —asegura el otro pizzero.
—Pues no te lleves una si no quieres — Ojos en blanco de Gales y le extiende la tarjeta.
—What? No, no podemos aceptar tarjetas no tenemos lector. Haga un bizum.
—Ehhh... ¿really no trajeron lector? ¿O sea que esperaban? —Gales vacila porque ha oído de esas cosas pero no, no sabe hacerlas.
—Le preguntamos si pagaría en efectivo y dijo que sí. Dos veces.
—E-Estaba distraído. No tengo esa cantidad de dinero aquí —Gales se sonroja y parpadea.
—Entonces haga un bizum.
—No sé hacer eso —Confiesa.
—Solo tiene que descargarse la aplicación en su teléfono y asociarla a su cuenta del banco.
—Ehm... —Gales mira al chico, mira la tarjeta, mira a Luxemburgo.
—Dime cuanto es y el número de teléfono —pide Luxemburgo yendo a por el suyo.
—Ugh... Es en libras. ¿Puedes pagar en libras?
—Puedo pagar en todo con el teléfono, luego me harán el cambio a euros y lo descontaran de mi cuenta y ya.
—Te... si lo arreglas en mi teléfono, te pago ahora mismo.
Luxemburgo sonríe igualmente pagando él. Gales se le acerca, poniéndole una mano en la cintura y dándole un par de billetes a cada chico como propina.
—¿Así de poquito? —protesta el chico—. Tío, ¿has visto todo lo que hemos tenido que traer?
—Ugh —otros dos billetes —. Esto es todo, suficiente.
Ojos en blanco, pero vale, vale, ahí se van. Gales se sonroja sin atreverse a mirar a Luxemburgo, que carraspea y sonríe cuando cierra la puerta.
—Ehm... t-te debo —Gales se mira los pies.
—No sabía que tenías tanta hambre.
—Y-Yo... Ehm... lo hice por si acaso tú tenías mucha hambre también y... b-Bueno para que hubiera variedad y... —Gales se sonroja más.
—Pero MUCHA —Se ríe con esa cara que pone y se le acerca.
—B-Bueno, uno no sabe cuánto comen los demás cuando tienen hambre.
—No creo que nadie se coma más de cuatro pizzas familiares enteras a no ser que tenga un problema médico.
—Bueno, qué tal que tú tienes ESE problema médico.
—Como hemos comprobado varias veces.
—Shut up... s-solo... bueno, Ehm...
—Ya.
—E-Esto en una gran proporción es tu culpa —Gales se sonroja un poco más.
—Digamos que... estaban pasando cosas más interesantes —Se ríe.
—MUCHO más interesantes. De las que no me quejo en lo absoluto y para la que me parece vale cada una de las libras pagadas.
—Sobre todo si las paga alguien más.
—Venga, hombre. No —Gales aprieta los ojos—. Aunque si además quieres pagarlas no voy a protestar...
—Anda vamos, que quiero ver cómo te comes cuatro de esas sin vomitar —Vuelve a reírse, porque es broma.
—Puede que no cuatro, pero una quizás... tengo mucha hambre —Gales se ríe.
—¿Serán todas iguales? —Va a ver que son y es que ha puesto un montón de cosas raras en ellas.
—No tengo NI IDEA. Yo creo que hay una de queso...
—Ugh. Te quiero, pero a partir de ahora comemos en mi casa.
—Tardaste bastante en llegar a esa conclusión —El británico se ríe.
—¿Te parece? Yo creo que cada vez estoy más convencido.
—Sinceramente no me extraña. Si pudiera sugerir una cosa, que ya le he sugerido a otras personas pero tú pareces tener mayor inclinación a... los negocios. Trae a alguien que cocine como tú quieres. Pongamos en un restaurante. Así comer aquí será como comer en casa y créeme, u n restaurante aquí que sirva comida de verdad tendrá MUCHO éxito —explica sacando unos platos.
—No sé si alguien en mi casa quiera venir aquí a trabajar, con lo que llueve, pero podría intentar buscar a alguien.
—Es un lugar muy bonito!
—Y húmedo.
—Es costa de una isla.
—¿Eso lo hace húmedo?
—Pues lo creas o no, yes.
—A mí me parece que lo que lo hace húmedo son las ganitas del representante.
—¡N-No es que esté húmedo! —Gales casi se ahoga con eso.
—Caliente más bien —y Luxemburgo se muere de risa.
—¡No tanto! —Gales cruza la pierna porque... sí que está caliente como adolescente—. Ni creas que no te va a tocar a ti también.
—¿Quién me va a tocar? —Se ríe.
—Yo te voy a comer completo.
—Después de cuatro pizzas, no creo.
—¡No me voy a comer cuatro pizzas!
—Creo que deberíamos ir a llevarlas a algún comedor social.
—O sea realmente no quieres que te haga nada. Vale, vale... como tú digas. No te haré nada, la ganancia solo para mí —levanta la nariz.
—No he dicho eso —se ríe.
—No si no tienes que decirlo...
—Anda yaaaa.
—Creo que vas a tener que pedírmelo —Gales sonríe.
—Lo que pasa es que soy yo mejor esquivándote que tú insistiendo.
—Eso estamos notando hoy.
—Así que... vas a tener que esforzarte más.
—He dicho que iba a enamorarte, ¿no? —Gales sonríe de lado comiéndose otro trozo de pizza.
—O-Oui —se sonroja con eso.
—Eso está incluido —Gales le sonríe.
—No parece.
—Tendré que aprender a hacerlo... hasta que lo haga como nunca nadie lo ha hecho antes. Mejor. Mucho mejor. Ya verás.
—Más amenazas —Carraspea.
—Las he ido cumpliendo hasta ahora. ¿No? —se abre otra cerveza, sin pensar.
—Oui... Veremos.
—Y me lo dice así... todo escéptico —Le sonríe, sonrojándose un poco.
—Pues es que hasta ahora todo promesas y amenazas.
—Hay quien quiere ver el mundo arder —comenta, sonriendo de lado, cerrando los ojos.
—Hayla, hayla.
—Tu entre ellos...
—¡Que va!
—A las pruebas...
—¿Qué pruebas?
Gales se le lanza encima a darle un beso. Luxemburgo levanta las cejas pero se lo devuelve.
—Estas pruebas —Se separa un poco.
—Más bien eres tú el que quiere ver el mundo arder entonces.
—¡Que va!
—Pues mira quien me acaba de saltar encima incontenible.
—¡Que va! ¡Nada de incontenible! —sonríe de lado
—Mais oui.
—¡No! ¡Estaba demostrando un punto!
—¿El punto de que eres insaciable?
—No he... Ugh. Tú eres imposible —Gales se sonroja más y se cruza de brazos.
Luxemburgo le besa él ahora, riéndose. El británico le responde el beso porque bueno, Ugh, es que no puede no respondérselas. Malditasea, pero no porque quiera! Menos aún Porque sea insaciable!
Claro, claro.
¡Que no!
No, no...
—¡Ugh, bueno a ti tampoco parece disgustarte! —Se sonroja más.
—Nah —Se ríe.
—De hecho parece gustarte, así que... —Le sonríe un poquito.
—Oui.
—Yo creo que alguien sea... insaciable con uno es algo bueno, for the record.
—Así te consuelas a ti mismo.
—Oh, ¡venga ya! Bloody hell contigo! —protesta —. ¡Voy a empezar a defenderme!
Vuelve a reírse. Y el británico le da un empujón. No muy fuerte pero no tan suave, con el hombro.
—Ooooh... violenciaaaa —protesta Luxemburgo.
—Siii... violencia físicaaaa.
—Pues no creas que no me voy a devolver —levanta los puños, sonriendo.
—¡Anda! ¡Las cosas se ponen serias! —Gales también levanta los puños haciéndole mucho al cuento como si fuera a boxear con él—. ¡No sabes con quien te estás metiendo!
Estira un puño tocándole uno de los suyos.
—Ughhh —hace un gesto exagerado como si le hubiera dolido un montón.
Se ríe.
—Vale, vale, tú ganas —Gales levanta las manos.
Luxemburgo se ríe y baja los puños.
—¿Sabes una cosa? —Gales le mira a los ojos.
—Quoi?
—Si, si estoy siendo insaciable —sentencia sonrojándose y tengo a besarle otra vez. Luxemburgo se ríe y le besa de vuelta.
Gales está de toooonto. Le abraza un poco y se ríe contra sus labios, tratando de profundizar un poco más. Vaaale pues más beso.
Y se quejaaaaaa. Así como... Ugh, vaaaale pues lo aguantaaaaamos con sus toooontos besoooos
¡No se queja! Naaaah ha dicho que se lo devuelveee.
Bueno tampoco parece tonto, peroooo. Va ahí abajo a ponerle una mano a ver si es verdad que está tan tranquilito.
Pues ahora mismo que comían sí, pero va a reaccionar rápido.
Gales no le quita la mano de ahí. Besándole un poco más a ver qué consigue.
Pues no es petróleo lo que vas a encontrar.
Eso no esperaba encontrarlo. Ciertamente. Solo quiere devolverle el favor.
Tan amable de repente
Yesss
Pues encuentra lo que busca, claramente.
Gales sonríe, porque como además está más tranquilito él, puede tomarse su tiempo.
Luxemburgo sigue besándole de manera un poco demandante.
Así le queriamosssss.
Pues ya estaaaaaa.
Gales se le separa del beso un poquito sin dejar de tocarle.
El flamenco le mira.
—¿Vas a aguantar lo que se te viene encima? —Le sonríe, besito rápido. Se escurre de la silla.
—Quoi? —parpadea—. ¿A dónde vas? —se incorpora un poco.
—No muy lejos, créeme —va ahí abajo entre tus piernas —. Esto es un simulacro de ti en la oficina...
—¿Debería traer mi ordenador? —levanta una ceja.
—Nah, puedes imaginártelo —le hace para bajarle los pantalones.
—Es por la ambientación, es importante —igual se mueve un poco para ayudarle.
—Si te pone traerla... que a veces creo que si lo hace —le mira y sonríe un poco, acariciándole el gemelo de una pierna.
Se levanta para ir... esta huyendo, en realidad y Gales parpadea sin esperarlo.
—¡Ehh! ¡No huyas! —ahí se le va detrás.
—Ehm... —carraspea.
Gales le toma de cuello y le acaricia la mejilla con el pulgar mirándole a los ojos. Luxemburgo se sonroja.
—You are safe with me —le acaricia un poco más la cara.
—L-Lo sé.
—¿Por qué no me guías?
Aprieta los ojos. Gales se muerde el labio y traga saliva. Realmente no sabe hacer esto y tiene miedo de hacerlo mal, de improvisar incorrectamente. De que al final no le guste. Por eso quiere un poco de ayuda.
—No, no... shh... t-tú despreocúpate y... yo lo haré todo —sentencia tratando de mostrarse seguro de sí mismo.
—No tienes que hacer nada.
—No TENGO que hacer nada, quiero hacer TODO.
El flamenco traga saliva y le mira con eso.
—Quiero que me dejes intentar... y si sale mal, intentar otra cosa, y tener ideas nuevas y averiguar las cosas que te gustan y las que no. P-Pero para eso necesito que me... me dejes empezar por algo.
—Ugh...
—¿Te estoy poniendo nervioso solo de hablar de ello? —Gales traga saliva porque "ugh" no era la respuesta que esperaba.
Asiente.
—Voy a contarte chistes idiotas entonces y mientras te ríes de ellos... Este era un Cymru tan pero tan pero taaaaan feo...
—Quoi?
—Era in Galés tan pero tan pero tan feo que su pareja lo llevaba a todos lados para no darle un beso de despedida.
—Tsk —sonríe un poco—. No creo que eso funcionara.
—Desgraciadamente tu galés se roba los besitos el solo —le da un besito en los labios y empuja un poquito hacia el sillón.
—Por eso —se deja.
—Ella al parecer era más hábil para evitar los hurtos.
—¿Galia?
Gales parpadea.
—Nah... La esposa genérica del galés de la que hablaba el chiste. Ese mismo hombre era tan feo, que cuando era Niño y jugaban al escondite nadie le buscaba.
—Eso es muy triste.
—Lo es... una infancia súper dura. Por eso ahora necesita tantos besos.
—Vaaale vale.
—Era tan feo que fue a comprar una máscara de Halloween y solo le vendieron la goma.
—Para, para... Estoy bien, no necesito...
Gales le sostiene la mirada y se humedece los labios. Se sonroja.
—¿Q-Quieres entonces ir a buscar un comedor comunitario a entregar las pizzas?
—Después.
Y es que... hay una cantidad limitada de veces que te pueden rechazar en un día. Se pasa una mano por el pelo.
Y por lo visto es cero.
—¿Qué te apetece?
—Quoi? —Parpadea.
—¿Q-Que es lo que no necesitas...?
—¿Necesitar?
—Ha-Has dicho que estas bien... q-que es lo que no... Necesitas. Que te... ¿haga cositas? O que te…
—Los chistes
—Ooooooohhhhhhhhhh... —la cara de alivio... la sonrisita de lado—. Ohhh!
—Es solo... me da un poco de vergüenza.
—En realidad, solo porque yo estaba hablando por teléfono... —se riñe a si mismo pensando que, de verdad tiene que dejar de pensar que SOLO le rechaza —. Por eso no me parecía del todo descabellada la idea de la computadora.
—Pues... a eso iba
—Vale —se muerde el labio, porque tiene que aprender a... dejarle ir y ver que sí que vuelve.
—Aunque quizás no es una buena idea.
—¿Por? —se le acerca un poquito y le da un beso en el hombro.
—No quiero... meterme demasiado en eso y no hacerte caso.
—No, que luego me pongo celoso de Charlotte —le besa un poco hacia la clavícula —. Tampoco recomiendo que me leas un libro.
—No, eso te lo dejo a ti.
—Tampoco queremos que el que se distraiga sea yo —besito en el cuello—. Aunque dudo que haya una historia más interesante que la que tienes aquí...
—A-Algunas hay.
—La de aquí tiene de todo... —otro besito, más largo—. Un inicio inesperado e implanteable...
—¿C-Cuál?
—Es... —besito... va más hacia su pecho. Otro besito en el esternón—. Una idea improbable, de algo que parecía imposible... porque él no es gay, ¿sabes? Pero no es su culpa...
—Non? —Aprieta los ojos y se sonroja más.
—El chico le está pervirtiendo... —Niega con la cabeza y le abre un botón del pijama.
—¿Cómo es eso?
—Está jugando con su mente —le abre otro botón—. Haciéndole chistes fáciles, comprando pizzas de más...
—¿Intentas que crea que lo has hecho a propósito?
—Mais oui —lamidita en el esternón. Ejem.
—No te creo —traga saliva.
—Es parte de... la idea —Le abre otros botones sin dejar de besarle.
—¿Que no te crea?
—Mjm... Estrategia —Le besa un poco el pecho yéndose hacia uno de los pezones.
—¿D-De qué? —se tensa un poco con eso.
—D-De... —le acaricia el abdomen con las manos sin parar con los labios y ahí se tensa más echándose atrás—. Shhh... De conquista —insiste, un poco más suavecito pero constante.
No, es que vuelve a huirle un poco y el británico le mira porque tampoco va esto de hacerle algo que no quiera, quitándole las manos del abdomen.
Luxemburgo le mira con eso. Un poco. El galés trata de leerle y le sonríe un poquito con dulzura.
—Quoi?
—I love you... vamos a ver si por acá —se mueve un poquito más al sur, sin dejar de mirarle a los ojos.
Vuelve a apartarse.
Sube a besarle.
Le besa, eso sí.
Gales le besa todo lo profundo que puede, cerrando los ojos y perdiéndose el mismo un poco en ello, yendo a buscarle un poquito con la mano.
Vale eso sí funciona.
Gales hace una nota mental de hablar de esto tranquilamente en otro momento tomándole con la mano y haciendo lo que ya ha aprendido que le gusta.
No tarda mucho en pase lo que tiene que pasar.
La conclusión es que... no eres tú, es qué hay algo en esa otra cosa que le hace reaccionar mal. Quizás solo es que aún es pronto. Lo hablara con él. Sonríe mirándole a los ojos mientras pasa lo que tiene que pasar.
Echa la cabeza atrás respirando rápido y abriendo la boca.
Gales sonríe más, dándole un beso en el cuello ya que le deja esa zona a su disposición. Muajaja.
Luxemburgo cierra los ojos cuando hace eso.
Gales le deja disfrutar el culmen de la situación, acariciándole aún un poquito y diciéndole cositas dulces al cuello.
—Vamos a dormir...
—Oui.
—¿Puedo llevarte?
—¿Llevarme?
—Cargado... sé que no te gusta.
—Pues es que ya sé que a ti te va el rollo princesa pero.
—Venga, vamos caminando. ¿Estás bien? —Gales se ríe.
Asiente. Gales le sonríe y tira de él. Luxemburgo le sigue.
