Historia Paralela 5


—¿Cuál es su avance...? —

—Yuto ha respondido bien a cada terapia, tanto física como mental. Sin embargo, recomiendo un descanso mucho más largo y adecuado. Tal vez una visita a una casa de campo o un lugar cerca de la naturaleza le haga bien. —

Astral, que hojeaba el informe en sus manos, asintió sin apartar la vista de los papeles.

—Comprendo. ¿Hay algo más que desee agregar? —

—Sí, sería ideal que el joven Yuto realice ejercicios para fortalecer su corazón. De esta forma, evitaremos que desarrolle una insuficiencia cardíaca debido al estrés postraumático. —

—¿Puede desarrollarse insuficiencia cardíaca por estrés postraumático? —

—Es común en aquellos que han sobrevivido a zonas de guerra. Es un milagro que el joven Yuto pueda mantenerse en la realidad después de lo que ha vivido. —

Astral frunció ligeramente el ceño, pero mantuvo la calma.

—¿Tuvo alucinaciones? —

—Sí, al principio. Sin embargo, con medicamentos y terapia, ha logrado regresar a un estado pleno de conciencia. —

—¿Ha expresado algún deseo? —

—No realmente, pero su deseo de venganza parece ser lo que lo mantiene enfocado y cuerdo. —

Astral dejó escapar un largo suspiro mientras observaba por la ventana.

—Así que es así... —

No estaba sorprendido, aunque en el fondo deseaba que las circunstancias hubieran sido diferentes.

Después de despedir a la doctora con una inclinación breve, regresó a la habitación donde estaba Yuto, quien leía un libro en silencio.

"Aunque no me recuerdes, sigues siendo el mismo de siempre."

—¿Cómo te sientes? —

Yuto levantó la mirada, sorprendido, y cerró el libro con cuidado antes de inclinarse ligeramente en señal de respeto.

—Astral, estoy mejor. Gracias por su preocupación. —

Astral forzó una sonrisa.

Nunca se acostumbraría a que su propio hijo lo llamara por su nombre en lugar de "papá". Aunque no esperaba que lo recordara de inmediato, el vacío de ese título le dolía.

—Veo que tu caminar y tu tez han mejorado bastante. ¿Sientes alguna incomodidad? —

—No, en absoluto. Usted ya ha hecho mucho por mí. —

—¿Ya has comido? —

Yuto desvió la mirada, incómodo. Había olvidado comer, sumergido en su lectura sobre tácticas de guerra.

Astral suspiró suavemente. No podía reprenderlo abiertamente; no mientras Yuto lo percibiera como un benefactor distante y no como su padre. En su lugar, tomó el libro y lo colocó en el buró junto a la cama.

—Leer sobre estrategias es importante, pero no lograrás nada si no cuidas tu salud. ¿Te gustaría acompañarme a comer algo ligero? —

Yuto asintió, sintiendo un leve calor en sus mejillas.

Había algo tranquilizador en la preocupación de Astral, aunque no entendía por qué le parecía tan familiar.

Mientras caminaban por los pasillos, Yuto se detuvo frente a una sala de control. En una pantalla, un conjunto de símbolos brillantes llamó su atención.

—¿Invocación Péndulo...? —

—Ah, ¿ya la viste? —

Astral se acercó, calmado, y explicó:

—Es una técnica reciente creada por las Industrias Arckumo. Aún es limitada, solo accesible para la élite y unos pocos afortunados. —

—¿Por qué solo para algunos? —

—No hay una razón específica, pero es una treta contra la Corporación Leo, nuestros competidores. —

Yuto tensó el semblante al escuchar el nombre. Astral, notando el cambio, continuó con suavidad.

—Te dije que ellos son enemigos, así que no te sorprendas si escuchas más noticias como esta. —

Yuto abrió la boca para preguntar más, pero Astral lo interrumpió con una voz más firme:

—Por ahora, concéntrate en tu recuperación. —

El adolescente cerró los labios, frustrado. Aunque quería obtener respuestas, no podía ignorar la autoridad tranquila de Astral.

En el comedor, ambos tomaron asiento frente a una comida ligera. Mientras Yuto mordía un pan de masa madre, Astral bebía su té con una serenidad que rayaba en la perfección.

"¿No parece de la realeza?" Yuto hizo una pequeña comparación, como quien hace una broma. Y tomando luego un poco de té intento volver a su comida.

Claro, hasta que algo sucedió.

—¿Verdad que es bueno? —Preguntó Astral de repente, con un brillo travieso en los ojos.

Yuto se atragantó con el té y se apresuró a asentir, sus mejillas ardiendo.

—Es bueno que alguien en recuperación lo tome regularmente. ¿Te gustaría incluirlo en tu dieta diaria? —

—Sí, está bien. —

La conversación cayó en un breve silencio hasta que Astral preguntó con tono sombrío:

—¿Sigues pensando en vengarte? —

La pregunta heló a Yuto.

—Encontramos una forma de hacerlo, pero... —Astral fijó su mirada en él, seria pero no acusatoria—. Tendrás que renunciar a algo. —

—¿Renunciar a algo? —

—A tu pertenencia más valiosa. —

Astral desvió la mirada, dejando que el peso de sus palabras cayera sobre Yuto.

Aunque deseaba proteger a su hijo de todo mal, sabía que no podía evitar que enfrentara su propio destino.

Mucho menos, a sus propias batallas.