Amistades.

Los genins del equipo 8 estaban caminando hacia su destino para celebrar su día victorioso y relajarse, mientras anochecía lentamente.

Al llegar el puesto y sentarse, el chef miró a sus nuevos y no tan nuevo clientes - ¡Naruto-kun, tiempo sin vernos! - saludo el chef con una sonrisa.

Gracias a ese saludo energético por parte de Teuchi, una chica un poco mayor que los genins salió rápido de la parte de la cocina.

- Hola Teuchi-san, Ayame-san.

El hombre simplemente se rió por la cara de su hija, que estaba haciendo un puchero muy tierno - ¡Llámame nee-chan!

Naruto se sonrojo un poco de vergüenza – Pero no somos familia y… - fue interrumpida por Ayame, que le agarró con sus manos su rostro.

- Quizás no seas de esta familia, pero te vemos cómo un miembro más de esta ¿entendiste?

Naruto asintió con una pequeña aunque melancólica sonrisa.

El momento fue interrumpido por una leve tos del chef y Ayame miro a su alrededor, viendo a los otros dos niños a los lados de Naruto. Una chica con un sonrojo y un chico con una chaqueta gruesa y sin lentes - ¡D-Disculpe! - sonrojada de vergüenza, se fue a la cocina.

- Que...relación tan interesante tienes con ellos. - teorizo Shino mirando a su compañero un poco sonrojado.

- Si...me gusta estar aquí...me hace sentir muy cómodo...cómo un humano. - lo último lo susurro en un muy leve susurro siendo escuchado por sus dos compañeros muy preocupados por esa declaración.

- Esos malditos del consejo… - Shino pudo escuchar cómo el chef echaba chispas de enojo mientras entraba a la cocina. Miro a su compañera, intentando alegrar un poco a su compañero rubio por su leve decaída. Ella le devolvió la mirada, un poco sería, y asintió, diciéndole en silenció que había escuchado lo que dijo Teuchi.

¿Por qué el concejo haría eso ante un niño desconocido ante el mundo?

Vino el chef con 3 menús y, para alegrar un poco la atmósfera, el primer plato de los tres genins iban para la casa.

Quizás no mejoro mucho el animo, pero por lo menos hizo que Naruto se saliese del hoyo que se metió.


- ¡Maldita sea! - refunfuño cabreada Kurenai intentando encontrar alguna información acerca de Naruto, Kushina, Uzumaki o cualquier cosa.

Nada.

¿Kunoichis importantes? Kushina no estaba relacionada, ni siquiera su título de Akai Chishio no Habanero.

¿Uzumaki? Nada, reviso todos los clanes aliados o relacionados con Konoha durante los últimos veinte años y no había nada relacionado con algún Uzumaki.

¿Hechos importante? Nada, ni siquiera hubo algo particularmente tétrico para que un niño sea el paría de la aldea por las acciones de algún posible familiar del joven Uzumaki.

Durante todas esas horas, estaba en una biblioteca con la excusa para buscar información acerca de un mejor entrenamiento para sus genins; y aunque en parte era verdad, su misión primordial era buscar algo relacionado con su genin con problemas de la memoria. Buenas, malas, terribles, nada, no había nada relacionado con Naruto con la excepción de esa noche por el Kyubi.

¿Por qué Minato, el Yondaime, le daría ese peso tan grande a un simple niño sin tener un soporte? Ella no era experta en esas criaturas pero sabía que eran imposible de matar, herir si, pero matar no.

Pero si ese hombre le iba a sellar a Naruto para mantener de una sola pieza a Konoha ¿por qué no brindarle apoyo, seguridad, una familia, un hogar, por qué abandonarlo cómo un trapo sucio? Algo no cuadraba bien.

Suspirando, fue a la zona, en completo silenció y de la forma más callada posible a la parte más...privada de la biblioteca, dónde solo los chunins de mayor rango, jonins y genins con ordenes del Hokage pueden pasar, ya que había información quizás no crucial para la aldea pero si tenía algunas cosas importante de las mismas. Literalmente era un secreto a gritos.

Y comenzó con su búsqueda de información nuevamente, rezando a Kami que le diese una información o pista, aunque pequeña, de su genin.


- Lo dije en broma… - tanto Hinata cómo Naruto miraron sorprendidos ante un Shino igualmente sorprendido con dos platos lleno de comida del restaurante. Uno lo comía él y el otro sus insectos.

- Aparentemente necesito pedir minis platos de Ramen. - Hinata se rio en voz baja, Naruto se rasco su cabeza con una sonrisa algo divertida y Teuchi se mataba de la risa.

Ayame estaba detrás de Hinata con un rostro levemente de asco, no era muy fanática de los insectos.

- De todos los clientes que están relacionado con algún clan y tuvo que tocar un Aburame con la idea de mini platos para sus bichos. - Teuchi se quito una lagrima de su ojo después de que se tranquilizase de su risa – Creo que tendría que hacer eso para llamar la atención de esas personas de carácter de estatua...sin ofender.

Shino negó con la cabeza quitándole un poco de importancia – Hablare con mi tía, que es la mejor cocinera de mi clan que conozco para que te ayude en esa tarea. - miro a Ayame, que tenía una mirada casi azul – Y será mejor no traer a su hija al negocio. - Teuchi asintió ante esa declaración.

En las últimas dos horas estaban comiendo pacíficamente y simplemente charlando entre si de forma amistosa. Quizás Naruto era algo ausente en esas conversaciones y en más de una ocasión se puso un poco rojo de vergüenza al saber que le estaban hablando y no contestaba, admitiendo que no hablaba con muchas personas, sobre todo los chicos de su edad ya que o eran muy malos con él o sus padres siempre los llevaba lejos de él.

Naruto estaba conversando con Shino mientras que Hinata estaba conversando con Ayame.

- Yo no pensaría que a ti te gustase la comida con sabores fuertes. - se sorprendió Naruto ante la leve conversación con Shino.

- Gracias a Kaa-san por ese gusto con sabores extremos, por eso puedo disfrutar de este ramen de sabor muy picoso.

- Yo habría jurado que comías solamente alimentos más...neutrales o dulces.

Se escucho un leve bufido por parte de Shino.

- I-Igualmente yo, N-Naruto-kun. Pensaba que comías solamente ramen. - se unió la conversación Hinata después de charlar con la hija del chef.

- Bueno, el ramen es delicioso y todo pero me gusta comer todo lo que prepara Ayame-nee. - la mencionada se sonrojo por ese comentario – Si fuese por mi comería en cualquier parte...pero bueno...no me aceptan por nada.

- N-Naruto-kun…

Antes de que algunos de los dos genins pudiese decir algo, Naruto se giró hacia atrás para ver...¿algo?

Los dos genins se miraron entre si algo confundidos, hasta que sintieron un instinto asesino. Era muy leve y un hazmerreír si se comparaba con esa anbu pero lo sintieron y se voltearon para ver la razón.

Fue el Equipo 7, que tenían un poco de tierra, se veían algo cansados, con miradas penetrantes y sus rostros estaban llenos de marcas de arañazos de algún gato, el único que se salvo, aunque salió un poco rasgado era Sasuke, Sakura estaba llena de arañazo de su rostro y brazos y Kiba tenía un ojo morado con forma de una pata de gato.

Por un leve instante pensaron en la mimosa e inofensiva Tora.

Sasuke, saliéndose de su mundo, fijo la mirada de Naruto cuando se percato de su presencia, que este simplemente lo apartó la mirada y volvió a comer ya que vio que le devolvía la mirada. El Equipo 7 fue al restaurante y se sentaron en los asientos disponibles. Sakura al lado de Hinata aunque por alguna razón Ayame la miro muy mal. Kiba al lado de Shino. Sasuke apartado de los demás aunque seguía mirando a Naruto con ojos no tan buenos.

Shino y Hinata se miraron un poco confundidos. Los dos sabían que la relación entre Naruto y Sasuke no era de los mejores, pero las miradas de los chefs Padre-Hija lo dejaban algo confundidos ya que miraba muy mal a Sakura y Sasuke ¿hicieron algo mal en el pasado?

En el silenció algo incomodo, Kiba lo rompió con una mirada muy presumida - ¿Saben cual fue nuestro sensei?

El Equipo 8 miraron a Kiba algo confundidos. Durante la selección estuvo los nombres de tanto los genins que iban a formar algún equipo cómo el sensei que los iba a entrenar y sabían que era Kakashi Hatake.

- Todos lo sabemos, Kiba. - Shino explico mirando a su antiguo compañero de academia – Aunque ciertamente he escuchado alguna que otra cosa de ese tal Hatake ¿Qué lo hace especial?

- ¡Simple, somos el único equipo que pudo superar su prueba de graduación! - Sakura gritó de alegría.

- El nuestro también nos hizo una prueba para ver si estamos aptos. Quizás no fue tan...¿extremo cómo el suyo?

- ¿Qué fue? - pregunto Kiba mirando a Shino.

- Solo nos hizo que utilicemos nuestras mejores habilidades que teníamos en nuestro arsenal. Sobre todo sabien… - fue interrumpido por Sasuke por su bufido graciosamente molesto.

- Si esa tal jonin cualquiera hizo eso para pasarlo posiblemente sea una don cualquiera y simplemente puso a los peores genins en ese equipo.

Tanto Hinata cómo Shino miraron mal al Uchiha, pero sintieron cómo se le erizaba un poco su piel al sentir rabia de cierta persona.

Hinata miró a su compañero y se fijo que tenía su mirada centrada en su plato y su mano, que sujetaba los palillos tan apretados hasta dejar sus nudillos casi blancos.

- K-Kurenai es una jonin nueva… - Hinata quiso defender a su sensei, pero fue interrumpida por Sasuke.

- Más razón para poner a los… - mirando a Naruto - ...perdedores bueno para nada.

- No hables de Kurenai-sensei de esa manera. - con voz muy helada y una mirada ardiente fijada en Sasuke, que este simplemente bufo.

- Yo hablo de quien yo quiera cuando me de la gana.

Shino puso su mano en su hombro deteniéndolo de que haga algo tonto.

- ¡Ya chicos, tranquilícense! - exclamó Sakura con un suspiro – Venimos aquí para comer en paz ¿no?

Shino y Hinata miraron a Sakura, pensando que estaba tomando un rol netamente neutral.

- Sobre todo sabiendo que Naruto es un peso muerto para el Equipo 8, quizás lo metió solo por lastima sabiendo de lo molesto e irritante que es.

Eso fue todo.

Naruto se levantó y se fue corriendo, haciendo que Sakura simplemente negase con la cabeza, Sasuke lo mirase con una mirada algo alegre y Kiba intentaba no reírse.

- ¡¿En serió no puede aguantar una simple ofensa?! - Kiba estaba que se caía de la risa, aunque su perrito lo miraba un poco mal y bastante avergonzado.

- Siempre es así, huyendo de los problemas. - con un leve bufido que saco Sasuke de victoria mirando dónde salió corriendo.

Si antes los compañeros de Naruto estaban rojos de furia interna, Sakura fue que derramo el vaso.

- No me sorprende que aún siga siendo un huérfano, siempre es tan molesto y por razón ni sus padres lo quieren.

- ¡Cállate! - en un susurro fuerte, sorprendiendo a Sakura por el dueño de esa voz. La tímida y siempre no tan combativa Hinata, mirándola fijamente con su Byakugan activado - ¡No sabes lo qué estas hablando!

A pesar del miedo que Sakura sentía, encontró un lugar en su cobardía para poder defenderse – S-Se nota que te gusta, los inútiles son combatibles con inútiles.

Antes de que Hinata se lanzase a Sakura por ofender a su amigo, Shino golpeó fuertemente la mesa y haciendo que sus bichos saliesen poco a poco de su chaqueta con sonido muy enojados – La razón que Naruto nunca te hizo algo por todos tus berrinches fue que sentía alguna especie de amistad hacia ti. - mirando a Sakura con sus ojos marrones muy fríos. - Solo lo aprovechaste para golpearlo cada vez que podías, siempre usando la excusa de ser una persona "Molesta". - fijo su mirada en Kiba – Pensaba que los Inuzukas eran muy leales a su manada pero veo que son muy...selectivos a quien considerar "Manada". - miro a Sasuke – No puedes simplemente igualar en poder con Naruto. Siempre tuviste alguna ayuda parte de los senseis y nadie se quejaba. Estabas muy adelantado por los demás y no por ser Uchiha y no veo que clase de competitividad veo por parte tuya con Naruto… - miro su plato y lo que supo Hinata al mirarlo agradecida fue que sus palillos estaban rotos de la mitad por su ira – La comida era mejor caliente. - dejo un poco de dinero e igualmente Hinata.

Aunque pudieron escuchar cómo Teuchi y Ayame los regañaba de tono bastante temible a los tres genins.

Después de alejarse del restaurante a una distancia lejana, Hinata chillo de enfado - ¡I-Increíble que esa zorra…! - Hinata estaba cabreada que quería arrancarse los pelos de la cabeza y haciendo que Shino se alejase un poco.

- Quizás pueda comprender en algunos puntos en ellos, sobre todo a Sakura por su insistencia por la equivocación de Naruto por "Novios". - Hinata, por un momento, miro shockeada ante las palabras de su compañero – Pero de ahí a simplemente echarle todo el salero de sal a la herida que sabe que tiene es una ofensa muy perjudicial y le recuerda su estado...lamentable.

Hinata se sintió un poco tranquila de su explicación, pero aún así se sentía muy enojada – No tienen derecho a ofenderlo de esa manera por qué es muy fácil para ellos hacerlo. - Shino asintió – Nos necesita, más que nunca.

- Sé que tuvo una infancia peculiar, pero por lo visto por sus reacciones en estos días me da un poco de miedo la vida que en realidad vivió. - Shino miro a Hinata y los dos asintieron y se marcharon a sus casas.

Aunque Shino tenía una duda ¿por qué Sasuke no defendió a Naruto si estaba, más o menos, en la misma posición con Naruto? Los dos eran huérfanos y posiblemente Sasuke se sentiría muy enojado con respecto a eso ¿por qué lo dejo pasar de forma tan obvia?

Y un cuervo salió volando, observando toda la situación.


- ¡Demonios! - cerrando el libro de personas de muy mayor importancia para la aldea, puso en la columna de libros sin tener ningún conocimiento o pista acerca de Naruto.

Ni clanes.

Mercenarios.

Bandidos.

Personas más peligrosas.

Nada.

Sintiéndose fatigada y rendida ante un callejón sin salida, se iba a marcharse. Se detuvo al escuchar una cosa cayendo del suelo.

Miró la columna de libros pero todos los libros estaban en una perfecta columna sin posibilidad que cayesen.

Provenía de otra cosa.

Observo por el suelo por la algo pequeña sección privada de la biblioteca y lo hayo en el lugar más sospechoso.

Estaba en el suelo justamente donde estaba la única ventana del salón, abierta recientemente.

Mirando por todas partes antes de caminar hacia el libro, no sin antes de asegurarse que no fuese algún tipo de genjutsu, lo último que quería era tener otro susto por parte de esa mujer.

Con el pie y estando lo más lejos de la ventana acerco el libro y lo agarró. La primera sorpresa fue que la portada era algo muy familiar, era el mismo cómo el peine que tenía Naruto cuando se lo regalo la secretaría y las chaquetas que tienen los chunins y jonins. Pensando que era una...coincidencia enorme, abrió la primera pagina…

Uzumaki…¿¡el que escribió esto era UN Uzumaki!?.

Con gran sorpresa y mirando por todas partes hasta mirando por la ventana abierta, pero no vio a nadie. Sabiendo que posiblemente noten su presencia tarde o temprano por ese ruido, salió lo más rápido y normal posible sin llamar la atención de cualquier persona.

¿Quién fue el responsable de esto?

Al llegar a la casa y cerrar todas las puertas y ventanas y poner un genjutsu para que la vean hacer otra cosa, fue a su cuarto y abrió el libro y comenzó a leer…

"Por Kami"

Si antes no estaba nerviosa por tener una caja de información en sus manos, estaba helada…

¿Por qué Konoha borró a estos aliados desconocidos?

No fueron simplemente algún clan que se alió por unos días y se fueron para jamás verse. Si lo que el libro decía era verdad los Uzumakis era el principal clan, junto con Senju y Uchiha que pudo realizarse la construcción de la aldea. Sin ellos los dos clanes posiblemente se seguirían matándose entre sí y la creación de las aldeas estaría más tardar, jamás se hubiesen creado o hasta inclusive fuesen los últimos en crearse una aldea.

Si Konoha pensaba que era la primera aldea ninja oficial dentro de una nación, pero eso es una mentira, fueron los Uzumakis que crearon la primera aldea oculta y eso fue bastante tiempo atrás, mucho antes de que naciese Hashirama o Madara.

Pero había algo curioso entre estas hojas. Hubo un dibujo de una persona con ojos muy raros con lineas circulares alrededor del iris. Al intentar leer el...¿nombre, explicación? Están enredadas y más bien pareciera un acertijo. Pero al intentar acomodarlas se desacomodaban y cambiaban de letras y le daba jaqueca.

El libro tenía mucha información. Personas, algunos jutsus, una pequeña explicación de su aldea. Había mucha información y mucho en que procesar.

..

.

Pero hay un problema.

Este libro, en cierto modo, le pertenecía a Naruto hasta averiguar la verdad completa de Naruto, pero ¿si este libro fuese falso, un libro creado para darle falsa esperanza de pertenecer a un clan?

Miró el libro con ojos serios, la única forma de estar muy segura sería hablar con persona que le dio este libro, pero ¿Quién?

¿Esa mujer? ¿por qué no le entrego antes este libro o la estaba probándola de alguna manera sin que Kurenai se enterase?

Se sentó en su cama masajeándose la cabeza, teniendo una guerra interna de ocultarlo hasta saber la verdad detrás de Naruto o dárselo sin pensarlo, pero ambas opciones tiene sus desventajas.

Si kurenai se tarda bastante de hallar alguna respuesta y Naruto descubre que le oculto información de su posible sangre toda la relación y confianza que tenía con el genin se destruiría. En cambió, si se lo da y se descubre que no tiene nada que ver con él, se sentirá traicionado por su sensei creyendo que le estaba tomándole el pelo de una manera muy cruda.

Estaba entre la espada y la pared.


No tenía mucho animo de ir a casa.

No pensaba o intentaba no pensar mucho en la casa vacía, que nadie lo esperase para recibirlo con un abrazo, una cena...hasta algún regaño por llegar tarde. Siempre funcionaba, ya que intentaba pensar en otras cosas para no concentrarse en ese detalle.

Pero Sakura no solo saco ese tema, sino que abrió y le hecho aceite hirviendo a la herida. Siempre lo negaba, que sus padres murieron después del ataque del Kyubi o que murieron por una misión...pero el pensamiento que lo abandonaron…

Sentándose al lado de su puerta, con esa idea en mente de su abandono, hasta la idea de que le metiesen al Kyubi en su interior a propósito y luego abandonarlo a su suerte para verlo sufrir.

Esa idea oscura le fue dada por Hiruzen, hace muchos años, cuando le pregunto por última vez por ellos.

"No traerá a los muertos de vuelta."

Supo que estaba mintiendo ¿si estaban muertos, por qué no llevarlo a las tumbas de ellos para hablar...despedirse? Sólo hubo una explicación en eso.

Ellos estaban vivos y Hiruzen, por alguna razón, no quiere decir esa verdad.

Lo podría aceptar...estaría aliviado de saber algo de ellos aunque supiese que lo odiasen por vivir. Pero esos pensamientos estaban en su cabeza perforándolo desde ese día.

Sus padres jamás lo amaran.

Fue eliminado de sus pensamientos oscuros al sentir un leve roce. Miró abajo y vio a Tora. Su cabecita estaba al lado de la suya con una mirada muy preocupada.

- Es...Estoy bien. - Tora no le creyó...ni el mismo Naruto se creyó en sus propias palabras – Solo… - se levantó para dirigirse a su casa. No le preocupaba mucho su salud pero si le preocupaba a su amiga gatuna...¿única?

Agitó su cabeza de esa...¿estupidez?. Sus compañeros...no podría confiar en ellos...pero...¿por qué ellos se preocupaban tanto, dándole confianza, hablar por él, darle sonrisas...le estarían...mintiéndole para poder acercarse y lastimarlo cómo todos?

Pero...¿y Kurenai?

Quitándose las lagrimas de sus ojos, abrió la puerta y entró en su siempre solitaria casa.

Antes de dirigirse a su cama. Escucho los maullidos de Tora - ¿Tienes hambre? - le preguntó siguiéndola a la pequeña cocina. Pero vio en su nevera una nota, la misma que miraba Tora señalándolo con su pata.

Lo agarró y, por lo poco que podía saber de lectura gracias a Kurenai, leyó – Lo siento. Por Gai. - Naruto suspiro, no era la primera vez que le robaban lo poco que podía tener en su casa aunque era la primera vez que le dejasen una nota de disculpa.

Sintiéndose traicionado por abrirse, aunque fuese poco, por parte de Gai...Kurenai...abrió la nevera a ver si le dejaron un poco de leche y rezando que no este vencida...

Estaba lleno.

Pestañeando varias veces, rascándose los ojos para ver si sus ojos estaban mal, pero ahí estaban; la primera vez que veía su nevera llena con distintos alimentos.

Tragando saliva, fue a los demás cajones y vio que estaban llenos.

Pestañeando, levantó la nota que le escribió Gai...¿Gai le dio esto por darle malos recuerdos de su pasado?

Los pensamientos oscuros se desvanecían poco a poco de su mente y solo reflejando lo que paso en estos días...felicidad.

Jamás se había sentido tan feliz con desconocidos, con gente que le aprecia…

Apretando su mano con fuerza, protegería esa sensación...ese sentimiento – Juro...Juro que no caeré más en la oscuridad...por ellos.

- No estás solo.

Escuchando una rara pero familiar voz, miro por todas partes. Miro a Tora en el piso, que lo miro con la cabeza inclinada - ¿Me-Me hablaste? - sólo maulló cómo respuesta.

Cerró los ojos...es verdad...no estaba solo…

Tiene amigos.

¡Al carajo si su familia lo abandono por el Kyubi o por otras circunstancias, si ellos lo querían verle sufrir se arrepentirán!

Mirando todas las cosas que le dejó Gai, asintió y agarrando varias cosas en la nevera y cajones.

Por alguna extraña razón, aunque fuese la primera vez que cocinaba solo sin compañía de Ayame, se sentía...natural.


Si Gai o Lee hubiesen llegado tarde uno de los dos lo hubiese regañado al otro, pero en este caso era Naruto.

En otras circunstancias no hubiese pasado nada, Gai y Lee eran personas muy madrugadoras para su entrenamiento matutino y no sabían muy bien si Naruto era una persona que le molestase que lo levantasen muy temprano. Pero esto no era una circunstancias normal.

Gai se sintió un poco preocupado que Naruto se sintiese ofendido por marcarle algo ayer, sobre todo por su pupilo que tiene una relación aparentemente cercana con ese genin aunque no lo recordase. Y no podía imaginarse cómo reaccionaría si Lee se enterase que fue su culpa que tuviese odio hacia los dos por la bocaza del jonin.

Sobre todo por Kurenai.

Miró a su pupilo y lo miro también nervioso, haciendo preguntarse a si mismo del por qué ¿acaso se culpaba por sus reacciones algo llamativas por la comida de Ayame?

Antes de hacer alguna acción, los dos pudieron ver a un Naruto corriendo hacia su dirección con bolsas muy llenas de algo.

- L-Lo siento por llegar tarde. - se disculpo el genin con una reverencia.

- No tienes que preocuparte por ello. - intentó decir Gai con la voz más neutral posible, en su interior se sentía muy aliviado que Naruto no le hubiese pasado nada.

- Hai, no todas las personas no son madrugadoras cómo nosotros. - Lee se acercó a su amigo, que se veía un poco más relajado que ayer - ¿Qué son esas bolsas que llevas?

- Lee, eso no…

- E-Esta bolsa es para ustedes. - alzo la bolsa con su mano izquierda – E-Es un agradecimiento de mi parte por lo que hiciste ayer, Gai-sensei.

Gai puso una sonrisa, ya imaginándose lo que podría tener...aunque estaba asustado.

- Muy bien, después nos lo muestra a la hora de comer ¡A avivar nuestro fuego de la juventud!

- ¡Yosh! - los tres corrieron, aunque primero el rubio dejo las bolsas a un lado para su carrera matutina alrededor del lago.


Kurenai tocó a la puerta a la única persona que podría confiar en estos momentos muy críticos para ella.

Al abrirse la puerta ante una Anko casi desnuda y una mirada somnolienta pero muy asesina. Antes de que pudiese decir algo, Kurenai entró a la casa y llevándose a Anko al asiento más cercano para que las dos se sentasen.

Después de que Anko se fuese para verse más presentable y buscar dos tazas de té, Anko miró a su mejor amiga con algo de recelo - ¿Eso que me hiciste para levantarme a las cinco?

Kurenai suspiro, haciendo preocupar un poco a su amiga – Eres la única persona que puedo confiar en esto y que me pudieses ayudar.

Anko la miró con la ceja alzada - ¿En qué?

- ¿Recuerdas a mi genin, Naruto Uzumaki? - Anko asintió, pero aún su mirada de confusión era visible. Kurenai suspiro – He encontrado mucha información y no sé si puede ser verdadera o no...o que tenga alguna relación con mi genin.

- ¿De qué mierda estás hablando?

Kurenai miró a su mejor amiga – Qué estas palabras no salga de este sitió. - Anko asintió ante las palabras muy serías.

Durante la media hora, Kurenai le explico todo lo que pudo encontrar, reunir y sorprenderse durante estos días relacionado con Naruto-dejando de por fuera su reunión con esa mujer-y saco el libro.

Anko se cruzo los brazos al ver ese libro con una ceja alzada – Que raro…

- ¿Raro?

- Por alguna razón...¿por qué tú lo tendrías? - antes de qué Kurenai pudiese indagar algo, Anko se levantó de su asiento – Ayudaré en todo lo posible en buscar algo relacionado con ese gaki que una jonin cualquiera no pudiese indagar sin levantar alguna sospecha.

- Gracias por esta ayuda. Pero ¿por qué me ayudas?

Anko, por un leve instante, se toco levemente su cuello – En cierta manera me identifico con ese gaki, tener algo en tu ser que este más allá de tú control. - Kurenai asintió, sabiendo de lo que estaba hablando – Además hay algo muy raro alrededor de ese gaki.

Kureani asintió ante las palabras de Anko – Solo espero que se pueda ver un poco de luz en esto.

Después de charlar algunas cosas para relajar el ambiente y despedirse, Anko miraba a través de la ventana a su mejor amiga.

- ….¿Por qué Kurenai tiene el libro que siempre oculta Ibiki?


- Buen trabajo Naruto. - el rubio fue felicitado por Gai, que estaba un poco más cansado de estar en una pelea amistosa con Lee. A diferencia de ayer que el jonin detuvo el combate, dejó que peleasen hasta que uno de los dos no pudiese más.

A pesar de que Naruto salió derrotado del combate por más golpes dados aún así Naruto pudo defenderse bien de Lee gracias a los consejos que le dio Gai ayer, desde mantener una postura más centrada en la defensiva. Pero Naruto mezclo esa postura defensiva de estar siempre esquivando y atacar en el momento oportuno, Naruto ataco en una mezcla de forma defensiva/ofensiva haciendo que en más de una ocasión Naruto le diese un golpe a Lee. Aunque su compañero de combate se contenía, aún así era impresionante que un novato pudiese dar varios golpes a alguien más experimentado en taijutsu.

- Más de una ocasión me sorprendiste en la guardia baja pensando que la tenía alta. - comentó Lee mientras se masajeaba el hombro por un golpe bien dado.

Naruto soltó toda la guardia que tenía y se lanzó, sorprendiendo a su oponente y dándole una patada en su hombro y, por primera vez, tumbándolo al suelo.

- Aunque ese movimiento fue uno muy bien hecho, arriesgarse ese tipo de ataques es algo que hay que pensar muy bien.

- ¿En serió? - Naruto preguntó ante las palabras de Gai.

El jonin asintió – Tus movimientos impredecibles le da un buen margen de ataque hacia el oponente, pero cuando tu enemigo se percate de tu impredecibilidad va a mantenerse alejado de ti o hasta inclusive podría tener un truco de aumentar su defensa aún más alta.

Lee asintió – Ese ninja renegado y su armadura de roca fue una tortura total.

Gai asintió, si de por si esa defensa de roca con chakra era destruible con un potente golpe, el problema fueron los rehenes en ese momento.

Alejándose de esa misión agria por el sonido de su estomago rugiendo por comida, igual cómo la de Lee.

Los dos se rieron de forma avergonzada, pero no se enteraron que Naruto fue a buscar una de las bolsas y trajo dos cajas de comida.

Gai, aunque tenía esa idea de que contenían esas bolsas, miraba un poco dudoso a Naruto – Está comida es un agradecimiento por ayudarme en todo y… - miró a Gai, que asintió sabiendo lo que quería decir el rubio.

Los dos ninjas agarraron una caja. Aunque Lee no tenía problemas, Gai estaba un poco nervioso. Su pupilo a veces preparaba comida para el equipo y...no salía bien. Quemada. Pasado por un condimento. Picaba y hasta inclusive no cocino muy bien un pescado cazado hasta tal punto que aún estaba vivo.

Miro a su nuevo genin, que tenía una mirada algo preocupada y sus manos se tocaban entre si de manera nerviosa.

Tragando saliva internamente, abrió la caja al mismo tiempo que su pupilo.

Su olor...su textura...era increíble. Aunque Gai comparaba este tipo de comida por su pupilo-que también era huérfano-, la comida estaba visiblemente bien y se veía apetitosa.

El arroz de un color blanco con una buena cocción con verdura mezclada y trozos de carne dispersos. Hasta juraría que Naruto hizo un dibujo de un dedo levantado de aprobación hecho de sal.

Aunque la comida era muy normal en estética, el problema sería el sabor ¿muy salado, la carne le faltaba cocinar? Aunque la mujer de ayer dijo que Naruto cocinaba pero en estos momentos y su perdida de memoria le hacia sudar un poco.

Nuevamente, los dos probaron la comida, uno ansioso y otro un poco nervioso.

Los dos, al comerse un poco de la comida, se tensaron al mismo tiempo.

Gracias a eso, Naruto se puso ansioso - ¿T-Tiene algo malo?

- Esta comida… - Gai tenía la voz casi hueca, preocupando más a Naruto - ¡Esta deliciosa! - de un salto y levantando la comida al cielo, cómo si los dioses lo hubiesen preparado para él - ¡La sal, las verduras, el arroz, la carne; hacen una combinación tan perfecta cómo si el mismo Kami de la cocina lo hubiese preparado personalmente!

Lee estaba comiendo cómo cómo si no hubiese un mañana mientras asentía ferozmente. Tragando un gran bocado - ¡Naruto-kun, si algún día abres un restaurante, me tendrás a mí cómo cliente diario!

- ¡No, dos clientes diarios! - corrigió Gai mientras comía y gustaba el sabor.

- ¡Por kami, Tenten tenía la razón de la comida de Naruto-kun! - se levantó cómo un rayo y se fue corriendo cómo un loco mientras gritaba - ¡Se lo tengo que deciiiiiiiiiiiir!

Los dos se miraron y se rieron. Naruto sosteniendo la boca para sostener la risa mientras que Gai caía al suelo de la risa.

Después de tranquilizarse un poco los dos, Naruto miro a su sensei del taijutsu - ¿Tenten?

- Bueno, jamás la viste así que no me sorprende que la hayas conocido, pero si a su tou-san, le preparaste una comida muy deliciosa.

- Pero… - intentando pensar, pero se sujeto la cabeza - ...Es la primera vez que cocino para alguien...la primera vez que cocino por mi cuenta propia...¿por qué no lo recuerdo?

Antes que Naruto pudiese hacer alguna acción, Gai puso su mano en su cabeza, haciéndolo mirar al jonin – Naruto, no te voy a mentir. - lo dijo con una forma sería, haciendo que Naruto le prestase más atención – Tienes problemas con la memoria, quizás te hayan golpeado en la cabeza en algún momento de tu vida y gracias a eso olvidaste algunas cosas...¿te golpearon en algún momento?

Si antes esa idea le molestaba, viendo a Naruto apartando la vista, tragando saliva y una mezcla entre ansiedad y miedo le hacia hervir la sangre.

Sabía que su vida, gracias al Kyubi en su interior era mala. Pero, y no quería saber esa respuesta ¿Qué tan mala fue?

- No tienes que preocuparte. Usualmente regresa sola ¡hasta podría recordar esos huecos mañana o dentro de los próximos cinco minutos! - gracias a las palabras de Gai, Naruto se relajo un montón.

Aunque Naruto sabía que Gai estaba mintiendo en algo, pero estaba contento que lo quisiese ayudar.


El equipo 8, después de su reunión matutina, estaban dirigiéndose a la torre del Hokage.

Al llegar a la secretaría, que estaba acomodando algunos papeles en el escritorio. Al alzar la vista se asusto un poco por sus miradas.

Kurenai estaba teniendo una pelea interna.

Shino estaba de brazos cruzados pensando en algo.

Hinata quería matar a alguien.

Naruto, con una bolsa algo grande en su espalda, que miraba a sus dos compañeros cada tanto.

- ¿El Hokage está disponible? - la secretaría casi dio un salto del susto. Mirando a la jonin, negó con la cabeza.

- Está en reunión con el consejo. - le dio un papel que estaba en el escritorio – El Hokage me dio todas estas misiones para los ninjas.

Kurenai asintió y vio cuál era su misión...ese gato.

Suspirando, agradeció y los cuatro se fueron, dejando a una secretaria con una sonrisa algo tensa.

Durante el camino para salir de la torre, se encontraron con Gai y su grupo de genins. Los dos equipos de detuvieron, mientras los jonins se saludaban de forma amistosa, Lee y Tenten fueron a los genins del equipo 8 mientras que Neji miraba de forma sería a su prima y para su sorpresa Hinata le devolvió la mirada. Normalmente apartaría su mirada, pero ahora pareciera más decidida que le hizo preguntarle que le habría pasado.

- ¡Hola Naruto-kun! - saludo de forma amistosa Lee, aunque lo raro de él era que tenía el cachete algo inflamado.

Naruto asintió, aunque los dos compañeros del rubio se preguntaron "¿Dónde lo conocía?" pero no dijeron nada por amabilidad, además puede ser que Lee sea un conocido de antes.

Naruto, mirando el, posible, golpe en su rostro, miró de forma preocupada a Lee. La única persona que se percato de eso fue la chica de Gai – Tranquilo por ese golpe de Lee. - todos miraron a Tenten, agitando su mano de forma despreocupada – Solamente Lee no quería compartir.

- Pero era mió. - lloró de forma muy exagerada recordando ese robo discriminado.

- ¡Pero también quería!

- Di-Disculpen… - Lee y Tenten miraron al rubio - ...¿de qué están hablando?

- De tú comida. - dijo sin rodeos Tenten - ¡A pesar de llevar mucho tiempo sin comer tu comida que preparaste ese día, aún así sabe tan delicioso cómo recuerdo! - los ojos de Tenten tenían corazones al recordar esa delicia pasada y de más temprano.

- Bueno… - se masajeo el hombro un poco avergonzado de ser alagado. Podría aceptar por parte de Lee o Gai ya que a veces exageran algunas cosas, pero una persona alabándolo por su persona, sobre todo por una desconocida le da vergüenza - ...no tengo problema en prepararte una comida para ti.

- ¡¿De verdad?! - Tenten le agarró las manos y las sacudía fuertemente - ¡Arigato Naruto-san!

- H-Hai.

Shino tosió, viendo que su compañero se estaba poniéndose bastante nervioso – Déjalo en paz por un momento o se negara en servirte alguna comida.

Tenten miró un poco confusa al Aburame, pero cuando vio a Naruto y vio que estaba bastante incomodo. Soltándolo con un fuerte sonrojo de vergüenza – L-Lo siento.

- N-No tienes que preocuparte, pero…

- ¡Tranquilo, yo se lo llevare! - Lee salió cómo la respuesta.

- Arigato Lee-kun. - agradeció Tenten con una sonrisa – Y espero que venga...completo. - se masajeo su cabello, donde estaba sus bombones – O vas a sentir cómo se siente un pez al ser pescado por una red.

- ¡Hai, Tenten-sama!

Todos se rieron ante la exageración y la firmeza de una flecha ante la mirada amenazadora de Tenten.

Los dos jonin sonrieron ante la interacción entre los equipos.

- Supongo que Neji y Hinata tiene cierta historia ¿no? - pregunto Kurenai viendo a Neji, alejado del grupo y mirando a Hinata de cierta manera no tan sana.

- La verdad jamás le saque esa respuesta. Sólo sé que paso algo en el clan Hyuga, pero de ahí no se que más.

Kurenai se masajeo el mentón recordando algún suceso - ¿No será por ese suceso con Kumo?

Gai levantó los hombros – La verdad no estoy seguro. Sé que se resolvió a puertas cerradas y no sé por qué Neji se involucraría, era sólo un niño.

Kurenai asintió dándole la razón a Gai. Era casi el mismo asunto que Naruto ¿Cómo Naruto pudo decidir si quería a esa bestia en su interior cuando era bebe? Pero aún así ¿por qué Neji odiaba a Hinata si era una edad menor que él y no podía hacer gran cosa?

Después de la practica, los dos equipos se separaron.

El equipo 8 para realizar su misión.

El equipo de Gai para buscar su propia misión.


- Qué día tan largo. - se quejó Hinata, acostándose en la grama junto con sus dos compañeros.

- 5 Misiones rango D en un día puede ser algo estresante. - Shino miró a su compañero rubio – Pero gracias a tus clones las cosas fueron más llevaderas.

- Arigato.

Kurenai sonrió ante la relación que tenían entre los tres, mientras practicaban un poco de todo. Aunque Kurenai no sabía que tanto se abrió Naruto ante sus compañeros pero vio que se sentía más relajado...más seguro.

Sus pensamientos y la conversación de todos fue detenida por un fuerte rugido estomacal por parte de todos. Algunos se sonrojaron por la vergüenza aunque Hinata les gano por tener un sonrojo color tomate.

- ¡Ah, cierto! - corrió hacia uno de los postes de entrenamiento, donde Naruto dejo su bolsa de gran tamaño y saco varios embaces de comida.

- ¿Eso… - pregunto Kurenai algo curiosa.

- Es...un regalo. - le dio un embace para cada uno de ellos; al entregarle una a Kurenai, la miró a los ojos y – Un agradecimiento.

Kurenai se sonrojo ante la profundidad de su explicación hacia ella – A-Arigato. - agarro su parte de la comida y se sentó junto con sus genins.

Al abrir los embaces, no estaba tan caliente cómo los que les entrego a Gai y a Lee pero estaba lo suficiente para disfrutar su olor.

- Mis insectos están bastante excitados y muy alborotados. - todos miraron sorprendidos ante Shino. El Aburame suspiro – Están babeando ante el olor.

Las dos chicas asintieron y no culpaban a sus bichos. El olor de la comida era tal que casi hicieron babear.

Aunque claro, una cosa era el olor y otro el sabor.

Los tres, al mismo tiempo, probaron la comida de Naruto.

Kurenai se puso roja de felicidad.

Hinata casi se desmayaba.

Shino intento que sus bichos no le robasen su comida.

Los tres siguieron comiendo, hasta que se percataron que el único que no estaba con ellos comiendo era Naruto.

- ¿Qué pasa? - pregunto Hinata, preguntándose por qué no comía con ellos.

- Bueno...solo prepare lo suficiente para ustedes. Tranquilos yo no tengo hambre. - su estómago gruñó de protesta – Aunque no era la primera vez que no como durante un tiempo. - susurro, pero los tres lo escucharon a la perfección.

Los tres se miraron y asintieron.

Los tres le dieron su propia comida - ¿C-Chicos?

- Nosotros somos un equipo, debemos estar siempre unidos para cualquier cosa. - explico Shino.

Pero lo que reventó el vaso a Naruto fue las palabras de Hinata – Sobre todo ya que somos amigos y los amigos se cuidan entre si.

Los ojos de Naruto se volvieron vidriosos. Tenía sus dudas con respecto a sus compañeros por lo que paso ayer, pero sabiendo que sus compañeros lo miraban más que un simple compañero de equipo...lo miraban cómo un amigo.

- Ari...Arigato chicos. - se limpio los ojos para que no lo viesen que estaba a punto de llorar. Simplemente se sentó al lado de ellos y compartieron la comida entre ellos.

Riéndose mientras miraban cómo Shino intentaba que los bichos hiciesen una huelga por la comida sagrada.


- Aparentemente él esta en buenas manos. - la voz del chico hizo que la mujer, con una taza de té en las manos lo mirase directamente a los ojos.

- Ya veo… - se masajeo el mentón ante la vista de la esfera de cristal al frente suyo - ...Entonces Kurenai puede ser beneficiosa para mi...para él. - se levantó, haciendo que la esfera se apagase y el chico lo siguiese – Me pregunto...¿Qué pasaría si Kurenai se enterase de la verdadera sangre de Naruto?

- ¿Por qué no se lo dijiste en su momento?

- No podría confiar en ella...pero ahora si...puedes irte gusano.

El chico asintió y se fue caminando.

- … - tomo un pequeño sorbo de su té. Abrió la puerta, entró y la cerró.

- Me pregunto. - el chico miró al recién llegado - ¿Qué habrá dentro de ese cuarto?

El chico simplemente bufo de forma algo melancólica – Sólo es una parte de su pasado...un pasado que quizás no entiendas.

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