Recuerdo robado.
Recuerdo recuperado.
Después del susto inicial, tanto de Kurenai que por la espada absurdamente liviana/pesada y de sus compañeros ante esta habilidad misteriosa de la espada, comenzaron su entrenamiento de equipo diario.
Naruto demostró su avance en el combate cuando derribo y recibió pocos golpes de sus compañeros. Haciendo sorprender y, para la gran sorpresa de Kurenai, haciendo recelar a su compañero de equipo. Claro, no estaba celoso, pero tampoco quería quedarse atrás. Mientras que Hinata fue la que menos fue tumbada pero igualmente no pudo igualar el movimiento astuto y, hasta cierto punto, impredecible movimientos de su compañero.
Hinata también mejoro, aparentemente su abuela le estaba entrenando en el Puño suave de agua, ya que era el único miembro de todo el clan Hyuga que sabía y perfeccionó el Taijutsu, y se notaba.
Si antes se sentía un tanto anticuada y muy fuera de lugar, ahora se veía con más naturalidad y ágil. Quizás, en cuestión de fuerza sería bastante baja, pero gracias a su agilidad y rapidez podría darle una gran cantidad de golpes antes de que su oponente pudiese percatarse.
Y eso lo aprendió a la mala Kurenai cuánto le intento golpear, lo esquivo casi como una serpiente y le cerró los "Puntos de chakra" de su brazo derecho.
Después de terminar su entrenamiento diario, fueron a la oficina del Hokage, aunque todos estaban nerviosos, sobre todo para el Uzumaki.
Y sus preocupaciones no estaban equivocados.
Cuando Hiruzen fijo su mirada al equipo 8, miro fijamente al rubio y la espada que poseía en su espalda.
Sin dar explicación, ante la mirada incrédula de todos, le pidió, casi le ordenó, que le entregase la espada.
Pasaron dos cosas. La primera, con una mirada firme, Naruto se negó, sorprendiendo al Hokage de su inmediata negativa.
Y lo segundo era el instinto asesino potente como la otra vez, pero multiplicado por dos. Haciendo que los genins sudasen frio, Iruka estuviese tan firme y anclado como una flecha en su silla y Kurenai sentía como su espalda se le helaba, como si la mismísima Shinigami estuviese respirando detrás de su espalda. Al girar lentamente la mirada, vio a la misma Anbu con un aura potente y podía sentir su mirada…no, sentía que su mirada la atravesaba y miraba directamente al anciano.
- Sal…gan…- su voz, aunque suave, era tenebrosa.
Todos, con un potente "¡Hai!" Salieron de la oficina, hasta los anbus encargados de vigilar la oficina salieron, con un Iruka con todos los papeles de misiones en sus brazos y el equipo 8 tan pálidos al sentir una secuela de ese instinto asesino pero peor.
Pero el único que se sentía único era Naruto, por su mirada, aunque pálida, confundida.
Y a la secretaria muy confundida mirando a toda la gente la frente suyo.
Y, finalmente, Asuma y sus genins, que estaba mirando a todos los involucrados bastante pálidos. Por un instante saco su cigarro encendido y olió la punta encendida si no había fumado algo extraño, mientras que la chica del grupo se aguantaba la risa, el chico gordito miraba a todos confundidos mientras comía y el chico de la mirada aburrida comentaba "Que problemático" mientras se acercaba al rubio con la mirada algo perdida.
Todos, en un segundo después, confirmaron lo siguiente. Se escuchó un tremendo golpe detrás de la puerta del Hokage. Definitivamente no era una buena mañana para el Hokage.
Después de una mañana bastante anormal. El equipo 8 fue a hacer su tanda de misiones, que, en un todo, eran bastante sencillas como reparar un muro, pasear a los perros y hasta buscar a la gata demoníaca/dulce, aunque todos se preguntaron por qué se seguía escapando sabiendo que la dueña se había calmado con su extremo afecto.
Hasta la dueña estaba confundida.
Pero esa no era lo extraño, lo verdaderamente extraño era la sorpresiva aparición repentina de Kiba.
Sin decir mucho, le exclamó que Naruto fuese con el Inuzuka.
Todos se miraron entre si, confundidos ante la orden repentina.
Naruto se negó.
Aunque Kiba fuese insistente, los dos compañeros se pusieron en el medio y lo miraban casi con desprecio.
Sabiendo de su derrota, se fue sin decir nada, aunque su perrito, por alguna razón, lo estaba regañando.
Kurenai no dijo nada, pero ciertamente se preguntaba que quería de Naruto…o hasta inclusive lo quería insultar con esa excusa sin la presencia de nadie.
Kurenai simplemente suspiro y siguió las misiones.
Cuando llegaron a la torre del hokage al concluir las misiones, vieron tanto a la asistente como a Iruka charlando amenamente. Aparentemente el Hokage estaba ocupado en una reunión del consejo.
Iruka, no importando cuántas veces lo vea, al equipo 8 completando más de 2 misiones diarias, hasta Naruto tenía al gato dentro de su franela bastante cómoda. Iruka tenía celos y se notaba a kilómetros viendo que la captura del demoníaco gato era bastante sumisa y mimosa con el equipo 8…o solamente con Naruto.
A pesar de llegar la dueña, el gato era bastante reacio de separarse del Uzumaki, para las consternación para los que conocía la actitud del gato. Claro, exceptuando al equipo 8 que estaban más familiarizados con esta relación.
Cuando terminaron, el equipo 8 fueron directamente al negocio donde se compró la ropa el Uzumaki.
Se saludaron y, para la sorpresa de los que conocían la nueva ropa del Uzumaki, Naruto saco el cuchillo debajo de la manga, haciendo poner al hombre con una sonrisa.
- Otro secreto descubierto. – aunque el hombre susurro, todos los presentes lo escucharon muy claro.
- ¿Dónde conseguiste está ropa? – pregunto Kurenai muy curiosa, haciendo levemente carcajear al hombre.
Digamos que estás ropas lo usan un grupo de personas…interesante. Quizás no sean ninjas pero para un humano promedio son bastante ágiles y resistentes. Hasta te podría darte una buena pelea si solo utilizas tus puños, Kurenai-san.
Después de la leve explicación el hombre le pidió que le sacaste el cuchillo oculto y, para la sorpresa de todos, tenía un símbolo en la parte de debajo de la cuchilla, era bastante similar como los que portan el símbolo rojo de forma de caracol varios shinobis en sus ropas, la excepción era que esos eran rojos y este era gris, mismo color que la cuchilla y la única forma de saber de su existencia era las leves pero profundas líneas. Al sacarlo como si fuese un tapón, había un hueco y, al administrar un poco de agua y cerrar el compartimiento, se podía ver levemente a los lados de la cuchilla el líquido.
Cuando el hombre le dijo "Pruébalo". Naruto, sabiendo…o por lo menos suponiendo… guardo la cuchilla y la saco nuevamente expulsando el líquido de golpe, idéntico como si fuese una jeringa.
Naruto se sorprendió al ver esta acción y miro al hombre y simplemente le guiño. Mientras que el público miraba esto con interés y fascinación. Todos tenía la duda de que clase de individuos eran estas personas y cada uno tenia en mente que eran bastantes ágiles y mortíferos y, si la palabra del señor era cierta, bastante mortíferos a pesar de ser personas normales si no sabes de su existencia.
Después, Naruto hablo con Shino y preguntarle si uno de sus bichos podría entrar y, efectivamente; no solo entro, sino que salió impune sabiendo que el hueco que tenía era lo suficientemente grande para que el bicho saliese sin ningún tipo de consecuencia.
Después se unió Hinata y entre los tres estaba conversando acerca de las utilidades que podría tener las cuchillas ocultas.
- Cambio bastante.
Kurenai se volteo al hombre que este lo miraba fijamente a los ojos – Y es gracias a…cierta persona. – le guiño el ojo.
Después de haber terminado el día, los genins del equipo 8 estaban viendo a Kurenai hablando con un Anbu que tenía máscara de un buitre.
Después de que terminasen de hablar y el Anbu se fuese por un salto, los genins se miraban entre curiosos de lo que hablaron.
Cuando Kurenai se volteo hacia sus genins, tenía una mirada pensativa pero muy seria. Cuando asintió para si misma, se giró hacia sus genins con una mirada mucha más sería.
- ¿Se sienten preparados?
Todos se miraron muy confundidos ante esas palabras y mirada, pero sabiendo que iba a ser serio los tres asintieron con miradas de confianza y sin miedo.
- HAI. - Los tres dijeron a la vez haciendo sonreír a Kurenai.
- Bien, este será el primer misión de rango C que haremos. Dentro de 4 días nos iremos de la aldea.
Todos se miraron sorprendidos, sobre todo Hinata y Shino, aunque este último sus cejas se notaban encima de sus lentes, ya que habían escuchado de, normalmente, un equipo genin tardaría casi medio año para que pudiesen hacer esas misiones de rango avanzado.
Cuando se despidieron, Naruto fuel el único que sintió y observo a Kurenai muy pensativa, haciéndose preguntas del por qué, pero no le prestó mucha atención pensando que estaba relacionado de alguna u otra forma con la misión.
De manera sorpresiva, Shino les invito a comer en Ichiraku, algo que, a veces, lo hacía Naruto, y fueron inmediatamente al puesto de fideos.
Al llegar, y pedir sus platos, finalmente el Aburame explico de esta invitación sorpresa.
- Nosotros iremos a una misión rango C y necesitamos estar preparados. Por eso necesitamos saber nuestras habilidades y debilidades para poder compensar.
Los dos genins asintieron ante las sabias palabras del Aburame.
Pero alguien estaba un tanto confundido pero en otra dirección.
- ¿Cuál es la diferencia entre las misiones? Puedo pensar que las misiones de rango C serán difíciles, pero ¿Qué tanto?
Shino se ajusto con lentes y, si no fuese por su chaqueta que está sonriendo, los dos genins miraron un tanto curioso a su amigo, hasta que metió su mano en su chaqueta y saco un pergamino. Con un kunai clavo en la pared y se desenrolló mostrando su contenido.
Y, nuevamente sacado de su chaqueta, saco un bastón.
El pergamino tenia, en letras grandes, los tipo de misión, desde el rango D hasta el más alto.
Shino señaló, con su palo, la misión rango D - Ya sabemos lo que tienen y que se hace. – simplemente dijo y paso al siguiente punto. – Los rango C vamos a afueras de la aldea, pero dentro del territorio de la misma. Normalmente vamos con un cliente y nuestra casi única preocupación serían los bandidos.
Naruto levanto la mano, haciendo que Shino asintiese mirándole.
- ¿Casi?
- Aunque sea poco probable, puede haber ninjas renegados que nos encontremos en nuestro camino, pero la única forma de que nos vea una posible amenaza es que alguien lo contraté, tenga una venganza personal hacia nuestro cliente o hacia la aldea misma. Pero es poco probable ya que nuestro cliente no es famoso o infame y es poco probable que esa clase de ninja entre en territorio tan cerca de la aldea y se pasee por ahí como si nada.
Los dos genins asintieron, prestándole atención a su compañero de equipo y, aunque nadie se percatarse, de una curiosa y atenta Ayame.
Después de haber explicado eso, paso al siguiente punto.
- La misión rango B se podría considerar los mismo como el rango C, pero nuestro cliente va a tener más fama o infamia y será más propenso que nos encontremos con ninjas renegados o mercenarios. Pero no solo eso, también puede haber misiones de secuestro, asesinato o de rescate.
Al mencionar "Secuestro" Hinata sufrió un ligero temblor, haciendo que Naruto le pudiese una mano en su hombro. Aparentemente es algo…será algo pesado si van a hacer ese tipo de misiones.
- Los rango A es idéntico al rango B, pero nuestros clientes serían gente bastante importante y nuestros objetivos van a ser de mayor importancia.
Los tres asintieron y miraron el último punto.
A diferencia de las anteriores que tenían una pequeña explicación, este tenía algo bastante raro.
- ¿Por qué no hay nada? – tanto Hinata como Naruto preguntaron al mismo tiempo. Simplemente ese último punto tenía "Rango S" pero no había ninguna explicación.
Y simplemente su compañero explico – Son altamente confidenciales.
Los dos compañeros miraron su amigo con confusión y este explicó mejor.
- Aunque en teoría podrían ser las misiones que dije anteriormente pero elevada hasta un punto de no retorno, la verdad no se que tipo de misiones son comunes o, en general, la existencia o número que un ninja ha hecho.
- Entonces ¿Podría ser desde una simple misión de recuperar algo o…asesinar a alguien tan importante o valioso que podría significar un peligro hacia la aldea si algo saliese mal?
Los tres, Shino, Hinata y Ayame miraron sorprendidos ante las palabras del rubio…
- …Es…una posible posibilidad. – es lo único que comentó y, rápidamente, puso en la sección de "Rango S" las palabras del rubio.
Poco después de escribir la parte vacía, saco otro pergamino y lo desenrolló. A diferencia del primero, el segundo solamente tenía las cabezas de los 3 genins.
- Tenemos que marcar nuestras fortalezas y debilidades. Aunque ciertamente no vamos a estar en un peligro lo suficientemente grande, aún así tendremos que estar preparados si algo…o alguien puede aparecer.
Los dos genins asintieron.
Después de una hora de discutir los pros y contras de cada uno, Shino miro los dos grandes grupos que contenía cada cara.
Naruto.
Desventajas.
-No tiene un buen manejo de la espada.
-No puede hacer genjutsu.
Ventajas.
-Es un sensor nato.
-Es un detector de mentiras.
-Puede crear un ejércitos de clones sin sudar.
Hinata
Desventajas
-Su Taijutsu es muy bueno pero apenas lo está aprendiendo.
-Tiene poca resistencia, a comparación de los otros dos.
Ventajas
-Su byakugan es bastante útil para detectar a personas o genjutsus
-Su junken es muy útil.
Shino
Desventajas
-No tiene un buen Taijutsu
-Muy lento.
Ventajas
-Su bichos son casi imperceptibles de la visita.
-Una forma de comunicarse entre la gente a mediana distancia.
Al terminar de poner los puntos, los tres genins vieron todos los puntos, pero había uno que los dos genins y la mesera (que tenia la cara pálida) que estaba confundido.
- ¿Cómo los bichos se puede comunicar con nosotros?
Shino asintió ante la duda de su compañero rubio. Levantó un dedo y encima tenía un bicho. Voló hacia Naruto aún confundido y el Uzumaki pudo sentir como se posicionó en su cuello.
Ahí ya se enteró.
Sintió unos pequeños pellizcos, como si el insecto le estuviese mordiendo y como vino, se fue volando hacia su dueño.
- Tendremos que hacer códigos específicos para saber lo que está pasando o que tipo de situación nos estamos enfrentado.
Naruto levanto la mano. – Entiendo como nos comunicaremos, pero ¿Cómo sabrás si estamos en problemas o dar información sin salir de la zona que nos encontremos?
Shino asintió ante su duda. – Nosotros, los Aburame, tenemos una conección telepática con nuestros insectos. Quizás no pueda comunicarme con ustedes de la punta de la aldea a la otra como lo pueden hacer los Aburames de rango mayor, por eso no podemos separarnos tanto.
Los dos asintieron ante las palabras de su compañero.
Durante el transcurso de una hora, los tres estaban discutiendo acerca de su mini entrenamiento para estar mejor capacitados para la misión y no tener ningún inconveniente por algún tipo de desconocimiento.
Cuando los tres se fueron a sus respectivas casas, Naruto vio a Kurenai en su camino con los ojos cerrados.
- ¿Sensei? – el Uzumaki pregunto y está abrió los ojos con una mirada determinada, como si hubiese resuelto una pregunta interna.
- Naruto…quiero llevarte a un lugar que quizás hayan respuestas.
Naruto asintió y siguió a su sensei.
Mientras son mirados por un cuervo entre las sombras.
Kurenai suspiro al ver al lugar que, en circunstancias normales, jamás iría y ahora estaba aquí, viendo el lugar.
El más famoso, e infame, burdel de la zona roja.
Había escuchado muchos rumores de ese lugar, llamado "Mariposa", desde reuniones secretas entre líderes de clan, personas importantes del bajo mundo, hasta…"Servicios" especiales para ciertos clientes.
Aunque el lugar no se veía muy grande, solo tenía 2 pisos pero Kurenai estaba muy segura de que ellos deben de tener varios pisos subterráneos como la zona de extracción de la aldea.
Al acercarse a la puerta que había menos gente, vio al guardián, midiendo más de 2 metros, músculos imponentes y una mirada tan dura que hasta la muerte se pensaría 2 veces antes de ir por su alma. De piel blanquecina, ojos verdes como si fuese la piel de una serpiente y estaba calvo.
Este hombre gigante miro a la jonin y está se puso tensa y preparada para un combate. Ante de decirle que se vaya a la cola larga o mandarla a la mierda, vio a alguien muy familiar. Detrás de Kurenai estaba Naruto mirando tanto impresionado como nervioso ante la persona más alta que haya visto en su vida.
Kurenai se sorprendió, antes había una mirada que podría helar hasta el hombre más valiente, pero ahora su mirada era más…suave mientras miraba al Uzumaki. Devolvió su mirada a la jonin – Síganme. – les ordenó y el hombre entro.
Kurenai miro a su alrededor y vio que, en la cola, habían varias personas, varias de ellas ninjas entre chunin o jonin, que observaron impactados ante la escena. Aparentemente Kurenai no era la primera en intentar entrar de forma más rápida y expulsado de la forma más rápida.
La jonin miro entre sorprendida e impactada al hombre, que se cruzó de brazos esperándolos – Este hombre….no es malo. – susurro Naruto.
Kurenai trago saliva, no sabiendo que zona de locos se estaba introduciendo.
Al entrar, y ver a otro mastodonte ocupar su lugar, lo siguieron siendo observado con bastante sorpresa como el gorila guiaba a dos personas desconocidas como si fuesen algún tipo de VIP.
Kurenai pudo observar a su alrededor, viendo varias personas, algunas conocidas en el oficio y otros simplemente civiles, pero lo que me llamo la atención fueron que varias mujeres, con ropas que dejan poca la imaginación, susurraban entre si y corrían por todas partes, susurrando a otras compañeras o compañeros o los guardias.
Al llegar a unas escaleras, el hombre levanto la mano e hizo detener a los dos – Seguramente ella sabe que están aquí, iré a ver para que alguien…no mire demás. – el hombre subió a las escaleras.
Kurenai miro a su genin, seguramente sonrojado al ver a las bellezas con poca ropa…y para su sorpresa el joven tenía una mirada inocente mirando a su alrededor, como si hubiese entrado en un mundo nuevo. Pero al reojo pudo ver algo que…no saber si estar siendo vigilada o acechada y pudo ver a un bartender y su brazo el mismo cuervo que vio en su cuarto con el mismo símbolo, aparentemente entregándole algún tipo de mensaje al bartender.
Ella escuchó una tos fuerte y era el hombre – Síganme. – ordeno y volvió a fijar su mirada y tanto el cuervo como el bartender se habían ido.
No sabía si estaba entrando a la boca del lobo o a una cueva desconocida.
Al subir el piso y entrar en una oficina, la oficina era bastante elegante, con un cuadro enorme en el fondo con esa misma mariposa, dos sofás, una de ellas siendo ocupadas por 3 chicas y en el escritorio estaba una mujer dónde sería la definición exacta de belleza fumando un pequeño cigarro.
- Ya puedes irte. – ordeno la mujer y el hombre, con una inclinación, se retiró. El ruido que había afuera….ya no se escuchaba.
La mujer se levantó y se acercó a los dos. A diferencia de la mayoría de las mujeres y hombres de abajo que trabajan aquí, que usaban biquinis o muy poca ropa, está llevaba un vestido de color rojo que la parte baja estaba roto mostrando sus delgadas pero bien trabajadas piernas, en su brazo derecho había un gusano tan largo que envolvía todo el brazo, ojos de distintos colores el derecho siendo un color parecido a verde de una oruga y el otro negro como la noche.
La mujer se sentó en el sofá, mirando a la jonin – Hay cosas que tendremos que conversar, Kurenai Yuhi.
Si antes estaba tensa, ahora podría sentir un escalofrío en su columna. Pudo sentir como Naruto se separaba de ella al irse a las otras mujeres. Miro a su pupilo y era la primera vez en su vida que veía a un hombre no babear al ver varias bellezas. Y ahora estaba pestañeando confundida cuando Naruto se quitó la chaqueta y se la dio a la más…mostraba piel y la tapo, como si pensase que ella tuviese frio. Las 3 mujeres chillaron al ver algo tan inocente y mono delante de ellas.
Mientras que las 3 chicas charlaban con el joven, aparentemente conociéndolo de antes, la mujer simplemente puso una sonrisa nostálgica.
- Hay cosas que jamás cambian. – susurro la mujer, exhalando otro humo al ver cómo las 3 chicas intentaban no pellizcarle los cachetes al rubio.
- ¿Naruto venía aquí con frecuencia? – pregunto, mirando la escena con una sonrisa algo nerviosa al ver la interacción.
- Se podría decir que este lugar era más su casa que su propia casa. – ella jugueteo con su cigarro un poco, como si estuviese disfrutando esos recuerdos – Irónico dónde el lugar donde quieres alejar tu hogar sea más hogareño que el propio hogar…aunque es raro que él no porte su collar.
- Si….¿Que tan importante era ese collar?
Ella se rio un poco ante esa pregunta, como si fuese una pregunta boba. – Tanto que ese grandulón salió derrotado por no hacer que se quite ese collar por una apuesta entre borrachos ¡Hasta vino llorando a mi oficina como si fuese un niño pequeño!
Kurenai pestañeo impactada al ver a su genin intentando conversar con su ligero tartamudez, haciendo que las chicas tuviesen que usar toda su energía para no abrazarlo y asustarlo.
- Hasta…que ocurrió ese día.
- El día que…. Alguien le hizo algo sus recuerdos…el día que vino el Daimyo.
La mujer asintió, con una mirada muy triste y culposa – Mi deber es protegerlo mientras que…ciertas persona aparentemente no lo sabían proteger bien...y cierto grupo poderoso intentaban borrarlo del mapa.
- ¿Quiénes?
- Algunos Anbus…y el consejo civil.
Kurenai miro impactada a su…compañera, y le ofreció un cigarro como tranquilizante, algo que la Yuhi se negó.
- Se que es impactante. – con un chasquido de dedos encendió el nuevo cigarro. – Pero ellos lo quieren eliminar.
- ¿Por qué?
Odio…rencor…cualquier excusa para poder eliminarlo y…obtener lo suyo.
- Pero ¿Qué tiene de importante? – miro a su genin interactuando con las chicas. – Tiene el kyubi…pero no es nadie importante desde ahí.
La mujer se rio, como si recordase un recuerdo del pasado. – Me hice la misma pregunta y…cierta mariposa me dio la respuesta. – ella fumo el cigarro, expulsando una gran bocanada de humo. – Con solo decir que mi grito hizo que me rompiese la puerta por preocupación ese grandulón por suponer que me pasó algo.
- ¿Tiene que ver con Kushina Uzumaki?
Ella bufo de forma amena. – En cierta manera, pero solo estás viendo una cara de la moneda…solo falta la otra.
- Su padre.
Ella asintió. – Tendrás que resolver esa pregunta por ti misma…aunque me imagino que tendrás mi misma cara cuando escuches esa respuesta.
Kurenai miro fijamente a su genin, preguntando cuántos secretos había a su alrededor. - ¿Por qué tanto secretismo?
Ella inhaló y expulsó humo de su cigarro. – No lo sé. En estas circunstancias él vale más vivo que muerto ya que tiene esa bestia en su interior…la aldea tiene mucha suerte de que nadie viniese.
Kurenai miro a la mujer, sabiendo la respuesta que le helo la sangre…pero - ¿A qué te refieres?
Ella sonrió y la miro directamente a los ojos. – Si estuvieras en sus zapatos, y alguien te dice por qué te odian y te da la opción de darte una vida mejor…¿Lo aceptarías?
…
- Esa es tu respuesta.
Kurenai y Naruto salieron del burdel por una salida escondida guiado por el gorila. Les contó que, si querían entrar rápido al burdel sin tanta espera está iba a ser su entrada secreta.
Estaban en un callejón y los dos, con las miradas perdidas se fueron a sus respectivas casas, cada uno con descubrimientos y verdades.
Está noche iba a ser larga para los dos, pero en circunstancias distintas.
Al día siguiente.
Gai miro a su pupilo y, aunque tenía una ligeras orejas, lo que le llamo la atención era una gran lista de algo. Estaba tan concentrado y callado que todos, hasta el hiperactivo Lee estaba callado observando haciendo una lista.
Al terminar la lista, se la entrego a Ayame, que está tenía los ojos bien abiertos junto con varios billetes que le dio el Uzumaki.
Gai miro a sus genins, que estaban igual o más perdidos que él. Pero Teuchi, que tenía una sonrisa y…una ligera gota de baba resbalando de sus labios.
Gai pestañeo varias veces y aún siguió preguntándose que estaba pasando.
Naruto le dijo que, dentro de 3 días iba a ser su primera misión rango C, sorprendiendo a todos, TenTen le explicó que su equipo tarde casi medio año para que le diesen su primera misión importante, haciendo sonrojar por hacer algo que, para él, no era nada importante.
Por eso su entrenamiento con las espadas y el Taijutsu fue más fuerte para prepararlo por cualquier escenario.
Aunque los tres, aunque jamás lo admitirían pero extrañarán su comida, pero conociendo al rubio se quedaría por estar preocupado por no alimentarlos bien.
Por un instante los 3 se sintieron que eran unos niños mientras que Naruto es el padre amoroso.
Después de terminar con Kurenai, los 3 genins fueron a entrenar por su cuenta juntos para estar acostumbrados en luchar en equipo. Si, Kurenai hacia un buen trabajo que entrenen, enfoquen y tengan los nervios de aceros mientras hacían las cosas con instinto asesino de por medio.
Aunque jamás alcanzo ni una decima parte el instinto asesino de esa anbu.
Usando los clones de Naruto, los 3 batallaron para estar sincronizados si están rodeados. También cuadraron acerca de códigos a bases de mordidas de los bichos para saber la situación.
Al llegar el atardecer, los 3 cansados y sudados miraron como el sol bajaba y se ponía detrás de los árboles de la lejanía. Los tres estaban nerviosos, asustados, pero se tenían entre sí y se sentían imparables.
Solo esperaban que la misión no trajese alguna desgracia.
El último de día antes de la misión.
Kurenai les dijo que se tomasen el día libre para preparar suministros, herramientas y comida.
Naruto también fue avisado por Lee en la noche de ayer que no iban a entrenar para que se prepare y estar a 100.
Los 3 estaban en el campo de entrenamiento 8 formando varios planes de contingencia gracias a la experiencia de los familiares del Aburames y del Hyuga y tener ideas lo que podría pasar.
La conversación se detuvo cunado Naruto miró hacia atrás, con una mirada entre sería y confusa.
Ante de que alguien le preguntase que pasaba, Kiba, bastante nervioso, salía de los arbustos.
Antes de que alguien le preguntase que estaba haciendo aquí, Kiba dio un grito.
- ¡Por favor Naruto-san, si no vienes conmigo soy hombre muerto!
Los dos miraron a Naruto y, aunque estaba sorprendido, asintió levemente. Estaba diciendo la verdad.
- ¿Qué pasa? – preguntó Shino.
- Es…complicado.
Shino y Hinata se miraron mutuamente y volvieron a ver al Inuzuka.
- Solo ira Naruto si y SOLO si nosotros vamos con él.
- Pe…pero…
- ¡Sin peros! – le cayó Hinata con una mirada fuerte. – Antes éramos amigos, pero tú bocaza y ego lastimo a nuestro amigo y ¿Ahora quieres que te acompañe para algo?
Sintiéndose completamente derrotado, asintió, aceptando las demandas.
Cuando Kiba se alejo un poco, Naruto susurro un "Gracias" con un pequeño sonrojo.
Los dos asintieron y fueron a seguir al Inuzuka, aunque lo más raro era que no tenía su perrito.
Los 4 estaban en la residencia del clan de los Inuzukas. Vieron varias personas y perros dentro y, al verlos pusieron una mala cara.
Al principio los genins del equipo 8 pensaron que era por Naruto, algo que él negó….eran dirigidos al Inuzuka, pareciera que había hecho algo que lo tacho de un paria.
Al estar frente de la casa más grande, con dos estatuas de perros de gran tamaño custodiando la entrada.
Al entrar, sintieron como cambio drásticamente la temperatura a una fría a muy fría, y la causa eran dos mujeres, 4 perros, 3 de ellos de un tamaño gigantesco y el perrito Akamaru mirando a su dirección…o más específicamente entre Kiba y Naruto, aunque los dos recibieron distintas miradas.
Kiba fue al lado de su familia con la cabeza baja, mientras que los genins del equipo 8 fueron sentarse al sofá frente a la familia.
No pasaron 5 segundos después de sentarse cuando todos, la mujer mayor agarrando la cabeza de Kiba, inclinándose a los 3 genins - ¡Disculpa lo que ha hecho mi estúpido hijo, Naruto-san! – grito la mujer mayor.
Hinata y Shino se sorprendieron, ellos dos sabían que está mujer era la jefa del clan y toda la familia de la jefa se estaban inclinando a Naruto por su disculpa, aunque Kiba está siendo obligado.
Los dos compañeros vieron a Naruto y el joven estaba impactado y solo pudo decir - ¿Qué?
Kurenai estaba regresando a su casa, cansada por la reunión entre jonins y la…extraña insistencia de Kakashi con respecto a Naruto.
En los últimos días, Kakashi siempre pregunta por Naruto y, no solo eso, sino si había la posibilidad de cambiar genins. La verdad no sabía que creer. La primera vez que se pelearon durante la selección de equipos directamente dijo que era un inútil, pero ahora quiere tenerlo en su equipo.
Solamente suponía que era para inflar el ego a Sasuke, esa era la única explicación que se podría dar, ya que jamás le explicó las razones de tener al Uzumaki en su equipo…y aunque se lo diese igualmente lo mandaría a volar.
Al entrar en su casa, casi da un pequeño grito de susto al ver a su…¿Aliada? Sentada en el sofá como si fuese su casa, escuchando tomarse su típico té.
- Saludos Kurenai. Supongo que tu visita al burdel más famoso de toda Konoha fue excitante.
La jonin no sabía si la estaba tomándole el pelo o era sincera, pero se sentó al frente de ella e, inmediatamente, su guardia le sirvió un poco de té.
- Aún hay sombras que están alrededor de Naruto, pero puedo ver algo en este largo y oscuro túnel.
Ella simplemente tomo un sorbo, escuchando esas palabras de la jonin.
- Pero hay algo que no entiendo…¿Por qué dos anbus se llevarían a Naruto lejos cuando el Daimyo llegó a la aldea? Podrían ser acusados de traición por llevarse al joven…o… - Kurenai trago saliva de forma aterradora.
Se escuchó una risa casi espectral. – Esa es una respuesta que escucharás cuando regreses de tu misión, Kurenai-san…hasta entonces, si, el Hokage no solo sabía de ese secuestro…lo aprobó con su mismo puño y letra.
Kurenai finalmente pudo ver el rostro de la mujer y sus ojos se abrieron lo que vio – Y tiene suerte que todo…ha salido bien.
Kurenai asintió, por miedo… -¿Cómo sabes todo esto?
Ella simplemente dio una ligera rosa y se acomodo, tomando más de su té. – Simplemente tengo ojos, odios…y manos en los lugares correctos.
- ¿Hasta que punto? – preguntó por temor.
Ella, nuevamente, se burlo. – Podría destruir Konoha desde adentro hacia afuera. – dejo su taza en la mesa. – O destruirlos a nivel político y social…lo que sea más doloroso y placentero de ver...como ellos se retuecen poco a poco hasta su inmediato fin.
Kurenai trago saliva y, sin querer, agarro la taza de "Mariposa" y tomo un sorbo, haciendo casi vomitar por el horrible sabor.
No era té lo que ella tomaba.
Eran potentes medicamentos.
Naruto estaba intentando hallar una explicación de esta disculpa salida de la nada. - ¿De que se están disculpando?
La mujer mayor miró de forma muy confusa al Uzumaki, hasta que se escuchó una leve tos del Aburame.
- Naruto tiene problemas de memoria. Quizás es mejor explicar para que todos los podamos entender.
La mujer asintió y todos se levantaron…menos Kiba que aún estaba en el suelo siendo sujetado fuertemente en el suelo por la mujer mayor.
En vez de responder, la mujer mayor miró a la joven y está asintió. Agarro una cajita de la mesa y se la entrego a Naruto. Curioso, lo abrió, sintiendo que todas esas personas estaban siendo sinceros, y lo que encontró…por un leve instante pudo sentir como su corazón se calienta al mirar el objeto…el collar.
Los dos miraron el interior de la caja y sus ojos se abrieron de sorpresa -Na…Naruto-kun…ese…¿Ese no es el collar que tenías? – preguntó impactada al ver el collar.
Lo saco de la caja. La cadena era de un gris oscuro y la figurita era una mariposa cortada a la mitad, viendo que era un juego de dos piezas.
- Según mi…hijo.. – presionó más fuerte, haciendo chillar de dolor al joven Inuzuka. – Aparentemente te lo robo…discúlpame por la grosería de mi hijo, aún por tu sacrificio que has hecho.
Si antes la atmósfera era incómoda, ahora se podría sentir una frialdad anormal…y esa frialdad provenía de una pequeña, inocente Hyuga con una pequeña sonrisa y mirando al joven Inuzuka que estaba sudando frio.
- Lo…lo siento yo….no tengo mucho recuerdo que Kiba me lo hubiese robado el…collar y…¿Qué sacrificio hice? – pregunto curiosos el Uzumaki.
La mujer mayor, asintiendo, le respondió.
Hace varios años, hubo una tormenta terrible y los Inuzukas estaban intentando meter todos los perros en las casas o en la casa pequeña al lado de la casa del jefe del clan. Lastimosamente, hubo un trueno potente que asustó a los perros y huyeron por todas partes y, para echarle más sal a la herida, la tormenta aumento de intensidad. Todos lo estaban buscando desesperadamente, hasta que, como un salvador el Uzumaki trajo a los perros, hasta tenía varios cargados encima suyo por estar heridos o enfermos por la lluvia. Aunque en si sería suficiente de que trajese a todos los perros, igualmente les ayudo en guardar a los perros, hasta los más salvajes o traviesos se tranquilizaban a su alrededor. Casi todos los Inuzukas le agradecieron.
- Y yo lo cuidé mientras tenía un catarro terrible. – se sonrojo un poquito la joven por la leve vergüenza.
Tanto Hinata como Shino estaban impactados y miraron a su compañero que, igualmente como ellos estaba impactado. Literalmente lo que la mujer mayor contó era pura verdad.
Pero había una cuestión.
- ¿Casi todos? – pregunto Hinata curiosa.
- Si, digamos que ALGUIEN… - apretó aún más fuerte el agarre hacia Kiba - …LE TEME UN SIMPLE TRUENITO.
- P…pero tenía 6 años. – Intentó defender el joven Inuzuka.
- ¡Naruto tenía esa misma edad y aún así nos ayudo bastante mientras tú estabas temblando debajo de las sábanas, hasta salvó Akamaru!
Con todas la fuerzas que tenía, levantó la mirada hacia el Uzumaki, sorprendiendo por esa información nueva.
- Ahora jovencito, si no quieres sentir como se siente los perros al ser castrados, dinos ¿Por qué le robaste el collar al joven Uzumaki?
- Yo…yo no sé lo robe.
- ¡No mientas!
Naruto supo lo que Kiba dijo era verdad. Se acercó a ella y le susurro algo. Por un instante ella le miró con una ceja levantada y le susurro varias cosas, a veces asentía y otras veces se negaba.
Ella cerró los ojos, abrió y ella asintió, jurando que no iba a decir a nadie de está…peculiar habilidad.
Miro a Kiba – Digamos que te creo…¿Cómo lo tienes?
- A…Alguien me lo dio.
La mujer mayor miró al Uzumaki y este asintió, siendo mirado de forma un tanto confusa por la joven.
- ¿Quién?.
- Un anbu de máscara de perro, me lo dio y me dijo que podría botarlo o venderlo.
La mujer mayor vio como el Uzumaki, con un mirada sombríamente sería, asentía.
Ella lo soltó y pudo al fin levantarse.
- Vete a tu cuarto. Después decidiré tu castigo.
- Pero…
- ¡Vete antes que te obligue a limpiar la perrera con la lengua!
Con la cabeza baja asintió. Miro por un leve instante a Naruto y, con un simple susurro, comento un "Lo siento" y se fue.
De lo que recuerda, está es la primera vez que Kiba era bastante sincero.
La mujer mayor suspiro, agotada – Lo siento mucho lo que ha hecho mi estúpido hijo.
Naruto negó con la cabeza. – No te preocupes y…gracias. – Él le dio una profunda referencia y le dio un papelito ante las curiosas damas.
Cuando los 3 genins se fueron de la casa, la mujer mayor, líder del clan llamada Tsume miraba como los 3 se marchaban – Hija mía.
- ¿Hai?
- Está estrictamente prohibido la entrada a esta zona a Kakashi.
Por un leve instante la mujer joven pestañeo confundida, hasta qué abrió los ojos - ¿Esa es la identidad de Kakashi…como lo sabes?
-…Trabaje con él…y voy a saber cuál es la razón que este escupiendo en el último recuerdo de esos dos…
Aunque la mujer joven está un tanto confundida, asintió, dando una reverencia, y se fue a reportar a los guardias de la entrada de la residencia del clan.
Mientras Tsume miraba a Naruto y suspiro – Tus padres estarían orgullosos de ti…Naruto Uzumaki.
En la noche, Hinata y Shino estaban dirigiéndose hacia la invitación gracias al papelito que el dio Naruto después de la reunión con la líder del clan y se marcho corriendo.
Y vieron la razón al ver una multitud de personas provenientes de la zona roja de Konoha al frente de la casa de Naruto, cada uno con un plato de comida y vieron que Naruto estaba cocinando varias comidas, junto con la ayuda de Teuchi y Ayame, aunque servían más como meseros ya que había un pequeño ejército de clones cocinando.
Los dos miraron sorprendidos y entraron a esta interesante fiesta, viendo que muchas de estas personas tenían distintas expresiones, desde comiendo lentamente saboreando la comida como si fuese la última de todo el mundo, otros comiendo como salvajes, otros discutiendo de que plato era mejor o hasta algunos llorando como si fuese la mismísima Kami hubiese preparado la comida.
La verdad no lo culpaban.
Hasta vieron a Tsume discutiendo con su hija acerca del mejor plato, hasta por poco se iban a pelear si no fuese que Naruto las regaño, como si fuesen 2 niñas pequeñas y comieron con una sonrisa con unos halos en la cabeza.
Los dos genins pestañearon, sorprendidos - ¿Es la misma mujer que Tou-sama se lo piensa dos veces antes de hablar al frente de ella? – Shino asintió. Él conocía muy bien del temperamento y su nulo pelo en la lengua, hasta tal punto que a veces el Hokage la tiene que amenazar para que las cosas no escalen tanto, pero ahí estaban, madre e hija Inuzuka comportándose como dos buenas niñas esperando su comida…hasta sus perros se comportaban como auténticos caballeros.
La comida no era buena…era peligrosa si hacía que las dos mujeres más dominantes…se rebajasen a dos niñas buenas ante un genin.
El poder de su comida.
Los dos genins también pudieron ver al acercarse que Kurenai le estaba dándole una mano al Uzumaki y tenía una mirada impactada viendo no solo a las mujeres Inuzuka sino también a otras personas de aspectos peligrosos comportándose como buenos niños.
Hasta vieron a los integrantes del equipo de Gai-exceptuando a Neji- disfrutando de la comida.
Si no fuese por las personas alrededor comiendo, esto sería un banquete real por la calidad y sabor de la comida hecha por Naruto.
Y si, ellos pudieron su parte.
Mientras pasaba las ocurrencias, la dueña del burdel junto con su gorila estaban viendo a Hiruzen intentando entrar.
- No eres bienvenido aquí…después de lo que hiciste hace años.
Esas fueron las palabras para que Hiruzen los viese con malos ojos.
- Lo hice por el bien de la aldea.
Ella se burlo de forma sarcástica. – ¿Por el bien de la aldea o por tu propio bien? – pregunto sarcásticamente ante un Hiruzen un tanto enojado. - Aparentemente mentiroso, te quedaste completamente casi solo.
Al escuchar esas palabras, Hiruzen levanto una ceja y detrás de la mujer, en las mesas, estaban sus anbus que lo custodiaban comiendo la comida…literalmente lo dejaron abandonado.
Con un seño, miro al hombre grande detrás de él. Simplemente suspiro y avanzo hacia el gorila.
- Sado de mierda, cerebro de músculo de lengua podrida que no sabe contar hasta 10.
Ibiki sádico de segunda que se esconde detrás del escritorio jugando a las malditas cartas hasta esperar su maldita víctima.
Los dos hombres se miraron a los ojos seriamente, produciendo un silencio como si hubiese una guerra en los próximos segundos.
Los dos hombres levantaron sus brazos.
Y se agarraron las manos de manera potente, saludándose mutuamente.
- ¿Qué es lo más delicioso que hay? – pregunto Ibiki de forma relajada, como si toda la tensión de antes fuese un mero teatro.
- El estofado, aunque te recomiendo la sopa de verduras, tu estómago volará hasta los cielos.
Hiruzen miro perplejo como lo dejaron completamente solo.
Al ver eso, la mujer se tuvo que contener la risa aunque fracasaba miserablemente.
- Aparentemente…no te tienen lealtad…al abandonar al héroe de la aldea.
Gruñendo, se fue, haciendo que la risa se sonase por toda la calle.
Y siendo visto por un cuervo de ojos color rojo.
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