Entre Líneas
Capítulo 6
¡Es solo un experimento!
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
Summary: ¿Qué harías si pudieras volver a empezar? Sasuke despierta de un largo sueño a punto de tomar una decisión que podría cambiar el destino de todos. SasuSaku. Fluff Romance.
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- ¡Argh! ¡Maldición! ¿¡Qué haces!? ¿Estás loca?
- ¡Quédate quieto o te cortaré una oreja! Ya casi…
- ¿Qué hacen? - saltó Ino asomándose por encima de un muro del jardín observándoles curiosa.
- Naruto y yo apostamos el almuerzo por quien podría conseguir un mechón de cabello de Sasuke-kun primero- una enorme sonrisa nerviosa se deslizó por las comisuras de Sakura.
-Oh… si… claro…- Ino los miró de soslayo sonriendo con una sugerente mirada mientras subía y bajaba sus cejas, solo en ese momento Sakura se percató de que para inmovilizar a Sasuke se había sentado sobre su abdomen y enrojeció volteando hacia Ino con el pánico en la mirada recibiendo su mirada burlona antes de desaparecer nuevamente- siento interrumpir su sesión de darse cariñitos…- se escuchó su voz detrás del muro.
-¡Pesas Sakura!- se quejó el pelinegro con el ceño fruncido y quitándose a la chica de encima con algo de brusquedad intentando ocultar el creciente sonrojo que le habían provocado las insinuaciones de la tonta amiga rubia de Sakura.
-Pero no hace falta ser grosero Sasuke-kun- reprendió con su mirada firme, puso los ojos en blanco antes de sonreír victoriosa mostrando el pequeño mechón negro azabache que había obtenido.
Sasuke en respuesta exhaló todo el aire de sus pulmones fastidiado, chasqueó la lengua y se alejó de ella rumbo al salón de clases pasando de participar en las jugarretas de esos dos idiotas, Sakura no tardó en alcanzarle el paso y caminar a su lado como siempre.
-Hoy Iruka-sensei va a asignar los equipos y a nuestro nuevo maestro- mencionó animada sentándose frente a él sobre la mesa donde llevaban sentándose juntos desde hace unos tres años, sin importar que cambiasen de salón la ubicación estratégica cerca de la ventana era esencial- por cierto ¿No olvidas algo? - sus ojos verdes se ensancharon con una emoción que no supo identificar y desviando la mirada hacia la ventana para ignorarla prácticamente susurró.
- ¿Y que podría estar olvidando? - su tono aburrido e impersonal provocó a la pelirosa formar un puchero disgustado con sus labios y entonces Sasuke rebuscó algo en el bolsillo de su chaqueta sin siquiera mirarla y con luz en sus ojos se encontró de frente con una piruleta de fresa siéndole extendida.
Sasuke solía regalarle las piruletas de fresa que le daba su tía, porque él odiaba los dulces, pero apreciaba a su tía, no era un día normal de clases, es más ese sería su último día en la escuela, de alguna manera milagrosa Naruto también había aprobado el examen final y la repentina posibilidad de separarse de Sasuke la llenó de tristeza, su sonrisa se difuminó siendo reemplazada por una mirada melancólica y un firme trazo que mantenía sus labios sellados.
Sasuke le observó con una fina ceja enarcada casi incrédulo de los volátiles que eran las emociones de la molestia.
- ¿Y ahora que te pasa?
- ¿Crees que estemos en el mismo equipo? - le preguntó y su intensa mirada jade se clavó en él como una daga haciéndole sentir esa cosa tan extraña en el estómago que de vez en cuando le ocurría cuando ella le miraba así, como si pudiera leerle los pensamientos.
-¿Lo dudas?- fingió desinterés devolviendo su mirada hacia la ventana para ignorarla deliberadamente.
-La única que puede estar segura de sus compañeros de equipo es Ino ¿Sabes? Llevan formando el Ino-Shika-Cho desde la era de sus abuelos- pero nosotros…
- ¿Con quienes crees que te asignen? - se recargó sobre el espaldar relajadamente apoyando los codos sobre la madera con sus ojos cerrados y su sonrisa ladina.
-Uhm… ¿Quizás con Sai y Kiba?
-Que optimista- torció el gesto sarcástico sin abrir los ojos para mirarla- pero no creo que ese sea un equipo equilibrado ¿Qué taza de éxito tendrían tres debiluchos y un cachorro? - se burló ensanchando su sonrisa arrogante.
Desde su posición Sakura arrugó la nariz en desacuerdo inflando uno de sus mofletes ofendida, estaban completamente solos, por la ventana vio a Ino coquetear con Sai como todas las mañanas y al distraído chico quien parecía pasar de ella con cordialidad o directamente permanecía ajeno a las señales de apareamiento de Ino como Sakura llamaba a los pobres intentos de coqueteo de la rubia y es que aunque tenían doce años Ino parecía especialmente interesada en temas que no correspondían a su edad y Sakura elegía conservar su pureza física y mental por un poco más de tiempo hasta que fuese prudente tocar temas de mayores con mayor avidez.
No como Ino a quien últimamente la palabra sexo parecía perseguirla.
Aunque a fin de cuentas… estaba entrando en su adolescencia y… desvió la mirada hacia el rostro relajado de Sasuke, sus ojos detallando sus facciones cinceladas hasta detenerse en sus labios.
-¿Qué tanto me ves?- inquirió Sasuke con frialdad entreabriendo sus ojos para lanzarle una mirada cargada de desconfianza.
-¡N-nada!- se sobresaltó bajando de la mesa de un salto para espantar los pecaminosos pensamientos guiados por sus preadolescentes hormonas alborotadas.
-Bien, como quieras…- volvió a cerrar sus ojos y al volver a abrirlos se encontró con Sakura pegada al pulcro cristal de la ventana con su boca llegando al piso de la impresión y se levantó como empujado por un resorte y guiado por su curiosidad siguiendo la dirección de su mirada los vio, ahí estaban.
Ino y Sai.
Desde su posición no es que haya sido una vista precisamente explicita, pero claramente Ino tan osada o tan valiente como era había tironeado de Sai hasta la parte trasera del edificio del auditorio y ahora tenia su boca pegada a la del chico probándolo como a un bombón.
Sakura se sonrojó llevando sus manos a su boca para ahogar un grito atolondrado que casi lo deja sordo al estar a su lado.
La miró con irritación sacudiendo su oreja para normalizar su percepción del sonido después de que ella casi le reventara el tímpano.
-¡Le ha besado! ¡Ino le ha besado! ¡Yo lo he visto todo! ¡Le besó en los labios! ¡Es una zorra! - ella le había tomado de las solapas de la chaqueta y ahora lo sacudía como a un muñeco de trapo con ese extraño arranque de fuerza que solía tener de vez en cuando si estaba lo suficientemente emocionada.
Sasuke se sonrojó por la cantidad de veces que el verbo besar y relacionados había salido de su boca en un solo segundo y también por la inesperada cercanía de su rostro que de la forma en la que le sujetaba y lo acercaba hacia ella pronto ellos también acabarían besándose por accidente.
¿En qué estaba pensando?
Apartó el agarre de la jovencita con algo de fuerza retirando sus manos de su chaqueta como si quemaran y ganándose una mirada apenada de ella al percatarse de cómo había estado sujetándole.
-Lo lamento, creo que me he pasado…
-Si, un poco- coincidió irritado sentándose de vuelta en su lugar, ella se sentó a su lado y miró el reloj sobre el pizarrón, en diez minutos llegaría Iruka y sin embargo aún no había llegado nadie ¿Habrían cambiado el salón y no se enteraron por llegar demasiado temprano?
Sasuke parecía estar pensando en lo mismo pues su mirada viajaba del reloj hacia la puerta y luego hacia ella con su cara ligeramente roja y Sakura sintió que se estaba perdiendo de algo, Sasuke sacó de la mochila su cantimplora, antes de acercarla a su boca su lengua humedeció sus labios y para Sakura aquella acción pareció transcurrir en cámara lenta mientras su rostro iba ganando tonalidades de rojo hasta llegar al color rojo disco stop.
Una idea de lo más "brillante" cruzó por su mente invadida por los estrógenos y sus repentinos deseos inspirados por su valiente mejor amiga, si ella se había atrevido a besar a su amor platónico en el último día de clases a sabiendas que podrían ser separados.
¿Por qué ella no podría hacer lo mismo?
No se sentía lo suficientemente valiente como para declararle su amor pero bueno… Sasuke era un hombre ¿no? Alguna reacción le tendría que sacar…
Si Sasuke la rechazaba… le dolería- sufrió internamente a punto de hiperventilar de nervios- pero no creía que dejarían de ser amigos ¿verdad? Además, solo era un beso… un lento toque de sus labios un par de segundos y quizás con algo de suerte… sus lenguas, como en esa película pervertida que Ino y ella vieron la semana pasada en su casa.
Suspiró.
-Oye Sasuke-kun ¿Ya diste tu primer beso?
El agua salió disparada de la boca de Sasuke hacia el asiento frente a ellos sobresaltando a Sakura, el sonido de su boca desinflándose en algo parecido a una pedorreta antes de que él volteara su rostro contraído en emociones que iban desde la confusión a la ofensa y la incredulidad.
- ¡No!- casi escupió como si fuera obvio y la sola idea le pareciera repulsiva, ella se acercó un poco más a él con la discreción de quien planea contar un secreto y volteó hacia la puerta del salón cerrada, no percibió pisadas acercándose por lo que con sus ojos verdes brillando interesados acomodó uno de sus flequillos tras su oreja y casi tímidamente preguntó:
- ¿Nunca te has preguntado cómo se siente? - su voz era suave y ahora no le miraba a él si no a algún punto de la mesa, recargaba su mentón sobre las palmas de sus manos y mantenía los codos apoyados sobre la lisa superficie de madera con expresión pensativa.
¿Nunca te has preguntado cómo se siente?
Bueno… solo una vez… había llegado temprano a casa y desde la entrada vio a su hermano y su novia besarse en el jardín, Itachi parecía feliz después de eso por lo cual no podía ser algo desagradable, también a sus padres en algún momento los había visto compartir algún beso cuando pensaban que nadie los veía.
Si, tenía curiosidad, como cualquier idiota de doce años ¿A quién engañaba?
Sasuke sentía ser mejor que eso.
La curiosidad típica de la preadolescencia ¿no? Sin querer desvió sus ojos hacia el afilado perfil de Sakura, su nariz pequeña y respingada y sus labios rosas y… atrayentes.
- ¿Tu si? - no sabía por qué el volumen de su voz disminuyó sonando un poco más profunda, pero su voz había adquirido ese matiz más varonil recientemente.
Porque ya no era un niño, estaba en proceso de convertirse en un hombre, un hombre que algún día se casaría con una mujer.
Así que quizás… seguir huyendo de las chicas lo haría ver ¿infantil?
Se había ganado su protector shinobi y ahora sería asignado a un equipo, cumpliría misiones reales con un jonin que sería su mentor, por supuesto que ya no era un niño, iba a volverse más fuerte y luego se uniría a la policía para luchar junto a su hermano.
Hermano que llevaba junto a su novia desde que tenía memoria para recordar la fea cara de Izumi pero… eso no le había impedido tener que rechazar amablemente a sus fanáticas.
Uhm… si lo pensaba mejor, nunca había visto a Itachi huyendo de las chicas, solía recibir declaraciones de amor casi a diario y sin embargo siempre era amable y educado al momento de rechazarlas, claro eso llegó hasta que formalizó su relación con Izumi.
Luego las chicas dejaron de molestarlo.
Miró de reojo a Sakura quien se removió algo inquieta antes de responder:
-Sip- volteó hacia él mirándole con seguridad e interés, Sasuke sintió que ella estaba a punto de revelarle algo que llevaba tiempo escondiendo y la clavó sus ojos en ella, su intensa mirada oscura pesó sobre su faz con renovado interés- ¿Tú no?
-Aa- respondió con su monosílabo típico para una afirmación e inclinó su rostro para ocultar ese molesto calor en su mejillas que lo hacía sentir patético al darse cuenta del vergonzoso hilo de pensamientos que estaba teniendo.
-¿No te da curiosidad?
Recordó a Itachi besando a Izumi, la forma en la que él sujetaba su cintura y sus labios se movían sobre los de ella arrancándole un sonido vergonzoso a su tonta novia de una forma que le hizo sentir un extraño cosquilleo y la repentina necesidad de huir corriendo de ahí sintiendo nauseas.
¿Por qué hacían las mujeres esos quejidos tan extraños cuando sentían placer?
Los había escuchado también desde la habitación de sus padres en algún momento de su infancia cuando salía a hacer su necesidades en medio de la noche, por supuesto en aquel momento no tenía idea de qué eran o por qué su madre parecía ahogar gritos contra la almohada.
Ahora por supuesto que lo sabía y le daba muchísimo repelús.
Su cuerpo se sacudió disgustado y avergonzado por los recuerdos traumáticos de lo que ahora reconocía como sus padres teniendo sexo en la madrugada, pero eso no quería decir que deseaba… hacer… eso…
Volvió a mirar a Sakura, un sonrojo teñía sus mejillas y le miraba de soslayo a ratos sin variar su posición.
-Si- acabó confesando y sus ojos se dirigieron a la puerta del salón percibiendo el silencio total del pasillo, quedaban como cinco minutos para que llegara Iruka y aun nadie entraba, inspiró lentamente y con profundidad viendo a Sakura mirarle recargando ahora su mejilla derecha sobre la palma de su mano habiéndose volteado hacia él intrigada.
-¿En serio? ¿Tu piensas en esas cosas? - casi se rio de él y eso le hizo arrugar el ceño con molestia.
-Soy un ser humano- entrecerró los ojos fastidiado sin darse cuenta del peso que tendrían esas palabras los próximos tres minutos.
-¿Quieres probar lo que se siente? Tengo curiosidad…- Sakura inspirada por la audacia de Ino al perder su virginidad labial con su amor platónico empezó a sentirse orgullosa de sí misma cuando Sasuke casi por inercia parecía acercarse cada vez más a ella, enredado por sus provocaciones, entonces el asintió con su rostro serio a penas tintado por un suave carmín que delataba su nerviosismo.
Vaya que las clases de Kunoichi daban resultados
Se inclinó ligeramente sobre él sintiendo su aliento cálido acariciar sus labios, un cosquilleo agradable la hizo consciente de la piel sensible de su boca y una extraña sensación de calor se instaló en la parte baja de su vientre con anticipación, ni hablar de las mariposas en la boca de su estómago que revoloteaban más ansiosas que nunca.
Atraído por la cálida sensación de su cuerpo junto al suyo se inclinó ligeramente sobre ella dispuesto a saciar su curiosidad, esto no significaba nada, Sakura era su persona de confianza, esto era un experimento una manera de por fin saber que era eso tan interesante que Itachi encontraba en besar a Izumi y Shisui en perseguir mujeres, aquella magia que dejaba de tan buen humor a su hermano que hasta le apetecía entrenar con él aún después de regresar de alguna cita con Izumi, una manera segura de desentrañar los misterios de la interacción humana.
A penas rozó los labios de Sakura con los suyos sintiendo la electricidad recorrerle pero ella armándose de valor Sakura cerró sus ojos y completó el acercamiento, posó sus labios sobre los suyos con suavidad haciendo una muy ligera presión sobre su piel como había estado practicando con su almohada cuando el glorioso momento en el que robara el primer beso de Sasuke llegase, y el glorioso momento había sido ese, se sintió flotar, no se le comparaba a lo mucho que lo había imaginado, un escalofrío agradable recorrió su espina dorsal y sentía el corazón latirle en los oídos.
Los labios de Sasuke eran cálidos y suaves, se sorprendió gratamente cuando él correspondiéndole empezó a mover su boca sobre la de ella con algo de torpeza y la acercó más a él posando su mano derecha sobre su cintura, con sus ojos entrecerrados explorando la novedad de aquella placentera interacción se ciñó sobre ella y el tierno beso creció en intensidad, Sakura decidió ser un poco más osada y dejarse llevar, llevo sus manos a las mejillas de Sasuke acariciándole con sus pulgares, Sasuke cerró sus ojos concentrándose en sentir esa calidez que crecía en su interior y pronto sus labios se sincronizaron en un movimiento lento y curioso probando a consciencia la boca del otro, podía sentir el latir agitado del corazón de Sasuke contra el suyo.
¿Qué era esta sensación?
Sakura sabía dulce, sus labios tenían el sabor de la piruleta de fresa que había estado comiendo hasta hace un momento y que había decidido sacrificar en pro de ese escandaloso y extrañamente satisfactorio momento, su boca era húmeda, cálida y agradable y sabía tan bien que se preguntó repentinamente ¿Por qué odiaba tanto las piruletas de fresa? Si en la boca de Sakura se sentían como lo más exquisito que hubiese probado, acarició sus labios un poco más hasta que el aire comenzó a faltarle, el húmedo sonido de sus bocas al separarse hizo eco en el silencio del salón y se miraron a los ojos apenados, el rostro de Sakura estaba tan rojo que si alcanzaba una tonalidad más de intensidad probablemente explotaría y moriría feliz.
Sin darle tiempo a recuperarse del todo volvió a atrapar sus labios entre los suyos con algo menos de torpeza esta vez, sorprendiéndola, sus manos se movieron solas y se afianzaron a su cintura con más seguridad casi necesitando sentir el tacto cálido de su cuerpo pegado al suyo, percibió en su cabeza las manos de ella hundirse en su cabello y los suspiros que escapaban entre su dificultosa respiración hasta que accidentalmente sus lenguas se rozaron en medio de un intento de ella por tomar una bocanada de aire y todo su cuerpo fue atravesado por un inexplicable corrientazo de electricidad que encendió su piel y otros interruptores de alerta en su cabeza que por alguna razón quería ignorar.
Curioso con el descubrimiento de esas nuevas sensaciones agradables que cosquilleaban por todo su abdomen rozó los labios de la chica con su lengua quien tímidamente los entreabrió apenas rozando la suya casi con temor a lo que podría seguir, en cuanto esto ocurrió acarició su lengua con lentitud e intención de probar su sabor y un fuerte estremecimiento atravesó el cuerpo femenino en sus brazos la fuerza en las manos de ella se desvaneció por completo y sus palmas descendieron por sus hombros como una caricia, cuando quiso probar su lengua una vez más para experimentar otra vez ese agradable cosquilleo en su entrepierna que lo estaba volviendo loco ella ahogó uno de esos involuntarios sonidos femeninos de placer contra su boca trayéndolo a la realidad como si alguien tirara de su pie hacia la tierra con brusquedad.
Se separaron y nuevamente el sonido vergonzoso de sus bocas al despegarse lo hizo más consciente de lo que acababan de hacer, se observaron fijamente respirando agitados y se sintió tentado a repetir la experiencia, pero ahora mismo tenía un problema más grande entre las piernas que sus ganas de saborear la dulce boca de quien probablemente era una de sus mejores amigas y de las chicas de su salón la única con la que sentía la suficiente confianza como para realizar… esa clase de experimentos sin sentir que alguien moriría en el intento.
-Eh… uhm ¿Sasuke-kun? ¿Te encuentras bien? ¿Hice algo mal?
-N-no, todo está bien fue… fue… agradable…- apenado desvió sus ojos de ella al reloj que marcaba dos minutos para las nueve en punto hora en la que los había citado Iruka y como si de una invocación se tratase el maestro asomó su cabeza por la puerta tan sonriente como siempre.
-¡Oh que bien que los encuentro! ¡Aquí están! Ya se me hacía raro que no estuvieran ustedes dos, nos movimos al salón 204, vamos chicos- llamó.
Iruka sintió el tenso ambiente entre los dos y sus rostros sonrojados y el cabello de Sasuke mucho más despeinado de usual, entrecerró la mirada con sospecha, pero eligió no decir nada viendo a Sakura recoger sus cosas apresurada y alcanzarlo en la puerta.
- ¿Sasuke-kun?- llamó el maestro.
-S-si ya voy-respondió algo sobresaltado- eh yo… pasaré por el baño antes- se dio vuelta tomando su mochila del interior del compartimiento de la mesa celebrando internamente que Iruka hubiera decidido seguir a Sakura sin hacer preguntas, aunque suponiendo que tuviera dos dedos de frente era más que obvio lo que había ocurrido entre los dos.
Se sonrojó al sentirse descubierto.
Se tomó unos minutos para serenarse echándose agua helada en el rostro y al salir del baño tomó nota mental de lo jodido que era orinar cuando el soldado estaba firme y se encaminó al salón sintiéndose extraño y… de mejor humor.
Se sentó en el único asiento libre junto a Sakura y Naruto mirando a su compañera de soslayo buscando alguna señal de incomodidad o rechazo por parte de ella y al no encontrar nada más que su acostumbrada cara alegre y tontaina de siempre se permitió apoyarse en el espaldar relajado esperando a que Iruka mencionara su nombre.
- Equipo 7: Sasuke Uchiha, Sakura Haruno y Naruto Uzumaki.
- ¡Si! - la pelirosa y el rubio saltaron al mismo tiempo celebrando que no tendrían que separarse para siempre y podrían seguir arrastrándole a sus tontos "entrenamientos" sonrió de medio lado y asintió conforme.
Así que equipo 7 ¿Eh?
¿Por qué sentía aquel momento como si ya lo hubiera vivido?
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Notas de la autora:
Espero que para estas alturas la dinámica de la historia esté clara, será todo así, momentos random de la vida de estos dos en un mundo sin tantas desgracias, en próximos capitulos explicaré un poco de qué fue lo que ocurrió con Itachi después de que Sasuke le revelara el futuro y cómo impidió la masacre de los Uchiha con la información que tenía, no se preocupen no tardaré xD para el momento de la publicación de este capitulo tengo escritos unos once, llevaba ya un tiempo trabajando en esta historia pero necesitaba finalizar alguna de las que tenia en progreso antes de empezar a publicar esta.
Para construir esta trama me basé en la buena relación que solían tener Mikoto y Kushina y cómo por la desconfianza hacia el clan Naruto no pudo ser adoptado ni cuidado por los Uchiha por el tema del Kyubi, así que en esta realidad donde el clan Uchiha si cambió de mentalidad para romper con la maldición del odio Fugaku pudo incentivar una sana rivalidad/amistad entre Naruto y Sasuke ya que sería él una de las pocas personas que conocen el secreto detrás de la identidad de los padres de Naruto por lo cual para de algun modo tenerlo "cerca" en esta realidad Sasuke y Naruto se vuelven amigos y rivales desde pequeños, más o menos como en los episodios especiales del sueño de Tsunade donde Naruto llama "Oniichan" a Itachi, la dinámica sería bastante parecida en este caso.
