Entre Líneas
Capítulo 15-2
Cuando el deber llama
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
Summary: ¿Qué harías si pudieras volver a empezar? Sasuke despierta de un largo sueño a punto de tomar una decisión que podría cambiar el destino de todos. SasuSaku. Fluff Romance. Lemmon.
•••
¡Ah! ¡Sasuke-kun!
Más fuerte…
Despertó de un sobresalto inhalando una fuerte bocanada de aire con el estruendoso sonido del despertador martilleando su cansada cabeza a las 6AM, se llevó las manos a la cara con frustración deslizándolas lentamente hasta arrastrar los parpados hacia abajo y dejarlas reposando sobre su cuello con expresión mortificada contemplando el cielo raso de la habitación sintiendo la agobiante sensación de estar encerrado en su propio cuerpo.
La primera vez había sido algo como "Oh que sueño tan genial"
La segunda "Dios necesito ver a Sakura"
La tercera "¿Qué es esto maldición"?
Y finalmente la cuarta lo estaba sumiendo en un bucle de desesperación hormonal adolescente que lo estaba sacando francamente de quicio ¿Qué le estaba pasando? ¿Qué clase de tortura era esa? Estaba tan excitado que dolía, llevaba demasiados días así sin poder entender que demonios le estaba pasando a su cuerpo y con la vergüenza atorada en la garganta por no querer preguntar a su hermano si existía una solución para aquello porque en el fondo tenía claro cuál era la solución solo no estaba dispuesto a verse tan imbécil. Así que optó por dejar que la naturaleza le guiase y se levantó sin sorprenderse de no sentir ni un alma recorriendo la casa, aunque eran las seis, se sujetó del borde del lavabo y se miró al espejo sus ojeras eran inmensas, pero no se comparaban con las que su padre o su hermano estaban adquiriendo los últimos días, sobre todo porque su mal descansar no se debía al exceso de trabajo si no… a ese maldito sueño…
Un sueño recurrente en el que se cogía a Sakura de maneras que no tenía idea de donde pudo haber obtenido su imaginación tales imágenes, pero su cuerpo se sentía tan ansioso por cumplir aquellas fantasías sexuales en las que ella era el personaje estelar que llevaba todo el fin de semana evitándola, se sentía culpable y un asqueroso por tener la mente llena de aquellos pensamientos indebidos, sentía que en el momento en el que se quedasen solos se le echaría al cuello sin poder controlar su deseo, su cuerpo estaba exigiéndole acabar lo que había empezado hace meses y tenía la certeza de que esto jamás hubiera ocurrido si no hubiera jugueteado con las mieles de placer en primer lugar.
Porque sus hormonas están enloquecidas.
Ah… me gusta…
Los gemidos de su Sakura onírica lo obligaron a envolver su mano alrededor de su erecto falo sin poder evitarlo más acariciándose con lentitud en su mente el recuerdo de la cálida sensación no vivida de estar dentro de su húmeda cavidad lo torturaba, aceleró el ritmo con su mano frustrado pues no podía si quiera comparar aquella sensación pero la necesidad por conseguir el tan anhelado alivio fue más gran y recordó la fogosidad de su último encuentro con Sakura, la sensación de la suave piel de sus senos en sus manos, se sentía como un asqueroso pervertido, no podía ver a su novia sin sentir que podría arrodillarse y suplicarle permitirle desfogarse en su cuerpo, pero no podía hacerlo, ella le había dejado claro no sentirse lista para dar ese paso y jamás la presionaría solo para satisfacerse a si mismo.
¿Convertirse en un hombre era tan horrible?
¿Habrían pasado Itachi o su padre por esto?
"A tu edad Itachi y yo ya habíamos hecho de todo"
Sin querer un gemido lastimero escapó de su boca, frustrado cuando la voz burlona de Izumi resonó en sus pensamientos recordándole que su hermano probablemente jamás atravesó una tortura como esta, tirando de la cadena con la mirada perdida en sus fluidos desapareciendo en el remolinillo de agua se permitió sentirse un idiota miserable y caliente.
Después de una ducha rápida salió al pasillo encontrándose con el desolador escenario de su casa vacía, sería un día caluroso, aunque eran las 6AM el sol brillaba enceguecedor en el jardín bañándolo todo con su cálida luz dorada, medio desayunó un puñado de cereal de hojuelas que le quedaba a la mano en la alacena y se calzó para encaminarse a los campos de entrenamiento, hoy tendrían entrenamiento de combate, a ver con que tontería saldría Naruto esta vez.
Planeaba suicidarse si en medio de su calentura conseguía afectarlo con ese estúpido jutsu sexy, la muerte era menos dolorosa que sufrir tal humillación.
Eso sí Sakura no lo mataba primero.
Desde el ataque a la aldea, el paisaje se había tornado un tanto turbio, así que casi podía entenderlo, su padre prácticamente dormía en la oficina, su madre a veces se desvelaba a su lado ayudándole con las toneladas de insufrible papeleo que había dejado como herencia el viejo holgazán del tercero y su hermano últimamente solía partir al trabajo antes del amanecer solo para llegar rendido y a veces dormirse en cualquier esquina de la casa sin siquiera cenar, la persona menos ocupada era él y eso lo estaba desquiciando, mentiría si dijera que no se sentía herido por la escasa responsabilidad que se le había delegado, quería ser de mayor utilidad, pero no pertenecía formalmente a la policía y solo se le había permitido colaborar como un gennin en prácticas de vez en cuando.
Deseaba tanto convertirse en chunin y por fin recibir su tan ansiado nombramiento como oficial…
Aunque los campos de entrenamiento le quedaban prácticamente al lado, Sasuke tenía la costumbre de desviar sus pasos hasta la casa de Sakura, cuando iban a la academia el paso por su casa era inevitable pues estaba de camino hasta el edificio, se había acostumbrado a esa primera sonrisa en la mañana y su voz deseándole buenos días mientras comparaban sus desayunos, a veces ella no estaba lista y Mebuki le abría la puerta parloteando sobre algún evento en la aldea o pidiéndole opinión sobre sus discusiones con su hija, por supuesto siempre dándole la razón.
Las cuatro o cinco cuadras adicionales que tenía que caminar de ida para llegar a casa de su dulce perdición de cabellos rosados y luego de regreso para lo campos de entrenamiento eran con simpleza un buen calentamiento para él y una manera de despejar su mente y terminar de despertar, temía que Sakura se preocupara por él pues era cierto que la había estado evadiendo un poco desde que despertó en el hospital porque sus pecaminosos pensamientos no los dejaban en paz, no podía ver su rostro sin recordar su excitante expresión y el deseo oscureciendo sus ojos verdes cuando…
Entonces ella apareció frente a él saltando desde el balcón de su habitación con ese diminuto kimono balanceándose sobre sus muslos y su entrepierna conoció un nuevo circulo del infierno.
- ¿Cambio de peinado?
-No solo el peinado.
•••
- ¿En qué piensas tanto? - le codeó Sakura sus orbes color carbón se encontraron con su mirada curiosa cuando su cerebro pareció recalibrarse lentamente y volver a la realidad pestañeando casi adormecido.
-No es nada…- se limitó a responder en voz baja con una suave inhalación que refrescó sus pulmones.
- ¡Muy bien! ¡Lo tenemos! - celebró Naruto saliendo de la pastelería Uchiha con un pequeño pastel de frutas dentro de una fina caja de cartón, como era de esperarse el idiota tropezó con el escaloncillo dando un paso en falso y cayendo de bruces contra el suelo haciendo que la caja saliera volando de sus manos, los rápidos reflejos de Sakura le permitieron salvar el pastel de cumpleaños que habían encargado la tarde del día anterior y se golpeó la frente con la palma de la mano derecha suspirando exasperado antes de patear a Naruto en el suelo.
-Levántate Dobe- lo removió con su pie escuchándole emitir un quejido lastimero similar a un "creo que me rompí la nariz" ahogado contra el suelo.
- ¡Vamos Naruto! - exigió Sakura con un gruñido haciendo que se levante como impulsado con un resorte, aterrorizado, el temor que sentía hacia su furia parecía haberse incrementado después del feroz entrenamiento de esa tarde.
Por fortuna el ejercicio y el furor de una buena batalla habían arrastrado lejos de su mente sus cochinos pensamientos de la mañana tal como su mirada oscurecida se arrastraban por los muslos blanquecinos de su preciosa novia y no era el único al parecer, se sentía incapaz de reconocerse a si mismo, jamás sus ojos se habían desviado de esa forma hacia ninguna otra mujer, usualmente le daban igual y llegó a creer que era lo suficientemente maduro y tenía el autocontrol suficiente como para no caer en los encantos femeninos de ninguna, pero bien decían que todos los hombres tienen una debilidad.
¿Por qué cambió su ropa? ¿Por qué tenía que usar esa falda tan corta?
Su buen humor decreció significativamente cuando fue plenamente consciente de que sus ojos no eran los únicos repasando su esbelta figura resaltada por aquel kimono táctico un tanto revelador, él estaba siendo discreto pero la cara de babosos de algunos idiotas que pasaban por su lado volteando hacia ella con expresión libidinosa acrecentó el aura maliciosa y posesiva que había comenzado a formarse a su alrededor, su ceño fruncido y los labios fuertemente apretados lanzando miradas fulminantes a todos esos idiotas que se atrevían a mirarla descaradamente y ella sumergida en su parloteo con sus encantadores ojos fijos en él, parecía totalmente ajena a la atención masculina y eso le relajó considerablemente.
Algo había cambiado en Sakura desde hace algunos días, vestía diferente, se veía muy diferente porque ahora parecía más feroz e imponente, no le disgustaba el cambio, verla brillar y ganar seguridad en sí misma lo hacía sentir orgulloso, pero empezaba a temer que ella se obsesionara demasiado con la idea de aplastarlos y desarrollara algún tipo de aversión o resentimiento hacia Naruto y él que perjudicara al equipo o dañara su amistad.
Sakura era de emociones volátiles, un momento estaba feliz y al siguiente estaba furiosa reventándote a puñetazos.
Pero amaba eso de ella.
Le sonrió tomando su mano como lo hizo el día que presentaron sus solicitudes para el examen chunin y ella volteó a mirar sus manos unidas sobresaltada y sorprendida, una arrogante sonrisa se extendió por su rostro al contemplar sus mejillas arreboladas y la torpe sonrisa enamorada que decoró su expresión.
-¿¡Oye tonto por qué tomas de la mano a mi Sakura-chan!?- protestó Naruto haciéndole entornar los ojos fastidiado y no pudo evitarlo más, como siempre ese idiota arruinando sus momentos de sentirse un ser humano común, realmente empezaba a detestar que Naruto últimamente se empeñase a referirse a Sakura como suya, jamás lo malinterpretó el solía hacer eso a veces desde que eran niños en la academia y perseguía a Sakura, ella nunca pareció mostrar ninguna clase de interés romántico por él así que solo se entretenía viéndolo ser rechazado por ella, pero últimamente era tan insistente que empezaba a incomodarle y entonces se detuvo con el ceño fruncido y una mirada endemoniada harto de aquel ataque personal.
-Quizás tu cabeza de chícharo es incapaz de procesar algo tan obvio, pero por si no te has dado cuenta Sakura y yo estamos juntos y puedo tomar su mano cuando quiera- declaró firmemente con sus ojos entrecerrados destilando su hostigamiento.
No era su intención verse como un niñato celoso.
Pero ella era suya.
Naruto infló las mejillas enfurruñado y se ruborizó desviando su vista hacia el camino y pateando una piedra, ninguno de los dos esperaba bajo ningún concepto que Sasuke realmente se atreviera a pronunciar aquellas palabras en voz alta, en su sitio Sakura se congeló con sus ojos abiertos como platos y un profundo sonrojo en sus mejillas.
-Por supuesto que lo sé Teme, no estoy ciego, ya era hora de que lo reconozcas…- masculló Naruto y bufó enviándole rayos con la mirada- solo no quiero que las cosas cambien entre nosotros tres y me dejen atrás…- el tenue rubor en sus mejillas enterneció a su pelirosa mejor amiga.
Entonces no estaba tratando de robarle a Sakura.
Solo estaba temeroso de que su relación los absorbiera y lo dejaran de lado.
Casi sonrió tontamente y sintió ganas de poner los ojos en blanco y burlarse de él, pero Sakura arruinó su oportunidad pronunciando:
-Naruto…- Sakura le miró sus ojos jade inundados de calidez- los tres siempre seremos un equipo, porque siempre seremos tus mejores amigos ¿Verdad Sasuke-kun? - sonrió ampliamente y se ruborizó afianzando el agarre en la mano de Sasuke tirando de él con una gran sonrisa viéndole asentir un tanto avergonzado y le pasó la caja con el pastel antes de tomar la mano de Naruto y caminar con ambos con dirección a casa del Uchiha.
Entonces sonrió ladinamente sintiéndose orgulloso de la forma en la que los hombres que antes habían mirado a Sakura deseosos ahora desviaban la mirada mal disimuladamente, porque nadie se atrevería a tratar de meterse con la novia de Uchiha Sasuke.
•••
- ¡Estoy llenísimo! Si como un solo trozo más creo que voy a vomitar- balbuceó derrotado el rubio atolondrado desde el suelo exhalando el aire en sus pulmones con pesadez.
-Eres un glotón Naruto, te comiste la mitad del pastel tu solo- Sakura puso los ojos en blanco mascullando improperios contra el chico mientras le picaba la hinchada barriga con el tenedor.
-No me culpes Sakura-chan, estaba delicioso ¿Verdad Teme? Es tu pastel, pero a penas lo picaste- se quejó lanzándole una mirada rencorosa- no volveremos a hacer nada lindo para ti- se mofó.
-No me gusta el dulce- aclaró y entrecerró la mirada ofuscado- pero este pastel estaba bien- se dejó caer de espaldas contra el tatami recostándose en el regazo de Sakura y reposando con las manos sobre el abdomen respirando con tranquilidad, desde su posición la pelirosa le observó con ternura, encontrándose con la cálida mirada de Sasuke contemplando su rostro embelesado y se sintió tentada a inclinarse para besarle como normalmente haría, pero Naruto estaba ahí y no quería ponerlo incómodo.
- ¡Bien! El momento de la verdad ha llegado…- una sonrisa zorruna se extendió por sus labios cuando se incorporó de un salto mirándolos fijamente antes de rebuscar en su mochila sacando de ella una pequeña botella.
-¿Qué es eso?- inquirió curiosa sin dejar de acariciar distraídamente el cabello del pelinegro.
-¡Sake! Vamos a brindar por Sasuke- canturreó travieso y rio estruendosamente antes de ponerse de pie y correr a la cocina- iré por unos vasos, estoy seguro de que tus padres deben tener vasos para sake.
-Lo dices como si en mi familia fuéramos unos borrachos- la mirada de Sasuke se desvió con aburrimiento hacia la cocina antes de escucharlo gritar victorioso.
- ¡Sabes bien como son Itachi-niichan y Shisui-niichan!- exclamó por toda aclaración como si fuera obvio- ¡Aquí están!- saltó victorioso regresando al salón con una gran sonrisa traviesa y ojos brillantes.
-Naruto ¡No tenemos edad para eso! - regañó con sus ojos brillando con una mezcla de intriga y preocupación- ¿Y si la madre de Sasuke-kun vuelve? Nos van a regañar… ¿De dónde sacaste eso?
Naruto volvió a reír estruendosamente emocionado.
-Se la regalaron al viejo pervertido, pero se durmió y la olvidó así que se la robé ¡Vamos! ¡No seas tan niñita Sakura-chan! solo será un brindis y dejaremos la botella en la cocina para que piensen que es un regalo de tus padres por el ascenso de Fugaku-jiichan ¿vale? – amplió su sonrisa fingiendo inocencia y Sakura entrecerró sus ojos con sospecha por involucrar a su familia en aquella mentira piadosa, pero suspiró resignada.
¿Qué habíamos dicho sobre no ser una niñita?
-Bien, tu ganas, pero Sasuke-kun debe hacer los honores- con maliciosas sonrisas en sus rostros Sakura y Naruto empujaron la botella de porcelana hacia él quien les lanzó una mirada incrédula.
- ¡Vamos Sasuke! ¿Tienes miedo? Apuesto a que no resistes ni el primer trago… - se mofó Naruto y eso bastó para hacer que se incorpore y como si nada destapara la botella y sirviera los tres vasos sin derramar una gota.
Sakura y Naruto no pudieron reprimir sus expresiones sorprendidas cuando Sasuke sonrió arrogantemente.
Clases de etiqueta.
Pero eso no lo pensaba aclarar.
No era la primera vez que probaba sake, alguna vez por curiosidad había aceptado un trago del irresponsable de Shisui y su muy poco tolerante al alcohol hermano mayor que solía ponerse bastante accesible tras un par de vasitos de estos.
Si, contrario a lo que el mundo ninja creía Itachi sí que tenía una debilidad, bueno… técnicamente dos debilidades o tres dependiendo de si los pechos de su manipuladora novia contaban como dos en una.
- ¡Vamos Sasuke! - le animó Naruto- ¿Algunas palabras para el brindis?
- ¿Qué se supone que diga? - encorvó una ceja y el Uzumaki largó un suspiro pesado.
-Brindo para que dejes de ser tan aburrido- exclamó el rubio exasperado antes de beber de un trago el contenido del vasito.
Sakura rio viéndole hacer caras de disgusto y quejarse del ardor en su garganta sintiendo el calor del licor abrigarle el pecho desde el interior.
-Brindo para que dejes de ser tan tarado- le secundo Sasuke bebiendo también de un trago el contenido de su vaso y lanzándole una mirada afilada al rubio quien le miró con rencor cuando el pelinegro no lloriqueó por el estruendoso sabor de la bebida.
-Brindo para que ambos dejen de ser unos idiotas- la mirada burlona de Sakura pesó sobre ellos y se empinó su vaso con delicadeza entre sus labios - uhm no sabe mal- pestañeó intrigada y los otros dos le miraron como si le hubiera salido otra cabeza.
- ¡Otra vez! - Naruto se apresuró a tomar la botella y servirse otro trago derramando un poco sobre el tatami Sakura hizo amago de sostener la botella, pero Sasuke fue más rápido en sujetarla.
- ¡Ten cuidado idiota! - lo reprendió el Uchiha retirándole bruscamente la botella de las manos- dijiste que solo sería uno.
-Eres una nenaza, Sasuke- le apuntó con una sonrisa socarrona en sus labios y bebió del vaso sintiendo el dulce sabor con más agrado que la primera vez- es cierto, es bastante bueno.
Como era de esperarse sus dos cabezotas compañeros de equipo harían de beber una competencia y mientras ella sorbía con tranquilidad su tercer vaso de sake, contempló a Naruto y Sasuke enzarzarse en una pelea a golpes que no tenía ganas de separar, se sentía realmente relajada, las incoherencias de Naruto incluso le parecían graciosas en ese punto y fue entonces que empezó a reír, con el rostro sonrojado y las carcajadas descontroladas Naruto y Sasuke le secundaron.
-Oye Sasuke… ¿Por qué estamos peleando?
-Yo que se…- exhaló sintiendo el potente sabor del sake añejo en su aliento- si mi madre llega ahora nos va a matar a los tres- casi lloriqueó graciosamente.
Sakura comenzaba a sentir que se ahogaba de tanto reír viendo a Sasuke borracho después de beberse más de la mitad de la botella con su rubio mejor amigo, Naruto con el rostro sonrojado y sus ojos a medio cerrar se quitó la sudadera atándola en su cintura exclamando graciosamente que iba a morirse de calor.
¿En qué momento comenzó a hacer tanto calor?
Normalizando su respiración se sentó dejándose caer sobre el costado de Sakura, su mejilla sobre su hombro y la bandana ninja resbalando por su frente liberando sus cabellos rubios desordenados mientras ella rebuscaba algo en su pequeña bolsa riendo bajito para no despertar a don gruñón que se había quedado tumbado sobre el tatami con los ojos cerrados y empuñando el cuello de la botella, el flash del teléfono móvil salió disparado a la par de sus risas, Sasuke se incorporó de un salto cuando Sakura disparó de nuevo obteniendo una graciosa fotografía de su confundido rostro sonrojado.
- ¡Compraste un móvil! - Exclamó el rubio emocionado con los ojos brillantes intentando arrebatárselo de las manos.
-Si, estuve ahorrando estos meses así que fui de compras con Izumi-san ayer y compré uno- agitó el pequeño aparato presumiendo la fotografía de Sasuke cerca de la nariz de Naruto.
-Entonces ahorraré para uno, así podré escribirte mensajes cuando me vaya a entrenar con el sabio pervertido Sakura-chan- se rascó la nuca risueño y bostezó.
- ¡Vale! - canturreó la pelirrosa y no le pasó desapercibida la mirada afilada de Sasuke observando de forma asesina a Naruto antes de llevar la botella a sus labios y darle un profundo trago.
- ¡Sasuke-kun! - exclamó asombrada y le quitó la botella de las manos con delicadeza- vale, ya has tenido suficiente- rio despacito y le tomó de la mano ayudándole a incorporarse- vamos, deberías beber agua, si viene tu madre y te encuentra así nos matará a los tres.
-Entonces creo que debería irme- Naruto desvió la mirada nervioso hacia la puerta y luego al reloj previendo que la tía Mikoto no tardaría en volver y rio forzadamente con expresión de culpabilidad recibiendo en respuesta el frio "Esto es culpa tuya" de Sakura y su mirada acusadora desapareciendo por el marco de la puerta de la cocina cargando a Sasuke apoyado en sus hombros mientras mascullaba algo sobre el nivel de estupidez de ambos.
Sirvió un vaso de agua y se lo tendió a Sasuke quien contemplaba algún punto inexacto en el piso apoyando su espalda en la superficie de madera y recargando los codos sobre la barra relajadamente, a Sakura le causo demasiada gracia su linda expresión estando un poco ebrio, pero reprimió la risa para no provocar que se enfurruñe.
-Bebe esto, te sentirás mejor- murmuró risueña, Sasuke le dio una larga mirada con sus ojos brillosos afectados por el sake y bebió el contenido del vaso sin despegar sus ojos negros de su faz haciéndole sentir intimidada.
El "Nos vemos mañana de Naruto" se escuchó desde la sala seguido del golpe seco de la puerta principal siendo cerrada, quien diría que Naruto sería más resistente al alcohol que Sasuke, era algo realmente gracioso de ver, si, se sentía ligeramente "alegre" y relajada, pero desde luego no estaba tan afectada como Sasuke, lo contempló un momento, su postura era firme, él se estiró y bostezó encorvando una fija ceja azabache aparentando normalidad, pero sus ojos adormilados le delataban, como un depredador sus orbes permanecían fijos en su presa, sus rodillas temblaron ligeramente cuando sintió el cambio en el ambiente estaba a punto de atacar, no le dio tiempo a pensar pues en un segundo él ya estaba aprisionándola entre su cuerpo y la barra y la cara escondida en el hueco entre su cuello y su hombro sonriendo socarronamente, intuía que llevaba un rato esperando a que Naruto los dejara solos para poder hacer su jugada, su respiración le hizo cosquillas y rio suavemente relajándose, Sasuke siempre fue un chico de pocas palabras y aquel gesto era lo más cercano a un "Te extrañé" que obtendría de él, así que rodeó su torso con sus delicados brazos y acarició su espalda apoyando la mejilla contra su hombro e inspirando su aroma, disfrutó del tierno y cálido abrazo consciente de que el chico frente a ella no era muy dado al afecto, le sintió separarse ligeramente y sus alientos entremezclados la hicieron sentir ligeramente embriagada antes de cerrar la casi nula distancia que le separaba de sus labios, sentía que no había probado sus labios en una eternidad, el afianzó las manos sobre sus caderas dándole un ligero apretón pegando sus cuerpos antes de profundizar el beso, Sasuke suspiró contra sus labios su respiración le golpeó su nariz haciéndole cosquillas y entreabrió sus labios para darle acceso mejor su boca, oh aquí vamos de nuevo, lo había extrañado, había extrañado sentir la suavidad de su lengua jugando con la suya, no había besado a otro pero estaba segura que no existían otros labios en el mundo capaces de hacerle sentir lo que Sasuke provocaba en su cuerpo, sintió el calor ascender por su espina y concentrarse en su bajo vientre, las mariposas revoloteando inquietas en su interior y sus suaves gemidos y suspiros escapando de su boca.
Trastabillando por las escaleras y sin dejar de besarse y acariciarse sobre la ropa llegaron hasta la habitación del pelinegro, suspirando ella lo arrancó de su cuerpo y lo empujó hacia la cama desinhibida, él la contempló con un sonrisa ladina y la mirada brillando divertida cuando se subió sobre él sentándose a horcajadas sobre su regazo y lo besó con fogosidad sujetando su rostro entre sus manos.
-B-basta Sakura… o no podré contenerme…- susurró entrecortadamente contra su boca, ella le silenció con otro candente beso y podía sentir la dolorosa erección alzándose bajo su ropa, su miembro rogando por ser atendido.
-Izumi-san, de mujer a mujer ¿Puedo preguntarte algo privado?
Izumi se atoró con el dango antes de reír ligeramente nerviosa y asentir.
-Itachi-san y tú… ¿T-tienen ya sabes… relaciones…?
Izumi se sonrojó y al mismo tiempo le lanzó una picara mirada explotando en una risotada que azoró a Sakura provocándole intentar retirar su pregunta y entonces Izumi respondió.
-Claro que sí, es lo normal pero nosotros ya tenemos una edad- sonrió juguetona y su expresión cambió a una de ternura viendo a Sakura casi temblar con sus puños apretados sobre su regazo mirando fijamente hacia el suelo para ocultar su sonrojado rostro avergonzado- está bien sentir curiosidad Sakura, si estás segura de querer hacer esto… pero escucha- su tono se tornó serio cuando le tomó suavemente del mentón para encontrarse con sus ojos- jamás debes sentirte obligada a hacerlo, cuando llegue el momento lo sentirás y ya, sin arrepentimientos.
-P-pero siento que Sasuke-kun realmente… el parece… ¡Ya sabes! - se sonrojó y calló abruptamente llevando sus manos a su rostro desesperada, Izumi sonrió comprensiva.
Son hermanos, algo deberían tener en común.
El pensamiento cruzó fugazmente por su mente, la fogosidad de los Uchiha iba de la mano con su naturaleza emocional tan intensa, los sentimientos los desbordaban y eran amantes apasionados pensó en su novio sonrojada, sacudió levemente su cabeza para espantar sus pensamientos pervertidos sobre Itachi para volver su atención a Sakura que la contemplaba pensativa.
- ¿Hay algo que pueda hacer… para que se sienta mejor? y-ya sabes, algo placentero uhm que no duela ¡Ya sabes de lo que hablo! - exclamó con fuerza e Izumi volvió a atorarse pensando en varias cosas de esas pero no estaba segura de sí era moralmente correcto corromper a Sakura explicando esa clase de procedimientos-¡Por favor Izumi-san, no podría preguntarle esto a nadie más! Necesito saber cómo…- suplicó la pelirrosa aferrándose a su brazo con ojos brillantes llenos de angustia.
-Está b-bien… Odio esto porque ahora creerás que soy una pervertida, pero tienes que saber que luego de escuchar lo que voy a decirte tú y yo somos oficialmente mejores amigas- advirtió seriamente- lo diré una vez y será como si nunca hubiese dicho nada- se inclinó sobre su oído y Sakura sintió la ansiedad recorrer su espina cuando Izumi le susurró en el oído una frase que dejó su rostro ardiendo al borde del derrame nasal.
Tienes qué…
Ahora estaba agradecida por el sake, porque si estuviera del todo sobria probablemente no se habría atrevido a hacer lo que estaba a punto de hacer.
-Aún no te he dado tu regalo de cumpleaños…- susurró y Sasuke tragó grueso casi derritiéndose por la forma tan provocativa en la que ella susurró en su oído, descendiendo sus manos por su pecho, sugerente, la observó expectante y entonces ella profundamente sonrojada atrapó sus labios nuevamente en un beso que Sasuke se encargó de elevar mordiendo suavemente su labios inferior apasionado, ella gimió entre el beso y se restregó contra su erección lamiendo su lengua con pasión, llevó sus manos al botón de los pantalones y los deslizó hacia abajo sin abandonar sus labios, ella gimió con el contacto y los labios de Sasuke se deslizaron por su cuello con una fogosidad que antes no había sentido desprenderse de él, parecía como si realmente quisiera devorarla pieza por pieza.
Endemoniada mujer.
Acarició los muslos blanquecinos ascendiendo sus manos hasta desabrochar la cinturilla del kimono ansioso, ella se movió sobre su erección y lentamente le quitó la camiseta, se separaron y ella recorrió con sus ojos su torso desnudo tonificado por el arduo entrenamiento e incrementando la intensidad del carmín en sus mejillas encendidas como manzanas, sonrió con arrogancia contemplando sus ojos jade oscurecerse de deseo entonces ella dejó que su corto kimono rojo se deslizara por sus brazos revelando el protector de malla que a penas le cubría los pechos y sus shorts, ella asintió segura, cuando el mordió su labio inferior ansioso por deslizar su lengua por su piel desnuda tal como tanto había fantaseado a raíz de esos sueños húmedos que tenía últimamente, entonces inesperadamente ella se separó lo suficiente para depositar un casto beso sobre sus labios antes de susurrar:
"Cierra los ojos"
Bajó despacito por su cuerpo, Izumi le había dicho que simplemente se dejara llevar, pero no quería hacerlo mal y acabar lastimando a Sasuke, sus manos temblaron y le sintió sobresaltarse cuando acarició su miembro sobre la ropa interior, tragó grueso sintiendo ese agradable cosquilleo ansioso en su intimidad.
Está bien.
Estoy lista.
Puedo hacer esto.
-No abras los ojos- exclamó con una risilla traviesa arrodillada entre sus piernas así que tomó el protector ninja en la frente de Sasuke y lo bajo hasta sus ojos- sin trampas ¿vale? ¿Quieres hacer esto verdad?
¿Qué si quería?
Estaba seguro de que si por alguna maldita razón alguien apareciese para interrumpirlos su pene iba a reventar de frustración.
Asintió enérgico haciendo reír a Sakura y sintió el calor posarse en sus mejillas avergonzado, pero se estremeció de placer e inevitablemente largó un gemido gutural que emergió de su garganta cuando las delicadas manos de Sakura tomaron el borde de sus boxers bajándolos y liberando su erección haciéndole sentir algo de alivio y vergüenza a la vez.
Se sorprendió por verlo en todo su esplendor, Sasuke estaba muy bien dotado, estaba tan caliente que la vergüenza de exponer sus partes nobles se le olvidó por completo y mordió sus labios con fuerza intentando reprimir un gemido cuando el aliento de ella sopló cálidamente sobre la punta y sintió la lengua de ella asomarse y darle una fugaz lamida que lo estremeció en anticipación.
Oh por Dios ella iba a…
Iba a…
El gemido aliviado de Sasuke escapó de su boca junto a un:
-¡Ah Sakura! ¡Joder!- cuando la dulce lengua de la pelirrosa se deslizó por todo su falo con lentitud, sus suaves suspiros de placer le acariciaban la piel y con algo de torpeza ella lo introdujo en su boca comenzando un vaivén lento casi por instinto acompañó el movimiento de su boca con sus caderas y llevó las manos hundiéndolas en sus rosados cabellos embebido en el placer sintiéndose a punto de explotar, su boca era cálida y húmeda, abrigaba su miembro haciéndole sentir que podría morir de felicidad en ese momento su bajo vientre cosquilleó a punto de correrse con fuerza y aunque Dios sabe que intentó alargar el placer no puedo reprimirse más cuando ella repentinamente succionó su miembro enviando una descarga de placer por todo su cuerpo tan potente que no pudo detener su liberación sintiendo en seguida como todo su cuerpo se relajaba y es hundía en el mullido colchón de su cama aliviado, era como si repentinamente hubiese renacido, era un hombre nuevo, ella se sobresaltó sorprendida cuando sintió el líquido viscoso ligeramente agrio que emergió de Sasuke inundando su boca y lo tragó intrigada, relajándose al instante.
Izumi le había advertido que eso podría pasar.
No era desagradable.
Él se quitó la banda ninja de los ojos volviendo a la realidad
-Demonios cariño no pude resistirlo eso fue…
Sakura sonrió ilusionada y él sin importarle una mierda que se haya corrido en su boca se lanzó a sus brazos atrayéndola hacia su cuerpo besando su coronilla.
Cariño…
Le había llamado cariño…
Él le había llamado cariño voluntariamente, se le había escapado…
-Cariño…- susurró contra su piel riendo tontamente- me has llamado cariño Sasuke-kun…
Si quizás Sasuke estaba un poquito afectado por el Sake aún, sonrió cálidamente y acarició su espalda cubierta solo por el protector de malla, sonrió socarronamente contra su piel y lo desabrochó, Sakura gimió cuando el pelinegro le quitó el protector y la abrazó, el contacto cálido de sus pechos desnudos contra su piel la estremeció.
- ¿Te gustó? - susurró tímidamente - ¿No te lastimé?
-Fue… increíble…- rio Sasuke sintiéndose perdido por completo con una estúpida sonrisa deslizándose en sus labios y los ojos fijos en las formas que se formaban en el tejado con las luces del exterior filtrándose, había algo que deseaba hacer desde hace tiempo y no quería perder la oportunidad de… dejárselo saber…-Sakura- llamó suavemente- Y-yo…
- ¿Si cariño? – jugueteó con la palabra riendo con su rostro sonrojado escondido en su cuello.
-Ven aquí preciosa- volteó sobre su costado guiándola a recostarse sobre la cama y la besó con suavidad antes de apoyarse en la cama para estar sobre ella, el recuerdo de ese sueño cachondo que lo perseguía todas las noches volvió a su mente contemplando el torso desnudo de su novia y sus mejillas sonrojadas, aquellos ojos jade que lo contemplaban ansiosos le invitaron a probar aquellos preciosos montículos que se alzaban firmes en su pecho y se inclinó curioso deslizando la punta de su nariz suavemente sobre su piel sintiendo como ella se estremecía bajo su tacto y la escuchó gemir con fuerza y pasión derritiéndose bajo su tacto cuando tomó entre sus labios uno de los rosados botones antes de lamerlo y succionarlo probándola despacio casi con curiosidad.
Le avergonzaba reconocer cuánto había fantaseado con hacer eso.
-Ah… Sasuke-kun… por favor…- suplicó y eso lo encendió, no se había dado cuenta en qué momento se había posicionado sobre su intimidad y su miembro nuevamente duro como una piedra había iniciado un suave vaivén sobre su intimidad cubierta por los shorts, ese era terreno conocido así que no se lo pensó demasiado al rozar sus dedos entre sus piernas haciendo que se estremezca acompañando su agitada respiración con un corto gemido.
-S-Sakura… puedo…
-A-aja…- gimió ella llevando las manos a los shorts su ansiedad le llevó a deslizar ambas prendas desnudándose por completo y gimieron al unisonó cuando el contacto piel con piel los estremeció, la visión lo sonrojó y le hizo sentir como si flotara cuando tomó su miembro posicionándolo en sobre su intimidad rozándolo despacio, sintió la humedad de sus pliegues y no podía existir una sensación más placentera en la vida, jamás amaría a ninguna mujer como amaba a Sakura Haruno.
Sus gemidos….
Sus gemidos estaban volviéndolo loco.
-T-te amo Sakura…- susurró en su oído y ella gimió su nombre con fuerza enrollando las piernas en sus caderas incitándolo a penetrarla, le observó con intensidad y un pequeño asentimiento avergonzado sintiéndose lista para dar el gran paso y el volvió a tomar sus labios con fiereza embistiéndola con suavidad sobre su húmeda intimidad sintiéndose ligeramente temeroso de lo que podría ocurrir si entraba, aceleró las embestidas y Sakura emitió un gritito de placer, se estremeció apretándole con la misma fuerza con la que el orgasmo había golpeado su cuerpo incitándole con necesidad.
-Ah… hazlo…- le susurró en el oído- t-te necesito… te amo Sasuke-kun…
Oh, Dios… ella era tan…
La besó fogosamente su lengua recorriendo cada rincón de su boca casi con furia y pasión cuando decidido tomó su miembro en sus manos guiándolo a su entrada, Sakura gimió con fuerza en su boca y se estremeció al sentir la intromisión en la entrada de su cavidad.
A penas logró introducir la punta y la sensación de su cálido y estrecho interior lo abrumaron de placer hundiéndose solo un par de centímetros más, intentó moverse saliendo abruptamente cuando el corrientazo del orgasmo lo invadió llevándolo a correrse sobre su vientre…
Se sintió patético, no había durado ni un segundo.
-E-está bien Sasuke-kun… Es nuestra primera vez…- declaró ella entrecortadamente a medio camino de un gemido y le acarició el rostro cuando la vio a los ojos- a-ahora podemos hacerlo cuando quieras…- le sonrió suavemente con amor y Sasuke sonrojado y ligerísimamente decepcionado de sí mismo se ocultó en su cuello acariciando su cuerpo desnudo.
-Eres mía- mascullo posesivo- odio cuando Naruto te llama "mi Sakura-chan" hace que quiera romperle la cara y cuando esos idiotas te miran por la calle…
- ¿Estás celoso? Mañana usaré una camiseta con tu nombre entonces… - rio ella divertida y sonrojada incorporándose para limpiarse con un pañuelo de papel y empezar a recoger su ropa del suelo negando con su cabeza.
- No es una mala idea… ¿Por qué te vistes? - demandó con el ceño fruncido- planeaba hacerte el amor el resto de la noche dudo que mi familia regrese hoy a casa- declaró desvergonzado con una sonrisa arrogante que consiguió elevar los colores en el rostro de Sakura al menos tres tonos más y esquivó su protector ninja que fue lanzado con intenciones asesinas a su cabeza riendo.
Quizás si estaba un poco borracho.
- ¡Sasuke-kun! - regañó azorada- Quien diría que eras un pervertido…- se burló- es tarde, tengo que ir a casa o mi madre se preocupará.
-Está bien, te acompañaré- sonrió ampliamente como solo sonreía para ella y Sakura le devolvió una mirada cargada de amor enternecida por ver la genuina felicidad desprenderse de los ojos ónix de su novio.
Se sentía una mujer plena.
-Oh no así no, tú ve a ducharte- le señaló con expresión mandona y divertida- y metete en cama o tu madre va a darse cuenta de que estás ebrio.
-Sakura eres una pervertida… me emborrachaste para follarme- el puchero que se formó en sus labios casi hizo sentir a la pelirrosa que realmente la pervertida era ella y rio a carcajadas lanzándole la almohada, pero sabía muy bien que Sasuke estaba en sus cinco sentidos tan solo estaba feliz.
Sea como sea, lo había disfrutado y lo disfrutaría el resto de sus días…
Suspiró enamorada.
Sasuke suspiró aliviado, sus testículos ya no dolían y se sentía absolutamente feliz y en paz, se despidieron con un último beso intenso y la promesa de salir al día siguiente.
Nunca en su vida se había sentido tan perdidamente enamorado e imbécil como en ese momento, pero ¿Qué podía hacer? Era parte de la vivir…
Sin poder contener una sonrisa de idiota, agradecido porque en su casa no hubiera ni un alma sintió la tentación de empezar a tararear de alegría cuando entró a la ducha completamente relajado y sintiéndose renovado, oficialmente había dejado de ser un mocoso y su relación con Sakura había escalado a un nuevo nivel, sacudió el exceso de agua de sus cabellos revueltos pensando en que quizás no debería de sentirse tan mal respecto a no estar tan ocupado como el resto de su familia, tenía una adolescencia que vivir, una casa sola la mayor parte del tiempo mientras su padre fuera el Hokage interino y placenteros experimentos que realizar con una hermosa novia para acompañarle en el camino.
Su vida era perfecta.
•••
Empezaba a sentir que la vida lo odiaba.
Llevaba meses sin verle el pelo a su Sakura, como regalo de cumpleaños Itachi le había "oficializado" en la policía y ahora tenía la tan ansiada responsabilidad que tanto había deseado hasta el día anterior y que ahora lo hacía sentir ligeramente arrepentido pues a penas había podido ver a su novia de lejos, como mínimo desde aquel encuentro en su cumpleaños sus hormonas se calmaron considerablemente como si aquello hubiese sido el santo remedio que necesitaban para recuperar su tranquilidad y sosiego.
Pero la extrañaba, cuando tenía un momento libre ella estaba fuera de la aldea en alguna misión o encerrada trabajando como una esclava para el departamento de descifrado sus ojos se ciñeron en su padre con rencor si no fuera porque cada una de sus misiones eran absolutamente necesarias y si sus padres no adoraran tanto a Sakura como sabía que lo hacían casi pensaría que estaban tratando de separarlos.
-Es una misión riesgosa así que solo puedo encárgasela a ustedes tres- Fugaku observó a los tres hombres de pie del otro lado de su escritorio con profunda seriedad- Sasuke, Sai, se infiltrarán en la academia de samuráis del país del hierro, un informante nos ha sugerido que la academia está siendo utilizada como tapadera para una organización criminal con objetivo desconocido pero se cree que están detrás de los últimos intentos de desestabilización que se han presentado en las grandes aldeas ninja incluyendo la colaboración con ninjas perversos como Orochimaru, también se cree que su director está siendo manipulado, hemos arreglado todo para que se hagan pasar por estudiantes de intercambio, bajo ningún concepto pueden revelar sus verdaderas identidades declaró y sus ojos cayeron directamente sobre Sasuke.
Sasuke observó el sobre manila que seguramente contenía sus nuevas identidades deslizarse sobre la madera del escritorio.
- ¿Por qué nosotros? – Inquirió Sai.
- Su edad, habilidades y la destreza que han demostrado con armas de mediano alcance los convierten en los candidatos perfectos.
Sasuke se sintió halagado y triste al mismo tiempo.
- ¿Cuánto durará esto?
- Depende ¿Kakashi? Te entrenaste durante un tiempo con los samuráis así que cuentas con una respuesta más precisa- inquirió Fugaku incentivando al hombre a hablar.
-Alrededor de dos años, los samuráis del país del Hierro tienen dos niveles de enseñanza el primero entre los 7 y los 13 años, a los 13 años los niños que consiguen aprobar la enseñanza básica pueden comenzar a formarse verdaderamente como samuráis en un monasterio en el que se internan y no pueden dejar la escuela hasta completar su formación, por lo que puede llegar a tomarles alrededor de dos años.
Fugaku asintió satisfecho.
-Partirán esta misma tarde así que pueden retirarse para prepararse.
- ¿Qué? Pap- Hokage-sama- corrigió- Sakura no está en la aldea…
Fugaku le dedicó una mirada severa.
-Las emociones no deben interferir en el deber de un shinobi, Sasuke- afirmó cortante y ordenó a ambos chicos retirarse viendo con algo de culpabilidad la espalda de su hijo desparecer cabizbajo tras las puertas.
Obviamente como su padre era consciente de lo importante que era su pequeña futura nuera en la vida de su hijo, pero no podía permitirse perder un solo día más, la información que habían obtenido de la kunoichi del sonido tras explorar su mente indicaba las claras intenciones de Orochimaru sobre Sasuke.
Al principio teorizaban que el cuerpo del que ele horripilante shinobi buscaba apoderarse era el de su hijo mayor pero claramente había renunciado a ello, Itachi era demasiado fuerte, pero Sasuke…
Por supuesto que odiaba lo que estaba haciendo, pero tenía que hacerlo por su bien, era su hijo pequeño y tenía que protegerlo por todos los medios aunque tuviese que ocultarlo en un monasterio en un país conocido por su hermetismo.
- ¿Por qué no les dijiste la información completa?
-Porque Sasuke no debe enterarse de la verdad, eres la única persona que sabe la realidad de esta misión Kakashi, así que como Hokage y como padre te pido que mantengas a mi hijo seguro, Orochimaru no puede encontrarlo, desconocemos el alcance real de sus habilidades no podemos estar seguros de que no manipulará a Sasuke de alguna forma para obtener su cuerpo, protegerás a Sasuke y supervisarás su entrenamiento en el monasterio tenemos que evitar que información se filtre así que cuando estés ahí recibirás información adicional.
Kakashi asintió.
-Es mi estudiante, lo protegeré con mi vida, Fugaku-sama- sonrió tras su mascara y escuchó a él pelinegro desinflarse en un suspiro estresado- despreocúpate los samuráis son un hueso duro de roer y la defensa del monasterio se basan en un antiguo sello que la vuelve impenetrable para los intrusos, él nunca lo encontrar ahí dentro.
-Mantenme informado- demandó con voz seria pero cordial- te lo agradezco Kakashi- asintió solemnemente.
-El deber llama- se limitó a responder desapareciendo en una nube de humo.
Como padre haría lo que fuese necesario para proteger a su hijo.
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Notas de la autora:
¡Casi me salto este capítulo! ¡Me había olvidado de que la historia se movió hace unos cuantos capis así que el anterior tenía dos partes, en el siguiente si que viene el time skip, este fue como el pov de Sasuke y ahora si que encaja todo el capítulo ¿verdad? Por qué en el capítulo anterior ella le lleva el bento y parecen ser mucho más cercanos que antes xD Espero hayan disfrutado esta lectura!
¡Si les gustó no olviden dejar su review con sus percepciones y teorías más locas! Pronto sabremos más de "Los otros Sasuke y Sakura" y podrán saber por qué tienen sentido en esta historia.
Con cariño,
Azulen.
