¡Saludos, queridos lectores!

Como se los comenté en el capítulo anterior, hay doble actualización de la historia, así que los dejo con este nuevo episodio n.n


Tan pronto como ambos se sentaron en el sillón, Sasuke le quitó los anteojos a su esposa para limpiarle las lágrimas y después sus lentes para regresárselos. Sin embargo, ella apenas reaccionó, y tan pronto como ella volvió a ver claro, siguió hablando.

—Yo… me sentí culpable por el alivio que me dió saber que no había un bebé en mi vientre, pero las malditas monjas no sólo se encargaron de intensificar esa culpa, sino que me hicieron sentir peor conmigo misma —ella siguió contando y él volvió a tomarla de la mano— Nos repetían una y otra vez el mal que habíamos hecho, que éramos malas madres, y aunque nos daban "clases de maternidad" para corregirnos, nos decían que jamás seríamos buenas madres por haber rechazado al hijo que abortamos —ella presionaba fuertemente su mano— Las malditas eran tan sádicas que sabiendo que un aborto podía causar problemas en la fertilidad, nos decían que era porque estábamos siendo castigas porque habíamos demostrado que no merecíamos ser madres.

—Toda esa mierda es mentira. No…

—Lo sé. Sé que todo era mentira, pero ¿sabes lo difícil que es que te castiguen repitiéndote que no puedes hacer algo? Es muy duro oírlo cuando estás tan vulnerable. En algún momento te rompes y lo crees —Karin lloraba con amargura— Estuve allí tres meses y para cuando salí, estaba convencida de que tenían razón. Salí antes que las demás solo porque mis padres adoptivos estaban más preocupados de que alguien sospechara que estaba embarazada, así que si regresaba antes de nueve meses podrían comprobar que no era así —la pelirroja seguía llorando— Yo… de niña quería una familia cuando estuviese preparada, pero después de esa experiencia… tenía miedo de no poder conseguirla y me puse a leer un montón de libros de paternidad…

De nuevo, Karin no pudo seguir hablando y el llanto le ganó, así que Sasuke la abrazó fuertemente, sintiendo su cuerpo tembloroso.

—Todo está bien.

Ella se tomó unos instantes antes de continuar.

—Cuando volví a casa de mis padres adoptivos, ellos me hicieron saber que ya no me querían, que sólo me quedaría con ellos hasta que fuese legalmente mayor de edad, pero que no me apoyarían, y en ese tiempo fue que leí todos esos libros para combatir las ideas que me implantaron en el convento. Lo demás ya lo sabes. Tuve que trabajar mucho para cuando me echaran y obtuve la beca completa en la universidad de Oto, pero, ¿sabes cuando perdí el deseo de tener hijos?

—No.

—Fue cuando tuve que valerme por mí misma en la universidad. Te lo conté, pasé muchas dificultades. Apenas podía cuidar de mí misma. ¿Cómo podría pensar en cuidar a alguien que iba a depender de mí? —explicó aún siendo abrazada por su esposo.

—No eres la misma de ese entonces y no se supone que tengas hijos sola.

—¡Exacto! No se supone que deba hacerlo sola, pero mi padre murió dejando a mi madre viuda cuando yo era muy pequeña y cuando me embaracé, mi novio supuestamente más responsable por ser mayor que yo me abandonó sin dudarlo —señaló ella inquieta y al fin lo miró a los ojos— Si iba a ser madre, tenía que hacerlo sólo si me creía capaz de hacerlo sola. Así estaría preparada para cualquier eventualidad y… sé que no lo soy. Por eso estaba feliz de que te habías mostrado muy firme sobre no tener hijos cuando nos casamos.

Karin esperaba ver en la mirada de Sasuke enojo o reproche, ya que aún si era consciente de que todo lo dicho en el convento eran mentiras, su inconsciente aún lo creía y temía que él pensara lo mismo de ella y la rechazara, pero su esposo le sonrió.

—Yo tampoco creo en mí cuidando solo de los gemelos, pero acepté cuidarlos porque confiaba en que tú sabrías ayudarme…

—Pero…

—Si no fuera por tus consejos, yo no habría sabido tratar con los niños sin su madre así como no sé tratar con otras personas. Aún así, tú tienes fé en que puedo ser un buen padre, cuando deberías ser tú quien debe tener más confianza para ello —le acarició la mejilla con suavidad— Dijiste que no solemos tratar con niños y que nadie sabe cómo ser padre, pero si crees que yo puedo aprender, tú también. Además, no pienso dejarte sola de ninguna manera —ella iba a hablar, pero él se le adelantó— Tranquila. No estoy diciéndote todo esto para que aceptes tener hijos en este preciso momento. Sólo quiero que sepas que eres capaz de hacerlo y que estoy seguro de que serías una gran madre si alguna vez decides hacerlo.

Sasuke besó a su esposa, pero enseguida notó que ella no le correspondió. En sus ojos podía notar que aún había algo más que decir, así que en silencio, le preguntó con la mirada.

—No estoy segura de que pueda decidir tener hijos —dijo con la voz temblorosa y cuando su esposo iba a hablar, ella se le adelantó— Hablo de que no creo poder embarazarme.

—Si es por lo que dijeron esas malditas…

—No, no es eso. Es que tener un aborto, sea natural o inducido, afecta al cuerpo y puede afectar el vientre de una mujer —ella decía volviendo a temblar— Aún si cambiara de opinión, no sé si pueda darte un hijo, así que es mejor que no tengas muchas esperanzas.

—Eso no ocurre en todos los casos. ¿No te evaluaron? —preguntó Sasuke con tranquilidad.

—No. Ellas daban por hecho que nos volvíamos estériles, de ahí su discurso del castigo, así que no hacían una evaluación y supongo que si el médico la hacía, sólo no nos lo informaban —respondió Karin volviendo a derramar algunas lágrimas— Cuando volví con mis padres adoptivos, no estaban interesados en saberlo y yo no tenía dinero para ir a un ginecólogo a hacerme la evaluación —ella hizo una pausa— Tampoco lo hice más tarde porque tenía miedo de la respuesta y cuando mencionaste que querías hijos, sabía que debía hacerlo, pero no pude.

—¿Es por eso que no me dijiste todo esto cuando hablé de hijos la primera vez? —preguntó el azabache y ella asintió.

—Yo… tenía mucho miedo de hablar de esto y que me juzgaras, así que sólo dije que no quería tenerlos y me inventé una razón. Sabía que tenía que decírtelo, pero era difícil reunir valor, especialmente cuando te volviste insistente y me aferré a la mentira —ella lo miraba a los ojos— Después fue más difícil por las peleas que teníamos y fue peor cuando dijiste que mi razón era muy superficial y me veías con tanta frustración en los ojos. De verdad creí que me odiabas y cuando me hablaste de los gemelos, pensé que tu…

Sasuke volvió a abrazar a su esposa con fuerza mientras él mismo se reprendía mentalmente, pues si bien ella no lo mencionó, él aún recordaba la ocasión en que la había llamado superficial. Sólo lo había hecho una vez, pero también podía reconocer que fue muy cruel, no sólo porque la llamó de esa forma, sino que recordaba haberle dicho que cuando al fin madurara y aceptara tener hijos con él, iba a tener que aprender a ser una buena madre y poner a los niños por encima de las superficialidades.

Ya de por sí era muy malo lo que le había dicho en aquella ocasión aún si sólo había sido una única vez y por frustración, pero ahora que sabía todo por lo que Karin había pasado, podía entender que sus palabras fueron mucho más duras para ella. Era como si todo lo que le habían repetido en ese lugar tuviese algún tipo de sentido y él, sin saberlo, las había respaldado.

—Nunca debí haber dicho todo eso, sin importar tu pasado —respondió Sasuke— Había tenido un mal día y esa pelea de semanas me tenía muy frustrado. Nada de lo que dije era verdad —le decía sin dejar de abrazarla—Lo siento mucho. Soy un imbécil.

—Me basta con que no me odies —ella dijo entre lágrimas.

—Te amo —él le respondió dispuesto a besarla, pero ella lo rechazó.

—¿Estás seguro? —preguntó llorosa— Porque no estoy lista para ser madre. Quizá nunca lo esté y aunque sepa toda la teoría de los libros, no sé si pueda serlo en la práctica. Cuando ví a los niños aquí, estaba tan nerviosa que no podía recordar nada de los libros —se apresuró a decir— Y si no puedo ser una buena madre, no podré ser una buena madrastra.

—Estoy seguro que no te odio ni voy a odiarte. Te sigo amando y ojalá me hubieses contado antes —besó su frente— No sé cómo has vivido con eso guardado todo este tiempo. Ni siquiera noté que había algo tan grande cuando me contaste de tu pasado.

Él la miraba con sorpresa, pues recordaba la época en que había estado deprimido tras la muerte de su familia. Sin ayuda de nadie, él mismo se culpaba de muchas cosas y le era difícil sostenerse, pero su esposa no tuvo a nadie a su lado, y por el contrario la gente a su alrededor reforzó y empeoró una idea que cruzó por su mente.

De no ser por la ayuda de Naruto y Sakura que incluso lo convencieron de tomar terapia, quién sabe qué le habría pasado.

—Creo que es porque cuando salí de ese espantoso lugar, guardé todo en una caja metafórica y la verdad, es que cada que se mencionaba el tema, la tapa parecía querer abrirse —respondió la pelirroja bajando la mirada— Es por eso que tampoco me atrevía a decirte nada. Temía abrir la caja y no poderla volver a cerrar… Y todavía tengo mucho miedo de no conseguirlo. No quieres verme así.

—Creo que deberías ir a terapia —la seguía abrazando fuertemente con la necesidad de querer protegerla.

—Si es para que tome una decisión…

—No. Es porque no deberías tener que obligarte a guardarte algo tan doloroso ni vivir con ello. Tampoco quiero que te dé otro ataque de pánico porque no pude avisarte con tiempo que venía con los niños.

—Tendremos nuevos gastos por la pensión que le darás a tu ex. Quizá debamos esperar para poder pagar las sesiones.

—Me hiciste tomar el seguro más caro para la empresa. ¿Recuerdas? Así que lo cubre —respondió el azabache con delicadeza, pero entendiendo que su esposa se mostrara renuente— Sé que puede incomodarte la idea de ir, pero al menos inténtalo. Te aseguro que te sentirás mejor.

—¿Y si al final decido que sí quiero hijos y tú no los quieres? ¿Tendremos más discusiones como antes? —sugirió Karin inquieta.

—Vayamos un paso a la vez. Tu debes ir a terapia y yo debo averiguar cómo criar a mis hijos —respondió Sasuke, ya que aunque no deseaba volver a pelear con su esposa por deseos que no coincidían, no podía prever el futuro— Y por ahora, lo más importante es encontrar un equilibrio con nuestra situación actual.

—Tienes razón.

—También voy a hablar con Sakura para buscar más alternativas en caso de que se presente otra emergencia, por lo menos hasta que no te incomode estar con los niños. No quiero que tengas que irte de la casa cada vez que ocurra. Tal vez yo me vaya con los niños a un hotel.

—Fue una emergencia. No ocurrirá con frecuencia, así que no importa —respondió Karin llorosa aunque más tranquila para luego recordar su encuentro con los gemelos— ¿Crees que haya asustado o incomodado a tus hijos?

—No. Más bien estaban confundidos y curiosos. Me preguntaron cosas sobre ti.

—¿Qué preguntaron sobre mí? —cuestionó Karin sorprendida.

—Tu nombre, si tenías alergias, si cocinas, si te gusta el cereal… Cómo deberían llamarte.

—¿Y qué les respondiste?

—Les pedí que te llamaran Karin-san a menos que tú les dijeras otras opciones.


¿Cómo se sentirá Karin al saber que los niños sienten curiosidad por ella? ¿Karin aceptará ir a terapia? Ahora que han podido hablar de cosas que no habían hablado antes, ¿cómo afectará esto el matrimonio de Sasuke y Karin? ¿Esto podrá permitirles tener una mejor convivencia con los gemelos? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus preguntas y teorías en los comentarios n.n

Espero que las actualizaciones de hoy les hayan gustado, espero poder completar más historias para la próxima semana n.n

¡Hasta la próxima actualización!