En las oscuras calles de Kuo, Mio y María Naruse caminaban sin rumbo
"..."
"..."Ninguna dijo nada. No habían hablado mucho después de ser expulsadas de la casa. Ya sea por coincidencia o un sentimiento inconsciente de Mio, ambas llegaron al parque que Basara le mostro a Mio
La pelirroja contempla nuevamente la totalidad de la ciudad con sus brillantes luces. Era casi como ver millas de estrellas debajo de ti.
Pese a la hermosa vista, Mio se recargo en el barandal con melancolía
María estaba a su lado, y al mirar el estado de su señora no pudo sino consolarla.
"No se ponga triste mi señora, solo tuvimos mala suerte de que esos dos fueran exorcistas. Con alguien más seguro lo lograremos"
Las palabras de María hicieron sentir a Mio más miserable
Había pasado solo un mes desde que su vida dio un giro sin precedentes. Había estado viendo una película con sus padres hasta que un par de demonios irrumpieron en su casa y mataron a sus padres.
"¡Papá!"
Mio chillo cuando el hombre rubio apuñalo a su padre con su lanza. Su padre la miro a ella ya su madre y alcanzo a murmuran
"¡Corra- ¡Blurrg!"
Fue lo que dijo mientras escupía sangre. El hombre de la lanza arrojo su cuerpo contra una pared con una facilidad e indiferencia aterradoras
Mio lloro e intento correr hacia el cuerpo de su padre, pero su madre la tomo y corrieron fuera de la casa, pero fue en vano . En su camino se interpuso una mujer rubia, la mujer hizo un movimiento con su mano y una rafaga de viento la tumbo a ella y su madre.
La mujer le apunto con un dedo y dispara un cumulo de llamas contra Mio
Mio solo pudo cerrar los ojos y cubrirse con sus manos, pero el ataque no le llego
Su madre se había levantado y usaba su espalda como escudo. Su cuerpo fue envuelto de llamas y sus gritos eran como una puñalada al corazón de Mio.
Mio lloro, lloro y lloro
Grito impotente en el suelo, arrodillada ante el cadáver calcinado de su propia madre
El hombre con la lanza se acerco y le dijo algo a la mujer. Mio no escucho, ella gritaría hasta que la garganta se le desgarrara. El hombre la tomo bruscamente del cabello y le grito
Ella no paro de gritar, incluso cuando la mujer creo otra bola de fuego y le apunto, ella siguió lamentándose
¡Manivela!
Encima de la mujer apareció un borrón blanco, y con el, se escucho un desagradable crujido. El cuello de la mujer había sido quebrado, matándola al instante.
El hombre intentó apuñalar el responsable de matar a su compañera, pero dicho responsable desapareció en un destello púrpura. Confundido el hombre miro en todas direcciones, encontró algo cayendo desde el cielo y le apunto con su lanza, pero esa cosa volvió a desaparecer
Grieta
Justo frente a aquel hombre, una pequeña niña de largo cabello plateado vistiendo una "armadura" negra. La niña no le dejo reaccionar y con una patada lo mando a volar contra la caza, luego creo una lanza de fuego y la arroja al hombre, creando una explosión que envuelve la casa de llamas.
La niña mira unos segundos al hombre, cerciorándose de que este muerto, luego posa su mirada sobre Mio. La pelirroja arrodillada solo puede sentir temor, y se levanta para correr lejos
Mio no dio ni tres pasos cuando frente a ella la niña apareció. Mio se asusto y callo de espaldas, pero la niña la sujeta y sentada en el suelo con delicadeza
Mio pregunto entre tartamudeos quién era la chica. La niña solo irritante, luego se inclina en reverencia.
"Mi nombre es María, y he venido para protegerla y servir bajo la voluntad de la última hija del Clan Abaddón"
Desde ese Día María permaneció a su lado, siempre fiel. Ella le conto todo sobre su linaje y el porque debían ocultarse
Mientras Mio recordaba, María se puso alerta
"Mi señora... No quiero que se alarme, pero alguien nos atrapo en una barrera"
Mio se estremeció por las palabras de María. Se dio cuenta de que una barrera cubría todo el parque. La barrera era débil, solo diseñada para alejar a humanos, pero eso significaba una pelea.
A lo lejos 2 figuras salen desde los árboles del parque, 2 Seres humanoides con mascaras blancas y capuchas negras. Uno tenia una larga guadaña mientras que el otro portaba un par de espadas, una en cada mano.
Ambos emitían un aura demoníaca palpable, su objetivo era ovio.
Mio no retrocedió ante sus enemigos, solo los miro mientras su corazón palpitaba aceleradamente.
Pero su corazón no se acelera por miedo, sino por ira. Aquellos demonios eran demonios que la buscaban justo como los que mataron a sus padres, pero ella si
En el poco tiempo que paso junto a María ella aprendió lo básico de la magia, a utilizar hechizos, moldear su poder demoniaco con su imaginación.
"Alejaron a los humanos... Bien, eso me facilita las cosas"
Mio emitió un aura carmesí, una manifestación de su poder demoníaco. La ira que en su corazón hervía la impulsaba a luchar, a vengarse por sus padres.
"Los matare 100 veces..."
