"Quiero hacer un pacto. Ayúdame a rescatar una amiga, y te daré lo que quieras"
Cuando dijo eso, Akeno parpadeo visiblemente confundida. No era raro que un cliente invocara a un demonio por protección o para atacar algún pobre diablo que el invocador odiaba, lo raro fue que su invocador fuera el mismo chico que Basara Toujou les presentó. Peor aún; Estando herido.
"Creo que primero habría que tratar tus heridas, Hyoudou-kun. Desafortunadamente tengo ningún hechizo sanador"
"D-dejalo así. ¿Vaz a ayudarme o no?"
"¿Ara...? ¿Vas a hacerte el rudo entonces?"
Akeno se sintió interesada por la determinación que mostraba el castaño. Pocos humanos podían ignorar una herida como la suya, ya sea por el dolor o la fragilidad de sus cuerpos.
"Muy bien, explicame que esta pasando"
Issei suspiro y le dio un resumen rápido de la situación: Estaba pasando el rato con una amiga hasta que su ex-novia Ángel Caído llegó, lo hirió y se cuestro a Asia. Akeno sonrió en silencio mientras relataba la historia, pero noto que esa sonrisa se afilo al mencionar que Raynare(¿Yuma?... Urggg... aún estaba confundido) era una Ángel Caído.
"Así que esos cuervos siguen asiendo de las suyas... Sabes, normalmente te cobraría por invocarme, pero cazar invasores es mi trabajo. Si me dices donde están, te ayudaré a ti y tu noviecita"
"¡Gracias!" Issei suspiro aliviado, pero al llamar a Asia su novia se puso nervioso "¿Eh? E-ella n-no es mi novia, es una amiga"
Su tartamudeo y visible sonrojo convencio a la chica, quien sonrió de lado a lado con una mirada divertida.
"¿Es así? Debe ser una amiga muy importante para ti~"
Issei se negó a responder.
Como Issei no podía volar o moverse lo suficientemente rápido como para seguirle el ritmo, Akeno lo había cargado en brazos y llevo volando por los cielos. Pudo o no haber soltado un par de gritos, pero no eran de miedo, eran rugidos de coraje y valor. O eso le dijo a la chica, pero por la forma en que se reia dudaba que le hubiera creio. La demonio lo encontraba divertido.
¡Fiuuuu!
"¡Cuidado!"
Mientras sobrevolaban la iglesia, 2 lanzas de luz fueron disparadas desde abajo, obligando a Akeno a esquivar mientras casi soltaba a un asustado Issei. Los ojos de la demonio se entrecerraron mientras su sonrisa se afilo. Bajo ella estaba un grupo de ángeles caídos con las alas extendidas. 2 mujeres y un hombre, todos ellos empuñando lanzas de luz.
Akeno descendió lentamente a la tierra, soltando a Issei en el suelo.
"Valla, valla. ¿Así que decidieron salir en lugar de esconderse?"
"¡Hump! ¿Quien se está escondiendo, demonio? Queremos destriparte"
Escupió una caída rubia del tamaño de una niña. A su lado una mujer voluptuosa de cabello azul miro a Issei.
"Así que eres el chico que Raynare no pudo matar. ¿Ha...? Te pareces a su ex. ¿Te dejo vivir por lastima? Tsk... Esa idiota. No puedo creer que el Señor Lars la haya elegido para tomar el Sacred Gear de la monja"
Issei abrió la boca, pero ninguna palabra salió de sus labios. No sabía exactamente qué pensar. ¿Ira, decepción, tristeza? Su mente era un lío, pero la mención de Asia le recordó por qué estaba aquí. Ignoro el punzante dolor en su hombro de su herida aún abierta e invocó su Boosted Gear.
"¡Devuélvanme a Asia!"
"Tsk... Eres muy molesto, humano. Por suerte, me gustan los chicos enojados, siempre son los que más gritan fufufu"
La Caída rubia se burlo en un tono que molesto a Issei. Trato de avalanzarse contra ellos, pero se detuvo cuando Akeno lo tomó del hombro.
"Hyoudou-kun, déjame esto a mi"
"H-Himejima-sempai..."
"Yo me encargaré de ellos, tu ve por tu amiga"
Issei dudo por un momento, pero la firme expresión confiada de Akeno disipó todas sus dudas.
"¿Derrotarnos? No se si llamarte confiada o simplemente estúpida" El hombre habló con despreció que sus compañeras compartieron. Miro a Issei como si viera un insecto desagradable "Anda, ve. Luego de destripar esta demonio nos divertiremos cazandote"
Issei contuvo cualquier comentario y simplemente corrió en dirección a la iglesia abandonada. Miro atrás y grito una última vez.
"¡Acaba con ellos, Himejima Sempai!"
Luego se perdió entre los árboles. Akeno miro a los 3 ángeles caídos mientras una sonrisa siniestra se formaba en su rostro. Rayos y relámpagos la cubrieron, iluminando el bosque nocturno. Los 3 caídos la miraron consternados al sentir su enorme despliegue de poder demoniaco.
"Me pregunto ¿cuánto tiempo tardaré en lidiar con ustedes? ¿20 minutos, 15, 10?..."
Su cuerpo fue cubierto por una luz cegadora. Sus ropas escolares fueron remplazadas por las de una sacerdotisa japonesa. Akeno se relambio los labios.
"15 minutos. 5 para derrotarlos, 10 para divertirme"
A lo lejos, Issei escucho el rugido de relámpagos y gritos desgarradores. No pudo evitar preocuparse por su Sempai, pero decidió centrarse en su misión. Debía salvar a Asia a como de lugar. Corrió y corrió, aguantando las ganas de caer rendido.
Su herida en el hombro aún estaba abierta, aún punzaba dolorosamente mientras sangraba y le dificultaba mover su brazo. Como se había estado haciendo costumbre, maldijo su debilidad, su estupidez, su falta de resultados y su débil humanidad. Los humanos tienen cuerpos frágiles, tan propensos a romperse por heridas que para un demonio serían nada más que un arañazo.
¡Boost!
"Ya no duele tanto..."
Su Boosted Gear respondió a sus emociones y empodero su cuerpo. Supo que no importaba si era débil o si su cuerpo se rompía al pelear, el vencería. Para demostrarse a sí mismo que todo su esfuerzo valió la pena, y que podría salvar a Asia. Finalmente llegó a las puertas de la iglesia y las abrió de una patada. Al entrar, noto lo sucio y desordenado que está el lugar, lleno de escombros por el techo caído. No estaba solo.
"Ehhhh, ¿Tu otra vez, viniste para que de vuelva a dar una paliza?"
Freed estaba ahí, sentado en uno de los bancos mientras fumaba un cigarrillo. El cuerpo de Issei temblo de la ira mientras las ganas de avalanzarse ardían dentro suyo. Fulmino a Freed con la mirada mientras le exigía.
"¡¿Donde está?!"
"¿Te refieres a Asia-Chan? Ah, ella está en el sótano mientras la jefa le arranca su [Sacred Gear] o algo así. Fue una patada que no me dejarán hacer un rapidin antes de que la maten, pero meh. Me divertí con ella toda la semana, así que no me quejo"
La forma tan despectiva con La que hablaba hizo hervir la sangre de Issei. Sólo pronunció 2 palabras antes de avalanzarse como un loco.
"¡Estás muerto!"
¡Boost!
Freed se levantó y movio para esquivar el golpe reforzado que rompió el banco en el que estaba sentada. El exorcista se burlo mientras sacaba su espada de luz para apuñalarlo, pero Issei desvió el corte con su Boosted Gear. Freed le dio una fuerte patada en el costado derecho, pero Issei no grito. Con su mano agarró firmemente la pierna y le dio un rodillazo en la entrepierna.
"¡Santa mierda! ¡Tu, hijo de perra—"
Isseilo callo con un firme golpe de su Boosted Gear. Soltó la pierna de Freed y este callo al suelo, soltando su espada mientras escupia un par de dientes. Pateo la espada y la mando lejos mientras miraba a un furioso y dolorido Freed retorcerse.
¡Boost!
'No es momento de parar'
Maria le había dicho que cuando luchará mano a mano su enemigo siempre sería un peligro mortal hasta que estuviera muero o inconsciente, e Issei no planeaba dejarlo dormido. Se inclino para golpearlo, y aunque Freed pataleo e intento sacar su revolver, solo vasto con sujetar sus manos y doblarlas para que se rompieran. Aquel desagradable crujido lo perturbo, pero siguió golpeando sin detenerse. Había tomado por sorpresa a ese loco, y si le daba un solo segundo para respirar, el mismo terminaría muerto.
Siguio golpeandolo hasta que sus nudillos comenzaron a doler y la cara se volvió una masa pulposa sangrienta, hasta que finalmente pudo descargar toda su rabia contenida. Descubrió para su alivio que no estaba feliz. Matar le daba una desagradablemente sensación que lo hacía temblar, pero tuvo que obligarse a levantar cuando escucho la voz de Asia gritar.
"Asia..."
Camino hasta una puertilla abierta que conducía al sótano y entró. Recorrió un largo pasillo hasta llegar a una gran habitación donde encontró a Asia. La rubia está en un altar, atada a una enorme cruz de piedra repleta de símbolos extraños brillando. A su lado estaba Raynare, y debajo del altar estaba un grupo de sacerdotes cantando algo que Issei no logró entender. Miro a la chica amarrada y grito:
"¡Asiaaaaa!"
Los sacerdotes lo se dieron cuenta de su presencia y lo miraron furiosos.
"¡Un intruso!"
"¡Matenlo!"
Todos ellos sacaron empuñaduras que manifestaron espadas de luz. Issei gruño mientras se ponía en guardia.
"Todos, detenganse. De todas formas el ritual está por terminar"
¿Terminar? Eso no sonó bien. Los símbolos en la cruz brillaron en un verde apagado, envolviendo el cuerpo de Asia en un dolor visible. Ella grito, pataleo y chillo mientras su pecho salía. Una burbuja radiante del emergio y Raynare la tomo, su propio cuerpo brillo en una luz verde mientras que un par de anillos aparecieron en sus manos.
"¡Asia!"
Issei corrió. Los sacerdotes intentaron frenarlo, pero el dio un nuevo Boost y saltó un par de metros hasta el altar.
"Asia... Vine a salvarte"
"Ise..."
Sonaba apagada, casi muerta. Corto las cuerdas con la espada y la abrazo.
"Todo estará bien, solo—"
"Es inútil. Cuando se arranca un Sacred Gear de un usuario, siempre mueren"
"¡Entonces regresalo!"
La risa burlona de Raynare no hizo más que enojarlo. Ella lo miró con una sonrisa desconcertante inocente.
"Haaa~ Ise-kun, ¿como puedes hablarle así a tu novia? Los chicos como tú merecen ser asesinados. No lo tomes es personal. Tehe~"
A su lado, Raynare invocó una lanza de luz, a su espalda, decenas de sacerdotes armados cargaron contra el llenos de rabia, y en sus brazos Asia agonizaba al borde de la muerte. Sudo frio mientras su agarre sobre Asia se volvía más firme. Dio un gran salto que lo empujó al otro extremo de la habitación, pero la callo de bruces contra el suelo cuando la lanza de luz perforo su pierna. Soltó un quejido agónico, con el dolor ahogando todos sus sentidos. Solo una suave voz lo hizo reaccionar.
"...Issei... san"
"... Un poco más"
Con su brazo recubierto por su Sacred Gear arranco la lanza de luz y se levantado, cojeando débilmente por las escaleras. Podía escuchar pasos, un lento caminar que no hacía más que estresarlo mientras cojeaba débilmente con la chica entre sus brazos.
"Espera sólo un poco más. Pronto serás libre, libre para jugar conmigo de ahora en adelante"
Asia sonrió ante sus palabras. Tomó su mano. Issei no pudo sentir fuerza ni calor en su tacto.
"Yo... fui feliz... de haber tenido...un amigo...aunque fuera por tan poco tiempo"
"¿¡Qué estás diciendo...!? N-no digas eso, aun quedan muchos lugares que no te he mostrado. Te llevaré al karaoke, al centro de videojuegos, también a los bolos..."
"Si volviera a nacer... ¿Volverías a ser mi amigo?"
Esas palabras lo rompieron. Se suponía que le iba a hablar con una sonrisa, pero no podía parar de llorar. El lo sabía, ya lo había comprendido. Esta chica estaba muriendo. Moriría. Aun así trataba de negarlo.
"¡Somos amigos! ¡Siempre! ¡Claro! Te presentaré a Motohama y Matsuda. Son un poco pervertidos, pero ambos son buenos chicos. Definitivamente serán tus amigos ¡Definitivamente nos lo pasaremos bien juntos! ¡Nos divertiremos a lo grande!
"...Si hubiera nacido en este país...y fuera a la misma escuela que tú..."
"Asia... Por favor... T-tu solo..."
"...Issei-san... Gracias"
Asia murió. Murió entre sus brazos con una sonrisa. Issei se desplomo en el suelo. Maldijo a los 4 vientos, maldijo a dios, al diablo, a los ángeles caídos. Maldijo a todo aquel que pudiera ser maldecido. Se maldijo a sí mismo. Otra vez había sido inútil. Intento con todas sus fuerzas luchar, pero al final no pudo hacer nada. No pudo enfrentar a Raynare, no pudo llegar por si mismo. Ni siquiera pudo salvar a la chica entre sus brazos.
Raynare llegó burlándose, pero el no escucho. Su mente quedó perdida entre la pena y la frustración. La escucho decir "Patético" y "Así funciona el mundo". Apretó los puños en frustración. ¿Por que el mundo tenía que ser así de cruel? ¿Por que gente tan buena como Asia debía sufrir cuando nunca hizo el mal?.
¡Boost!
Un aura verde lo envolvió. Pudo sentirlo, esa familiar sensación de haber llegado al límite de sus impulsos. La fuerza que lo envolvía era intoxicante. Era justo lo que necesitaba. Cerró los ojos de Asia mientras se paraba. Miro a Raynare furioso, con los ojos rojos de tanto llorar.
"¿Otra vez vaz a pelear? Ja, por favor. No pudiste ganarme antes ¿Y ahora que tengo este poder crees que tienes alguna oportunidad?"
Sus burlas no carecían de mérito. Issei estaba cansado, gravemente herido y con el tiempo para mantener su fuerza corriendo. No tenía ninguna oportunidad.
"Yuma... Yo habría hecho todo por ti. Pasé horas enteras planeando nuestra cita... Intenté hacer todo lo posible para que la pasaras bien..."
"Ha, ¿A qué viene eso?"
"... No lo se. Siempre he sido malo con las palabras. Cada vez que quiero decir algo importante, solo hablo y digo estupideces..."
"Puedo notarlo. Si te hace sentir mejor, eres mi humano favorito. ¿Que tal si dejas de llorar y me pides perdón? Podría tomarte como mi mascota. Nos divertiremos follando como animales mientras puedes ser todo lo cursi y tonto que quieras"
Los ojos de Raynare brillaron, e Issei pudo ver algo que no pudo identificar en ellos.
"¿Que dices, I-se-kun~?"
El tono meloso lo enfermo. Era el mismo tono de Yuma. Issei suspiro, se puso en guardia y escupio.
"¡Vete a la mierda!"
Fiu.
Antes que alguno se moviera, algo apareció. Un tornado de energía roja que enbuia todo a su alrededor. Paredes, suelo, sacerdotes. Todo era tragado por quella voragine de poder. El cuerpo de Asia no tardo en ser atraído, pero Issei lo sujeto firmemente mientras se agarraba de un pilar de madera.
Raynare no tuvo tanta suerte. La poderosa fuerza gravitacional la jalar atrás, pero ella uso sus alas para volar lejos. Issei no se lo permitió, logró sujetarla de un tobillo y volar junto a ella. Raynare le grito mientras atravesaba las fragmentados paredes y caían fuera de la iglesia. Issei miro atrás, y contemplo con horror como el tornado carmesí devoraba la iglesia y destruía todo en su interior por la abrumadora energía.
"Madre de dios... ¿Que demonios es eso?"
A lo lejos, Akeno precenciaba la escena perturbadora. Rápidamente se comunico con Rias, y su maestra le dijo que ya iba en camino con toda su nobleza.
Por Satan, ¿Que clase de ser seria capaz de hacer algo así?.
xXxXx
Luego de salir de la escuela, María insistió en que salieran a pasear para "Mejorar los lazos entre maestro y sirviente". Una mentira descarada, pues la sucubo solo queria sembrar el caos. Paso toda la tarde metiéndonos en situaciones vergonzosas para su entrenamiento. Afortunadamente, un buen puñetazo funcionaba para aplacarla 9 de cada 10 veces.
"Estoy empezando a pensar que ella es masoquista"
Ahora mismo estaban en el mismo parque que le mostró a Mio el día que todo salió a la luz, y la vista seguía siendo igual de hermosa.
"Este lugar es precioso, mi señor. Realmente tiene un talento para encontrar joyas, tanto personas como panoramas"
"María, por favor, deja de llamarme así. Ni siquiera pertenezco al Clan. Además ¿Que significa eso de encontrar joyas en personas?"
"¿Que no es obvio? Usted tiene el talento o la suerte para encontrar aliados invaluables. La señorita y yo somos solo la punta del iceberg, ¿Encontrar a un portador de Longinus que desconoce lo sobrenatural y hacerlo nuestro amigo? ¡Parece que fue ¡bendecido por alguna deidad de la suerte!"
Basara quería argumentar que esto a exagerando, pero si se podía pensar, no era así. No sólo por las personas que conoció al llegar a la ciudad, durante su tiempo como exorcista conoció a 2 de las chicas más talentosos y prometedoras de su generación, ambas portadoras de poderosas espadas sagradas capaces de fulminar demonios de clase alta con un corte.
"No arruines el ambiente o tiraré todos tus mangas hentai a la basura"
La sucubo chillo aterrorizada, pero fue ignorada por el par de primos. Contemplaron atentamente el atardecer, mirando silenciosamente el espectáculo frente a sus ojos. Mio desvió su mirada a Basara, y encontró algo extraño.
"¿Que tienes en el cuello?"
"¿Esto?... No es nada, solo una quemadura. Olvide sanarla correctamente"
"¿Como te hiciste una quemadura así?"
"... Fue un demonio. Intento atacar la casa en la noche, lo enfrente y lo mate. Parecía un mercenario de algún tipo"
"Un demonio nos ataca en medio de la noche y no nos avisaste" Mio sonaba molesta.
"No es nada en realidad. Ya le avise a Gremory que tenemos un problema con demonios ilegales. Ni siquiera era tan fuerte. Si alguna de las otras veses hubiera tenido problemas, habría—"
"¡¿Otras veses?! Me estás diciendo que llevas luchando contra demonios que nos atacan, ¡¿Y no te ha tomado la molestia de decirnos?!"
"Señorita, tranquilicese. El maestro no lucha sólo, yo misma le he estado ayudando a luchar en varias ocasiones. No tiene que—"
"Lo sabías. Ambos lo sabían y ninguno me dijo"
Mio se sintió herida. No podía creer que las personas en las que más confiaba le ocultaran algo tan importante, y eso la hacía sentir fatal.
"No queríamos ponerte en peligro. Algunos de ellos usaron armas benditas; Armas de Exorcistas. Un mal movimiento y pudo haberte herido"
Sus palabras lejos de tranquilizarle, hicieron sentir a Mio miserable. ¿Todo esto era por ser débil? Odiaba serlo con cada átomo de su cuerpo, sintiéndose impotente ante la adversidad, pero sobre todas las cosas, odiaba ser inútil.
Mio quería ser fuerte, lo suficiente como para vengar a sus padres, para no volver a ser dañada, y para proteger a su familia. Odiaba sentirse una carga para Basara, quien ya había hecho tanto por ella.
"No quiero ser una carga..."
"No lo eres, es solo..."
"Es solo que no soy tan fuerte, ¿No?" Mio lo interrumpió "¿De qué sirvió entonces que me volviera tu [Alfil] y realizar el pacto de maestro-sirviente si sólo voy a ser una damicela en apuros? Quiero ayudar, quiero aligerar el peso de tus hombros, yo..." Su voz se quebró "... Quiero poder confiar en mi fuerza"
Basara se quedó sin palabras, sin saber muy bien que decir. En lugar de usar su mente racional, escucho a su corazón y tomo a Mio en un abrazo.
"Esta bien, lamento no haber notado que te sentías así. Soy un pésimo hermano"
"Y ahí va otra vez. Me molesta que actúes así conmigo, tan..."
Tan cálido, tan amoroso, tan protector. Sentía que no merecía nada de eso.
"Soy el mayor, las hermanas menores no deben cuestionar a sus hermanos mayores"
"No somos hermanos, somos primos"
"Somos familia, eso es lo único que importa"
Mio correspondió el abrazo, aferrándose al con desesperación. María miró esta escena sonriente, en silencio. No deseaba interrumpir el preciado momento de sus maestros, eso no le impidió sacar su celular para tomarles una foto. Cuando tuvo al par de tortolos en la mira, su cámara capto algo brillante, algo que se acercaba rápidamente. Abró muchísimos los ojos al descubrir que era.
"¡Cuidado, nos atacan!"
Ambos voltearon, y Basara sujeto a Mio y saltó varios metros a la derecha. Algo impactó en el lugar donde habían estado y explotó, dejando una nuve de polvo y tierra.
"Lograste esquivar, nada mal"
Quien hablaba era un tipo vestido con traje elegante y cuyo rostro era oculto por una máscara. El apareció desde el bosque, caminando despreocupadamente.
Al disiparse el polvo, Basara ya empuñaba su espada y Mio manifestó una bola de fuego.
"¿Quién eres tú?"
"Pueden llamarme Lars, y estoy aquí por la demonio Abaddón"
La expresión de Basara se lleno de hostilidad. Lars no se mostro intimidado en absoluto.
"Te recomiendo no intervenir. Mi misión es llevarme únicamente a la chica, si no intervienes, no tendré que matarte"
La respuesta de Basara fue que su espada ardió en llamas sagradas.
"Eres muy irascible"
"Déjanos en paz o te matare"
"Ja..."
Lars se movio a una velocidad inhumana y apareció frente a ellos en un instante, miró perezosamente a Basara balancear su espada con la fuerza suficiente para partir un automóvil al la mitad, y detuvo casualmente a Brynhildr del filo con la palma de su palma desnuda. El asombro en el rostro de Basara era un cuadro.
"¿Como—"
¡Golpe!*
De un solo golpe Basara fue mandado varios metros a volar. Maniobro en el aire y logró aterrizar de pie. Miraba a Lars con una expresión serena, pero internamente se sentía nervioso. Lars había detenido a Brynhildr con las manos desnudas, una azaña no imposible, pero si improbable. Agudizó sus sentidos extra sensoriales y no tardo en notar que el cuerpo de Lars era rodeado por alguna extraña magia, más específicamente su ropa. Su vestimenta estaba repleta de encantamientos defensivos, desde el traje hasta los guantes, por lo que su equipamiento era la razón de poder frenar en seco su ataque.
A lo lejos vio a Maria vestir con magia su traje de batalla mientras se paraba junto a Mio. La pelirroja grito su nombre llena de preocupación, miro furioso a su enemigo y le disparo a Lars un infierno ardiente, pero sólo le vasto con extender su mano y el fuego se disperso entre su palma. Lars soltó un resolplido, y al instante aparecieron docenas de esferas de un negro metálico con circuitos púrpura volando a su alrededor, apunto con su dedo y todas las esferas salieron disparadas.
Maria se puso al frente y las esferas golpearon su cuerpo a la velocidad de una bala, pero resistió. Varias esferas se movieron en medio del aire y llegaron hasta Mio mientras parpadeaban en un tono violeta. Mio jadeo con terror.
Bu-Bu-¡BUM!
"¡Mio!" "¡Señorita!"
Múltiples explosiones golpearon a Mio y la arrojaron varios metros. Basara disipó su espada, corrió y la atrapó entre sus brazos.
"¿Estas bien?"
"Tch... Algo..."
Su ropa estaba hecha hurones y su cuerpo estaba lleno de quemaduras que la llenaban de un dolor ardiente que eligió ignorar.
¡Bum!
Las esferas que atacaban a María explotaron, pero la Sucubo se movio con agilidad y escapó en el momento exacto. Su salto la catapultó en dirección a Lars, atacando con una patada descendente. Rugio llena de furia mientras infundia su golpe con todo su poder demoniaco.
"¡Asmodeo Warth!—¿Ehhh?"
Lars la agarró del tobillo en el aire y dio bueltas sobre si mismo una, dos, cinco veces, diez veces, más.
"¡S-sueltame idiota! ¡Me mareo!"
"Si insistes"
"¡BUAAAAAAAAAAAAAAH!"
El enmascarado la arrojo con todas sus fuerzas, mandandola decenas de metros a estrellarse contra el bosque y destruyendo varios árboles. Miro a Mio y Basara con presunción.
"¿Eso es todo?"
"... No pensé que serias tan fuerte"
"¿Eso significa que te rindes?"
Basara inhalo una bocanada de aire, miro fríamente a su enemigo mientras reunía el poder que hacía su sangre hervir de emoción. El aire a su alrededor empezó a cambiar mientras su aura era liberada.
"Vete al infierno"
Y ahí lo mandaría.
Lars se tambaleo bruscamente antes de caer de rodillas mientras una fuerza invisible lo aplastar en todas las direcciones. Sudaba a a mares y sentía que sus huesos estaban por romperse, sus músculos desgarrarse y sus órganos estallar. Al instante reconoció el inconfundible poder demoniaco y la habilidad usada.
"Abaddón... También eres un Abaddón..."
"Así que tu traje no te protege de efectos ambientales, es bueno saberlo"
Basara había aumentado 100 veces la gravedad alrededor de Lars, un uso crudo y efectivo de su [Linaje] que incluso un niño podría hacer. No se detuvo a alardear y corrió para decapitarlo antes de que pudiera sacar algún truco. Lars vio esto y para la sorpresa del castaño, desplego un par de alas de metal que soltaron un brillo púrpura.
Fiu.
Ya no estaba, ¿En donde se metió?.
"¡Sueltame!"
Se giro para ver con horror que Lars había toma a Mio del cuello y la tenía presa con cadenas de la misma textura que sus alas.
"¡Mio!"
"Sabes, me sorprendiste con ese truco. Pensaba simplemente dejarte ir, pero eres más peligroso de lo que pensaba" Lars elevó su aura, opacando completo a Basara "Lo mejor es matarte antes de que te vuelvas un estorbo"
Las auras violeta y esmeralda chocaron, haciendo temblar el suelo bajo sus pies. Ambos oponentes se miraron con intenciones de matar. Aún así, Basara uso toda su fuerza de voluntad para que no se filtrará el miedo en su ser.
'Esa aura... Definitivamente es un Clase Suprema'
Basara supo que su adversario estaba completamente encima de él. Sabía que la diferencia entre un Clase Alta y un Clase Suprema era abismal, y aunque podría cerrar la brecha con su talento y sobre todo, su [Magia de Gravedad, sus instintos le decían que contra Lars esto no sería suficiente.
'Tal ves si uso [Banishing Shift]...'
Le causaba náuseas usar aquella técnica tan aberrante. Fue gracias a ese poder que lo perdió todo. Su hogar, sus amigos, todo. Pese a este disgusto, es consciente que el poder de [Banishing Shift] es enorme, y si le servía para proteger a su familia, no dudaría en usarlo. Suspiro y miro a Lars con serenidad.
"Lo mismo digo"
Lars invocó mas esferas, Basara le apuntó con Brynhildr. Ambos se prepararon para devastar el parque hasta solo uno de los dos saliera con vida.
"¡ARGGGGGG!"
Hasta que un grito los interrumpió. Mio se retorcía furiosa entre sus cadenas, exudado un aura demoníaca tan poderosa que hacía temblar los alrededores. Era su [Magia de Gravedad] disparada sin ningún tipo de control, aumentaba la gravedad a niveles absurdos, pero lo verdaderamente extraordinario es que esa presión gravitacional giraba a su alrededor.
"Una órbita... ¡Mio está creando una órbita!"
Tal azaña era sorprendente, y con todos sus años de entrenamiento y perfeccionamiento de su Linaje, Basara a duras penas podía recrear tal fenómeno. Recordó como su madre creaba órbitas el chasquido de los dedos, distorsionando el mundo a su alrededor. Mio acababa de crear una órbita por accidente.
A lo lejos, Maria se levantó adolorida del suelo. Se sentía rara, como si una fuerza invisible la jalara en dirección a la batalla. Abrió grandes los ojos al ver trozos de madera y guijarros volando hasta una dirección, y no tardo en correr.
"... Que impresionante"
Lars uso su aura y sus alas para no ser atraído a Mio, pero eso no evitó que contemplará como cosas a su alrededor giraban al rededor de Mio, incluso la tierra se despegó del suelo y floto en la órbita de la chica.
"No puedo dejar que este lugar se destruya, no a plena vista"
Se acerco a la chica, ignoro su mirada furiosa y extendio sus brillantes alas. Un 'Fiu' sonó mientras ambos se teletransportaban junto a trozos de tierra. Basara maldijo furioso mientras corría hasta donde había estado Mio.
"¡Maestro, Maestro! ¿Donde está la señorita?"
"No se, ese tipo se la llevó, y acaba de desaparecer"
"¿Cree que estén lejos?"
"No lo se, trataré de rastrear la firma magia"
"No hay tiempo, ¡Utilize el pacto Maestro-Sirviente para encontrarla!"
Basara parpadeo. Su tiempo como Exorcista le había dado mucha experiencia siguiendo rastros mágico, y no tendría problemas en rastrear a alguien que se acaba de teletransportar, pero usar el pacto ahorraría mucho tiempo.
"La encontré ¡Vamos!"
Ambos desplegaron circulos mágicos bajo sus pies, los circulos brillaron antes de hacerlos desaparecer. Aparecieron en un lugar boscoso, pero no tardaron en encontrar a Mio. Estaba flotando, con un tornado rojizo lamiendo su cuerpo. Grandes trozos de escombros eran devorados y destruidos por su poder gravitacional, un punto singular que colapsa sobre si mismo. A este paso, se abriría un agujero negro que tragaria toda la ciudad.
"¡Mira, es Issei-kun!"
Lo vio. Estaba forcejeando con una Ángel Caída mientras gritaba que le devuelva algo. Issei le dio un cabezazo que la aturdido y le permitió derribarla, pero la caída lo empujó de una patada mientras clavaba una lanza de luz en su pierna.
"Me tienes harta, ¡Tu-"
Slash.
Basara le corto el cuello, y la cabeza sin vida de Raynare callo al suelo. Hyoudou lo miró sorprendido y un poco asustado por su demostración de violencia.
"Basara-San..."
"Temo que no tenemos mucho tiempo para hablar. ¿Viste a un sujeto con máscara?"
"¿Mascara? N-no. Estaba rescatando a mi amiga, luchando con Yuma, hasta que ese tornado apareció"
"No es un tornado" Interrumpió Maria "se trata de la señorita Mio, y si no la detenemos, toda la ciudad será destruida"
Como en respuesta a sus palabras, la masa gravitacional alrededor de Mio comenzó a colapsar, desgarrando el tejido mismo de la realidad. Aún así, ante la inminente amenaza de aniquilacion frente a el, Basara logró vislumbrar a Mio.
"Vallance de aquí, yo me encargo de esto"
"¡¿Que?!" "¡¿Mi señor?!"
Issei y María lo cuestionarnos seriamente. Basara respondió expulsando su propia Magia de Gravedad, aplacando la sofocante presión en el campo.
"Traeré a Mio a casa, cueste lo que cueste"
Basara avanzo hasta estar a sólo unos metros de Mio, y desde ahí ya podía sentir una presión que, de no ser por su propia magia de gravedad, habría quebrado sus huesos.
"¡Mio!"
"... B-basara"
Ella respondió a su grito, por lo que estaba consciente. Bien, una oportunidad de salvar la situación. Sea donde esté Lars, no parecía que fuera a intervenir. Si escapó o fue destruido no le importa, solo el vienestar de Mio.
"Tranquilizate, ya todo acabó"
"E-eso intento, pero no puedo ¡No puedo controlar mi poder!"
Ella grito aterrorizada mientras el cambio su expresión por una amarga. No quería escuchar eso. El tiempo pasaba y el poder de Mio no tardo en cubrir todo el bosque, agitando los árboles como un furioso tornado. Intento controlar la singularidad, bañandola con su propio poder demoniaco para estabilizar las energías de Mio, pero fue inútil. Mio era como un pozo sin fondo de energía pura, y su poder y descontrol no hacía sino crecer.
Entonces paso, surgió un agujero negro de una terrible fuerza destructiva. La única razón de que no estallaba del todo era por los esfuerzos de Basara en contenerlo. Su cuerpo estaba tenso, con venas hinchadas en su cara por el sobre humano esfuerzo.
"¡Basara! ¡Tu estas-"
"E-estoy bien. S-solo ligeros inconvenientes... Dame un minuto... y todo estará bien..."
" No puedo contenerlo por más tiempo... ¡Tu solo...!"
"¡No! ¡Aun puedo arreglarlo, solo necesito un poco más de tiempo!"
Como fuente de la singularidad, la muerte de Mio terminaría inmediatamente con el agujero negro. Con el nivel actual de Mio, el mundo no sería destruido, pero la Ciudad de Kuo sería borrada del mapa, tal vez más, no estaba seguro.
"¡No hay tiempo! Rapido, antes de que destruya al mundo, antes de que te arrastre a ti y otros en esto... Por favor matame"
Por un momento la voluntad de Basara tambaleo. Acabar con Mio era la solución más fácil, rápida y racional. Si ella era sacrificada, la ciudad, Basara y los demás serían salvados.
Sin embargo...
"No..."
"¡¿Que, como que no?! ¡No seas estúpido! ¡Entre miles de personas y yo la elección es obvia!"
"¡Claro que lo es! ¡Yo te elijo a ti, estúpida hermana quejumbrosa!"
Su grito tocó algo en el corazón de Mio que la hizo llorar a mares. Basara no es un héroe, no le interesan conceptos como el sacrificio en nombre de un bien mayor. Es egoísta, muy egoísta. Es la clase de hombre que podría hacer arder el mundo para proteger a aquellos que ama.
"Ya te lo dije ¡Luchare contra el infierno mismo si es necesario! ¡No quiero oírte hablar como si no me importaras más que miles de desconocidos! ¡Nada me importa más que mi familia!"
Sus gritos no tenían más que la verdad.
"Te llevaré a casa... ¡Te sacaré de esto y te arrastrare a casa de ser necesario, pero no te voy a dejar aqui! ¡Lo vuelvo a repetir, aún tengo una forma de salvarte, pero necesito tiempo! ¡Así que cierra la boca y deja que tu hermano mayor te salve!"
Sus palabras no contenían razón o lógica, solo pura terquedad y emociones al descubierto. Fue precisamente por eso que ello le creyó. Asintió una y otra y otra vez.
"Te creo... Por favor... llévame a casa"
Basara Se puso lo más cerca que pudo sin que su cuerpo fuera arrastrado. Dio un suspiro, relajo su cuerpo y alzó Brynhildr al cielo. Se estaba preparando, preparando para ejecutar Banishing Shift.
Notas del Autor
Lo se, lo se. Otra ves me demore en sacar capítulo nuevo. Estuve algo ocupado y sin inspiración, pero en recompensa, serán 2 capítulos esta semana. Publicaré el siguiente mañana o pasado mañana. No sé preocupen
