Capítulo 3: La realidad en el castillo parte 1
-… Teletransportaban la comida de su tenedor cuando intentaba comer… Lo abrazaban sin soltarlo en público, sobre todo frente a los miembros de su ejército, sabiendo que eso le incomodaba y avergonzaba un poco porque lo hacía ver menos 'rudo'… en vez de darle un beso en la mejilla lo lamían…- Antes de que siguiese con esa detallada lista, su hijo le tapó la boca por unos segundos.
-Padre… De verdad… No es necesario que continúes… jejejeje… Creo que se entendió el punto- Sonrió nervioso con el rostro completamente dorado, Charlie y Vaggie lo miraron sorprendidas con la boca abierta -Muchas de esas veces Miguel se lo merecía -Se cruzó de brazos -Sobre todo cuando comenzó a burlarse por nuestras alturas y apariencias más infantiles en comparación a la suya por solo tener una década de diferencia-
Ese era el argumento más usado por sus hijos cuando les preguntaba la razón de sus acciones, suspiro -Independiente de aquello, ese tipo de acciones no es correcta- Lo miro a los ojos -La verdad es que desde temprana edad eran bastantes activos e 'imaginativos'- sonrió con algo de nostalgia -En general hacían las cosas más interesantes y divertidas, aunque como padre no podía alabar ese tipo de comportamiento, sobre todo- cambio a un tono más serio -Porque a veces eran demasiado imprudentes y se ponían en peligro-
Charlie sentía demasiada curiosidad, su papá nunca le hablaba de su pasado en el cielo, no lo imaginaba como un niño celestial, mucho menos uno travieso -¿Te hizo pasar muchos sustos?- Preguntó en un tono suave tomando con delicadeza la cálida mano de su abuelo.
El contacto de su nieta se sentía extremadamente agradable -A veces… Como aquella única vez que se les ocurrió salir de noche con Salael, se escaparon del castillo para ver una nebulosa- Lucifer se estremeció al recordar el castigo que les dio cuando su hermano Gabriel regresó con ellos de la oreja -Coincidentemente esa noche un… eh… invitado no deseado y peligroso los encontró-
-Un enemigo- murmuró Vaggie.
-¡Ooh!- exclamó Charlie sorprendida, observando a su progenitor quien sonreía nervioso -¿Les hizo daño?-
-Afortunadamente no… Ambos siempre han sido talentosos con la magia y sus poderes son complementarios… Unos días antes les había enseñado por separado a crear una barrera, cuando esa criatura los encontró crearon entre ambos una barrera que no pudo traspasar… afortunadamente-
-Esa fue idea de mi hermana- Admitió, bebió un poco de su café -Cuando esa criatura se acercó ella entrelazo nuestros dedos y me incitó a crear un escudo con nuestras esencias mágicas mezcladas porque lo había escuchado de ti- se refirió a su Padre -Hasta ese momento no sabíamos que afuera había peligro… Así que dejamos nuestras incursiones nocturnas del espacio- comentó con indiferencia.
Sus acompañantes cruzaron miradas con sospecha.
-¿Entonces esa no fue la primera vez que salían?- Preguntó Charlie, Lucifer casi se atraganta -¿Simplemente fue la última?- Los tres lo miraron con una ceja levantada, expectantes.
El rey del infierno se congeló "¡Ay no!" repentinamente se puso nervioso "Tranquilo Lucifer, eso paso hace miles de años… él no te puede castigar por ello… Ni regañar", por fuera demostraba tranquilidad -Algo así- respondió indiferente, comió un gran bocado para evitar más interrogantes.
-Después hablaremos de ello- Murmuró su Padre en su idioma celestial con un ligero tono molesto.
Él simplemente sonrió. Necesitaba cambiar de tema lo antes posible -Después del desayuno ¿Quieres ir a mi castillo Padre?- Necesitaba alejarlo momentáneamente de su hija y de cualquier otro pecador hasta poder deshacerse de él -Ahí tengo fotos de Charlie cuando era pequeña- trató de tentarlo.
-¿Qué?... Papá… ¡no!-
-Vamos manzanita, tu abuelo no tuvo la oportunidad de ver lo adorable que eras en persona… pero puede ver fotos, tengo muchos álbumes con diferentes historias- Su Padre se veía interesado, aunque su hija algo incómoda, no le gusta hacerla sentir así pero en este caso el fin justifica los medios -Vaggie y tú pueden acompañarnos obviamente- La invitó sabiendo y esperando que no acepte.
Charlie sonrió, jugó un poco con sus manos -Gracias papá, pero tenemos algunas cosas que realizar en el hotel- Vaggie se veía decepcionada -Quizás en otra ocasión-
-No hay problema-
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El desayuno se había prolongado mucho más de lo que Lucifer esperaba, con un par de historias vergonzosas para él, "En el acuerdo debí prohibirle que hablara de esas cosas" pensó frustrado, aún no era ni medio día y su Padre ya lo había avergonzado con sus historias. Sin embargo, a pesar de todo cuando lo escuchaba hablar no podía evitar sentirse feliz y amado, que su Padre recuerde tan vívidamente lo que hizo en su niñez de forma tan alegre solo puede significar que sigue siendo importante.
-¿Hijo?... ¿Está todo bien?-
Esa pregunta lo sacó de sus pensamientos -Sí- Respondió con seguridad aún en las puertas de su solitario castillo, no estaba seguro de cuantos minutos habían transcurrido desde que llegaron y se perdió en sus pensamientos. Suspiro nervioso, volver a ese lugar le dolía y le recordaba otro de sus grandes fracasos. Con la mano temblorosa tomó el pomo de la puerta, trago saliva y respiró profundo antes de abrir la puerta que revelaba su soledad.
El padre celestial había notado desde que llegaron ahí el dolor de su pequeño, si bien el castillo era esplendoroso, era evidente el descuido. Expelía la esencia de la desesperación, dolor y desesperanza, notó que el brillo que había visto en los ojos de su hijo cuando estaban en el hotel de su nieta había desaparecido, al igual que la sonrisa, un aura más apesadumbrada lo rodeaba. No deseaba ser invasivo pero podía notar que la mente del menor se nublaba -Mi estrella brillante- Lo llamó con dulzura usando su apodo exclusivo -No es necesario que entremos si no te hace sentir bien… Podemos realizar otra actividad-
Esas palabras lo hicieron voltearse y fingir que estaba bien -Pero qué dices Padre… Sólo estaba haciendo una pausa dramática antes de mostrarte este maravilloso lugar- Le sonrió mostrando los dientes, pero no lograba engañar a nadie con eso.
-De acuerdo- Lo siguió al interior. Como era de esperar, no había nadie, algunas zonas estaban cubiertas de polvo, las cortinas estaban completamente cerradas y había un ligero olor a humedad y moho -¿Vives sólo?- Preguntó lo evidente.
Esa pregunta lo incomodó un poco -Bueno sí… aunque a veces me visita mi hermana- Se le escapó de forma espontánea, no deseaba meterla en problemas -Aunque suelo decirle que no lo haga-
-Ya veo- murmuró inspeccionando el lugar -No hay problema si viene hijo… De hecho se puede quedar unos días o el tiempo que desee, no se lo vuelvas a prohibir- En su interior agradeció lo terca y desafiante que ella ha sido con eso -El instinto inicial que todos tenemos es preocuparnos por su bienestar y sobreprotegerla, solemos pensar que este es un lugar peligroso para ella… me refiero al infierno- aclaró -Pero ella es tan fuerte como cualquiera de ustedes y te ama mucho más de lo que crees, así que nunca te abandonara, siempre se preocupara por ti.
Esas palabras simples provocaron una calidez en su interior y ganas de abrazarla -Supongo- Sonrió al recordar los días juntos que estuvieron en el cielo hace tan solo unas semanas nuevamente como niños y como siempre aparece en sus peores momentos, como si tuviese un detector a larga distancia.
-¿Me darás un recorrido?-
-¿Eh?... Claro… Dame un segundo- Con su magia abrió todas las cortinas, la luz roja del infierno ingresó por las ventanas por primera vez en años. Extendió su brazos -Este es el recibidor- Cruzó junto a su padre por unas puertas de vidrio -Este es el salón principal… por aquí el comedor formal- Avanzaron por un pasillo -Este es un comedor más casual que conecta a la cocina-
En el recorrido le fue inevitable notar los cuadros de su hijos junto a su nieta y la primera mujer, a veces estaban juntos otras veces separados, pero en todos se veían felices. "¿Qué les ocurrió?" pensó con curiosidad, sabe que charlie tiene un poco más de doscientos años, así que la separación fue hace poco y sólo sabe de la separación porque su pequeña lo menciono media dormida, quería saberlo de él pero no deseaba incomodarlo porque es evidente que eso le duele. Avanzaron por todo el primer piso pero estaba demasiado sumido en sus reflexiones como para poner atención a sus palabras, en su interior sintió una punzada, dolía que su pequeño estuviese solo y su actual estado mental del cual es bien consciente.
La culpa lo invadió con fuerza, debió manejar todo distinto, debió ser un mejor padre, debió tratar de comprenderlo, de ver el mundo como él y apoyarlo. No castigarlo de esa forma, abandonarlo y negarle por completo su gracia, su amor. Ahora podía reflexionar lo duro que debió ser para él pasar en tan poco tiempo de tener una familia cariñosa con hermanos que lo adoraban, ser uno de sus favoritos, ser uno de los más amados y consentidos, a ser lastimado por quienes debía protegerlo, repudiado y obligado a abandonarlo todo. Bajo ese techo y entre esas cuatro paredes, la realidad lo golpeó duramente "¿Qué fue lo que hice?" se cuestionó. Se detuvo, extrañamente le estaba costando respirar, lo que es estupido si lo pensaba bien.
-Padre… ¿Estás bien?- Lucifer al notar que se detuvo de forma abrupta, retrocede hasta él. Era extraño ver a su poderoso Padre así -¿Qué ocurre?- Tomo sus manos -Si quieres puedes descansar en mi habitación un momento-
-No… Estoy bien… No te preocupes-
-Padre no seas tan obstinado y orgulloso- con su mano tomada lo guió hasta su habitación -Recuestate un momento- su preocupación era genuina-
Si bien él lo acompaño, se rehusaba a recostarte -Estoy bien hijo… Esto no es necesario-
Lucifer levantó una ceja, a él no lo engaña, probó otra táctica -Si sabes que si te pasa algo mi hermana se enfadara conmigo ¿No?- La cara de su progenitor cambió, ella era su debilidad. Puede que sí, él haya sido su favorito pero ella es la niña de sus ojos, con un tono juguetón y disfrutando un poco comenzó su amenaza -Si no te recuestas y descansas un poco le diré que…-
Simplemente tapo la boca del menor, no deseaba escuchar cómo termina esa frase aunque podía intuir -De acuerdo- Entrecerró los tres pares de ojos -Descansaré un poco- se recostó en la cama, solo por algunos centímetros quedo -Pero…- Lo tomo de la muñeca sorpresivamente -Tú descansarás conmigo- Más suave de lo que se podía esperar para ese tipo de movimiento, lo recostó a su lado.
Al verse recostado junto a su Padre, sus mejillas comenzaron a calentarse y adquirir un tono más dorado -¡Queee! Pero yo…-
-Vamos hijo… Concédele esto a tu anciano Padre- usó un tono lastimero mientras lo abrazaba -Cuando eras un niño esto era una de las cosas que más te gustaba-
-Si… cuando era un niño- se quejó con un tono infantil y molesto, trato de levantarse, pero él lo tenía.
-Vamos, no seas así- lo abrazo.
-Bien- estaba algo irritado -Pero esto debe quedar entre nosotros y sólo será un momento-
Una sonrisa ganadora se dibujó en el gran creador del universo -Por supuesto… por supuesto- acarició la cabeza del menor y comenzó a tararear una canción.
Esa canción la conocía muy bien, era la de su hermano Joel, la canción de cuna que creó exclusivamente para hacerlo dormir -Espera que estas ha…- Era relajante, demasiado relajante, ya no podía pensar bien, sus ojos pesaban y finalmente se cerraron.
