Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto, pero sí de este fanfic. Ya es un avance :D

N/D: Esta es la primera vez que escribo escenas de pelea, así que no esperen demasiado. Si tiene consejos para ayudarme a mejorar este tipo de cosas, los leeré con gusto, ya que tendré que escribir muchas escenas como así a lo largo de la historia.

PD: Gracias a Eren Llega por tomarse el tiempo de dejar una reseña.

A Eren Llega: Si bien, a mí tampoco me gustan las parejas por el mismo motivo, siento que será necesario para el desarrollo de ciertos personajes.

- Hola – (persona hablando)

Hola (pensamiento)


Capítulo 5

Una vez llegamos al lugar, pude ver con mórbida fascinación el camino de destrucción que ambos ninjas de clase S habían causado al entrar en el pueblo. Edificios destruidos, cuerpos esparcidos por todos lados, puestos de comida en llamas, sangre cubriendo las paredes como si fuera pintura.

No pude evitar girarme para vomitar al ver la cantidad de cuerpos humanos y sangre que había por todas partes. Algunos fueron empalados en las paredes de sus hogares, otros fueron decapitados, pero la mayoría tenían signos de haber sido torturados.

Posiblemente por el ritual de Hidan... maldito psicópata, matar a una persona ya es algo malo, aunque... bueno, no soy quién para quejarme... pero torturarlos por placer y devoción hacia un dios loco como Jashin, era algo absolutamente monstruoso.

- Hijo, ¿estás bien? – preguntó Akio, posando su mano en mi espalda.

- Si, lo siento, solo me impresionó la cantidad de cuerpos – respondí, limpiando mi boca con un pequeño pañuelo que madre me había dado.

- Esos bastardos... - el gruñido de Aoki era bajo y monótono, pero los años viviendo con él, me permitieron saber que se encontraba increíblemente molesto.

Las náuseas que me producía mirar la escena en frente de mí eran tan grandes que estuve a punto de vomitar una vez más, así que aparté la mirada.

- No mires para otro lado Hideki, observa lo que hay en frente de ti y guárdalo en tu memoria. Para esto es que estamos los shinobis, matamos, saqueamos, torturamos, pero es todo por el bien del pueblo y de las personas en él. Aunque no todos son así... también está este tipo de escoria. Escoria que no solo traicionó a la aldea que les dio todo, sino que también se dedican a matar y torturar solo porque creen que pueden hacerlo, no por una misión noble como la de proteger a tus seres queridos. Míralos Hideki, y recuerda. Personas como estas están en todas partes, y es por eso que es nuestro trabajo como shinobi ejecutarlos – dijo Aoki, desenvainando su espada y preparándose para saltar en frente de Kakuzu e Hidan.

- Por favor, no mueras – murmuró Akio luego de que padre hubiera saltado hacia la calle.

Rápidamente canalicé chakra en mis ojos y oídos para poder apreciar con mayor claridad la pelea que ocurriría en breves.

- ¡Alto! – exclamó Aoki, con un tono serio.

- ¡¿Y quién demonios se supone que eres tú?! – gritó Hidan, preparando su guadaña.

- Ustedes dos, escorias, entraron a mi pueblo, masacraron a su gente, y ahora es mi deber como protector de este lugar ejecutarlos.

- ¡Ja, hablas como si pudieras matarnos! – se burló Hidan - ¡Ahora quédate quieto y sé un buen sacrificio para Jashin-sama!

Durante toda la conversación Kakuzu se había quedado en silencio. Miró a Aoki de manera extraña durante unos minutos, pero antes de que Hidan pudiese atacar, habló.

- ¿Qué hace un shinobi de Konoha en este lugar? Y uno poderoso, si tus enormes reservas de chakra son algo por lo que dejarse guiar. Además, te pareces demasiado al Nidaime hokage, ¿acaso tienes algún tipo de parentesco con él?

- Yo podría preguntar lo mismo, después de todo, no recuerdo haber escuchado que sea un deporte cotidiano entre los ninjas renegados de rango S, el arrasar con pueblos sin presencia shinobi, y más si están cerca de tu antiguo hogar, ¿no, Kakuzu de Takigakure? – dijo Aoki, ignorando a propósito su pregunta final.

- Parece que sabes quién soy, pero yo aun no sé quién eres – respondió Kakuzu.

- No soy nadie, no existo, soy una de las muchas sombras que se encarga de proteger su pueblo.

- Oh, así que un Anbu de Konoha, ¿eh? Ha pasado un tiempo desde que peleé con uno de ustedes.

- ¡Ya basta de toda esta charla! ¡Kakuzu, no te metas, usaré a este idiota para mi ritual!

- Tu compañero no parece muy paciente.

- Y que lo digas. Bien, pero no te distraigas, te podrías morir.

- Tch, lo que digas.

Antes de que alguien pudiese decir algo, un kunai se había incrustado hasta la empuñadura en el cerebro de Hidan.

Por unos segundos, todo se había quedado en silencio, era como si el tiempo se hubiese detenido. Hasta que...

- ¡Argh! ¡Maldita mar, eso sí que duele! – gritó Hidan.

La sorpresa era evidente en los ojos de Aoki.

Era obvio que eso no funcionaria. Maldita sea Aoki, fuiste entrenado por Shimura Danzo, ¿Cómo demonios no sabes que Hidan y Kakuzu son prácticamente inmortales? Bueno, Hidan, Kakuzu solamente tiene más corazones que el promedio.

- Te lo dije – exclamó Kakuzu, mientras veía a Hidan sacarse el arma que tenía incrustada en la cabeza.

- ¡Cállate Kakuzu, me distraje porque tú me estabas hablando, no volverá a suceder!

Rápidamente Hidan lanzó su guadaña en dirección a Aoki que aún seguía conmocionado por ver a su oponente sacarse un kunai de la cabeza sin daño aparente.

Antes de que la guadaña pudiese cortar a Aoki, este la atrapó en el aire.

- ¡Oye! ¡Suelta eso, es mío! – gritó Hidan.

- No sé cómo demonios sigues con vida, pero no tendrás tanta suerte la próxima.

Con una sola señal de mano, un rayo se canalizó en el arma y fue dirigido a Hidan por el largo cable que unía al arma con su dueño. Esto no impidió que Hidan usara la bobina a la cual estaba conectada la guadaña para acercarse a gran velocidad a Aoki.

- ¡Maldita mar, disfrutaré utilizándote para mi ritual! – gritó Hidan, mientras era electrocutado por los rayos.

Mientras todo esto sucedía, me di cuenta de algo preocupante... Kakuzu estaba mirando en mi dirección.

- Madre – murmuré.

- Si, yo también lo vi. Prepárate para correr.

- Está bien.

Seguí mirando el combate, pero esta vez completamente atento a un ataque por parte de Kakuzu.

- Zumbido... parece que hay espectadores – pensó Kakuzu – Son dos... no, tres, ocho si cuento al que está peleando con Hidan. ¿Qué demonios hacen 7 shinobis de Konoha y un niño en este lugar?

Mientras Kakuzu se perdía en sus pensamientos, Hidan y Aoki habían comenzado un combate de taijutsu.

- ¡Maldita sea, quédate quieto para que pueda cortarte! – le gritó Hidan al escurridizo hombre en frente suyo.

- No, gracias – respondió Aoki, cortando el brazo derecho de Hidan con su espada y luego dándole un fuerte golpe cargado de chakra en las costillas.

El golpe había mandado al ninja de clase S a estrellarse contra un edificio, levantando así una nube de polvo.

Sin ninguna señal de manos, un clon se había formado al lado de Aoki.

- Mantenlo entretenido hasta que me encargue del otro – le ordenó al clon.

La copia solo asintió y corrió hacía donde había volado el cuerpo de Hidan.

- Muy bien, ahora comencemos con el verdadero combate.

- ¿Crees que puedes enfrentarte a mí? No me hagas reír. Cuando tenía tu edad ya había peleado con el Shodaime hokage y sobreviví.

- No creo que sobrevivir a un combate sea por lo que sentirse orgulloso – exclamó Aoki.

- ¿Qué no es eso lo que hacen tus famosos sannin? – preguntó Kakuzu.

- Zumbido, touché.

Luego de ese intercambio de palabras, Aoki se abalanzó sobre Kakuzu con su espada cargada con chakra del rayo. Kakuzu solo se quedó quieto, esperando el ataque de Aoki. Segundos antes de que la espada pudiera cortar el cuello del ninja renegado, este último se agachó con gran velocidad bajo el corte y tomó a Aoki por la muñeca y el cuello, luego le dio un fuerte rodillazo en el abdomen.

- Je, bastante senci...

Antes de que Kakuzu pudiera seguir hablando, el cuerpo de Aoki había explotado en una ráfaga de rayos que rodearon al ninja y lo paralizaron.

- ¿Decías? – preguntó Aoki, saliendo del suelo con su puño imbuido en chakra.

Una vez que estuvo a la altura del rostro de Kakuzu, le dio un fuerte puñetazo en la cabeza, haciendo que se estrellara contra el suelo.

- Bueno, fue más fácil de lo que creí – dijo, o eso hubiera hecho, si no hubiera visto el cuerpo de Kakuzu transformarse en barro – Tch, un clon.

- Demasiado lento – dijo Kakuzu, apareciendo detrás de Aoki y dándole una fuerte patada en la espalda.

Esto es genial, es como ver un capítulo del anime con lentes de realidad virtual.

- Hugo, golpeas fuerte – gruñó Aoki, levantándose del suelo.

- Uno no vive tanto como yo sin ser bueno golpeando.

- Y sin robar corazones ajenos... – murmuró.

Kakuzu no dijo nada, sino que pasó por dos señales y luego puso su mano en el suelo, seguido de eso, varias lanzas de tierra comenzaron a salir del suelo en dirección a Aoki.

- Creí que para lanzar un jutsu como ese debías decir el nombre – dije, impresionado por la técnica de Kakuzu.

- Claro que no, el nombre es solo para concentrarte más en el jutsu que quieres, pero luego de mucha práctica, ya tienes predeterminada una imagen mental de la técnica, así que ya no necesitas el nombre, además, decir el nombre de tu técnica es un arma de doble filo, ya que también le advierte al enemigo que utilizarás un ninjutsu y su naturaleza – explicó Akio.

Escuché su explicación mientras veía a Aoki esquivar lanza tras lanza.

- Esto se está volviendo molesto.

Hizo una señal de manos y sopló una gran ráfaga de viento, haciendo que las lanzas de piedra se rompieran en pedazos y volaran hacia Kakuzu. Este último se movió hacia un lado y dejó que el fuerte viento acompañado de escombros pasara de largo. Antes de que pudiese hacer o decir algo, Aoki ya estaba a su lado apuñalándolo en el corazón.

- Fue... divertido, pero aún no me he encargado de tu compañero, así que necesito que te mueras.

- C... cómo?

- No creo que a un muerto le interese.

Luego de decir eso, sacó la espada del cuerpo y se alejó, en dirección a donde había mandado a su clon.

¡Maldita mar Aoki, regresa! ¡Ese bastardo sigue con vida, aún le quedan 4 corazones!

- ¿Qué sucede Hideki? – preguntó Akio al darse cuenta de mi conflicto mental.

- Nada, solo que me pareció demasiado fácil. Siento que algo está mal.

- Tienes razón, pienso lo mismo. Kanji – dijo Akio, luego de unos segundos un Anbu apareció arrodillado ante ella.

- ¿Si, Akio-sama?

- Utiliza tu capacidad de sensor y dime si Kakuzu está muerto.

El Anbu solo asintió e hizo un sello con la mano, luego cerró los ojos y se quedó en silencio por unos segundos, hasta que los volvió a abrir y tenía una mirada de sorpresa en ellos.

- ¿Qué sucede? – pregunté.

- Kakuzu, sigue vivo – dijo, con clara sorpresa en su rostro.

- Maldita mar, ¡Aoki, no te distraigas, Kakuzu sigue vivo! – gritó Akio.

Aoki solo puso un rostro confundido y se volteó para ser recibido por un fuerte golpe en el rostro por parte de Kakuzu.

- Maldición, esto se complicó. ¡Kanji, dile a los demás que escolten a los aldeanos que aun sigan con vida fuera de la aldea, si es posible, en dirección a Konoha, luego volverás y protegerás a Hideki con tu vida si es necesario, yo iré con Aoki! – le ordenó al Anbu.

- Por supuesto, Akio-sama – exclamó el Anbu antes de desaparecer.

- ¡Hideki!

- ¿Si, madre?

- Si ves que la situación se complica demasiado, te irás, ¿entendido?

¿Eh? ¿Cómo que irme? No pienso irme y dejarlos solos aquí.

Antes de que pudiese decir algo, Akio ya se había ido.

- Maldita sea – gruñí, y luego volví a concentrarme en la pelea.

Akio cayó al lado de Aoki y comenzó a curar su nariz sangrante. Mientras tanto Kanji ya había vuelto y se paró a mi lado, preparado para entregar su vida con tal de protegerme.

- Te dije que vinieras solo si parecía que necesitaba ayuda – gruñó Aoki.

- ¿En serio? Acabas de matar a este tipo, pero volvió a pararse y te atacó, ¿y te molesta que haya venido?

- Buen punto. ¿Tienes algún plan?

- Por lo que he visto, este tipo Kakuzu, es inmortal de alguna forma, al igual que el otro sujeto, que, por cierto, ¿Dónde está?

- Mi clon lo tiene encerrado en una barrera, pero dentro de poco se quedará sin chakra y desaparecerá.

- Zumbido... eso me da una idea...

- Cuéntamela entonces.

- Si no podemos matar a estos sujetos, tal vez podríamos sellarlos – sugirió Akio.

- Suena tan estúpidamente simple, que tal vez podría funcionar, pero hay un muy pequeño problema. ¿Dónde piensas sellarlos?

- Tengo pergaminos en mi sello de almacenamiento, podría tratar de hacer algo, pero primero debemos incapacitarlos.

- Está bien, entonces, ¿contra quién primero?

- ¿Cuánto crees que dure tu clon con la barrera?

- Unos 5 minutos, tal vez 6, ¿por qué?

- Entonces iré primero con Hidan, buscaré una forma de sellarlo y luego vendré con la idea terminada y sellaremos a Kakuzu.

- ¿Entonces tendré que ser la distracción mientras tanto?

Akio solo asintió.

- Siento que esto terminará muy mal para mí...

- Muy bien, me marcho, suerte.

- Igualmente.

Aoki se puso de pie, mientras Akio desaparecía en un remolino de hojas.

- ¿Terminaron su charla? – preguntó Kakuzu.

- Si.

- Está bien, entonces comencemos con el segundo round.

Kakuzu se arrancó su manto de akatsuki, mostrando su cuerpo que parecía tener todos los miembros pegados con puntos de sutura y las máscaras en su espalda.

- Creo que quiero vomitar...

De repente las máscaras en su espalda comenzaron a moverse como si estuvieran tratando de separarse de él. Luego de unos segundos, la espalda del ninja renegado se abrió completamente, dejando salir una sustancia negra de su cuerpo.

- Definitivamente quiero vomitar...

Una vez que la sustancia terminó de salir, la espalda de Kakuzu se unió nuevamente usando unos hilos negros, como si nada hubiese pasado.

Ahora, junto al oponente de Aoki, había 4 monstruos hechos de los mismos hilos que se utilizaron para cocer la espalda de Kakuzu, todos tenían una máscara en lo que parecía su rostro, a excepción de uno, que tenía un agujero en esta y segundos después de haberse formado, se desmoronó.

- Muy bien, que comience el combate verdadero – exclamó el ninja renegado, haciendo un signo con las manos.

Una de las máscaras abrió la boca y pude escuchar como Kakuzu volvía a hablar.

- Fūton: Atsugai – exclamó, mientras una gran ráfaga de viento salía desde la boca de la máscara.

El ataque de viento era tan poderoso que comenzó a desmoronar algunos de los edificios que aún seguían en pie. Kanji y yo tuvimos que saltar de un tejado a otro constantemente para no quedar atrapados en la destrucción.

Al mirar en donde estuvo Aoki hace unos momentos, solo pude ver una gran devastación. Era como si un tornando se hubiera formado en medio del pueblo y hubiera arrasado con todo a su paso.

Y pensar que una sola máscara pudo hacer tanto daño, no quiero imaginarme cuando comience a utilizarlas en combinaciones…

- Kanji.

- ¿Si, Hideki-san?

- ¿Mi padre sigue con vida? – pregunté, con el tono más monótono que pude lograr.

- Si, Hideki-san, Aoki-sama sigue con vida.

Segundos después de que Kanji dijese eso, pude ver como Aoki salía del suelo, ileso. No pude evitar que un suspiro de alivio saliera de mi boca.

- Debo admitir que eso fue asombroso, pero creo que ya le has provocado demasiado daño al pueblo por ahora, así que, creo que es hora de que me ponga serio – dijo Aoki, mirando a Kakuzu y su trio de máscaras.

- Ven si crees que puedes detenerme – respondió Kakuzu.

Aoki hizo dos señales de manos y una gran ola de agua pareció formarse de la nada y dirigirse en dirección al ninja renegado.

Antes de que la ola de agua pudiese tocar a Kakuzu, la máscara que abrió la boca hace unos instantes, volvió a lanzar otro potente ataque de viento, haciendo que el agua cambiara de dirección y se fuera por los lados.

- Debo admitir que es bastante impresionante que puedas crear una ola de agua tan grande sin una sola fuente cercana, pero no será suficiente – exclamó el ninja, haciendo una señal de mano diferente esta vez - Raiton: Gian.

Luego de decir eso, otra de las máscaras abrió la boca y lanzó un gran rayo en dirección a Aoki. Este último saltó en el aire, dejando que el ataque cayera debajo de él, pero debido a que el jutsu que había lanzado con anterioridad había llenado todo el lugar con agua, el ataque de la máscara cayó sobre esta y la electrificó.

- Mar de Maldita – gruñó Aoki.

Antes de que pudiera caer sobre el agua electrificada, se intercambió con un escombro cercano, salvándose de freírse. Lastimosamente, el descanso momentáneo de Aoki no duró mucho, ya que una gran ola de llamas se abalanzó sobre él de repente, sin dejarle más opción que crear un muro de agua para tratar de no morir calcinado.

- Maldita sea, las llamas son demasiado fuertes como para que se apaguen con un simple muro de agua.

Rápidamente Aoki saltó hacia el tejado de uno de los edificios que aún quedaban en pie para tratar de pensar en algo, pero fue interceptado por Kakuzu, quien se había adelantado a él y lo esperaba en ese mismo tejado. Este último hizo que varios hilos negros, como los que había utilizado para cocer su espalda, salieran de su mano y atraparan a Aoki en el aire, luego hizo que chocara con gran fuerza contra el suelo.

- ¡Argh! – Aoki no pudo evitar que un gruñido de dolor saliese de su boca.

- Bueno mocoso, fue entretenido jugar al gato y el ratón contigo, pero me quitaste uno de mis corazones, así que es justo que yo haga lo mismo – exclamó Kakuzu, mientras trataba de que sus hilos negros se clavaran en el pecho de Aoki.

- ¿Al menos podrías dejarme decir unas últimas palabras? – preguntó Aoki.

- Muy bien, dilas.

- Bum.

Seguido de eso, el cuerpo de Aoki explotó, haciendo que Kakuzu volara por los aires. Fue interceptado por la espada de Aoki, la cual estaba imbuida con un rayo y apuñaló donde debería estar el corazón del ninja renegado, luego utilizó el chakra del rayo en la espada y cubrió todo el cuerpo de Kakuzu con rayos, para rematarlo estaba por lanzar un jutsu, pero fue interrumpido por una de las máscaras de Kakuzu , la cual le lanzó una ráfaga de esferas de aire.

Aoki se tuvo que intercambiar con un escombro cercano para no terminar con varios agujeros en el cuerpo.

- Mar de Maldita, estuve tan cerca – gruñó Aoki.

El cuerpo de Kakuzu fue atrapado en el aire por sus máscaras y dejado en el suelo, mientras una se deshacía y dejaba que los hilos negros que la conformaban entraran en el ninja moribundo.

- Hugh, te arrepentirás de no haberme matado con eso – exclamó Kakuzu, obviamente molesto.

- No es como si no lo hubiese intentado – se quejó.

Kakuzu hizo varios sellos con las manos y luego lanzó una ráfaga de fuego desde su boca, mientras las máscaras de viento y rayo lanzaban sus propios elementos, así uniendo los 3 y formando una gran ola de llamas electrificadas.

- ¡Demonios!

Aoki rápidamente se metió bajo tierra y esperó a que el ataque terminara, mientras tanto, Kakuzu no se quedó quieto y formó un clon de tierra con la orden de ir a recuperar a Hidan.

Una vez el ataque había terminado, Aoki volvió a salir a la superficie, pero fue recibido por un fuerte golpe en el abdomen por parte de Kakuzu, quien ahora tenía la piel completamente oscurecida. El golpe hizo que Aoki se retorciera de dolor, pero no pudo pensar demasiado en ello, ya que fue mandado a volar por una patada y luego atacado por las máscaras de viento y rayos.


*Mientras tanto con Akio*

- ¿Te falta mucho Akio? Me estoy quedando sin chakra – exclamó el clon de Aoki.

- Solo dame unos segundos más, ya casi termino con la fórmula – gruñó Akio.

- ¡Ya sáquenme de esta maldita cosa para que pueda matarlos! – gritó Hidan desde dentro de la barrera donde lo tenían capturado.

- ¡Cállate de una maldita vez idiota! – gritaron el clon de Aoki y Akio al mismo tiempo.

- ¡No dejaré que un estúpido clon y una maldita perra me digan que hacer! ¡Cuando salga les prometo que ambos serán sacrificios para Jashin-sama!

- Tranquilo, saldrás, pero solo para ser capturado dentro de una jaula aún más pequeña – dijo Akio, levantándose de donde había estado escribiendo su fórmula de sellado.

- ¡¿A qué demonios te refieres?!

Akio solo ignoró al ninja loco y puso un poco de su sangre en el pergamino, haciendo que la fórmula brillara en rojo por un momento, luego miró al clon para decirle que ya estaba lista.

- Baja la barrera.

El clon solo asintió y deshizo la barrera que mantenía al Jashinista loco. Cuando la barrera había desaparecido, Akio comenzó con el sellado.

- Fūin...

Antes de que Akio pudiera seguir con la técnica, el clon de Kakuzu había llegado, proporcionándole una poderosa patada en un lado del cuerpo, lanzándola a estrellarse contra una pared. El fuerte golpe hizo que todo el edificio comenzara a temblar y estuviera a punto de caer encima de los 3 ninjas y el clon.

- Maldita se...

La maldición del clon fue interrumpida por un corte de la guadaña de Hidan, haciendo que desapareciera en agua.

- Muy bien, ahora a encargarme de esa perra – dijo el Jashinista, caminando hacia Akio.

- Ahora no Hidan, ven y ayúdame a terminar con la otra molestia, luego podrás hacer lo que quieras con ella – dijo el clon de Kakuzu.

- Oh, así que el gran Kakuzu, el ninja que sobrevivió a una pelea con el Shodaime hokage, ¿está pidiendo la ayuda del humilde yo? Ja, estoy seguro de que esto debe ser un golpe monstruoso para tu orgullo – exclamó Hidan, entre fuertes risas.

- Cierra la maldita boca y ven – gruñó el clon.

- Como si los dejara ir – dijo Akio, saliendo de la pared donde se había estrellado.

- Je, parece que podré sacrificarla a Jashin-sama antes de ir a ayudarte Kakuzu – dijo Hidan, acercándose cada vez más a Akio.

- Isshi Tōjin – dijo Akio, haciendo que varias líneas de sellos se extendieran desde ella y abarcaran un gran espacio.

Hidan y el clon de Kakuzu no pudieron moverse a tiempo para salir del camino de los sellos y quedaron atrapados en ellos.

- ¡Oh vamos! ¡No de nuevo! ¡¿Qué demonios nos hiciste ahora maldita perra?! – gritó Hidan.

- Es un pequeño truco que aprendí hace un tiempo, un ninjutsu de barrera, pero ahorrémonos las explicaciones, solo diré que mientras me mantenga aquí, ninguno de ustedes saldrá de este lugar, así que los tres acabaremos enterrados en este lugar – exclamó Akio con regocijo.

- ¡No pienso quedarme encerrado en una barrera nuevamente, así que suéltame para que pueda matarte! - gruñó Hidan.

- Creo que no te diste cuenta de un pequeño defecto en tu técnica – dijo el clon.

- Oh, ilumíname – respondió Akio, ignorando los gritos del Jashinista.

- Si nos quedamos aquí, los 3 seremos aplastados, y Hidan es inmortal, y yo un clon.

- Oh, tranquilo, mi original ya había pensado en eso, por eso hizo que un clon los atrapara, mientras ella ayuda a Aoki a acabar con tu original – dijo, el ahora revelado clon de Akio.

- Tch, maldita mujer – gruñó el clon de Kakuzu.


*Volviendo a la pelea de Kakuzu y Aoki*

Aoki esquivó ataque tras ataque de las máscaras de rayos y viento, mientras pensaba en una forma de acabar con ambas y poder concentrarse en Kakuzu.

- Maldita sea, que cosas molestas – gruñó Aoki.

Rápidamente formó un dragón de agua para atacar a la máscara de viento, mientras el se encargaba de la otra, pero no contaba con la oportuna llegada de Akio, quien había caído desde el cielo y cortó por la mitad a la máscara de rayos usando su tanto imbuido en chakra de viento.

- ¡Si! ¡Esa es mi esposa! – vitoreó Aoki.

- Aoki, seguimos en una pelea, concéntrate – se quejó Akio.

- Cierto, lo siento. ¿Pudiste sellar al otro tipo?

- No, un clon de este bastardo me interrumpió antes de que pudiera hacerlo, pero dejé un clon de sombras para que los mantenga entretenidos mientras te ayudo con este sujeto. Además, ya tengo la fórmula de sellado lista, si logramos incapacitarlo el tiempo suficiente, podré sellarlo dentro de un pergamino y luego podremos encargarnos del otro.

- Muy bien, me encargaré del cuerpo principal, tu mantén entretenida a esa molesta cosa – dijo Aoki, señalando la máscara que ya se había deshecho del dragón de agua.

- ¿Algo que deba saber?

- Solo utiliza chakra de viento, esa otra cosa que cortaste por la mitad usaba chakra de rayos, y aún queda una que solo usa chakra de fuego, pero esa se metió dentro del cuerpo de Kakuzu – explicó rápidamente.

- ¿Cómo que se metió dentro de su cuerpo?

- Luego te explico, ahora encarguémonos de sellarlo.

- Bien.

Akio saltó hacia la máscara mientras Aoki corría en dirección a Kakuzu.

Debo admitir que esto es bastante genial, aunque, por alguna razón, siento que algo no está del todo bien.


*Con el clon de Akio*

- ¡Suéltame de una maldita vez! – le gritó Hidan al clon.

- Ya quisieras – se burló el clon de Akio.

- Esto es decepcionante Hidan, esperaba más de ti – dijo una voz desde la espalda del clon de Akio.

Antes de que el clon pudiera voltearse para ver quién era el que estaba detrás suya, recibió una puñalada en la cabeza, haciendo que explotara en humo.

Una vez el clon había desaparecido, Hidan y el clon de Kakuzu fueron liberados de la técnica de barrera de Akio.

- ¡Al fin! – exclamó Hidan con alegría.

- ¿Qué haces aquí Zetsu? – preguntó el clon de Kakuzu.

El nombrado Zetsu, tenía la forma de un "atrapamoscas", debido a las extensiones que surgieron de sus lados, envolviendo su cuerpo delantero y superior como una cáscara. Bajo estas extensiones, había una forma humanoide, mitad blanca y mitad negra, con el cabello corto y de color verde. Llevaba puesta una capa idéntica a la de Hidan y Kakuzu. Bajo su capa llevaba pantalones azules y sandalias, también llevaba las piernas recubiertas con vendas. Puntos blancos parecidos a un tornillo sobresalieron hacia fuera a lo largo de los bordes de su mitad izquierda. Zetsu llevaba un anillo de color verde, con el kanji de "jabalí" sobre su meñique.

- Pain-sama estaba molesto porque ninguno se presentó a la reunión obligatoria, así que me envió a buscarlos. Ahora imaginen mi sorpresa cuando veo que Kakuzu está teniendo una dura pelea con un joven que se parece al Nidaime hokage y Hidan está atrapado en una técnica de barrera bajo un edificio a punto de derrumbarse – dijo el ahora identificado como Zetsu.

- Tch, perdimos demasiado tiempo en este lugar, hay que acabar pronto y presentarnos ante Pain-sama lo antes posible si no queremos que nos maten – dijo el clon de Kakuzu.

- ¡Ja! ¡Como si alguien pudiera matarme! ¡Jashin-sama nunca permitiría eso! – exclamó Hidan.

- No seas tan crédulo Hidan, si bien nadie puede matarte debido a tu inmortalidad, eso no significa que no haya otras formas de lidiar contigo – dijo Zetsu, mientras una sonrisa maliciosa se formaba en su rostro.

- ¿A qué te refieres? – preguntó el Jashinista.

- ¿Alguna vez han intentado arrebatarte el alma?

Hidan palideció al pensar en la posibilidad. Si bien su inmortalidad le permitía no morir por ningún tipo de daño físico, nada aseguraba que lo mismo funcionara con su alma.

- Ahora encárguense de sus asuntos y regresen, puedo sentir a varios shinobis poderosos acercándose desde la dirección de Konoha, llegarán aquí en 40 minutos.

Luego de que Zetsu dijera eso, se hundió en el suelo y desapareció como si nunca hubiese estado allí.

- Muévete Hidan, yo iré a encargarme de otros asuntos – dijo el clon de Kakuzu, antes de irse.

- Tch, "muévete Hidan, yo tengo que encargarme de otros asuntos", ¿Quién demonios se cree ese maldito clon?

Aun luego de decir eso, Hidan se desplazó rápidamente fuera del edificio, que momentos después, se derrumbó, dejando una gran nube de polvo en la zona.

- Muy bien, ahora solo tengo que buscar mi brazo cortado y luego a esa maldita perra que trató de sellarme – gruñó Hidan.


*Con Aoki y Akio*

Akio estaba a punto de apuñalar la molesta máscara que no dejaba de bombardearla con poderosos jutsus de viento, pero fue interrumpida por una avalancha de recuerdos por parte de su clon. El momento de vacilación por parte de Akio, la dejó abierta para recibir una esfera de viento en medio del abdomen.

- Maldita sea – se quejó, mientras se curaba con ninjutsu médico – Aoki, ven aquí – gritó.

En poco tiempo, Aoki había caído a su lado y la miraba con preocupación al ver su abdomen dañado.

- Mi clon fue destruido, el otro ninja vendrá en cualquier momento, mantente alerta – dijo Akio, terminando de curar su herida.

- ¿Cómo fue destruido? – preguntó Aoki.

- No lo sé, por lo que los recuerdos de mi clon dicen, alguien apareció detrás de él y lo apuñaló en la cabeza.

- Maldita sea – se quejó Aoki – Bien, esperemos a que el otro aparezca, luego nos encargaremos de los dos al mismo tiempo.

- Está bien.

Unos minutos después, apareció Hidan, con una mirada maniática en su rostro al ver a Akio.

- ¡Tú! – gritó, mirando a Akio.

- ¿Yo? – preguntó, inclinando la cabeza.

- ¡Maldita perra, te prometo que te haré sufrir cuando te ponga las manos encima! – si las miradas pudieran matar, Akio no sería más que cenizas ahora mismo.

- Lo siento, ya estoy casada y no estoy interesada en un maniático religioso con algún tipo de extraña inmortalidad – respondió Akio.

- ¡Hidan! ¡Cállate y cálmate, necesito que te concentres en esto!

- ¡No! ¡No me pidas que me calle y me calme! ¡Estuve encerrado en malditas barreras casi todo el día por culpa de esos bastardos y sus malditos clones! ¡Y para colmo, intentaron sellarme en un jodido pergamino! – gritó, completamente furioso.

- ¿Cómo que intentaron sellarte? – preguntó Kakuzu.

- Bueno, allí va nuestro plan sorpresa, ¿ideas? – preguntó Aoki.

- ¿Esperar hasta que la ayuda de Konoha llegue?

- Suena a algo complicado, después de todo, ese tipo te quiere muerta por tratar de sellarlo, y Kakuzu parece molesto porque rompimos algunas de sus máscaras – señaló Aoki.

- Entonces no tengo nada.

- Tendré…

No pude terminar de escuchar lo que Aoki decía, debido a que Kanji me levantó en sus brazos y me movió del camino de una lanza de tierra que habría empalado mi corazón.

Solo pude ver con confusión el pedazo de tierra punzante que estuvo a nada de tomar mi vida. Luego de que mi aturdimiento se hubiera desvanecido, me di cuenta de algo horrible. A unos metros de Kanji y de mí, se encontraba el clon que Kakuzu había enviado a buscar a Hidan.

- Muy bien, mocosos, esos idiotas de allí abajo me quitaron 4 de mis 5 corazones, así que necesitaré repuestos, y ustedes dos son los únicos aquí ahora mismo, así que no hagan esto demasiado doloroso para ustedes y mueran por mí, ¿sí? – exclamó el clon.

Cuando terminó de hablar, varios hilos negros salieron de su cuerpo y se dirigieron a gran velocidad hacia nosotros.

Kanji rápidamente sacó su tanto y detuvo algunos de los hilos, pero unos pocos lograron entrar en su defensa y se clavaron en sus piernas.

- ¡Argh! ¡Hideki, sal de aquí!

¿En serio me está pidiendo que me vaya? Él no podrá solo contra un clon de Kakuzu, aunque yo tampoco creo poder hacer mucho, pero ambos podríamos detenerlo lo suficiente hasta que el resto de los Anbu regresen de escoltar a los civiles.

- No – respondí, sacando mis cuchillos de trinchera del sello en el dorso de mi mano.

- ¡Hideki, es una orden de Akio-sama, vete de aquí!

- Si te dejo morir, y este bastardo te mata, ¿Quién me protegerá luego? Fallarás en tu misión de protegerme si eso sucede.

Antes de que el Anbu pudiese decir algo, cargué con chakra los cuchillos y me acerqué lo más rápido que pude para cortar los hilos que estaban clavados en las piernas de Kanji, luego lo tomé del hombro e hice un Kawarimi con un escombro cercano.

- Maldita sea, Akio-sama me asesinará por esto.

- O te felicitará por mantenerme con vida, ahora deja de quejarte y preocúpate por el clon en frente de nosotros.

- No estoy seguro de si es divertido o triste que un niño de 8 años me esté dando órdenes.

- Piénsalo luego, allí vienen esos hilos de nuevo.

Me puse en la postura base del taijutsu que Aoki me había enseñado y esperé a que los hilos se acercaran lo suficiente para estar al alcance de mis cuchillos.

- ¡Hideki agáchate!

Sin pensarlo dos veces, hice lo que Kanji me ordenó y me agaché.

- Raiton: Gian – dijo Kanji.

Pude ver como un rayo pasaba por encima de mi cabeza y alcanzaba los hilos negros y siguieron hasta llegar al Kakuzu clon. Una vez los rayos chocaron con el clon, este desapareció, dejando un escombro detrás.

Por unos segundos, busqué a mi alrededor el lugar donde podría estar, hasta que sentí como algo húmedo y caliente caía sobre mi cabeza. Al tocar la zona húmeda, me di cuenta de que mi cabello estaba mojado por alguna razón, así que acerqué mi mano a mi rostro para ver que era. Era sangre. Cuando me di cuenta de esto, me giré lentamente para ver a Kanji, el Anbu que debía protegerme, empalado por la mano oscura del clon de Kakuzu que atravesaba su pecho mientras sostenía su corazón. Solo pude observar la grotesca escena por unos momentos, ya que rápidamente tuve que moverme debido a que una mano oscura unida a hilos aún más oscuros se acercaba rápidamente a mi desde un lado.

Una vez me encontraba a una distancia relativamente seguro del clon, tuve tiempo suficiente para mirar bien a Kanji. Sus ojos estaban abiertos con horror, mientras una línea de sangre bajaba por su boca, el agujero donde antes estuvo su corazón seguía desprendiendo sangre. Mientras tanto, el clon de Kakuzu había metido el corazón de Kanji dentro de su propio cuerpo.

- ¿Qué pasa mocoso, nunca has visto a alguien morir? Bueno, acostúmbrate, este es el mundo shinobi, donde rige la ley del más fuerte, si eres débil como este tipo, solo te queda esperar la muerte – dijo el clon, mientras la mano que había intentado atraparme se retraía hasta su cuerpo.

No le presté atención a las palabras del clon y seguí mirando el cuerpo muerto de Kanji. Por alguna razón no sentía tristeza, miedo, o alguna otra cosa por el estilo, solo sentía una especie de Déjà vu, como si ya hubiera vivido antes algo como esto.

Si... ya lo recuerdo... ese sujeto tenía la misma mirada cuando lo maté... miedo, dolor, sufrimiento, y un poco de alegría... alegría al saber que todos sus pecados habían sido pagados con su sangre, y que ahora alguien más tendría que cargar con ellos...

Solo pude mirar al clon a los ojos. Mis ojos ahora vacíos de cualquier sentimiento y los suyos que parecían curiosos, como si estuviera viendo un animal completamente nuevo. No le temía a la muerte, después de todo, los miedos se van en el momento en el que pierdes la vida, y yo ya había perdido la mía una vez.

Apreté con más fuerza que antes los cuchillos en mis manos y me preparé, mientras veía como poco a poco comenzaba a llover.

Je... hoy es un gran día para morir...


Nota del autor: Acabo de terminar con este capítulo, y estoy acabado, así que si alguno encuentra una falta de ortografía o algo por el estilo, por favor, haga de cuenta que nunca lo vio :D

Nidaime: Segundo.

Fūton: Atsugai: Elemento Viento: Daño de Presión.

Raiton: Gian: Elemento Rayo: Falsa Oscuridad.

Isshi Tōjin: Formación Cuerda de Luz.