Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto, todavía…
N/A: Bueno, escribí esto la noche anterior mientras trataba no dormirme en la mesa de la computadora, pero espero que les guste.
- Hola – (persona hablando)
Hola (pensamiento)
Capítulo 6
Si bien, había dicho que no le temía a la muerte, si les temía a los poderosos golpes del clon de Kakuzu, por eso mismo, ahora me encontraba lanzando kawarimi tras kawarimi, intentando que esos golpes que tranquilamente podrían arrancarme la cabeza no llegaran a mí.
- ¡Maldita sea, búscate una vida y ya déjame en paz, no pienso darte mi maldito corazón! – le grité al clon de Kakuzu, mientras las explosiones de la otra batalla en curso resonaban de fondo.
- Tch, quédate quieto de una vez, maldito mocoso escurridizo – gruñó el clon.
- ¡Jamás!
En momentos como estos maldigo el hecho de no saber ningún ninjutsu de ataque. Sabía que debía leer el maldito libro de Danzo, o, aunque sea el pergamin… ¡EL PERGAMINO! ¡¿Cómo puedo ser tan estúpido?! ¡Tengo un maldito pergamino lleno de los jutsus del maldito Nidaime hokage! Ahora la verdadera pregunta es… ¿Cómo demonios hago que el jodido clon me deje tranquilo por unos minutos? Al menos los suficientes para que pueda echarle un ojo al pergamino y tratar de aprender el jutsu más estúpidamente fácil que haya.
En ese momento, una idea vino a mi mente.
Si… podría funcionar…
Rápidamente hice un kawarimi con una barra de metal cercana, así esquivando los veloces hilos negros que Kakuzu había lanzado y me preparé para lo que estaba a punto de hacer.
Muy bien, si esto no funciona, estoy muerto.
Hice varias algunas señales de manos y lancé uno de los jutsus que tanto había practicado.
- Magen: Kokoni Arazu no Jutsu – murmuré, tratando de que la idea que tenía en mi mente se implementara en el genjutsu.
Utilicé la ilusión para hacerme que uno de los escombros se pareciera a mí y luego me acerqué corriendo al cadáver de Kanji.
Lo siento por esto Kanji, pero necesito de tu ayuda una última vez.
Comencé a revisar los bolsillos de armas de Kanji, tratando de encontrar lo que necesitaba para mi plan.
Perfecto.
Tomé todas las notas explosivas que tenía el cadáver del Anbu en sus bolsillos y recubrí su cuerpo con ellas y luego volví a utilizar; Magen: Kokoni Arazu no Jutsu.
- ¡Maldita sea mocoso, estás comenzando a irritarme! – gritó el clon al darse cuenta de la ilusión.
Una de las cosas que había aprendido al practicar genjutsu con madre, era que, por algún motivo, los clones no pueden distinguir las ilusiones tan fácilmente como las personas reales, así que utilicé eso para mí ventaja.
Luego de dejar todo preparado, preparado, canalicé un poco de chakra en mis pies y corrí en dirección al clon. Este último se dio cuenta de que me estaba acercando y trató de darme una fuerte patada, pero lo esquivé lo mejor que pude, solo recibiendo un rose en el hombro derecho. Una vez cerca del clon, recubrí los cuchillos de trinchera con suficiente chakra para que una larga hoja se formara en ellos y lancé un corte a la pierna del clon.
Pude sentir como el cuchillo cortaba algo, y al mirar, me di cuenta que solo había hecho un pequeño rasguño a la piel oscurecida del monstruo de clase S.
Antes de que pudiera moverme hacia atrás, el clon de Kakuzu había lanzado su mano hacía mí.
¡Ahora!
Hice un Kawarimi con el cuerpo de Kanji y pude escuchar desde la lejanía como la mano que había lanzado el clon se incrustaba en el pecho del cadáver.
- ¿Qué dem…
Las palabras del clon de Kakuzu fueron interrumpidas por una fuerte explosión que voló casi todo el tejado donde había estado.
- Dudo que eso lo haya matado, pero me dará el tiempo suficiente.
Hice varios kawarimis para alejarme de la zona y me escondí en los restos de un edificio.
Okey, no estoy seguro de cuánto tiempo me dará eso, pero por ahora debo centrarme en encontrar algo que me sirva.
Con una pequeña nube de humo, el pergamino que Aoki me había dado para mi cumpleaños cayó sobre mi mano.
*Con Akio y Aoki*
Akio se agachó bajo un corte de la guadaña de Hidan y lo respondió con un corte de su tantō en el brazo del ninja renegado.
- ¡Me acaban de coser ese maldito brazo! – gritó Hidan.
- No me interesa – respondió Akio.
- ¡Akio muévete! – gritó Aoki.
Sin pensarlo, Akio realizó un kawarimi con un escombro cercano y pudo ver como una gran lanza de tierra salía del suelo en donde había estado ella y empalaba el escombro con el que se había reemplazado.
- Gracias – le dijo Akio a Aoki, quien había aparecido a su lado.
- No hay de qué, ¿pero ya pensaste en un plan?
- Tch, aun no.
- ¿Qué tal si…
Las palabras de Aoki fueron interrumpidas por una gran explosión proveniente de un tejado cercano.
En ese momento ambos solo pensaron en una cosa: ¡Hideki!
Antes de que pudieran correr en la dirección de la explosión, Hidan, con su brazo nuevamente cocido, apareció en frente de ellos.
- ¡¿A dónde demonios creen que van?! ¡Esto aún no ha terminado!
- Entonces, ¿ese mocoso que estaba junto a los otros Anbu es especial para ustedes? Interesante… - murmuró Kakuzu.
Ni Aoki ni Akio mostraron emociones cuando Kakuzu mencionó esa teoría, pero la leve tensión en los músculos de Aoki fue suficiente para él.
- Déjenme adivinar, ¿su hijo? – preguntó el ninja renegado.
- A escoria como tú no debería importarle – gruñó Akio.
- Hum, tienes razón, pero tranquilos, mi clon se encargará de que lo vean en la siguiente vida – exclamó Kakuzu, como si no estuviera diciendo que mandó a un clon a matar a su hijo.
Los ojos de Akio se abrieron en sorpresa y horror al escuchar eso.
- Akio, ve a buscar a Hideki y vete de aquí – dijo Aoki en voz baja.
- ¿Estás seguro? – preguntó ella.
- Si. Voy a ganar el tiempo suficiente para que encuentres a Hideki y corras en dirección a Konoha, con suerte te encontrarás con la ayuda que mande la aldea y entonces puedes volver a ayudar.
- Está bien.
Akio desapareció en un remolino de hojas, antes de que la guadaña de Hidan pudiese llegar a ella.
- ¡No pienso dejarte escapar maldita perra! ¡Me pagarás por todo lo que me has hecho! ¡No descansaré hasta entregar tu estúpida vida a Jashin-sama! – gritó Hidan, mientras corría tras ella.
Aoki no pudo detenerlo, ya que Kakuzu se puso en frente suyo.
- Pienso que ya es hora de que terminemos con esto, ¿no crees? – preguntó Kakuzu, mientras hilos negros comenzaban a salir de sus extremidades y boca.
- Hugh… eres cada vez más asqueroso – respondió Aoki.
*Con Hideki*
Muy bien, creo que lo tengo, y justo a tiempo, puedo escuchar a ese bastardo acercarse. Ahora solo queda rezar para que esto salga bien.
Sellé nuevamente el pergamino y lancé una pequeña roca a un costado para que hiciese ruido y el clon viniera.
Por favor que esto funcione, por favor que esto funcione…
Una vez vi que el clon de Kakuzu entraba lentamente en el edificio medio destruido, entré en acción. Rápidamente pasé por una corta serie de señales de manos y dije; Suiton: Teppōdama, mientras canalizaba chakra en mi boca y escupía varias esferas de agua.
Por suerte todas las esferas impactaron contra el clon, haciendo que este se estrellara contra una pared del lugar.
Sin pensarlo dos veces, canalicé todo el chakra que me quedaba en mis pies y los cuchillos y corrí en dirección al clon de Kakuzu.
- ¡Muere maldito bastardo! – grité mientras lanzaba un corte con ambos cuchillos.
Cerré los ojos, esperando sentir algo, pero no pasaba nada. Levanté mis parpados y solo vi una pared cortada en forma de X.
- No pensaste en serio que un truco tan estúpido como ese funcionaría conmigo, ¿cierto?
Me paralicé al escuchar la voz de mi objetivo en mi espalda. Sentí como agarraba con brusquedad mi cabello y me tiraba hacia arriba, sosteniéndome en el aire.
- Veras… soy un ninja de clase S, eso significa que soy increíblemente fuerte, aun si soy un simple clon, no creíste en verdad que no me daría cuenta de ilusiones tan simples, ¿o sí? – se burló en mi oído.
Entonces… ¿todo este tiempo solo estuvo jugando conmigo? Bueno, fue estúpido de mi parte pensar que podría engañar al clon de un ninja de rango S, no es como si fuera un protagonista de Shonen, y en este momento solo tuviera que esperar a que suene el opening y recordar mi infancia.
- Aunque debo admitir que tu truco con el cuerpo explosivo fue bastante ingenioso, y tu intento de emboscada también, serías una gran recompensa en el futuro si te dejara libre, lamentablemente, tus padres me hicieron enojar al deshacerse de mis corazones.
Esto es todo… estoy muerto.
Simplemente cerré los ojos, y esperé mi destino.
Sentía como los hilos negros de Kakuzu comenzaban a rodear lentamente mi cuerpo y arrancaban la placa de metal que cubría mi pecho.
Esto fue… divertido, por llamarlo de alguna manera. Bueno, si es que puedes llamar "divertido", a correr de un loco genocida de rango S que trabaja para una organización maligna controlada desde las sombras por un tipo que no puede dejar pasar la muerte de su amor de la infancia…
Antes de que los hilos pudieran incrustarse en mi pecho, fui dejado caer al suelo con brusquedad, mientras escuchaba una fuerte explosión detrás de mí. Tuve que cubrir mis oídos para no quedar sordo por el fuerte sonido, pero pude ver a Akio parada a mi lado de forma protectora.
No tengo idea de cómo me encontraste, pero te lo agradeceré por siempre.
No pude decir nada, ya que, de un momento a otro, Akio me levantó en sus brazos y nos alejamos lo más rápido que pudo correr.
- ¿A dónde vamos? ¿y padre? – pregunté.
Ella solo se quedó en silencio, con la mirada fija en el camino.
- Madre, ¿Qué sucede? – volví a preguntar.
- Tu padre nos está ganando tiempo, no debemos desperdiciarlo dando explicaciones – gruñó.
¿Eh? ¿esto es algún tipo de broma? ¿en serio lo está dejando solo con dos locos ninjas inmortales? ¿esta mujer ha enloquecido?
- No podemos dejarlo solo – dije, mirándola a la cara.
- Si nos quedamos solo seremos una carga para él.
- Aun así, podemos ayudarlo a ganar tiempo hasta que el resto de los Anbu regresen y lueg…
- ¡No! – me interrumpió – Lo siento, no quise gritar, pero debes entender que no podemos regresar, y ningún Anbu sigue con vida, dejé de sentir sus firmas de chakra hace un tiempo, están muertos.
¿Cómo que dejó de sentirlos? ¿el clon los habrá matado antes de venir por Kanji y por mí? No, no puede ser, se habría tardado demasiado, se supone que ellos estaban fuera del pueblo escoltando a los civiles hacia Konoha. Entonces… ¿Quién?
- ¡Te encontré maldita perra! – gritó una voz.
Al mirar en la dirección de dónde venía la voz, pude ver a Hidan, preparando su guadaña para ser lanzada, mientras corría velozmente hacia nosotros.
- Madre, es el ninja de la guadaña, ¿Qué hacemos?
- Tch, no queda de otra, habrá que pelear, los refuerzos de Konoha deberían llegar pronto.
- ¿Cómo puedes estar tan segura?
- Fácil. Danzo-sama nunca dejaría morir a dos herramientas tan útiles como somos Aoki y yo.
¿Herramientas? ¿es así como ella se ve a sí misma y a Aoki? Esto es asqueroso.
Fui dejado en el suelo por Akio, y luego sacó su tanto de su funda, mientras lo cubría con chakra del viento.
- Quédate detrás de mí, solo harás algo si yo te lo ordeno, no olvides que es un ninja de clase S, no creas ni por un momento que no se dejará abierto para que pienses que tienes una chance y caigas en su trampa.
- Bien.
No tengo chakra, estoy cansado de correr, y ahora hay un Jashinista loco e inmortal en frente de nosotros, esto no podría empeorar.
Segundos después de que pensara eso, el clon de Kakuzu volvió a aparecer, ahora con varias cortadas en el cuerpo.
Mejor me callo...
- Hey, maldito clon, se supone que la "cosa" que debías hacer, ¿era jugar con un estúpido mocoso? ¿es en serio? – preguntó Hidan.
- Cállate Hidan. Puedes quedarte con la mujer, yo necesito a ese niño.
- No sabía que tenías ese tipo de gustos – murmuró el Jashinista.
- ¡Cierra la maldita boca! Ese mocoso será mi futura fuente de ingresos – dijo el clon, mientras me miraba fijamente.
- Tch, lo que digas.
Esto me perturba… ¿a qué demonios se refiere con "futura fuente de ingresos"? ¿acaso planea venderme en algún tipo de mercado de esclavos? ¿o tratará de vender mis órganos? ¿o algún tipo de trato turbio de ninjas renegados? Por favor que no me deje con Orochimaru…
- Hideki, cambio de planes. Cuando yo te diga, correrás lo más rápido que puedas en esa dirección, no mirarás hacia atrás, no te detendrás, no volverás, ni nada por el estilo, ¿entendiste? – murmuró.
- ¿Qué? No planeo dejar…
- Te pregunté si entendiste – gruñó, interrumpiendo mi objeción.
- No, no lo haré
- ¡Hideki! ¡Solo serás una carga si te quedas, así que has caso!
No puedo simplemente dejarla aquí para que pelee sola... pero tiene razón en que seré solo una carga para ella si me quedo...
- Bien.
Hidan se lanzó hacia delante con guadaña en mano, mientras Kakuzu se hundía en el suelo. Akio detuvo la guadaña de Hidan con su tanto e hizo varias señales con una sola mano, luego dio un golpe al suelo con el pie y una lanza de piedra salió con Kakuzu en la punta. Seguido de eso, hizo varias señales más y le lanzó una gran ráfaga de viento en la cara a Hidan, haciendo que este último salga volando.
- ¡Ahora! ¡Vete! – gritó Akio.
Sin pensarlo, corrí en la misma dirección en la que nos estábamos alejando hace unos instantes, siempre sin voltearme, porque sabía que, si lo hacía, no podría evitar el detenerme para tratar de ayudarla.
Lo siento, Akio.
- ¡Hidan, deja de estar jugando y acaba de una vez! – exigió el clon.
- ¡Cállate Kakuzu!
El cuerpo chamuscado de Hidan salió de las llamas y lanzó un corte de su guadaña, pero Akio lo esquivó agachándose y trato de lanzar un corte con su tantō.
- ¡Oh, no, no volverás a cortarme el maldito brazo! – dijo el Jashinista, mientras lanzaba una patada a la cara de Akio.
Antes de que pudiera recuperarse, fue atacada por el clon, quien le dio un puñetazo en la espalda y la mandó volando hacia Hidan.
- ¡Ahora sí, no tienes escapatoria! – gritó, con clara locura en sus ojos.
Utilizó la guadaña para dejarle un gran corte en el estómago, haciendo que mucha sangre se derramara en el suelo.
- Maldita sea, esto es un problema – pensó Akio, mientras se alejaba y comenzaba a curarse.
- Mátala de una vez y luego ve con mi original, yo buscaré al mocoso.
- Lo que digas, ahora vete y no interrumpas mi glorioso ritual – respondió Hidan, mientras lamía la sangre en la guadaña y su apariencia comenzaba a cambiar.
La piel del Jashinista se había vuelto negra con manchas blancas, lo que le daban la apariencia de un esqueleto. A continuación, dibujó un símbolo similar al de su collar en el suelo utilizando la sangre de Akio. Luego puso un poco de la sangre en el centro del símbolo y se paró encima.
- ¡Ahora, perra, conocerás el verdadero significado del sufrimiento! – exclamó Hidan, con regocijo en sus palabras.
- Tch, cállate maldito fenómeno, no tengo tiempo para ti – gruñó Akio, mientras seguía curando su herida.
- Oh vamos, juguemos un poco – dijo el ninja renegado, mientras sacaba una vara negra de su túnica.
Hizo un movimiento con la vara y se alargó de golpe, dándole la apariencia de una lanza negra.
- Te dije que te callar…
Las palabras de Akio fueron interrumpidas por un fuerte dolor en la pierna derecha. Miró con confusión la zona del dolor y pudo ver como comenzaba a sangrar debajo de su pantalón.
- ¿Qué demonios? – murmuró.
- ¡Oh, como amo hacer esto! – exclamó Hidan, mientras sacaba su lanza de su pierna.
Akio al ver esto se dio cuenta fácilmente de que él había provocado su nueva herida, pero no sabía cómo.
- ¡Ahora, prosigamos!
*Con Hideki*
Maldita sea, estoy demasiado cansado por haber corrido del clon durante tanto tiempo, y casi sin chakra por la misma razón, no creo llegar demasiado lejos en esta condición. Debería detenerme y descansar un poco. Pero… si me detengo y alguno de los dos ninjas de clase S escapa de Akio y logra llegar a mí, todo habrá sido en vano.
- Te encontré – dijo una voz en mi oído.
Instintivamente lancé un corte a la cabeza con mis cuchillos, pero como no tenían chakra en ellos, la otra persona pudo detenerlos con la mano. Cuando me giré completamente, pude ver al clon de Kakuzu, el cual esperó a que me diera vuelta, para darme un rodillazo en el estómago.
- Te diré esto una sola vez, quédate quieto y ahórrate el sufrimiento, si sigues luchando, bueno, tendré que educarte – dijo, mientras me agarraba del cuello y me alzaba hasta su rostro.
Estoy seguro de que me arrepentiré de esto, pero al diablo, ya estoy muerto, así que, ¿Qué importa?
Lo miré fijamente por unos instantes y luego le escupí a la cara una mezcla de baba y sangre.
- Ahora te ves menos feo – dije, mientras le daba una sonrisa llena de sangre.
Pude sentir como el agarre en mi cuello se apretaba cada vez más.
- Maldito mocoso irrespetuoso – gruñó.
Seguido de eso, me dio un fuerte puñetazo en el abdomen, dejándome completamente sin aire, pero no se detuvo allí, ya que me lanzó con fuerza al suelo y me dio una patada.
Pude sentir como algo se rompía dentro de mí, y estaba completamente seguro de que era una costilla.
- Te enseñaré a respetar a tus superiores – dijo, mientras me daba otra patada.
- Je… alg… alguien que debe… golpear a un niño… para ser respetado… no merece más que la muerte – dije, entre dolorosas respiraciones.
- En eso te equivocas. A partir de ahora, no eres un niño, no eres ni siquiera un ser humano, desde ahora, no serás más que mi máquina de dinero – dijo, con una voz oscura mientras seguía pateándome.
*Con Aoki*
- Eres jodidamente molesto, ¿lo sabías? ¿por qué no le haces un favor a todo el mundo y te mueres de una maldita vez? – se quejó Aoki.
- Yo podría decir lo mismo, solo has estado esquivando mis ataques desde que Hidan se fue – respondió Kakuzu.
- No es como si pudiera atravesar de alguna manera tu cuerpo cuando está cubierto por esa técnica – murmuró Aoki.
- Buen punto, ahora muere – dijo Kakuzu, mientras lanzaba su mano impulsada por los hilos hacia él.
Aoki esquivó los hilos cambiando de lugar con un clon de agua, y luego hizo una señal de mano y varios dragones de agua se formara con la lluvia y se lanzaran hacia el ninja renegado. Kakuzu solo golpeó el suelo con el pie y un gran muro de tierra se alzó en frente de él, protegiéndolo de los dragones.
Mientras era cubierto por el muro, Kakuzu envió su mano bajo tierra para tratar de capturar al ninja escurridizo. Luego hizo varias señales con una sola mano y la puso en la pared de tierra. Seguido de eso, un gran dragón de barro se formó de esta y voló hacia Aoki.
- Tch, me estoy quedando sin chakra y este tipo no me deja descansar, ojala hubiera traído una maldita píldora de soldado, y si tan solo no hubiera sido confiado con mis habilidades, hubiera podido terminar esto antes – pensó Aoki, mientras esquivaba al dragón de tierra.
- ¡Te tengo! – gritó Kakuzu, mientras su mano salía del suelo y atrapaba a Aoki.
- Eso es lo que tú crees.
Rápidamente, Aoki cubrió todo su cuerpo con rayos, haciendo que la mano e hilos, se electrocutaran. La electricidad siguió con gran velocidad hasta el cuerpo del ninja de clase S.
- ¡Argh! – gruñó Kakuzu, mientras trataba de no perder de vista a Aoki.
- ¡Eres mío!
Antes de que Kakuzu pudiera darse cuenta, Aoki ya estaba a su lado, a punto de apuñalarlo con su espada. Por suerte (o desgracia) Kakuzu fue salvado gracias a que algo chocó a gran velocidad con Aoki y lo hizo alejarse.
Segundos después, Hidan apareció de pie junto a Kakuzu, con una gran sonrisa en el rostro.
- Je, parece que el gran Kakuzu no era para tanto – se burló Hidan.
- Cierra la boca, imbécil. ¿ya terminaste con tu parte?
- ¡Por supuesto! – exclamó el Jashinista, mientras señalaba el cuerpo sangrante y lleno de agujeros de Akio en el suelo.
- Hmph. Bien. Ahora acabemos con este y vayámonos. Los ninjas de Konoha deberían llegar aquí dentro de poco.
Antes de que Hidan pudiera decir algo, el clon de Kakuzu había vuelto, y dejó caer el cuerpo inconsciente de un niño completamente golpeado y sangrante.
Kakuzu miró fijamente al clon antes de que este sacara de su cuerpo un corazón utilizando sus hilos y se lo entregara al original.
- ¿Solo uno? ¿en serio?
- Me dejé llevar un poco y al final no tuve tiempo para recoger más.
- Está bien. ¿El mocoso sigue con vida? – preguntó Kakuzu, sintiéndose rejuvenecido al conseguir un nuevo corazón.
- Si. Aunque tuve que enseñarle algo de educación antes de traerlo - respondió el clon.
El original solo asintió y deshizo a su clon.
Para este punto Aoki ya estaba de pie, y miraba con horror, el cuerpo sin vida de su esposa y a su hijo que parecía estar al borde la muerte.
Una rabia intensa invadió su ser, rabia como la que nunca antes había sentido, rabia que Danzo le había enseñado a mantener oculta porque podría arruinar una misión. Dejó que toda esa rabia se liberara de su cuerpo en forma de chakra, un chakra tan intenso que hizo que los edificios que aún se mantenían en pie, terminaran de derrumbarse.
El chakra que salía del cuerpo de Aoki era tan poderoso, que un aura de color celeste comenzó a cubrirlo, como si fuera una capa protectora de chakra.
- Voy a matarlos – dijo, con un tono calmado que contradecía su estado de ánimo.
*En otra parte*
En un bosque cercano al pueblo de nuestro protagonista, se podían apreciar varias figuras saltando de árbol en árbol a gran velocidad.
- ¡Muévanse más rápido! – gritó un anciano en la parte delantera del grupo.
- ¡Si, hokage-sama! – exclamaron al mismo tiempo todas las personas que lo seguían.
Este anciano era Hiruzen Sarutobi, el Sandaime hokage. Hiruzen es un hombre de estatura baja, piel morena y pelo de color marrón oscuro con amplias entradas, una barba pequeña de color blanco, sus ojos son de color marrón y tiene una pequeña verruga en su nariz. También tiene líneas que corren verticalmente debajo de cada ojo. Lleva un traje negro con armadura gris, un guante en su brazo derecho, en la frente lleva el protector de la hoja y un casco de ninja que llevaba debajo de él. El kanji para "Tercer Hokage" está inscrito en la parte posterior de este equipo.
Detrás de él vienen el único sannin que todavía sigue en la aldea de la hoja, Jiraiya, el sabio sapo y único invocador del clan de los sapos en la actualidad.
Jiraiya, es un hombre alto, tiene el pelo largo y blanco. Tiene dos largas rayas rojas debajo de sus ojos que llegan hasta su barbilla. Lleva un atuendo verde y sobre él un manto de color rojo con 2 círculos amarillos y sandalias del mismo color rojo. Sobre su frente lleva un protector con el kanji para "aceite", y en su espalda un enorme pergamino.
- Sensei, no te apresures tanto, sé que estás preocupado, pero aun ni siquiera nos has dicho hacia dónde vamos, hasta ahora solo sabemos que nos dirigimos a la frontera con Takigakure y Kusagakure.
- Jiraiya-sama tiene razón hokage-sama, aunque sea díganos que deberíamos esperar una vez lleguemos al lugar – apoyó un Anbu con una máscara de perro.
El Anbu era Kakashi, un ninja alto, que se caracteriza por su cabello plateado en punta; en la cara lleva su máscara de Anbu con forma de perro y en su espalda un tantō que anteriormente era de su padre. Si miraras fijamente los ojos de su máscara, te darías cuenta de que son distintos, ya que uno es un ojo negro, y el otro un ojo rojo sangre con 3 comas negras en él. Casi siempre usa su uniforme Anbu tradicional.
- Estamos respondiendo a una señal de auxilio de un pequeño pueblo que se encuentra en la frontera compartida del país del fuego, con Takigakure y Kusagakure. Hay señales de que dos ninjas de clase S están atacando la aldea. Uno de ellos es Kakuzu de Takigakure y el otro es Hidan de Yugakure.
- ¿Y por qué este pueblo es tan importante? – preguntó un hombre con un cigarrillo en la boca.
Este hombre era Asuma Sarutobi, hijo del Sandaime-hokage y un antiguo miembro de los 12 guardianes ninjas. Asuma tiene los ojos marrones, pelo corto de color negro, una barba y patillas largas. Su vestimenta consiste en el uniforme ninja de Konoha estándar, con vendajes en los brazos por debajo de los hombros y su chaleco táctico es más oscuro que la de otros Jonin y Chunin. Lleva la faja de los 12 guardianes ninja en la cintura con el kanji de "fuego" grabado en él. También lleva un brazalete en ambas muñecas.
- En esa aldea se encuentran dos de los ninjas más importantes de la aldea. Uno de ellos incluso es casi tan importante como Jiraiya o Hiruzen – respondió Danzo.
- ¿Quiénes son estos ninjas? – preguntó un hombre al lado del Anbu.
Este hombre era Might Guy, un Jonin de Konoha. Tiene el pelo negro en un corte de tazón, grandes cejas y un rostro amigable. Lleva un mono verde de cuerpo completo, encima su chaleco verde que demuestra su estado como Jonin, y calentadores de piernas naranjas, también sandalias azules. En su cintura lleva un protector rojo con el símbolo de Konoha.
- Senju Aoki, su esposa Senju Akio y su hijo, Senju Hideki – respondió el Sandaime.
- Eso es imposible, Tsunade es la única Senju con vida actualmente – dijo Jiraiya.
- Eso es cierto, hasta cierto punto, verás… Aoki técnicamente no existe, y, por ende, su familia tampoco – suspiró el hokage.
- ¿A qué se refiere? – preguntó una mujer al lado de Asuma.
La mujer es Kurenai Yūhi, una Jonin de la aldea de la hoja. Kurenai es una kunoichi con el cabello negro y largo, y ojos que son de color rojo. Lleva maquillaje que consiste en lápiz labial rojo y la sombra de los ojos morado. Su traje consiste en una blusa de malla de armadura roja con sólo la camisa visible derecha. Sobre ésta, lleva un material muy amplio que se asemeja a los vendajes con un patrón en él similares a las espinas de la rosa. Sus manos y los muslos son también envuelto en vendas y lleva su banda ninja en la frente y sandalias de ninja.
- Hiruzen y los otros ancianos decidieron que sería una buena idea ocultar la existencia de Aoki con tal de protegerlo de los enemigos de Konoha, y aun más de los enemigos de su padre – gruñó Danzo.
- Danzo tiene razón – dijo Hiruzen.
- ¿Quién es su padre? – preguntó Jiraiya.
- Mi sensei, Tobirama Senju – respondió el hokage.
- ¿Nidaime-sama tuvo un hijo? – preguntó Kakashi, asombrado por lo que acababa de oír.
- Si. Antes de que muriera había tenido una boda secreta con una mujer de su clan, suponemos que durante sus dos días de luna de miel pudieron haber concebido a Aoki, pero no nos enteramos de esto hasta que su esposa se acercó a nosotros un par de meses antes de tener al chico – dijo Danzo.
- Cuando nos contó, sobre todo y nos dio una nota que Tobirama-sensei nos había dejado, decidimos que sería mejor para el niño crecer de forma segura, o lo más segura para un ninja, así que decidimos nunca revelar su estado como hijo de Tobirama-sensei al resto del pueblo.
- Decidieron – gruñó Danzo – Te dije que no debíamos ocultarlo, podríamos haber ganado fácilmente la tercera guerra si lo hubieras dejado salir de Anbu.
- Lo sé, pero no podía arriesgar al único hijo de nuestro sensei así.
- Espera, por lo que están diciendo, este Aoki debería tener casi la misma edad de Tsunade, ¿cierto? Entonces, ¿por qué ella no sabe nada al respecto?
- Cuando dijimos que no se lo diríamos a nadie, me refería a absolutamente nadie, ni siquiera a su clan – dijo el Sandaime.
- Pero no tiene sentido, el chico podría haber tenido un clan entero respaldándolo, ¿Por qué no dejarlo ir con ellos? Si le hubieras contado sobre él a Tsunade, tal vez no se hubiera ido de la aldea – se molestó Jiraiya.
- Todo tiene una razón, estudiante mío, aunque no todas las respuestas pueden ser satisfactorias, per…
Las palabras de Hiruzen fueron interrumpidas por un poderoso estallido de chakra proveniente de más adelante. La fuerza del chakra fue tan potente que las aves cercanas salieron volando debido al miedo.
- ¡Kakashi! Dile al resto de los Anbu que se apresuren. ¡Danzo! Has lo mismo con tus ninjas raíz – ordenó el hokage.
- ¡Si! – respondieron los dos nombrados al mismo tiempo.
- El resto apresúrense – volvió a ordenar.
*Con Aoki*
- Los mataré, los mataré, los mataré, ¡los mataré! ¡los mataré! ¡LOS VOY A MATAR! – gritó Aoki, mientras corría a gran velocidad hacia Hidan y Kakuzu.
- ¡Hidan, muévete! – dijo Kakuzu, haciendo un kawarimi con una roca.
Antes de que Jashinista pudiera salir del camino del furioso hombre, fue atrapado por una poderosa mano que tomó su cuello con la mano y lo rompió, luego procedió a romper todos y cada uno de los huesos de su cuerpo, haciendo que Hidan gritara de dolor. Antes de que pudiese romper su cabeza, Kakuzu lo detuvo con una gran esfera de fuego.
- ¡No molestes! – gritó Aoki, mientras pisaba el suelo y una pared de agua se levantaba.
- Maldita sea.
Kakuzu hizo varias señales de manos y uno de los monstruos con mascara se formó una vez más de su espalda y atacó a Aoki.
Este último esquivó los ataques de la máscara con suma facilidad, mientras evadía al mismo tiempo los ataques de tierra y fuego de Kakuzu.
- Son una molestia – gruñó Aoki, mientras formaba látigos de agua en sus brazos y los usaba para atrapar a la máscara en el aire y aplastarla.
- Maldición, se deshizo de la máscara demasiado rápido, necesito encontrar una forma de tomar los cuerpos de Hidan y el mocoso para largarme de aquí. Espera…
Una sonrisa tortuosa comenzó a formarse en el rostro de Kakuzu, mientras una idea se formaba en su cabeza.
Una vez que Aoki se había se giró para ver a Kakuzu, vio que ahora tenía a su hijo agarrado del cuello y un hilo cargado con chakra salido de su mano, se acercaba lentamente a su cuello.
- Si te mueves lo mato – dijo el ninja renegado, mientras parecía buscar algo en su bolsillo trasero.
- Maldita sea – gruñó - No importa si nos matas a los dos, nunca podrás irte de aquí, los ninjas de Konoha ya deben estar llegando, y cuando te encuentren, no esperes una muerte rápida e indolora.
- Ja, sobreviví al primer hokage. Un par de ninjas de tu aldea no podrán evitar que me vaya de aquí con vida.
- Aun así, no podrás matarme, y mucho menos si sigues utilizando a mi hijo como rehén.
- Oh, ¿eso es un desafío? Porque déjame decirte una cosa… ya gané.
Cuando dijo esto, una mano oscura salió del suelo desde la espalda de Aoki y voló a gran velocidad hacía su espalda. Antes de que pudiera hacer algo, la mano ya había atravesado su pecho y atrapado su corazón.
- Gracias por el nuevo corazón mocoso, mándale saludos a tu primer hokage en el infierno – dijo, mientras retraía la mano hacia su cuerpo y metía su nuevo corazón en él usando los hilos negros.
El cuerpo de Aoki se mantuvo de pie por unos segundos. La cara de sorpresa en su rostro era suficiente para decir que no esperaba algo como eso.
Antes de que cayera al suelo, varias matrices de sellado y barras negras comenzaron a aparecer en su cuerpo, la tinta salpicaba de las matrices y una enorme cúpula negra comenzó a formarse, atrapando y destruyendo casi todo a su alrededor.
Kakuzu tuvo que realizar un Kawarimi con el cuerpo destrozado de Hidan para no quedar atrapado.
Cuando la esfera estaba completamente formada, había cubierto partes de edificios y los cuerpos de Akio y Hidan. Luego de unos segundos, implosionó, dejando un gran cráter que comenzaba a llenarse de agua y el cuerpo de Aoki en medio.
- Que desagradable último ataque – murmuró Kakuzu – Está bien, es hora de irse, aunque creo que debería agradecerle a ese cadáver, se deshizo de Hidan por mí, y su hijo me dará mucho dinero.
El ninja renegado hizo un clon de barro, el cual se inclinó ante el muerto Aoki y luego se deshizo, mientras él original ponía el cuerpo del niño sobre su hombro y comenzaba a saltar los tejados.
*10 minutos más tarde*
Cuando los ninjas de Konoha llegaron, solo pudieron encontrar un pueblo destruido, gente asesinada de varias maneras y mucha sangre, la cual se unía a el agua de la lluvia y creaban enormes charcos de color carmesí.
- ¡Raíz! – gritó Danzo.
- ¿Si, Danzo-sama? – preguntaron 10 ninjas con el traje estándar de Anbu, pero con máscaras blancas, y con una rodilla en el suelo.
- Busquen a los alrededores a Aoki y su familia.
- ¡Anbu! – gritó Hiruzen.
- ¿Si, Hokage-sama? – 20 ninjas con el traje de Anbu, y Kakashi al frente de todos ellos se formaron delante del hokage con una rodilla en el suelo.
- ¡Busquen en los alrededores del pueblo a los causantes de esto! ¡Quiero saber si encuentran señales de que alguien haya escapado con vida de aquí, no me importa si era solo un maldito perro, quiero saberlo! – ordenó.
Segundos después de haber recibido sus órdenes, ambos grupos desaparecieron en torbellinos de hojas.
- Danzo, ve con Kurenai y Guy a el hogar de Aoki, revisa el lugar de arriba a abajo si es necesario. Pero tráeme información útil.
- Bien.
Luego de eso, Danzo, Kurenai y Guy comenzaron a saltar de tejado en tejado, en dirección a la casa de los Senju.
- ¿Crees que sigan con vida? – preguntó Jiraiya.
- Eso espero, Aoki no se dejaría matar tan fácil. Estoy seguro de que solo él podría vencer a un ninja de rango S por su cuenta.
- Pero los ninjas de rango S no es lo que te preocupa, ¿cierto? Se que no tenemos la mejor relación padre e hijo que uno podría desear, pero aún se distinguir cuando algo te está preocupando – dijo Asuma.
- Eres demasiado inteligente para tu propio bien – suspiró Hiruzen – Tenemos razones para creer que este ataque pudo haber estado coordinado por Iwa, o alguien más.
- ¿Por qué Iwa lanzaría un ataque contra una aldea en la frontera del país del fuego? - preguntó Asuma.
- No lo sé, pero sabemos que Iwa ha contratado en ocasiones a un grupo de ninjas de clase S llamados akatsuki, grupo de los cuales Kakuzu e Hidan forman parte – el que respondió fue Jiraiya.
- ¿Entonces esto podría considerarse un ataque a la nación del fuego por parte de Iwa?
- Tal vez.
- Pero eso significaría la guerra – dijo Asuma, con sorpresa en su rostro.
- Lo sé. Iwa ha estado actuando sospechoso últimamente. Hay grupos fronterizos que han informado haber visto a varios ninjas Iwa cruzar las fronteras de Kusa y Taki en varias ocasiones – dijo Hiruzen.
- ¿Estás diciendo que Iwa puede estar aliado con uno o ambos pueblos?
- Es una posibilidad. Aunque… hay algo que me molesta aún más…
- ¿Qué cosa?
- Aoki y Akio tenían una última misión como ninjas de Konoha, la cual debían cumplir antes de enviar a Hideki a la hoja.
Esto parecía captar la atención de Jiraiya, así que decidió preguntar.
- ¿Cuál era esa misión?
Hiruzen miró fijo a los ojos de su alumno por un momento y luego a los de su hijo, entonces volvió a hablar.
- Tenían que infiltrarse en Kusa y Taki luego de que confirmáramos si estaban aliados con Iwa y eliminar a la mayor parte de sus fuerzas shinobis en los que deberían estar incluidos sus líderes, y en el caso de Taki, también su jinchūriki.
- ¡Eso es básicamente una misión suicida! – gritó Asuma.
- Lo sé, pero eran los únicos a los que les podía decir una misión de tal importancia. Lo que me preocupa, es que esto haya pasado a poco tiempo de que ellos tuvieran que ir en su misión. No creo que sea simple casualidad…
- ¿Piensas que alguien pudo haber filtrado información sobre su misión y haber mandado a los ninjas? – preguntó Jiraiya.
Hiruzen solo asintió.
- Pero nos dijiste que este Aoki, básicamente no existía, ¿Cómo se supone que alguien se enteraría sobre su misión? ¿Cómo se supone que haya un registro de la misión si supuestamente no existen? – cuestionó Asuma.
- Ese es el problema. No existe tal registro, así que solo alguien que sabía sobre la misión pudo haber filtrado la información – dijo el hokage.
- ¿Quiénes sabían sobre ella? – Jiraiya preguntó una vez más.
El Sandaime se tomó un momento para ordenar sus pensamientos.
*suspiro* - Solo los ancianos, yo y el actual líder Anbu.
- ¿Quién crees que pudo haber sido?
- Dudo de la participación de Danzo en esto, después de todo, aunque no lo demostrara, este chico era como un hijo para él, lo apreciaba incluso más que mis compañeros de equipo y yo.
- ¿Y el resto?
- Mis compañeros son demasiado fieles al Nidaime como para traicionar su legado de esta manera.
- Entonces…
- Entonces solo queda el líder Anbu, dragón.
- ¿Tendría alguna razón para hacerlo?
- No estoy seguro, después de todo, dragón y Aoki eran amigos.
Luego de que Hiruzen dijera esto, Danzo, Kurenai y Guy regresaron del hogar de los Senju.
- ¿Encontraron algo? – preguntó el Sandaime.
- No, absolutamente nada – respondió Danzo.
- Tch, entonces solo queda espe…
Antes de que el hokage terminara de hablar, ambos grupos de Anbu habían vuelto.
- Informen – dijeron Danzo e Hiruzen.
El primero en hablar fue Kakashi.
- Hemos encontrado rastros de que alguien corrió en dirección al noroeste por el bosque, actualmente hay un escuadrón siguiendo el rastro. Tambien recibí un informe de uno de los escuadrones Anbu que se retrasó. Al parecer encontraron los cuerpos sin vida de algunos Anbu y muchos civiles en el bosque, en dirección a Konoha.
- Bien, recoge los cuerpos y séllalos, enterraremos a los civiles y cumpliremos con el código con los Anbu.
- Si, hokage-sama – dijo Kakashi, desaparecieron junto al resto de su escuadrón Anbu.
- Ahora hablen ustedes – dijo Danzo, mirando a los ninjas raíz.
Uno de ellos se acercó y habló con un tono monótono.
- Hemos encontrado el cuerpo de Aoki-sama en el fondo de una especie de estanque artificial cubierto de agua y sangre, pero no encontramos el cuerpo de ningún familiar – dijo, dejando el cuerpo en el suelo, luego desapareció junto al resto de la raíz.
Los ninjas restantes en el lugar solo miraron el cuerpo del hombre con una mezcla de lástima y decepción.
Danzo al darse cuenta del sello en su cuerpo solo pudo formar una leve sonrisa y se acercó.
- Hum… un digno alumno hasta el final. Te he enseñado bien, Aoki, ahora descansa – murmuró Danzo, mientras pasaba por algunas señales de manos y ponía su palma sobre el abdomen del cadáver.
En una nube de humo, algunos escombros, junto al cadáver de Akio y el cuerpo destrozado de Hidan cayeron al suelo.
- Hiruzen…
- Si, ese es Hidan de Yugakure.
- La mirada que Danzo le dio al cuerpo completamente roto de Hidan, podría haber congelado el infierno en menos de un segundo.
Hidan trato de decir algo, pero su mandíbula rota no le dejaba formar oraciones.
- Ese… ¿hombre? ¿Sigue con vida? – preguntó Kurenai.
- Así parece – dijo Jiraiya, acercándose un poco más al cuerpo del Jashinista – Había oído hablar sobre la inmortalidad de este tipo, pero pensé que eran exageraciones…
- ¡Jiraiya! – exclamó el hokage.
- ¿Si?
- Sella al prisionero. Lo llevaremos al pueblo y lo curaremos lo suficiente para interrogarlo.
- Claro.
- Kurenai, Asuma, Guy, busquen en los alrededores el cuerpo de un niño, debe ser casi idéntico a él – ordenó el hokage, señalando a Aoki.
- Si, hokage-sama – los 3 jonins dijeron y luego desaparecieron.
- Te daré tiempo a solas con el cuerpo de tu estudiante, pero sabes el protocolo para los operativos Anbu muertos.
- Lo sé. Lo haré cuando termine.
- Bien.
Hiruzen se alejó, murmurando unas condolencias para la familia ahora destruida, mientras dejaba a su antiguo rival con su estudiante.
- Sabes… mocoso… en cierto punto moriste igual que tu padre… protegiendo a la aldea de sus enemigos… estoy orgulloso, y estoy seguro de que tus padres también lo estarían…
Ese día, bajo la lluvia de un pueblo destruido, Shimura Danzo había perdido el último recuerdo de su mentor, había perdido a su alumno, había perdido a una persona a la que consideraba un hijo hasta cierto punto. Dejando sus creencias de que un shinobi no debe demostrar emociones por un momento, el halcón de guerra dejó que una pequeña lágrima cayera de su único ojo visible. Luego incendió el cuerpo de su alumno junto al de su esposa como indicaba el protocolo Anbu.
- Somos las raíces que protegen el gran árbol que es Konoha… - murmuró mientras se alejaba.
Nota del autor: Voy a estar algo inactivo por un tiempo, debido a que ya terminaron las vacaciones de invierno, así que debo concentrarme nuevamente en la universidad, pero trataré de escribir durante mi tiempo libre y publicar los capítulos en cuanto pueda. Un saludo :D
