Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto.
N/A: Este capítulo es más corto de lo habitual, pero espero que lo disfruten de todas formas.
- Hola - (persona hablando)
Hola (pensamiento)
Capítulo 11
Luego de que mi conversación con Kaori terminara, se marchó a su celda, aunque no antes de decirme en palabras no muy dulces que no pensara en perder porque me mataría…
Que niña más tierna…
Cuando por fin se fue, comencé con la experimentación de mi curación acelerada, cosa la cual me había dejado bastante sorprendido.
Por lo que había visto hasta el momento, mi curación era lo suficientemente buena como para cerrar heridas hechas con kunais, y contrarrestar los efectos negativos de utilizar píldoras de soldado. Esto último lo había comprobado ya que había pasado toda la noche probando los límites de mi curación mientras utilizaba las píldoras para recuperar energías.
Otra cosa que había descubierto era que, aun si mi cuerpo sanaba increíblemente rápido, el dolor no desaparecía, es más, aumentaba dependiendo de qué tan grande sea la herida a curar, ya que el dolor de la herida se sumaba al de sentir como mis células eran forzadas a regenerarse de manera absurdamente rápida. Deduje que el ninjutsu medico debía tener algún efecto anestésico para que la persona herida no sintiera el dolor, pero parece que Orochimaru se había olvidado de agregar esa parte a la mezcla de venenos que me inyectó.
Esa era algo que me había visto dudando durante mi proceso de experimentación. Estaba casi seguro de que lo que ese bastardo me había hecho iba mucho más allá de simplemente inyectarme veneno de serpiente, estaba seguro de que me había hecho algo más mientras estaba desmayado, pero me daba asco el simple hecho de pensarlo, así que simplemente ignoré la idea.
- Mocoso, eres el siguiente, prepárate.
La fuerte voz de Soka me sacó de mis pensamientos y me hizo volver a la realidad.
Me encontraba sentado detrás de las enormes puertas que daban a la arena en donde pelearía con la actual número 6, que, si la información que Haku y Suigetsu me proporcionaron antes no está mal, es una usuaria de liberación de cristal, un kekkei genkai bastante molesto si mis recuerdos sobre el anime no me fallaban.
Pude ver como las enormes puertas se abrían y rápidamente me puse de pie.
- Supongo que es momento – murmuré.
Siempre que estaba a punto de entrar en la arena podía sentir como un nudo se formaba lentamente en mi estómago, después de todo, nunca se puede estar seguro de si el que saldrá con vida serás tú.
Caminé en dirección al centro de la arena y fui recibido por los siempre enérgicos gritos de la audiencia. No importa cuantas veces saliera a pelear, no importa cuantas veces escuchara los gritos de los espectadores, nunca podría acostumbrarme al hecho de que estas personas celebrar que niños/adolescentes pelearan a muerte para su sádica satisfacción.
Me paré en el centro de la arena de combate y esperé a que mi oponente entrara. No tuve que esperar demasiado, ya que unos minutos después, una adolescente alta, de largo cabello morado atado en una trenza que caía por su espalda, y ojos igualmente morados entraba en la arena. Usaba la misma vestimenta que todos los demás combatientes a excepción de Suigetsu y Haku, pero había algo en ella que la destacaba del resto, y era la vaina para una espada en su cintura.
Es más alta que yo, tiene el kekkei genkai de liberación de cristal y usa una espada… suena a que estoy completamente jodido.
Una vez que la número 6 estuvo a unos pies en frente de mí, la voz del anunciador se escuchó por todo el lugar.
- ¡DAMAS Y CABALLEROS! ¡ESTE SERÁ EL COMBATE QUE DECIDIRÁ CUAL DE ESTOS PELEADORES PASA A LAS SEMIFINALES DEL TORNEO POR EL CUARTO LUGAR! ¡¿ESTÁN TODOS LISTOS?!
Los gritos de aprobación de los espectadores no se hicieron esperar.
- ¡MUY BIEN! ¡QUE EL COMBATE ENTRE HIDEKI Y KAEDE COMIENCE!
Antes de que pudiese pensar en hacer algo, fui recibido por un poderoso rodillazo en el estómago que me hizo inclinar hacia adelante, luego recibí otro rodillazo, pero esta vez en la mandíbula y para terminar un puñetazo en el rostro.
Fui enviado a volar hacia un lado debido a ese último golpe.
Antes de caer al suelo, di una vuelta en el aire y caí de pie, esta vez mirando fijamente a mi oponente, tratando de no perderme ningún movimiento o posible ataque de su parte.
Hugh, ¿Qué demonios fue eso? Ni siquiera la vi moverse.
Al mirar a mi oponente, me di cuenta de que estaba completamente quieta, parecía una estatua, apenas podía ver el movimiento de su cuerpo al respirar, era completamente extraño, incluso tenía una expresión absolutamente en blanco que no dejaba que ninguna de sus emociones se mostrara.
No parece ser el tipo de persona a la que pueda o quiera hacer enojar, así que tendré que pensar en algún otro plan para ganar esto… okey, piensa, hasta ahora sabes que es rápida y golpea increíblemente fuerte. Aún no ha utilizado su kekkei genkai y tampoco su espada, lo que significa que no piensa que sea una amenaza. Tal vez pueda usar eso para mi ventaja.
Saqué mis cuchillos de trinchera del sello en mi mano y me puse en la postura de taijutsu que había estado perfeccionando desde que llegué aquí. Esperaría que Kaede hiciera el siguiente movimiento ya que, si intentara atacarla de frente, lo más probable es que utilizara su velocidad superior para golpearme una vez más.
Nos miramos fijamente por unos segundos. Ninguno intentó hacer algo para atacar al otro. Estaba a punto de decir algo, hasta que la vi mover su mano a la espada en su cintura. Me tensé esperando a que se lanzara para cortarme con su arma, pero me llevé una gran sorpresa al verla. Era simplemente el mango de una espada.
¿Qué demonios?
Mi sorpresa aumentó al ver como un cristal de color rosa comenzaba a formarse en su mano y se extendía hasta el mango de la espada y comenzaba a cubrirlo, luego seguía extendiéndose hasta formar una hoja unida al mago cubierto de cristal. Para cuando el cristal dejó de extenderse, el mango solitario que sostenía mi oponente en su mano derecha se había convertido en una hermosa espada de color rosa.
No pude seguir apreciando la belleza de la espada, ya que en un abrir y cerrar de ojos la adolescente estaba en frente mío bajando su arma en un corte diagonal.
Subí rápidamente mis manos y paré la espada de cristal con mis cuchillos. Tuve que canalizar chakra en mis brazos porque la fuerza detrás de ese corte fue mucho mayor de lo que creí.
No me sorprende que para Kaori haya sido un combate difícil cuando peleó con esta tipa. Parece tener una fuerza monstruosa y si la forma en la que creó su espada es algo por lo que dejarse guiar, entonces también sabe usar bien su línea de sangre.
Pude ver como su rodilla se levantaba para golpearme y dudaba que pudiera detenerla, así que hice lo más sabio y realicé un shunshin para alejarme de ella.
Sabía que practicar todas esas noches para poder usar el shunshin sin señales de manos serían recompensadas de alguna manera en el futuro.
Una vez estuve a una distancia segura, saqué algunos shurikens y se los lancé, luego hice una señal de manos y canalicé chakra en mi boca para utilizar; Elemento Agua: Disparo, para lanzar algunas esferas de agua que sirvieran de distracción junto al shuriken. Imaginen mi sorpresa cuando mi oponente levantó una pared de cristal en frente suyo sin usar ningún sello de mano. La pared detuvo todos mis ataques como si no fueran nada. Luego, de esa misma pared se formaron varias agujas senbon de cristal las cuales volaron a gran velocidad en mi dirección.
Tuve que utilizar otro shunshin para moverme de mi lugar y no quedar hecho un alfiletero, pero cuando reaparecí casi fui empalado por una lanza de cristal que salió del suelo. Afortunadamente fui lo suficientemente rápido para rodar hacia un lado, sino ahora mismo tendría un agujero en medio del pecho.
No tuve el tiempo suficiente para disfrutar el hecho de no haber sido empalado, ya que más lanzas comenzaron a salir del suelo y tuve que moverme rápidamente para no morir.
Maldita sea, no me deja hacer nada. Debo encontrar una forma de poder vencerla rápido o este combate terminará con mi vida.
Saqué un kunai y lo lancé en dirección a mi oponente que mantenía su mano izquierda en el suelo. Obviamente mi arma fue desviada por la espada de Kaede, pero estaba lo suficientemente cerca como para hacer lo que quería. Rápidamente hice un kawarimi con el kunai para quedar al lado de mi oponente y luego dos señales de manos y dije: Elemento Agua: Jutsu Bala de Agua.
Lancé una corriente de agua hacia mi oponente el cual tuvo que saltar de su lugar para no ser atrapado por mi ataque. Una vez que mi contrincante estaba en el aire, hice otra señal de manos y le lancé varias esferas de agua que impactaron en su cuerpo y la enviaron volando lejos de mí
- Por favor, que eso haya sido suficiente – murmuré.
Kaede había caído de espaldas al suelo, pero había algo raro en ella, aunque no podía saber con exactitud que era. Cuando por fin se puso de pie pude ver que era lo que me parecía raro. Su cuerpo estaba cubierto por una armadura hecha de cristal.
- ¡Oh vamos! ¡Puedes crear una espada de cristal, puedes levantar paredes de cristal sin usar señales de manos, puedes lanzar senbons de cristal desde esas paredes, también hacer que lanzas de cristal salgan del suelo y ahora recubrir tu cuerpo con una armadura de cristal! ¡¿Algo más?! ¡¿No quieres crear un dragón de cristal también?!
Mis quejas parecieron divertir a la chica, ya que podía ver los indicios de una sonrisa formándose en su rostro, aunque desaparecieron tan rápido como aparecieron.
- Me parece una buena idea.
Vaya, puede hablar.
La voz de la adolescente era suave y dulce, tan suave que parecía un murmullo y tan dulce que no concordaba con su aspecto serio.
Espera…
En ese momento las palabras que había dicho la chica tuvieron sentido en mi cerebro.
¡Oh, maldita sea!
Vi con horror como mi oponente pasaba por 3 señales de manos y murmuraba el nombre de su técnica.
- Liberación de Cristal: Gran Dragón de Cristal.
Luego de eso un enorme dragón hecho completamente de cristal se formó a su alrededor. Sus brillantes ojos color jade me miraban como si supieran que yo era su próxima presa. Antes de que pudiera pensar en algo, se lanzó con gran velocidad en mi dirección.
¡Maldito sea yo y mi estúpida bocota!
Canalicé chakra en mis pies y corrí lejos del enorme monstruo hecho de cristal. Lamentablemente para mí, parecía que Kaede podía controlar los movimientos del dragón ya que no dejaba de seguirme.
Espera… el dragón me sigue porque ella puede verme, entonces si no pudiera, el dragón no podría alcanzarme… ¡maldita sea, soy un genio!
Me detuve un momento y pasé por las señales de manos necesarias, terminando con la señal del tigre y murmuré mi técnica: Jutsu del Portador de la Oscuridad.
Por unos segundos Kaede se quedó quieta. No movía ni un solo músculo. Entonces tomé esto como señal de que mi técnica había funcionado y corrí en su dirección buscando darle un fuerte golpe con mis cuchillos de trinchera.
Una vez que estuve a la distancia suficiente, lancé mi puño al rostro de la adolescente. Impactó tal y como esperaba, pero algo no estaba bien.
Miré fijamente el rostro de la chica y pude ver con absoluto horror como su rostro poco a poco iba tomando un color rosado y luego de unos segundos se desmoronaba en cristal.
¡Un clon!
Antes de que pudiese hacer algo, sentí como mis pies eran sostenidos. Al mirar abajo me di cuenta de que estaban encerrados en cristal.
- Bueno, esto fue bastante decepcionante, no entiendo como venciste al número 8 si ni siquiera puedes distinguir entre un clon y el original.
Escuché la voz de Kaede viniendo desde detrás de mí y me paralicé.
Traté de canalizar chakra a mis pies para poder sacarlos de donde estaban, pero me era imposible. El cristal que los sostenía era increíblemente resistente y no importa cuánto lo intentara, no podía sacarlos de su lugar.
- Ahora, muere.
Para cuando miré hacia atrás ya era tarde, el enorme dragón de cristal que me había estado persiguiendo antes estaba a pocos centímetros de impactar con mi espalda.
Esto va a doler…
Pude sentir como el enorme monstruo chocaba contra mi espalda y me enviaba contra una de las paredes de la arena. No fui consciente del dolor en mi cuerpo hasta que mi rostro impactó contra una de las paredes que rodeaba la arena. Luego de unos segundos de estar incrustado en la pared, caí al suelo de espaldas, lo que hizo que mi dolor aumentara en varios niveles. Podía sentir como varios de mis huesos estaban rotos, todo mi torso ardía, el solo hecho de seguir respirando era un sufrimiento increíble. Me recordó vagamente al momento en el que Orochimaru inyectó el veneno de serpiente en mi cuerpo, pero eso había sido mucho peor.
El dolor en mi cuerpo era suficiente como para hacerme pensar si morir era tan malo, después de todo, ya lo había hecho una vez y para ser sinceros, fue el momento de mayor paz y tranquilidad de toda mi existencia.
No pude evitar toser, lo que hizo que todo mi cuerpo doliera aún más y un pequeño rastro de sangre se mostrara en una de las esquinas de mi boca.
Podía sentir como mis huesos comenzaban a unirse nuevamente y no era una linda sensación. Sentía como si estuvieran soldando mis huesos con una barra de hierro al rojo vivo.
*Mientras tanto en el patio*
Kaori siempre había tratado de mantener sus emociones bajo control, ya que sabía lo que podía ocurrir si ese no fuese el caso y no quería que el incidente en su aldea natal se repitiera una vez más, pero al ver como su único amigo era aplastado contra una pared por un enorme dragón hecho de cristal y luego caía de espaldas al suelo tosiendo sangre, lo perdió.
Se necesitaron los esfuerzos combinados de Haku, Suigetsu y 2 de los guardaespaldas de Oyashiro para detener a la niña y que no hiciera que todo el coliseo se viniera abajo, aplastándolos en el proceso.
Ahora Kaori se encontraba llorando en los brazos de un Yuki Haku aturdido por lo que acababa de pasar, lo cual era comprensible, después de todo, no ves todos los días como una niña de 9 años asesina a 11 guardias, herir de gravedad a cerca de 20 peleadores relativamente experimentados y destruir completamente una sala cubierta de sellos que absorben chakra en menos de 5 minutos.
Suigetsu se había salvado de no ser empalado por una lanza gracias a su kekkei genkai que le permitía convertirse en agua y Haku gracias a sus espejos de hielo, pero aun así habían sido dañados por las lanzas de tierra que salían constantemente de los alrededores de Kaori.
- Oye, Haku.
La voz de Suigetsu sacó a Haku de su aturdimiento y lo miró.
- ¿Qué sucede?
- ¿Crees que el niño haya…?
- No lo sé – suspiró – Es probable, pero no puedo estar seguro.
Una de las pocas cosas que se habían salvado del destrozo de Kaori fue la enorme pantalla por donde se mostraban los combates y en ella se podía ver claramente el cuerpo de un niño pálido tirado en el suelo mientras sangre sale de su boca.
- Es una lástima… comenzaba a caerme bien – murmuró Suigetsu.
- A mi igua…
Las palabras del adolescente fueron interrumpidas por un ardor en la palma de su mano que le hizo abrir los ojos.
- ¿Haku? ¿Está todo bien?
- Es hora… - murmuró Haku en respuesta.
- ¿Hora? ¿Hora para qué?
- El plan.
- ¿Plan?
- Si, el de Zabuza-sama. Está en marcha.
- ¿Es en serio?
La sorpresa era evidente en el rostro de Suigetsu.
- Si, ahora ve a buscar tus cosas y reunir al resto. Nos vamos de aquí.
- ¿Y qué harás con ella? – preguntó Suigetsu, señalando a la niña en los brazos de Haku.
- Necesitaremos su ayuda para salir de este lugar, así que se viene con nosotros.
- Está bien.
*Con Hideki*
Se que estoy siendo curado, pero… ¡¿En serio debe ser tan jodidamente doloroso?! ¡Maldita sea, preferiría ser golpeado nuevamente por ese monstruo de cristal!
Cuando el dolor se calmó un poco supuse que mis huesos estaban recuperados, o al menos lo suficiente como para no correr el peligro de que una de mis costillas perfore mi pulmón, así que decidí levantarme.
- ¡Argh!
Solté un gruñido de esfuerzo al pararme sobre mis pies.
La mirada de sorpresa de mi oponente al verme de pie fue lo suficientemente satisfactoria como para compensar el estar sintiendo que mis huesos se derretían.
- ¿Cómo estás con vida…? Mi dragón de cristal impactó de lleno en tu cuerpo.
La confusión era evidente en el tono de la adolescente y me hizo reír un poco.
- Digamos que no soy fácil de matar – respondí.
Kaede frunció el ceño ante mi respuesta.
- Entonces desearás haber muerto cuando ese dragón te golpeó.
- Tranquila, ya lo estoy haciendo – murmuré.
Tuve que canalizar chakra en mis brazos y levantarlos rápidamente para bloquear un corte desde arriba por parte de la espada de la adolescente.
El impacto hizo que todos los huesos de mi cuerpo dolieran aún más y estuve a punto de dejar caer los brazos, pero canalicé aún más chakra y me mantuve firme. Lamentablemente no fui lo suficientemente rápido como para detener el puñetazo a mi rostro, seguido de un rodillazo a mi abdomen. Me incliné hacia adelante debido a la fuerza detrás del último golpe y antes de que me diera cuenta, la espada de Kaede ya estaba bajando para cortarme la cabeza, tuve que tomar una decisión rápida y decidí que prefería perder un brazo antes que la cabeza, entonces me moví hacia un lado, dejando que la espada pase por mi brazo izquierdo en vez de mi cabeza.
- ¡AHH!
No pude evitar soltar un grito de dolor al sentir como la espada hacía un corte desde mi hombro hasta el codo.
Rápidamente junté chakra en mi puño derecho y le lancé un puñetazo a mi oponente. Para mi desgracia Kaede volvió a formar su armadura de cristal, pero esta vez fue solo en su mano, mano con la cual detuvo mi golpe.
Miré con asombro como el cristal que protegía la mano del número 6 se extendía hasta mi puño y lo cubría completamente de cristal. Antes de que mi oponente pudiera atacarme nuevamente, realicé un shunshin y me alejé de ella.
¡Maldita sea! ¡Ahora no solo debo preocuparme de mis huesos que siguen doliendo como si estuvieran siendo derretidos, sino que también debo preocuparme de no morir desangrado y tratar de sacar mi puño de esta cosa!
Respiré profundamente durante unos segundos y traté de pensar mi situación con claridad.
Okey, seguramente el corte se cure rápidamente, pero, ¿cómo saco mi puño de este cristal? Si mal no recuerdo, el cristal de Guren era increíblemente duro, tanto que pudo resistir ataques constantes de los rasengans de Naruto.
Tuve que detener mi cadena de pensamientos para esquivar una lanza que pareció formarse del cristal que cubría mi mano.
- ¿Qué demonios?
La lanza comenzó a ramificarse rápidamente y antes de que me diera cuenta ya estaba completamente rodeado de cosas similares a espinas que mantenían mi cuerpo prisionero.
- Parece que ya no puedes escapar.
Escuché la voz de Kaede venir desde mi espalda y me paralicé. Podía sentir como las espinas se clavaban lentamente en todo mi cuerpo.
- ¿Unas últimas palabras antes de morir?
- ¿Me das unos segundos para pensarlas?
- No.
- Si… lo supuse.
- Si no tienes nada para decir entonces mue...
- ¡Espera! ¡Si quiero decir algo!
Mi grito repentino hizo que se detuviera a escucharme.
- Habla.
- El genjutsu es hermoso, ¿no lo crees? – dije, mientras me desvanecía en la nada.
- ¡¿Eh?!
La adolescente dejó caer su jutsu debido al asombro, haciendo desaparecer las espinas y mirando a su alrededor. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que hice, reaparecí donde estaba y le di un poderoso golpe con mi mano cubierta de cristal. El golpe fue tan fuerte que el material alrededor de mi puño comenzó a agrietarse. No quise darle tiempo a Kaede de contraatacar, así que hice un shunshin y le di otro golpe con la mano cubierta en cristal. Hice esto alrededor de 3 veces más, hasta que el cristal finalmente se rompió y al fin pude realizar las señales de manos que esperaba me dieran la victoria, pero antes de hacer eso, saqué una de las píldoras de soldado que había conseguido junto a las cosas del antiguo número 8 y la metí en mi boca. Pude sentir como el chakra en mi cuerpo se reponía junto a mi energía. Luego de eso pasé por dos señales de manos y canalicé la mitad de todo mi chakra en mi boca.
Espero que esto funcione…
- Estilo de Agua: Disparo.
Lancé una enorme esfera de agua de mi boca en dirección a mi desgracia no contaba con que tuviera el tiempo suficiente para formar a un dragón de cristal, el cual deshizo mi ataque sin mucho esfuerzo y luego procedió a perseguirme por toda la arena.
- ¡Oh vamos! ¡No de nuevo!
Miré hacia atrás para ver si el dragón seguía detrás de mí, pero para mi sorpresa había desaparecido. Cuando volví a mirar hacia adelante fui recibido por una poderosa patada en medio del rostro que me hizo volar varios metros hacia atrás y caer de espaldas al suelo.
- Hugh… eso dolió… - murmuré.
- No sé qué demonios fue lo que hiciste hace un momento, pero no pienses que porque lograste darme algunos golpes podrás vencerme.
- Oh, fue bastante simple – me encogí de hombros – Solo tuve que…
- …
- …
- Solo tuviste que…?
- No creíste seriamente que te rebelaría como lo hice, ¿cierto? Porque déjame decirte que no soy tan idiota como para hacer eso.
En verdad lo que había hecho fue completamente simple, solo hice que mi oponente se confundiera con mis palabras y utilicé el genjutsu de entorno falso para hacerme invisible momentáneamente. Kaede estaba tan confundida por lo que dije y mi repentina desaparición que no se dio cuenta de que había puesto un genjutsu sobre mí mismo y que aún estaba atrapado en su cristal.
Muy bien, creo que es hora.
Canalicé chakra en todo mi cuerpo. Esto hizo que mi oponente se tensara a la espera de un ataque, pero lo que no esperaba era que liberara una gran explosión de chakra, seguido de un murmullo de; soltar.
Luego de decir esa palabra, todo mi cuerpo se iluminó por los sellos de gravedad que Akio había puesto en mí cuando estaba entrenando mi cuerpo para tener un reemplazo para los golpes de chakra de Tsunade. Pasados unos segundos los sellos dejaron de iluminarse y volvieron a camuflarse con mi piel.
En el momento en el que los sellos dejaron de brillar pude sentir como un gran peso desaparecía de mi cuerpo, me sentía increíblemente ligero, era algo completamente asombroso. Hice algunas pruebas lanzando patadas y puñetazos al aire para comprobar que tanto había cambiado mi velocidad y tenía que admitir que los resultados eran asombrosos. El no haber desactivado los sellos durante tanto tiempo hizo que mi velocidad y posiblemente mi fuerza aumentaran en un gran nivel.
Una vez que terminé de admirar mis nuevas capacidades me giré para ver a mi oponente. Se encontraba a unos metros de mí, y me miraba como si estuviera esperando algo.
- ¿Qué pasa? – pregunté.
- ¿Qué hiciste? ¿Fue alguna clase de técnica para aumentar tus capacidades físicas?
- Oh, para nada, todo lo contrario. Solo quité el peso extra de mi cuerpo.
- Peso extr…
Antes de que pudiese seguir hablando, ya había corrido en su dirección y le proporcioné un poderoso golpe en la mandíbula con mi mano recientemente liberada. Utilicé el impulso de mi puñetazo y giré en mi lugar para darle una patada en sus costillas. La patada estaba cargada con chakra, lo que hizo que mi oponente saliera volando lejos de mí.
Wow, eso fue completamente genial… por un momento pude sentirme Rock Lee…
Me sentía tan ligero, tan fuerte, tan asombroso. Por un momento creí que esta fuerza sería suficiente para derrotar a Kakuzu, hasta que recordé que Aoki podría moverse al menos 10 veces más rápido que yo y golpear otras 10 veces más fuerte, y aun así perdió contra Kakuzu.
- ¿Qu… qué demonios fu… fue eso?
Escuché las débiles palabras de mi oponente que se esforzaba por levantarse luego de dos golpes.
- Je, eso es lo que te mereces por hacer que un maldito dragón de cristal me atropellara y aplastara contra una pared – dije, con obvia arrogancia en mi voz.
La ira en los ojos de mi oponente era visible incluso desde mi posición.
Había pasado mucho tiempo desde que algo logró que me sintiera incómodo. No estaba incómodo cuando Kakuzu liberó su instinto asesino cuando me trajo aquí, no estaba incómodo en las incontables peleas que tuve desde que llegue a este lugar, pero la rabia y odio que había en los ojos de mi oponente logró que todos los pelos de mi cuerpo se tensaran.
- Escoria… - la voz de Kaede se había vuelto un murmullo – ¿Te crees mejor que yo…? – un aura de color rosa comenzó a rodearla - ¿Crees que porque pudiste darme algunos golpes eres mejor que yo? – los cristales comenzaron a formarse a su alrededor – Voy a matarte.
Numerosas lanzas de cristal se formaron de repente en toda la arena. No tuve tiempo de reaccionar y fui cortado en varios lugares del cuerpo. Por suerte ninguna herida fue grave así que pude moverme para esquivar las lanzas que obviamente iban por mi corazón.
Incluso con mi nueva velocidad tuve dificultad para esquivar los interminables cristales que se elevaban del suelo. Era como si las lanzas se crearan en cualquier lugar que pisara.
- ¡Muere!
El grito repentino me sacó de mis pensamientos y al mirar al frente pude apreciar la vista de Kaede con su espada en alto, preparada para cortarme.
Antes de que la espada pudiese tocar mi piel hice un shunshin y me coloqué detrás de mi oponente. Mi repentina desaparición sacó de balance a la adolescente e hizo que cayera hacia adelante. Aproveché el momento de debilidad de Kaede y le di otra patada en las costillas, haciendo que volara hacia un lado y atravesara varios cristales. No pude quedarme quieto por mucho tiempo ya que las lanzas no se detenían y tuve que volver a moverme para no quedar empalado.
Okey Hideki, piensa, ¿qué se supone que haga un protagonista de shonen en este momento? ¿sacarse una habilidad completamente desbalanceada del bolsillo? Hmm… suena bien, pero no tengo nada así por el momento, ¿conseguir un power up? Creo que la liberación de los sellos contaría como power up, así que eso tampoco serviría, ¿pedirle ayuda a un compañero completamente roto, de pelo blanco y con ojitos mágicos? Hum… a no ser que Suigetsu consiga un sharingan o un rinnegan en este preciso momento, tampoco funcionará…
Sentí una pequeña punzada en mi brazo izquierdo y al mirarlo me di cuenta de que la herida en él ya había cerrado completamente.
Genial, ya puedo usar mi brazo otra vez.
- Liberación de Cristal: Dragones gemelos
¡Espera, ¿cómo que dragones gemelos?!
Al mirar en la dirección de donde había caído mi oponente, pude ver a dos enormes dragones formarse de los trozos de cristal en el suelo y comenzar a perseguirme.
¡Ya estoy cansado de esas malditas cosas!
Rápidamente hice un shunshin antes de quedar atrapado entre las dos bestias de cristal y corrí en dirección a mi oponente mientras esquivaba lanza tras lanza. Una vez estuve a su lado, canalicé chakra a mis cuchillos y lancé un corte a la cara de la adolescente. O así hubiera sido, si no me hubiera dado cuenta de que no tenía mis cuchillos conmigo cuando mis puños ya estaban prácticamente en la cara de Kaede.
Maldita sea, debí haberlos dejado caer en algún momento, y con tantos cristales en la arena no podré encontrarlos antes de que esta chica me mate.
La adolescente recibió un poderoso puñetazo doble en el rostro, pero no se movió ni un centímetro de su lugar.
- Eh?
Antes de que pudiera hacer algo vi como el rostro de mi oponente se volvía de un pálido color rosa y luego se derrumbaba en pedazos de cristal.
- Muere…
Escuché un repentino susurro en mi oído y luego sentí como algo punzante tocaba mi espalda.
Por un momento pensé que el tiempo se había detenido. Todo se movía a cámara lenta y no podía oír nada aparte del distinto sonido de la carne siendo cortada.
Sentí como algo subía por mi garganta e inundaba mi boca con un extraño sabor a hierro. Sabía lo que era, pero no podía entender por qué había sangre en mi boca.
Al mirar abajo me di cuenta de la razón. La punta de una enorme espada rosada cubierta de sangre sobresalía de mi estómago. La miré con desconcierto por unos momentos, o al menos hasta que sentí como se deslizaba fuera de mi cuerpo.
Mis piernas comenzaban a debilitarse y sentí como algo impactaba contra mi espalda, haciéndome caer de cara al suelo. Cuando impacté contra el duro piso de la arena me di cuenta por completo de lo que había sucedido. Me habían apuñalado.
- ¿Qué pasó? ¿dónde quedó toda esa arrogancia?
Sabía que mi oponente me estaba hablando, pero se escuchaba lejano, como si alguien tratara de susurrarme algo desde metros de distancia.
Antes de que pudiese hacer o decir algo, sentí como algo se clavaba en mis piernas. Traté de soltar un grito, pero la sangre en mi boca me estaba ahogando y no podía escupirla porque mi cabeza estaba siendo presionada contra el suelo. Sentí la misma sensación de apuñalamiento en mis manos, en mis brazos, luego en mis hombros y finalmente en mis pies.
Je… parece que esta vez si llegó mi final… creo que ya me estoy cansando de estar siempre al borde de la muerte…
Sentí mi cuerpo siendo elevado por algo, pero no podía importarme menos ya que estaba completamente concentrado en las varias cosas que apuñalaban mis extremidades.
- Oye, no mueras aún.
Kaede me dio un puñetazo en el rostro, lo que me hizo girar la cabeza y dejar caer toda la sangre que se había estado acumulando en mi boca.
El momento en el que estuve con la cabeza gacha fue suficiente para ver que lo que me estaba elevando era una especie de cruz hecha de cristal y lo que estaba clavado en mis extremidades eran lanzas de cristal.
- ¿Acaso vas a suplicarme que te perdone por apuñalarme y luego crucificarme?
Junté las pocas fuerzas que me quedaban para darle una sangrienta sonrisa a la adolescente que me miraban con asco.
- Incluso al borde de la muerte eres arrogante – gruñó.
- No es como si fueses a dejarme vivir para se arrogante otro día, así que… ¿por qué no hacerlo ahora?
- Tienes razón, no pienso dejarte vivir. Solamente quería que vieras el rostro de tu asesino.
- Un asesino bastante bello si me lo preguntas.
Pude ver como fruncía el ceño y lentamente elevaba su espada.
- No diré que fue un honor pelear contigo, pero si que fue entretenido. Hasta nunca.
- Te esperaré en el infierno, Kaede.
Vi con impotencia como el arma de mi oponente se acercaba lentamente a mi cuerpo.
Supongo que esto es todo…
Sentí como algo punzante tocaba mi pecho y comenzaba a clavarse.
*BOOOOOOOOOM*
Una fuerte explosión hizo que la chica se detuviera en su intento de asesinarme para ver como una de las paredes cercanas a las gradas del coliseo era destruida y varios shinobis entraban rápidamente. Detrás de ellos, un enorme hombre alto y de piel oscura con un largo cabello rubio peinado hacia atrás estaba dando órdenes en voz alta.
- ¿Qué demonios? – la oí murmurar.
Abrí mis ojos para ver como varios shinobis incapacitaban a los espectadores y los llevaban hacia afuera.
Pude sentir el cristal que se clavaba en mis extremidades comenzar a agrietarse y cuando miré a mi oponente para ver qué era lo que le pasaba, me di cuenta de que ya no estaba.
Luego de unos segundos, la estructura de cristal con forma de cruz en donde estaba clavado se había derrumbado por completo, haciendo que cayera libremente al suelo. Las heridas en mi cuerpo eran numerosas y profundas, estaba dudando de que mi curación acelerada pudiese salvarme esta vez, así que simplemente decidí quedarme allí y esperar a mi inevitable final, ya sea por las heridas o por los shinobis entrantes.
Supongo que en momentos como estos solo me queda reír… je… espero que Kaori no se enoje conmigo por romper nuestra promesa de viajar por el mundo, pero no es como si pudiese hacer algo al respecto…
Me sentía tan cansado… quería dormir, pero sabía que si cerraba los ojos moriría y sinceramente no quería morir, al menos no hasta haberle cortado la cabeza a Kakuzu por ponerme en esta situación.
Está bien… supongo que podría dormir unos minutos hasta que mis heridas se sanen…
Finalmente cerré mis ojos y me dejé caer en la inconsciencia. Lo último que pude oír fue a alguien gritando mi nombre mientras sentía como si me estuviese hundiendo lentamente en algo. No le presté demasiada importancia y dejé que mi cuerpo descansara.
PD: Estaba pensando en comenzar a poner los nombres de los jutsus en español, para comodidad mía al escribir más que nada, y dejar algunos como "Shunshin" o "Kawarimi" en japones, ya que, seamos sinceros, suenan mejor que "Parpadeo corporal" o "Reemplazo de cuerpo". También porque inventar jutsus y luego tratar de traducirlos al japones es complicado y no es como si tuviera el tiempo suficiente como para traducir todos los jutsus que tengo inventados hasta el momento.
Bueno, eso es todo, que tengan un buen fin de semana :D
