- . My Hero Academia 180 grados. -

39. Donde All Might encuetra a All for One, Kirishima intenta saber que le pasa a Bakugo, Inko recibe una llamada misteriosa


All Might permanecía inmóvil en la zanja, atrapado nuevamente por el efecto de aquel extraño quirk. Había caído por segunda vez, un hecho que podría haber sido preocupante para cualquier profesional con su experiencia. Sin embargo, su mente estaba completamente nublada por una inquietud mucho más profunda.

"¿Qué era esa sensación...?", pensó, sintiendo un escalofrío que le recorría el cuerpo. Su rostro quisó tensarse bajo la máscara de villano que utilizaba. Era como si su cuerpo intentara advertirle sobre algo terrible. Esa intranquilidad... solo la había sentido en presencia de...

"Toshinori..."

La voz firme de Nana Shimura resonó en su mente, cargada de autoridad, como si viniera desde un lugar lejano de su mente.

"No transfieras el One for All."

Antes de que pudiera procesar esas palabras, otra voz emergió de las sombras de su conciencia, grave y oscura, como si naciera del abismo:

"Hazlo... All Might."

En ese instante, su cuerpo comenzó a reaccionar de formas que escapaban a su control. Marcas rojas aparecieron como relámpagos a través de su piel, trazando un camino siniestro hasta la herida en su costado. El escozor fue tan intenso que no sabia como hubiera podido haber reaccionado de haber podido moverse.

Una nueva onda expansiva lo envolvió todo, pero esta vez no era una liberación de energía pura. Era algo diferente, algo que parecía alterar todo a su alrededor.

Los robots ayudantes cayeron al suelo, apagándose con un ruido metálico. Los transmisores de los supuestos villanos emitieron chispas eléctricas que los obligaron a quitárselos de inmediato.

Desde la torre de observación, escondida detrás del camuflaje de un quirk de ilusión, Aizawa lo notó de inmediato. Su panel de control parpadeó antes de apagarse por completo, dejando un vacío inquietante en las pantallas que monitoreaban las pruebas.

Un protocolo de seguridad hizó que todas las puertas y ventanas se cerraran antes de apagarse.

—¿Qué significa esto? —exclamó Aizawa con su voz cargada de irritación y tensión.

—Te juro que no lo sé —respondió Present Mic, girándose hacia él con desconcierto—. Todo estaba funcionando bien hace un momento.

Las Pussycats también intentaban restablecer el sistema, mientras una de ellas, Mandalay, que mantenía a Kōta a su lado, usaba su quirk para transmitir un mensaje de emergencia por telepatía a todos los coordinadores del examen.

"¡Detengan todas las pruebas en curso! Algo raro está pasando con el sistema de registro. Retomaremos las pruebas tan pronto como localicemos el problema."

Mientras tanto, Monoma, siempre oportuno para hacer comentarios, se burló mientras sacudía su cabello rubio hacia atrás, y retraía la mano con una pelota, después de haber estado a escasos centímetros del pecho de Kaminari, hasta que todo se apagó.

—Vaya, eso sí que estuvo cerca. Parece que tienes buena suerte. De verdad debes trabajar en ese efecto secundario al usar tu quirk. Lo bueno es que a mí eso no me afecta al copiarlo —dijo, dirigiéndose al otro rubio, que alzó los pulgares con una tonta expresión.

En medio del caos, la mente de All Might estaba sumida en su conflicto interno. Apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando el entorno a su alrededor comenzó a desvanecerse. La luz, los sonidos, todo se desdibujó hasta quedar atrapado en un vasto espacio oscuro. Pero la penumbra no era total. Una tenue luz flotaba, interrumpiendo la negrura.

Miró su propia mano. Era delgada, desprovista de la musculatura heroica que solía portar, pero brillaba con una suave aura amarilla, vibrante, como si una parte del One for All intentara conectarse con él de una nueva forma.

Giró lentamente hacia la derecha. Allí estaban ellos: cuatro figuras de pie, sus miradas serias y penetrantes. Al voltear hacia la izquierda, otras tres personas se materializaron, rodeadas de auras de distintos colores. Aunque nunca los había visto en persona, una conexión inexplicable le hizo sentir que los conocía profundamente. Entre ellos reconoció el rostro de Nana Shimura, su maestra.

"Son los anteriores portadores del One for All!", contempló con asombro Toshinori.

Pero entonces, alzó la mirada hacia el frente, hacia donde todos se enfocaban y fue cuando lo vio. Una figura imponente, sentada en la silla principal de la habitación que parecía moldeada por la oscuridad misma. Las sillas y todo el espacio a su alrededor se inclinaba hacia él, como si su presencia fuera su centro de gravedad a punto de tragárselos como un hoyo negro. All for One.

—Muy bien, All Might —dijo con una voz que se filtraba en los rincones más oscuros de su mente, envolviéndolo con una sensación de sofocante poder—. Finalmente te diste cuenta.

Toshinori sintió que el aire escapaba de sus pulmones, como si la mera existencia de esa presencia lo asfixiara, pero no retrocedió. Su pecho se hinchó con un sentimiento creciente de rabia

Sorpresivamente All for One levantó una mano, extendiéndola hacia hacia ellos. A su derecha, Yoichi, el primer portador, pareció atrapado en un sueño, levantando también su mano.

—Hermano... —murmuró Yoichi.

—Ven aquí, hermanito. Ya no hay necesidad de pelear entre nosotros.

—Sí...

—¡No lo hagas!

Al gritar el quinto portador rozó el costado de Toshinori y por un instante el color de sus auras verde y amarilla se entremezclaron.

...


De pronto, grandes y gruesos tentáculos oscuros surgieron del cuerpo del villano en la zanja. Sus movimientos eran violentos, como látigos descontrolados que golpeaban y destrozaban todo a su paso.

Izuku apenas tuvo un instante para reaccionar. Saltó hacia un lado con un movimiento ágil, sintiendo cómo uno de los tentáculos rozaba peligrosamente su brazo derecho. El filo oscuro y retorcido le desgarró parte de la manga derecha, dejando un corte que ardía como si algo corrosivo estuviera impregnado en su piel. Apretó la mandíbula para no gritar, enfocándose en lo más importante: salvar a quienes estuvieran a su alcance.

Con un esfuerzo gigantesco, Izuku se echó al chico inconsciente sobre el hombro como si cargara un pesado costal de cemento, y con su otra mano sujetó a Shinso del brazo, arrastrándolo con determinación mientras ambos se alejaban del caos.

—¡¿Shinso, esto tiene algo que ver con tu quirk?! —preguntó Midoriya entre jadeos y con su mirada fija en los tentáculos que seguían azotando el suelo detrás de ellos, cada vez más cerca.

Shinso, todavía recuperándose del impacto de los recientes eventos, apenas pudo contestar—¡No, esto nunca había sucedido al usar mi quirk en alguien! —exclamó con voz tensa—. ¡Debe ser a raíz de su propio quirk!

Los tentáculos golpearon nuevamente el suelo, provocando una nube de polvo que dificultaba la visión. Izuku apretó los dientes, cambiando de dirección de manera abrupta para evitar otro ataque que estuvo a punto de alcanzarlos. El peso del muchacho inconsciente y la tensión de la situación hacían que cada paso fuera una lucha constante. Sin embargo, la adrenalina le mantenía alerta y con suficiente fuerza.

Su mente seguía trabajando a toda velocidad para idear una estrategia que los sacara de aquel peligro.

...


Un momento antes:

Bakugo y Kirishima avanzaban juntos por el camino que conducía a la salida de la primera prueba. El ambiente entre ellos era algo tenso por alguna razón. Kirishima lo notó de inmediato en su amigo: sus puños estaban cerrados con fuerza, los músculos de sus brazos marcándose y había una determinación silenciosa en su mirada, fija en la puerta, como si estuviera decidido a no desviar su atención.

—Qué casualidad habernos encontrado entre tantos postulantes, ¿no crees? —comentó Kirishima, con su tono animado tratando de disipar la incomodidad que se respiraba, pero Bakugo no respondió. Simplemente continuó caminando con pasos firmes, ignorando por completo a su amigo.

El pelirrojo frunció ligeramente el ceño, mientras aceleraba un poco el paso para seguirle el ritmo.

—Oye, ¿qué te sucede ahora? —insistió, con una sonrisa que intentaba ser conciliadora—. Parece que estás de muy mal humor otra vez. Pensé que estarías feliz por ser el primero en aprobar esta prueba. ¿O es porque no lograste una victoria impecable? Sabes que no está bien ser tan perfeccionista, ¿cierto?

Bakugo giró la cabeza ligeramente hacia él, pero su expresión seguía imperturbable. Entonces, su voz cortante interrumpió cualquier intento de continuar la conversación:

—¿Quieres callarte?

El tono frío y seco no disuadió a Kirishima, quien echó un vistazo rápido a los círculos de puntería que ambos llevaban en el cuerpo. Tres adornaban el torso de Bakugo, aunque sólo uno estaba apagado. Kirishima, en cambio, tenía dos inactivos y apenas uno encendido. Decidió probar suerte nuevamente, esta vez con un enfoque distinto.

—Oye... —dijo con una sonrisa ladeada, —. No me digas que estás así porque luchamos principalmente contra chicas. Ya sé que estas harto de ellas, pero tienes que admitir que fueron bastante ingeniosas usando sus quirks.

Para su sorpresa, Bakugo no respondió como esperaba. Era extraño, casi como si no pudiera negar el mérito de sus oponentes. Kirishima lo miró de reojo, notando una tensión distinta en su semblante. Eso fue suficiente para que decidiera presionar un poco más.

—O... tal vez... —aventuró, adoptando un tono más bromista— estuviste distraído todo el tiempo porque esperabas ver a Midoriya en algún momento.

La chispa que provocó la mención de ese nombre fue inmediata. Bakugo se detuvo de golpe, girándose hacia Kirishima con un movimiento brusco que lo tomó por sorpresa. Antes de que pudiera reaccionar, Bakugo lo sujetó de la camiseta, acercándolo hasta que sus rostros quedaron a escasos centímetros.

—¡Dime! ¿Por qué demonios me importaría lo que le pase a un perdedor como ese?! —gritó con su voz cargada de enojo.

Kirishima se mantuvo firme, sosteniendo su mirada con calma.

—Porque en el fondo se ha convertido en alguien a quien no quieres perder de vista —respondió con tranquilidad, pero con un peso innegable en sus palabras.

Bakugo levantó el puño, claramente listo para golpearlo, pero Kirishima activó su quirk justo a tiempo, endureciendo su brazo para atrapar su puño con una fuerza que igualaba la suya.

—No me malinterpretes. No estoy insinuando que te guste o algo por el estilo —aclaró, manteniendo su tono relajado—. Solo digo que... creo que tú también lo notas. Su determinación.

El agarre de Bakugo en su camiseta se tensó aún más, sus dedos marcándose en la tela, pero al final lo empujó hacia un lado con brusquedad.

—¡Qué estupideces estás diciendo ahora! —espetó, dándole la espalda—. Casi tan ridículas como las tonterías sin sentido que suele decir tu novia.

Kirishima, aunque algo molesto, no pudo evitar replicar mientras se alisaba la camiseta.

—Ya te he dicho que Ashido no es mi novia.

—Como sea —murmuró Bakugo con indiferencia, girándose para continuar su camino.

Pero antes de que pudiera dar un paso más, una fuerte ráfaga de viento irrumpió entre ellos, levantando polvo y hojas secas del suelo. Ambos levantaron los brazos instintivamente para cubrirse el rostro mientras el aire los azotaba con fuerza.

Cuando el viento cesó, Bakugo bajó los brazos lentamente. Miró hacia abajo y se dio cuenta de que los círculos de puntería en sus cuerpos se habían apagado por completo. Un silencio pesado cayó en el ambiente mientras trataban de entender qué acababa de suceder.

Finalmente, alzó la mirada hacia uno de los altos muros que separaban las secciones del examen y sus ojos rojos se fijaron en un tentáculo que se asomo por un breve instante del otro lado.

...


—Ja ja ja ! Por favor. Hagan el favor de no intervenir en un asunto familiar que no les concierne. —levantó su mano All for One, como señal de que se detuvieran —Yo solo estoy intentando hablar con mi pequeño hermano menor ¿Qué no tengo derecho después de tanto tiempo sin verlo?

— Perdiste todos tus derechos cuando decidiste convetertirte en un monstruo— lo enfrentó el tercero con dureza.

Yoichi, en cambio, siguió caminando en su dirección, con la mirada perdida.

—Hermano ...

—Oye...— lo sujeto de la muñeca el segundo portador y le habló con voz seria —¿Qué es lo que pasa contigo? ¿Acaso ya has olvidado quien es él y lo que ha hecho?

La sonrisa de All for One vaciló un instante antes de recomponerse, tan cruel como siempre. Por fin, Yoichi pareció reaccionar, sacudiendo el trance en el que había estado. Asintió levemente al Segundo Portador, como indicándole que ahora estaba bien, y este lo soltó, aunque sin dejar de observarlo.

—Hermano, ,¿Qué crees que estás haciendo aquí? ¿No crees que has llevado esto demasiado lejos?

— ¿Tu crees que yo soy el único que ha llevado las cosas hasta las últimas consecuencias? Pues déjame decirte que no somos tan diferentes...

—¿A qué te refieres? ¿Es esto una especie de nuevo truco para apoderarte del One for All desde adentro? Ya deberías saber que esté poder surgió de la voluntad de oponerse a ti. Y nosotros, junto con el portador actual, siempre lucharemos para evitar que lo consigas.

—Yo te creo Yoichi. No tengo la menor duda de ello. Y te aseguro que no es lo que pretendo ahora. Ya he visto lo que sucedería si seguimos por este camino y te aseguro que no me pareció en absoluto satisfactorio — All for One observo a Yoichi y a los demás abrir los ojos con sorpresa —Si. Vi un futuro en el que en lugar de destruir al mundo, solo terminamos por destruirnos mutuamente ¿No te parece un final patético para dos hermanos que comparten la misma sangre? Para dos seres con poderes tan excepcionales.

—Nosotros ya no tenemos sangre en las venas y el One for All podrá desaparecer una vez cumplida la misión de derrotarte. Así que no tendría nada de raro si eso llegara a pasar al final, pero... ¿A qué te refieres con que lo has visto?— preguntó Yoichi con cautela.

A la mente de Toshinori vino rápidamente la imagen de su viejo amigo y no pudo evitar susurrar su nombre:

— Sir Nighteye...

—Así es All Might. Muy perspicaz de tu parte— le reconoció All for One con una sonrisa de satisfacción maligna— Te asombrará saber que hace algunos años, antes de nuestra pelea final, le hice una pequeña visita a tu viejo amigo Nighteye. Por supuesto me asegure de que no recordara nada de nuestro encuentro. Aunque no me asombraría que en él permaneciera una vaga sensación de incertidumbre sobre el futuro que vimos juntos aquella vez.

—¡Maldito! —murmuró Toshinori, apretando los puños al escuchar que habían utilizado a alguien tan cercano a él.

— Tranquilo. Como bien sabes, All Might, yo no creo en profecías,supersticiones o leyendas— se burló All fon One — Eso me parece absurdo y ridículo. Casi como creer que lo que pasa en los cómics de superhéroes es como son las cosas en la vida real. Por otro lado, las visiones de Nighteye han probado ser 100% certeras hasta ahora, y te diré que sólo un necio se atrevería a intentar cambiarlas.

— Pero entonces tu eres el necio! Si te estás molestando en hacer todo esto, es seguro que viste un futuro que no te favorecía e intentas cambiarlo a toda costa!— Debatió All Might, esbozando por primera vez una sonrisa —Presenciaste tu derrota a manos de mi sucesor ¿No es cierto?

—Lo que vi...— declaró All for One con una expresión desagradable —Vi a un muchacho, usando una camiseta con tu rostro, entrometiéndose en mis planes de destrucción, por medio del joven Tomura. Y aunque mi primera reacción fue buscar a ese niño y deshacerme de él de inmediato, para garantizar mi victoria absoluta, al meditarlo con la mente más fria me di cuenta que las cosas simplemente se ajustarían para que alguien más tomara su lugar y el resultado sería el mismo. Por ello simplemente decidí pasarme al lado ganador. Cómo suelen decir: si no puedes con ellos, únete..

—¿Y crees que te dejaremos?!—le cuestionó con seriedad el sexto portador— Después de habernos asesinado a casi todos aquí, incluyendo a tu propio hermano que solo intentaba alejarse de ti!

All for One pareció hacer oídos sordos y reposó su cabeza sobre uno de sus nudillos inclinándose hacia el apoyabrazos de la silla, mientras los antiguos portadores lo miraban con una cara de profundo rencor, a excepción de Yoichi, que parecía desconcertado.

— Si, All Might. He estado observando todo cuidadosamente a través de tus ojos, y sin duda también me llamaron la atención esos otros jóvenes que consideraste para transferir el One for All, como el hijo de Endeavor y ese otro chico de mal temperamento, pero coincido contigo que Izuku Midoriya tiene algo especial. De hecho, me resulta muy parecido al joven Tomura...

—Si te atreves siquiera a... —amenazó entre dientes All Might.

—Y dado que mi sucesor me abandonó para seguir su propio camino —la voz de All for One sonaba con una mezcla de oscuridad y satisfacción—, pensé que podríamos compartir el tuyo, All Might. Espero que no te moleste.

— Maldito! Por qué no moriste aquella vez?! — casi gritó con odio All Might— ¡Pensé que lo habías dado todo en ese último ataque!

—¿Muerto yo? —La risa de All for One resonó por el espacio como una macabra melodía—. All Might, ya deberías saberlo! Yo nunca moriré! Nadie va a matarme! Lo que destruiste aquella vez no fue más que un viejo cascarón, una envoltura gastada que tenía que ser desechada y reemplazada.

—No te apoderarás del cuerpo de mi sucesor! No lo permitiré!

— Ninguno de nosotros lo permitirá!— lo apoyo el quinto portador con fuerza — Todo este tiempo pude sentir la gran convicción del actual portador de proteger a ese muchacho y no te dejaremos!

—Así que tu mayor deseo es que tu sucesor no sufra ni se lastime, All Might —dijo la voz sombría de All for One, divertida y cortante como un cuchillo, resonando en el espacio negro.— Lo que tú no sabes es que tú poder solo le ocasionaría dolor y sufrimiento a tu sucesor al utilizar el One for All. Tal vez en realidad tú poder no era del todo compatible con él. Así que... ¿Por qué no me dejas intentarlo a mi está vez?

Hahaha!

Siguió riendo All for One, mientras su cuerpo fue convirtiéndose en una hebra negra que se dirigió como una serpiente certera al costado de Toshinori.

De nuevo un dolor punzante sacudió su cuerpo y casi lo tira de espaldas.

—Ya te dije que no te lo permitiremos! — se aferró a él rápidamente el quinto portador, jalándolo como una cuerda con la ayuda del segundo, tercero y cuarto, mientras Nana Shimura y el sexto sostenían a Toshinori. Tal y como había sucedido antes, el color de sus auras pareció entremezclarse.

—Dejen de entrometerse! — dijo la voz de All for One desde la hebra de su cuerpo — ¿Qué no se dan cuenta que esto es solo entre mi hermano y yo? Para que él pueda seguir existiendo!

Las palabras de su hermano tuvieron una especie de efecto en Yoichi que permaneció apretando sus puños a un costado, sin saber que hacer o que decir. De pronto se sentía como una niño pequeño...

...


Inko Midoriya estaba sentada en el borde del sofá de la sala, con los ojos fijos en la pantalla del televisor, donde un reportaje en vivo detallaba los incidentes ocurridos en varias estaciones del tren bala. Sujetaba un pañuelo arrugado entre sus manos, mientras su celular descansaba sobre la mesa frente a ella. Había enviado ya varios mensajes a Izuku, y aunque sabía que probablemente estaba ocupado, cada segundo sin respuesta aumentaba su angustia.

Por la hora en que se habían reportado los primeros problemas en las estaciones, Inko intentaba convencerse de que su hijo había llegado a tiempo al examen de la U.A., antes de que todo sucediera.

Intentó calmarse, respirando hondo y llevándose el pañuelo al rostro, pero el repentino sonido del teléfono fijo interrumpió su intento de serenidad. Dio un respingo, dejando caer el pañuelo, y se apresuró a contestar sin siquiera mirar el número en el identificador.

—¿Izuku? ¿Izuku? —preguntó con urgencia. Al no obtener respuesta inmediata y después de una breve respuesta, bajó el tono, reconociendo a la persona del otro lado—. Oh... eres tú. El mismo que ha estado llamando y colgando últimamente, ¿no es cierto?

Hubo un momento de silencio mientras la persona del otro lado decía algo. Inko apretó el teléfono con fuerza contra su oído.

—No! —exclamó con una dureza poco característica en ella—. No sé si está bien! Llevo toda la mañana intentando localizarlo!... ¡Y tú no finjas que de pronto te importa!

La respuesta del interlocutor la hizo inclinar la cabeza, como si estuviera luchando contra un torrente de emociones encontradas. Cuando habló de nuevo, su voz era más baja y amable.

—Lo siento... no era mi intención decir algo así. —Tomó una pausa para escuchar la respuesta al otro lado de la línea, mientras bajaba aún más la cabeza—. No. Aún no le he dicho... pero será él quien decida si quiere volver a verte. Solo pienso que será muy difícil para él.

Su voz se quebró ligeramente al final de la frase, y en su descuido, Inko dejó caer su celular al suelo.

—Sí... ambos hemos estado bien —murmuró finalmente.

...


Yoichi continuó observando la escena, pero en un instante, todo cambió con un parpadeo. De repente, todos los portadores del One for All se habían transformado en versiones infantiles de sí mismos. En ese extraño contexto, le pareció que aquellos niños tiraban con demasiada fuerza de un pequeño que guardaba un parecido asombroso con él. Sin poder evitarlo, sus pequeñas piernas comenzaron a moverse en su dirección casi por cuenta propia, como si una fuerza invisible lo impulsara, sin darle tiempo siquiera a pensar.

—¡No lastimen a mi hermano! —gritó con toda su fuerza el pequeño Yoichi.

Al alcanzarlos una especie de barrera invisible los repelió a todos al mismo tiempo y al caer al suelo todos recobraron sus formas adultas.

—Sabía que no me decepcionarías, hermanito— agradeció All for One en una hebra negra que terminó por pasar por el costado de Toshinori en el suelo —Solo recuerda que hago todo esto por ti.

— No puede ser... me engaño— reconoció Yoichi con pasmo.

— Esto no se acaba hasta que se acaba! — dijo Daigoro Banjo, antes de usar su látigo negro para seguir a All for One a través de Toshinori.

...


Notas de la autora.-

Sus comentarios siempre son bienvenidos! Muchas gracias por leer, seguir y darle like. Siempre me hace sonreír :)