La luz brillante iluminaba toda la habitación que hasta hace unos cuantos minutos se encontraba en total oscuridad. El pequeño cuerpo del chico cayó hacia atrás, rendido; una mano suave pero firme detuvo su caída.

- Descansa, mi pequeño descendiente - dijo el peliazul al notar como Li se desmayaba en sus brazos debido al exceso de energía que utilizó para transportarlo desde Inglaterra, sonrió inconscientemente cargándolo hasta su cama; para dejarlo dormir sin problemas, puso un pequeño hechizo en la habitación con las pocas energías que le quedaban puesto que, al darse cuenta que la magia era de Li, utilizó la propia para ayudarle. Quién sabe cómo hubiera quedado el pobre Shaoran si no.

Se recostó a un lado del chino antes de que se quedase dormido el también, ambos estaban más que exhaustos.

Li no despertó si no hasta el día siguiente, su cuerpo dolía pero nada que no pudiese soportar, se levantó un poco extrañado, no recordaba haberse movido hasta su cama, a menos que...

-Oh, ya despertaste Li - la voz de la reencarnación del mago Clow hizo que dirigiese automáticamente sus ojos a la puerta. Ahí estaba, con una bandeja de comida en las manos caminando con paso tranquilo hacia él. El nerviosismo se hacía presente en él cada que Eriol se encontraba cerca, tal vez por quién fue en su vida pasada o tal vez por su poder -Shaoran pensaba que ambas-.

No supo cuando el contrario había llegado a la cama o cuál fue el momento exacto en el que tomó el desayuno preparado por Hiiraguizawa, pero prefirió pasarlo por alto empezando a comer, iba a hablar pero el otro le ganó la palabra.

- Pude sentir tu magia - respondió a su duda interna ¿cómo es que siempre sabía lo que pensaba? - Se nota en tu mirada, el ceño fruncido que pones cada vez que tienes una pregunta obvia - y ahora enserio tenía miedo, el peliazul sonrió acariciando suavemente la cabellera café del trigueño mientras esté se metía un bocado a la boca en un intento de disimular su asombro, un ligero sonrojo que Eriol no pudo pasar desapercibido se posó en las mejillas del chino. Una ligera sospecha pasó por la mente del inglés, aún así no le tomó importancia, decidió volver a pensar en lo que realmente tenía relevancia - He logrado contactar con varios magos poderosos, quería saber si tenían alguna información extra sobre Kaito o cómo derrotarlo - dejó de acariciar el cabello para pasar a delinear su cara - desgraciadamente tienen la misma información que nosotros, al menos se ofrecieron a brindar su ayuda de ser necesario - sus dedos se posaron en los labios semi-humedos de Shaoran causándole un poco de incomodidad y un pequeño aumento en el sonrojo de su cara, el tacto suave de sus dedos en su boca le provocaban al oriental una sensación extraña para él - así que les dije que les llamaré de ser necesario - culminó alejando su mano del rostro contrario dirigiéndose a la salida del cuarto - te aconsejo descansar un rato más, Li, quedate en cama hasta que hayas recuperado todas tus fuerzas - el recién nombrado sólo hizo un gesto con la cabeza asintiendo, Eriol le dedicó una sonrisa antes de cerrar la puerta.

Debía crear un plan para derrotar a Kaito y para eso necesitaba conocer a esa tal Akiho Shinomoto.