A la mañana siguiente, Charles cumplió su promesa. Emily aunque agotada por la terrible noche de pesadillas que había tenido, se encontró más feliz que nunca paseando de la mano con su padre por primera vez en su vida.

Sin embargo, a pesar de que había tratado de no mostrar su cansancio, no pudo ocultarlo de Charles quien aparte de captar varios de sus pensamientos, la vió bostezar bastante.

"Te ves cansada." dijo llamando su atención. "¿Dormiste bien anoche?"

"Pues, no pude dormir mucho pero, estoy bien." Emily respondió encogiéndose de hombros. "Estoy feliz de que cumplieras tu promesa."

"Bueno, si te hace sentir mejor, este joven de aquí casi no pegó el ojo en toda la noche ansioso por volver a verte y cumplir su promesa." dijo Erik, ganándose una enorme sonrisa por parte de la niña.

"Cállate Erik." dijo Charles aunque sonriendo algo sonrojado.

Riendo Emily paseó su mirada alrededor a cada una de las personas en el camino. "Pensé que nunca más podría estar rodeada de gente." dijo después de un tiempo con un profundo suspiro. "Pero aquí estoy de nuevo." con una sonrisa lo miró. "Gracias a ti." en ese momento se detuvo cuando su mirada se posó en la tienda al otro lado de la calle que tenía llaveros de figuras en ellos. "Mira eso." soltandose de la mano de su padre se alejó corriendo.

"Emily espera, espera." llamó Charles, pero ella se terminó perdiendo entre las personas. "¡Emily!"

Emily continuó deteniéndose cuando en el camino un niño chocó con ella, haciéndolos tropezar a ambos al suelo.

"Ay... ¡oye!" gritó el niño dándole una mirada molesta. "¡Ten cuidado niña!"

"Yo... lo siento." Emily titubeó moviéndose para colocarse de pie.

"¡Fíjate para una próxima vez!" rodando los ojos el niño la empujó para continuar su camino.

Emily se quedó paralizada en su sitio cuando repentinamente sintió como algo en su mente fue levantado y voces de todo tipo comenzaron a hacer eco en su cabeza una vez más. "No... no." negó tapándose los oídos con sus manos. Con miedo buscó rápidamente entre las personas alguna señal de su padre o de Erik, pero cada vez aparecían más voces.

«No puedo creer éstos precios tan altos»

«Me encanta el helado de cereza»

«No quiero ir allá»

«Debo pedirle terminar, ¿pero cómo podré hacerlo sin lastimarlo?»

«Nunca tengo el valor de decirle lo que pienso»

Esos fueron algunos de los muchos pensamientos que Emily no pudo bloquear. Comenzando a llorar por las miles de voces presionándola como un grito, por impulso salió corriendo sin dirección esquivando y tropezando con las personas en su camino. "Basta, basta... ya basta."


Mientras tanto, Charles y Erik miraban alrededor buscando a Emily por todos lados.

"No la veo por ningún lado." dijo Charles frenéticamente. "No pudo haber ido muy lejos."

Erik que había estado mirando en el lado contrario, por fin vió a la niña en la distancia. "Allí... allí está."

Siguiendo la dirección que señalaba, el corazón de Charles se detuvo por el miedo cuando visualizó a la niña caminando directamente hacia el medio de la calle. "¡Emily!" enseguida corrió buscando de alcanzarla. "¡Emily!"

A mitad de camino, él y muchas de las personas adyacentes fueron empujados violentamentes en todas direcciones por una onda telequinetica que se desprendió de Emily quien atormentada por todas las voces se había dejado caer con un grito de rodillas en el pavimento de la calle. Inconsciente de que muchas cosas, aparte de la multitud de personas habían sido afectadas por el desprendimiento de su poder. Ventanas fueron rotas, mesas fueron volcadas, bebidas, papeles, todo lo que se cruzó en su camino fue lanzado violentamente lejos de su persona.

Ante el aturdimiento Charles se incorporo lentamente del suelo con su mirada puesta en su hija llorando en el medio de la calle. Mientras se colocaba de pie pudo sentir el descontrol total de su telepatía. Algo que para un telepata inexperto sería peor que un tormento. Con un suspiro llevó sutilmente una de sus manos hacia su sien para poder comunicarse con ella. «Emily»

«Emily»

Esa voz externa resaltó entre las muchas otras que Emily tenía en su mente llamando su atención enseguida.

«Emily cariño, soy yo... Soy papá... Todo está bien»

«No, no lo está» respondió Emily en su mente, mientras aferraba fuertemente su cabeza con las manos. «Necesito que paren de hablar»

«Lo sé, pero si no me dejas entrar por completo en tu mente no podré ayudarte cielo» vino la respuesta de Charles que extendiendo una de sus manos la apoyó en uno de los hombros de la niña encorvada en el suelo antes de agacharse a su altura sin importarle la atención que estaba recibiendo de los demás.

«No sé... no sé cómo hacerlo» Emily negó cerrando aún más sus ojos.

«Solo mantente concentrada en mi voz y relaja tu mente» instruyó Charles. «Solo así podré ayudarte a apagar las voces»

Asintiendo casi imperceptible, Emily hizo lo que le dijo concentrándose únicamente en el sonido de su voz, que rápidamente se transformó en su punto de apoyo para ignorar el resto de las voces en su cabeza.

«Eso es todo pequeña... eso es todo» dijo Charles al momento de sentir libertad para moverse dentro de su mente y comenzar a bloquear las voces en su cabeza. «Bien hecho Emily, lo hiciste bien»

Sin abrir los ojos, Emily giró en su entorno para aferrarse a la seguridad de los brazos de su padre mientras sentía con gran alivio que todas las voces dentro de su cabeza, una a una iban apagándose.

"Tranquila nena, todo está bien." susurró Charles en voz baja, apoyando su cabeza sobre la de la niña mientras la abrazaba fuertemente a él. "Todo estará bien." levantando su mirada se encontró con la de Erik quien al igual que los de la multitud reuniéndose frente a ellos y alrededor los miraban con preguntas en sus ojos.


Más tarde al regresar a la casa, luego de dejar a Emily durmiendo, Charles pidió reunirse con Irene y su esposo a solas en la sala para ponerlos al tanto de lo que había sucedido en el paseo horas atrás.

"¿Qué fue lo que sucedió?" preguntó Irene seriamente sentada al lado de su esposo. "Cuando se fueron Emily estaba contenta, feliz."

Con la mirada baja, Charles negó con la cabeza. "Todo sucedió demasiado rápido... En un momento estaba bien y en el otro simplemente explotó." susurró por lo bajo. "Su mente aún no está lista para enfrentarse a muchas cosas... Necesita ser tratada con cuidado."

"Eso es lo que hemos estado tratando de hacer de un tiempo para acá, incluso antes de que todo el accidente de su mejor amiga sucediera." replicó Irene. "La hemos llevado a psicólogos, psiquiatras, curanderos, hipnotistas... Pero nada parece funcionar."

"Eso hasta que él llegó, Irene." intervino Richard mirando hacia Charles. "Inclusive pudo controlarla cuando ella lo necesitó."

"Nosotros también la hemos ayudado Richard." Irene dijo secamente.

"Sí, pero no como ella lo necesita." Richard contrarresto.

"Pues... yo no veo cómo ésto está ayudando." Irene negó colocándose de pie. "Hasta hace solo unas horas parecía la misma niña de antes, pero al regresar vuelve a ser hosca, asustada y retraída."

"Irene el proceso por el que necesita pasar Emily será un viaje largo y difícil." explicó Charles seriamente. "Una cosa será enseñarle a controlar sus talentos... pero se trata de una psique tan dañada, tan traumatizada que el acto de curarla no será tan fácil... Necesitará tiempo, años quizás-"

"¿Años?" Irene volteó a mirarlo con incertidumbre. "¿Por qué tienen que ser años? Eres telepata... ¿no puedes acelerar las cosas? Deshazte de todo eso: las cosas de la mente. Su recuerdo del accidente-"

"Así no es como funciona, Irene." Charles corrigió calmadamente. "Como dije, las habilidades de Emily no son una aflicción. Son un regalo. Yo podría bloquear sus habilidades telepáticas, pero con el tiempo éstas regresarán. Esa sería la última de la opciones que utilizaría para ella... Por ello creo que mejor será tratarla con cuidado. Ella podrá controlar sus poderes con el tiempo, pero no hasta que esté lista, no hasta que haya aprendido a afrontar todo lo demás." con eso bajó la mirada sabiendo que lo que vendría a continuación no sería bien recibido por la mujer. "Y eso llevará tiempo... Tiempo que no podré tratarla en la distancia."

Sabiendo a lo que se refería, Irene negó enseguida. "No, no Charles... Ya hablamos sobre ésto y no está a discusión."

"Irene..."

"¡No!" Irene lo interrumpió molesta.

"Irene ésto es por el bien de Emily." poniéndose de pie Charles la miró determinado. "Ya no se trata de nosotros, de pelear con quién debería quedarse... Es por ella, por su salud mental."

"Pero-" Irene continuó negándose, pero enseguida fue detenida por su marido.

"Irene por favor." dijo Richard poniéndose de pie también. "Es su padre y tiene todo el derecho sobre la niña."

"Pero... pero es tan pequeña." replicó Irene con preocupación. "Necesita de mí-"

"Y también necesita de su padre." Richard la agarró de las manos. "Él podrá ayudarla de formas que nosotros no podremos... Y si tu hermana así lo quería desde el principio, deberíamos respetar la promesa que le hiciste hace años, ¿no crees?"

Centrandose en la mujer, Charles sostuvo su mirada. "No te preocupes por Emily, Irene. Ella estará bien." aseguró. "Y cuando quieras podrás visitarla o yo mismo la traeré aquí." con un suspiro desvió brevemente su mirada. "Se perfectamente cuánto le afectaría el separarse de ti por completo cuando siempre ha estado a tu lado."

Cerrando sus ojos con resignación, Irene no tuvo más remedio que asentir en aceptación. "Gracias, Charles." susurró con sinceridad. "Emily siempre ha sido como una hija para mí y también me dolería mucho el tener que separarme por completo de ella... Gracias."


Desde que había regresado del paseo de esa tarde, Emily había caído en un sueño con pesadillas incluidas. Las mismas que siempre tenía desde que Annie había muerto. De hecho no había dejado de tenerlas, pero con la llegada de su padre y la seguridad que había sentido con su presencia pensó que podría hacerle frente a las pesadillas, que podría entender y sobrellevar sus poderes.

Pero se había equivocado. Si antes le había tenido miedo a sus poderes, ahora le aterraba la sola idea de usarlos, en especial el de telepatía... Internamente se encogió cuando la puerta de su habitación fue abierta lentamente.

"¿Emily?" llamó Charles desde la puerta, notando a la niña parada junto a la ventana, con la mirada triste e introvertida. Cuando ella no respondió giró hacia la expresión ansiosa de Irene que se encontraba junto a su esposo detrás de él. "Permítanme hablar a solas primero con ella, por favor Irene."

Aunque renuente, Irene aceptó retirarse no sin antes lanzar una mirada preocupada en dirección de la niña.

Esperando a que se marcharan Charles cerró la puerta de la pequeña habitación y giró nuevamente hacia su hija, quien no se había movido ni un poco. "¿Emily?" volvió a llamarla, pero de nuevo recibió solo silencio de su parte. Preocupado por su falta de reacción decidió proyectarse dentro de su mente.

Efectivamente, al momento en que entró en la mente de Emily encontró el motivo de su falta de reacción. Ella estaba reviviendo el accidente automovilístico que había matado a su amiga Annie Richardson ante sus ojos.

«¡Annie, no te vayas!» gritó Emily mentalmente de la nada mientras lloraba agachada al lado del cuerpo de la niña muerta.

«Emily, ¿qué pasa?» preguntó Charles telepáticamente.

Negando Emily continuó con la mirada llorosa puesta en el cuerpo de la niña en el suelo. «Ésto lo revivo todas las noches, siempre es lo mismo» susurró entre sollozos. «Puedo sentirla... puedo sentirla morir por dentro. Puedo sentirme morir por dentro» desesperada colocó una mano en su pecho. «¡Estoy muriendo!»

«No, Emily» negó Charles acercándose rápidamente para agacharse a su lado, a pesar de que ella se movió para darle la espalda. "Emily, escúchame bien hija." pidió esa vez con voz audible. "Es Annie la que ha muerto. Tu estado emocional lo que hizo fue desencadenar tus talentos mutantes y por eso experimentaste la muerte de tu amiga a través de la telepatía." extendiendo sus manos la obligó a mirarlo a los ojos. "Pero tú, estás viva... Estás viva y no tienes por qué estar aquí." dándole un beso en el cabello se incorporo antes de tenderle la mano. "Ven conmigo."

Mirando de su amiga muerta a la mano de su padre, Emily lentamente extendió su mano para aceptar la suya.

Y tan pronto lo hizo, para su asombro el triste paisaje mental dio paso al de una hermosa pradera llena de todo tipo de flores. Sonriendo se soltó de su agarre para mirar más de cerca. "¿Dónde estamos?" preguntó recorriendo con sus dedos las flores.

"Dónde hemos estado todo el tiempo..." explicó Charles, mirándola reír cuando una de las flores al moverse con el viento rozó su mentón. "En tu mente."

Girando para mirarlo, Emily frunció el ceño antes de regresar su atención a la pradera notando que efectivamente conocía bien ese lugar. "Es cierto." susurró con asombro en una sonrisa. "Solía tener sueños sobre este lugar."

"Y todavía puedes hacerlo." aseguró Charles. "No necesitas pasar el resto de tu vida revisando interminablemente miserias del pasado. Simplemente necesitas tomar el camino correcto." saliendo de la mente de la niña, se dirigió a ella telepáticamente. «Yo sé, Emily. Sé lo que es ser diferente, sentirse diferente por dentro. Conozco demasiado bien la desesperada necesidad de controlar aquello que nos hace diferentes... Por eso puedo ayudarte»

Por primera vez, Emily reaccionó volviendo ligeramente la cabeza hacia él.

"Puedo entrenarte para controlar tu telepatía y también tu telequinesis." dijo Charles esa vez en voz audible, al ver cierta chispa de esperanza en sus ojos. "Puedo ayudarte a enfrentar tus miedos. A mostrarte el camino."

Mirándolo por unos segundos en silencio, Emily se encontró sonriendo un poco. «Eso me gustaría» respondió telepáticamente.

Correspondiendo a su sonrisa, Charles se acercó para agacharse frente a ella y mirarla seriamente a los ojos. "Hay otra cosa de la que tenemos que hablar... Debido a otras ocupaciones me será bastante difícil el venir todos los días a verte, por lo que tanto tus tíos como yo pensamos que seria buena idea que vinieses conmigo." el silencio que recibió de ella lo hizo corregirse enseguida. "Pero eso es solo si tú quieres que sea así... Si no sé qué encontraremos la manera."

En silencio, Emily pensó en sus tíos. Desde aquel día en el consultorio del médico con su tía, supo que era diferente. Sabía que era capaz de muchas cosas. Había leído las mentes de sus tíos. Había escuchado sus voces incluso cuando no querían ser escuchados. Sabía lo que realmente pensaban de ella. Y además, no podía negar que quería conocer mejor a su padre después de años preguntándose donde estaría, si seguía con vida, si se acordaba de ella. Ahora que por fin lo tenía tan cerca no iba a perderlo, no otra vez. "Iré contigo."


Temprano a la mañana siguiente, Charles se encontró en compañía de Erik observando a Emily de lejos mientras ella se despedía de sus tíos.

"Charles, ¿estás totalmente seguro que es tu hija?" Erik preguntó aunque las pruebas físicas eran irrefutables.

"Estoy más que seguro ahora." Charles susurró repasando el recuerdo que Irene le había permitido ver de Gabrielle días atrás. "Se parece mucho a su madre."

"¿Cómo se llamaba?" Erik preguntó intrigado.

"Gabrielle, Gabrielle Haller." dijo Charles sin dejar de mirar a su hija. "Mi primer amor de la adolescencia."

"¿Quién diría que ése primer amor te dejaría un recordatorio de por vida?" Erik preguntó mirando a la niña.

"Mi pregunta es porque no me dijo ella misma que teníamos una hija." dijo Charles sintiendo cierta molestia por eso. No sabía las razones de porque Gabrielle le había ocultado a su propia hija aún sabiendo que moriría.

"Tal vez algún día lo sepas." dijo Erik antes de palmear la espalda de su amigo. "Por ahora te toca estrenar la etapa de ser padre."

"Si, lo sé." Charles asintió con rigidez.


Horas después, Emily se quedó dormida en el asiento trasero, después de su larga conversación con Erik, quien estaba más que intrigado por los poderes de la niña.

"Ella es muy fuerte Charles." dijo Erik después de un tiempo en silencio. "Puede sentirse."

Charles asintió. "Es fuerte, pero necesita ayuda."

"¿Qué quieres decir?" Erik lo miró curioso.

"Ella no tiene control sobre sus habilidades telepáticas. Lo vi en su mente. Descubrió su capacidad telepática el día del accidente cuando murió su amiga. Se conectó con su amiga moribunda y casi perdió la vida por eso." dijo Charles en tono pensativo y preocupado. "Necesita aprender a controlar esa habilidad. Debo enseñarle a hacerle frente."

Erik rio entre dientes. "Por supuesto que que lo harás, papá."

Cuando llegaron al motel donde habían decidido hospedarse Charles llevó suavemente a su hija a una de las habitaciones. Al llegar la colocó suavemente sobre la cama y allí se inclinó peinándole el cabello suavemente. "Prometo que ayudaré a controlarte Emily, lo prometo."