Al día siguiente Charles le explicaba a Hayley que por el momento estarían viviendo en el departamento de la CIA, mientras empacaba sus cosas en una maleta.
"¿Cuánto tiempo estaremos allá?" pregunto Hayley quien se encontraba sentada en la punta de la cama de la habitación mientras veía como su padre acabada de acomodar unas cosas.
"No será mucho." respondió Charles sin mirarla. "Pero como ya te dije, necesito que te comportes y te mantengas-"
"Lo más calladita que pueda." interrumpió Hayley.
Charles la miró con una sonrisa, antes de acercarse para dejar un beso en su frente. "Exactamente."
* * * *
En la base de investigación de la CIA, Charles decidió reunirse con Raven y contarle todo sobre su hija.
"¡Tienes una hija!" Raven gritó sorprendida tapándose la boca. "¿Cómo se llama? ¿Tiene algún poder?"
"Se llama Hayley. Acaba de cumplir cinco años." dijo Charles sonriendo un poco por la actitud de Raven. "Y también tiene mi mutación. Aunque no está muy segura de cómo usarla todavía."
"Eso está bien... quiero verla." pidió Raven sin poder evitar reprimir una sonrisa para su hermano mayor.
"Ven conmigo." Charles le dijo guiándola hacia la sala de estar donde claramente estaba su hija hablando con Hank a quien había conocido primeramente. "Hayley."
Cuando ella volteó, Raven pudo ver cierto parecido de la pequeña con Charles. No pudo evitar sonreír cuando la vió acercándose a ellos.
"Hayley, ella es Raven. Tu tía." Charles presentó a la rubia.
Hayley enseguida se fijó en la rubia frente a ella. "Te ves joven igual a él."
Raven sonrió más grande de lo que se consideraba normal. "Así es, aunque soy menor."
"¿También eres una mutante?" Hayley preguntó curiosa.
"Si, lo soy." Raven aceptó, sintiendo cada vez como le caía bien la pequeña frente a ella.
"Eso es genial." Hayley sonrió mirando entre Charles, Raven y Hank. "Jamás había estado rodeada de más mutantes como yo."
"Bueno pequeña, creo que te toca conocer algunos de mis inventos." dijo Hank levantándose del mueble extendiendole su mano a la niña. "¿Quieres venir?"
"Si quiero." Hayley no dudó en agarrar la mano extendida de Hank que la guió enseguida donde estaban sus inventos.
Siguiendola por un momento con la mirada, Raven se volteó hacia Charles. "Ella es hermosa."
"Lo es." dijo Charles con tono distante.
"¿Qué pasa?" Raven le preguntó confusa y preocupada.
"No se Raven." Charles soltó un suspiro agotado. "Es solo, todo ésto de ser padre, es nuevo para mí y tengo-"
"Tienes miedo." Raven terminó la oración por él.
Charles se encogió de hombros con incomodidad. "Más de lo que piensas. No sé cómo ser padre."
"Charles." Raven sonrió negando con la cabeza. "Nadie nace aprendido sobre cómo ser padre. Eso se aprende con los años."
Negando Charles miró hacia el pasillo donde su hija se había marchado junto a Hank. "Desde que la conocí no he dejado de pensar que... Hayley crecerá sin una madre."
"Si, pero te tiene a ti ahora." dijo Raven con una pequeña sonrisa suave.
"¿Pero qué sucede si hago algo mal?" preguntó Charles con preocupación. "Y si yo-"
"No harás nada malo." Raven lo cortó enseguida. "Además no estás solo en ésto. Yo estoy contigo. Siempre."
Ante eso Charles soltó el aire que había estado reteniendo con alivio por sus palabras. "Gracias Raven. No sé qué haría sin ti."
"Seguro nada." Raven respondió riendo después por la expresión molesta en él. "Vamos, tenemos gente que ver."
Cuando entraron al taller de instalaciones, Moira los recibió con una sonrisa.
"Bueno, bienvenidos a mis oficinas. Como le explicaba a su compañero..." dijo haciendo una seña hacia Erik quien hizo una mueca en su dirección. "... saben que mi misión es investigar la aplicación de poderes paranormales en la defensa militar-"
"U ofensiva." añadió Erik ganándose una mirada de reojo de Charles.
"Ese tal Shaw Smith." Moira volvió a hablar fijándose solamente en Charles. "O como se llame trabaja para los rusos, por lo que requerimos apoyo para detenerlo."
"Maravilloso." respondió rápidamente Charles. "¿Acaso seremos la nueva división de mutantes de la CIA?"
"Algo similar, si." respondió Moira, antes que su atención se desviara hacia una risa al fondo de la habitación donde al volverse vió a Hank con una pequeña niña en brazos ambos apreciando una gran maqueta de avión. La niña miraba fascinada sin poder despegar los ojos de éste.
"Es tan grande." Hayley exclamó con una gran sonrisa.
"Es supersónico." asintió Hank complacido por haberla impresionado. "El avión más avanzado del mundo."
"¿Y puede volar?" preguntó Hayley ahora buscando su mirada por confirmación.
"Puede." Hank asintió. "Me encantaría que lo vieras volar, es increíble."
"¿Es tu hija?" preguntó Moira regresando su atención hacia el telepata.
"Si." respondió Charles con una leve sonrisa al escuchar de nuevo la risa de la niña cuando Hank simuló viajar dentro del avión.
"¿Qué edad tiene?" preguntó Moira con curiosidad.
"Cinco." respondió Charles.
Asintiendo, Moira miró hacia la niña. "Y ella también-"
A pesar de no haber terminado la oración, Charles supo exactamente a qué se estaba refiriendo. "Si lo pregunta, la respuesta es si." dijo amablemente. "Ella también es una mutante, tiene mis mismas habilidades y también... está aprendiendo a mover objetos." su mirada cayó de nuevo en su hija. "Es la mutante más joven que he visto, hace un mes mostró indicios de telepatía, lo cual es asombroso ya que yo los mostré como a los 9 años de edad."
"Sorprendente." fue lo único que dijo Moira igual de asombrada que cuando vio las habilidades de Charles y Raven. "Parece ser una buena niña, cualquier niño ya hubiera... no lo sé hecho muchas travesuras... ya sabe por la edad." encogiéndose de hombros frunció el ceño hacia él. "¿Cómo se llama?"
"Hayley, Hayley... Xavier." respondió Charles con un sentimiento de orgullo naciente al heredarle su apellido.
En ése momento la voz de la niña los hizo volverse hacia ella nuevamente. "¿Cuál es tu mutación Hank?"
Ante eso Charles y los demás se acercaron. "Confía en nosotros Hank." pidió el telepata. "Hasta el momento no has querido mostrarnos tu habilidad. Vamos, enséñanos todo lo que tienes."
Mirando hacia Hayley quien sonrió, Hank decidió complacer la curiosidad de todos. Así comenzó a quitarse sus zapatos y una vez que quitó sus medias dejó al descubierto sus «pies» o más bien parecía que sus pies eran manos pero con aspecto de mono, a ése punto Hayley lo miraba con gran admiración.
"Eh, lo siento." dijo Hank refiriéndose que se hicieran un lado. Cuando todos se apartaron dio un salto quedando sostenido de cabeza por sus pies sobre la maqueta de su avión. "Ta ra." exclamó algo divertido por la expresión asombrada de todos.
"Genial." murmuró Hayley sin poder quitar su gran sonrisa al ver esa mutación. De hecho cualquier tipo de mutación era algo nuevo e impresionante para ella. Ahora estaba rodeada por personas como ella, que podían entenderla.
Pasada la gran demostración, todos pasaron a una charla aburrida sobre las mutaciones y cuando ella menos se dio cuenta todos estaban dispersados por vaya saber donde, Erik había desaparecido, su padre igual, Raven y Hank se habían ido juntos a hacer quien sabe que dejandola a ella al cuidado de Moira. Ambas se encontraban sentadas en una mesa, con la mujer revisando unos papeles en silencio.
"Le agradas bastante a mi papá." dijo de repente haciendo que Moira levantara su mirada.
"¿Ah sí?" respondió Moira dejando los papeles para mirarla. "Acaso tú-"
"No." negó Hayley cuando la vió hacer gestos hacia su mente. "No necesito entrar a la mente de mi papá para saber que le agradas, se nota en su rostro."
Moira soltó una sonrisa ante el gran comentario de la niña. "Pareces una niña muy lista Hayley." con curiosidad quiso saber más de ella. "¿Vas a la escuela? ¿Tienes amigos?"
"Iba a la escuela, pero desde que mis poderes despertaron mis tíos decidieron educarme en casa." Hayley se encogió de hombros. "Tampoco tengo amigos, desde... lo sucedido con mi amiga en la escuela." susurró aquello último con dolor. Sin embargo después de un tiempo sonrió hacia la agente. "Pero eso no importa ya. Gracias a eso conocí a mi papá."
"Hay muchas cosas que no entiendo." Moira dijo. "Pero, ¿quizás en otro momento quieras compartir tu historia conmigo?"
"Solo si haces lo mismo conmigo." Hayley la miró seriamente.
Ante eso Moira sonrió. "Es un trato."
Justo en ése momento apareció Charles sonriendo cuando las encontró riendo. "Hey." llamó la atención de ambas. "Veo que se llevan muy bien."
"Pues si, Hayley es una niña encantadora." dijo Moira a lo que Charles miró a su hija con una sonrisa.
"Me alegra que se lleven bien, pero esta pequeña de aquí tiene que comer algo." dijo extendiendo su mano para que su hija la tomara. Cuando ella lo hizo la ayudó a bajar de la silla. "Gracias por cuidarla Moira."
"No te preocupes." respondió Moira con una sonrisa.
"Adiós Moira." dijo Hayley mientras se alejaba con su padre.
Más tarde tanto Charles como Hayley se sentaron en una pequeña mesa que habían colocado en la habitación de él donde comieron la comida que les habían dejando ahí mismo para ambos. Lo más incómodo para los dos fue que ninguno tenía nada de qué hablar debido a que prácticamente no conocían nada del otro.
"¿Dónde está la tía Raven?" preguntó Hayley después de un tiempo decidida a romper el aburrido silencio.
Charles alzó la mirada y luego la devolvió a su comida. "Supongo que está con Hank." respondió un poco seco.
Hayley claramente había notado que estaba muy pensativo, seguramente pensando en aquel tal Shaw a quien había encontrado en sus pensamientos tan pronto entraron a aquella habitación. Con una mueca apoyó su brazo en la mesa y sostuvo sobre éste su cabeza.
El suspiro molesto que soltó hizo que Charles nuevamente volviera a mirarla con curiosidad. "Oye, ¿qué sucede?"
Como respuesta Hayley se encogió de hombros. "Solo estoy cansada, creo que iré a dormir."
Antes que de que Charles pudiera decir algo, la niña salió de la habitación hacia la suya donde tomando su pijama que se encontraba sobre la cama se encerró en el baño para cambiarse.
Sinceramente prefería no molestar a su padre, ya había sentido su preocupación y estrés por todo aquello de Shaw por lo que no quería añadirse a ese tornado mental que ya tenía. Apenas si se conocían como para hacerlo preocuparse por ella también.
Al terminar de cambiarse, salió del baño y dejó su ropa sobre su cama y solamente se acostó en esta cubriéndose por completo por las sabanas. Pasados unos minutos intentando dormir sintió como la puerta de su habitación era abierta y las luces eran apagadas. Entonces cuando sintió a su padre acercarse a su cama, cerró los ojos fingiendo estar dormida. Se sentía tan fuera de lugar al no poder hablar abiertamente con él. Tenía miedo de no acostumbrase a la idea de vivir ahora con él. Ante ese pensamiento lo sintió acomodar sus sábanas para luego darle un beso en su frente, luego de eso solo se durmió.
* * *
Pesadilla
*
Hayley se encontraba en un lugar extraño... No sabía como describirlo pero era feo. Todo era de un color rojo y también había destrucción por todos lados.
'¿Que es esto?' pensó confundida. '¿Dónde estoy?'
«Hayley»
Esa voz detrás de ella la hizo volverse rápidamente y encontrarse con, ¿ella misma?
No... era ella, era como verse al espejo pero aquella se veía con el cabello más oscuro que el suyo y sus ojos eran de un rojo intenso como el fuego.
"¿Q-Quien e-eres?" preguntó algo asustada.
"Yo soy, se podría decir que una parte de ti que nadie conoce... ni siquiera tú." respondió la niña oscura.
"No comprendo." Hayley tragó saliva aún asustada.
"He esperado tanto para que tus poderes se activaran." la niña oscura ladeó su cabeza. "Estos están creciendo Hayley, crecerán cada vez más y más... y yo lo haré también... por eso tienes que dejarme salir."
Cuando esta comenzó a acercarse lentamente, Hayley instantáneamente se alejó con su corazón latiendo a mil por hora. "¿Que es lo que quieres?"
"Solo te necesito a ti." respondió la niña formando una sonrisa aterradora en su rostro.
"No." Hayley negó más asustada que nunca. "No quiero."
"Vamos Hayley, no podrás evitarlo." continuó la niña acercándose cada vez más.
"¡No!" Hayley gritó aterrorizada. "¡Quiero a mi papá!"
"Libérame Hayley." dijo la niña con sus ojos brillando aún más.
"¡No!" Hayley negó alejándose lo más que pudo, buscando al mismo tiempo alguna señal de su padre.
"El no está aquí Hayley." dijo la niña con una sonrisa. "Pero yo si."
"¡No, no, no!" Hayley negó. "¡Quiero salir de aquí!"
"Mírame Hayley." ordenó la niña, logrando captar la mirada de su doble. Cuando lo logró sus ojos se volvieron más siniestros. "No podrás escapar de mí... de esto." con eso señaló al escenario detrás de ella. "Yo soy parte de ti y saldré." a medida que hablaba sus ojos se volvieron más intensos. "Me liberarás y tú... ¡desaparecerás!"
Enseguida que Hayley la sintió agarrar su muñeca sorpresivamente, no pudo evitar soltar un grito desesperado. "¡No!" con miedo se sacudió para soltarse. "¡Papá!"
*
Fin de la pesadilla
*
Charles quien se había quedado por un tiempo más en la habitación de su hija, rápidamente dirigió su mirada a donde provenían sus quejas dándose cuenta que eran de su hija. Sin pensarlo se levantó de la silla en la que había estado sentado leyendo.
"¿Hayley?" llamó acercándose a la cama.
Esta estaba dormida pero parecía tener una pesadilla, estaba agitada, se movía bruscamente en la cama y se quejaba como si peleara contra algo o alguien. Sentándose en la cama comenzó a preocuparse por lo que intentó despertarla tranquilamente.
"Hayley, despierta. Solo es un sueño." cuando ella continuó igual no lo pensó dos veces y decidió entrar a su mente y despertarla.
Tan pronto como lo hizo, lo único con lo que se topó fue con una gran destrucción por donde veía.
'Hayley, despierta... hija despierta.' a pesar de no tener respuesta de su parte, insistió. 'Vamos Hayley, despierta.' cuando de nuevo no recibió respuesta perdió la calma. '¡Hayley!'
Ante ese se podría decir «grito mental» la niña abrió los ojos sorpresivamente despertando. Enseguida soltó un suspiro de alivio.
"Oye, oye, tranquila, todo está bien." comenzó a decir al ver como apenas abrió los ojos la niña miró algo asustada en todas las direcciones posibles. "Solo fue una pesadilla." ante su mirada asustada colocó una de sus manos en su mejilla para intentar calmarla. "Estoy aquí, tranquila." corriendo uno de los mechones de cabello de su cara la miró seriamente. "¿Qué pasó?"
Al escuchar esa última pregunta las imágenes del sueño que acababa de tener inundaron la mente de Hayley, de como una versión se podría decir de ella misma casi la había atrapado para hacerle algo malo. Sin poder evitarlo sus ojos se humedecieron y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.
Antes de que Charles pudiera reaccionar la niña rodeó sus brazos alrededor de su cuello abrazándolo. Aunque sorprendido al principio correspondió a su gesto, comenzando a acariciar su cabello. "Tranquila cariño... estoy aquí." volvió a calmarla al escuchar su llanto en su hombro. "Solo fue un sueño."
"Ella me quería a mí." dijo Hayley entre sollozos aún cubriendo su rostro en el hombro de Charles. "Iba a hacerme daño, dijo que mientras yo creciera ella también lo haría y debía dejarla salir... y q-que cuando ella lo hiciera y-yo desaparecería."
La respuesta sorprendió a Charles, aunque solo continuó abrazando a su pequeña. Sin saberlo estaba generandole a la niña una sensación de calidez y protección que desde ése momento la ayudaría en los peores momentos.
"Hayley yo estoy aquí, nadie te hará daño."
Los sollozos de Hayley poco a poco fueron disminuyendo y estos se fueron separando. Charles miró la cara de su hija la cual tenía sus ojos algo rojos. Pasando su mano por una de sus mejillas sostuvo su rostro dándole una sonrisa cálida, pero ella solo bajó la mirada.
"Oye." Hayley habló ganándose por completo su atención. "¿Puedo dormir contigo?"
Charles mantuvo su sonrisa sin quitar su mano de la mejilla de la niña. "Por supuesto que sí." dijo inclinandose para levantarla en brazos antes de colocarse de pie e ir con ella hasta su habitación.
Allí la recostó en la cama y luego él se acostó junto a ella tapándose a ambos con las sabanas. Ambos quedaron recostados mirándose.
"¿Podrías usar aquel truco que le dijiste a la tía Raven para hacerme dormir?" preguntó Hayley después de unos segundos en silencio.
"Hayley." Charles negó con una mueca. Aunque era algo efectivo, ciertamente no le gustaba la idea de usarlo en ella.
"Por favor." pidió Hayley rápidamente. "Es para no tener más pesadillas."
Mirándola seriamente, Charles la miró y solo pasó uno de sus brazos alrededor de ella atrayéndola hacia él, dejando su cabeza reposar sobre su pecho. "No usaré eso contigo." dijo en un tono firme pero tranquilo mientras le acariciaba el cabello. "Solo vamos a dormir, ¿si?"
"Está bien." Hayley asintió con un suspiro tembloroso antes de cerrar sus ojos.
Charles esperó a que se durmiese sin quitarla en ningún momento de su pecho. Sinceramente le preocupaba lo que su hija había soñado, era normal que los niños tuviesen pesadillas, pero jamás de esa magnitud.
Cuando confirmó que estaba dormida, quiso entrar a su mente y ver que había soñado exactamente. Para su sorpresa no pudo encontrar nada... fue como si la mente de Hayley se lo ocultara o hubiese desaparecido de la nada.
Saliendo de la mente de su hija, suspiró. 'Mejor yo también me duermo' pensó antes de cerrar sus ojos, depositando un último beso sobre la cabeza de la niña.
"Hayley." la niña comenzó a escuchar. "Vamos, pequeña durmiente."
Hayley fue abriendo sus ojos poco a poco y la luz del día la golpeó. Cuando pudo abrirlos por completo pudo ver a su tía Raven.
"Hola." dijo aún algo dormida.
"Ya tienes que levantarte, ¡anda dormilona!" dijo Raven mientras le entregaba ropa a su sobrina. "Tu papá nos está esperando."
"¿Para qué?" preguntó Hayley cuando se sentó en la cama.
"Ya lo verás." dijo Raven con una sonrisa.
Frunciendo el ceño Hayley se levantó tomando la ropa de la cama antes de meterse en el baño. Cuando acabó, se peinó y se miró al espejo una última vez antes de salir y volver a encontrarse con su tía.
"¿Lista?" pregunto Raven.
Limitándose a asentir, Hayley tomó la mano de su tía y ambas comenzaron a ir a encontrase con Charles. En todo el camino permaneció en silencio con la cabeza gacha aún pensando en lo que había pasado la noche anterior. La persona que había visto ahí no era ella... no podía ser ella... ¿o si?
Mientras la niña continuaba perdida en sus pensamientos y preguntas de qué podría ser lo que soñó, Raven ya había notado su extraña actitud. "¿Está todo bien, Hayley?" preguntó mirándola de reojo. Cuando no recibió respuesta la miró por completo. "Hayley."
Esa vez Hayley reaccionó. "¿Eh?" alzó su mirada confundida.
"¿Todo en orden?" preguntó Raven nuevamente.
"Si, sólo que no dormí bien." respondió Hayley apartando su atención al frente. Se metió de nuevo en sus pensamientos hasta que una nueva voz la sacó de estos obligándola a alzar su mirada encontrándose con Erik. "Hola, Erik."
"Mini Xavier." respondió Erik, lo que le sacó una pequeña sonrisa a la niña.
"¿Donde está Charles?" preguntó Raven.
"Síganme, Hank tiene que mostrarnos algo." respondió Erik con una pequeña sonrisa.
Las chicas siguieron a Erik hasta que se encontraron con Charles y Hank al final del pasillo parados esperándolas. Hayley no dudó en correr hacia su padre quien la recibió con los brazos abiertos.
"¿Estás bien?" Charles le preguntó por lo bajo. Tenía que admitir que le había alegrado bastante el verla correr con emoción en su dirección claramente feliz de verlo.
"Si, ya un poco mejor." respondió Hayley encogiéndose de hombros.
"Bien." dijo Charles con una sonrisa.
Antes de que Hayley se diera cuenta, Charles la alzó en sus brazos sacándole una sonrisa divertida. Comenzaba a gustarle que su padre la cargara.
Cuando todos estuvieron listos, Hank los sacó de las instalaciones llevándolos a lo que se veía como una esfera gigante. Subieron por unas escaleras y cuando llegaron pudieron apreciar todo el lugar con máquinas gigantes donde en el centro había una especie de casco cubierto por cables.
Impresionado Charles bajó a su hija dejándola a su lado. Con lo ocurrido la noche anterior no quería separarse de ella. Todos avanzaron alrededor de aquel artefacto apreciándolo, Hayley solo lo miraba extrañada.
"Lo llamo Cerebro." habló Hank dirigiéndose a Charles. "Es que tiene forma de cerebro." ganandose una sonrisa del telepata, continuó. "Los electrodos conectarán a Charles con el transmisor del techo. Cuando detecta un mutante su cerebro envía una señal directa y las coordenadas de su ubicación se imprimen aquí." con eso señaló la máquina junto a Cerebro.
Acercándose Charles rápidamente se puso bajo Cerebro para luego tomarlo con cuidado y colocarlo en su cabeza.
Con eso en la cabeza se veía extraño y algo gracioso para Hayley quien trató de aguantar su risa al verlo.
"Eres una buena rata de laboratorio Charles." comentó Erik sarcásticamente mientras caminaba alrededor de Charles con la máquina que tenía ahora en su cabeza.
"No lo eches a perder Erik." contestó Charles con una pequeña sonrisa.
"He sido una rata también." dijo Erik tambien con una pequeña sonrisa sarcástica. "Ya lo he sentido."
"Exacto, ya está." dijo por lo bajo Hank ya terminando de preparar la máquina. "No te puedo afeitar la cabeza."
"No toques mi cabello." respondió rápidamente Charles a lo que Raven y Hayley rieron.
"Es lo más preciado que tiene." bromeó Raven hacia su sobrina provocando otra risa en ella.
Hank finalmente se alejó para encender la máquina. Esta comenzó a prenderse, las luces por un momento se fueron apagando dejando que las luces de Cerebro resaltaran un poco.
Por un momento Charles se retorció pero luego cerebro se iluminó haciendo que abriera los ojos repentinamente soltando un quejido, obligandose al mismo tiempo a sostenerse de los barrotes que tenía a su alrededor. Ahora estaba viendo a cientos de personas o más bien, mutantes. Veía a cada uno de ellos.
Enseguida la máquina comenzó a imprimir las coordenadas para encontrarlos y ahí fue donde comenzó todo.
No pasó mucho tiempo hasta que tuvieron una lista lo suficientemente larga y Charles tuvo que descansar. El uso extensivo desde el principio no sería la elección más sabia. Además, ya tenían varios nombres para investigar y elegir. El único problema era que muchos de ellos eran demasiado jóvenes, algunos demasiado viejos y otros ni siquiera estaban en el país. Encontrar a los mutantes fue la parte fácil, la elección real de a quién visitar y reclutar no. También tenían que tener en cuenta a los que estarían dispuestos y que realmente escucharían.
Se sentaron en una de las oficinas de la CIA, revisando los registros que Cerebro había anotado. Poco a poco, la lista se fue reduciendo.
"Creo que deberíamos controlar estos pocos mutantes." sugirió Charles, marcando los últimos que estaban en la lista. "Al menos, deberíamos comenzar con ellos."
"No están muy lejos de aquí." Erik asintió. "No debería tomar mucho tiempo."
"Entonces, ¿cuándo nos vamos?" Raven preguntó.
"Ah... discúlpame, Raven. Pero tú y Hayley se quedaran aquí mientras Erik y yo vamos a reclutar." Charles dijo enseguida.
"¿Qué?" Raven preguntó con incredulidad.
"No me malinterpretes." Charles dijo enseguida. "Es solo el hecho de que si tres mutantes se acercaran sería un poco sospechoso y tal vez abrumador para ellos. Erik y yo iremos, además necesito que vigiles a Hayley por mí."
Raven frunció el ceño, pero aceptó su decisión. "Bien, llevaré a Hayley a buscar ropa nueva-"
"Desafortunadamente ustedes dos tendrán que permanecer dentro del edificio y dentro de la propiedad." Charles interrumpió.
"¿Qué?" Raven preguntó molesta esta vez.
"No están necesariamente cómodos con la idea de una joven y una niña mutante caminando sin supervisión." Charles dijo encogiéndose de hombros.
"Soy solo unos años más joven que tú." respondió Raven. "¿Qué, ustedes dos pueden caminar sin supervisión pero yo no puedo? ¿Y Hank? Él puede caminar sin supervisión." se volvió hacia Erik en busca de algún tipo de ayuda.
El hombre meramente negó con la cabeza. "No es justo, lo sabemos, pero tenemos que encontrar estos otros mutantes antes de que Shaw lo haga y antes de que su plan pueda llegar más lejos. Cuanta más ayuda tengamos, mejor, especialmente después de que no podamos detenerlo en su yate."
"Así que ahora somos prisioneras, genial." Raven dijo dejándose caer en el sofá cruzándose de brazos.
"No eres una prisionera-"
"Estar encerrada en una instalación, teniendo poca o ninguna libertad. Apuesto a que ni siquiera puedo tomar una mierda sin tener que pedirle a alguien o tener a alguien que me observe. Esto es una mierda." Raven siguió replicando.
"Raven..." Charles la llamó en tono seco.
Raven conocía esa expresión en su rostro. Ella prácticamente lo había memorizado a estas alturas. Era el que siempre tuvo cuando la reprendió por su colorida elección de palabras.
Charles la observó unos segundos más antes de volverse hacia Erik para continuar su conversación anterior y hacer planes para su viaje. Debían partir por la mañana, encontrar al mutante por la tarde y traerlos de regreso esa noche si el tiempo lo permitía. Erik asintió y fue a empacar.
Charles se frotó las sienes, antes de voltear hacia Raven que se había quedado por el resto de la conversación. "Comprende por qué las dos necesitan quedarse, ¿por favor?"
Raven se quedó en silencio. "Simplemente no estoy acostumbrada a que nos separemos."
"No nos iremos por mucho tiempo." Charles dijo. "Además, ambas tendrán más amigos una vez que reunamos a todos."
"Cierto, será mucho más animado." Raven no pudo evitar sonreír. "Hayley tendrá amigos con los que distraerse."
