Centro comercial Westchester
Raven no tuvo que esperar mucho para que Charles y los demás aparecieran en el edificio después de su llamada de emergencia.
Charles comenzó a buscarla con desesperación hasta que la vió. "¡Raven!"
Todos corrieron hacia ella que estaba sentada al lado del auto aferrándose a sus rodillas con fuerza. Enseguida que vió la preocupación de su hermano reflejada en su rostro, comenzó a llorar de nuevo... ¿Qué se suponía que le diría?
"¡Raven! ¿estás herida?" Charles fue el primero que se inclinó a su lado, notando rápidamente que su hija no estaba por ningún lado. "¿Dónde está Emily?"
"Charles yo-" Raven intentó hablar pero el llanto le ganó.
"Raven, dime dónde está Emily." Charles insistió comenzando a preocuparse.
"Dale solo un momento." dijo Hank, pero el telepata ahora perdiendo la paciencia lo ignoró centrandose en Raven solamente.
"¡¿Dónde está Emily, Raven?!" Charles preguntó con fuerza.
Raven levantó la mirada con los ojos húmedos y la cara roja. "Perdóname Charles."
Charles frunció el ceño, sintiendo que su corazón se saltaba un latido. ¿De qué se estaba disculpando? "Raven, dime dónde está Emily." pidió de nuevo con voz temblorosa.
"Yo-" comenzó Raven, pero empezó a llorar de nuevo. Sabía que él la odiaría por haber perdido a la niña.
"Raven, ¿qué pasó?" exigió Erik, sabiendo que algo andaba mal.
Ante la falta de respuesta en Raven, Charles sin perder tiempo rápidamente usó sus poderes en ella para entrar en su mente. Allí vió exactamente lo que había sucedido. Una multitud de imágenes se abalanzaron sobre él, pero no supo qué estaba mirando hasta que captó una imagen borrosa de dos hombres, uno de ellos era de piel roja y el otro llevaba algo en sus brazos. Con el corazón acelerado centró su atención en lo que había en los brazos del hombre. Su sangre se congeló al darse cuenta que era una Emily desmayada... Sacudiendo las imágenes de su cabeza se puso de pie enseguida, sintiendo un dolor agudo instantáneo en el pecho, provocando que los demás giraran para mirarlo. "Raven... no." rogó con el dolor agudo aumentando cada vez más en su pecho. "No, Emily."
"Lo siento." dijo Raven entre lágrimas.
"¿Qué sucede con Emily?" Hank espetó esa vez.
"Se la llevaron." dijo Raven con lágrimas cayendo por sus mejillas mientras aún miraba a Charles que les había dado la espalda. "Los seguidores de Shaw se la llevaron."
"¿Para que se la llevarían?" Hank preguntó confundido. "Es sólo una niña."
"Si, una niña que puede manipular y transformar a su conveniencia si así lo desea." intervino Erik en voz baja antes de mirar a Charles que aún les daba la espalda.
"¿Que haremos ahora?" Hank preguntó de nuevo.
Charles que había estado intentando buscar la mente de su hija, con resultados negativos, se volvió hacia ellos con expresión neutra. "Regresaremos a la mansión y buscaremos a Emily con Cerebro."
Sebastian se sentó en el sofá, su mano descansando sobre el respaldo mientras Ángel estaba a una distancia de él. Azazel no tardó mucho en aparecer rápidamente junto a Riptide quien acunaba a Emily Xavier en sus brazos mientras ella seguía dormida debido al sedante.
Sebastian se levantó, mirando a la niña con una sonrisa engreída en su rostro mientras lo hacía. Mirándola de cerca pudo ver mejor el parecido que tenía con el telepata. "Buen trabajo." asintió con orgullo por los dos mutantes antes de hacer un gesto hacia una de las habitaciones. "Llévenla con cuidado a su nueva habitación, la droga desaparecerá pronto y necesito enviarle un mensaje a su padre."
Angel que había estado en silencio, después que Azazel y Riptide se fueran, se volvió hacia Shaw. "¿Qué piensas hacer con la niña? ¿De qué te sirve?"
"Oh creeme querida me sirve de mucho." Shaw respondió sirviéndose un poco de whisky. "Mientras ella esté aquí, Charles Xavier es débil. Eso significa que no podrá intentar entrometerse en nuestros asuntos estando su pequeña hija de por medio."
"Espero que tu plan funcione." murmuró Ángel.
"Lo hará." Shaw afirmó convencido. "El telépata esta en mis manos ahora y por el bien de su hija, más le valdrá no entrometerse." terminándose el trago, le sonrió a la chica. "Bueno, debo enviarle el mensaje. El pobre debe estar muriéndose de la preocupación por su pequeña niña."
Westchester
Habían pasado cuatro horas desde el secuestro de Emily y Charles había intentado encontrar su mente con ayuda de Cerebro que ahora era parte de la mansión en un área subterránea del lugar, pero no había nada, sabía que estaba viva por las leves ondas que su cerebro mandaba de vez en cuando, revelándole que estaba dormida o sedada. También había intentado meterse en las mentes de los otros mutantes pero estaban bloqueadas. La verdad era que estaba completamente ciego y perdido sobre saber el paradero de su hija y eso lo estaba matando.
Con rabia y frustración desconectó a Cerebro y solo apoyó su cabeza entre sus manos con lágrimas recorriendo sus mejillas mientras miles de malos pensamientos llegaron a su mente. Cada segundo que pasaba era una tortura para él al no saber si Emily estaba bien, si la encontraría antes de que Shaw le hiciera algo.
Muchos recuerdos recientes invadieron su mente. Los pocos recuerdos que tenía de su hija y que le hicieron soltar fuertes sollozos.
Más tarde cuando entró en la sala arrastrando los pies, nadie se atrevió a comentar sobre su expresión demacrada. Los agudos ojos de Erik captaron la reveladora hinchazón de sus ojos que significaba que había estado llorando. Lo que era entendible ya que saber que su única hija había sido secuestrada, sin duda tenía motivos para estar emocionalmente desgastado. Se estremeció al pensar que algún día podría deshacerse de esa manera si permitía que algo o alguien se volviera tan importante para él.
Charles sacudió la cabeza, intentando centrarse. El torbellino de enojo y miedo que sentía eran fuertes y claros, pero tenía que concentrarse en encontrar a Emily. Si se derrumbaba ahora, no podría ayudarla, ni a ella ni a nadie. Levantando los ojos escaneó las caras de la habitación brevemente antes de hablar. "No pude encontrar señal alguna de Emily. Por lo que pude sentir de su mente, le dieron un tranquilizante. Estando dormida no podrá comunicarse conmigo-" su voz se desvaneció dejando sus palabras al aire cuando vió la expresión de Raven. Sabía que se culpaba por lo que había sucedido. "Nada de ésto es culpa tuya Raven." la chica levantó la mirada fijandola con la suya, cuando ella fue a replicar, el la interrumpió. "No fue tu culpa. No tenías manera de saber que ésto sucedería. Yo no te culpo de nada... Lo que ahora necesito es que me des tu apoyo."
Raven se limpió las lágrimas de sus ojos, asintiendo levemente antes de agarrar la mano de Charles. "Claro que tienes mi apoyo... Siempre."
"¿Qué haremos ahora?" Sean se atrevió a preguntar.
Charles se quedó en silencio antes de bajar la mirada. "No lo sé... Por primera vez en mi vida no sé que hacer."
A la mente de Erik, eso era un problema. No importaba cuál fuera el problema, Charles siempre tenía una idea de qué se podría hacer para solucionarlo. No importaba cuán imposible fuera, siempre había un plan. Pero claramente la concentración y sus pensamientos estaban bailando en cualquier lugar menos en saber que hacer para buscar a la niña. Su amigo tenía un miedo paralizante que estaba cayendo en ondas sobre él. "Tómate tu tiempo." dijo comprensivo.
Suspirando pesadamente Charles se sentó rápidamente en uno de los sillones. "Nosotros tenemos tiempo para pensar Erik pero, ¿cuánto tiempo tiene Emily?" preguntó mirándolo. "Antes de que Shaw le haga algo con su mutación." cuando su amigo solo bajó la mirada, continuó. "Intentaré seguir buscando alguna otra pista con Cerebro-"
"¡Charles!" Hank apareció en ése momento, respirando con dificultad después de haber corrido sin detenerse buscando al profesor. "¡Shaw acaba de enviar una transmisión!"
Todos se pusieron de pie rápidamente y siguieron al chico hacia su laboratorio, donde varias computadoras tenían una pantalla con Shaw en ella. Hank esperó que todos entraran para reproducir la grabación.
La imagen de Shaw sonrió grandemente. «Hola Charles. Antes de prolongarme, quiero asegurarte que nada de ésto es personal... sólo quiero asegurarme que ni tu ni tus mutantes se entrometan más en asuntos que no les concierne. Y la única solución que encontré para eso, fue alejarte de lo más preciado que tienes y que aparte es tu única debilidad. Tu hija» él sonrió cruzando sus manos. «Pero descuida, no le haré daño. A menos claro que tú me des razones para hacerlo o tal vez si ella se pone un poco difícil, ya sabes cómo son los niños» en el video, Shaw se inclinó hacia delante. «No te preocupes te la devolveré una vez que termine. Hasta entonces ten la seguridad que cuidaré bien de ella. Se cuidadoso en lo próximo que vayas a hacer»
La grabación terminó abruptamente, y enseguida todas las miradas se centraron en Charles que había bajado la suya al suelo, ocultando la ira y lo asustado que estaba. El hecho de que todavía no tenía ni idea de qué hacer sólo aumentaba su impotencia. Sintiendo el escozor de nuevo en sus ojos, decidió que tenía que tomar un poco de aire. "Intentaré buscar alguna pista con Cerebro." sin decir más salió de la habitación.
"¿Qué haremos ahora?" Raven preguntó aún mirando por donde Charles había salido. "Estamos contra la pared. Si hacemos cualquier cosa contra Shaw, lastimará a Emily-"
"Por ahora no haremos nada." Erik interrumpió. "No hasta que Charles se concentre lo suficiente para poder formular un plan que no se nos permita fallar. Lo cierto es que no podemos quedarnos sin hacer nada cuando una inocente está de por medio."
Emily despertó abriendo los ojos, lentamente aturdida. Gimiendo se frotó los ojos. Su visión era borrosa, y todo se sentía... más lento de lo habitual. Lo último que recordaba era una mano aferrándose a uno de sus brazos y un pinchazo en su cuello. Con cuidado se incorporó quejándose del dolor en la cabeza que la golpeó mientras se movía.
Cuando el dolor pasó, comenzó a reconocer su entorno. Estaba en una habitación, que no era la suya. La cama donde estaba sentada estaba llena de peluches, también había un televisor en la esquina, una pequeña mesa contra otra pared cubierta de papel en blanco y lápices de colores... Pero aparte de eso no veía nada familiar. Su labio inferior comenzó a temblar y su visión se volvió borrosa. Estaba empezando a asustarse y mucho, quería a su padre o a su tía Raven. No quería estar ahí.
Abrió la boca dejando escapar un fuerte gemido, mientras intentaba utilizar su telepatía, pero se sentía mareada y aturdida. Era como si sus poderes estuvieran debilitados por aquellas paredes de la habitación que debían tener algo que le impedía comunicarse con su padre.
El sonido de la puerta abriéndose hizo que se levantara de la cama rápidamente y se acurrucara en la pared más alejada.
"Hola Emily, por fin despertaste." Shaw saludó a la niña, que estaba acurrucada en el rincon más alejado de la habitación llorando en silencio sin descanso. Él cerró la puerta detrás de sí antes de acercarse lentamente a ella, quien al ver su cercanía apretó el agarre en sus rodillas.
"Quiero irme a mi casa." dijo Emily en voz baja.
"Entiendo eso, Emily... Y volverás a casa pero no ahora." Shaw respondió extendiendo su mano hacia ella, pero la niña se encogió lejos de él.
"Quiero ver a mi papá." Emily pidió.
Shaw inclinó la cabeza hacia un lado, pensativo. "Y como te dije lo verás, pero a su tiempo." aseguró antes de sonreír un poco. "Por ahora estarás conmigo un tiempo, hasta que termine de hacer un pendiente... Y cuando lo haga volverás a tu casa."
Los ojos de Emily se humedecieron de nuevo, aferrándose más a sus rodillas. "Eres una mala persona." fue lo único que dijo con la voz entrecortada.
"No tengas miedo, no voy a hacerte daño." dijo Shaw ganándose que lo mirara fijamente.
"Le hiciste daño a Erik cuando era un niño." Emily susurró con ojos llorosos. "Él me dijo lo que le hiciste."
Shaw se quedó en silencio unos segundos antes de suspirar. "Como tú, Erik era demasiado joven para entender que los genes son la llave que abren la puerta a una nueva era. Un nuevo futuro para la humanidad. Evolución." encogiéndose de hombros la miró. "Yo sólo intentaba ayudarlo. Eso fue todo lo que hice. Quería ayudarlo."
"No te creo." dijo Emily en voz baja después de un corto silencio.
Shaw asintió antes de negar con la cabeza. "Está bien por ahora. Tal vez más adelante." él se puso de pie antes de tenderle su mano, con la palma hacia arriba. "Por ahora quiero que vengas conmigo y me muestres tus habilidades."
"No puedo hacerlo." Emily negó con la cabeza. "Desde que desperté no he podido utilizar mis poderes."
"Eso es porque te falta comer algo." respondió Shaw pensativamete. "Vamos, a buscar algo para que recuperes tu energía."
Emily se apartó de él con una mirada de desconfianza, pero tenía tantas ganas de comer algo. Cuando él no se movió hacia ella, se inclinó lentamente hacia adelante y agarró su mano poniéndose de pie.
Shaw enseguida la guió fuera de la habitación, en dirección de la cocina. Cuando llegaron allí soltó su mano, dejándola parada sóla mirando a su alrededor. "Por ahora lo que puedo darte es chocolate." dijo él sacando una barra de la estantería cercana, antes de tendersela. "Comelo, es bueno. Directamente de Rusia."
Temblorosamente Emily agarró el dulce mirándolo unos segundos, antes de abrirlo y darle la primera mordida. No sabía cómo ninguno que hubiera probado antes. Era realmente delicioso.
"Sabía que te gustaría." Shaw sonrió al ver su expresión antes de acercarse a ella de nuevo. "Y bueno Emily, mientras comes el chocolate, puedes decirme qué puedes hacer a parte de leer mentes como tu padre." pidió mirándola con seriedad. "Sé que las circunstancias en las que te traje no fueron las mejores pero tu papá debía aprender la lección para ya no meterse en mi camino. Pero no te preocupes, como dije antes, regresarás con él. Eso claro si me muestras lo que quiero. Si lo haces, más rápido será ésto y cuando menos te des cuenta estarás con tu papá otra vez."
Emily lo miró cuidadosamente dudando en decirle de sus poderes. Hasta el momento, él no le había hecho nada malo, pero no quería confiar en él. No cuando todo sobre él era... oscuro. ¡Ella no lo conocía! ¡No sabía dónde estaba! ¡No sabía nada! 'Papá está llegando.' se dijo a sí misma. Eso, ella lo sabía. Vendrían por ella para llevarla a casa y tal vez podría quedarse en su habitación esa noche para no tener que dormir sola. Todo lo que tenía que hacer era esperar y sobre todo no hacer enojar al hombre malo frente a ella.
"Anda Emily." dijo Shaw haciéndola reaccionar de sus pensamientos. "Sé que lees mentes y puedes controlarlas igual que tu padre, bueno casi controlarlas, y que levantas, ¿objetos?" alzó una ceja antes de continuar. "Telepata y telekinetica, es una curiosa combinación podría decir, pero yo sé que tú tienes algo más."
Emily titubeó de nuevo. ¿Si le mostraba sus mutaciones la dejaría ir? ¿La regresaría realmente con su padre si hacía lo que pedía? Muchas de esas preguntas comenzaron a rondar por su mente combinado con un sentimiento de inseguridad y miedo pero tenia que decidir. 'Solo dile Emily, tal vez sea la única salida para volver con papá.' pensó para si misma tomando valor para hablar. "Puedo levantar cosas con la mente y también hay una mutación más fuerte que aún ni siquiera sé que es. Solo pasa cuando me enojo o algo por el estilo. No creo poder enseñártelo."
"Ya veo." dijo Shaw. "Entonces, necesitaremos tenerte mucho tiempo más aquí." como esperaba la expresión de la niña cambió. "Es una pena, por tu padre."
"¡¿Qué?! ¡No!" Emily negó acercándose a él. "Por favor, déjame volver con mi papá."
"Es una petición un tanto complicada Emily." dijo Shaw con una sonrisa. "Ya sabes qué debes hacer si quieres regresar."
Emily sintió tanta impotencia que casi de forma inconsciente habló sin pensar. "No."
Shaw la miró borrando su sonrisa. "¿No?"
"No lo haré." Emily negó secamente.
La actitud de la niña molestó a Shaw quien nunca fue tolerante con nadie y menos con los niños. "Pues si no lo haces, ¡no volverás a ver a tu padre nunca!" dijo en un tono intentando asustar de alguna forma a la niña pero ésta no se inmutó.
Al escuchar eso la mezcla de enojo, la angustia y miedo se formó en Emily. Apretando sus puños al igual que sus dientes trató de contener su enojo y lágrimas que amenazaban con salir. Fue en ese momento que sus ojos comenzaron a dar reflejos rojos luchando contra el azul de sus iris al mismo tiempo que todo al rededor de ellos dos comenzó a levitar.
Shaw miró con asombro y satisfacción en su rostro, pensando también en tal vez alguna posibilidad en aquellas habilidades de la niña en un futuro. "Muy bien Emily, creo que consideraré el regresarte con tu padre." al decir eso se podría decir que la niña reaccionó de manera ingenua comenzando a calmarse y las cosas dejaron de levitar mientras que el color de sus ojos volvía a la normalidad. "Solo, si me muestras que puedes controlar otro tipo de mutación."
Emily lo miró en silencio antes de bajar la mirada. "Hay algo más pero aún no sé cómo funciona del todo." susurró volviendo a mirarlo. "Puedo copiar mutaciones-"
"¿Copiar mutaciones?" Shaw la interrumpió, interesándose enseguida en el tema. "Pero, entonces es verdad que tienes más de una mutación-" se interrumpió a si mismo antes de agacharse frente a la niña. "¿Puedes mostrarme cómo lo haces?"
"No lo sé." Emily dió un paso hacia atrás. "Mi papá dice que es peligroso que lo haga cuando él no esté."
"Oh, creeme, no vas a lastimarme." Shaw aseguró. "Vamos, enséñame."
Asintiendo después de titubear un poco, Emily guardó el chocolate en el bolsillo de su pantalón antes de extender su pequeña mano hacia el mutante que la miró extrañado, pero terminó dándole su mano. Ella lo miró a los ojos unos segundos mientras copiaba su mutación.
Shaw esperó un tiempo, hasta que sintió que repentinamente perdía parte de la energía de su cuerpo. La niña lo estaba obteniendo de él. "Cómo-" se detuvo cuando la niña retrocedió.
Emily se apartó de él al sentir como si una descarga eléctrica la hubiera irradiado. Se miró las manos pudiéndolas sentir hormiguear. Era mucho el poder que sentía recorrer cada parte de su cuerpo. Moviendo su mano a un lado tocó la pequeña mesa cercana y tan pronto como lo hizo, ésta voló hacia el otro lado de la habitación, destruyendo la pared.
Shaw se cubrió la boca, antes de soltar una pequeña risa, mientras miraba la pared destruída y luego a la niña que lo había causado. Ella había copiado su mutación. "Sobresaliente." dijo con voz contemplativa mientras la miraba.
Con el poder aún corriendo por sus venas Emily no pudo controlar que todo nuevamente a su alrededor comenzara a levitar y a moverse violentamente. Algunas de aquellas cosas se rompieron mientras Shaw miraba fascinado cual niño pequeño en una juguetería, pero cuando todo comenzó a salirse de control y algunas cosas comenzaron a salir disparadas hacia él se fijo en la niña.
"Creo que ya puedes parar niña." intentó decir tranquilo pero un objeto casi lo golpeó. "¡Dije que pares!"
"No sé como hacerlo." dijo Emily algo asustada pero Shaw no le hizo caso.
"¡Detente!" gritó más fuerte. "¡He dicho que pares!" con un movimiento de su mano le dio una bofetada a la niña que cayó al suelo haciendo que todo acabara.
En el suelo con su mejilla ardiendo, Emily lentamente llevó una de sus manos al lugar golpeado mientras algunas lágrimas se deslizaron por su rostro.
El movimiento de todo a su alrededor se detuvo y Shaw rápidamente recompuso su postura. "Muy bien Emily, lo has hecho bien hoy." acercándose agarró con firmeza una de sus manos, observándola con una gran sonrisa en su rostro. "Creo que tú y yo... nos divertiremos mucho juntos, mi pequeña niña."
Bajo su mirada, Emily solo se quedó allí paralizada y llorando. Lo único que pasaba por su mente era en que quería que su padre tan sólo entrase por esa puerta y la sacara de allí... Pronto.
Westchester
Ya habían pasado dos días y Charles aún no había encontrado ninguna pista del paradero de su hija. Casi no había comido nada. No le quedaba energía para hacer nada. Sólo lo justo para tener miedo. No recordaba alguna vez, haber sentido tanto miedo en su vida. Su interior se sentía como hielo, no podía dejar de temblar, sentía que iba a enfermarse. Cada vez que estaba seguro de que iba a vomitar, se inclinaba, pero sólo se ahogaba en lágrimas. Y sólo se debía al pensar en que Shaw tenía a su niña, sólo Dios sabía para que propósito enfermo y retorcido.
Sebastian Shaw era un hombre hambriento de poder, y si éste se enteraba de lo que Emily podría hacer... Simplemente no quería imaginárselo.
Su preocupación también estaba en su hija. Su pequeña niña. ¿Estaría asustada? ¿Se estaría preguntando por qué su padre no había impedido que algo así sucediera? ¿Alguna vez la traería a casa? ¿Alguna vez la encontraría? Y si lo hiciera, ¿estaría enferma? ¿herida? ¿viva?
Sus lágrimas fluyeron libremente, rehusándose a ser reprimidas. No sabía cómo manejar esa emoción tan poderosa y paralizante. ¿Con qué miedos había lidiado en su vida? ¿Cuándo realmente había estado perdido en cuanto a lo que podía hacer?
Había sentido miedo de muchas cosas, y aún así ese terror negro los empequeñecía a todos en comparación.
¿Y la impotencia? Había estado en muchas situaciones en las que el resultado parecía sombrío, pero siempre había sabido cuál era su función y qué podía o no podía hacer para ayudar a la situación. Pero eso fue diferente. Emily...
Ella solo tenía cinco años. No la habían atrapado durante una misión peligrosa en la que conocía los riesgos. ¿Qué podría hacer en su defensa si Shaw quisieran algo de ella?
Apenas notó que estaba recogiendo aire en sus pulmones, pero unos segundos más tarde lo dejó salir todo. Su desesperación, su miedo, su pena, su frustración, su agotamiento; todo salió en un largo y penetrante grito que solo hizo eco en la habitación de Cerebro.
A él no le importaba. No sabía qué más hacer. Estaba cansado. Charles Xavier estaba cansado. Sólo le quedaba la oscura verdad de que su hija, su pequeña niña, se había ido. ¡Y él, su padre, no podía encontrarla!
Le habían robado a su hija, y ni siquiera podía pensar con claridad, no podía entender por qué Shaw se había fijado en ella, quien no tenía idea de lo que sucedía. Entre el miedo y el agotamiento, no se dió cuenta cuando Raven había entrado en silencio. Levantando la mirada la vió a unos pasos de él con los brazos cruzados y lágrimas acumuladas en sus ojos.
"¿Cómo estás?" preguntó ella con inseguridad.
Charles soltó un bufido de cansancio. "¿Como me veo?"
Raven se encogió un poco con tristeza. Ella también estaba sufriendo muy fuertemente la ausencia de su sobrina pero sabía que no llegaba a compararse con el dolor de Charles. "Charles debemos seguir buscando no podemos-"
"¿Rendirnos?" interrumpió Charles finalizando la oración con una sonrisa sarcástica en su rostro. "Es eso lo que ibas a decir ¿verdad? Porque si no lo recuerdas, yo leo mentes... si, la de todos ustedes aquí... menos la de mi hija..." su voz se quebró enseguida. "Menos la de mi niña porque no se donde está... ¿Eso querías escuchar Raven? Busqué hasta el cansancio y lo sigo haciendo. No tengo indicios, pistas, no tengo su paradero, nada." murmuró apretando sus dientes con rabia. "Soy telepata y ni siquiera puedo sentir su mente."
Ante eso Raven dio un paso hacia él. "Charles-"
"No, no, no Raven." dijo Charles nuevamente interrumpiéndola. "Ya sé lo que vas a decirme... no necesito leer tu mente para saberlo y tú no necesitas saber qué pienso para que sepas que no te culpo por nada." estaba tan abatido por la pena que ni siquiera pudo soportarlo más. Se inclinó hacia adelante, al mismo tiempo que ella se acercó y envolvió sus brazos alrededor de él a modo de consuelo, pasando las manos por su espalda en lo que probablemente esperaba que fuera de una manera calmante. "No puedo encontrar nada, Raven." murmuró con desesperación. "Necesito que mi hija regrese."
"Nosotros vamos a encontrarla, Charles." dijo Raven después de un largo momento. Ella se separó del abrazo para mirarlo a los ojos. "Tienes que ser fuerte por Emily... No te puedes derrumbar ahora cuando más te necesita."
Sabiendo que tenía razón, Charles asintió levemente limpiándose el resto de las lágrimas, antes de desviar su mirada hacia Cerebro una vez más. "Tienes razón, no puedo derrumbarme ahora que ella necesita de mí. No dejaré de intentar buscarla hasta que de con ella." con esa nueva determinación se colocó a Cerebro en la cabeza e intentó una vez más buscar alguna pista de la niña. Como las veces anteriores sólo recibió silencio, hasta que se detuvo a mitad de camino con su cuerpo llenandose de alegría y alivio completo cuando por fin encontró las ondas cerebrales de Emily más fuertes que antes... Eso significaba que estaba despierta. "¡Raven encontré a Emily!"
"¿Qué?" Raven se acercó a su lado, esperando en silencio cuando lo vió sumergido en Cerebro.
"No entiendo, estoy tratando de comunicarme con ella, pero algo me detiene." murmuró Charles cuando su visión nadó hasta que pudo entrar un poco en la mente de su hija, quien no tenía idea que él estaba presente.
Por sus ojos vió que estaba en una especie de habitación, y frente a ella estaba Shaw con su casco puesto. Él le dió algo que ella agarró con cierto recelo. "Eso es por tu buen comportamiento de hoy Emily." dijo el mutante con una sonrisa. "Cuando regrese, quiero que me enseñes todo lo que sabes hacer, ¿está bien?" cuando la niña se quedó en silencio asintiendo solamente, sonrió una vez más antes de pasar junto a ella acariciando su cabeza ligeramente. "Nos veremos más tarde."
La imagen se desvaneció y Charles juró por lo bajo, sabiendo que Shaw estaba reteniendo a Emily donde no podría usar la telepatía, por eso le había costado tanto contactar con ella.
"¿Qué pasó?" preguntó Raven con ansiedad cuando él se quitó el casco de la cabeza y movilizó algunos controles de la mesa frente a ellos. Una de las pantallas se abrió revelando un punto rojo que titilaba en una parte del mapa.
Charles suspiró con alivio antes de sonreír por primera vez en 48 horas. "Ahí está nuestra niña." susurró antes de mirar a Raven. "Ve por los demás, y diles que se preparen. Saldremos en una hora."
Emily por otro lado comenzó a caminar por la habitación... Estaba asustada. No quería que ése hombre llamado Shaw regresara. Ella quería irse a casa y regresar con su papá y su tía. Había intentado usar su telepatía pero algo en ésa habitación donde estaba no se lo permitía. Tal vez si intentara utilizar la mutación de abrir portales, podría salir de allí. Era peligroso, pero tenía que intentarlo. Asomándose por la pequeña ventana miró los árboles de afuera y con ésa imagen grabada en su mente, dió un paso atrás y juntó sus pequeñas manos intentando abrir el portal. Al principio sólo se formáron unas pequeñas chispas sin forma, hasta que después de varios intentos logró que se abriera un portal de la mitad de su tamaño.
Ella lo calculó, indecisa de si pasar al paisaje natural que veía desde ahí y que el portal se cerrara picándola en dos como lo había hecho la pequeña estatua de la primera vez que les había enseñado a su tía Raven y a los demás el mismo poder. Pero como había dicho antes no tenía opción, si quería irse de allí. Cuando se dispuso a saltar la puerta de la habitación se abrió revelando a Ángel y Riptide entrando. Pero antes que ambos le dijeran algo ella saltó desesperadamente al portal, cayendo al otro lado, pero no sin que el portal se cerrara antes de que saliera por completo, rozando parte de su pierna.
Con un quejido por el dolor, miró mejor su pierna, que se había salvado de ser cortada severamente, pero no la parte baja de su pantalón. Tenía varios rasguños en la piel que resumaban un poco de sangre, pero por lo demás estaba bien. Y sabía que no podía quedarse ahí, no cuando la habían visto irse. Así que se puso de pie y miró a su alrededor, preguntándose hacia dónde debía ir. Había árboles por todos lados. Cojeando un poco comenzó a correr tan rápido como sus piernas podían llevarla, entremezclándose entre los árboles.
Tiempo después se detuvo a medio camino mirando a su alrededor, preguntándose hacia dónde debía ir ahora. Había colinas por todos lados. No había nada más que árboles ante ella. A pesar del clima lluvioso y frío se notaba que en cualquier momento oscurecería.
Sorpresivamente escuchó sonidos detrás suyo sumado a la sensación de otra presencia, lo que la alarmó un poco y comenzó a acelerar su paso. Al escuchar los ruidos más fuertes aún, comenzó a respirar agitadamente y a mirar a todas las direcciones sin saber que hacer, su corazón latía tan rápido que sentía que en cualquier momento iba a salir de su pecho. Se detuvo cuando un sonido más fuerte se hizo presente. A pesar de la distancia vio a lo lejos una nave que aterrizaba en una parte despejada del bosque. Con miedo se escondió detrás de un arbusto observando en silencio. Cuando la puertas de la nave se abrieron y bajaron una rampa, para su sorpresa y alivio la persona que salió fue su padre quien miraba ansiosamente a su alrededor buscándola. Sintiéndose aliviada y feliz no se contuvo más y salió corriendo hacia él quien aún no la había visto. "¡Papá!"
Ese grito fue suficiente para curar a Charles. Su pecho se agitó cuando vió a su pequeña niña correr hacia él. Solo caminó uno pasos adelante antes de inclinarse un poco para atraparla cuando saltó a él, tirándola a sus brazos mientras sus pequeñas piernas se envolvían alrededor de su cintura y él colocaba su mano en la parte posterior de su cabeza, acunándola cerca de él. "Emily... mi amor." susurró con voz entrecortada por el alivio de tenerla una vez más en sus brazos. "Mi niña."
Los demás que habían salido de la nave sonrieron al ver como padre e hija se habían reencontrado. Raven no lo pensó dos veces en acercarse a ellos uniéndose al abrazo.
Charles intentó separarse del abrazo de su hija segundos después para ver su rostro pero ella se aferró más a su cuello. "Cariño, ¿estás bien?" de nuevo volvió a intentarlo y esa vez la niña se separó encontrandose con su mirada dejando ver las lágrimas silenciosas correr por sus mejillas mientras pasaba su mano por su cabello.
Raven por su parte acarició la cara de su sobrina notando entonces al igual que Charles, al limpiar sus lágrimas la sombra rojiza en una de sus mejillas.
"¿Estás herida?" Charles insistió cuando ella se quedó en silencio. "¿Te hicieron algo?"
La breve felicidad y el alivio de todos fue interrumpida cuando un fuerte viento arreció alrededor separándolos en direcciones opuestas. Charles manteniendo a Emily en sus brazos, tropezó hacia atrás. Levantó la mirada para ver al mutante que controlaba el viento, que sin dudarlo lanzó otra ráfaga de viento tan intenso que dispersó a todos los mutantes en diferentes partes del bosque.
"¡Charles!" gritó Erik al tiempo que una pelea entre los mutantes comenzó. Rápidamente Ángel y Azazel fijaron su dirección hacia Charles y su hija pero Erik los detuvo con su mutación y ambos dirigieron su mirada a él. "¡Corran! ¡Nosotros nos encargaremos!"
Sin pensarlo dos veces Charles aferrando a su hija con fuerza, corrió en la dirección opuesta del avión viendo imposible por el momento subirse en él. Mientras tanto comenzó una lucha entre ambos bandos de mutantes, al mismo tiempo que padre e hija se ocultaron detrás de una colina, cuyos árboles eran los únicos que los mantenían ocultos por el momento. "Silencio." instó a Emily con voz suave cuando la dejó en el suelo. "Está bien, todo está bien." cuando la respiración de Emily llegó al punto de casi romper a llorar, se dio cuenta que estaba teniendo un ataque de pánico. "Oye, oye, Emily." esa vez aferró su rostro con cuidado. "Todo está bien, está bien-"
"Que sorpresa encontrarlos aquí."
Al levantar la vista, Charles vió a Ángel que los miraba a ambos, claramente satisfecha de que los había encontrado. Él guardó silencio, pero Emily sintiendo que la ira se apoderaba de ella movió su propia mano hacia su sien y se enfocó en la mutante que flotaba sobre ellos mientras parecía preparada para lastimarlos. Pronto se encontró dentro de sus pensamientos. "Duerme." susurró en voz baja.
La simple palabra vino de ella y Charles miró como la joven mutante hizo lo que ella había exigido. Su ceño se frunció. Había tratado de llegar a su mente, pero Emily lo había superado. Ella había controlado su mente por completo. "Emily." susurró con admiración.
"Nos iba a hacer daño." informó Emily con voz temblorosa. "¿Está mal?"
"Lo hablaremos luego." dijo Charles besándola en la frente antes de regresar su atención a la lucha entre sus mutantes contra Riptide y ahora Azazel. Su verdadera preocupación estaba en que Shaw también hiciera aparición.
"Papá." Emily arrastró su atención hacia ella, notando la ansiedad en su mirada. "¿Qué hacemos ahora?"
"No lo sé." respondió Charles sinceramente. "Pero necesitamos regresar al avión ahora mismo."
En ése momento sin ellos saberlo Azazel desapareció de la lucha, y Erik se tensó al ver el mutante rojo aparecer detrás de Charles. "¡Charles!" gritó, notando que la criatura roja extendía su mano hacia ellos.
Charles se volteó a tiempo para ver al mutante, por lo que agarrando a Emily se movió con prisa, haciendo todo lo posible por mantenerse alejado de las extremidades extendidas del mutante rojo. Al mismo tiempo Erik movió su mano apresuradamente moviendo una viga de metal cercana, golpeando al mutante haciéndolo desaparecer nuevamente.
"¡Raven!" Charles llamó a su hermana. "¡Sáca a Emily de aquí! ¡Erik, Hank y yo nos encargaremos de ellos!"
"¿Por qué no vienes?" preguntó Emily renuente de separarse de él.
"Porque necesito ayudarlos." dijo Charles mirándola a los ojos. "Y necesito que vayas con ella y te mantengas a salvo por mí, ¿está bien?" cuando ella asintió, besó su mejilla, antes de entregarsela a Raven que no dudó en correr en dirección del avión.
Al mismo tiempo Azazel apareció en el mismo lugar donde habían estado Charles y Emily anteriormente, solo para ver que la niña no estaba.
Charles presionó sus dedos contra su sien, tratando de controlar al mutante, pero éste desapareció nuevamente. Antes de reaparecer frente a Raven que llevaba a Emily. "¡Raven!" gritó su mente distraída cuando vió al mutante cerca de su hija. Tanto él como Hank intentaron correr hacia ellas pero Riptide y Ángel que había despertado del sueño se interpusieron en el camino impidiendoles que se acercaran.
Aferrándose a Emily con fuerza, Raven se alejó unos pasos del mutante rojo mientras éste caminaba hacia adelante, desapareciendo a medida que avanzaba. Miró alrededor atentamente a que apareciera una vez más. Le tomó solo unos segundos antes de que lo hiciera. Su mano la abofeteó con dureza obligándola a soltar a la niña, que cayó al suelo con un grito y un quejido cuando toco el suelo.
Aprovechando la distracción de todos Azazel logró por fin agarrar a la niña por uno de sus brazos y desaparecer.
"¡No!" gritó Charles mirando hacia todas las direcciones en busca de su hija con desesperación. No podía perderla de nuevo.
De repente Azazel apareció nuevamente a unos metros de todos y la imagen que se estaba presenciando no era una que le gustara a nadie. Azazel sostenía a la niña de sus hombros con una cínica sonrisa en su rojizo rostro, nadie aún divisaba a Raven pero rápidamente vieron como Ángel y Riptide se reincorporaron junto al mutante rojo.
"Déjala ir." exigió Charles mirando fijamente al hombre que tenías ambas manos sobre los hombros de su hija. No sabía qué hacer... No mientras sus manos estuvieran sobre ella. Con impotencia fue a lanzarse hacia ellos pero Erik al ver como el mutante sostenía a la niña y lo que podía llegar a hacer detuvo a su amigo quien luchó por liberarse de su agarre. "¡Deja ir a mi hija!"
"Ni siquiera pienses en dar un paso más o utilizar tu mutación." dijo Azazel entre dientes en dirección del telepata. "Si lo haces, con una mano podré fácilmente romperle el cuello." declaró aferrándose esa vez al cuello de la niña que emitió un jadeo nervioso.
"¡No, por favor!" Charles gritó dando instintivamente otro paso adelante. "Déjala... déjala ir..." sus ojos cayeron en su hija quien tenía lágrimas cayendo por su rostro mientras permanecía quieta, completamente aterrorizada mientras sollozaba. "Por favor no le hagas daño, es solo una niña." mientras hablaba aprovechó para entrar en la mente de los demás suplicando que no hicieran un movimiento antes de que encontrara los pensamientos de su hija. «Emily»
«¿Papá?»
Respirando hondo, Charles continuó comunicándose con ella. «Amor escucha, sé que estás asustada, pero necesito que hagas algo por mí, ¿si? Necesito que intentes congelar al hombre que te está reteniendo. Necesito que lo congeles y luego escapes de él. ¿Crees que puedes hacer eso por mí? Mantenlo congelado por mí para que ambos podamos detenerlo, ¿de acuerdo?»
«No sé cómo hacer eso» pensó Emily con miedo.
«Lo detendremos juntos, cariño» insistió Charles reflejando toda la seguridad que sentía en sus ojos al cruzar su mirada con la de ella. «Sólo necesito que intentes hacer ésto por mí para que podamos detenerlo. Sólo trata de congelarlo»
Emily asintió lentamente ante la mirada atenta de su padre antes de respirar hondo y concentrarse, haciendo lo mejor que pudo para hacer lo que le había pedido. Entonces comenzó a buscar la mente del mutante rojo, lentamente asumiendo sus pensamientos mientras fruncía el ceño con concentración. Hasta que logró entrometerse congelandolo rápidamente. Huyendo de su agarre, se movió al mismo tiempo que Erik se adelantó lanzándole una hoja de metal a Riptide que había intentado agarrar la muñeca de la niña.
Mientras, Raven agarró a Emily manteniedola a una distancia segura de la lucha que continuó cuando Azazel se liberó del poder de la niña.
Éste desapareció y reapareció nuevamente cerca de las chicas, pero una lanza de metal se interpuso en su camino. Erik movió su mano hacia afuera, mientras movía su palma abierta lanzandole todo lo que fuera de metal al mutante rojo.
"¡Emily corre!" Raven le ordenó a la niña cuando tuvo que transformarse para enfrentarse con Ángel.
Emily en un momento de desesperación salió corriendo hacia el bosque, adentrándose en el.
Los metales continuaron cayendó sobre el mutante y Azazel supo que tenía que desaparecer nuevamente. No tenía forma de llegar a la niña. También podía sentir al telépata, que de alguna forma había escapado del ataque de Riptide y Ángel, tratando de controlar su mente, solo fallando debido a lo metales que interrumpía sus esfuerzos. Los ojos de Azazel se encontraron con los de Raven y Charles antes de teletransportarse hacia Riptide y Ángel sacándolos de allí de una vez por todas.
Todo parecía haber terminado, pero no para Charles quien se preocupó al instante en que vió que su hija había salido corriendo hacia el bosque. "No, no." dijo antes de salir disparado hacia la misma dirección. "¡Emily!"
Emily quien había salido corriendo por todo el bosque sin mirar por donde iba, por instinto giró su cabeza hacia atrás y cuando menos se dio cuenta donde estaba pisando terminó cayendo por una pequeña bajada que la hizo soltar un fuerte grito cuando sintió varios raspones dolorosos en sus piernas. Cayó por la bajada hasta que se detuvo en el final de esta quedando totalmente tirada en las hojas mojadas del suelo. Con una mueca adolorida se quedó mirando hacia el cielo por unos segundos recuperándose por la caída y del susto.
Sin saberlo Charles gritaba como loco, corriendo por el bosque en su búsqueda con Erik y Hank siguiéndolo. "¡Emily! ¡Hija!"
"¿Estás seguro que salió corriendo por aquí?" preguntó Hank.
Charles no escuchó lo que dijo, simplemente cerró sus ojos y comenzó a buscar la mente de su hija hasta que la sintió no muy lejos de ellos. "La encontré." dijo antes de salir corriendo hacia una dirección fija. "¡Emily!"
Esa vez su grito fue respondido por Emily, quien al escuchar su llamando no dudó en responder. "¡Papá, aquí estoy!"
"¡Emily!" guiado por su voz, Charles se acercó al ver una bajada por la cual se asomó y fue que se encontró con su hija colocándose temblorosamente de pie. "¡No, espera cariño! ¡Espera!" la detuvo de intentar subir por si misma la colina, mientras él mismo se movía para bajar hasta llegar a ella. El alivio voló por sus venas una vez que la alcanzó y ella arrojó su cuerpo contra el suyo envolviendo sus brazos alrededor de su cuello. "Está bien, te tengo." le prometió mientras sentía que podía respirar normalmente una vez más, la clara imagen de la mano del mutante rojo en su cuello sería una imagen que le costaría olvidar en el corto plazo. "No vuelvas a huir de esa manera."
"Lo siento, pero no quería que me llevaran." murmuró Emily con voz temblorosa. "Pensé que me alejarían de ti una vez más."
"No, amor." dijo Charles con voz suave logrando lentamente alejarse un poco para mirarla a los ojos. "Nadie te alejará de mí, nunca." con esa promesa la besó suavemente en la frente y la acercó para otro fuerte abrazo. "Nunca más."
"¿Se ha ido?" Hank preguntó no creyendo por completo que se había ido el mutante rojo.
"No lo sé, pero tenemos que irnos." Erik intervino mirando alrededor con desconfianza. Todo lo que necesitaba ése mutante era un toque. Un toque y Emily estaría de vuelta con Shaw. De regreso con el hombre que le había hecho tanto daño años atrás. "No debemos quedarnos aquí."
Cuando Charles se movió con su hija en brazos hacia la cima de la pequeña colina, enseguida se acercó a Hank para que le hiciera una rápida revisión a la niña.
Hank la revisó encontrándose con varios rasguños en su cara seguro producidos por la caída, unos pequeños moretones en una de sus rodillas y raspones en ambas piernas. "Estará bien." dijo pasándole algo de calma a Charles. "Sin embargo debemos llevarla rápido para que pueda atenderla en la mansión. Esas heridas podrían infectarse."
