X-Men: "Días del Futuro Pasado".

Resumen: Los X-Men unen fuerzas con sus versiones más jóvenes con el fin de cambiar el pasado y salvar su futuro y el de la humanidad.


Prólogo

Hayley estaba en el auto con sus tíos. Escuchando la radio mientras otra canción de amor resonaba en las ondas. No sabía cómo a su tía le gustarían tanto esas canciones, canciones lentas que contaban la misma vieja historia de sollozos en la misma clave melancólica. Ella estaba aburrida, escuchando ociosamente la radio y los pensamientos mediocres de ellos. Sólo pasado cinco meses desde que se había separado de su padre. Desde entonces había vuelto a la rutina con sus tíos que la trataban de manera diferente como si le temieran.

"¿Puedes cambiar la estación?" ella le preguntó cortésmente a su tía cruzando sus diminutas manos sobre su regazo.

"Cuando termine la canción, cariño". Mariana le dijo sin dejar de manejar el auto.

"Dijiste eso hace dos canciones. Ésta es la tercera." Hayley se quejó sabiendo que su tía no tenía intención de cambiar la estación de radio, incluso después de que esa canción terminara. Se encontró con la entretenida mirada de su tía en el espejo retrovisor, apartando la vista de la carretera sólo por un momento.

"Sabes que éste es un clásico ¿verdad?" Richard se volteó de su asiento para verla.

Al ver la cara molesta de Hayley, Mariana le dió otra alternativa. "Que te parece si te prometo algo. Cuando tengas la edad para conducir, escucharas la música que tú quieras. ¿Trato hecho?"

Hayley no dijo nada, negándose a dignificarla con una respuesta dedicada a mantener su posición de rebelión. Así volvió su atención a la ventana aún molesta. Cuando no respondió, su tía comenzó a cantar la música, fracturando el ya débil autocontrol de la niña. La joven telépata se acercó con su mente, intentando activamente en vez de escuchar pasivamente por primera vez en mucho tiempo. Escuchó atentamente las ondas de radio del mundo, las estaciones y el pensamiento de la gente que trabajaba allí tan lejos, y cuando encontró una canción que le gustaba, rápidamente movió el dial de la radio, cambiando la estación a otra canción.

Mariana le dirigió a la radio una extraña mirada, antes de cruzar mirada con Richard en el asiento del pasajero por un momento fugaz.

"Hayley, ¿fuiste tú?" Richard le preguntó, empezando a darse cuenta de que eso probablemente lo estaba haciendo la niña.

"Yo no hice nada". Hayley mintió enseguida. Y por la mirada de sus tíos, sabía que no le creían.

Mariana decidió cambiar la estación a su emisora anterior, Pero Hayley no iba a dejar que eso sucediera. Tratándolo como un juego, volvió a cambiar el receptor, ésa vez mucho más fácil que el anterior. "Hayley, ya basta."

"Es que no ... no tengo idea. Yo no fui". Hayley negó enseguida con voz temblorosa empezando a asustarse. El peso de su propia mentira sólo pesaba más en su corazón y en su mente. Sintió como si creciera para tragarla, condenándola a la oscuridad y aullando a la ira para siempre.

"Creo que será mejor que la regresemos con su padre". Richard le dijo a Mariana.

"Ya basta Richard ..."

"No, no me callaré ..." Richard dijo con enojo. "Hayley está fuera de control, necesita ayuda ..."

"Su padre no puede cuidarla Richard ..." Mariana replicó molesta empezando una discusión con su esposo.

'No debí haberla traído con nosotros ... Debí haberla dejado con su padre. No debería estar cerca de nosotros, es un peligro para todos. ' decía Mariana en su mente.

Después de leer la mente de su tía Hayley no quiso escuchar más. Con rabia puso sus manos en sus oídos tratando de tapar las voces de Mariana en un intento desesperado de calmar la tormenta que se estaba formando rápidamente en su mente. Sus pensamientos crecieron rápidamente en volúmen hasta que se sintió como si fueran monstruos enojados, rectos en su mente, el sonido sólo se hizo más aterrador y visceral. Sólo podía mantenerse a raya durante un tiempo. Si ella no se calmaba, era solo cuestión de tiempo antes de que perdiera el control. De la nada una voz suave dentro de ella, susurró en su joven mente. 'Déjame salir y haré que se quede en silencio.' le dijo la voz a Hayley. Retorciendo sus pensamientos, alimentando la ira y el resentimiento provocado por el pensamiento de su tía.'Déjame ayudarte, confía en mí.'

"No, silencio." Hayley aún con los ojos cerrados y las manos tapando sus oídos no se dió cuenta que su piel comenzó a tomar ciertas grietas rojas. Se balanceó de un lado a otro en su asiento, como si el movimiento de alguna manera pudiera silenciar el sonido. Ella necesita silencio o explotaría.

El ambiente en el auto cambió enseguida. La radio del auto empezo a cambiar de emisora sin detenerse y las cosas que iban dentro del auto empezaron a flotar. "Silencio ..."

"¡Hayley basta!" Mariana se volteo para mirar a la niña y sus ojos se abrieron con temor al ver las pequeñas grietas rojas en su piel que brillaban.

"¡SILENCIO!" gritó Hayley y así, atormentada por las voces uso su poder sin darse cuenta.

Ésto involuntariamente hizo que Mariana se durmiera al volante del automóvil, perdiendo el control del auto que giró saliéndose del carril hacia un auto que venía en sentido contrario. En cámara lenta el auto impactó contra el otro. Hayley no escuchó el sonido terrible del impacto, ni los gritos de Richard. En su mente sólo escuchaba la voz extraña que decía que todo estaba bien mientras sin darse cuenta de su telequinesis formó una barrera protectora a su alrededor, protegiendo su cuerpo de los fragmentos de metal y vidrio que se separaron del auto en medio del choque. Por otro lado el auto volcó y volcó hasta que se detuvo.

Hubo un momento de completo silencio después, que obligó a Hayley a abrir los ojos a la horrible realidad. La angustia mental siguió cuando se dió cuenta que había perdido el control de sus poderes, obligando a su tía a perder el control del auto. Sus poderes se extendieron, buscando la mente de su tía, y se quedó mortificada al descubrir que no había respuesta. Sólo una oscuridad vacía y sin vida. La niña miró impotente desde atrás mientras su tía colgaba, sin vida en el asiento delantero. Ella estaba muerta. Estaba muerta y todo había sido su culpa.

Como si tal situación pudiera empeorar, se vió obligada a observar cuando su tío se desabrochó el cinturón de seguridad, cayendo al techo del auto en un intento desesperado de abrirse paso para sostener a su esposa muerta. Su piel estaba ensangrentada, hecha pedazos por el mismo vidrio y metal del que Hayley se había protegido. Ella intentó cerrar los ojos, bloqueando las imágenes y los pensamientos en su cabeza, pero sin importar lo que hiciera, sus poderes continuaron fuera de su control. Podía ver lo que estaba pasando, a través de sus propios ojos y luego a través de los de su tío. Una vez que envolvió sus brazos alrededor de su tía, él se quedó inmóvil y su mente se quedó en silencio. ¿Estaba muerto él también?


Nota del autor: Bueno una vez más les aviso que estoy haciendo algunos cambios en mis historias, y Xmen es una de ellas, la cual decidi cambiarle el nombre y extender la trama uniendo las dos primeras que hice anteriormente ... Espero que les guste la continuación que es X-men Apocalipsis.