Después del desastre, todo fue un borrón para Hayley. La ambulancia, los policías, el hospital, los doctores revisándola buscando alguna herida que no tenía físicamente. A los días la mantuvieron en una estación de policía mientras buscaban alguna señal de su padre o algún otro familiar, a lo que ella había esperado con ansias que su papá apareciera ya que lo había sentido en su cabeza días después del accidente cuando lo había buscado ella en su mente. Pero él no apareció, por lo que sus esperanzas murieron.
Y ya que no habían dado con ningún familiar vivo decidieron que la enviarían a un orfanato. El día que la enviarían un grupo de varios soldados, llegaron diciendo que la llevarían al orfanato. Allí fue donde sucedió. Uno de los soldados y el jefe de policía hablaron. El soldado con calma mientras que el jefe de policía prácticamente le gruñía, claramente dudando que un orfanato mandara soldados a buscar a una niña.
El soldado dió un comando. Y los demás soldados levantaron sus armas hacia los policías cuando una pareja de soldados salió a tomar a Hayley. Ella se alejó con miedo, mientras el jefe de policía se apresuró para agarrar a la niña, pero fue detenido por uno de los soldados que amenazó con matarlo. Su arma apuntaba directamente a su cráneo. El soldado agarró a Hayley aún cuando ella intentó zafarse de él. Y fue entonces cuando Hayley explotó. Ella dejó escapar un grito y varios objetos explotaron, lo que hizo que el soldado la soltara por el impacto.
"¡Es la mutante que buscamos!" uno de los soldados gritó cuando Hayley salió corriendo de la habitación. "¡Consíganla enseguida! ¡Trask la quiere sin un rasguño!"
Hayley corrió lo más que pudo pero el lugar estaba rodeado por los soldados. Así que corrió a una habitación y se escondió debajo de uno de los escritorios.
"Busquen bien. No puede esconderse para siempre." se escuchaba las voces.
Hayley gimió, acurrucada debajo del escritorio en la habitación. Gracias a la telepatía de la niña los soldados estaban teniendo muchos problemas para encontrarla, pero Hayley sabía que no podía aguantar mucho. Ella no tenía el mejor control de su poder, especialmente cuando tenía miedo. Su única esperanza era que no pensaran buscarla en ése despacho.
"¡Sigan buscando!"
Hubo un choque en el pasillo y Hayley apenas contuvo un gemido asustado cuando uno de los soldados dejó escapar un rugido rabioso. Las pesadas pisadas hicieron eco en el pasillo, deteniéndose justo antes de la puerta, y Hayley sintió que su corazón se congelaba cuando el pomo giró lentamente. El miedo la mantuvo en su agarre cuando se dio cuenta de que su control se había deslizado y la iban a encontrar. Su corazón latía con fuerza y trató de pensar en una salida. En algún lugar para esconderse. Ella estaba aterrorizada. Ella tenía miedo de que la encontraran.
Sus ojos vieron un gabinete y corrió hacia él cuando la puerta se abrió y una voz dura sonó, paralizándola. "¡Quieta allí!"
Hayley se volvió, con los ojos muy abiertos, para enfrentar a un soldado.
"No te muevas." el hombre gruñó, moviéndose en la habitación amenazadoramente.
Hayley no pudo contener el gemido de miedo cuando el hombre se acercó a ella lentamente. A medida que él se acercaba, lo sintió. La presencia.
'Puedo ayudar Hayley... Déjame entrar...' la voz en su cabeza dijo.
'N-No... puedo manejar ésto y-yo...' ella dijo antes de levantar su mano empujando al hombre haciéndolo chocar contra la pared, dándole tiempo de escapar de la habitación.
"¡Ahí está!" gritó un soldado alertando los otros.
'Te lastimarán... Déjame ayudarte, Hayley...' la voz dijo de nuevo cuando los soldados rodearon a Hayley.
"No... puedo hacer ésto..." Hayley dijo. "No te necesito..."
"¿Con quién estás hablando?" uno de los hombres preguntó.
'Pero me necesitas... Déjame ayudarte, Hayley... Déjame salvarte...' la voz habló de nuevo.
Hayley sintió que su resolución se desmoronaba. Podía escuchar a los soldados gritarle, pero no podía entender lo que estaban diciendo. Su telepatía se estaba volviendo loca y podía escuchar una cacofonía de voces que gritaban en su mente, abrumando todo lo que era.
'Déjame salvarte, Hayley...'
Hayley asintió con la cabeza, se rindió, clamando por la presencia contra la que tanto había luchado.
"Necesito tu ayuda... p-por favor...!" '¡Ayúdame!'
En el momento en que las palabras salieron de sus labios, sintió que algo ardía y temblaba con el poder que se acumulaba en su interior. Algo dentro de ella levantó su cabeza y lo que momentos antes había sido una niña, ahora era algo completamente distinto.
Con una explosión de poder, los soldados fueron empujados lejos de ella, sus cuerpos golpeando la pared con una fuerza violenta. Todo lo que la rodeaba flotaba, ardía o se destrozada.
Sus ojos se volvieron de un verde brillante a un rojo que no era natural. Su piel parecía brillar desde dentro y sus venas se destacaban alrededor de sus ojos y cuello, dándoles una mirada oscura mientras los miraba, sonriendo ante la expresión de confusión y horror en sus rostros.
"¿Q-qué eres...?" uno de los soldados tartamudeó lentamente usando la pared para levantarse.
Hubo un momento de silencio y la cosa en la piel de Hayley parecía que realmente estaba considerando la pregunta. Luego su sonrisa se ensanchó y avanzó flotando hacia adelante, con una mirada maliciosa en sus ojos.
"Yo soy el Fénix." ella levantó una mano, gruñendo. "Y ustedes me aburren."
Y, de repente, había calor y fuego como ninguno que había visto y estaba vivo, girando y ondeando a su alrededor. Los objetos en el lugar solo alimentaban su furia y rápidamente consumía todo lo que encontraba en su camino.
A través de las llamas, los soldados podían distinguir a Hayley, no, el rostro triunfante del Fénix, una sonrisa sádica. Y había risas en el aire, un sonido agudo no infantil procedente del cuerpo de una niña.
Pero cuando el fuego finalmente lo alcanzó y los gritos llenaron el aire, la risa se rompió y hubo sollozos dolidos. Y los ojos rojos de Hayley se volvieron verdes otra vez y había horror en sus profundidades cuando vió la escena frente a ella y gritó de miedo. Ella se desplomó sobre la hierba, sollozando y acurrucándose en sí misma. No recordaba que había pasado. Como había sucedido eso. Solo que había dejado entrar la presencia. Confiado en ella.
Volviéndose a mirar los cuerpos de los soldados, tomó una decisión. Ellos no recordarían nada de lo que fuera que había sucedido, se olvidarían de todo por completo. Entonces, poniendo una mano en su sien, borró los recuerdos de todos los soldados y puso los nuevos recuerdos en su lugar, antes de huir del lugar desapareciendo para siempre.
Nota: Hola a todos mis lectores, después de un tiempo apartada de esta historia decidí hacerle algunos pequeños cambios. Espero que les guste y cualquier idea o comentario que tengan no duden en escribirla. Trataré de continuar sin demora para poder publicar la nueva historia del "Fenix Oscura".
