Capítulo 4: Un poco de historia
Era la quinta o la sexta vez en tan solo una semana desde que dejó de entrenar a los corredores, su amiga corría gritando a su oficina en su casa. Solo para quejarse de las cosas que le ocurrían. Los gemelos solo querían volar cosas, Snotlout solo presumirle e intentar conquistarla y Dagur solo mofarse de todo. Los únicos que ponían empeño y de su parte eran Fishlegs, Eret y Astrid, aunque la última no dejaba de preguntarle por sus ojos y su tatuaje en su mano izquierda.
- ¿Tan raros son mis ojos Hiccup?
- Raros no, extraños sí. Hay muchas clases de ojos en este mundo, pero los tuyos destacan por su forma, pupilas azules e iris de color verde. Además de que están divididos.
- Doy miedo – la vio frotar su muñeca algunos segundos – sabes que si no fuera por Gobber y por ti…
- A tu padre y a mí, no nos debes nada…además gracias a ti me llevo mejor con los dragones de la isla, debes enseñarme el truco algún día
- Es simple…pasa más tiempo con ellos y escúchalos siempre. Aun así…ya quitármelos de encima, no los soporto
- Solo faltan dos semanas, me eres de gran ayuda en esta forma. Ya termine los preparativos de la seguridad y también de los hospedajes. Me falta el alimento, las actividades, el manejo del dinero, los entretenimientos, los participantes, etc. ¿Quieres ayudarme?
Apenas elevo la mirada de los papeles de su escritorio descubrió que estaba solo, siempre hacia lo mismo. Apenas hablaba de deberes de un jefe ella salía corriendo, como si de un dragón se tratara, sigiloso y sin aviso alguno. Se volvió a meter en sus preparaciones, algunos cálculos de gastos y otras cosas extras no solo para los juegos, sino también para la carrera. Revisaba mapas, registros y más cosas hasta que un par de golpes en su puerta lo sacaron de su concentración.
El escuchar el pase fue la única cosa que necesitaba para entrar al lugar, estaba decidida a no salir de ese lugar hasta que la escuchara. Abrió la puerta fuertemente y estaba por decir algo hasta que vio a un chico diferente al que conoció hace poco. Era Hiccup no había duda alguna, pero su apariencia era diferente, libro en mano con otros más en el escritorio, pluma lista para seguir apuntando cosas, suéter verde de lana y anteojos, si anteojos de armazón negro y grueso sobre esos ojos verdes bosque. Pero lo que más llamo su atención era lo que se asomaba en su cuello, parecía un tatuaje en su cuello. En cierta manera esta imagen la dejo paralizada, ahora ya no recordaba que era lo que tenía que decir.
- ¿Se te ofrece algo?
- Yo…ya se me…espera ya me acorde, quiero que nos vuelvas a entrenar tú.
- ¿Qué les hace Kyra?
- Es el infierno en persona, sus entrenamientos son algo que jamás habíamos hecho en nuestra vida y…
- Tiene que ser, ya que ella entiende más que nadie en este lugar a los dragones, más que yo incluso.
- Eso lo dudo.
- No lo dudes, la relación de ella con los dragones es única. Nadie la podría igualar, ni siquiera yo.
- No puede ser, en el poco tiempo que tenemos en Berk he visto lo mucho que los dragones te respetan o te quieren, ¿Quién eres?
- Ya se los dije, el jefe de Berk y Kyra es mi sucesora
- ¿tu sucesora?
- Lo dejaremos para más tarde – por alguna razón lo veía más alto y más imponente, con mano en la espalda de la chica, guio a Astrid a la salida de su casa – Solo tengan paciencia con Kyra y hagan lo que les dice, hasta luego.
Al escuchar la puerta cerrarse solo se quedó parada en su lugar, ¿Qué acababa de ocurrir en ese lugar? ¿Cómo fue que se quedó paralizada en frente de una persona? Jamás le había ocurrido algo como eso en toda su vida. Sin respuestas solo camino a su cabaña con la mirada baja, a mitad del camino se encontró con Eret quien estaba comprando algunas provisiones para su estancia
- Veo que te estas abasteciendo bien, es raro ver a un hombre de compras
- Si, se me acabaron algunas cosas en el refrigerador y vine a comprar. No es tan raro.
- De donde vengo sí.
- ¿Cómo te fue con el "jefe"?
- No nos quitara a esa chica.
- Que mal, ya lo extraño, él era más suave con nosotros
- Ahora que lo dices, tienes razón.
- Bueno iré a ver las preparaciones para los juegos, dicen que ya están casi terminadas.
- Serán en dos semanas, espero que estemos listos para esos juegos. Según tengo entendido son de lo más extremos de todos.
- No hay nada más rudo que las carreras. – Eret sintió como Astrid se quedó quieta por lo que dio dos pasos más que ella, al voltear la vio con sorpresa en su rostro - ¿Qué ocurre Astrid?
- Yo creo que debes considerar tus palabras.
- Por favor, ¿enserio crees que algo sea más rudo que eso? ¿más rudo que subir a un dragón e intentar derribar a otros?
- Mira atrás de ti
- ¿por…? – al girar se quedó congelado ante la vista.
Sus ojos no podían creer lo que veían en ese momento, era todo una ciudad llena de personas ataviadas con armaduras, cascos, espadas, mazos, garrotes, hachas, cuchillos y escudos. Era como si hubieran vuelto en el tiempo, donde aún existían los vikingos. Los dragones pintados, estandartes y banderines con rostros de dragones e incluso escudos de armas de familias. Era realmente como volver en el tiempo, lograron quitarse a tiempo para evitar un dragón completamente ataviado en armaduras en el cual un niño no más de diez años lo montaba. Cada uno se miró para cerciorarse de que no era un sueño o algún tipo de magia que en esa isla se utilizara, pero era cierto, no era magia, ni una maquina u otra cosa, era Berk preparándose para los juegos.
- Si esto es antes de los juegos, no me quiero imaginar cómo es en los juegos.
- Nada nuevo para nosotros, sangre, heridos, mucha cerveza y las carreras
La voz era inconfundible, a su espalda cargando en vez de mano izquierda un mazo, alto y rubio con esa prominente mandíbula con su diente de fuera.
- Sangre ¿Gobber? – Astrid y Eret se miraba atemorizados ante la sola mención de esa parte, ¿eran tan peligrosos estos juegos?
- Claro que sí, por los combates y los concursos de lanza de hacha, caminata en tronco a tres metros de altura sobre rocas, carrera de obstáculos. Ese tipo de cosas.
- ¿es en serio? ¿Se meten a combate a muerte? – Astrid estaba ahora aterrorizada
- No, solo heridas significativas. Aunque aún existe el listo que quiere aprovecharse del Holmgang.
- ¿Holm…que?
- Holmgang, es un combate en el que antes se resolvían algunas disputas. Como si alguien antes insultaba el honor de una familia, el ofendido podía retar un combate. El perdedor cedía, riquezas, terrenos, mujeres, etc.
"Al mismo tiempo, se zanjaban las reglas del combate, tres escudos rotos era por lo general lo más acostumbrado en esos combates. Si alguien mataba a su oponente en el combate este no era enviado a un wergeld, un juicio. Se establecían las armas a utilizar desde antes, podían ser hachas, lanzas, espadas o cuchillos; se daban tres escudos para el combate, el ganador era el que rompía los tres escudos del oponente o simplemente quien cortara de forma significativa al oponente
- ¿A qué te refieres con eso? – A Eret no le gustaba por donde iba esto, por alguna razón Gobber parecía estar disfrutando el asustarlos un poco
- Un corte profundo o un corte que sacara bastante sangre…o la muerte. Uno podía escoger, por lo general era la muerte. Se prohibieron en 1662, gracias a algunos cuantos que se aprovechaban de ellos para obtener fortuna, mujeres o terrenos acosta de otros.
- ¿Por qué los regresaron?
- Bueno con el paso de los tiempos el jefe Hiccup, el primer jinete, decidió regresarlos con ciertas variaciones. Prohibido combate a muerte, el corte no debían ser mortal y más importante, solo se ganaba por los escudos rotos o por un simple rasguño del arma.
- ¿Por qué los regreso?
- En ese tiempo eran más testarudos que ahora, si no peleaban contra algún enemigo se peleaban entre sí, no tuvo más que regresar los combates para saldar las cuentas. Una buena forma por cierto, además ya no se quitaban terrenos y demás, al ganador se le pagaba con tres marcos de plata.
- ¿Cuánto es un marco de plata?
- Equivale a 8 onzas de plata
- Y la onza esta en 22 dólares, equivale a 176 dolares…es poco
- Bueno…
- Astrid – miro al acompañante en ese momento
- Eret
- Gracias, no los he visto mucho, por eso no los conozco…regresando al tema, en esos tiempo esa cantidad de dinero era mucho, ahora se les da un total de unas $5,000 coronas
- ¿tanto?
- por eso muchos entran muchacho, y es el juego menor, el premio para el ganador de todos los juegos, se lleva el premio de medio millón de coronas y un huevo dragón.
Estaban sorprendidos, ¿Cómo costeaban tanto? Gobber veía esa sorpresa en sus ojos, estaban sorprendidos con el premio
- ¿Quién patrocina todo esto?
- HHH
- ¿la misma empresa HHH? ¿La creadora de las sillas de montar de los jinetes?
- Exacto muchacho, es más creo que ya conocen al gerente y fundador de la empresa
- ¿Quién?
- ¡Hiccup!
- ¡¿Qué?!
- La empresa viene de familia, ya que el antepasado de Hiccup creo la primera silla de montar para su dragón. Desde entonces la empresa pertenece a los Haddock Horrendus Hofferson, triple H.
- Espera ¿Hofferson? – Astrid estaba sorprendida – ese es mi apellido
- Tal vez un familiar antiguo vivió en Berk, quien sabe. Me retiro, tengo que terminar de preparar algunas sillas y más cosa, hasta luego.
Vieron al gigante salir de sus vistas cuando entro a una casa con las insignias de HHH
- Eret, tenemos que decirles a los demás de todo esto
- Pienso lo mismo – sorprendidos y extrañados comenzaron su camino a las cabañas. Los chicos no creerían esto, de eso estaban seguros.
Bocas abiertas, pupilas dilatadas y nadie respiraba, pérdida total del tiempo y todo gracias a la noticia de que Hiccup no solo era el jefe de una ciudad completa, es también el dueño y gerente general de una de las compañías más grandes del mundo. Dagur solo estaba con los brazos cruzados y sin pestañear, cosa que preocupaba a la mayoría ya que con esa noticia el al menos estaría maldición al muchacho, pero solo estaba hay sentado y a cada momento más pálido. Tuffnut solo paso su mano enfrente del rostro pero no hubo ninguna respuesta.
- Ido por completo, no sabremos nada de el por un buen rato.
- Aun así esto es noticia, estamos tratando con el encargado de la compañía que nos está patrocinando ¿Saben que significa eso? – Fishlegs parecía un poco asustado, nadie le respondía nada – vamos ustedes saben que significa eso
- ¿Sillas gratis?
- Nuevas formas de derribar a otros – los gemelos chocaron palmas y Fish solo logro taparse su rostro con una de sus manos, significado de que estaba cansado de ellos
- No, significa que si no lo tratamos como se debe lo más seguro es que nos quedamos sin respaldo, mantenimiento, sillas e incluso sin presupuesto para el mantenimiento de nuestras sillas.
- ¿Eso es malo? – Ahora era Astrid quien se golpeó la frente con su propia mano
- Tuff, si no tenemos el respaldo de un patrocinador, todos los gastos de las carreras caerían por nuestra propia cuenta, mantenimiento de las sillas en y fuera de la carrera, alimento de los dragones, soporte, etc. Todo eso saldría de nuestro bolsillo por completo.
- Eso si es malo, Ruff, hay que tomar acciones.
- ¿Cómo cuáles?
- No se, ¿alguna idea?
- Solo hay que tratarlo mejor, hasta ahora nos hemos estado burlando, criticando y fastidiando todo tipo de acción suyo para con nosotros y sus cosas de la isla.
- Sin mencionar que también desde que llegamos no nos hemos comportado como los campeones que somos, nos hemos burlado de su cultura
- No se preocupen por cosas así, Hiccup entiende todo ese tipo de cosas, después de todo su madre era de ciudad.
El grupo dio un respingo al escuchar la voz de Heather en la puerta, la chica estaba recargada mirándolos como si ellos fueran menor cosa, esto en si no le gustaba para nada a Astrid
- ¿A qué te refieres?
- Valka llego una vez a Berk de parte de la universidad para una investigación sobre los orígenes de las carreras, llego hasta aquí gracias a algunos registros vikingos y así sucesivamente. Pueden preguntarle los detalles a Hiccup.
- ¿Valka?...¿La maestra Valka? – Astrid estaba sorprendida, Camicazi apareció atrás de Heather con algunas cajas en sus brazos
- Veo que la conocen…¿maestra?
- La conocemos como maestra porque ella estableció las bases para los cuidados de los dragones
- Si, se vio que ustedes los implementan bien, – a ninguno le gusto el comentario de Camicazi – en fin. Necesito que se prueben estos, los manda Hiccup, dice que si quieren participar en los juegos tienen que prepararse.
- ¿Prepararnos? Ya estamos preparados, venceremos a todos los concursantes – Snotlout mostraba músculos, se sonrojo solo de ver como Camicazi coloco una de sus manos en sus bíceps
- Veo que tienes músculos ¿podrás utilizarlos? – Heather solo suspiro mientras sonreía de lado, conocía esa actitud de ella
- Claro que si nena, es más, te puedo mostrar algunos movimientos de com…
El sonido del cuerpo caer al suelo y luego el cuchillo clavarse a su lado en el suelo, dejo a todos helados y con un escalofrió en sus espaldas.
- Creo que ya saben que aquí todavía somos Vikingos y nos regimos por esa cultura, nuestra religión, hábitos de vivir y nuestra sociedad. Todos somos vikingos, no se les olvide eso. Preparense para los juegos, porque tal vez sean sus ul…
Un casco la golpeó fuertemente, al girar se encontró con una mirada sería de Hiccup. Misma que fue dirigida a Heather, quien no se atrevía a mirarlo a los ojos. Un suspiro y observo a sus invitados al mismo tiempo que ayudaba a Snotlout a levantarse
- Lamento esto, les pedí que les ayudaran a prepararse, porque ya terminado todos mis asuntos con los preparativos, les vamos a ayudar con sus entrenamientos.
- ¿Nos enseñaras de nuevo tú?
- No, vamos a recibir a las tribus en dos días. Mañana descansaran para que se preparen, al mismo tiempo recibí la noticia de que llegaran los noticieros y las empresas encargadas de patrocinarlos a ustedes.
- ¿HHH nos patrocinara?
- Al momento de que nombraron a Berk para la carrera la empresa se encargó de patrocinarlos. Vamos a capacitarlos ahora.
- ¿Capacitarnos en qué? – Fishlegs se acercó a las cajas solo para sacar armaduras y espadas de madera - ¿entrenarnos en qué?
- En todo a cuanto a costumbres Vikingas, en otras palabras les enseñaremos todos sobre nosotros y nuestros antepasados.
