Capítulo 6 y 7: Combates y una charla antes de las carreras.

Era el tercer día del Thawfest y los chicos estaban más que exhaustos, estaban muertos de cansancio, apenas y podían mover un dedo. Después del concurso de bebida comenzaron los juegos reales. Todo un día de lanzar hachas y correr cargando ovejas en sus hombros, el segundo día fue correr sobre un tronco elevado, sujeto por un eje y en el piso una cama de piedras para los que cayeran del tronco, se veía doloroso mirasen por donde lo mirasen.

Ese mismo día también se hizo la carrera de obstáculos, en la cual todos esquivaban flechas llameantes, troncos giratorios con mazos o espadas y también correr sobre troncos colgantes sobre un pequeño lago. Se contaban los puntos y luego se decidía el ganador por su cantidad de sus triunfos en los eventos.

En este día era diferente, comenzaban los combates o Holmgang, eran pocos los concursantes pero por lo visto eran algunos de los más esperados. Entre los concursantes se encontraban Camicaze y Heather, impactados se acercaron con curiosidad para observar mejor las cosas. Hiccup estaba sobre una plataforma de madera sentado en una gran silla, a su espalda un bordado con un hombre barbón castaño sobre un dragón Thunderdrum. En esa silla Hiccup se veía más imponente, a sus lados los demás jefes de las otras islas, todos esperando ver que comenzaran los combates. Hiccup se levantó y pidió la atención de todos los presentes.

- Se muy bien que han estado esperando este día con anhelo. La verdad un poco yo también, no mucho. – Unas cuantas risas y prosiguió – Yo sé que mucho querían que participara en este evento también, pero que le aremos, no puedo participar.

El sonido de sorpresa se escuchó en todos los presentes, ¿era tan extraño que el jefe no participara en estos duelos? Hiccup calmo a todo el mundo para poder proseguir

"Las razones son simples, concursare en las carreras, por… - El grito de júbilo volvió a aparecer, la gente estaba feliz por esa noticia. Los tranquilizo un poco antes de poder continuar – Bueno, ya con esa noticia les diremos que en este duelo se decidió que el ganador competirá en la carrera de este año.

Las cosas estaban comenzando a complicarse para ellos, ya estaban asegurados los seis competidores de la carrera ¿Pondrían a otra persona más? No pudieron deducir nada ya que el cuerno de la ciudad fue tocado. Uno a uno los participaron en las enfrentas, tal como Gobber les había dicho hace unos días, tres escudos rotos o un corte no mortal. Las que llegaron a las finales de las eliminatorias resultaron ser las hijas de los jefes de otras islas, ahora solo faltaba ver quien ganaría en estos combates. Para su sorpresa otra concursante llego a las finales de las eliminatorias, no era sorpresa para Hiccup ni Gobber ver a Kyra sobre salir en los combates.

No llevaba puesto su traje, por lo que pensaba que esta vez lo utilizaría en la carrera. Era el único recuerdo de una madre que no conocía y tal vez de una herencia aún mayor. Ahora con la mayoría de los concursantes ya fuera de combate solo quedaban, como sabían los jefes, las ocho representantes de cada isla. Por alguna razón Kyra parecía más bien desahogarse de algo, Hiccup sabía la razón de eso.

Darían un descanso a las concursantes antes de comenzar las rondas finales, Hiccup se levantó y camino directo a donde se encontraban las concursantes, los padres de las chicas hicieron lo misma para darles ánimos.

Al entrar al vestidor de las chicas observo a Kyra observando su cicatriz, Todas intentaron ir a pedirle un consejo pero sus padres se interpusieron, cosa que agradeció el joven jefe. Se sentó a su lado y tomo la muñeca para observar el tatuaje, no decía nada puesto que sabía que ella comenzaría la plática.

- ¿Por qué?

- Ya sabes el porqué.

- Aun así quiero escucharlo de tus labios. – Hiccup miro a los presentes y estos se retiraron.

- Es simple, eres mejor que yo en todos los sentidos y tu familia de sangre te respalda.

- No los recuerdo.

- Me lo imagino, Gobber, Gothi y yo indagamos sobre tu pasado con lo que encontramos en tus cosas.

- ¿Qué descubrieron? ¿Qué mi familia era un clan fuerte y prestigioso?

- Si, fue durante el gobierno de Argus The Fair. Tu familia estaba bajo su cuidado y mandato, eran sus mejores guerreros en ese tiempo.

- ¿Sabes mi apellido?

- Lo sabemos ¿Quieres que te lo diga?

- No, quiero quedarme con el apellido de Gobber.

- Tu pasado es parte de la razón de que te escogiera.

- ¿Qué otra cosa puede ser?

- Viviste con los dragones por mucho tiempo, te comunicas con ellos y ellos contigo. Los entiendes y te entienden, Gobber y yo hemos visto como los ciudadanos te respetan y admiran ¿Qué más razones necesitamos?

- ¿Mi opinión?

- Lo sé, no te la pedimos. Es solo que cuando deje el puesto, tú lo serás y podrás declinar para escoger a alguien más, es una opción.

- ¿Puedo hacer eso?

- Así es, en mi caso no lo hice puesto que las condiciones no me lo permitieron, pero ahora puedo hacerlo cuando haya visto a la persona correcta y por el momento esa persona eres tú.

- ¿Por qué no habrá más relación de sangre?

- En primer lugar por mi estatus, no quiero a nadie que se quiera unir a mí por ser el jefe y en segunda…porque cuando termine el Great Flight yo me retirare.

- ¿Por qué?

- Quiero salir a conocer el mundo, solo conozco parte de Londres, Berk y las islas, quiero ver que más hay detrás de esos mares.

- Veo el por qué, pero te necesitamos aquí Hiccup, yo te necesito aquí.

- Tú estarás bien sin mí, tienes a Gobber, Gothi y toda la aldea. Además, creo que le gustas a Gustaf.

- No gracias, paso de él.

- Me lo imaginaba, pero el punto es, que solo confió en ti para este puesto, si vez que alguien es mejor que tu házmelo saber.

- ¿Qué dicen los jefes?

- Están de acuerdo en esta decisión que tome, también confían en ti y hay otra cosa más.

- ¿Qué otra cosa?

- Si gano el Great Flight me dejaran hacer todo lo que dije.

- ¿Si no lo ganas?

- Me casaran con una de las hijas de los jefes ¿Cuál eso lo pondrán en voto entre ellos? – al verla de nuevo, la vio impresionada y en blanco ¿Quién no si le dijeran algo como eso? – Dime algo

- Gana esa carrera.

- Daré mi mejor. – El cuerno sonó y ambos se miraron, era momento de salir a ganar y entrar a la carrera.

- Hora de salir.

- Gánales a todas.

- Así será.

Estaban sorprendidos por las combatientes, como chicas tan delicadas en apariencia podían ser así de fuertes y brutales. Ninguna le dio oportunidad a su contrincante, pero la que más destacaba era Kyra con su espada, incluso las cámaras no dejaban de apuntar a ella, cosa que alegro un poco a Hiccup. Los movimientos de ella eran precisos y sin pausas, no dejaba apertura alguna en sus ataques y su defensa era casi perfecta. Vencio a su contrincante, la hija de Viggo Grimborn de los Lava Louts, Tsura. Paso directamente a las semifinales junto a Phlegma, Atena y Freya. Cuatro candidatas y de todas ellas la más fuerte era Phlegma la hija de Mogadons, se hizo de su fama al vencer al guerrero masculino más fuerte de su isla y también al domar a su dragón acompañante, un Screaming Death.

Hasta la fecha solo había otro par de personas que lo han logrado en toda la historia de Berk, pero eso no la detuvo de llegar a tal nivel de la competencia. Se les dio un descanso y luego pasaron los combates, como esperaban todos, la final sería entre Kyra y Phlegma. Ambas aparecieron con sus armas, Phlegma un hacha de batalla que el mismo Hiccup le dio como presente en uno de sus cumpleaños, hecha de hierro de Gronckle, mango de cedro blanco e incrustaciones de oro y plata, y Kyra con una espada de una aleación hierro de Gronckle y escamas de Skrill. El combate parecía ser completamente prometedor.

En silencio, con las miradas sobre ellas, tomaron sus escudos, se acercaron al centro de la arena y cruzaron el acero como señal de respeto, al bajar las armas se pusieron en guardia para esperar el sonido del cuerno. Decir que había tención en el ambiente era poco, todos esperaban con impaciencia el momento en que ambas pelearían, solo ambas chicas no dejaban de verse al rostro. El encargado tomo el cuerno y se preparó, apenas se escuchó ambas dieron el primer ataque chocando nuevamente las armas y con el llego el grito del público.

Los ataques eran sin guardarse nada, la espada en dirección diagonal contra el hombro de su oponente, mientras que el escudo lo dirigía a su espalda, Phlegma elevo su escudo e intento dar el golpe con el hacha, Kyra giro utilizando su pierna izquierda como pivote para lograr que el escudo interceptara el hacha. Utilizando el giro logro alejarse para tener distancia, solo fueron esos golpes y los escudos ya estaban destrozados, sabían que simple madera no serviría contra el hierro de gronckle. Arrojaron los escudos y decidieron utilizar solo las armas, puesto que la disputo no se decidiría con los escudos.

Kyra tomo con ambas manos su espada y la coloco al nivel de su rostro, se volvieron a lanzar y el acero se encontró con la madera en diagonal, con otra mano Phlegma bajo la espada para dar el golpe con el mango del hacha hacia las costillas. Una vez más Kyra giro para intentar otro corte por arriba mientras su contrincante hacía lo mismo por la parte baja, ambas armas se encontraron en el camino, Kyra giro la espada para dejar caer el hacha y hacer el mismo golpe que intento Phlegma, solo que este dio en la quijada.

Atontada no pudo esquivar el corte que vino de manera ascendente, cortando la armadura de acero normal, la tela y así lograr el corte que necesitaba para ganar. La vio caer de rodillas, dio un paso atrás para dejar pasar a los médicos, el veredicto un corte poco profundo y sin riesgo alguno. La vencedora elevo la espada y con esto el grito de júbilo de la audiencia y el final de los combates.

Subió al lugar donde los jefes para entregarle el premio de la competencia y al mismo tiempo dar el anuncio de que ella competirá en las carreras. Una vez arreglado todo, el público se alejó para dejar que los heridos descansaran y los jefes se prepararan para las carreras.

La escuela estaba al tope de corredores, entre ellos figuraban los competidores para el Grate Flight, Camicazi y Heather quienes preparaban todo su equipo. Al abrirse la puerta observaron entrar a Hiccup seguido de Kyra quien intentaba esconderse, sin mucho éxito, en la espalda del jefe. Todos dieron sus respetos y dejaron que ambos entraran a los establos de los dragones para tomar algunas cosas.

- Veo que si vas a participar. – Ambos miraron a Astrid acercarse con calma puesto que en el establo también había un par de Gronckles dromidos.

- Necesito hacerlo…me servirá reavivar el cuerpo y el alma, además Kyra y yo tenemos que dejar en claro quién es el mejor.

- Ya veo ¿Dónde está?

- ¡Aquí! – con el grito y el sentir las manos en su espalda Astrid dio un grito de sorpresa mientras veía como la chica se alejaba corriendo y ocultándose como si fuera un dragón jugando - ¿Cómo es que hace eso?

- Lo siento Astrid, no pude evitarlo, vi la oportunidad y la tome.

- Kyra, nos puedes dejar unos momentos a solas.

- Claro…cuidare que nadie se acerque a este par de tor…

- Kyra

- Ya voy

Era extraño ver como una chica que hace unos momentos peleo como toda una guerrera, fuera así de alegre y juguetona.

- Perdónala, tiene mucho de dragón en su forma de ser.

- ¿Cómo es eso?

- Ella…la encontramos hace tiempo en una cueva siendo criada por dragones.

- ¿Criada por dragones?

- Exacto, no tiene memoria alguna de su pasado o de quien era, solo su espada y un traje. Gobber la adopto en cuanto ella tubo confianza para con él.

- Eso explica por qué no se parecen en nada.

- Algo así, habrás notado que abecés se comporta como dragón, son cosas que son su naturaleza. Por lo visto le agradas, no a muchas chicas y chicos les hace bromas como a ti.

- No lo creo…bueno…recordé los entrenamientos con ella ¿Tú le enseñaste?

- En ese tiempo mi padre, mi madre y Gobber nos enseñaron a ambos. Es mi mejor amiga de toda mi vida, por eso te digo que no con todos se comporta como contigo.

- ¿Qué tan amigos son?

- Casi hermanos – por alguna razón eso la alegro, pero se quitó el pensamiento rápidamente – básicamente nos criamos juntos.

- Hiccup ¿Cómo serán las carreras?

- Igual que los combates, por eliminatorias, cada jefe trajo un grupo de corredores. Somos un total de 35 participantes, se harán cinco grupos de siete competidores, el ganador de cada grupo participara en la carrera final.

- Veo que está bien planeado ¿Estás listo para ver como corre un ganador del Grate Flight?

- Estoy ansioso…la verdad te tengo una pregunta

- Dispara

- ¿Cómo es el Grate Flight? Aparte de Kyra, no hay nadie más en esta isla que haya concursado.

- Es…algo imponente, me imagino que lo has visto por televisión.

- Si, pero no es lo mismo verlo que vivirlo y nuestro corredor al igual que todos en la isla está nervioso y ansioso.

- Es de temer la carrera, es toda una prueba de valor, resistencia, habilidades y sabiduría. Pero hasta ahora por lo que he visto, todos ustedes tienen eso…¿No te ofendes si te pregunto algo desde mi punto de vista?

- No, suelta.

- ¿Por qué continúan haciendo esos combates tan sanguinarios?

Es como si todo el mundo se hubiera callado por esa pregunta, Hiccup se levantó y tomo algunas cosas para salir del establo, le hizo algunas señales y ella lo siguió sin rechistar. Nadie se preguntó del porqué se retiraban juntos, solo miradas extrañadas, celosas y una curiosa de su mejor amiga.

Cuando llegaron a la casa de Hiccup este la dejo entrar al taller, dejo las cosas en una mesa y encendió algunos aparatos. Era la primera vez que veía un taller de herrero, forjas, aparatos eléctricos, moldes para sillas, tornos y varias herramientas. Veía al joven jefe moverse por el lugar como si fuera su propia casa, la cual lo era sin duda alguna, tomando herramientas y dejándolas al lado de las cosas que trajo del taller.

- ¿Algo de tomar? ¿Cerveza, agua, soda?

- Me quedo con la cerveza.

- Bien – lo vio ir a un refrigerador escondido entre mesas y columnas para sacar un par de botellas, al regreso le entrego una.

- Gracias – sin decir nada lo vio abrir su botella y luego tomar materiales para comenzar a hacer marcas sobre telas y metales - ¿Qué haces?

- Una silla, la empresa HHH les prometió sillas para el Grate Flight.

- Si, venía escrito en las letras…¿No las han hecho?

- Se decidió que la oficina principal se encargaría de eso, ya tenemos la mayoría terminadas, falta la tuya.

- ¿La mía?

- Así es, Gobber, Kyra y yo hemos trabajo en ellas desde que nos dijeron que el próximo Grate Flight sería aquí y que sería necesario sillas nuevas para la carrera.

- Ahora recuerdo que llenamos unos papeles para las sillas.

- Por el evento de la carrera las vamos a hacer personalizadas, por eso los papeles sobre…sus datos personales.

- ¿Qué ocurre?

- No sabía que eras tan ligera.

- ¿Perdón?

- Si te das cuenta, la mayoría de las chicas de Berk son robustas o tienen un cuerpo atlético y bien entrenado. Esto es por el clima, nuestro peso es un poco mayor al de otras personas, lamento si te ofendí.

- No, para nada, fue más bien un alago…hablando de halagos, aun no me dices tú respuesta sobre mi pregunta.

- Si, sobre eso. Somos vikingos ante todo…

- Me conto Gobber que si no tienen algo con que pelear, se pelean entre ustedes, tu antepasado las regreso por lo mismo, pero con variaciones.

- Así es, yo también quería quitarlas, pero si lo hago perdería una tradición muy querida y representativa de nuestro pasado. Es algo simbólico, por eso no la puedo quitar.

- Pero gente sale herida.

- Es por eso que tenemos el mejor médico de la isla, Gothi. Ella se ha encargado de la salud de los ciudadanos de Berk por años y sus antepasados antes de ella, también.

- ¿Todo es por sucesión generacional?

- No todo, lo único que ha sido generacional en esta isla ha sido la empresa, la escuela y el servicio médico.

- ¿La presidencia?

- No, esa es democrática, el jefe pronuncia un sucesor. Pero los ciudadanos por lo general deciden al final, el sucesor también puede declinar.

- ¿Por qué no lo hiciste tú?

- ¿Por qué quieres saber? – Dejo a un lado el lápiz y miro al frente sin ver a Astrid, esto era algo incómodo, se sentía incómodo, tonto y distraído a su lado.

- Porque quiero recordar lo que estas por decir. – Por fin la vio y se vio en esos ojos azules y claros.

- Imagina que Berk es un dragón indefenso, la muerte de mis padres son la daga y yo soy el que sostiene la daga puesto que sufro por la perdida. Vi al dragón y el dragón a mí, me vi en esos ojos, vi mi miedo y la desesperación. Berk y yo nos parecemos, tome la decisión y decidí ayudar a ese dragón.

- ¿Por qué sostenías ese cuchillo?

- Porque yo por sangre y por decisión de la aldea, debía ser el que se convirtiera en el nuevo jefe, no había otra persona más. En mis manos estaba la decisión de cuidar a Berk como lo hicieron mis padres o destruirlo.

- ¿A qué edad te convertiste en jefe?

- A los dieciséis, encontramos a Kyra cuando teníamos catorce años. Los padres de Heather y Camicazi mandaron una carta a mi padre, sin saber de su muerte, para pedir que fueran ingresadas a la academia. Kyra y yo vimos que tenían potencial para las carreras, desde entonces viven con nosotros.

- ¿Por qué no sabían lo de tus padres?

- En ese tiempo la comunicación entre las islas no era muy buena, cuando cumplí los diecisiete comencé a hacer que nos uniéramos, no fue fácil. Si te diste cuenta también tenemos problemas de necedad.

- Si un poco.

Era extraño, muy extraño que dijera todo eso a una extraña, ni con Gobber o Kyra tenía esta facilidad de palabra como con Astrid. Le sonrío y ella le respondió de igual manera, la charla fue más amena y la cerveza se había acabado, pero eso no les importo. Ella lo observo trabajar y revisar varias cosas en la computadora, imprimir otras y firmar muchos papeles. Se preguntaba ¿Cómo hacía todo eso al mismo tiempo?

Saludo un par de veces a Gothi y a Gobber que les dejaban siempre reportes y más papeles. Todo relacionado con el trabajo de la presidencia, ella se hubiera muerto el primer día, esto era algo de respetar en Hiccup.

- ¿Cómo haces eso?

- ¿Qué? ¿Hacer la base de la silla? El molde se puede cambiar a las medidas de cualquier dragón y con…

- Eso no.

- ¿Entonces?

- ¿Cómo logras hacer todo esto? Presidente, Gerente general de una de las más grandes empresas, Maestro y también un encargado de relaciones exteriores.

- Sacrifico muchas cosas, mi tiempo libre y mi vida social son básicamente nulas. De no ser por Gobber, Kyra, Heather, Camicazi, Gothi y Toothless te aseguraría que estaría perdido hoy en día.

- Es mucha carga sobre tu espalda ¿Quién es Toothless?

- Mi mejor amigo de todos, ha estado conmigo desde que era un bebe, básicamente somos hermanos.

- ¿Puedo conocerlo?

- Claro, en su tiempo, es algo especial a la hora de conocer a la gente.

- ¿Él es el corredor de su isla?

- Si, por así decirlo – Eso no lo entendió pero mejor lo dejo para el día de la carrera. Lo vio ir al torno y luego comenzar a colocar acero en los crisoles para fundirlo.

- ¿Las sillas son hechas a mano?

- En Berk si, nosotros los herreros hacemos todo a mano y esto se quedó como política en HHH. La mayoría de las sucursales lo hacen a máquina, solo pocos se hacen a mano.

- Impresionante, ¿Cuántas botellas llevas?

- Dos, mientras trabajo me contengo con el alcohol, de hecho casi no tomo.

- ¿Cómo le hiciste en la competencia?

- Cada año es igual, la competencia de bebidas es la comienza el festival y cada año aumentan los tarros. Ya me hice tolerante al alcohol, pero casi no bebo o no bebo.

- Eres alguien impresionante, cualquier chica estaría feliz a tu lado.

- No lo creo, la haría infeliz más bien, nunca estoy en casa y siempre ocupado. Sería infeliz por estar con alguien que jamás tendrá tiempo para ella.

- No lo creo…al menos creo que yo no. – Lo dijo en susurro solo para ella, el decir eso fue como aceptar algo que no quería, algo a lo que ella se resistía la pregunta era ¿Qué?

- Si tú lo dices puede que lo crea. – Lo vio colgar la base para apreciarla y luego se acercó a ella, la miro a los ojos y en ellos vio un poco de duda - ¿Confías en mí?

- Sí, creo.

- Bien, no te muevas

- ¿Por…? – No logro evitar sacar un sonido de sorpresa al momento de sentir sus manos en su cadera - ¿Qué haces?

- Necesito un respaldo para tu silla, no te muevas.

Las manos se movieron delicada y meticulosamente, lo hacía concienzudamente para tener una visión de cómo sería el respaldo. Ella solo se estremecía por cada caría, contacto y roce de esas manos grandes, ásperas, fuertes y a la vez delicadas; todo esto gracias al trabajo diario. Su cuerpo sentía el calor emanar de esas manos y pasar de su cadera al abdomen, espalda y pecho, no mentiría, le estaba gustando este tipo de contacto con el joven jefe.

Lo dejo seguir acariciándola y tomando medidas mentales de su cuerpo, estaba casi por derrumbarse. Dejo de sentir esas manos sobre su cuerpo, casi de la misma manera en que llegaron, reunió todo el coraje y valor para no pedir que no se detuviera. Esas manos serían su perdición en algún momento, al igual que sus ojos que la veían ahora. Se veía nervioso como ella, con mano en la nuca pidió disculpas y regreso a su labor.

- Yo…bueno, necesitabas esos datos ¿Verdad?

- Si, los necesitaba – La miro nervioso y un poco rojo – Gracias.

- ¿Por los datos?

- Por todo.

- Cuando gustes. – Eso sonó extraño y raro – Bueno no…me refiero a otros datos…digo para lo que me quieras…no…yo. – Se golpeó con la palma su frente, parecía chiquilla de colegio junto a él ¿Qué le estaba ocurriendo?

- Creo que entendí el punto. – Miro el reloj y vio que era tarde, casi las seis. – Es tarde, es mejor que regreses a tu cabaña, aquí oscurece pronto.

- Tienes razón – Consulto su reloj, por alguna razón no se quería ir pronto. – Gracias por todo y por lo de hoy.

- No hice nada, al contrario yo debería agradecerte. Me ayudaste con la silla y me escuchaste, realmente te lo agradezco.

- Fue un placer – realmente todo un placer para ella.

La puerta sonó con los golpes de alguien, Hiccup pensando que serían más cosas sobre la isla fue a abrirla, se detuvo al escuchar un "preparen todo para la entrevista". Eran reporteros no había duda alguna y si lo veían junto a Astrid les traerían un gran cantidad de problemas para ambos. Miro a la jinete por unos segundos y luego la puerta de acceso a su casa, Astrid entendió al instante y salió corriendo por esa puerta. Dio un suspiro para quitar tenciones y abrió la puerta.

El salir de la casa de Hiccup fue un tanto difícil ya que por donde pasara los periodistas estaban ahí, pareciera que quisieran saber todo sobre la vida privada del chico, fue gracias a un Terrible Terror que entro por la ventana de la casa e hizo un alboroto que logro salir. Hiccup la vio retirarse y desaparecer entre las calles, no sin antes verla despedirse de el con un movimiento de manos.

Al llegar a su cabaña se encerró con seguros en todos lados, no quería saber nada de periodistas en ese momento. Al terminar de arreglarse y entrar en la cama no pudo conciliar el sueño, el solo evocar los recuerdos de esas manos sobre sus caderas, era más que suficiente para quitarle el sueño. Quería dormir pero no lo lograba por más que quisiera, se levantó y se miró en el espejo de cuerpo completo de su cuarto.

Se miró detenidamente, ojos azules, cabello rubio, figura atlética, piernas bien torneadas, las caderas anchas y trabajadas por las carreras, abdomen plano, su pecho joven y firme, sus brazos eran fuertes y en forma, rostro hermoso y cabello rubio. Jamás se había fijado en su propia apariencia hasta este momento, se preguntaba si era capaz de atraer al género opuesto con su figura.

Ella siempre fue catalogada como ruda, fuerte y casi masculina por su forma de ser. Salió con Dagur porque parecía ser que ambos eran compatibles, resulto ser la peor experiencia de su vida y desde entonces solo se centró en las carreras y sus pocos buenos amigos. Pero ahora aparecía este chico de ojos jade y se preguntaba si era atractiva ante él, si era capaz de hacerlo sentir como el a ella cuando la inspecciono.

Que tonterías, no es posible que un chico la hiciera hacer esos pensamientos ¿O sí? ¿Sería posible algo como eso? ¿Qué por vez primera alguien hiciera preguntarse si era atractiva ante los ojos de un hombre? Simplemente no era posible, se mordió el labio inferior y se fue directo a la cama. Mañana sería otro día, pero aun así no podía dejar de pensar en esos ojos y en esas manos que la hicieron rendirse, esa noche Astrid por vez primera durmió pensando en alguien más.

La mañana llego rápido para su desilusión, termino de arreglarse pronto para salir a correr, cosa que siempre hacía todo el tiempo como parte de su rutina de ejercicios. Se abrigo, se colocó sus audífonos y comenzó a correr desde su cabaña hasta la orilla, para de ahí partir al norte de la isla Tenía planeado pasar por la academia de dragones y desde ese lugar partir rumbo al bosque. Estaba subiendo la cuesta de la academia cuando un sonido llamo su atención, se quitó sus audífonos para escuchar mejor. Era algo nuevo para ella, a cada momento se acercaba más ese sonido, era como si algo estuviera cortando el sonido; como si fuera un jet a alta velocidad.

Apenas se dio cuenta una onda de aire la tiro al suelo al momento de que ese sonido pasara cerca de ella, curiosa y con más energía por la adrenalina, corrió siguiendo el sonido. Llego hasta la academia, en donde escucho un rugido y unas risas. Intento abrir las puertas pero estas estaban cerradas con seguro, espió por una ranura entre las tablas de las puertas y lo que vio la dejo sin aire. Fue rápido, cuestión de menos de un minuto, pero estaba segura de lo que vio, piel, piel con escamas de un dragón.

Pero no cualquier tipo de piel de dragón, no eran las escamas de un Nadder, un Gronckle, un Nightmare o cualquier dragón, no están eran negras, negras como la noche. Se alejó al escuchar un rugido desaparecer entre las nubes, salió corriendo al bosque, quería asegurarse de que no estaba soñando.

Entre ramas, matorrales y arbustos corrió intentando seguir el sonido. Llego a un pequeño valle hundido, rodeado por paredes de piedras y en medio de este pequeño paraíso un lago. Bajo al lago al momento de descubrir una cueva entre árboles y hojas, al llegar descubrió un altar en una de las paredes del valle. Con una estatua de un Deadly Nadder y un Stormcutter a cada lado del altar, como si lo estuvieran resguardando, al acercarse vio la inscripción del altar.

"En memoria del Night Fury que salvo a la isla de Berk y se convirtió en el alfa no solo de los dragones, sino también, el amigo y guardián de los habitantes de Berk.

Todos los habitantes le estaremos siempre agradecidos, hasta el final de los tiempos."

El altar tenía un Night Fury de tamaño real al centro y en cada esquina un dragón rodeándolo. Nadder, Stormcutter, Monstros Nightma, Gronckle y un Zippleback. Esto era algo único e histórico, aunque ella no lo supiera, ya que este era el lugar donde Hiccup Haddock Horrendus III encontró a su compañero y mejor amigo, el lugar donde la historia del nuevo Berk y los jinetes de los dragones comienza. Se perdió un momento en la estatua, pareciera que los ojos de ese dragón la vieran, eso hasta que el rugido de antes reapareció, potente, fuerte y majestuoso.

Volteo al cielo solo para ver una mancha alejarse más al norte, eso era una señal para ella, una señal de que este lugar era y tal vez en algún momento será su hogar.