Capítulo 9: La conferencia.
La alarma sonaba con su terrible sonido, ese sonido que amenazaba cada mañana con arruinar su buen humor, que prometía otro día de trabajo pesado. Cansado, con los ojos aun llorosos por el sueño y aun somnoliento llego a la cocina de su casa. El desayuno estaba preparado, los papeles arreglados, los niños corriendo de un lado a otro, su amada esposa con él bebe en brazos intentando atrapar al par de traviesos. Sin más atrapo a los dos en brazos, los escuchaba reír, burlarse e intentar escapar de los brazos de su padre.
Su esposa se acercaba, la observaba cada día en la mañana, era hermosa, ojos azules, cabello rubio, el sol a su espalda y ese hermoso vestido blanco. Beso al hermoso bebe de ojos color jade y cabello castaño, el cual rio de alegría al ver el beso de sus padres, mientras que los pequeños en sus brazos hacían gestos de asco. Soltó a los pequeños, gemelos, uno rubio y la otra castaña, el rubio de ojos jade y la castaña de ojos azules, el parecido a sus padres era algo increíble. Su esposa, su esposa era alguien increíble, una hermosa mujer, pero fue el ruido, el rugido que lo interrumpió de continuar con ese deseado beso y regresarlo a la realidad.
Apenas abrió los ojos cayo de la cama, el piso de madera lo recibió gustoso, solo veía el techo de su casa, escuchaba los rugidos de su mejor amigo y como caía polvo y tierra a su piso de los golpes al techo. El único momento del día en que podía ser Hiccup, no el jefe de la aldea, no el jefe de una gran empresa multinacional e internacional, solo ser el mismo. Escucho como bajo del techo al lado de su casa. Se levantó, se cambió de ropa y preparo el desayuno de ambos, a su amigo le encantaba el pescado, en especial la caballa. Al salir tuvo que quitárselo de encima, puesto que salto sobre su pecho para saludarlo a lengüetazos. Subió sobre su amigo y ahora salieron volando al cielo, necesitaba relajarse antes de comenzar el día más pesado de todos…el previo al Grate Flight. Pero lo dejaría para más al rato, ahora solo quería disfrutar de esos momentos de paz.
Apenas podían aguantar la emoción, era el día previo a la carrera más esperada por todo el mundo, necesitaba tener todo listo para el día. Apenas termino el Thawfest, llegaron los patrocinadores para colmar su semana, y la de sus compañeros, en entrevistas, sesiones fotográficas, presentaciones en vivo, etc., etc. Era una completa locura, apenas tenía momento para ella misma o para practicar, también ocurría con sus compañeros, nadie tenía tiempo para poder prepararse como era debido.
Pero el día previo a la gran carrera y necesitaba descansar. Desde el comienzo de esa semana, el jefe de Berk pidió a la empresa, a los corredores, a los representantes y patrocinadores que dejaran descansar a todo el mundo; cosa completamente agradecida por ellos. Estaba saliendo de su cabaña cuando los flashes de las cámaras la tomaron por sorpresa, era la prensa, ellos nunca duermen ni descansan.
Apenas y les entendía puesto que todos preguntaban al mismo tiempo, intento calmarlos pero era inútil, todos querían que sus preguntas fueran respondidas. Se empujaban y estiraban sus brazos con micrófonos, todos apuntando a su dirección. Necesitaba salir de ese lugar. Fue en ese momento que su dragona llego a su rescate, la tomo de los hombros para elevarla al aire, en un pequeño movimiento ya estaba en el lomo de su dragón.
- Gracias amiga, me salvaste de esta. – Un pequeño gruñido fue lo que necesito como respuesta – Bien, vamos al museo. Hiccup va a dar una conferencia de prensa.
Un ligero giro y se pusieron en dirección del lugar.
No le sorprendió el ver a todo el grupo de periodistas a las afueras del museo, ese lugar aún le parecía sorprendente. Solo ha ido un par de veces, la primera vez cuando el jefe de la ciudad les dio el recorrido, la segunda vez por curiosidad antes del Thawfest. El museo lo clasifico como un lugar de nuevos descubrimientos, siempre hay algo nuevo sobre la historia de Berk. La segunda vez que fue al museo, descubrió una sala nueva dedicada a los avances tecnológicos de la isla, había otra sobre la vida cuando la ciudad era solo una aldea de Vikingos, lo cual aún era a pesar de ser una ciudad pequeña en un lugar cercano a Groenlandia.
Otra sala era completamente dedicada a la historia de Berk, otra a las carreras, otra a los primeros jinetes de dragones de Berk, que en realidad eran los primeros jinetes de dragones de la historia. Eso aún le costaba algo de esfuerzo para aceptarlo, le habían enseñado que los primeros jinetes se hicieron en Londres, pero al llegar a Berk descubrieron que eso era mentira. Llego a la parte trasera del museo, al aterrizar su dragón ella también toco suelo. Era extraño, hace un mes su dragón y ella era solo un equipo, no amigas, ahora era todo lo contrario; su relación era de amigas, una alianza única entre ambas, tenía mucho que agradecerle a Hiccup.
- Te veré pronto, ve y divierte con los demás. – Un gruñido alegre, un par de aleteos y su rostro frotando su costado, todas señales de deseo de suerte y buena fortuna.
Vio partir a su dragón, cuando ya no estaba a simple vista ella entro al museo. En el lugar se encontraban sus demás compañeros, todos con trajes y vestido de gala ¿Tenía que ir vestida con vestido? Eso no lo sabía. Se acercó a su compañera, quien al verla le señalo un porta vestidos colgado en una puerta.
- En cuanto llegamos Gobber y la anciana Gothi nos lo entrego, estamos igual de contrariados que tú, tonto vestido, no me deja moverme con libertad.
- ¿No te gustan los vestidos?
- ¿Gustarme? Los odio, estoy bien del cuerpo, pero digamos que no tengo…tantos atributos como tú, Astrid. No puedo lucir un vestido de la misma manera que tú.
- ¿Mis atributos?
- ¿Haces dieta?
- No.
- ¿Te pintas el cabello?
- No.
- ¿Relleno?
- ¿Relleno?
- Si, para realzar el escote.
- Claro que no Ruffnut.
- Ves, a eso me refiero, tú destacas naturalmente, yo tengo todo en contra.
- Sin mencionar la cara.
- ¡Cállate que tenemos la misma cara! ¡Somos gemelos! – Tras eso observo a los gemelos comenzar otra de sus famosas discusiones, suerte era que no quisieran romper los trajes.
Ignorando la algarabía de los gemelos, tomo su respectivo vestido y entro a un cuarto acondicionado para ella. Era, en cierta manera, un camerino para estrellas de cualquier índole. Un tocador con espejo, una gran cantidad y variedad de maquillaje, closet con otros artículos dentro y también una cantidad enorme de zapatos de tacón alto, mediano y corto. Colgó en un perchero la bolsa del traje para sacar el vestido; era, en una palabra, hermoso.
Vestido de tirante, de color azul turquesa del pecho y escote recatado, mangas color crema desde la parte media del ante brazo hasta llegar a las muñequeras, donde una tela terminaba en un anillo de oro para el dedo medio; la cintura era de un azul más claro, casi blanquecino en forma de corazón, la falda trataba de simular las puntas de las colas de un Nader, las figuras de comienzos azules con finales de amarillo dorado, estaban bordadas sobre la tela de la que le llamaba la atención era que estaba hecho a la medida, al momento de ponérselo su figura resaltaba, no estaba ni muy holgado ni muy estrecho, era en si hecho para ella.
Cuando estaba por salir entraron un grupo de personas, todas eran mujeres de falda negra hasta las rodillas, camisa blanca y corbatín negro, todas hermosamente maquilladas
- Señorita Hofferson, por favor siéntese frente al espejo, en un momento estaremos listas para comenzar a prepararla.
Las personas la sentaron frente al espejo, todas bailaban a su alrededor maquillando su rostro. Se sorprendieron al ver que ella nunca se maquillaba, por lo que su bellesa era algo natural, con esto tomaron la decisión de utilizar poco maquillaje mientras arreglaban su cabello.
- ¿Por qué tanta atención?
- Hoy es una fiesta de gala, el jefe la va a dar en honor de ustedes.
- ¿De nosotros?
- Si, por ayudarlo a poner a Berk en el mapa, el Grate Flight no solo ha atraído la atención del mundo, también ha permitido conocer nuevas personas, otras culturas, una ventana de oportunidades comerciales.
"Por eso el jefe quiere dar las gracias, también por permitirle a Berk ser parte de un gran evento como este. El sueño del jefe es hacer notar a Berk antes de que el deje el puesto.
- Veo que le tiene mucho cariño.
- Es uno de los mejores jefes que hemos tenido. Siempre está al pendiente de todos, siempre vela por la seguridad de la ciudad, también por el bien estar de todos los ciudadanos. No habíamos tenido un jefe así desde la primera, segunda y la pasada generación de jefes.
Las chicas terminaron su lavor, pero la jinete no se levantaba de su asiento, estaban comenzando a creer que su trabajo no le había gustado en nada.
- ¿Pasa algo señorita Hofferson? ¿No le gusto el trabajo?
- No, no es eso, no se preocupen. Estaba pensando en Hiccup.
- ¿En nuestro jefe?
- Si, con todo lo que me contaron ustedes, solo me imagino a un joven muy cansado.
- Si, todos creemos lo mismo, tiene un gran peso en su espalda. Aún no sabemos qué hace para no estallar, yo haría si estuviera en posición, por eso todos ponemos de nuestra parte para ayudarle.
- Quisiera que todos los países fueran como Berk.
- ¿A qué se refiere?
- Todos los ciudadanos poniendo de su parte para ayudar a su líder, darse cuenta del trabajo que ellos tienen en sus hombros, no quejarse de los errores, ayudar a corregirlos y mejorarlos. Así es como debería de ser, el trabajo de jefe, rey o presidente debe ser muy pesado.
- Por eso queremos a nuestro jefe, siempre con el ejemplo, jamás se queja, solo actúa y nos invita a participar.
- Aun recuerdo la vez del funeral de sus padres.
Esas palabras fueron las que sumieron el cuarto en una atmosfera de pesar. Recordaba que los anteriores jefes eran los padres de Hiccup, también eran las personas más famosas en el mundo de los dragones. Stoick The Vast, como se le conocía era el mejor jinete de su época, su esposa Valka fue la que revoluciono el mundo del cuidado de los dragones. Ambos padres, ambos jefes de una ciudad, ambos responsables de una ciudad de un país. Responsabilidad que ahora recaía en los hombros de su hijo. Debió de ser un día muy oscuro para toda la isla.
- No preguntare que ocurrió, solo terminemos para la fiesta.
Todas agradecieron a Astrid por no pedirles recordar ese día, un día oscuro, un día pesado para el joven jefe, un día de dolor.
La sala principal fue acondicionada para los invitados, en el centro se encontraban las sillas forradas de tela blanca con el escudo de la isla, frente a la sala de los jinetes de dragones se encontraba el palco para la conferencia. A cada lado de donde se encontraban los micrófonos, se colocaron las sillas donde se sentarían los jinetes, líderes e invitados especiales de las naciones concursantes; también donde se sentarían los representantes de las organizaciones patrocinadoras y por ultimo cerca de los micrófonos las sillas donde se sentarían los presidentes de la Asociación de las Carreras de Dragones (DRA).
Los invitados ya estaban presentes, varios se dieron la libertad de ir a recorrer el museo, los más sorprendidos eran los historiadores; algunos con duda sobre la veracidad de la historia de los jinetes, otros abriendo nuevos horizontes a las posibilidades del futuro de las carreras. También estaban todos maravillados con los retratos de la sala de jefes, todos quedaban atrapados ante la aparición de un par de individuos en más de una ocasión durante toda la historia de Berk, definitivamente la isla siempre daba nuevas sorpresas.
Fue en ese momento que entraron los invitados al salón, las cámaras inmediatamente repararon en los corredores quienes lucían trajes representando a los dragones que montaban. Los gemelos un par de trajes de color verde jade, el vestido de la gemela era largo hasta casi tocar el suelo, los bordes eran de color café oscuro, pecho era de color amarillo bajo con algunos tintes verdes, la cintura se ceñía perfectamente a la cintura y terminaba en forma de V tanto en la parte delantera como en la trasera; no tenía hombros, por lo que destacaba más la figura de la jinete; su hermano tenía un saco con bordes cafés, camisa amarilla y corbata del color de los bordes.
El traje de Snotlout era de color rojo intenso, de los hombros hasta la espalda de su saco era de color rojo oscuro, imitando las líneas de su dragón, camisa de color anaranjado y corbata de color rojo con un pin, con el escudo de su país, sujetando la corbata; sus pantalones eran de color rojo oscuro. Fishlegs tenía un traje color café tierra, camisa de color crema, sin corbata, pantalones oscuros, parecía todo un diplomático o un maestro de universidad, la vestimenta le quedaba perfectamente.
Dagur por otra parte tenía un traje morado, de hombros de unos tonos un tanto más brillantes, camisa de un morado más oscuro y corbata de color morado pastel, en las mancuernillas se mostraba el escudo de su país. Eret entro con un traje completamente innovador, el saco era un de verde hoja, las hombreras del saco parecía protectores, las coderas de color tinto, camisa del mismo color que las coderas, en su espalda el escudo de su país en color negro. Todos llamaban la atención, hasta que entro ella, las cámaras comenzaron a tomar fotografías de todos los ángulos posibles, puesto que ella estaba más que reluciente.
Estaba abrumada, jamás había tenido tanta atención en su vida como en ese momento. Estaba congelada por el pánico, todos los resporteros estaban intentando preguntarle algo, todos al mismo tiempo, no sabía a quién contestar primero. Los flash de las cámaras la estaban alarmando, pero una mano se colocó en su hombro. Giro para ver a la persona, era Hiccup en persona quien le sonreía, elevo su mano libre y con esto hizo que los dejaran en paz.
- Gracias.
- No hay de que, también me ocurría muy seguido de niño, con el tiempo me acostumbre.
- ¿Desde niño?
- Ya sabes la razón.
- Ha, cierto. – Se le quedo viendo un tiempo, esto la hizo sonrojarse, se sentía nerviosa. - ¿Ocurre algo?
- Te ves hermosa.
Eso la tomó por sorpresa, con tres palabras y la dejó desarmada e indefensa ante su presencia. Ella lo observo de pies a cabeza, él tampoco estaba nada mal. Traje completamente negro, en su saco a la altura del pecho el escudo de Berk; los bordes de su traje estaban de color rojo, dándole un aire más formal.
- Tu no estas nada mal. - ¿Realmente esas palabras salieron de su boca?
Hiccup estaba sorprendido de esa respuesta, pero le sonrió a ella, esa sonrisa sería también su perdición. Extendió su mano y ella la acepto con gusto, llegaron al escenario juntos, ella tomo asiento y él se colocó ante los micrófonos, no tenía discurso por lo que dijera el mismo lo diría desde su mente, eso era ser profesional. Observo a los noticieros, a los corredores, a los representantes de la DRA y dio la señal de que comenzaba la rueda de prensa.
- Bien venidos sean todos ustedes a mi ciudad, nuestra ciudad Berk. Las últimas semanas, noticieros, representantes de los países concursantes y la misma DRA han tenido una pequeña probada de lo que Berk es en realidad. Les damos las gracias a todos por haber puesto su mirada en nuestra pequeña isla, estamos seguros de que en este Grate Flight les daremos más sorpresas de las que han visto hasta ahora, Berk les da las gracias. Por favor les pido hagan sus preguntas cortas y rápidas, puesto que el tiempo es corto y tenemos otros eventos este día.
Todas las manos se elevaron en ese momento, observando a cada reportero le dio la primera pregunta a un reportero del dragons riders news.
- Gracias tenemos dudas sobre las instalaciones para la carrera, hemos visto la carrera de hace una semana ¿Se utilizara la misma pista?
- Esa pista ha estado por generaciones en la isla, es una parte histórica de nuestra ciudad y nuestra cultura. Se utilizara esa pista, no habrá cambios ante esta razón.
- ¿No resulta insegura para los invitados el que las gradas estén en un acantilado?
- Las columnas y soportes están bien afirmados a la tierra, como al suelo oceánico. Nosotros tuvimos las mismas dudas que usted, nuestras investigaciones indican que la estructura está bien preparada para soportar todo su peso acumulado, aunque claro está, si usted está preocupado le recomendaría hacer dieta.
Las rizas llegaron, el reportero bajo la mano ante la falla en su intento de hacer ver mal al chico. Eso lo esperaba Hiccup, preguntas para intentar hacer un escándalo, por lo visto eso nunca cambiaba. Le dio la palabra a otra reportera, era del noticiero que le pregunto sobre el jefe de su isla, el rostro ante su respuesta jamás la olvidaría.
- Tengo dudas sobre los preparativos para la carrera, debido a los tiempos entre el Thawfest y el Grate Flight ¿Qué tan difícil fue hacer los preparativos?
- Un infierno. – La respuesta los hizo reír de nuevo, parecía que el chico sabía lo que hacía, eso demostraba ante todos su experiencia ante estos temas.
- ¿Qué tanto señor Hiccup?
- Digamos que no he dormido como debe ser en estos meses, hemos tenido que replantear desde los temas de seguridad, alojamiento para los invitados, los corredores, los equipos, los servicios médicos e incluso al prensa.
- ¿Todo eso en tan solo tres meses?
- Los tres meses más largos de mi vida, se los aseguro.
- ¿Cómo logro hacer que todo funcionara señor? – La pregunta fue de otro noticiero, el GNW, uno de los noticieros más visto en el mundo.
- No fue el trabajo de una sola persona, sino, de todos los habitantes de Berk. Todos pusieron su esfuerzo y empeño en lograr que todo funcionara.
- ¿Está diciendo que usted realmente no hizo nada?
- Buena pregunta, le contestare con otra ¿Parezco estar descansado o muy activo?
Nadie se atrevió a responder esa pregunta, a simple vista se veía el cansancio en sus ojos, también una ligera curvatura en su espalda, sin mencionar el temblor en su pierna izquierda.
- La verdad, se ve como nuevo.
- Entonces necesita un examen de la vista. – De nuevo la riza, el reportero aparto la vista avergonzado. – Haremos esto más simple señores, eviten hacer preguntas en un intento de hacerme quedar mal por mi edad y yo evitare avergonzarlos ante las cámaras.
Ante tal respuesta hubo un gran cambio en la sala, todos bajaron las manos en ese momento, excepto la reportera de antes, le dio la palabra una vez más.
- Esto realmente tal vez tenga que ver con su edad…o más bien con su pasado ¿Es usted hijo del corredor Stocik the Vast?
- Si, lo soy. Mi madre fue Valka Horrendus Haddock, la famosa curadora de dragones, ambos fueron mis padres.
- ¿Ellos eran los anteriores jefes de la ciudad?
- Así es, al morir yo tome la posición de "jefe" a la edad de quince años, desde entonces he trabajado con mis ciudadanos, amigos y jefes de otras aldeas para el cuidado de mi ciudad y de otras islas.
- ¿No es cansado para usted?
- ¿Cansado? Si, lo es ¿me cansa hacerlo? No, jamás me cansare de cuidar mi ciudad, al igual que ver y velar por el bienestar de las personas que están bajo mi cuidado. Les aseguro que cualquier presidente, rey o gobernante les puede dar una respuesta igual.
- No muchos lo harían.
- Entonces déjeme decirle que por mi parte si lo es, se me otorgo una gran responsabilidad, pero no hago esto porque se me haya impuesto. No, lo hago porque quiero, porque me hace feliz ver a las personas que quiero y cuido ser felices. Si en algún momento hago algo que no deba, ellos tienen todo el derecho de decírmelo y corregirme.
- Le hemos preguntado a sus ciudadanos esto, le gustara saber que todos lo quieren mucho.
- Eso significa que hago bien mi trabajo ¿Alguna otra pregunta?
- Si ¿Quién es su corredor? Todos tenemos sospechas de que es usted, pero realmente no estamos seguros, nos ha dado muchas pistas extrañas, señor Haddock.
- Si, lo sé. Era para mantener el secreto, pero creo que es mejor revelarlo. Yo soy el corredor de mi país.
Todos elevaron las manos en ese momento, escuchaba preguntas validas, ¿Por qué el? ¿Cómo afectaría con su trabajo de liderar su país? ¿Quién se quedaría a cargo en su ausencia? Pidió calma y todos le hicieron caso. Aun lado de los micrófonos había agua, tomo el vaso y tomo un poco, necesitaba calmar los nervios.
- ¿Esta nervioso? – La misma reportera, realmente se estaba llevando su trabajo a otro límite.
- No, estoy aterrorizado. – De nuevo las risas, observo a todos los presentes y se detuvo en Kyra, le sonrió y ella le sonrió, era hora de desvelar el siguiente secreto.
- Estoy asustado, no por la carrera, no por dejar mi país sin gobernante. No lo estoy, puesto que Berk sabe cuidarse perfectamente sin mí. La historia de este país, porque Berk está registrado como país, es que con el curso del tiempo ha demostrado ser completamente independiente. Todo debido a uno de los jefes de la época de los vikingos.
"El logro de ese gran jefe, como nosotros lo recordamos, es el de haber logrado paz entre otras islas, dragones y países cercanos. Al faltar este jefe, Berk demostró ser capaz de liderarse por su propia cuenta, puesto que el pueblo es quien toma las decisiones en periodo en el que se escoge un nuevo gobernante. Ahora con mi participación en la carrera, Berk se cuidara por si sola una temporada corta, puesto que tendrán que escoger un nuevo gobernante.
La sala se llenó en el silencio absoluto, incluso los corredores se quedaron completamente sorprendidos. No sabían que decir, fue hasta que una reportera de su propio país levanto la mano.
- Je…jefe ¿Dejara el cargo?
- Milda, si, lo hare.
- ¿Por…por qué?
- He sido su jefe por más de diez años, ustedes mismo lo escucharon en la apertura del Thawfest, Kyra es mi sucesora.
- Pero…creímos que era solo una formalidad, no que usted realmente se saldría del puesto ¿Hicimos algo mal?
- No, fue un gran placer ser su jefe por tanto tiempo. He visto como hemos crecido todos juntos, los cambios que se han hecho, pero es momento de pasar la batuta a alguien más, no por cansancio, por cuestión médica o por que hayan hecho algo que me decepcionara, no.
"Lo hago porque siento que es momento de que nuevos vientos lleguen, espero que con esos vientos vengan cosas nuevas para ustedes, también que como hicieron conmigo, ustedes ayuden al nuevo jefe a crecer y que este los ayude a crecer también.
- ¿Esto será después del Grate Flight?
- Así es.
- ¿Qué opinan las otras islas?
- Que no me quieren dejar ir, incluso quieren que me case con alguna de las hijas. Esto no es secreto para ninguno de ustedes, puesto que descubrí sus planes, pillines.
La risa entre los Berkianos se escuchó inmediatamente, incluso los jefes de las otras islas que estaban viendo las noticias rompieron en carcajadas.
- Jefe ¿Realmente se ira?
- Si pierdo, me casare con alguna de las hijas de las otras islas y me quedare. Tal vez no como su jefe, pero si un enlace político. Si gano no me casare, en cualquiera de las dos opciones, yo me retirare del puesto.
Esta noticia golpeo a Berk, estaban sin palabras ante tal declaración, el país entero se quedó congelado. Todos salieron de sus casas para dirigirse al museo, los guardias los esperaban, sus Speed Stingers congelaron a los primeros para calmarlos. Les pidieron que esperaran, puesto que el jefe todavía estaba en el evento.
Hiccup vio la comisión fuera del museo, era momento de terminar la conferencia de prensa. Tomo de nuevo agua y observo a los periodistas.
- No puedo decir con palabras que tan agradecido estoy con la oportunidad de que Berk participe, estoy realmente feliz de que se nos viera, de que nos permitieran compartir nuestra cultura y costumbres. Estoy feliz con mi país, con mi gente y con mis amigos.
"Estoy agradecido con todos los presentes y los que nos ven por casa, esta oportunidad para Berk jamás la dejaremos pasar, a la DRA realmente gracias.
- El placer es nuestro jefe Haddock.
- Con esto cerramos la conferencia, muchas gracias, les deseo una buena noche, puesto que es la fiesta para la apertura del Grate Flight.
Al retirarse todos querían escuchar las palabras del jefe, este salió por la puerta principal, ayudo a los petrificados a recuperarse pronto, al hacerlo todos querían respuestas, con una sonrisa las fue contestando todas. En la sala no veían a un chico, los jinetes veían no a cualquier joven, no a un jinete, no a un maestro, no a un domador, sino a alguien que es todo eso y más; veían a alguien más importante que ellos, alguien muy parecido a un rey. Una vista que Astrid ya había visto, pero en esa noche veía el panorama completo de su vida…¿Estaba comprometido con las hijas de las otras islas?
