PARTE 17 Casa contra Casa
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La idea de comenzar a hacer más actividades juntas como equipo, con la intención de estar mejor preparadas para el duelo de Casa contra Casa, había sido la mejor de todas. Como bien Miorine les dijo, no tenían que entrenar en sus MS todo el tiempo o les darían más pistas a sus oponentes sobre cómo preparar una estrategia contra ellas, pero sí comenzaron con cosas simples como jugar videojuegos juntas, practicar cualquier deporte que Nagisa o Chuchu sugirieran e incluso comer juntas en la cafetería. Honoka intentó meter algo de lectura en las actividades pero sólo Suletta parecía emocionada con eso, Nagisa no era mucho de leer y a Chuchu no le gustaba estar sentada mucho tiempo sin hacer nada.
Los duelos pendientes seguían con normalidad y Suletta simple y sencillamente no tenía rival alguno entre los alumnos de Asticassia, seguía con una racha de victorias perfecta y día a día su popularidad crecía. Nagisa también estaba sumando victorias, tenía menos duelos que Suletta e incluso que Honoka, pero se esforzaba al máximo en todos y también se estaba ganando poco a poco un club de fans. Chuchu aún no tenía duelos y estaba ansiosa por participar en ese en especial, ¡al fin todos podrían ver que Earth House también tenía buenos pilotos!
Y en cuanto a Honoka.
Terminó su duelo en turno con una victoria rápida, las piernas del MS White y esos lances estilo Judo eran letales para los gigantescos MS que la retaban, porque ella siempre procuraba los puntos débiles de sus oponentes para terminar de manera rápida. Lo que ganó con su victoria fueron partes y componentes para mejorar los propulsores del MS de Chuchu, que era el modelo que más necesitaba ayuda en ese momento. Nika se encargaría de hacer su magia, sólo necesitaba el material.
"Nada mal", dijo Miorine, que fue quien la recibió. Los demás estaban en algunos cursos y no pudieron verla en su duelo debido a la hora, pero sí apostaron por ella y la noticia de su victoria llegó vía mensaje de texto a sus agendas escolares. "Es tu último duelo de ésta semana, ¿verdad?"
"Sí, tengo suficientes días para descansar y darle mantenimiento a White, he estado estudiando los videos de combate de Ceres y debo prepararme", ella sería la líder de equipo después de todo.
"Me alegra que ya te tomes en serio lo de descansar", la princesa subió a la cabina con Honoka, decidió acompañarla a los Hangares Generales para que pudiera guardar a White. "También deben tener cuidado con Shaddiq y su equipo".
"Aún recuerdo los duelos que tuvieron el año pasado, esas chicas son fantásticas".
"Y detesto admitir que Shaddiq y su MS Michaelis son buenos", Miorine suspiró de gracioso fastidio. "Sólo debo esperar un poco más hasta mi cumpleaños..."
"¿Para comprometerte oficialmente con Suletta?" Preguntó Honoka de manera pícara.
"Déjame en paz", murmuró la princesa.
"No puedo dejarte en paz cuando te descuidas de ésta manera", la mecánica puso su dedo en el cuello de Miorine justo por encima del cuello de la chaqueta. "Deberías pedirle a Suletta que procure no hacer esto en lugares visibles".
Y entonces Miorine se cubrió el cuello de golpe, recordando claramente cuando esa pervertida de Suletta se emocionó de más la noche anterior, veían una película en la Tablet, ambas sobre la cama y ella recostada contra el pecho de Suletta. Y eventualmente llegó el momento en que Suletta no pudo contenerse más y comenzó a besar su cuello mientras seguían viendo la película.
Miorine estaba tan distraída con la película y con esa Mercuriana pervertida, que no percató dónde estaban los labios de Suletta. Tampoco podía echarle toda la culpa a su Prometida, no hizo nada para detenerla y mucho menos controlarla.
Honoka rió al ver a Miorine mascullar algunas groserías entre labios.
"¿Tienes planes con ella para cuando llegue ese momento? Tu cumpleaños está cada vez más cerca", ésta vez, la mecánica sonaba seria. Le preocupaba Miorine, desde luego.
"Suletta me quiere llevar a Mercurio a conocer a su familia, y yo quiero llevarla a la Tierra para que vea qué más podría implementar en Mercurio", respondió Miorine de inmediato y no evitó una pequeña sonrisa. Su mano en automático fue a su bolsillo, donde tenía su Agenda de Estudiante con el llavero del Señor Cool colgando. El primer regalo que Suletta le dio, ese horrendo muñeco que tan importante era para ella.
"Eso suena a un gran plan", murmuró Honoka, feliz por su amiga.
"Y antes de que preguntes sobre nuestra relación, seguiremos como estamos y seremos nosotras quienes decidamos como y cuando avanzar más, no queremos que lo que tenemos sea gracias a un compromiso forzado por estos duelos, mucho menos por mi padre", bufó la princesa y se cruzó de brazos.
"Sé que el gran jefe aprueba a Suletta desde que no le ha mandado mensajes de amenaza como a mi", comentó Honoka, divertida. "Pero tienes razón, esto debe ser algo de ustedes solamente".
"No es que me importe la aprobación de mi estúpido padre", Miorine mentía un poco ahí, "pero saber que no tiene nada en contra de Suletta me tranquiliza, tampoco parece importarle que ella sea una Bruja".
"Oh, la princesa de la escuela conquistada por una bruja, suena a una buena historia", sonrió la mecánica. "Normalmente ese papel le corresponde a los príncipes".
Miorine frunció el ceño al pensar en aquel que se creía el príncipe azul del cuento. "Prefiero a la Bruja..."
"Y no te culpo".
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Guel admitía sentirse cómodo luego de una ducha diaria como estaba acostumbrado, dormir en una cama suave era de lo mejor y al fin había dejado de comer esas insípidas raciones que sólo comían los trabajadores de bajo estatus. Su hermano también se notaba más relajado luego de regresar a las comodidades que conocían. Por el momento sólo pensaban en el duelo que les esperaba, tendrían una última oportunidad de deshacerse de esas chicas y no les importaba hacer equipo con Ceres y Zenelli si con ello lograban su objetivo.
Shaddiq les hizo el favor de conseguir un par de MS Desultor de la compañía de los Jeturk. Los hermanos estaban cómodos con esa opción a pesar de ser los modelos comerciales de producción en masa, después de todo aprendieron a pilotear en un Desultor apenas tuvieron suficiente estatura para poder pilotear.
Ninguno de los hermanos había salido mucho del cuarto que Shaddiq les ofreció, seguían sin asistir a clases pero eso no era un problema cuando tenían a la empresa de los Grassley para respaldarlos. Sólo debían esperar el duelo para recuperar todo lo que habían perdido por culpa de esas chicas. Ambos habían visto la última batalla de Yukishiro en la pantalla de su dormitorio compartido y ninguno de los dos podía negar que la chica tenía habilidad, no que pensaran admitirlo en voz alta.
Por que admitirlo querría decir que aceptaban que la habilidad de Yukishiro superaba la de los hermanos. Sería admitir que hasta el momento habían perdido ante ella de manera justa, que fue la propia ineficiencia de los hermanos lo que los hizo caer tanto.
Sólo era cuestión de esperar unos días más, hasta entonces estarían bien con el techo, la cama, la comida y el uso del gimnasio de Grassley House. Mantenerse bien comidos y en forma era importante para estar listos para la pelea en equipo.
Pero el que estaba un poco preocupado por el tipo de equipo iban a formar los cuatro era Shaddiq, por eso le hubiera gustado tener al menos a cinco combatientes por equipo, así podría tener a Sabina (o a cualquiera de las chicas) apoyándole mientras los demás hacían su parte. Samaya en especial requeriría mucho trabajo para mantenerla a raya, las chicas de Seven Stones eran letales por separado y a saber cómo pelearían estando juntas en el campo de batalla; a la única a la que podrían derrotar fácilmente era a la Earthian de primer año.
Mientras Shaddiq se encargaba de estudiar algunos contratos que Sarius le dio, el viejo se tomaba en serio la preparación de su muchacho, su Agenda Escolar sonó y de inmediato respondió al ver que se trataba de Vim Jeturk.
"Ya mandé los Desultor, deberían llegar mañana", dijo Vim. "¿Mis muchachos están bien?"
"Cómodos y cálidos, señor, sus hijos están bajo mi techo ahora mismo", respondió Shaddiq con agradable tono. "Sólo haremos los ajustes de protocolo a los Desultor y estarán listos para el duelo".
"Una vez que logren vencer a esas molestas chicas, todos conseguiremos lo que deseamos", Jeturk padre sabía que esa era la última oportunidad. Si las Earthians y la Mercuriana derrotaban a los pilotos de los Tres Grandes en una sola batalla entonces no habría manera de que recuperaran renombre ante el resto del Grupo Benerit.
También detestaba que Delling no dijera nada y ni pareciera importarle que su hija tuviera como Holder a una Bruja con un condenado Gundam. ¡A una chica que venía desde una piedra olvidada de la Esfera Terrestre! ¿En qué rayos estaba pensando ese hombre?
"¿Desea que le dé algún mensaje a sus hijos?" Preguntó el chico, sabía que hasta el momento no se había comunicado con ellos, lo normal cuando se supone que recibirían una reprimenda y una lección luego de tantas fallas, aunque eso último no lo diría en voz alta.
Ese par de tontos hermanos se la pasaban culpando a las Earthians y a la Mercuriana por su propio declive, pero sería más sencillo colonizar Marte a lograr que los Jeturk admitieran la superioridad de alguien que no fueran ellos mismos.
"No, ellos saben lo que deben hacer si quieren recuperar su lugar en la empresa".
"Entendido".
Shaddiq suspiró de manera pesada luego de terminar la llamada. Él no era el único que estaba trabajando en cómo podrían ganar ese duelo.
Según los estrategas de Peil House, la simulaciones de combate de los cuatro pilotos del equipo funcionaría bien si él, como líder de equipo, dejaba que los hermanos Jeturk, más agresivos en su forma de pelear, lo protegían de las Earthians. Mientras que Zenelli, siendo un piloto más versátil y con un MS veloz y preciso como lo era el Michaelis, podría mantener a la Mercuriana a distancia mientras él, Cuatro, se deshacía del peso muerto que representaba la piloto de primer año de Earth House y ganaba la ventaja numérica del equipo.
Y ya con esa ventaja numérica, Cuatro podría unirse a Zenelli contra la Mercuriana y entre ambos podrían neutralizarla. No confiaban en que los Jeturk pudieran derrotar a las Earthians de Seven Stones, pero apenas se deshicieran de la Mercuriana, entre los cuatro podrían atacarlas y destruir la antena del MS White.
El plan perfecto.
Y ese mismo plan se los comunicó vía texto a sus compañeros de equipo.
Sólo quedaba esperar.
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"Oye, Suletta", Nagisa comía ramen con Suletta, aún tenían suficiente del cargamento que enviaron los padres de Honoka. "¿Puedo hacerte una pregunta algo personal?" Ambas se encontraban en el comedor de Earth House.
Suletta tenía fideos en la boca y sólo asintió con la cabeza a la pregunta de su amiga. Nagisa aclaró su garganta de manera nerviosa.
"He notado que Miorine y tú son muy, um, afectuosas", comentó Nagisa con algo de pena. El romance le parecía fantástico en los programas y en su imaginación, y de hecho le emocionaba mucho cuando sus amigas tenían romances, Suletta no era la excepción. Pero se sentía apenada por lo que estaba a punto de preguntar. "¿No te sientes muy nerviosa cuando estás cerca de ella?"
"No. Me siento feliz", respondió Suletta con una enorme sonrisa luego de pasarse el bocado. "Siento un poco de nervios pero luego se me quitan cuando le tomo la mano o cuando... Cuando..." La chica comenzó a revolver el contenido de su vaso de ramen con el tenedor mientras se ponía roja como tomate.
Nagisa se sonrojó también al ver a Suletta así. ¿Qué tanto habían avanzado en su relación como para que Suletta se avergonzara?
"¿Acaso ustedes...?" Nagisa no terminó de formular la pregunta, Suletta no se lo permitió.
"¡Sólo besos!" Gritó la Mercuriana con graciosos nervios y sus mejillas ardiendo. "Nos estamos tomando las cosas con calma y respeto los límites de Miorine, quiero que esté cómoda conmigo", explicó Suletta de inmediato. Por supuesto, no agregó que a veces esos besos se iban al cuello y ya era la tercera vez en esos días que Miorine le reclamaba el dejar marcas visibles en su piel.
"Oh... Bueno, me alegra que estén de acuerdo en esos temas", Nagisa suspiró hondo.
Suletta miró un poco más a Nagisa apenas se recuperó de sus propios nervios. "¿Acaso tú te sientes nerviosa al estar cerca de la señorita Honoka?"
Nagisa respingó y casi se le resbaló el vaso de ramen de las manos. La piloto alejó la mirada con claros nervios y un rubor imposible de ocultar.
"Bueno, es obvio que se trata de Honoka..." Murmuró Nagisa.
Suletta sonrió. "Se ven bien juntas".
"Me da mucha pena, es todo. Honoka es bonita y muy lista, es valiente y cuida mucho de todos nosotros", listó Nagisa mientras se calmaba poco a poco y su voz ganaba seguridad pero perdía un poco de volumen. "Y yo... A veces siento que quiero intentar más cosas con ella pero no puedo".
"Escapa y ganas una, avanza y gana dos", recitó Suletta con firmeza. Hizo que ambas pusieran su comida a un lado para poder estrechar las manos de Nagisa, todo en afán de brindarle seguridad y confianza. Sincerarse era sano para la mente y el corazón.
"¿Uh?" Nagisa pareció un poco confundida.
"Si escapas, si contienes tus sentimientos no tendrás que sufrir por los nervios o por la ansiedad de lo que podría pasar con ella", explicó Suletta. "Pero si avanzas, podrás soltar lo que tienes en el pecho y la señorita Honoka te aceptará o te pondrá un límite... Eso último sería triste, pero al menos ya no tendrías que cargar con eso, y ganarías paz y calma".
Nagisa parpadeó dos veces, digiriendo las palabras de Suletta mientras podía sentir cómo las grandes manos de Suletta la sujetaban con firmeza. Se dio un momento para analizar ese contacto. Suletta era cálida y firme, de eso no cabía duda, pero sólo estaba esa sensación de protección que siempre era bienvenida. En cambio, las manos de Honoka parecían estar hechas para las suyas, porque su contacto era perfecto, el calor era contagioso y sentía la gentil fuerza de Honoka, una fuerza que le daba a saber que todo saldría bien.
Suletta notó que Nagisa sonreía por lo bajo antes de reír un poco, presa de los nervios.
"Tus manos no son como las de ella".
"Y tus manos no son como las de la señorita Miorine", Suletta también rió. "Me gustan más las manos de ella, son pequeñas y puedo cubrirlas con mis manos, me gusta cómo me sujeta".
"Las manos de Honoka quedan perfectas con las mías, son del mismo tamaño, aunque los dedos de ella son más delgados. Puedo sentir los callos que tiene en sus palmas, porque ella pilotea y maneja herramientas de todo tipo... Es fantástica".
"Y las manos de la señorita Miorine son hábiles, son muy gentiles y por eso las flores de su invernadero son lindas y sus tomates saben bien, porque sus manos son muy cálidas y gentiles", numeró Suletta con una enorme sonrisa de contento, una sonrisa enamorada.
Ambas suspiraron al mismo tiempo y, al percatarlo, se echaron a reír y se soltaron las manos.
"Tienes razón. Avanzaré. Honoka me tiene mucha paciencia y respeta cuando no puedo decir nada, pero tampoco quiero que espere tanto... ¿Ya la viste? Es muy linda. Si ésta escuela no detestara a los Earthians, Honoka tendría un club de fans y ya hasta habrían tenido duelos por su mano".
"Pero la mano de la señorita Honoka queda mejor con la tuya", completó Suletta y Nagisa asintió.
"Y cuando volvamos a la Tierra, seguramente habrá quienes quieran pedirle matrimonio, será la dueña de Seven Stones y... Y..."
Suletta puso un gracioso gesto fiero. "Muchos la buscarán sólo por conveniencia, justo como a la señorita Miorine".
Nagisa tomó aire con fuerza. "Avanzaré, lo prometo", y podía decirlo con confianza, porque era claro que Honoka le tenía, además de la paciencia de un santo, un cariño genuino y por el que parecía dispuesta a esperar. Pero Nagisa no quería hacerla esperar más.
"Podrás decirle todo, lo sé", Suletta animaba a Nagisa, ella quería ver a todas sus amistades felices.
Y nuevamente Nagisa se sonrojó mientras jugaba sus dedos entre sí, nerviosa. "Hablar de sentimientos no se me da bien... Cuando estoy con ella no salen las palabras que quiero".
"Entonces no hables", fue el simple consejo de Suletta.
No hables, repitió Nagisa en su cabeza. "Entonces haré algo", murmuró, decidida a hacer que eso funcionara, no era justo dejar a Honoka esperando, nadie podía ni debía esperar para siempre.
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Secelia Dote era la encargada de atestiguar el duelo de Casa contra Casa que tenía a toda Asticassia al pendiente, incluso a socios e inversionistas del Grupo Benerit. Que Grassley Defense Systems y Peil Technologies pelearan mano a mano contra un "enemigo" en común era todo un espectáculo del que nadie se quería perder. Además, verían en acción a la mejor máquina de ambas empresas: el MS Michaelis de Shaddiq Zenelli y el MS Pharact de Elan Ceres. Nadie sabía qué pilotos completarían el equipo, pero muchos apostaban que podrían ser las chicas del equipo de Shaddiq.
Un equipo muy conveniente gracias a llevar al extremo las reglas de los Duelos, pero no era como si nadie en la escuela supiera que los Tres Grandes siempre tratarían de ganar todas las ventajas posibles.
De eso se trataba el competitivo mundo de los negocios en esa era espacial.
Pero los alumnos tampoco pensaban desestimar el riesgo que suponía poner a la Bruja y a las chicas de Seven Stones en un equipo. Las tres por separado tenían una racha limpia de victorias y eran oponentes de temer. La sola idea de que pelearan en equipo haría de esa batalla la mejor en toda la historia de los duelos. Muchos ya tenían sus apuestas listas y el equipo Peil-Grassley tenía la ventaja 6 a 4.
Los pilotos se alistaban y todos estaban atentos tanto a nivel de suelo cerca del campo, como en sus Tablets y Agendas. Esa batalla prometía mucho
"¿Listas?" Preguntó Aliya por los comunicadores.
"Lista", respondió Suletta con seriedad, para enseguida darle unas palmaditas al panel de control. "¿Listo, Calibarn?"
[Listo.]
"Estoy lista", fue el turno de Honoka de responder. Nuevamente el peso de saberse la líder del equipo le pesaba en los hombros, pero a comparación de la joven Honoka de hace años, la de ahora tenía a compañeras tan confiables como lo fue Yuriko en su momento. Sabía que la victoria no solamente dependería de lo bien que pudiera proteger su antena, si no de cómo se acomodaran las cuatro en el combate.
Y confiaba en que harían un buen equipo.
"¡Lista! ¡Esos Spacians no sabrán qué les pasó!" Chuchu tenía muchas ganas de demostrar que ella no era el peso muerto del equipo, ya había escuchado a varios alumnos decir eso y en parte no los culpaba, esas tres eran verdaderos monstruos en combate, mientras que ella tenía sus números en ceros todavía. Les callaría la boca a todos. Además, sus amigas confiaban en ella.
"¡También estoy lista!" Exclamó Nagisa. Había decidido que luego de salir victoriosas de ese duelo, le pediría una cita a Honoka y le diría todo... O haría algo en caso de que las palabras le fallaran. Necesitaba avanzar, necesitaba ganar los dos que auguraban un camino más feliz a comparación de hacer esperar a Honoka, hacerla esperar hasta que su paciencia eventualmente se agotara. Nagisa no quería llegar tarde.
"Bien, las transportaremos al campo de pruebas. Buena suerte", sonó la voz de Nika y fue ella quien activó los transportadores automatizados de los cuatro MS.
Mientras tanto, los pilotos del otro equipo también estaban listos para comenzar, pero ya estaban teniendo algunos problemas y el duelo aún no empezaba.
"Recuerden apegarse al plan", dijo Cuatro apenas los MS comenzaron a ser transportados a la zona del duelo. "Esa es nuestra única oportunidad de superarlas sin que la Bruja nos haga pedazos".
"Seré yo quien se encargue de ella de una vez por todas", dijo Guel con voz tensa, sabía que su padre estaba viendo el duelo y, ahora sí, sería su última oportunidad de redimirse.
"Y yo mismo le arrancaré la antena a Yukishiro y con eso ganaremos el duelo, ustedes hagan su trabajo", masculló Lauda.
Shaddiq bufó por lo bajo, en serio hubiera querido tener al menos a una de las chicas ahí.
"Sólo no se estorben entre sí o el plan se irá por la borda", dijo Cuatro, su voz parca ocultaba bien la frustración que los Jeturk le provocaban.
"Niños, no peleemos. Si perdemos, quedaremos en ridículo ante todo el Grupo Benerit", intervino Shaddiq, "y ustedes dos, Guel y Lauda, terminarán archivando documentos polvorientos en una de las fábricas de su empresa y viviendo en una pequeña casa al igual que el resto de los trabajadores de clase baja".
Y eso era algo que ninguno de los hermanos quería en su futuro, por lo que asintieron con simples monosílabos.
"Bien, hora de pelear".
Secelia Dote, desde la sala del Comité de Duelos, tomó el mando de los altoparlantes de la escuela, sería ella quien dirigiría el duelo y se notaba divertida al respecto. Su voz sonó en toda la escuela.
"Con mutuo consentimiento de ambas partes, comenzaremos el duelo entre Peil House y Seven Stones. El piloto que rompa la antena del MS del líder del equipo rival, será el ganador independientemente de cuántos pilotos queden en pie. El Observador del duelo seré yo, Secelia Dote de Burion House. Pilotos, preséntense".
Los primeros en presentarse fueron los líderes de los equipos, Elan Ceres y Honoka Yukishiro, todo mientras los pilotos salían a la amplia zona de pruebas, pero la sorpresa general fue inmensa cuando Guel y Lauda se presentaron como los pilotos sorpresa del equipo de Ceres.
Las murmuraciones no se hicieron esperar y, aunque los hermanos no los escuchaban, era obvio que habían causado una desagradable sorpresa en todos los que veían el duelo, también en sus rivales. Mentirían si dijeran que no los afectaba, pero apenas ganaran, todos tendrían que tragarse sus palabras.
"Líderes de equipo, reciten el juramento", indicó Secelia.
"La victoria no la decide solamente el Mobile Suit", comenzó Honoka.
"Ni tampoco la habilidad del piloto", continuó Elan.
"El resultado es la única verdad", finalizaron los pilotos al mismo tiempo.
"¡Fix Release!"
Los MS rápidamente se movilizaron según sus propias estrategias. Las chicas pronto se dieron cuenta de que ellos ya tenían sus blancos asignados.
Chuchu recibió el embiste frontal del MS Pharact y sólo la solidez y peso de su Demi-Trainer le ayudaron a resistirlo. Comenzó a disparar con los láseres de la cabeza de su MS, mismos que Cuatro comenzó a evadir. Admitía que la chica y su MS eran resistentes, pero la Earthian no tenía experiencia en batalla y no sería complicado ganar ventaja sobre ella en cuestión de segundos.
Por su lado, los agresivos hermanos Jeturk fueron a chocar directamente contra Nagisa y Honoka, cuyos MS estaban lado a lado, solamente para ser recibidos de esa única manera en que ellas peleaban. Nagisa, confiada en la fuerza y resistencia de Black, preparó el puño de su MS y los propulsores en el codo le dieron una potencia brutal al puñetazo con el que recibió el MS de Guel.
Los Desultor eran máquinas resistentes pero pertenecían a la línea comercial que no gozaban de todas las mejoras de las líneas de gama, mucho menos de sus MS personalizados. Guel sintió y resintió ese puñetazo que lo hizo retroceder varios pasos. Rápidamente preparó la espada de energía para continuar con su ataque.
Por su parte, Lauda peleaba de manera feroz, caótica, evidentemente molesto y desquitando en su oponente todo el enojo que lo embargaba. Pero el chico estaba ante una oponente veloz que lo esquivaba y dejaba pasar sus golpes con movimientos simples pero rápidos y bien calculados.
"¡Vas a pagar por todo, Yukishiro!" Lauda olvidó que parte del plan era que simplemente mantuviera a la chica ocupada mientras los demás trataban de ganar la ventaja numérica y dejar fuera del duelo a la Earthian de primer año y a la Mercuriana. El chico activamente trataba de buscar la antena del MS White.
Shaddiq maldijo por lo bajo al ver a Lauda hacer de las suyas en lugar de seguir el plan, pero no podía distraerse mucho, ¡el Gundam era demasiado rápido! Apenas si le daba tiempo de tomar distancia, Suletta Samaya activamente lo buscaba.
Las chicas se adaptaron bien al combate porque ya se esperaban algo así e hicieron planes tratando de anticiparse a cualquier movimiento de parte de sus oponentes. Planes que comenzaron a caer en su lugar apenas Chuchu quedó inmovilizada luego de que el veloz MS Pharact destruyera una de las piernas de su Demi. Chuchu sonrió por lo bajo mientras veía cómo el Pharact iba directo a ayudar al Michaelis contra Calibarn. Para todos en Earth House era obvio que veían a Suletta y a su Gundam como el oponente más fuerte del equipo, y no que les faltara razón.
Suletta ahora tenía a dos oponentes encima y el Pharact era increíblemente rápido, pero Suletta no estaba sola, tenía a su compañero Calibarn.
"Son rápidos", comenzó Suletta mientras evadía a ambos y por mientras trataba de mantener una distancia segura, tenía que esperar a que Nagisa y Honoka hicieran su parte del plan y para ello debía resistir.
[El Pharact es más rápido que el Michaelis. Es al que debemos mantener a distancia por mientras.]
"¡Entendido!"
Suletta comenzó a usar el enorme Rod Rifle para hacer disparos cortos contra el Pharact, todo mientras se seguía moviendo para evadir a Shaddiq y su Michaelis. Al momento en que sus oponentes intentaron atacarla al mismo tiempo, Suletta aprovechó que el Pharact estaba más adelantado para recibir el ataque de espada con su Rod Rifle, pero en lugar de resistirlo, siguió las lecciones que seguía aprendiendo y usó el propio empuje del Pharact para desviar el ataque y dejar que siguiera de largo. Para cuando el Michaelis alcanzó a Calibarn, espada lista también, éste golpeó la parte media del MS rival para desestabilizarlo un poco.
Para todos los que veían el combate era difícil decidir hacia dónde dirigir su atención, si a Samaya peleando y manteniendo a raya a dos veloces oponentes, o a las Earthians peleando contra los agresivos hermanos. Los MS Black y White se movían a la par, bloqueando y evadiendo, golpeando y usando su propia fuerza para alejarlos. Todo mientras complementaban sus movimientos y decidían cambiar de oponente.
Lauda intentó ir detrás de Yukishiro, ignorando a Misumi y chocando por accidente con el Desultor de su hermano en su feroz cacería.
"¡Lo siento!" Exclamó Lauda, saliendo de su estado de furia.
"¡Lauda, pon atención!" Advirtió Guel pero demasiado tarde, el MS Black los embistió a ambos aprovechando su distracción y pudo desbalancearlos.
Honoka no perdió el tiempo y trató de atacarlos también, pero Guel fue lo suficientemente rápido para mantenerla a raya con sus láseres. Lauda intentó recuperar su posición pero esas chicas simplemente no se estaban quietas, Black volvió a embestirlos y Guel nada pudo hacer contra ella, no cuando debía mantener alejado al MS White.
Lo siguiente que pasó fue que el Desultor de Guel quedó desactivado luego de que Black le diera un demoledor golpe en la espalda que provocó un corto circuito en todo el sistema motor.
"¡Hermano!" Lauda enfureció y activó los propulsores para ir directo contra White, que era el MS que tenía más cerca y comenzó a atacar con espada y láseres. "¡Voy a hacerte pedazos!"
"Ese grandísimo idiota", murmuró Cuatro al ver que esos tontos NO sabían pelear en equipo y que el descuido de Lauda sacó a Guel de combate. Pero no podía ponerles demasiada atención, no cuando tenían que lidiar contra la Bruja y su Gundam. Al menos Shaddiq y él podían moverse sin estorbarse mutuamente.
Shaddiq tampoco parecía muy complacido con el desempeño de los hermanos, pero tampoco podía distraerse.
Por su lado, Lauda comenzó a atacar de manera feroz al MS White, pero antes de darse cuenta, ya estaba peleando también contra Black y poco a poco estaban ganando ventaja contra él.
"Maldición", masculló Cuatro. Si se quedaban sin Lauda, las Earthians irían a apoyar a la Bruja y eso los pondría en seria desventaja. "Iré a ayudarlo", le avisó a Shaddiq.
"Yo mantendré a la Bruja a raya", respondió el chico Zenelli.
Al ver que el MS Pharact se alejaba de la intensa batalla contra el Gundam, Honoka lo notó y rápidamente dio la señal.
"¡Chuatury, ahora!"
"¡Te tengo, niño bonito!" Exclamó Chuchu, que había estado apostada en su sitio con un rifle de largo alcance y esperando el momento perfecto. Disparó y su tiro dio directamente a la cabeza del MS Pharact, destrozándola con todo y la antena. Chucho sonrió con gran satisfacción al escuchar la sirena indicando el final del duelo y, con ello, su indiscutible victoria. "Les dije que les mostraría de qué estamos hechos los pilotos de Earth House".
Además, era satisfactorio tener su primer punto de combate con una victoria. Fue Till quien propuso que Chuchu se mantuviera atenta con su rifle, después de todo tenía una gran puntería natural que no requería los equipos de autoajuste de blanco de los MS más avanzados. Sabía que su compañera sería subestimada por los rivales por ser de primer año y sin experiencia previa en combate. Además, sólo dejaron al Demi-Trainer inmovilizado, no desactivado como sucedió con el Desultor de Guel, por lo que Chuchu técnicamente no fue derrotada.
Las chicas comenzaron a celebrar y fueron directo con Chuchu para felicitarla por su gran trabajo.
Cuatro y su equipo no podían creerlo, pero tampoco podían hacer nada más, después de todo, el resultado era la única verdad.
Las consecuencias de la victoria del equipo de Yukishiro no se hizo esperar.
Vim Jeturk hizo un berrinche digno de un adolescente caprichoso al que se le había negado algo e hizo un desastre en su oficina; ya no había manera de recuperarse ante semejante humillación. Simplemente mandó un mensaje al personal de su empresa, indicando que mandaran a sus hijos a casa.
Cuatro sabía que se había descuidado al menospreciar a la Earthian de primer año en lugar de tomarla tan en serio como a cualquier otro oponente; y sabía que eso le traería represalias. Sus jefes no dejarían pasar semejante error de cálculo.
Shaddiq estaba molesto ante el desastroso equipo que se formó, elegir a los hermanos claramente fue un error, olvidó por completo que ese par estaba acostumbrado a hacer lo que querían, pero nunca pensó que serían incapaces de seguir indicaciones simples. Sabía que él estaría libre de cualquier regaño o reproche considerando que pudo mantenerse contra la Bruja y su Gundam, pero al final perdieron y de nada serviría lo que logró.
Guel y Lauda ni siquiera querían salir de las cabinas de piloto por culpa de la humillación y la vergüenza. Lauda ya no tenía manera de seguir culpando a esas chicas, no cuando él estorbó en el camino de su hermano al no poder adaptarse al combate y los dejó en una posición vulnerable.
"Maldición", masculló Lauda.
Guel se mantenía en silencio, totalmente derrotado y sin entender cómo no pudo pelear junto a su hermano, y hasta ese momento recordó que nunca practicaron juntos. Siempre tuvieron duelos de práctica contra pilotos de la compañía, pero nunca entre sí, y mucho menos trabajando en equipo. No había más por decir.
"Vaya inútiles", murmuró Shaddiq. Lo único bueno era que había conseguido lecturas personalizadas del Gundam Calibarn y podría esperar a la siguiente oportunidad para retarla a un duelo. "Aún tengo tiempo..."
Por su lado, los miembros de Earth House celebraban en la sala de control de manera ruidosa. El trabajo en equipo fue excelso, sus planes lograron cubrir ese escenario en especial y la preparación previa fue importante para que todas supieran tomar sus lugares. Muy al contrario de sus oponentes, que sólo recibieron la estrategia que la gente de Peil hizo para ellos, pero que fueron incapaces de mantener.
Luego de recuperar al herido Demi-Trainer, las chicas volvieron a su base. Nagisa fue la primera en salir de Black y correr para recibir a Honoka, que también abandonaba la cabina.
"Nagisa, buen trabajo".
Pero Honoka no pudo decir nada más, Nagisa la sujetó por una mejilla y la besó.
CONTINUARÁ...
