Capítulo 1: Estrella de la mañana
Al inicio, no había mucho, todo estaba en una expansión calculada. El creador de todo se había asentado, hasta el momento, en un pequeño espacio firme con vegetación variada, afluentes de agua, y un cielo que se iluminaba y oscurecía, todo eso era para sus niños. Por el momento habían siete, todos ellos similares a él pero a la vez distintos, con rasgos únicos aunque entre ellos se asemejan sus rasgos delicados, piel blanca, alas en sus espaldas, un halo de luz brillantes con nueve puntas de distintos tamaños, cada uno de ellos poseía un rasgo de él, una habilidad especial que con el tiempo se revelaría, si es que ya no lo había hecho. Los había creado en "lotes" de tres, ese era su plan, tener tres de edades parecidas, esperar a que crecieran lo suficiente para tener a los otros tres, así entre ellos podría cuidarse y fortalecer sus lazos.
Los tres mayores no tenían mucha diferencia de edad entre sí, sólo unas cuantas decadas, el mayor se llama Joel, en este momento tiene un aspecto juvenil maduro, su cabello es corto de color ocre con algunos mechones rubios, cubre sus ojos con un antifaz (eso lo hace sentir más seguro), a pesar de que su padre le dio el rol para administrar y dirigir es algo tímido, como todos usa una túnica larga, color blanco con los bordes lila, sus tres pares de alas son majestuosas (plumas primarias blancas y secundarias lilas), tres pares que podrían envolverlo y cubrirlo completamente sin problema. Volaba calmadamente por su hogar, un castillo blanco flotante, la única edificación por el momento, se dirigía a la habitación que compartía con sus hermanos menores, su padre le había comentado que una vez que naciera él último de ellos haría cambios en el castillo y en su mundo.
A pesar de ser temprano los había convocado para que conocieran a su nuevo hermano menor, el octavo de ellos, había nacido con el amanecer.
Al ingresar notó que los hermanos gemelos, quienes nacieron después de él, Leliel y Azrael, ambos muy opuestos entre ellos. Leliel serio e introvertido, Azrael siempre riendo y extrovertido, encantado de molestar o fastidiar siempre al resto. Al menos físicamente ambos aparentaban la misma edad que su hermano mayor, aunque no era de extrañar, unas cuantas décadas no era nada, Leliel es casi una cabeza más alto que él mientras que Azrael es tan sólo media cabeza más bajo. -Escuchen hermanos, padre nos ha convocado para que conozcamos a nuestro nuevo hermanito- les comunico calmadamente, miro a Leliel que es de ojos azul claro casi blancos, cabello azul oscuro atado en una coleta baja, de contextura muy musculosa, su túnica es blanca pero con bordes azul oscuro- Leo, puedes preparar Miguel por favor- el aludido asintió y se dirigió a su hermano más joven de ojos azul oscuro y cabello rubio medio, en ese momento el pequeño angelito estaba desnudo aún sobre la cama hace poco había despertado y se había destapado por culpa de sus pequeñas alitas no funcionales -Az, encargate de Leroy por favor- El aludido de cabello, ojos, alas y túnica negra asintió.
-Ven aquí pequeño sonriente- lo llamó con dulzura el pelinegro mientrás lo sacaba de la cama, adoraba a su hermanito, era el menor del penúltimo lote, cuando nació su padre le asignó a su cuidado al pequeño rubio de cuatro ojos negros, en la actualidad le llegaba casi a la cadera, había crecido demasiado rápido según él -elige la tunica que deseas usar hoy-
-Como digas Azy- el pequeño asintió con una sonrisa y fue al baúl para elegir una, aunque todas tenían el mismo patrón de colores.
-Gabriel, Rafael vengan conmigo- los llamo Joel- Yo los ayudaré a ambos-
Gabriel era quien tenía los rasgos más delicados de todos, su cuerpo era fino, de ojos grises y cabello rubio extremadamente claro, largo y suelto -hermano no te preocupes por mi, yo puedo sólo- Joel lo miro y parpadeo lentamente un para de veces, suspiro, solía olvidar que ya no era ese pequeño angelito, casi le llegaba a su pecho, era inevitable para él seguir viéndolo como un pequeño después de todo estaba bajo su cuidado, así como Rafael y Miguel estaban bajo el cuidado y supervisión de Leo, y Leroy de Azrael -Tienes razón hermanito- Le acaricio la mejilla -a veces olvido que ya no me necesitas para ciertas cosas- el joven ángel lo abrazo precipitadamente sorprendiendolo.
-Para la mayoría de las cosas aún te necesito- susurro sonrojado en dorado. Su hermano le acarició la cabeza aún atrapado por el abrazo, bajó para darle un beso en la frente -ve a cambiarte- el menor asintió.
-Que meloso- murmuro rodando los ojos verdes Rafael, parpadeo un par de veces nervioso después de ver la mirada desaprobatoria de su hermano mayor -Lo siento- se disculpó apenado -Joel, ¿Puedes hacerme un par de trencitas delgadas?, por favor-
-De acuerdo, siéntate aquí- Le indico que se sentara en su regazo y comenzó a separar algunos mechones de su cabello castaño rojizo para hacer la trenzas-
Todo era muy tranquilo y pacifico, por el momento el universo y todo alrededor era limitado, en ese pequeño pero agradable espacio donde vivían, sólo estaban ellos, su padre y Galim quien servía fielmente a su padre y los atendía con amor paternal cada vez que podía ya que su función principal era estar junto a su señor y atenderlo en lo que necesitara.
Su padre solía estar muy ocupado planificando y revisando la creación, por eso ideó el sistema de que los mayores tengan asignado el cuidado de los menores de forma dirigida, además de sus tareas con la creación aunque por el momento no eran gran cosa, en una ocasión les había comentado que una vez que nacieran todos sus hermanos comenzaría con la siguiente etapa de la creación, extenderían su reino y crearía a otros seres como ellos pero a la vez distintos, nacerán ya adultos en su mayoría y con el conocimiento necesario para cumplir las funciones asignadas. Diferente a ellos, que nacieron muy pequeños y con el paso de los años/siglos fueron aprendiendo a controlar sus habilidades y creciendo, muchas cosas la aprendieron de su padre o Galim y a su vez los mayores les enseñaban algunas cosas a los menores. Aunque claro cada uno nació con habilidades propias, Rafael podía saber con una mirada si había algo mal en el cuerpo de otro y como sanarlo, se sus manos podía irradiar una luz verdosa que sanaba directamente; Gabriel era extremadamente rápido y ágil al volar; Leroy podía ver y percibir cosas a una distancia ilimitada si se enfoca en ello; Leo era el ángel de la vida y Azrael el de la muerte, sus habilidades era difícil de explicar pero su padre les había dicho que una vez que la creación estuviera más avanzada lo comprenderán mejor; Miguel era demasiado pequeño aún, pero le habían revelado que sería un guerrero excelente y Joel, al ser el mayor de todos ellos era un líder por naturaleza, su voz calmada era la clave, si te preguntaba algo con su tono especial no podías mentir entre otras cosas que tenía. En realidad cada uno de ellos tenía habilidades únicas y otras tantas que compartían.
Una vez listos se dirigieron hasta su padre, Miguel iba en los brazos Leo, estaba ansioso y algo preocupado por está situación -Entonces… ¿Dejaré de ser el menor?- preguntó tímidamente.
-Dah, eso es obvio ¿no?- fue la respuesta espontánea de Azrael, quien se ganó rápidamente un golpe en la cabeza- ¡Hey! eso me dolió Leo-
-Te lo mereces por insensible- sus hermanos menores soltaron risitas traviesas, ese tipo de escenas era usual entre ellos.
-Que abusivo, le diré a padre- se quejó aún acariciándose donde lo había golpeado, miró a Miguel -Todos hemos dejado de ser el menor en algún momento, pero recuerda que siempre serás el menor para alguien, en tu caso seguirás siendo el menor para nosotros seis- miró a Leo de reojo- y siempre seguirás estando a cargo de Leo, lo que es una verdadera lastima- esquivo el segundo golpe por poco, avanzó más rápido arrastrando a Leroy con él.
-¡Hey tú, regresa aquí cobarde!- Le gritó Leo irritado levantando puño, Azrael por otro lado sólo se reía y le saco la lengua enojandolo aún más -Ya verás-
-Leliel, Azrael, es suficiente- habló con calma Joel.
-Lo sentimos- se disculparon ambos al instante. Azarel se acercó nuevamente a Miguel y le habló en voz baja -Ves, ser el mayor tiene sus ventajas, sin duda todos respetamos a Joel, ustedes me respetan a mi y muy posiblemente los que sigan te respetarán de igual forma- Los ojos del menor se iluminaron -Aunque, ser hermano mayor significa que tienes otras responsabilidades y compromisos que descubrirás con el tiempo- le beso la frente -por el momento sólo disfruta de ser pequeño y no te preocupes por otras cosas… ¿Vale?- su hermanito asintió con confianza.
Finalmente llegaron, Galim los estaba esperando en la puerta -Buenos días mis pequeños principes- los saludó formalmente con una reverencia.
-Buenos días- respondieron al unísono. Ingresaron a la habitación de su padre y lo vieron sentado con un pequeño bulto en su regazo, estaba hecho un ovillo envuelto en una tela blanca. A pesar de eso, se podía notar que brillaba.
-¿Qué? ¿Acaso nuestro nuevo hermano es una lámpara padre?- otro golpe en su nuca, pero esta vez de Joel.
-No seas irrespetuoso con padre- lo regañó con el ceño fruncido.
-Auch, tienes la mano más pesada que Leo, eso me dolió más- Se quejó- ¿Ves como me tratan tus hijos mayores padre?-
Él se rió antes de contestar -Lo veo Azrael- acarició el bulto de su regazo -Pero no puedo hacer nada, ya que les he dado la libertad de regularse entre ustedes para cosas menores, mientras la disciplina sea equivalente, no intervendré- Lo miró fijamente -A pesar de tu edad sigues siendo un niño, pero no me malentiendas, eso no está mal, cada uno de ustedes es único y crece tanto física como mentalmente distinto- las mejillas de su hijo brillaban levemente de dorado -respecto a tu primera pregunta, no es una lámpara- inevitablemente todos rieron -Pero- lo destapo un poco y les indico a sus hijos que se acercaran -Él es muy cercano a la luz, es mi pequeña estrella de la mañana- lo levantó entre sus brazos para que lo vieran mejor. Sus alas eran blancas y doradas, cabello rubio del mismo color que Leroy, en sus mejillas habían dos circulos muy marcados de color dorado, todo su cuerpo emitía luz -Él es Samael morningstar, es un creador lleno de imaginación y luz- Sencillamente era adorable, al estar junto a él se podía sentir una calidez y tranquilidad especial, sin duda en el futuro haría grandes cosas, era demasiado espledoroso. Abrió sus ojos azul claro, daba la impresión de que las estrellas estaban ellos.
Los observo a todos y cada uno de ellos con curiosidad ladeando levemente la cabeza, sonrió con tanta felicidad que brilló aún más y no sólo él, en resonancia las estrellas y las lámparas del cuarto del creador también lo hicieron. Dejando claro, inconscientemente, de que era la luz de la creación -Hola- Saludo tímidamente con una voz suave y tierna, propia de un angelito recién creado -¿Quienes son?-
-Mi pequeña estrella- el menor levantó la mirada hacia su padre -ellos son tus hermanos mayores- sus ojos de estrella brillaron por la emoción, con la mano le indico a Leo que sentará a Miguel en su regazo -él es Miguel, el mayor de tu generación- le explicó lentamente para que pudiese entender -en el futuro se convertirá en un guerrero por excelencia y te cuidará para que no te pase nada -sus dos hijos asintieron, tímidamente Miguel abrazó con delicadeza a Samael provocando una escena demasiado tierna.
-Siempre te cuidaré hermano, como dice padre- En sólo unos segundos después de ver a su pequeño hermano comprendió las palabras de Azy sobre ser un hermano mayor, su instinto protector afloro de inmediato a pesar de que físicamente no era mucho más grande.
-Joel es tu hermano mayor- le explicó -él estará a cargo de tí junto a Gabriel, siempre debes ser educado, especialmente con ellos y obedecerlos- su pequeño hijo asintió a pesar de no comprender del todo las palabras de su padre -
-Es un honor que nos des esta tarea padre- habló Joel mientras inclinaba su cabeza junto a Gabriel -Daré lo mejor de mi para educarlo adecuadamente-
-Lo sé, lo sé, siempre das lo mejor de ti hijo mío, nunca me has decepcionado… pero recuerda que si bien eres responsable de él y Gabriel, no es totalmente tu responsabilidad, sigo siendo el principal responsable de todos ustedes, ya que ustedes son mis príncipes, mis pequeños hijos- todos asintieron, acarició la cabeza de ambos niños que tenía en su regazo -te presentaré a tus otros hermanos de mayor a menor: Leliel o Leo, Azrael, Gabriel a quien ya conociste, Rafael, Leroy y bueno Miguel quien te acompaña- el pequeño asintió mientras bostezaba exageradamente, sus ojos le pesaban en un segundo se apoyó en Miguel completamente dormido provocando risitas suaves de sus hermanos, padre y Galim -Joel, llévatelo para que descanse por favor-
-Sí padre- Tomó al menor, era muy cálido -Nos vemos en el comedor al medio día- Se despidió con una reverencia, sus hermanos lo imitaron, Leo tomó a Miguel y se marcharon.
