Día cero.
En el primer mes como estudiante universitario, Kyōjurō se dió cuenta de una cosa, estar viajando de una ciudad a otra no era tan divertido como suponía, al llegar a casa estaba más centrado en volver a la cama para recuperar el sueño de la madrugada perdido que en hacer sus deberes.
Por eso, decidió buscar un lugar cercano donde quedarse.
Sus primeros intentos fueron infructuosos, la mayoría de los departamentos estudiantiles se encontraban siendo ocupados, y los departamentos normales estaban muy por encima de su presupuesto.
Sí bien, venía de una familia acomodada, no quería presidir demasiado del dinero de su familia, menos cuando el Dojo Rengoku estaba perdiendo estudiantes.
Deslizó el dedo en la pantalla de su teléfono sopesando la idea de ir esta vez unas cuadras más lejos.
—¡Ey! _Un brazo pasó por encima de su hombro, haciéndolo perder por segundos el equilibrio— ¿Qué tal te trata la universidad?
Kyōjurō alzó la mirada encontrándose con Tengen, quien conoció cuando ambos estudiaban en la academia Kimetsu, siendo Uzui tres año mayor que él.
—¡Fabuloso! ¡Los profesores son fantásticos! ¡Mis compañeros igual!
—Escuché por ahí que estabas buscando un lugar para quedarte.
—¡Así es!
—¿Recuerdas a Shinazugawa y Tomioka?
—¡Por supuesto! ¡Mi primer día de clases Shinazugawa me buscó para pelear! ¡Él siempre parecía querer discutir con todos, incluso con alguien tan tranquilo como Tomioka! ¡Tomioka tenía unos ojos inolvidables! ¡Aunque no pude nunca escuchar bien su voz!
—Ahora viven juntos _Uzui soltó, la sonrisa de Kyōjurō se congeló como si estuviera procesando la información.
—¡¿Eh?! _El gritó que soltó el rubio bien pudo retumbar en los pasillos llenos de la universidad, creando un eco que duró segundos en desaparecer.
Tengen sonrió divertido por ser el provocador de aquella explosión tan extravagante de su acompañante, incluso la permanente sonrisa del Rengoku flaqueó, era tan interesante como a todos los que él le daba la información daban una cara de sorpresa tan única.
Es que incluso él se sorprendió al saber que Tomioka y Shinazugawa estaban viviendo juntos y el lugar seguía en pie, si bien el de cabello azabache era tranquilo y apático a todo a su alrededor, Sanemi era explosivo, más cuando estaba cerca de Tomioka.
En más de una oportunidad él se vió atraído aquella dinámica tan extravagante que mantenían esos dos, incluso los visitaba casi todos los fines de semanas.
—Sí _Alargó su respuesta disfrutando cada minuto de las expresiones de su acompañante— Viven muy cerca de aquí, y estás de suerte, me enteré que buscan un compañero de cuarto después que Obanai se fue a vivir con Mitsuri. ¿Quieres que te llevé?
Rengoku proceso mejor la información obtenida, Uzui no se refería a que vivían como pareja, eso lo relajó bastante, incluso, Tengen casi pudo ver como aparecía un brillo detrás del rubio, al tiempo que su sonrisa volvía a crecer.
—¡Por supuesto!
Tengen comenzó a guiarlo hasta el estacionamiento del lugar, escuchando las historias que se perdió al graduarse de la academia.
Ambos se subieron al auto del mayor, y este antes de arrancar le mandó un mensaje a sus tres novias y a Shinazugawa.
El lugar, como dijo Uzui no quedaba tan lejos del campus, como diez minutos caminando. El edificio tenía ventanas panorámicas azules, que reflejaban el cielo y otros edificios cercanos.
Tengen llamó al número de Sanemi y en un instante el portón se abrió solo, dejándolos ingresar al garaje. Subieron al ascensor que dejaba ver algunos edificios, por el tipo de vidrio estaba seguro que nadie podía verlos desde afuera, cuando llegaron al último piso, Shinazugawa los estaba esperando afuera con una ropa informal.
Los saludo a ambos con el ceño fruncido y Rengoku no podía saber si estaba molestó, o solo estaba siendo él.
El apartamento era amplió, tenía una cocina grande siendo dividida con una isla que tenía sus respectivas sillas, algo que sin duda disfrutaría de usar. Los muebles eran pocos, constaban de un sofá para tres personas y dos sillones para dos, aparte de eso, una cama enorme, donde Kyōjurō calculaba que podían dormir cómodamente cuatro personas, además de eso, un televisor pantalla plana en la pared y una estereo en el piso.
—No hay cuartos, cuando el idiota de Tomioka adquirió el apartamento no se dio cuenta que las dos puertas eran una para el baño y otra para el armario jodidamente grande, así que tuvimos que improvisar, si no quieres compartir la cama, en el armario tenemos los futones que usábamos antes, o duerme en el sofá, lo cual no recomiendo a menos que no quieras mover el cuello el día siguiente.
—¡No tengo problema de dormir con alguien!
—A todas estas ¿Dónde está la novia? _Uzui entró al área de la cocina como si le perteneciera, tomando un vaso de jugo y un par de galletas.
Sanemi rodó los ojos ante el apodo de Uzui a Giyū.
—Debe estar en el baño, tiene clases en la tarde, porque es demasiado perezoso como para tener más de dos materias en la mañana
—¿Aún hace eso de?
—Sí _Shinazugawa se sentó en una de las sillas de la cocina ofreciéndole la otra a Kyōjurō— Hablemos de la jodida renta _Sanemi tomó un lápiz y un papel comenzando a trazar números— Aquí está el precio todos los servicios que pagamos, así que lo que te toca pagar a ti es esto _Le entregó el papel.
El rubio miró el la hoja, tal vez era por dividir todo entre tres, pero la renta no era tan costosa como suponía, sin duda era mucho mejor que irse alquilar un departamento solo.
—¿Y bien?
—¡Acepto! _Dijo con mucha energía, sintiendo que esto sería una gran aventura.
—Bien, puedes traer tus cosas cuando quieras, como dije el armario es jodidamente grande así que no te preocupes.
—Shinazugawa _La voz suave de Tomioka interrumpió la conversación, Uzui desde su sitio intentaba reprimir una sonrisa, Sanemi por su parte rechinó los dientes.
—¡Buenos días superior Tomioka! _Rengoku volteó con una brillante sonrisa, que se congeló al ver el estado de su antiguo superior.
Gotas de agua corrían libremente por su cuerpo, delineando cada rincón del cuerpo hasta morir en la toalla que se mantenía firme en su cintura.
El calor subió por el rostro de Rengoku y su sonrisa se congeló, Uzui detrás de él dejó escapar una carcajada mientras Sanemi gruñía audiblemente.
—¡Tenemos visitas idiota!
—¿Cómo voy a saberlo? No soy adivino _Como si nada el azabache volteó a verlos dibujando una sonrisa que hizo cortocircuito en la mente de Kyōjurō— Bienvenidos Rengoku, Uzui.
—No te pases de listo. ¡VE A PONERTE ALGO! _Gritó molestó haciendo que la sonrisa de Tomioka desapareciera, regresando a su rostro estoico.
—Shinazugawa, no tienes porqué gritar, me ves así todos los días, y no eres gay.
—¡Ten un poco de consideración con los demás! _Sanemi señaló a Uzui y Rengoku.
—Uzui no es gay, aunque lo parezca _Los ojos azules de Tomioka se fijaron en el rubio, acercándose hasta tenerlo a diez centímetros de distancia— Rengoku ¿Eres gay?
Kyōjurō tragó con dificultad, procesando la pregunta, estando tan cerca de Giyū podía ver perfectamente lo tupida de sus pestañas que revoloteaban con desinterés, los labios del azabache eran rosas, en un tono tan profundo que serían la envidia de cualquier chica, y sus ojos que parecían brillar como dos luceros en medio de la noche que simbolizaba su cabello.
Tomioka lo miraba expectante.
Él no se consideraba Gay, jamás sintió atracción por otro hombre, pero con Tomioka semidesnudo, y mirándolo con esos ojitos, se dió cuenta que no era tan hetero como suponía.
Antes de que pudiera contestar, algo, no mejor dicho alguien tomó los hombros de Tomioka haciéndolo retroceder.
—Jodido Tomioka respeta el espacio personal de los demás, y no hagas ese tipo de preguntas a la ligera, ve a cambiarte, tienes clases ¿No?
—Shinazugawa, no encuentro mi suéter favorito ¿No lo has visto?
—Joder Tomioka todo tengo que hacerlo por aquí, vamos _Shinazugawa tomó de la muñeca llevándolo hasta el armario.
—Tus gustos no son tan extravagantes _Uzui se recargó de la isla intentando llamar la atención de su acompañante que seguía con la vista fija en sus ahora compañeros de piso, al no obtener la respuesta esperada, pico nuevamente— Mira que fijarte en el común de Tomioka teniendo alguien tan extravagante como yo junto a ti, aunque claro yo estoy fuera de tu alcance _Sonrió al ver como el de cabello bicolor volteaba a verlo.
Uzui esperaba una divertida escena de negación, como las que solía protagonizar Sanemi, en vez de eso, el rostro de Kyōjurō enrojeció mientras su sonrisa temblaba.
Antes de que pudiera responder, Sanemi apareció nuevamente, ocupando el mismo lugar de antes, su cabello se veía más desordenado, como si hubiera sido alborotado en frustración.
—¿A cuantos ha espantado ya? _Uzui preguntó dejando que las comisuras de sus labios se alzarán.
—Suficientes para querer correrlo del apartamento. Rengoku, no puedo prometer que eso no volverá a pasar, vivir con Tomioka es... Complicado, tuve que enseñarle un par de cosas sobre convivencia, entiendo si después de esto quieres irte.
—¡No hay problema, no me incomoda! Sí no es molestía, quiero quedarme en este departamento.
Sanemi lo vió con incredulidad, si él viera por primera vez las actitudes desinhibidas de Tomioka huyera antes de firmar el contrato, para su mala suerte, conoció esa parte una vez que firmó el contrato y dió una parte del dinero, luego que se cumplió el plazo se acostumbró a vivir con Tomioka, con todo lo que eso conlleva.
—Otra cosa, sé que esto podría ser obvió, pero lo diré de todas formas, puedes traer a tus amigos, novias o lo que quieras, lo que no puedes, a menos que quieras que te haga comer las sábanas, es traer alguien aquí para acostarte con ella o él o lo que sea.
—Suena como si algo así hubiera pasado _Uzui se recargó acomodándose más cerca— ¿Tomioka trajo alguien?
—No, ese bastardo aún no es tan libertino.
La carcajada que soltó Tengen hizo eco en la habitación, Kyōjurō por su parte sintió como los colores subían a su cara, solo hay una persona con la que Iguro estaría y para su desgracia la conocía bien.
—Ahora en lugar de un suave mueble que se amolda al cuerpo, tenemos ese monstruo _Giyū apareció completamente vestido— Rengoku, Uzui, Shinazuwaga nos vemos después.
—¿No vas a comer?
—Pasaré por la cafetería antes de mis clases. Te traeré Ohagi.
—Has lo que quieras _Shinazugawa chasqueó la lengua dirigiendo su mirada a otro lado.
Cuando Tomioka salió del apartamento Uzui dirigió su vista a sus dos acompañantes, Rengoku tenía la vista clavada en la puerta, como si fuera un cachorrito que espera que su dueño regresé a casa, mientras Shinazuwaga seguía con la vista en otro punto, como si eso pudiera cubrir su vergüenza.
Sí antes la dinámica de Shinazuwaga y Tomioka como compañeros de piso le parecía extravagante, ahora con un nuevo elemento la diversión para él se multiplicaba de forma exponencial, quería disfrutar cada experiencia lentamente, sin ningún tipo de ansias por ver el desenlace de tres personas tan diferentes conviviendo juntas.
Continuará.
Está historia será subida en forma de One-shot, por lo que se puede decir que cada una "finaliza" cuando se termina cada capítulo, esté capítulo es el punto de partida, pero la historia al no ser lineal puede tener saltos en el tiempo, igual iré dejando arriba el número de días viviendo juntos, al igual que algunas pistas en los capítulos para que puedan guiarse y saber que ocurre primero y que no.
Lo hago de esta manera, para tener más libertad al momento de hacer la historia.
Esperó que disfruten.
Nos leemos luego.
Angel sin Luz/Blekk-Universe.
