Capítulo 3: GOKU CONOCE A SAGA. UN NUEVO Y MISTERIOSO PERSONAJE APARECE
-Y bueno, eso es lo que pasó; creo que te darás una idea del problema que existe entre ambos reinos, ¿verdad Goku? -pregunta Leyda al susodicho, ya le habían terminado de contar todo.
-¿Eh? Ah sí, entiendo cual es la situación… -Responde Goku, un tanto distraído.
-¿Ahora entiendes porqué no es posible visitar Zafiro? -Roxana le pregunta esto.
-Lo entiendo, pero creo que para mí, sí es necesario ir…
-¿Y para qué? Tú nos dijiste que no eras de estos rumbos… ¿Nos mentiste, acaso?- replica Leyda.
-No, les aseguro que todo lo que les he contado es cierto. Lo que pasa es que hay algo que debo investigar… Lo siento, pero debo irme, espero volverlas a ver, ¡adiós!- Dice Goku, desapareciendo repentinamente.
-¡Espera! -Gritan ambas mujeres, pero más se sorprenden cuando ven a Goku esfumarse en un instante.
-¿Viste lo que hizo, Roxana? ¡Desapareció!
-¡Increíble…! ¿Será un mago o algo así? Eso debe ser magia. Si es que en verdad es de otro mundo, y todo lo que nos ha contado hasta ahora resulta ser cierto, entonces debe ser un lugar muy raro de donde viene…
-Pero ¿Cómo y por qué llegó aquí? Aún no lo entiendo…
-Yo tampoco, niña Leyda. Pero hay que tener cuidado, no confío mucho en un sujeto que desaparece así como así…
-Pues sí, es raro y sospechoso, pero aún así, Roxana, acéptalo, no sentiste que tuviera malas intenciones. Si así hubiera sido, nos hubiera atacado a nosotras dos estando aquí junto a él, vulnerables.
-Lo sé, pero recuerda, ¡tengo habilidades de combate! -Contesta la mujer madura, segura de sí misma.
-Sí, lo sé y te agradezco por protegerme siempre y entrenarme también para aprender a defenderme… Pero aún así, se nota que Goku es fuerte y además tiene recursos, como la magia, suponiendo que fue magia lo que hizo hace un instante.
-Sí, niña, tienes razón…
-Además… Pude ver cómo lo mirabas, ¿eh? No ando tan equivocada…
Roxana se sonroja ante lo que acaba de decir la princesa.
-¡Niña Leyda! ¿Qué cosas dices…? ¡No!
-Vamos, Roxana… Tú tienes derecho también de que alguien te guste…
-Sí, pero renuncié a eso hace años cuando me dediqué a ti…
-Y como te dije, te lo agradezco, pero tú también puedes estar con una persona si así lo quieres…
-Lo sé, pero… Ese tal Goku es un total desconocido, no sabemos ni de dónde viene. Además, recuerda, nos contó que se casó y tiene un hijo. -Esto lo dice Roxana. (Lo que no sabían es que eran en realidad 2 hijos, pero Goku sólo alcanzó a mencionar a Gohan, no les contó lo que sucedió después, pues interrumpió su historia al sentir la energía de Saga).
-Es cierto, pero quién sabe… Tal vez ya se separó… Digo, sólo mencionó a la madre de su hijo una vez… Y no dijo que la amara o algo así… -Leyda dice esto, con un gesto pícaro, haciendo que Roxana se sonroje aún más.
-¡Eso no lo sabemos! ¡Mejor vamos a tratar de averiguar todo lo que está sucediendo, que son muchos acontecimientos!
-Tienes razón… Se me ocurre mandar un heraldo a alcanzar a mi padre, y hacerle saber que el rey de Rubí quiere celebrar el torneo.
-¿Crees que eso sea conveniente, niña Leyda? No deberíamos interrumpir al rey Artemio en su viaje…
-Lo sé, pero este torneo puede ser la solución que estamos esperando… Y bien sabes a qué me refiero.
-Sí, lo sé…
-Andando, vamos a conseguir un heraldo que le lleve el mensaje a mi papá.
-Bueno, si así lo quieres… Hagámoslo.
Acto seguido, ambas mujeres salen del comedor, yendo a buscar a un mensajero.
En Rubí, estaban a 200 metros de llegar al reino, cuando de repente Saga se detiene. Los demás al ver eso también paran.
-¿Sucede algo?- pregunta Ray
Pero Saga no responde. Su cara denotaba sorpresa. –"Ese cosmo… ¡Se está acercando a gran velocidad…!"
De repente, Saga fija su atención en un lado de la vereda donde iban.
-¿Qué pasa? ¿Qué es lo que estás mirando…?- pregunta Franco; al ver hacia donde había volteado Saga, todos los demás centran su atención ahí y ven a un hombre.
-Hey, ¿Quién eres tú? -Pregunta uno de los soldados al notar la presencia del susodicho, quien se les hacía bastante extraño, tanto por su peculiar peinado, como su ropa, muy rara para la época, se les hacía demasiado estrafalario.
No hay respuesta. El hombre no era nadie más que Goku, quien no puso mucha atención en los demás, pues estaba enfocado totalmente en Saga, a quien miraba con frialdad, y este le respondía con la misma mirada.
-"¡Increíble, es un ki realmente poderoso…! No cabe duda, este sujeto es muy fuerte… Pero, ¿por qué siento que ya conozco este tipo de energía…?" -Piensa el saiyajin.
-"Posee un cosmo gigantesco… ¿Quién será este sujeto? No, no es de estos rumbos… Este tipo viene de más lejos, no sé si de este mundo, o quizás…" -Eso pensaba Saga, hasta ser interrumpido en sus pensamientos.
-Al parecer ustedes dos se conocen, ¿No es así? ¿Son novios o algo?- pregunta Franco, con cierto tono burlón. Los soldados ríen al escuchar esto, excepto Ray, quien miraba a los dos con desconfianza, sobre todo al recién llegado, no se explicaba de dónde había salido repentinamente.
-¿Quién eres? -pregunta Saga dirigiéndose a Goku.
-Lo mismo te pregunto a ti. -responde el susodicho, con un tono serio.
-Te equivocas, Franco… Ellos dos no se conocen, sin embargo, puedo notar que ambos son muy fuertes y es posible que tengan un nivel similar de pelea… -Ray hace este comentario.
-¿Cómo dices, Ray? ¿Un nivel similar…? -Pregunta Franco, sorprendido por lo que su amigo y maestro le dijo.
Todos los demás soldados están en silencio viendo la escena, sin muchos ánimos de hacer algo más que observar.
-Tú… No eres de estos rumbos, lo puedo saber. ¿Acaso sabes algo que yo no? -Replica Saga.
-Es correcto, yo no soy de por aquí, pero no sé nada que tú no sepas, porque al parecer, tampoco eres de estas tierras… -Responde Goku.
-Bien, si ese es el caso, ahora mismo me darás algunas respuestas…
-Mira, ni yo mismo sé porqué me encuentro aquí, pero te aseguro que no soy responsable de nada que a ti te haya sucedido. ¿Acaso tampoco eres de este planeta?
-¿Planeta? No sé a qué te refieres con eso, pero no, ya te lo dije, no pertenezco a este lugar.
-Entiendo… Mi nombre es Goku. -Dice el saiyajin, acercándose y dándole la mano a Saga.
Pasan unos 4 segundos antes de que el caballero dorado responda.
-Soy Saga -Responde el caballero, pero sin corresponder al saludo. -Aun así, no estoy totalmente convencido de lo que dices…
-Yo tampoco entiendo nada, pero no por eso debo suponer que tu eres responsable de que yo llegara aquí, ¿o si?
Saga se queda mirando fríamente a Goku; este responde con una sonrisa algo maliciosa.
-Bueno, ustedes dos, se ve que no son muy buenos socializando… ¿Tu nombre es Goku, verdad? ¿Por qué no nos dices de dónde eres?- pregunta Ray.
-No soy de este lugar, yo estaba en el planeta de Kaiosama...
-¿Qué? ¿el planeta de qué? ¿Qué es eso? ¿Un reino lejano…? -Replica Franco.
-¿Dijo planeta? ¿Acaso vienes de otro planeta? -Ray es quien pregunta eso.
-Pues… Sí… -Responde Goku, muy dudoso, pero ya empezaba a entender qué estaba sucediendo, al parecer, estaba en otro mundo, o quizás otro planeta, cosa que no se le hacía raro al saiyajin, pues como sabemos, en Dragon Ball es "normal" visitar otros planetas. Lo que no entendía Goku, era el hecho de que por más que se había esforzado, no había podido sentir el ki de nadie que conocía, lo que le hacía suponer que tal vez había sido llevado a un planeta muy lejano.
-¡Eso es imposible! Los sabios nos han contado historias sobre otros mundos y sus posibles habitantes, pero… ¿Acaso este tipo es extraterrestre? -Franco es quien comenta esto.
"¿Viene de otro planeta..? No puede ser… Por eso me preguntó si yo no era de este planeta… " piensa Saga para sus adentros, sorprendido, puesto que en el mundo de Saint Seiya sabían que habían otros planetas en el espacio y otros reinos y planos existenciales, tales como el mundo de los muertos, los dominios en el fondo del mar de Poseidón, o los campos elíseos, pero el caballero no imaginaba que había vida en otros planetas.
-Es increíble lo que nos dices, pero con tantas cosas raras que están pasando, creo que voy a comenzar a creer todo… -Comenta Ray, echando una mirada a Saga.
-Pues por eso quiero saber porque llegué aquí, ya que no conozco a nadie ni he logrado detectar la energía de alguno de mis amigos… -Comenta Goku, mirando hacia alrededor.
-"También puede detectar las cosmoenergías… Por eso llegó directamente hacia nosotros." -Piensa Saga.
-Siendo ese el caso, creo que tendremos dos huéspedes esta noche, así que creo que debo presentarme; hola, mi nombre es Franco y él es mi amigo y maestro Ray. -Franco vuelve a la diplomacia y se dirige a Goku.
-Mucho gusto… Dijiste que eres Franco, ¿cierto?
-Así es.
-¿Acaso eres el hijo del rey Azrael?
-¿Cómo lo sabes? -Pregunta el príncipe, sorprendido.
-Pues una chica llamada Leyda y su amiga Roxana me han contado todo acerca de ti.
-¿Acaso conoces a la princesa de Zafiro y a su nana? -Pregunta Franco, aún más anonadado.
-Cuando llegué aquí, caí justo en su casa, y ellas me recibieron amablemente.
-No puede ser, este tipo estuvo allá… - dice Ray con un gesto como de celos.
-¿Qué sucede Ray? ¿Temes por Roxana?- le pregunta burlonamente Franco.
-¡No, como crees!- responde Ray cambiando de todos colores, mientras Goku mira la escena inocentemente, sin entender nada.
-Entonces ya hablaste con ellas… -Concluye el príncipe.
-Así es, son buenas personas, y además me contaron el problema que hay entre sus reinos, creo que deberían hacer algo por resolver sus diferencias. -Comenta el saiyajin.
-Vaya, no sabia que te habían contado eso, pero no creas que es tan fácil Goku, es más complicado de lo que parece. -responde Franco.
-Disculpen -alza la voz Saga un tanto exasperado por esa conversación que se le hacía tan banal. -Creo que aquí tenemos una situación peor. Yo tampoco reconozco a nadie de este lugar, nunca antes he estado aquí, y creo que este individuo está pasando por la misma situación que yo (Saga se refiere a Goku). ¿Van a ayudarme de alguna forma, o me voy a buscar respuestas a otro lado?
-¡Vamos! Deberías tomar las cosas con más calma… -Goku hace este comentario.
-¿Qué has dicho..? ¿Con más calma…? -Cuestiona Saga al saiyajin, con cierto tono hostil.
-Sí, deberías estar un poco más tranquilo, si te precipitas, no resolveremos nada. -Goku replica, sonriendo.
-Pero cómo te atreves… -Responde el caballero dorado.
-Bueno bueno… Calma… Sí, es cierto, ustedes tienen un problema muy grande, y creo que debemos encontrarle una solución lo más pronto posible... -Franco es quien dice esto, tratando de apaciguar los ánimos. -Goku, Saga vendrá con nosotros para consultar a algunos viejos sabios sobre su situación, y siendo que al parecer tu caso es similar, ¿por qué no vienes tú también?
-Si crees que podemos encontrar alguna respuesta, sí, iré con ustedes. Sólo déjame avisar a Leyda y Roxana, pues me habían invitado a dormir con ellas.
-¡¿QUEEE?!- preguntan Franco y Ray en coro más que sorprendidos. [Estos weyes, par de cornudos jajaja…]
-Si, me habían invitado a quedarme en su castillo, ya que el Rey Artemio II está de viaje. - Responde Goku, muy tranquilo. -Pero si quieren que vaya con ustedes, creo que será mejor.
-¡Claro que será mejor! ¡Y no necesitas avisarles nada!- responde rápidamente Ray.
-Es decir… podrías sentirte más a gusto con nosotros, digo, se ve que eres muy habilidoso y tal vez querrías venir a ver cómo entrenamos más tarde… -Completa Franco.
-¿En serio? ¡Suena interesante!.- responde Goku
-Pues vamos entonces, pero tal vez tú sí necesites un caballo, porque iremos rápidamente y no sé si corras tan rápido como nuestro "invitado" Saga. -dice Ray, echando una mirada al susodicho, quien ni le presta atención.
Goku se voltea y mira a Saga nuevamente, el saiyajin sonríe maliciosamente como acostumbra, era evidente que tenía ganas de ver qué tan fuerte podía ser el caballero, pues ya intuía que no era un guerrero promedio.
Saga, por su parte, le devuelve la mirada con seriedad a Goku, pues tiene la sensación de querer probar también a ese sujeto, quien evidentemente no era nadie normal.
-Está bien, supongo que yo también puedo correr rápido…- contesta Goku.
-Si tú lo dices… ¡Entonces vamos!
Todos comienzan el galope, mientras que Saga antes de correr nuevamente voltea y mira a Goku seriamente, este le hace la V de la victoria y Saga se extraña ante esto; acto seguido vuelve a emprender carrera y Goku hace lo mismo, en pocos segundos lo alcanza y se ponen a la misma velocidad.
-Aun no puedo creerlo, míralos, ¡están corriendo a la par!- exclama Franco.
-Ambos son muy extraños, pero también muy hábiles…- responde Ray.
-"Sí… Definitivamente este guerrero no es nada ordinario… Es alguien que debe tomarse en serio, seguramente en una pelea es implacable…" -Goku pensaba esto, mientras corría a la par de Saga, mirando al susodicho con cierta admiración.
-Este guerrero… Demasiado extraño y confiado, pero seguramente puede desplegar un poder más allá de lo que aparenta…" -Es Saga quien pensaba esto, mirando fríamente al saiyajin.
En eso, una idea llega a la mente del príncipe, lo que sería bastante conveniente para ayudar en los planes de su padre, no sin antes hablar primero con él. ¿Estaría dispuesto alguno de estos dos guerreros a representar a Rubí en el torneo que era casi seguro que se iba a celebrar?
Franco voltea a ver a ambos guerreros.
-"Me pregunto quién ganaría de los dos en un combate… ¿Qué tan fuertes serán?" -Eso piensa el príncipe.
Así, el grupo sigue su camino hacia el reino de Rubí, ya a unos cuantos metros para llegar.
En Zafiro, Leyda se encuentra en el jardín, mirando a todos lados y tratando de encontrar una explicación a lo sucedido hasta el momento; la princesa está cerca de una fuente. Roxana sale. Ya habían mandado al heraldo con el mensaje sobre la celebración del torneo para alcanzar al rey Artemio II.
-Leyda, ¿Qué sucede? ¿Otra vez pensando en…?-
-No, más bien pensaba en Goku…
-¿Goku?-
Ambas chicas se miran fijamente. Luego Leyda ríe.
-No finjas demencia, Roxana, no creas que no vi la mirada que le tirabas a Goku mientras este nos contaba su historia… ¡Y esta vez no evadirás el tema!
-¡Leyda por favor! ¿Cómo dices eso?- responde Roxana, sonrojándose nuevamente.
-Vamos Roxana, conmigo no tienes que fingir. Si ese tonto de Ray se atreviera siquiera a decirte lo que siente, pero nunca te dijo nada, y tú estabas muy ilusionada hasta antes del problema entre los reinos… ¿no crees que mereces otra oportunidad?
-No se porque me dices eso… Pero no quiero hablar de Ray, es un cretino. Además, ya te lo dije, Goku nos mencionó que está casado y tiene un hijo…
-Ah, o sea que no descartarías la posibilidad si fuera soltero… O divorciado…
-Eh? ¡No! ¡No dije eso!
-Jajajaja…. En fin, es una lástima que Goku sea casado, pero imagina que él se quede aquí y ya no pueda volver a su mundo, suponiendo que sí es de otro mundo…- menciona de forma pícara Leyda.
-¡Qué cosas dices, princesa! Por favor…
Leyda ríe mientras Roxana cambia de colores, muy avergonzada.
Luego la princesa suspira, con cierto alivio.
-Aaaaah… Hace cuánto que no me sentía así, contenta, con esperanza, y aún no se bien porqué… Aunque te confieso que sería hermoso estar con Franco para completar esta felicidad que tal vez sea efímera.
-Lo sé, niña Leyda, se que sufres mucho por él, pero deberías tener esperanza de que las cosas mejoren, aunque por otro lado, ahora tenemos un problema, ya sabes que el rey Azrael quiere realizar el torneo, y pues no sé cómo vaya a reaccionar tu padre, aunque como dijiste, es seguro que aceptará, el asunto es que si algo sale mal, los problemas entre los dos reinos pueden empeorar aún más, la guerra iniciaría y eso sería terrible…
-Tienes razón, Roxana, eso también es posible…
-Debes estar centrada y preparada para todo lo que pueda pasar.
-¿Sabes, Roxana? Creo que debo apoyar a mi padre en estos momentos y en lo que decida, creo que he sido algo egoísta y cruel con él.
-Me gusta escucharte hablar así, niña, demuestra que estás madurando y creciendo. Peeeero… Por ahora será mejor que te pongas a estudiar un rato, así que entra y toma tus libros, repasa las lecciones de matemáticas y biología que dejaste inconclusas ayer.
-¿Justo ahora? ¿No ves que estamos viviendo cosas bastante peculiares…? No hay tiempo para estudiar…
-Claro que hay tiempo, debes hacerlo; no por ser la princesa de Zafiro significa que no tengas que estudiar, debes prepararte muy bien para tu futuro, un día serás reina y deberás ser sabia y letrada, así que ve.
-Pero, Roxana… -Responde Leyda, con un tono un poco infantil, tratando de negarse.
-Sin peros. Anda, ¡ve ya!
-Bueno, si no tengo opción… -
-Y no procures pensar mucho en Franco, ¿de acuerdo?
Leyda se levanta, pero antes de irse, voltea y se dirige a la mujer madura.
-Y tu no procures pensar mucho en Ray… o debería decir, ¿en Goku?- dice la princesa burlonamente y se marcha, dejando a Roxana apenada y sin habla.
Regresando a Rubí, el grupo de hombres llega al castillo principal; inmediatamente Franco sube al castillo a ver a su padre, mientras que Ray se queda en la sección de entrenamiento con los soldados, además de Goku y Saga.
Arriba en la habitación real comienza la discusión entre padre e hijo.
-Padre, ¡No puedes hacer eso, no justo en medio de la situación que atraviesa Rubí!
-Basta, Franco, ¡no me contradigas así! Sé que piensas que es arriesgado, todos me lo dicen, pero no tenemos una mejor opción. Solo nos queda esperar que las cosas salgan bien ahora.
-¿Pero qué pasará si perdemos? ¡Rubí se iría a la quiebra total…!
-No hay de otra, es ganar o ganar, y si queremos tener éxito, debemos apoyarnos todos, por eso tu vas a ayudarme también.
-¿Ayudarte? ¿Cómo podría hacerlo…?
-Franco, ya tienes 20 años, edad suficiente para participar y ser parte de las acciones y decisiones del reino. Por eso esta vez te voy a dejar una tarea de la cual dependerá en gran medida nuestro triunfo, tú elegirás al peleador que representará a Rubí.
-¡Pero padre…! ¡Eso es demasiada responsabilidad! ¿Tú crees que yo pueda elegir bien…?
-Confío mucho en ti, hijo, se que harás una buena elección, no me falles, pero sobre todo, no le falles a Rubí.
El rey Azrael usa un tono conciliador, acercándose a su hijo.
-Tu madre estaría orgullosa de ti, mi querido Franco. -El rey Azrael pone la mano en el hombro de su vástago, mientras le sonríe.
El príncipe se conmueve por las palabras de su padre. Habían tenido serias diferencias sobre todo desde que lo descubrieron con Leyda y el rey de Rubí le había prohibido volver a verla, además de aplicarle disciplina mandandolo a entrenar con el ejército del reino. Por eso, Franco estaba sorprendido y conmovido por la actitud conciliadora de su padre.
-Papá… Entonces… ¿En verdad crees en mí? -Pregunta Franco, ablandado.
-Totalmente, hijo. Después de todo, tú serás mi sucesor algún día, y qué mejor que enseñarte a ser rey que dándote mi confianza para tomar decisiones importantes.
-Bien… Siendo así, creo que haré lo posible por hacer una buena elección…-
-La harás, muchacho.
En eso, Saga viene a los pensamientos de Franco; -"¿podría ser que él acepte ayudarnos…?"
-Sí padre, creo que elegiré bien… -Responde Franco, sonriendo, pues ya comenzaba a fraguarse algunas ideas.
Abajo en el patio de entrenamiento, los soldados se preparaban para dar una muestra de su adiestramiento, y tanto Goku como Saga se disponían a observarlos. Inmediatamente se colocan una serie de hachas cada una con un pequeño aro en la parte final del mango de éstas, de manera que quedan alineados dichos aros; la prueba es disparar una flecha y esta tiene que pasar a través de cada aro de las hachas, (que por cierto, eran diez), llegar al blanco que era un tronco en forma de círculo y la flecha tenía que dar exactamente en medio del tronco. Esa era una prueba que se manejaba en la mitología de aquel mundo y por supuesto, era difícil de lograr; eran contadísimos los que habían logrado esa hazaña, y previamente habían practicado mucho.
Comienza la demostración; los soldados más hábiles del reino se reúnen y empiezan con la faena, pero la mayoría hasta entonces fracasa en el intento. Después de que una decena de los mejores hombres lo intenta, toca el turno de Ray.
-¡A un lado, les demostraré cómo lo hace un verdadero soldado!- exclama Ray, mientras toma el arco y prepara lanzamiento. Este guerrero ya había practicado varias veces y se había acercado en algunas ocasiones, atravesando siete aros.
Ray dispara la flecha, la cual va atravesando limpiamente los aros de las hachas, pero justo en el octavo, la flecha choca con la orilla del aro y sale volando hacia la izquierda, sin embargo esta acción hasta el momento había sido superior a las de los demás participantes.
-Reto a quien sea a que supere lo que he hecho aquí.- dice Ray, al mismo tiempo lanza una mirada a Saga. -"Vamos, quiero ver de qué eres capaz…" -Ahora piensa esto el experimentado guerrero, esperando que el caballero dorado entienda la indirecta y haga la prueba.
Saga se cruza de brazos, sin muchas intenciones de hacer algo, hasta que Ray se dirige a él.
-Vamos, todos lo estamos intentando, deberías probar también tú.
-No me interesa, además, no soy de estas tierras, sus prácticas no son asunto mío. -Responde fríamente Saga.
-No, pero estás con nosotros en este momento. Aún si no eres oriundo de Rubí, estás aquí, -Entonces, si ese es el problema, me voy.
-¿Te atreves entonces a desafiar las órdenes del príncipe Franco? ¿No lo vas a esperar entonces…?
-Yo no sigo órdenes de nadie.
Saga voltea y amenaza con irse (en realidad no lo iba a hacer), pero Ray se interpone, aunque con ciertas dudas. -"En la primera pelea, este tipo me venció sin mucha dificultad… Si voy a volver a pelear con él, voy a tener que usar todos mis recursos…" -Piensa el guerrero rubiriano.
Goku mira la escena seriamente, esperando que ambos guerreros comiencen el combate, muy interesado de lo que pudiera pasar. -"Se nota que Ray que es un buen guerrero, pero no creo que esté al mismo nivel de Saga…" -Piensa el saiyajin.
Los demás soldados vuelven a rodear a Saga, sin intenciones de dejarlo ir.
Pero en ese instante, entra al lugar una chica de unos 25 años, con ropajes rojos ceñidos y una semi armadura dorada que le cubría partes importantes, como los senos, el vientre, antebrazos y piernas. La chica es de cabello verde, peinado con una trenza, sus ojos son de pupilas amarillas, y su figura es muy atractiva como para no prestarle atención.
-Ray, Ray, Ray… ¿Por qué eres así? Siempre a la defensiva con la gente…
Ray voltea a ver a la recién llegada, era una mujer muy bonita, bastante, pero denotaba habilidades para el combate, pues era una guerrera, de hecho era parte de la élite del ejército real de Rubí.
Todos los soldados la miran con admiración, tanto por su belleza, como por saber que ella era una de las soldadas más efectivas para el combate, de las mejores en todo el reino y por eso era la capitana del escuadrón élite.
Saga, pese a su seriedad y nulo interés por la gente de ese lugar, no puede evitar notar la belleza de aquella mujer.
-¿Qué haces aquí, Alyona? ¿No deberías estar entrenando a las jóvenes aspirantes a guerreras…? -Pregunta Ray, ciertamente aliviado por la interrupción, pues por ahora, no tenía que volver a pelear contra Saga.
-Sí, eso hacía, pero ¿ya te enteraste de las últimas noticias?
-Sí, ya sé lo que pasa…
Alyona ahora mira a Saga de arriba a abajo, este la ignora y desvía la mirada, para no verse tan obvio de que efectivamente, la chica le había despertado cierto interés.
-Interesante armadura a pesar de su estado… Y por lo visto, el portador es alguien muy capaz. ¿Quién es él? -Pregunta la mujer a Ray.
-Su nombre es Saga, es una larga historia…
Alyona ahora mira a Goku, quien le responde con una sonrisa y la V de la victoria, diciendo "Hola".
-¿Y este quién es…?
-Su nombre es Goku, y esa es otra larga historia, aunque sí del primero no sabemos mucho, de este menos… -Contesta Ray.
-Vaya que son bastante raros y peculiares tus nuevos "amigos"... -Comenta Alyona, con tono sarcástico.
-Ni que lo digas.
-Ya peleaste contra uno de ellos, creo…
-Sí, y déjame decirte que es bastante fuerte y hábil. Hay que tener mucho cuidado.
-Cuéntame más, Ray, pero antes de que me digas, les traigo algo.
Alyona llama a dos de sus subordinadas, quienes entran a aquel patio con recipientes llenos de comida.
-Vamos, coman, se fueron sin desayunar… ¿Es que acaso los hombres se sienten invencibles? ¡Por eso viven menos!
-¡Ja! No olvides quien te entrenó, muchacha… ¡Un guerrero que ha sobrevivido a varias batallas! -Comenta Ray, sonriente.
-Nunca lo olvido. Pero si sigues así, ¡vas a morir por falta de nutrientes! -Responde Alyona, riendo.
Los soldados empiezan a tomar comida.
Saga mira los alimentos, pero no hace absolutamente nada. Quiso irse de ahí, pero el caballero aceptaba que estaba hambriento y sediento, aunque su orgullo no le permitía tomar algo.
Goku, por su parte, aunque ya había comido mucho previamente en el castillo de Zafiro, no podía evitar ver la comida con cierto antojo.
Alyona se da cuenta de esto, en especial de la reacción de Saga.
Hey, tú… Vamos, no seas tímido. Anda, come algo. -Incita Alyona al caballero dorado.
-No, gracias. Estoy bien. -Responde Saga.
-Claro que no… No te conozco, pero si Ray y los soldados no te han arrestado y puesto en un calabozo, es por dos posibles causas: o vienes con ellos, o los venciste en una pelea y ahora te deben un premio. ¿Cierto o falso?
-En parte tienes razón. Los vencí, pero eso no significa que venga con ellos o sea su prisionero.
-No dije eso. Anda, ten.
Alyona toma un plato y pone una pierna de pollo asado, un pedazo de pan, verduras y puré de papa, y se lo da a Saga, quien al final no puede resistirse y accede, aunque lo disimula muy bien.
El caballero busca en donde sentarse y comienza a comer. Alyona le da agua en un vaso grande, y Saga la toma también con disimulo.
-¿Ves? No tiene nada de malo aceptar una necesidad del ser humano, como comer… -Comenta Alyona, aunque Saga no le presta mucha atención.
-Y tú… No se nota que tengas mucha hambre, pero si gustas tomar algo, adelante. -Alyona ahora se refiere a Goku.
-Eh, yo… ¡Gracias! -El saiyajin esta vez se limita, sólo toma frutas y se sienta también a comer, pero en el suelo.
Ray se acerca a la chica.
-Siempre me va a sorprender que, a pesar de ser fiera y letal en la batalla, tengas un corazón de oro, Alyona.
-Lo aprendí del mejor, de ti, Ray.
-¡Ja! Anda, acompáñanos a comer.
Ray toma también algo de comida, y se sienta a degustar sus alimentos.
Después de un rato, todos terminan, menos Goku, que seguía comiendo fruta, aunque ya no tan rápido como cuando estaba con la princesa Leyda y Roxana, pues no se sentía tan hambriento [eso de "comer por vicio" como dice mi madre, se aplica bien en Goku eh?]
Ray termina sus alimentos, se levanta y retoma la práctica, volviendo a dirigirse a Saga, quien ya había terminado de comer también. Le había caído de maravilla esa comida, pues tenía bastante tiempo sin probar bocado.
-Bueno, veamos… ¿En qué estábamos? Ah, cierto. ¿Entonces lo intentarás, Saga? -Ray se dirige al susodicho, ya con un tono más relajado.
-Está bien, te demostraré que es una prueba sencilla. -Saga responde, también ya sin tanta tensión [¿Ven que los hombres a veces sólo necesitamos comer para quitarnos el mal humor? XD]
El caballero dorado se levanta, y acto seguido toma un arco y una flecha, luego se dirige a donde están las hachas, se prepara y empieza a apuntar.
Todos quedan en silencio esperando ver a Saga disparar, pero en eso, se escucha una voz.
-Mmmm…¡Esta fruta es deliciosa! ¿Cómo se llama? -Goku es quien pregunta esto, sin dejar de comer.
-Se llama piña… ¿Acaso no las conoces? -Es Alyona quien responde esto.
-Ah, sí… Es que casi no la he comido. -Contesta Goku.
-Bueno, ahora deja de hacer ruido y permite que Saga se concentre… -Es Ray quien dice esto.
-Ah sí, perdón… ¡Continúen con lo que están haciendo! -Exclama Goku, sin dejar de comer.
Todos vuelven a fijar su atención en Saga, quien tratando de ignorar lo que Goku hacía, se prepara para disparar.
Ray mira expectante; Alyona sonríe, pero también mira con atención.
Saga dispara y la flecha sale a una gran velocidad, para que inmaculadamente atraviese los diez aros y se clave en el centro del tronco que era el blanco.
Todos los soldados quedan anonadados ante tal acto, poco después empiezan a aplaudir y festejar esto. Ray se queda serio, mirando, mientras que Alyona, quien no deja de sonreír, aplaude también.
Saga deja el arco y seriamente se retira un poco lejos de ahí. Incluso Goku deja de comer para ver la ovación que Saga había ganado.
-No podía esperar menos de este guerrero… Sí, al parecer, es bastante hábil. -Comenta Alyona.
-Lo es, pero vamos a ver si puede con un reto mayor. Soldados, traigan ahora los troncos y las espadas, hagamos otra práctica. -Ray es quien ordena a sus subordinados.
Inmediatamente un grupo de soldados se dirige a traer varios troncos y espadas; después comienzan a colocarlos en una posición en la que dichos troncos quedan en forma de dos cercas, y en medio una senda.
-La prueba consiste en que corten los diez troncos de la derecha y los diez de la izquierda a la mitad todos, tienen como tiempo límite 20 segundos, entre menos se demoren, mejor. Debo decirles que ni el mejor soldado de Rubí lo ha logrado en tan poco tiempo, y eso que las espadas que se usan son muy filosas. Para nuestro entrenamiento, esta prueba es esencial. -explica Ray al ejército, pero también echando una mirada a Saga.
-Adelante, soldados, ¡pruébense! -Esto lo dice Alyona con voz alta.
Uno a uno, los soldados van haciendo el intento, pero fallan en cumplir el objetivo; unos no cortaban todos los troncos en su afán de ir rápido, otros se tardaban más de 20 segundos. Una y otra vez se colocaban troncos nuevos pero nadie podía lograrlo, así que Ray voltea y mira retadoramente a Saga, quien comprende eso.
-Si quieres que haga otra prueba, de acuerdo, lo haré, pero que quede claro que no lo hago para lucirme ni para entretenerlos, lo hago porque me estoy aburriendo, ya que tu príncipe se está tardando. -Dice Saga, acercándose y a punto de tomar una espada.
Pero en eso, Alyona interviene.
-No, espera, mejor dejemos que lo haga él…- dice la guerrera, refiriéndose a Goku. -Hey tú, Gugú o como te llames, ¿quieres intentarlo?
-¿Yo? Ah sí… Claro, ¿Por qué no?- responde Goku.
-Hagan como se les dé la gana. -responde Saga, dando media vuelta y regresando donde estaba.
Goku se levanta y se acerca al lugar.
-¿Estás seguro de que podrás lograrlo, guerrero?- pregunta Ray, tratando de descifrar la capacidad de Goku, pues hasta el momento, sólo lo había visto correr, pero no en combate.
-No estoy seguro, pero lo intentaré… -Responde Goku.
-De acuerdo, ¡adelante!
Goku toma la espada firmemente, mirando fríamente los troncos; todos miran silenciosamente, bastante expectantes, incluso Saga mira, aunque disimula el interés.
-Muy bien, ¡ahora! -Grita Ray comenzando a contar.
Inmediatamente Goku se lanza como ráfaga y los espectadores ni siquiera pueden ver muy bien lo que sucede, solo ven destellos y se escuchan cortes potentes. Después Goku aparece al otro lado de la senda, y los troncos comienzan a caer, todos cortados exactamente a la mitad.
-¡No puede ser! ¡Cinco segundos!- exclama el soldado encargado de medir cuánto demoraban en completar la prueba.
-Cómo es posible… ¡increíble! Y sí cortó todos a la mitad! -Exclama otro soldado.
Todos quedan silenciados, pero después comienzan con los aplausos y chiflidos. Ray no puede evitar mirar a Goku con cierta sorpresa, el susodicho hace su clásico gesto de ponerse la mano en la nuca y con la otra hace la V de la victoria, sonriendo bobamente; incluso Saga se queda atónito.
-Tiene casi la velocidad de un caballero de plata, pero estoy seguro que ese no es todo su poder… -Saga dice esto a voz baja, sorprendido y tratando de entender el verdadero potencial de Goku.
-Este tipo también parece ser muy hábil… -Alyona comenta, pero ya no sonreía tanto, pues también le había sorprendido el tiempo en el que Goku logró el reto.
Ray no dice nada, sólo se queda serio, mirando tanto a Goku como a Saga. Al experimentado guerrero ya le empezaba a preocupar lo impredecibles que ambos guerreros podían ser. -"Si no me equivoco, ambos son mucho más fuertes y rápidos de lo que aparentan, pero todavía no nos han mostrado ni de cerca de lo que pueden ser capaces…" -Pensaba Ray.
En eso, el príncipe Franco entra a aquel lugar, que era una especie de patio de entrenamiento.
-¿Por qué tanto alarido? ¿Tienen fiesta y no me invitan?
-Príncipe Franco, ¡no va a creer lo que ha sucedido aquí! -Exclama uno de los soldados.
-Tendrás tiempo para explicármelo después, por ahora necesito hablar con Saga. -Responde Franco.
-¿Qué tienes en mente, Franco? -Pregunta Ray.
-Ya lo verás.
El príncipe se acerca al caballero dorado.
-Saga, espero que mis hombres te hayan tratado bien...- le dice Franco.
-Descuida. Por cierto, ¿ya podemos ir con aquellos sabios que dijiste para consultarlos?
-Mira, antes que nada, quiero que me disculpes por hacerte esperar; en un momento iremos con aquellos viejos sabios, pero antes de eso, quiero proponerte un trato.
-¿Un trato? ¿Acaso estás negociando conmigo?
-No tanto así. Verás, como sabes, vamos a celebrar un torneo, y quiero pedirte que representes al reino de Rubí en esa competencia…
-¿Yo? ¿Por qué? ¿Y qué obtengo a cambio? -Pregunta Saga.
-Se te dará una parte del premio si ganamos, quedarás como un guerrero honorable de Rubí y tendrás acceso a todos los…
-Disculpa, pero nada de eso me interesa, yo solo quiero volver a mi mundo.
-Entiendo, entonces, si ganas, no sólo consultaremos a aquellos viejos sabios, tengo un plan; aunque está prohibido que hable de esto, pero existe un viejo hechicero exiliado lejos de aquí. Cuentan las historias que ese hechicero ha logrado viajar a través del tiempo y el espacio.
-¿Cómo dices…? -Pregunta Saga, sorprendido.
-Si aceptas, podemos buscar a ese hechicero, y posiblemente él tenga la capacidad de hacerte regresar a tu mundo…
Saga se queda serio, escuchando. "Después de todo, si ese hechicero de verdad conoce cómo viajar a través del tiempo y el espacio, podría ayudarme a expandir mi Otra Dimensión, y tal vez así pueda volver a donde pertenezco…" -Así pensaba el caballero dorado.
En eso, voltea a ver a Goku, quien le devuelve la mirada, pero con una sonrisa. Luego el caballero dorado vuelve su atención a Franco.
-Acepto.
-¡Excelente! -Exclama Franco, quien jubiloso, se posa al centro del patio de entrenamiento.
-¡Soldados, tenemos a su capitán para el torneo! ¡Se trata de este guerrero honorable conocido como Saga!
Todos los soldados aplauden y chiflan en señal de aprobación. Ray sólo mira serio a Saga, Alyona sonríe y se pone una mano en la cintura.
-Vaya, vaya… Aunque era de esperarse. -Comenta la chica.
Arriba, en el castillo, el rey Azrael mira lo que sucedía abajo, no era ajeno a lo que estaba sucediendo.
-Bien, bien… Amor mío, las cosas siguen su rumbo… -Comenta el rey, hablando al parecer en soledad con alguien.
Pero en ese momento, aparece una chica con aspecto bastante raro. Es muy blanca de piel, bonita, su cabello es rizado y muy largo de color naranja, tiene un vestido marrón muy entallado que le remarca ver su muy atractiva figura. Pero hay algo raro en esta chica, pues sus pupilas son extrañas, de color rojo pero como de gato, o demonio. Su labial es negro y su lengua al parecer es más larga de lo normal.
-Sí, mi amor, mi rey… Todo está saliendo a la perfección… Jajajaja…
La mujer se había acercado al rey de Rubí y lo había abrazado por detrás, mientras que le daba un beso en la mejilla derecha con su lengua. Azrael parecía hipnotizado por esta mujer, pues sus ojos ponen en trance cuando ella se le acerca.
-Pronto, pronto lograremos nuestro cometido… -Dice la chica, sonriendo maliciosamente.
FIN DEL CAPITULO 3
[¡Hola gente que está siguiendo el fic! Disculpen la tardanza, ando demasiado ocupado, pero me estoy dando el tiempo de continuar con esta historia. Espero poder sacar más pronto los siguientes episodios, estén pendientes.
También les comento que el arte de mis personajes originales hecho por IA ha sido actualizado, ¡nuevas versiones de Leyda, Roxana, Franco, Ray y los reyes! Además, ya hay arte de los personajes nuevos, de Alyona y de la misteriosa mujer que se ha presentado al final del episodio. Para checar este nuevo arte, no lo olviden, búsquenme en Tumblr: lordbroly001. o ya saben: tumblr punto com diagonal lordbroly001, ¡esta cosa no deja poner enlaces!
¡Nos vemos en el próximo capítulo!]