Capítulo 4: LOS DOS ELEGIDOS PARA EL TORNEO DE LAS DESTREZAS. RIVALES INMINENTES
Entonces, Saga, aceptaste… -Ray es quien le pregunta esto al caballero dorado. Saga sólo asiente con la cabeza.
Franco se acerca de nuevo al caballero y a su maestro, después de haber anunciado al primero como competidor y capitán de los representantes de Rubí.
-¡Gracias por aceptar, Saga! -Le agradece Franco al susodicho.
-No tienes que agradecer, después de todo, no puedo perder nada; lo que sí les voy a pedir es que, en cuanto termine esto, busquemos a ese hechicero que mencionaron lo más pronto posible, ya que tengo que irme cuanto antes.
-Me alegra que aceptes. Desde que vi tus habilidades, supe que eras alguien muy fuerte, y estoy seguro de que sea quien sea tu rival, podrás salir vencedor.
-No puedo decir que me hace feliz esta decisión, pero como verás, no tengo muchas opciones.
-Así sea pues, ahora debo decirle a mi padre que ya tengo a nuestro representante y solo quedaría afinar los detalles, aunque también falta esperar la decisión del rey Artemio II, así que con tu permiso, me retiro; prepararemos la habitación de huéspedes más cómoda y grande para ti y te serviremos en lo que pidas.
-Espera, iremos a consultar primero a esos sabios, ¿correcto?
-Es cierto, hay que ir con ellos, se encuentran en una aldea no muy lejos de aquí. Iremos en un rato más.
Ray se acerca a Franco.
-Debo confesarte que pensé en la misma opción, aunque dudaba que Saga aceptara.
-Sí, Ray, tú mejor que nadie te diste cuenta del potencial de este guerrero. Sin duda, nos representará muy bien.
-Pero hay un detalle, Franco… El otro guerrero, el tal Goku, también ha mostrado grandes habilidades. Hicimos algunas pruebas de entrenamiento, y pasó una de ellas con una gran velocidad..
-¿Ah sí? -Responde Franco.
Ambos miran a Goku, quien les sonríe.
-Bueno, si dices que Goku es fuerte también, te creo, pero yo confío plenamente en Saga, por eso lo elegí a él.
-Sí, creo que tienes razón, Saga se percibe como un guerrero más maduro.
-Bueno, por ahora, hay que ir con los viejos sabios.
Alyona se acerca al príncipe.
-Hola, príncipe Franco.
-¡Alyona! gusto de verte. ¿Cómo estás?
-Muy bien. Vaya decisión que has tomado… Mira que confiar en un desconocido para ser el representante de toda una nación…
-¿No crees que es emocionante? -Responde Franco.
-Sí, pero creo que lo sería más si los reinos están equilibrados en la competencia. -Responde la chica guerrera.
-¿Cómo dices?
Alyona se voltea y se dirige al saiyajin.
-¡Oye, Garú, ¿de casualidad conoces el reino Zafiro? -La chica se dirige al saiyajin.
-¿Ah? ¿Me hablas a mí? Sí, si no estoy mal, Zafiro está hacia allá, de hecho ya estuve ahí… -Comenta Goku, señalando la dirección a donde dicho reino estaba.
-Bueno, creo que ya sabes que se va a celebrar un torneo de destrezas, y como ya viste, el príncipe Franco acaba de nombrar a Saga como representante líder de nuestro grupo de competidores…
-Sí, ¡es grandioso! -Replica el saiyajin.
-¿Qué tramas, Alyona…? -Pregunta Ray, intuyendo algo sobre lo que la chica decía.
-¿Qué te parece si tú te postulas como el representante del reino de Zafiro? ¡Me gustaría verlos pelear! -La chica ignora a Ray y se sigue dirigiendo al saiyajin.
Todos se quedan en silencio después de las palabras de la guerrera.
-¡Alyona, qué acabas de decir! -Ray increpa a la chica.
Franco sólo se queda en silencio, algo sorprendido por la iniciativa de Alyona.
-¿Yo? Oye, no es mala idea… No pensé en eso antes, pero ahora que lo mencionas… ¡Tienes razón! Iré y hablaré con Leyda, supongo que ellas también van a necesitar un representante; ¡nos vemos luego!
Después de esas palabras, Goku ejecuta la teletransportación y desaparece, dejando a todos los presentes anonadados.
Saga se sorprende un poco al entender la técnica de Goku. -"Este tipo se puede teletransportar también, como Mu… ¿Acaso… Tendrá el nivel de un caballero dorado y está escondiendo su verdadero poder…?" -Piensa el caballero, quien ya empezaba a entender el verdadero poder de Goku.
-¡¿Qué?! ¡desapareció! Exclama Franco.
-¿Qué clase de truco usó? ¿Es posible que también sepa usar magia o algo así…? -Esto lo dice Ray.
-Vaya… ¡El tipo salió con trucos en la bolsa! -Comenta Alyona, quien al parecer, toda la situación le divertía un poco.
-Entonces… ¿Escapó? -Pregunta uno de los soldados.
-No, el tipo no escapó, a no ser que…
-Se fue a ese reino conocido como Zafiro, si es que está en esa dirección. Al parecer, va a seguir la recomendación de las palabras de la guerrera. -Saga había interrumpido a Ray y miraba hacia donde estaba Zafiro.
-¿Cómo dices…? -Pregunta Franco.
Saga mira seriamente hacia la dirección mencionada. -Goku… Al parecer, eres un tipo interesante. Vas a demostrarme entonces de qué estás hecho… -Dice el caballero dorado.
Todos quedan perplejos sin entender muy bien la situación.
En Zafiro, Leyda estaba estudiando y Roxana estaba ayudando a las sirvientas del castillo en algunas tareas, pero mirando de reojo a la princesa.
En eso llega Goku apareciendo repentinamente, frente a la chica.
-¡Goku! ¡Has vuelto! -exclama Leyda.
-¡Hola de nuevo, Leyda! Escucha, debo decirte algo acerca de Franco y la ciudad de Rubí…
-¿Cómo? ¿Acaso estuviste allá?
-Así es, déjame decirte que están tomando en serio el asunto del torneo; incluso han elegido ya a su representante.
-¡Entonces todo este asunto ya está tomando forma! Lo suponía… Por cierto, ¿viste a Franco, verdad? -Pregunta la chica, ansiosa de la respuesta de Goku.
-Sí, lo vi y platiqué un poco con él.
-Y bueno… Me podrías decir… Si él… Estaba, pues… ¿solo?
-¿Solo? No, claro que no, lo acompañaba su amigo Ray y muchos soldados.
-Claro, claro, pero yo me refiero a otro tipo de compañía…
-¿Cómo dices? ¿Otro tipo de compañía?
-¿Qué sucede? Ah, hola Goku, ¡regresaste!- exclama Roxana, acercándose, ya que había escuchado a la princesa hablar con el saiyajin.
-¡Hola Roxana! Le contaba a Leyda lo sucedido en Rubí.
-¿Qué noticias nos tienes…?
-Pues verán…
Goku les cuenta con detalles a ambas chicas todo lo sucedido allá en Rubí.
-Ya veo… así que ya se están alistando…- dice Roxana.
-Nos queda esperar el regreso de mi padre para informarle, puesto que el heraldo ya se fue a notificarle sobre el torneo. -Responde Leyda. -Por lo pronto, ya casi es hora de la cena, Goku, ¿nos acompañas?
-¡Claro!- responde el saiyajin apresurada y gustosamente.
Ya cenando, como de costumbre, Goku devoraba cantidades de comida mientras que las sirvientas y las mujeres no salían de su asombro.
-Dios mío… Ya al mediodía había comido demasiado… ¡Y ahora está comiendo de nuevo muchísimo! -Roxana exclama esto, sorprendida.
-Vas a tener que cocinar mucho, Roxana… -Esto lo dice la princesa Leyda, pero en voz baja.
-¿Qué dijiste, niña…? -Responde la mujer.
-¡Nada, Roxana! Dije que seguramente así comen en el mundo de donde viene…
-Claro, claro que dijiste eso… -Roxana mira a Leyda con suspicacia. La princesa sólo se tapa la boca, riendo.
Después, a la hora de dormir, las chicas mandan preparar la mejor habitación de huéspedes para Goku.
-Supongo que aquí dormirás bien...- le dice Roxana a Goku, mostrándole el cuarto.
-Si, creo que sí, aunque tal vez Franco y sus amigos se estén preguntando a donde fui… -No te preocupes por ellos, aquí estarás mejor… Es decir… - Roxana se sonroja ante la mirada de Goku y tartamudea, era obvio que este hombre le atraía cada vez más.
-¡Me voy, que pases buenas noches! -La chica sale rápidamente, apenada, dejando al saiyajin con la interrogante, aunque después, este encoge los hombros y en unos instantes se duerme plácidamente, pues la cama era muy cómoda y la temperatura de la noche era agradable.
En Rubí, Saga permanecía en su habitación reservada; no podía dormir, muchas ideas llegaban a su mente. Previamente, antes del anochecer, él, Franco y Ray habían ido a consultar a los viejos sabios.
[flashback a la escena de la consulta a los sabios]
-Hombre que dices venir de otro mundo… Tu llegada a estas tierras no es una casualidad… -Comentaba uno de los sabios.
-¿A qué se refieren con eso…? -Pregunta Franco, extrañado.
-Este hombre provocará… Algo grande… Pero no podemos ver más allá… -Comenta otro anciano.
-Por favor, sean más claros. -Incita Ray, ante las vagas palabras de los ancianos.
-Al no ser de este mundo… No podemos ver más allá… Sólo que…
-El equilibrio podría…
-Salirse de control…
-Y crearse enlaces… Prohibidos entre… Mundos… -Esas frases las fueron diciendo cada uno de los sabios; en total, eran tres, y eran ciegos, ya muy ancianos.
-¿Equilibrio? ¿Enlaces entre mundos? -Pregunta Saga, extrañado.
-Lamentablemente… No nos es posible ver más allá… Estamos limitados en cosas que no están en nuestro control… Es todo lo que les podemos decir… -Comenta uno de los ancianos.
-Qué mala suerte… De cualquier forma, les agradecemos su ayuda. Les traemos una ofrenda. -Esto lo dice Franco, dándoles algunas monedas y botellas de vino a los ancianos.
-Gracias, joven príncipe… Una cosa más…
-Díganos, anciano. -Replica Franco.
-Cuídense de la oscuridad que amenaza a los reinos… -Comenta otro sabio.
Saga, Ray y Franco se quedan en silencio, tratando de entender estas crípticas palabras.
-¿Qué oscuridad? ¿A qué se refieren con eso? -Pregunta Franco, con cierto tono imperativo.
-No podemos ver más allá… Sólo sabemos que… Podría ser…
-Tal vez un ser supremo… Y por el mismo motivo…
-No alcanzamos a ver más… Sólo oscuridad… -Nuevamente los ancianos van complementando sus palabras.
[fin del flashback]
Saga recordaba esa escena, lo que le inquietaba un poco. -"Un ser supremo… Entonces aquí también hay seres poderosos, probablemente deidades, y si hablan de oscuridad, es posible que algo malo pueda pasar… Aunque, en cierto modo, eso no me incumbe a mí" -Así pensaba Saga.
Luego, el caballero dorado se puso a recordar todo lo que estaba ocurriendo en el universo de Saint Seiya, la nueva guerra sagrada contra Hades, el sacrificio de Saori, la pelea contra los espectros. Él ya había cumplido con el plan que trazó junto con Shura y Camus, sin embargo, presentía que aún debía hacer una última cosa, lo cual le inquietaba de sobremanera, pues aún no alcanzaba a comprender todo. - "Debo apresurarme a irme de este lugar…" -Piensa el caballero.
Ahora, Goku viene a la mente de Saga. -"Ese individuo… Estoy seguro de que tiene tantas preguntas como yo, pero… ¿De dónde viene? Es claro que no es de este mundo, pero entonces… ¿Vendrá de algún lugar donde haya tipos como él? Y, por algún motivo raro, ahora empiezo a tener la sensación de saber de él, aunque nunca antes lo había visto… Si es que es aceptado como participante por ese reino conocido como Zafiro, voy a enfrentarlo, pero algo me dice que no nos ha mostrado ni la cuarta parte de todo su poder…"
En eso, Saga mira el baño-jacuzzi de la recámara, el cual le hizo recordar aquellos tiempos cuando adoptó la identidad de Arles, se proclamó patriarca del santuario e hizo de las suyas, y eso fue algo que lo entristeció un poco; después de todo, sentía que también había sido su culpa, que no podía excusarse diciendo que actuó así gracias a su lado lleno de maldad.
El caballero ya despojado de la armadura Sapuri vuelve a tratar de dormir. No se dio cuenta en qué momento concilió el sueño.
Y así transcurrió la noche; al otro día, en Zafiro, el rey Artemio II regresaba, acompañado de la guardia real que anuncia su retorno; Leyda y Roxana salen a recibirlo.
-Ese cretino de Azrael debe estar desesperado para pedirme la revancha en un nuevo torneo… -Comenta Artemio, después de que las chicas le habían puesto al tanto de todos los detalles.
-Lo sé, padre, solo queda tu respuesta.
-No le daré el gusto de verme rendido ni de rechazar esta oportunidad, ¡esta vez ganaremos y le demostraré que nosotros sí tenemos honor! Y el muy tonto va a tener que pagarme el doble… Carles, reúne a todo mi gabinete, estoy convocando a una junta importante ahora mismo. - Ordena al monarca a su sirviente de confianza.
-En seguida, mi señor. -Contesta el hombre de mediana edad.
-Padre, hay algo que te quería proponer…
-¿De qué se trata, hija?
-Pues… Ya que tendremos que elegir a un peleador, yo había pensado en una persona…
-¿Ah sí? ¿Es que acaso conoces a alguien que pueda representarnos…?
En eso hace acto de presencia Goku.
-Padre, te presento a Goku, él no es de aquí, pero está dispuesto a ayudarnos…
-¿Qué…? ¿Qué hace un hombre desconocido en el castillo de Zafiro? ¡Arrestenlo, soldados!
-¡Espera, padre! ¿vas a escuchar lo que te voy a decir, o vas a seguir actuando de la forma en que lo has venido haciendo…?
-Pero, Leyda…
Artemio reflexiona. Ya su relación con su hija estaba lo suficientemente rota como para seguir empeorando las cosas, así que accede a escuchar lo que ella tenía que decir.
-Está bien… Pero no creas que voy a pasar por alto el que hayas invitado a un desconocido a nuestros dominios… Soldados, no hagan nada, dejen al tipo. -Ordena el rey; los soldados que ya estaban a punto de intentar someter a Goku se detienen.
-Sólo escucha lo que tenemos que decir, papá.
-¿Goku, eh? Raro nombre… ¿De dónde vienes o qué? Porque es evidente que no eres de estos rumbos… -Cuestiona Artemio al susodicho.
-Hola, señor… Yo llegué ayer a su mundo…
-¿Cómo dices? ¿Qué quieres decir con eso de "a su mundo"? -Refuta el rey.
-Este… Él quiere decir que llegó ayer a Zafiro, papá.
- ¿Cómo? ¿Apenas lo conoces y ya es huésped? ¿Qué estás pensando, Leyda… ¡Roxana, cómo permites esto! -Artemio se vuelve a alterar.
-Yo… ¡Discúlpeme, su majestad! -Contesta la mujer, nerviosa, también presente.
-¡Ya basta, papá! ¿Vas a escuchar sí o no?
El rey Artemio respira hondo.
-Está bien… Habla.
Leyda se acerca a Goku, para hablar con él como si estuviera exponiendo.
-Goku ha demostrado ser muy fuerte, algunos soldados de nuestra guardia real lo atacaron ayer y no pudieron derrotarlo; además, parece que sabe algunos trucos de magia, pues pudo ir a Rubí y regresar muy pronto… -Leyda dice esto.
-¿Qué tan pronto? Ese viaje toma 45 minutos en caballo de ida…
-Instantáneamente, en un abrir y cerrar de ojos. -Responde la princesa.
-¿Cómo dices…? -Cuestiona el rey, sorprendido.
-Además, nos trajo noticias y nos dio pormenores de lo que está sucediendo en Rubí. -Complementa Roxana.
-Parece que ellos también tendrán un guerrero muy fuerte… -Dice la princesa.
Artemio II examina a Goku, quien sólo se queda con su cara inocente. En eso, el rey saca su espada y tira un mandoble al saiyajin, quien lo detiene con dos dedos, de forma similar a como cuando Trunks lo atacó y lo detuvo sin dificultades, pero esta vez sin transformarse en super saiyajin.
-¿Qué haces, papá…? -Leyda cuestiona a su padre, sorprendida.
-¿Qué…? Pero… ¿Cómo pudiste… Detener mi ataque tan fácilmente…? -Artemio II intenta empuñar la espada, Goku se da cuenta de eso y eleva un poco su energía, para evitar que la espada se mueva.
-¡Detuvo el ataque del rey con dos dedos! -Exclama un soldado de los que estaban presenciando todo.
-¡Es suficiente, padre! ¡Detente ya! -Exclama la princesa, preocupada por ambos. Roxana se limita a mirar también con preocupación.
El rey claudica, finalmente retira su espada y la vuelve a enfundar.
-Bien, bien… Creo que después de todo, sí eres fuerte, quiero pensar que mi hija no se está equivocando contigo, pero tampoco voy a aceptar que nos representes en el torneo sólo por detener mi ataque, voy a tener que probarte realmente… Goku, ¿lo dije bien?
-Sí, señor…
-Llámame su majestad, soy el rey Artemio II. [Huy, qué ego el de los reyes…]
-De acuerdo, su majestad…
-Ve al patio con mis soldados, allá te dirán qué hacer y cómo probarte. Roxana, tú también sabes sobre guerra y técnicas de combate, confío en tu juicio, así que irás y serás testigo para ver si este tipo pasa las pruebas, yo tengo que discutir el tema del torneo con mi gabinete.
-¡En seguida, su majestad! -Responde la mujer.
-¡Gracias, padre, por escucharme en esto! -Exclama Leyda y abraza a su papá.
Por fin, después de tanto tiempo, Leyda volvía a abrazarlo y eso para Artemio era muy valioso, por lo que el monarca se felicita así mismo por no haber arrestado a este hombre y dejar que su hija hablara. -"Si la complazco, tal vez nos reconciliemos y con el tiempo, deje ese absurdo tema del hijo de Azrael a un lado…" -Piensa Artemio.
-Gracias a ti por ayudarme con esto, hija. -Responde el rey, abrazando con más fuerza a la princesa.
Acto seguido, Artemio II se retira a su junta, mientras que Leyda, Roxana y Goku se dirigen al patio de entrenamiento del castillo, escoltados por los soldados.
-¿Realmente crees poder hacerlo, Goku?- pregunta Roxana.
-No sabría decírtelo, pero creéme que me esforzaré. -Contesta el saiyajin.
-Así se habla, Goku. ¡Confío en ti! -Comenta Leyda.
-¡Gracias! Además, el guerrero que Rubí ha elegido es muy fuerte, no sé si pueda derrotarlo, pero lo intentaré, ¡haré mi mejor esfuerzo!
Las chicas y el saiyajin llegan al patio de entrenamiento.
Después de un rato, llegan otros soldados, todos espigados y se notaba que eran fuertes, hábiles y experimentados en la batalla.
-Buscamos a Goku, ¿quién es? -Dice uno de ellos, de forma intimidante.
El susodicho se para frente a este soldado.
-Yo soy Goku. Y ustedes son…
-Así que este hombrecito quiere representar a Zafiro, vaya, vaya… -Comenta un soldado.
-Este torneo es para verdaderos gladiadores, no para simples peones, amiguito… -exclama otro soldado, un poco más bajo que el anterior pero aún más alto que Goku.
-¿Este es el tipo que dicen que detuvo un ataque del rey Artemio II con dos dedos? -Pregunta el soldado, en tono burlón.
-Eso dicen… Pero seguramente el rey sólo fue misericordioso con él y no quiso humillarlo… -Esto lo dice otro soldado.
-Bueno, pues aquí no somos así, ¡nosotros sí te vamos a atacar en serio y con todas nuestras fuerzas! -Exclama un soldado más.
-Y no es nuestra culpa si te rompemos algunos huesos, o peor, si acabamos contigo… -Asegura otro peleador.
-Jejeje… ¡Vamos, demuestrenme lo que pueden hacer! -Contesta Goku, sonriente y emocionado, pues esperaba tener un combate decente con ellos, su sangre saiyajin le hacía estar ansioso por una buena pelea.
-Bien Goku, la prueba consistirá en que pelees con ellos, ¡ten cuidado, son los más fuertes y de más experiencia en todo el reino de Zafiro! le grita Leyda desde las gradas.
-¡Ataquen, soldados! -Ordena el que parecía ser el líder del grupo. Eran en total 10 hombres.
Rápidamente, los peleadores se lanzan a Goku; uno trata de darle un puñetazo, otro ataca con una patada y dos más rodean al saiyajin, pero en ese momento salen noqueados los dos primeros atacantes pues Goku bloquea sus golpes y luego los toma del brazo, para lanzarlos y hacerlos que choquen entre ellos.
Los otros dos peleadores intentan golpearlo también, pero le basta al saiyajin con darle un codazo a uno en el abdomen y un karatazo a otro en el cuello, para dejarlos fuera de combate.
-¿Qué? ¡No puede estar sucediendo esto!- exclama uno de los hombres en pie.
-¡Vamos, ataquen! -Grita otro de ellos.
Dos soldados más atacan, pero Goku esquiva fácilmente los golpes; acto seguido, de una simple palmada los manda a chocar con la pared.
Cuando otros tres de ellos se lanzan, Goku se mueve a tal velocidad que ni lo ven. A uno lo pone fuera de combate dándole un golpe en las costillas, a otro le da una patada en la pierna para derribarlo y a uno más lo golpea en el cuello, dejándolo desmayado.
-No puede ser… ¡Ahora verás! -Exclama el último hombre en pie, el más alto de todos, intentando abrazar a Goku y someterlo, pero basta con que el saiyajin se mueva velozmente para aparecer detrás de él, golpearlo en la espalda y luego patearlo en la parte trasera de los tobillos, haciéndolo caer pesadamente al soldado.
Los diez soldados quedaron fuera de combate en instantes.
-¿Viste eso, niña Leyda? ¡Es increíble!- exclama Roxana emocionada.
-¡Maravilloso! ¡Derrotó a los diez mejores peleadores de Zafiro en muy poco tiempo, jamás se había visto eso! Ni Rergis, nuestro último gran peleador logró tal hazaña… Y eso que era muy bueno…- contesta Leyda, asombrada.
-Si, ¡él es el indicado para representarnos! Es bastante veloz, ¡no pude ver sus movimientos! -Exclama Roxana.
-¡Eres asombroso, Goku! -Le grita Leyda al susodicho.
-¡Gracias, Leyda! - Responde el saiyajin, riendo y poniéndose la mano en la nuca, como acostumbra.
En eso entra el rey Artemio II al patio donde estaban.
-¿Me perdí de algo…? ¿Qué hacen mis guerreros de élite en el suelo…? ¡Y todos noqueados! -Cuestiona el rey.
-Padre, no creerás esto… ¡Goku derrotó a tus diez mejores guerreros en unos instantes!
-¿Qué dijiste…?
-Es cierto, señor… Lo presenciamos nosotras y los demás soldados. Goku es bastante fuerte y veloz… -argumenta Roxana.
Artemio lanza una mirada a Goku, quien sigue sonriendo bobamente con la mano en la nuca.
-Esto no puede ser…
-¿Ves, padre? ¡Goku podrá representarnos en el próximo torneo y es posible que sea él el vencedor!
Artemio vuelve a ver a sus soldados fuera de combate, por lo que llama a los médicos a que los auxilien. El rey, pese a sentirse algo humillado pues él seleccionó personalmente a estos soldados para que fueran parte de la élite, empieza a analizar la situación. -"Si este guerrero es realmente así de fuerte, es muy posible que ganemos el torneo, así voy a obligar a ese cretino de Azrael a pagarme el doble, como propone; su reino se terminará hundiendo, yo lograré por fin que Leyda se olvide de su hijo… ¡Y Zafiro brillará más que nunca!" -Piensa Artemio.
-Pues… En vista de que están diciendo la verdad, y que mis soldados han sido vencidos, confiaremos en este individuo, solo porque veo que crees en él y creo en el buen juicio de Roxana, pero aun así, todavía tendrá que ganarse mi confianza.
-¡Sí, padre! Hemos hecho una buena decisión. -Comenta Leyda.
-¡Gracias, su majestad, por confiar en nosotras! -Esto lo dice Roxana.
Leyda abraza a su padre y salen, invitando a Goku a comer; este ni tardo ni perezoso va con ellos. Roxana acompaña al susodicho, pareciera que al ver sus habilidades de combate, este hombre le había llamado aún más fuertemente la atención, y era evidente cada vez más.
Ya después de la comida, (y después del asombro del rey por ver comer a alguien con tal magnitud), la gente se reúne en convocatoria alrededor del podium real, donde Artemio II les anunciaba sobre el torneo; la mayoría de gente apoyó al rey y le expresaron su apoyo, después de todo, había gobernado bien Zafiro y no se podían quejar mucho sobre eso.
-Pueblo, ¡les aseguro que ganaremos este torneo! ¡Viva el reino Zafiro!
-¡Viva! ¡Viva Artemio II!- se oían gritos de la gente. Acto seguido, el rey les presentó a Goku como el líder del grupo para la competencia, ante lo cual algunos gritaron en señal de apoyo y otros en desacuerdo, pues consideraban a Goku muy bajo o que no se veía tan rudo ni tan fuerte, pero al final así se cerró esta presentación, sin problemas.
Mientras que en Rubí, todo estaba listo, el rey Azrael también le había comunicado a la gente lo del torneo, pero el pueblo no respondió de buena manera; sin embargo, después de una larga jornada de convencimiento y hasta cierta manipulación, lograron tranquilizar a la gente y así preparar todo para la competencia.
-Lex, escribe el siguiente mensaje. Sede: Zafiro, en dos días se llevará a cabo la competencia oficial, no esperamos recibimiento cordial, pero por lo menos decente; suerte y que gane el mejor. -Ordena Azrael a su subordinado.
-Sí, su majestad…
El mensaje sería enviado al rey Artemio II.
Por su parte, Franco y Ray estaban reunidos en un puente, a las afueras de la ciudad de Rubí. Habían elegido ese lugar para poder hablar sin problemas.
-Tú escuchaste a los viejos sabios, Ray… Un ser supremo oscuro... ¿A qué se podrían referir con eso?
-No lo sé, Franco, pero tengo un mal presentimiento… Hay cosas que no podemos tomar a la ligera.
-¿Crees que Saga tenga algo que ver en esto?
-Lo dudo, no detecto maldad en él, aunque es muy frío, pero su llegada, como dijeron los viejos sabios, podría significar un revulsivo… Lo que no sé, si para bien o para mal.
-Yo tampoco creo que Saga sea una mala persona. El otro tipo, tampoco… ¿Sabes, Ray? Tengo la sospecha de que su llegada a los reinos no es precisamente una casualidad…
-A pesar de tu corta edad, eres bastante inteligente, Franco. Tengo la misma sospecha, pero el asunto es averiguar si es que alguien más está involucrado en esto, y sobre todo, con qué propósito…
-¿Consideras prudente decirle algo de esto a mi padre? -No, por ahora no. Dejemos que el torneo se celebre mañana, luego iremos a consultar a Malek, como se lo prometiste a Saga, aunque eso tendrá que ser a escondidas. Recuerda que el rey Azrael lo desterró hace varios años y prohibió a cualquier rubiriano hacer tratos con él…
-Sí, lo sé, pero sin duda, él es el único que podría tener un conocimiento más profundo de toda esta situación…
-Hay otra cosa de la que no te había hablado, Franco. Algo que me inquieta…
-¿De qué se trata, Ray?
-¡Hola, Ray y Franco! ¿Qué hacen lejos del castillo?
Ambos hombres se exaltan cuando escuchan de repente a esa voz femenina llamarlos por sus nombres. Voltean y ven a la misma mujer que anteriormente estaba con el rey Azrael, sólo que en esta ocasión, tiene el rostro lleno de pasividad, los ojos normales y su lengua también se ve completamente normal. La mujer iba acompañada de algunos soldados.
-¡Romina! ¿Qué haces aquí…? ¿No deberías estar con mi padre…? -Comenta Franco a la recién llegada. -Así es, príncipe… Sólo fui a dejar un mensaje personalmente al rey de Zafiro, por deseos de tu padre…
-¿Y te eligió a ti para eso? Qué extraño… -Esto lo comenta Ray.
-¿Qué tiene de extraño? Ahora soy su pareja, y si todo sale bien, nos casaremos pronto. ¿No te da gusto, príncipe Franco? Seré tu madre… -Esto lo comenta Romina, entre un tono irónico y se podría decir que burlón.
-Con todo respeto, mi madre nunca podrá ser reemplazada, así que te pido atentamente que respetes su memoria. -Responde Franco, algo exasperado por el comentario de la mujer, pero conservando la educación.
-Ah, sí, disculpa… Entiendo que amabas a tu madre mucho. En fin, es mejor que vuelvan al castillo pronto, tu padre quiere celebrar un gran banquete y quiere que ambos estén presentes… -Romina dice esto, sonriendo.
-Vamos para allá, gracias. -Responde secamente Franco.
Romina se sube de nuevo a su caballo y se va, junto a los soldados que la acompañaban.
-¿En qué momento se acercó a nosotros…? ¡Tuvimos que darnos cuenta de su presencia! -Comenta Ray.
-No lo sé, Ray, pero desde que mi padre la conoció, esta mujer no me da buena espina…
-De eso precisamente quería hablarte, príncipe. Siento que algo no está bien con ella…
-¿Y por qué no me lo habías dicho antes?
-¿Por qué va a ser? Tú has estado extrañando a Leyda, y yo en mis ocupaciones. Además, hace tiempo que no habíamos tenido la oportunidad de hablar a solas.
-Entiendo… Disculpa, Ray, he sido algo egoísta con mis problemas.
-No pasa nada, después de todo, me alegra que coincidamos hoy. Pero sigamos hablando de esto en otra ocasión.
-¿Será prudente acercarnos a Saga y platicarle esto? Por algún motivo, siento que él es muy fuerte y podría incluso protegernos de algún mal…
-No te confíes tanto, Franco, no sabemos si él quiera estar de nuestro lado. Pero sí, podemos hablar con él, una vez que finalice el torneo. Por ahora, hay que tener más cuidado con nuestros alrededores; volvamos al castillo.
-Vamos, pues.
Ambos hombres montan sus caballos y emprenden su retorno.
Romina, por su parte, sólo había fingido irse, pero al parecer sabe hacer magia, por lo que engañó con una ilusión a ambos. En realidad, no iban más soldados con ella y nunca se fue del lugar, eso fue parte de la ilusión, en realidad ella se transformó en un insecto y se posó en la rama de un árbol, donde estuvo escuchando a Ray y Franco hasta que se fueron.
-Así que tienen sus sospechas sobre mí… ¡Tontos! Voy a demostrarles que Saga va a trabajar para mí… Rubí y los demás reinos van a caer, cuando ella, mi señora, vuelva y tome el control… ¡Y ustedes dos serán los primeros de los que nos vamos a deshacer! -Comenta Romina, ya vuelta a su forma real, como cuando estaba con Azrael: ojos demoníacos, lengua larga y piel totalmente blanca. De hecho, un par de cuernos color marrón se pueden ver en su cabeza.
Después, la mujer toma la forma de un ave y se va volando, directo al castillo de Rubí.
Mientras que en Zafiro, en el patio de entrenamiento, Goku para variar se encontraba comiendo como acostumbra, para asombro de los soldados que había derrotado con anterioridad por ver su manera de comer. Ahora lo veían con cierto temor, pero también rencor, sin embargo, la orden estaba dada por el rey, y tenían que aceptar, aún con recelo, que el saiyajin fuera su líder en la competencia.
-¡Este tipo come como tres! -Exclama un soldado.
-¿Qué se cree? Estamos a un día del torneo, y no le preocupa nada… Ni siquiera ha entrenado con nosotros, sólo ha estado comiendo… -Comenta otro de ellos.
-¿Y para qué quieres que entrene con nosotros? ¿Para que nos patee el trasero nuevamente? -Contesta otro soldado.
-Es cierto… ¡Demonios! Aún no puedo creer que ese tipo sea tan fuerte y tan rápido… -Esto lo dice un soldado más.
-Es hábil, hay que reconocerlo. Pero en el torneo nada está escrito, veremos si es tan bueno en las otras disciplinas. -Esto lo concluye un cuarto soldado.
-Sí, ya lo veremos…
Goku deja de comer por fin, para mirar a la dirección de Rubí.
-"No sé de donde vengas, es obvio que no eres de aquí, y no entiendo porqué tu ki me es tan familiar, pero… ¡Espero que tengamos una buena pelea, Saga!" -Esto lo pensaba el saiyajin, al momento de reír como acostumbra cuando algo le emociona.
Cambiando el escenario al reino de Rubí, Saga también estaba en el patio de entrenamiento de los soldados, pero no entrenaba tampoco con ellos. Habían almorzado juntos, pero a él realmente no le interesaba mucho practicar con los soldados, más bien, estaba bastante pensativo, mirando a la dirección del reino de Zafiro.
-"Es inevitable que nos enfrentemos, Goku… Pero voy a vencerte, tengo que ganar este torneo a toda costa y volver a donde pertenezco. ¡Prepárate, porque no voy a dejarte ganar!" -Así pensaba Saga.
Mientras que en ambos castillos de los respectivos reinos, Leyda soñaba con ver de nuevo a Franco, y él por su parte, no podía esperar más para ver a su amada.
-Ya quiero que sea mañana, para verlo aunque sea de lejos… -Decía Leyda, emocionada.
-Oh, mi niña… -Roxana contempla a la chica con esperanza.
-Ray, ¡no puedo esperar a que ya sea el torneo! Este día se me hará largo, ya la quiero ver…
-Con calma, Franco, falta poco para que la veas de nuevo.
-Voy a ganarte en esta ocasión, Azrael… ¡Te demostraré que Zafiro es mejor! -Pensaba Artemio, en su trono, en el castillo de Zafiro.
-Nosotros seremos vencedores… ¡Vas a caer, Artemio, tú y tu reino! -Decía Azrael, en su habitación, en el castillo de Rubí.
Pero al mismo tiempo, una sonrisa femenina malévola se escucha, y aparece el rostro de Romina en su forma de demonio detrás del rey.
FIN DEL CAPÍTULO 4
[¡Gracias amigos por seguir leyendo el fic, y gracias a la gente que va llegando! ¡bienvenidos!
Arte de Romina en forma demoniaca, ya se la saben: tumblr punto com diagonal blog diagonal lordbroly001]
