Capitulo 6 "Solo tu puedes hacerlo posible..."
Hipo no podia creerlo, hasta este momento todo parecia perfecto, Bocon habia aceptado su desicion, y lo habia apoyado ademas, nisiquiera en sus mas locos sueños se habria imaginado que las Nornas tejieran el destino a su favor, pero asi habia sido, eh Hipo no podia sentirse mas contento, pero... algo dentro de el lo llamaba, algo que lo hacia sentir intranquilo a pesar de toda la felicidad que sentia, como si algo importante estuviera a punto de pasar.
"Esta sensacion... no me la puedo quitar de cuerpo... es como si... hoy fuera un dia que marcara un antes y un despues en mi vida pero... porque siento esto ahora que todo va bien??"
Hipo siempre habia sido muy curioso, y cada sensacion nueva le generaba una necesidad primitiva de saber de donde venia, y porque estaba ahi, tal vez podria peguntarle mas tarde a Seidr, despues de todo hoy seria uno de esos dias donde, al no haber entrenamiento de dragones, los pasaria con el, queriendo llenarse mas del conocimiento de una fuerza tan primordial como lo era Seidr.
'Seidr?? Estas aqui??' Hipo llamo a su mentor mientras que entraba en su pequeño santuario, esa cueva tallada en el suelo que se habia convertido en un hogar y un lugar muy importante para el.
"(Hipo... es... un gusto verte)" Seidr, con su calmada voz, se acerco a el mientras que lo miraba sonriendo, pero algo no andaba bien con el, y Hipo lo noto de inmediato.
'Seidr... esras bien?? Te noto literalmente... apagado...' Hipo se acerco a su mentor con una mirada de sincera preocupacion y confusion.
"(Descuida joven vikingo... estoy bien solo... un poco cansado... despues de todo tu muy bien sabes que no soy joven jeje)" Seidr intento ocultar la clara situacion por la que estaba pasando con algo de humor, pero Hipo era listo, y no cayo en esa mentira.
'Seidr... puedes confiar en mi... dime por favor que te pasa pars que pueda ayudarte...' Hipo se acerco a el mientras que lo miraba a los ojos, intentando que le dijera la verdad.
"(Eres muy perspicaz Hipo Horrendo Abadejo... en efecto... algo me pasa... algo natural y que a todos nos pasara tarde oh temprano... estoy llegando al final de mi existencia en este plano de vida)" Seidr intento sonar lo mas calmado, para evitar que Hipo se alterara mas con la fuerte noticia que le acababa de dar.
Hipo se quedo en silencio mientras que se le quedaba viendo atentamente, suspirando con pesadez bajando la cabeza al suelo, asi que era eso... era eso que sentia que pasaria, Seidr... como era posible que un ser como el... casi casi un dios... pudiera estar... muriendo... porque eso era lo que pasaba... eh incluso asi, Hipo volteo a verlo a los ojos... y sintio que faltaba algo maspor contarle... no se sentia satisfecho con esa respuesta, y es significaba que habia algo mas.
'Me da miedo preguntar pero... se que tienes algo mas que decirme... verdad...??' Hipo lo miro, intentando mantener la mirada mas seria que podia, a pesar de como todas sus emociones lo bombardeaban en ese momento.
"(Asi es Hipo Horrendd Abadejo... sigueme)" Seidr entonces empezo a caminar hacia donde estaba el dragon acostado, y eso preocupo aun mas a Hipo.
Hipo se habia acostumbrado a que Seidr lo llamara solo por Hipo, desde que lo conocio por primera vez, pero cada vez que usaba su nombre completo significaba que esto era una situacion seria, otra de esas situaciones que significarian un cambio radical para su vida, asi como lo fueron el encontrar a Seidr, y el haber logrado que Bocon entendiera que los dragones no eran bestias salvajes sin raciocinio, esto podria ser algo similar?? Esas preguntas rondaban en la cabeza de Hipo mientras que acompañaba a Seidr hasta el lugar donde se encontraba recostado el dragon.
'Hola Chimuelo... como estas amigo??' Hipo se inclino y acaricio suavemente la cabeza del dragon, el cual regreso el gesto cuando se froto suavemente contra su mano.
"(Lamento decirte que no esta bien Hipo... el... esta muriendo)" Seidr miro como la calma de Hipo se convirtio en una confusion y tristeza al escuchar eso, volteandolo a ver con ambas emociones mezcladas en su mirada.
'M-Muriendo... n-no puede ser Seidr sus heridas estan casi sanadas no... no puede terminar asi... no asi...!!' Hipo volteo a ver a Chimuelo el cual le regalo una mirada de tranquilidad, parecia estar en paz con la situacion, cosa que confundia aun mas a Hipo.
"(No se trata de sus heridas Hipo... su llama se extingue debido a la fatiga... muy cerca de aqui vive un mal... un ser malvado que maneja a los dragones para su conveniencia... exprimiendoles su llama hasta que mueren de agotamiento... oh de cosas aun peores...)" Seidr se acerco a Chimuelo, arrodillandose frentr a el y acariciando suavemente su cabeza.
"(Hipo... si este dragon muere... toda su especie morira con el... lo entiendes verdad??)" Seidr volteo a ver a Hipo, el cual encontraba pensativo, suspirando pesadamente el lo volteo a ver.
Hipo miro a los ojos de Seidr buscando, en lo mas remoto de su alma un indicio de que fuera una mentira, aun si fuera una muy cruel, preferiria mil veces eso que la cruda realidad de que por su culpa, por ese simple acto de haber derribado a esta majestuosa criatura, toda su especie podria desaparecer para siempre, incluso buscando consuelo en el echo de que dijo que otro ser, otro Mal podria haber sido el culpable, no podria eviar sentirse responsable.
'Si me estas diciendo esto Seidr... es porque tienes una forma de salvarlo... no es asi?? Esta especie de dragon es... especial... no puede solo desaparecer...' Hipo sonaba triste, pero sentia que si alguie podia arreglarlo era el, no habia ser mas poderoso en la tierra, oh al menos que el conociera que pudiera arreglarlo.
"(En efecto Hipo... los Furia Nocturna son mi mejor creacion... cuando la Guerra de los Alfas estallo, los cree como un mediador, seres que sirvieran como jueces y consiguientemente como reyes de los Alfas que reinarian sobre las demas especies de dragones, de todos los dragones)" Seidr suspiro mientras que volteaba a verlo, esperando que, tuviera algunas preguntas sobre un tema en particular que el jamas habia compartido con Hipo, pero que seria crucial para el futuro que el visualisaba para el.
'G-Guerra de los Alfas?? Que es eso?? Jamas me habias fico algo sobre eso... no es asi??' Hipo se acerco un poco Seidr, siguiendo esa curiosidad que lo caracterizaba queriendo saber aun mas.
"(No Hipo no te había contado sobre eso, ya que es un relato que nisiquiera los dragones en sus muchas canciones recuerdan... más antiguo que muchas de las leyendas humanas que conoces hoy en dia)" Seidr cerró los ojos mientras que suspiraba, empezando a recordar el las cosas como si hubieran pasado apenas ayer.
-Flashback-
Cuando cree a los dragones, sabia que necesitarían líderes, alguien que los cuidara y protegiera, así que cree dos especies de dragones alfas, las Muerte Roja, y los Salvajibestias. Las Muerte Roja siempre fueron fríos, calculadores, y con sed de poder por encima del bienestar de aquellos dragones a los cuales debian cuidar, conquistando a los dragones a traves de la fuerza y el miedo, por el contrario de los Salvajibestia, los cuales eran benévolos y siempre buscaban ayudar a cuantos dragones pudieran, creando nidos y ofreciendo alimento y refugio para ellos, utilizando su habilidad de control mental para apaciguar dragones, y que así fuera mas fácil la convivencia dentro de sus nidos.
Obviamente, dos fuerzas opuestas jamas aceptarán la convivencia tan fácilmente, así que en su lugar decidieron buscar, cada uno, por sus propias razones, la supremacía por encima de los demás alfas. Las Muerte Roja, al ser más calculadores y siempre buscar la guerra, atacaron primero, destruyendo nidos enteros de Salvajibestia y obligandolos a refugiarse en las profundidades del mar, pero los Salvajibestia contaban con algo que las Muerte Roja jamás podrían tener, la lealtad de sus dragones.
Pero hubo algunos, muchos, que se mantuvieron sometidos por el miedo y la desesperación a las Muerte Roja, los cuales sirvieron como sus guerreros, y muchas veces incluso como su carnada, obligándolos a pelear hasta un amargo y crudo final.
Jamás imagine que, incluso entre mís creaciones, llegaria a suceder algo asi, sabía que debía actuar si quería evitar que se destruyeran los unos a los otros, asi que cree a una raza de dragones, la especie definitiva, más inteligente que cualquier otra, y capaz de plantar cara a la fuerza bruta de las Muerte Roja, y de oponerse al control mental de los Salvajibestia.
Los Furia Nocturna, la raza que serviría como mediadora, los alfa definitivos, capaces de razonar y pensar más allá de sus instintos primitivos de control oh de preservación, siempre magnanimos, y buscando el bien de todos, y para todos.
A pesar de no haber sido creados en gran número, gracias a su gran habilidad, fuerza, velocidad, poder y por sobre todo su inteligencia, empezaron a marcar un cambio en la guerra que llevaba asolando a la especie dragon durante años, poco a poco, apaciguando y disolviendo cualquier tipo de contienda o disputa, y ese sería su rol por los siglos venideros, actuando como jueces de todos los dragones. Cada dragon conocía la historia, la leyenda de como el primer Furia Nocturna, Svartþruma, desterro al malvado Muerte Roja... Eldshjarta de su trono en el mundo oculto de los dragones, y de como el se convirtio en el primer rey de ese mundo.
Las eras de paz y armonía entre los dragones perduraron durante mucho tiempo, los Furia Nocturna siguieron con su gran labor, y todos los dragones en cada rincón del mundo conocían su historia, sus leyendas y lo que habían echo por la raza de los dragones... eso fue asi durante siglos... hasta la llegada de los humanos... y con ellos la llegada de... de el... Böðullinn como lo llamaron... el asesino de los furias nocturnas.
Un solo hombre, armado con los más grandes secretos de los Furia Nocturna, su ingenio y una sed de venganza inmensa, cazo a cada uno de ellos, sin piedad y sin remordimiento llevo a la especie a ser considerada un mito, relegada a los cuentos de noche para asustar a los jóvenes que no obedecían a sus padres, oh a los vikingos que deambulaban por las noches, ahogados en hidromiel.
- Fin del Flashback -
"(Todos creían extintos a los Furia Nocturna... incluso yo que soy su creador... hasta que lo vi... a el)" Seidr volteo a ver nuevamente a Chimuelo, acariciando suavemente su mejilla con su mano.
"(Ahora entiendes la importancia de este dragon Hipo... si muere... toda esperanza se perdera... el balance se romperá y una nueva guerra podria asolar no sólo a los dragones... si no también a los humanos, llevando a un conflicto devastador donde todo se perdera)" Seidr volteo a ver a Hipo y puso suavemente su mano en su hombro.
"(Dime Hipo... que estarías dispuesto a hacer... para evitar un destino asi??)" Seidr estaba hablando enserió, y Hipo lo sabia, lo sentia en sus palabras, y sabía que este era el momento que había sentido antes, aquel que cambiaría toda su vida.
Pero Hipo se centro en la pregunta de ese momento, que estaría dispuesto a hacer para evitar un destino donde humanos y dragones enfrentarán una completa aniquilación. Si le hubieran preguntado eso antes de conocer a Seidr, y de saber todo lo que había fuera de su pequeña isla, habría dicho que sería una locura, oh una treta del mismísimo Loki, pero no esta vez,no con Seidr, sabia que el siempre hablaba con la verdad, siempre. Entonces para responder a la pregunta, el haría lo que fuera para evitar un futuro así.
'Yo siempre creí que nadie esperaba nada de mi Seidr... nisiquiera mi papa esperaba grandes cosas de mi... pero al haber escuchado tu historia... yo la creo y sabiendo lo que esta en juego... haría lo que fuera necesario para evitarlo' Hipo volteo a ver a Chimuelo sonriendo levemente.
'Lo que sea para evitar que los Furia Nocturna se extingan... para evitar ese futuro de dolor y muerte para todos' Hipo volteo a ver con determinación a Seidr, encontrándose con una cálida sonrisa de orgullo y aceptación.
"(Bien dicho Hipo... en ese caso, conozco una forma de salvar a la especie... pero para deberás realizar un gran sacrificio)" Seidr se alejo del dragon, volviéndose a poner de pie mientras que se separaba de él.
"(Hipo Horrendo Abadejo tercero, deberás renunciar a tu vida humana, y convertirte en el Furia Nocturna que lleve acabo la labor que le asigne hace tantos siglos a la especie, yo Seidr, última fuerza viviente dejada por los grandes dioses, te transformare en un Furia Nocturna!)" Seidr levantó los brazos al cielo, provocando un resplandor en este, pero cuando volteo a ver a Hipo este se encontraba en estado de shock.
'T-Transformarme... a mi?? En un Furia Nocturna?!' Hipo empezó a respirar agitado, casi hiperventilando mientras que se sujetaba la cabeza.
'N-No no puede ser posible... como... porque yo... un dragon... pero eso seria... Seidr... no se si...' Hipo escucho movimiento debajo de el, volteando a ver se encontró con los ojos verdes de Chimuelo, el cual lo veía con lo que equivaldría en humano a una mirada de plegaria.
"(Yo no fui quien pensó en esto Hipo, Chimuelo quiere darte este regalo, ya que consumiría no solo lo último que me queda de fuerza, si no también la suya... seria nuestro último regalo para ti, el inicio de una nueva vida)" Seidr puso suavemente su mano en el hombro de Hipo mientras que lo miraba a los ojos.
"(Hipo... entiendo tu preocupacion... y el miedo... pero solo tu puedes ser ese puente entre los humanos y dragones... aquel que ellos necesitan... y además no conozco a nadie mejor, ni más listo para convertirse en el mejor y más listo dragon)" Seidr tocó suavemente el pecho de Hipo, justo donde estaba su corazon, mientras que lo miraba atentamente.
"(Tienes el corazón de un dragón Hipo, y eso te hace un ser especial, más allá de que hayas nacido como vikingo, tu jamás estuviste destinado a serlo, estabas destinado a ser algo mas)" Seidr se aparto de el dándole algo de espacio para que pudiera digerir todo esto.
Hipo suspiro pesadamente mientras que volteaba a ver al cielo, acariciando suavemente a Chimuelo, desde que el era pequeño siempre supo, y todos le dijeron, que era diferente, su padre solía decir que cuando lo llevaba a pescar, se ponía a cazar trols, tal vez el ta sabía sobre la magia en este mundo, y sobre que no todo se trataba sobre cazar, oh sobre ser un vikingo, el podía ser mucho más, el quería ser mucho más, y aquí estaba la oportunidad pero... el precio era alto, le diría adiós a todo, su vida como humano, su futuro como jefe de la tribu... y apesar de que no solía pensar mucho en ello, quería imaginarse que algún día llegaría una mujer que lo amaría como era, y que con ella formaría una familia pero... si aceptaba esto, se resignaria a que fuera el último de su especie... para siempre, por todos los años que viviera, que según le había enseñado Seidr, los Furia Nocturna viven muchísimos años, siglos incluso.
'Puedo pensarlo...?? Quiero... no quiero que pienses... que piensen que soy un desagradecido pero... yo amm...' Hipo intentaba encontrar las palabras para hablar con Seidr mientras que se sujetaba la cara.
"(Claro que puedes pensarlo Hipo, mantendré a Chimuelo vivo el mayor tiempo que pueda... tomate tu tiempo, busca consejo en aquellos que amas... eh Hipo... elijas lo que elijas... sigue tu corazon)" Seidr sonrio mientras que, por primera vez, abrazaba a Hipo, demostrando una compasión muy humana, cosa que conmovió a Hipo.
'Claro que si Seidr... muchas gracias... y gracias por todo lo que me has enseñado... enserió que jamas podré pagartelo' Hipo sintio como algo húmedo se frotaba contra su mano, dándose cuenta que era Chimuelo, el cual estaba lamiendo suavemente su mano, queriendo consolarlo también.
'Jeje... gracias a ti también Chimuelo... eres un gran chico' Hipo se inclino frente a el, pegando su frente con la del dragon, el cual imito el gesto casi como sabiendo lo que Hipo haría.
Hipo en ese momento sintio un escalofrío que le recorrió el cuerpo, sintió una calidez, sintió como si todo su cuerpo se relajará, y también sintió seguridad, por alguna razón, una seguridad específica con la situación que estaba sucediendo, como si tuviera una comunicación, alma a alma con Chimuelo, y le estuviera reafirmando que fuera lo que eligiera, todo estaria bien. Hipo se separo un poco sorprendido mientras que volteaba a ver a Seidr, el cual parecía estar consiente de la situacion que había vivido.
"(Fascinante no??)" Seidr sonrio mientras que lo miraba a los ojos.
'S-Si... que... que fue eso??' Hipo volteo a ver también a Seidr y luego a Chimuelo, aun bastante sorprendido.
"(Un indicio... del destino... el sol esta en su punto más alto Hipo, debes regresar a tu hogar, seguro te estarán buscando, como va la prótesis??)" Seidr, sabiendo que Hipo necesitaba un momento para distraer su mente, cambio el tema a uno que sabia que lo ayudaría más.
'Uh...?? Oh si claro ammmm... va muy bien, hoy pensaba darle los toques finales... de echo creo que podre terminarla pronto... estoy muy cerca' Hipo sonrió orgulloso, le había dedicado mucho tiempo a este proyecto, y ahora que Bocon lo sabía y no debía ocultarlo, podía dedicarle aun mas.
"(Estoy seguro que si Hipo, espero que ese proyecto tuyo te ayude mucho a despejar tu mente y relajarte un poco)" Seidr sonrio mientras que miraba a Hipo alejarse poco a poco, dándole una última caricia a Chimuelo antes de que saliera de la cueva.
"(Dependemos de ti Hipo... se que tomaras la desicion correcta)" Seidr se sento en uno de los troncos caídos que había cerca, mientras que suspiraba con pesadez, su día se acercaba y debía dejar todo listo para cuando el no estuviera.
Una vez Hipo salió de la cueva suspiro pesadamente, la situación había dado un giro inesperado, y los dioses le habían dado un destino totalmente diferente al que el imaginaba, pero no negaría que sin duda le generaba bastante curiosidad y sobre todo se sentía responsable, sentía que podía hacer la diferencia, que podría llegar a cambiar el mundo y que podría mejorarlo tanto para humanos... como para dragones por igual.
'Pero eso conllevaría totalmente dejar mi vida de lado... mi vida como humano...' Hipo penso en la idea un momento mientras que caminaba hacia Berk.
Su vida en la aldea era... complicada, tanto para el como para todos los que lo rodeaban, se sentía muchas veces culpable de las cosas malas que pasaban, y en el fondo, muchas veces si lo era, incluso si no fuera su intención, y tal vez, el echo de convertirse en algo mas grande que el mismo seria la solución y el propósito que tanto estaba buscando, y tal vez eso ayudaría a... encontrar quien era el en este ciclo de la vida así que... tal vez... la idea de volverse un dragon por el bien comun no sería tan mala.
'Bueno... tendré que hablar sobre esto con Bocon cuando llegue a la forja' Hipo aumento el paso, llegando a Berk justo antes de que el sol empezar a bajar del punto más alto, mirando alrededor asegurándose que nadie lo viera entrar a su casa por la puerta trasera.
Una vez en casa Hipo decidió que lo mejor sería descansar un poco, dejar que las ideas se asentaran y tal vez eso lo ayudaría a pensar mejor en su desicion, y también le ayudaría a descansar su cuerpo antes de regresar a la forja a ayudar a Bocon. Y así fue, una vez que descanso (disfrutando unas buenas horas de sueño) despertó justo cuando estaba anocheciendo, así que corrió a la forja, encontrando a Bocon ahí mismo, afilando una espada.
'Hipo! Que gusto verte! Como están nuestros... ajam... amigos mutuos??' Pregunto Bocon mientras que miraba alrededor asegurándose que nadie lo haya escuchado.
'Bien... bien, algo cansados, Chimuelo se ve... mejor, y Seidr ya lo conoces, me enseñó muchas cosas hoy, una en particular... luego te cuento, iré a mi estudio' Hipo intento pasar de largo a Bocon ya que no quería alarmarlo con el echo de lo que había dicho Seidr sobre su condición y la del dragon.
'Hipo espera hay... hay algo que quiero hablar contigo antes de que te vayas' Bocon lo detuvo poniendo una mano en su hombro, cosa que hizo a Hipo sentirse algo nervioso.
'Creo que entiendes lo importante que es el mantener en secreto a nuestros amigos no?? No podemos dejar que los demás se enteren, mucho menos cuando regrese tu padre' Bocon lo miro con una sincera preocupación, cosa que hizo a Hipo asentir levemente mientras que sonreia un poco.
'Claro Bocon yo lo entiendo... muchas gracias por... por todo enserio... a pesar de que aun te cuesta asimilarlo... aprecio lo que haces por mi' Hipo sonrió mientras que ponía su mano suavemente sobre la que Bocon tenía en su hombro.
Lo siguiente que Bocon hizo sorprendió muchísimo a Hipo, ya que este lo acerco a el dándole un abrazo, uno que le dio una sensación que no había sentido en muchísimo tiempo, una que era bastante escasa en los vikingos, sobre todo en los de Berk, este abrazo le dio una sensación de protección, y de que en el fondo, siempre tuvo una figura paterna en este que era su primer mentor, y quien siempre sería más que eso para Hipo, lo consideraba una figura paterna, y estaba agradecido de tenerlo en su vida.
'Me siento orgulloso de ver que encontraste lo que te hace feliz... a pesar de no ser algo normal pero... tu jamás lo fuiste, y eso... no es malo creemelo' Bocon le dio una palmada en la espalda a Hipo con su mano buena mientras que sonreia.
'Gracias Bocon... enserió significa mucho para mi' Hipo se separo del abrazo y sonrio igual que Bocon, para despues alejarse y caminar hacia su estudio, dejando a un Bocon sonriente que se puso a afilar la espada de nuevo.
Hipo cerro suavemente la puerta de su estudio y suspiro con pesadez, sabia que le debería de comentar lo que Seidr le dijo a Bocon, pero no quería hacerlo, no en este momento, no acababa de asimilarlo el mismo, y tenía que tenerlo bien asimilado antes de poder hablar con Bocon, pero para eso necesitaría despejar su mente, empezando por terminar los toques finales a la aleta automática que le había echo a Chimuelo... a el?? Era confuso en ese momento, pero sin duda se veía bien, y la calibración era perfecta, aunque estuviera mal que el lo dijera.
'De esta forma... me aseguraré de convertirla en una pieza que resista a largo plazo sin ninguna mejora y tampoco ningun tipo de mantenimiento... hacerla lo mas autosuficiente posible' Hipo miro una vez más los planos y termino de ajustar una tuerca, abriendo y probando el mecanismo que accionaria la aleta, complacido, la dejo sobre su escritorio, contemplando su trabajo.
'Bien... no esta mal... digo... podría ser mejor... podria... mmmmm...' Hipo solto una risotada mientras que negaba con la cabeza, acababa de terminarla y ya estaba pensando en mejoras.
'Una cosa a la vez... intentaré probarla lo más pronto posible con Chimuelo' Hipo suspiro mientras que se dejaba caer en la silla, sonriendo, pero ahora, en un dilema.
'Bueno me imagine que esto llevaría más tiempo... mmmmm...' Hipo miro alrededor tratando de buscar algo en lo que entretener su mente, pero simplemente no habia el que.
'Tal vez... podría ir a ver que están haciendo los demás chicos... desde que empece a enseñarles creo que nuestra relación ha mejorado mucho' Decidiendose en eso, Hipo salió de su estudio, despidiéndose de Bocon diciéndole que iba a ver a los demás jóvenes, salio de la forja.
Mientras que caminaba recibía algunos saludos, eh incluso algunas felicitaciones por su gran desempeño en el Entrenamiento de dragones, cosa que lo alegraba, para el su vida en la aldea, y como vikingo empezaba a mejorar, aunque estaba claro... el otro lado, la desicion que debia tomar... cosa que aun lo mantenía un poco pensativo hasta que llego al Gran Salón, el cual estaba solo en su mayoría, si no fuera porque los jóvenes vikingos estaban ahí, hablando de cosas de las que hablarían chicos de su edad.
'Les digo... totalmente ya no vivo con mis padres... bueno... técnicamente es su sótano pero... es mio también saben' Patán parecian estar intentando convencer a todos nuevamente de que ya era un joven independiente, a pesar de vivir en el sótano de sus papás.
'Si claro Patán, mira no quiero menospreciar nada tu... autonomía pero, es el sótano de tus PADRES, sigue siendo de ELLOS así que... tecnicamente... vives con ellos' Brutacio se cruzo de brazos mientras que lo miraba levantando una ceja, el no se había creído nada de lo que había dicho.
'Ay por favor... Astrid, nena tu que dices, eso es muy varonil no?? Vivir independiente??' Esta vez fue Astrid la que levanto una ceja, y justo cuando iba a responder alcanzó a ver a Hipo entrando al Gran Salón.
'Ey! Hipooo! Ven unetenos!' Astrid levanto la mano mientras que gritaba desde la mesa donde estaban sentados, llamando la atención de Hipo el cual sonrió nervioso y camino hacia donde estaban ellos, encontrando un espacio libre junto a Astrid, la cual le sonrió levemente.
'Asi que Hipo... cuéntanos que se siente ser el centro de atención de toda la aldea??' Pregunto Patán mientras que mordía una pierna de pollo con fuerza.
'Lo soy??' Hipo se sorprendió bastante mientras que los volteaba a ver algo incrédulo, no podía creer que la aldea hablara sobre el, al menos no algo bueno.
'Si Hipo, desde que nos ayudaste con todos esos trucos en el entrenamiento de dragones, todos hablan del buen guerrero que eres, y que te estás comportando como un verdadero lider' Patapez lo miro sonriendo, el y Hipo habían desarrollado un vínculo especial, irónicamente, gracias a la fascinación de ambos por los dragones.
'Obviamente no hablan tanto de ti como de mi pero... es sorprendente lo que has logrado en tan poco tiempo Hipo' Patán lo miro mientras que levantaba su pierna al aire y luego la volvía a morder.
'Todos estamos sorprendidos Hipo, nos has dado una perspectiva más amplia sobre los dragones... todos estamos muy agradecidos' Astrid lo miro sonriendo mientras que ponía suavemente su mano en el hombro de Hipo.
'Yo estoy agradecida' Esto último lo dijo en un tono que sorprendió bastante a Hipo, lo cual hizo que se ruborizara levemente.
'G-Gracias Astrid pero... ustedes fueron los que llevaron acabo las asañas, yo solo les di las herramientas para lograrlo' Hipo sonrió mientras que los miraba a todos, por primera vez, en su vida se asentía aceptado en un verdadero grupo de amigos.
Pasaron el tiempo juntos, hablando y riendo, mientras que bromeaban y compartian anécdotas oh consejos de guerra, después de todo ganara quien, al final todos pelear en la misma batalla contra los mismos dragones, cosa que hizo a Hipo sentirse algo nervioso, no sabía como tomar el echo de que el estaba siendo participe en todo esto, y que en el fondo deseaba que la guerra no continuará, y mucho menos que empeora, así que la desicion seguiria al aire. Hipo y Astrid fueron los únicos que quedaron solos en el Gran Salón, ella le comentó que debería pronto volver a su casa, si no su padre se enojaria bastante. Así que ambos jóvenes decidieron caminar juntos hacia la casa de Astrid, y sirvió para que platicaran un poco más, ahora, sin la presión de sus demás amigos (Sobre todo de Patan).
'Así que... podrías ser tu el que mate al dragon frente a la aldea no??' Astrid fue la primera en romper el incómodo silencio que se había echo entre ambos.
'Si je... es verdad podría ser... aun así no descartemos que tu lo puedas lograr, después de todo solo queda una última prueba' Hipo sonrió algo nervioso mientras que la volteaba a ver.
'Bueno, sea quien sea seguro será el que se lo merezca mas...más... sin resentimientos sin importar quien lo haga si??' Astrid lo volteo a ver y le dio un suave codazo, simplemente como su muestra de afecto.
'Ah... si jeje claro que no, sin resentimientos y pase lo que pase seguiremos siendo amigos, no??' Hipo esta vez pregunto más que afirmó, sabia que la relación que había tenido con Astrid había sido... complicada, y no quería que lo que pasara en la arena afectará esa nueva amistad que se había formado.
'Pues claro, me alegra que hayas entrado al entrenamiento... vi una cara de ti que jamas me imagine que tuvieras... me gusta' Astrid lo miro sonriendo, e Hipo pudo jurar que vio un ligero sonrojo en sus mejillas.
'Bueno... aquí estamos jeje' Hipo estaba tan enfrascado en la conversación que no se dio cuenta que habían llegado a la casa de los Hofferson, así que asintió levemente.
'Bueno... te veo luego en la arena Hipo' Astrid estiro la mano hacia el mientras que lo miraba con una sonrisa.
'Claro que si Astrid... y muchas gracias por... por tus palabras' Hipo estrecho su mano y sonrió, esta noche sentía que había echo un gran progreso en su amistad con Astrid.
Hipo mantuvo la sonrisa hasta el momento que Astrid desapareció de su vista, para después suspirar pesadamente, esto hacia que tomar una desicion sólo se volviera más complicado... aunque complicado ya era y bastante, así que empezó a caminar lentamente por la aldea hacia su casa, la única luz que tenía era la de las lámparas que iluminaban las demás casas, y la calidez que de ellas emanaba.
"Tengo que hablar de esto con Bocon mañana... no puedo seguir ocultandolo y sinceramente... necesito que me aconseje..." Hipo siguio caminando hasta llegar a su casa, pensó en abrir la puerta y saludar a su padre, hasta que el recuerdo de que estaba peleando en alta mar llegó a el.
"De solo imaginar las vidas que se pierden cuando los dragones atacan... multiplicado a una escala mundial... nisiquiera podría disfrutar de esta nueva vida que tengo ahora..." Hipo se dejo caer sobre su cama mientras que miraba un momento sus manos, imaginando subconsientemente como se verian como unas patas de dragon.
'Je... en el fondo la idea verdaderamente me gusta...' Hipo suspiro y cerró sus ojos, dejando que su mente descansará de todos esos pensamientos, y que su cuerpo recuperara sus fuerzas después de un día lleno de tantas sorpresas.
Mientras que Hipo dejaba que su mente descansará, muy en el fondo sentía como una llama se encendia una llama, una llama que lo envolvía y que le daba la fuerza y el valor para enfrentar esa desicion, dentro de su corazón el sabia que era lo correcto y que debía hacerlo, y que en el fondo, Seidr no le daría esta opción sin tener en cuenta su felicidad también, no solo su deber... y eso era lo que seria si Hipo aceptaba la idea de Seidr... el deber del dragon, se convertiria en el suyo.
A la mañana siguiente Hipo despertó con una sorprendente y renovada idea sobre lo que debía hacer, así que inmediatamente se cambió y salió corriendo hacia la forja, sabiendo que si era temprano podría encontrar a Bocon ahí antes de que saliera a ser su ronda (Ya que cuando Estoico no estaba, Bocon se encargaba de vigilar la aldea).
'Bocon?! Estas aqui?!' Hipo pregunto desde afuera de la forja mientras que intentaba ver hacia adentro.
'Aquí atrás Hipo! Ven aquí muchacho!' Bocon estaba cargando algunas espadas rotas oh dañadas dentro para reciclar su metal.
'Bocon, déjame ayudarte con algunas...' A pesar de la buena intención de Hipo, debido a su complexion solo pudo llevar algunas espadas consigo, aun así Bocon lo agradeció.
'Muchas gracias chico, y bien que necesitas?? Sonaba bastante emocionado cuando llegaste' Bocon sonrió mientras que se ponía una de sus muchas herramientas como su mano faltante.
'Pues de echo Bocon quería saber si... habría la posibilidad de que pudiéramos salir juntos, quiero hablar de unas cosas contigo en algún lugar privado, si se puede claro me imagino... que estas ocupado' Hipo sonrió nervioso mientras que señalaba las espadas que Bocon justo habia dejado aun lado del horno.
'Pues de echo Hipo... solo me iba a sentar aqui a ver como las espadas se derretian pero... si es importante para ti claro que puedo hacer algo de tiempo' Bocon se retiro la herramienta que había puesto en su mano y se puso una mano de madera ordinaria.
'Es más, tengo el lugar perfecto chico, un lugar que tu padre y yo solíamos visitar en nuestros años de juventud cada que terminaba un ataque de los dragones, esta bastante apartado de la aldea, aso que nadie nos molestara... y tiene un lago donde podremos pescar algo de comer, que te parece si me esperas a la entrada del bosque?? Llevaré dos cañas de pescar' Bocon sonrió mientras que le daba una palmada en la espalda a Hipo mirándolo atentamente.
'Claro, nos vemos ahí Bocon' Hipo sonrió mientras que caminaba fuera de la forja, despidiéndose con la mano de Bocon, camino a su casa por algunas cosas que pensaba que podrían llegar a ocupar.
Hipo llegó a su casa y lo primero que busco fue algo con lo que encender un fuego, era verdad que seguramente Bocon sabría encender uno con lo que hubiera ahí pero, para que perder el tiempo y esfuerzo en algo que el podría solucionar, así que subió a su cuarto y tomó de debajo de la cama un pedernal que siempre guardaba, además de prepararse con algunas pieles de Yak que podrían llegar a usar para acostarse en el suelo, si así lo deseaban. Una vez todo listo decidió ir a la entrada del bosque a esperar a Bocon, quien al cabo de unos minutos apareció, y ambos amigos emprendieron su caminata, con Hipo siguiendo a Bocon. Fue un buen tramo de camino, pero después de algunas horas llegaron a un lugar en la isla que jamás había visto, y eso que la había recorrido bastante bien, una abertura enmedio de dos gigantescas rocas se encontraba frente a el.
'Es aquí Bocon??' Pregunto Hipo mientras que miraba alrededor buscando si había algo mas, pero no solo se encontraba esa abertura.
'Aquí mismo Hipo, hay que entrar por aquí' fue el primero en entrar por la abertura, a Hipo le sorprendido lo flexible que podía ser, ya que no era para nada una abertura pequeña.
Una vez que Bocon le grito del otro lado que ya podía pasar, Hipo se escabullo poco a poco dentro de la pequeña abertura, esquivando algunas rocas que sobre salían y tratando de mantener con el todo lo que había traído, una vez del otro lado se encontró con una vista bastante hermosa, lo que parecia ser una cueva colapsada, con un agujero enorme que apuntaba hacia el mar, donde alrededor había crecido una gran variedad de vegetación, ademas del lago que se habia creado, presumiblemente por las lluvias que habían caído dentro, y que para Hipo era algo bastante bello.
'Wow... jamas me imagine que hubiera un lugar así en Berk' Comento Hipo mientras que se acercaba a Bocon, el cual también se encontraba observando aquella vista.
'Impresiona verdad?? Cuando lo encontramos tu papa y yo no podíamos creerlo tampoco... es nuestro pequeño secreto en Berk... y ahora también será el tuyo' Bocon le dio una palmada en la espalda a Hipo mientras que empezaba a caminar hacia la orilla del lago, donde dejo las cañas que había traído aún lado.
Hipo llegó poco tiempo después y dejó sus cosas también aun lado, extendiendo las pieles y luego empezando a recoger algunas ramas para empezar el fuego, mientras que Bocon preparaba las cañas, y una vez todo listo, y el fuego encendido (rápidamente gracias al pedernal que había traído Hipo, ambos se pusieron a pescar).
'Asi que Hipo... cuéntame que es de lo que querías hablar??' Pregunto Bocon mientras que lanzaba su anzuelo al lago.
'Esa es la cuestión Bocon... es algo tan impactante que nisiquiera yo mismo lo eh asimilado así que... no sabría como explicarlo...' Hipo lanzó también su anzuelo mientras que suspiraba un poco.
'Pues intenta empezar por lo más sencillo, luego poco a poco subes hasta lo más complicado' Bocon jalo un poco su anzuelo mientras que lo volteaba a ver atentamente.
Hipo suspiro de nuevo y empezó a explicarle todo mientras que bajaba la cabeza, se sentía algo avergonzado pero sabía que en ese momento necesitaba el consejo de su amigo más cercano y de su figura paterna. Cuando Hipo terminó todo el relato, y todo lo que le había dicho Seidr, incluidas las leyendas y relatos de los dragones, todo se quedo en silencio durante un momento, que para Hipo pareció eterno, hasta que Bocon habló.
'Y es lo que tu quieres hacer Hipo??' Pregunto Bocon sin quitar la mirada del lago.
'Pues... es que no se... siento que decepcionariá a todos... no quiero pensar que pensaría oh haría papa... y además justo ahora que todo esta yendo bien en mi vida...' Hipo fue interrumpido por Bocon el cual hablo rápidamente.
'Hipo, no te pregunte sobre lo que pueda oh no pasar, te pregunte si es algo que tu quieres hacer??' Esta vez Bocon volteo a verlo directamente a los ojos.
'Pues... si lo pones de esa manera... si... es algo que quiero hacer... experimentar... la vida de los dragones, seguro no sera sencillo, pero quiero poder marcar la diferencia y si... eso también ayuda a los humanos... mejor aun no??' Hipo sonreía levemente mientras que volteaba a ver a Bocon.
'Pues si... pero tienes que estar seguro que es algo que tu quieres, no lo que vaya a beneficiar oh perjudicar a los demas... tienes que estar seguro que es algo que tu corazón desea, y que te hará feliz' En eso Bocon sintio un jalón en su anzuelo y empezó a jalar.
'Tienes razón Bocon... muchas gracias enserió yo... me diste un gran consejo y así lo pensaré, pensaré en mi felicidad... gracias' Hipo también sintió un jalón en su anzuelo y ambos dieron un fuerte tirón.
Cuando ambos tiraron un gran pez salió atrapado de ambos anzuelos, cayendo frente a ellos después de que ellos cayeran hacia atrás debido a la fuerza del jalón, una vez recuperados ambos se quedaron viendo al pez, para despues empezar a reír, agraciados por la situacion tan particular por la que habían pasado. Ambos siguieron pescando, disfrutando de su pesca, y con Bocon contando algunas anécdotas de sus muchos viajes, cuando vieron que el sol estaba en su punto más alto, decidieron regresar.
'Gracias por haberme traído Bocon... enserió lo necesitaba, al igual que tus consejos' Hipo sonrió mientras que miraba a Bocon y este le devolvio la sonrisa.
'Fue un placer chico... me alegra que hayamos salido y que hayas confiado en mi' Bocon sonrió mientras que despeinaba un poco el cabello de Hipo, cuando salieron del bosque alcanzaron a ver algo de conmoción en la aldea.
'Pero que estara pasando...' Bocon rápidamente camino hacia la aldea, cuando vio a uno de los aldeanos pasó pregunto que estaba pasando.
'Son los barcos, han vuelto!' El aldeano salió corriendo rápidamente hacia el puerto, dejando a Hipo y a Bocon sorprendidos.
'Oh no...' Hipo trago saliva pesado mientras que sentia sus nervios volver a el de golpe.
'Descuida Hipo... toma esto y regresa a la casa yo... iré a recibir a tu padre, no te preocupes.' Bocon tomo de los hombros a Hipo dándole un abrazo de reafirmaron.
'Tranquilo, todo estará bien' Bocon le dio una última palmada en la espalda para despues salir caminando hacia el puerto, seguido de otros aldeanos.
Hipo se quedo ahí, mirando hacia enfrente bastante pasmado, mientras que bajaba la cabeza suspirando pesadamente, camino hacía su casa, pero esta vez no dejó que esto lo desanimara, levantó la cabeza rápidamente y se puso firme, sabia que un día a otro debía confrontar a su padre, y esta vez, lo haría bien, y esta desicion la iba a tomar sin importar quien le dijera que...
...Esta es mi vida... y la viviré como yo quiera.
