17/05/24
DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House y Spider-Man no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.
Pedro Alonso Buby Huayanay Zam: me pareció buena idea para este fanfic que los villanos de spider-kid fueran personas desconocidas para Lincoln pero que otros fueran cercanos al chico. ¿Quién será Venom?
J0nas Nagera: Quise hacer un paralelismo entre (Lisa, Darcy) y (Lincoln, Albert). Por una parte, Lisa tuvo la oportunidad de hacer de las últimas horas de Darcy las mejores al estar a su lado, pero en el caso de Lincoln, su último recuerdo con el abuelo fue tratándolo mal, algo irónico si pensamos que Lisa visitó a Darcy precisamente por iniciativa de Lincoln. El simbionte es capaz de compartir los recuerdos de su antiguo portador con el nuevo. He leído muchos pocos fanfics, pero en los que he visto, Stella y Ronnie son rivales dejando a una como la villana y otra como la buena, aquí trato de romper ese patrón.
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Capítulo 27: ¡Enfrentando a la oscuridad! Parte 1
La familia Loud regresaba del funeral de Pop-Pop, cada uno de sus integrantes estaba destruido de alguna u otra forma. Mañana era día de escuela y su padre les había prohibido ausentarse, por lo que todos debían alistarse para el día siguiente. Lincoln buscaba su clásica camisa naranja por toda la habitación, no lo había utilizado desde hace algún tiempo y en los últimos días se había vuelto demasiado desordenado, pero por mucho que lo intentara esta no aparecía, tenía que aceptarlo, si no ponía orden en su alcoba jamás encontraría su camiseta, tampoco era muy difícil arreglar su habitación ya que está era muy pequeña y no es como que tuviera muchas cosas. El chico puso manos a la obra y tras unos minutos de duro trabajo, la habitación parecía totalmente diferente, después de un respiro de satisfacción El Niño encontró su preciada posesión que era un rasgo tan característico de él: su predecible camisa naranja. Cuando tuvo el simbionte, había donado casi todas sus camisetas naranjas creyendo que ya no necesitaría más ropa, por lo que aquella camisa se había vuelto muy especial al ser la última que le quedaba. Aunque, para su enojo también encontró una pequeña caja, la cual arrojó con rabia sin poder contenerse contra una pared al recordar el contenido de esta:
- ¡Vaya héroe! - dijo con enojo el pequeño mientras comenzaba a llorar.
El ruido alertó a algunas de sus hermanas, por lo que una de ellas fue a ver si estaba bien y al entrar a su habitación, vio a su pequeño hermano con las rodillas contra su pecho, escondiendo su rostro, todo su cabello estaba despeinado. Ella se sentó a su lado en el suelo y antes de que el pudiera reaccionar, Lori lo rodeo con sus brazos, no para que dejara de llorar, sino para asegurarle que no estaba solo, que siempre podría contar con su hermana mayor:
-Lori, ¡lo extraño mucho! -dijo en un tono débil el chico mientras levantaba la vista.
El corazón de Lori se quebró cuando vio las lágrimas caer por aquel pálido rostro que tanto amaba, así que comenzó a maldecir mentalmente a ese parásito que tanto daño le había hecho a su hermano menor. Era cierto que la adolescente tampoco se encontraba en el mejor de los estados, pero debía ser fuerte no por ella, sino por su familia y en especial por su hermanito. Lo apretó contra ella, sintió el débil calor de su cuerpo y apoyó su cabeza contra la de el:
-Lo sé, también yo- contestó entre sollozos la mayor.
-Duele cuando piensas que ya no está y luego vuelve a doler cuando piensas en lo que defendía y te preguntas si eso que defendía se fue con él- el chico comenzó a llorar más fuerte.
Era casi un adolescente, pero su llanto era como el de un niño pequeño: agudo y descontrolado. Por un momento Lori se asustó, pues no recordaba haber visto a su hermano tan vulnerable y desesperado alguna vez. Pero debía guardar la compostura, ella era la mayor y tenía que controlarse para poder consolar a su hermano. No es como que ella creyera en un paraíso o que hubiera vida después de la muerte, sin embargo, eso no tenía por qué impedirle albergar alguna clase de esperanza:
- ¡No!, eso sigue- contestó Lori.
Lincoln volteo a ver a su hermana confundido y ella lo noto en seguida:
-Las personas a las que ayudó, sus buenas obras, lo mantienen vivo aquí- dijo ella señalado la cabeza de su hermano- y aquí- después toca el lugar del pecho de su hermano en donde se encontraba su corazón.
El chico vio directamente hacia la pared reflexionando en lo que le acababa de decir su hermana, por un par de minutos no dijo nada, hasta que nuevas lágrimas salieron de su rostro:
-No he podido dejar de pensar en lo que le dije la última vez que lo vi, trataba de decirme algo importante y yo fui grosero con el-
-Tú lo amabas y el té amaba a ti, estoy literalmente segura que el jamás dudo en que eras un chico bueno, que te esperaban grandes cosas y no lo defraudaras-
-Lori, sé que debo ser fuerte por ustedes, porque no quiero verlas llorar, pero…. ¡no puedo!, sencillamente ¡no puedo Lori! - volvió a romper en llanto El Niño.
- ¡No quiero que seas fuerte por mí! Pedí una semana libre en la universidad para estar con ustedes y quiero que vengas a verme siempre que te sientas mal, no quieras engañarme con esa máscara de entereza que te pones frente a todo el mundo. ¡Por muy spider-kid que seas, aún eres mi hermanito menor y yo soy tu hermana mayor! -
Él cerró los ojos y su boca se convirtió en una fea mueca al tiempo que su llanto lo atacó con más fuerza.
-Estoy aquí... estoy aquí. No me iré a ningún lado hasta que estés más tranquilo- le decía Lori acariciando suavemente su mejilla.
Cuando Lincoln logró calmarse, ella se levantó y recogió la pequeña caja que había arrojado su hermano, cuando miró su contenido, ella simplemente cerró los ojos y con manos temblorosas la colocó en la cama de su hermano. No sabía si lo que estaba a punto de hacer era lo mejor para Lincoln y las dudas comenzaron a albergar su mente:
-El abuelo grabó un pequeño video para ti antes de…. ya sabes que-
Lincoln miró a su hermana sorprendido mientras se secaba las lágrimas:
-Ya te lo envié a tu celular, velo antes de bajar a cenar- la chica iba a marcharse de la habitación cuando el peli blanco se apresuró a tomar su mano para detenerla.
-Lori, ¿crees que algún día podrán perdonarme todas ustedes? - preguntó el muchacho mirando directo a los ojos de su hermana.
Ella le dedicó una sonrisa y después acarició su cabello:
-No hay nada que perdonar Linky, no fue tu culpa después de todo-
-Pero si lo fue- contestó el chico a secas y desviando la mirada de su hermana.
-Si necesitas escucharlo, yo te perdono y estoy segura de que Myrtle, nuestras hermanas y padres también lo han hecho- Lori tomó el mentón de Lincoln y lo hizo verla directamente a los ojos- tu cara me dice que jamás lastimarías a nadie a propósito, creo que eres tú el que debe hacer lo más difícil…. perdonarte a sí mismo. Yo creo en ti Linky, eres una buena persona-
Ambos se abrazaron muy fuerte y luego, Lori salió de la habitación de Lincoln. El chico cerró su puerta y después abrió el video que su abuelito le grabó, por un momento pensó en no verlo, ¿sería lo suficientemente fuerte? Tras un largo suspiro puso play al video, en donde Pop-Pop aparecía sentado en un escritorio con una fotografía de todos sus nietos a su lado:
Lincoln, sé que la vida ha sido difícil últimamente y me duele que sea así. Creo que es lo que sientes, desde que eras un bebé, tú vida no ha sido fácil y bueno te lo dice un anciano, quisiera decirte que las cosas van a mejorar, pero no es así, me temo que pronto, este corazón cansado de la vida se detendrá, pero no quiero que estés triste, son los golpes de la vida las que nos trazan el camino, nos hacen quienes somos. Y si alguien va encaminado a la grandeza, ese eres tú hijo, le debes tus dones al mundo, solo tienes que descubrir cómo usarlos y recuerda que a donde sea que te lleven, siempre estaremos contigo. ¡ERES MI HÉROE Y TE AMO!
Lincoln seco sus lágrimas y abrazo el celular contra su pecho, al mismo tiempo que miraba hacia arriba. Poco después y con las manos temblando, abrió aquella caja que estaba sobre su cama, sacando de ella su viejo y ordinario traje rojo y azul, aquel pedazo de tela que no le daba súper fuerza, que no se reparaba solo y que no era tan cool visualmente como el anterior, pero que, sin embargo, era aquel por el que millones de personas soportaban horas de lluvia solo para ver al que les enseñaba a resistir un segundo más. El disfraz que grandes y chicos se ponen, no para combatir el crimen, sino para luchar por ser mejores personas a pesar de que el mundo les diga lo contrario. Porque "cualquiera puede usar la máscara, pero lo importante es como la utilizas".
Al día siguiente en la escuela, Lincoln se encontró con Stella, Clyde, Liam, Rusty y Zach. Los amigos se abrazaron y compartieron brevemente como se la habían pasado en sus vacaciones, además de añadir que no se querían levantar y que se venían durmiendo por el camino. Lincoln les había pedido a Clyde y Stella un día anterior que no les comentaran nada a los chicos sobre la muerte de su abuelo, sin embargo, Lynn Junior ya le había contado todo a Liam, quien se los contó a Rusty y Zach, ellos querían animar a su mejor amigo, pero también sabían por Lynn Junior que él no quería hablar del tema, por lo que los seis niños solo reían para olvidar las tristezas y después, fueron a su clase antes de que la señorita Agnes los regañaran. Por lo menos habían conseguido que la directora Ramírez los colocara en el mismo salón y eso alegraba su lunes un poco, lo malo era que no estaban sentados juntos y para colmo de males Chandler se dirigía hacia él, no estaba de humor para lidiar con sus bromas infantiles, pero tampoco quería llamar la atención de todos, por lo que Lincoln procuró tranquilizarse y ser paciente como siempre lo había sido hasta antes de lo del simbionte. El peli blanco imagino todas las posibilidades, pero jamás imaginó lo que Chandler hizo: su expresión facial cambio a una de comprensión absoluta, ambos cruzaron miradas por unos instantes y luego el pelirrojo tomó el hombro del peli blanco antes de decir:
-Siento mucho lo de tu abuelo-
Parecía que Chandler diría algo más pero simplemente las palabras no salieron de su boca, el chico se fue a su propio asiento y Lincoln estaba en shock: ¿Ese era Chandler? Cuando el peli blanco creía que ya nada lo impresionaría, la vio entrar y no pudo sino abrir la boca por la gran sorpresa.
-Clase, ella es Ronnie Anne, acaba de regresar a Royal Woods y estará en nuestra clase, Ronnie hay un lugar disponible detrás de Lincoln, aún recuerdo lo bien que se llevaban en la primaria y creo que te ayudará a acoplarte de nuevo. Ahora si comencemos con la clase- mencionó la profesora con una sonrisa.
La chica se sentó un poco sonrojada en el asiento atrás de Lincoln y para su mayor vergüenza, el chico la volteó a ver:
- ¡Pon atención a la clase patético! - ordenó la mexicana haciendo que el chico se aterrara y obedeciera enseguida.
-Clase, mañana iremos a la plaza central para celebrar el aniversario de nuestra bella ciudad y deberán hacer un reporte sobre lo que aprendieron. Es la primera tarea después de vacaciones así que asegúrense de entregarla con todos los lineamientos que están anotados en la pizarra-
El día transcurrió con "normalidad" si se le puede llamar así, Lincoln aún se sentía adormecido, tanto física como mentalmente, por más que lo intentase su cerebro reaccionaba más lento de lo habitual.
-Lincoln, ¡Lincoln! -
- ¿Qué pasa? - preguntó el peli blanco reaccionando de su trance.
-Pregunte que si quieres venir a mi casa a jugar videojuegos con los chicos- repitió Zach.
-De hecho, hice algo tonto y tengo un trabajo de carpintería pendiente, lo siento Zach- contestó Lincoln.
-Bueno pues entonces te ayudamos- contestó Clyde.
- ¿De verdad? -
-Claro, no queremos que tu proyecto de carpintería quede tan horrible como la escalera que le llevaste a la señorita Agnes cuando estábamos en la primaria- mencionó Rusty riéndose, pero al ver las miradas enojadas de Stella y Clyde dejó de hacerlo- digo, ¡sin ofender! -
-Aun no entiendo cómo puedes ser malo en la carpintería si te he visto antes trabajar con madera- comentó Liam.
-Bueno no perdamos el tiempo y ¿qué quieres hacer Lincoln? - preguntó Stella.
A la mañana siguiente, el peli blanco despertó empapado en sudor y mirando a todos lados, por un momento su sentido arácnido se había activado:
- ¡Cálmate Lincoln!, el simbionte se ha ido para siempre- mencionaba el chico intentando tranquilizar su respiración- ¿qué hora es? -
Lincoln vio que eran casi las siete y media de la mañana por lo que se apresura para ir al baño para alistarse, pero como ya suponía, había una enorme fila frente a él, todas sus hermanas iban a ir al aniversario de Royal Woods y se estaban alistando también. Aunque todas tenían enormes ojeras y estaban muy calladas esperando su turno para utilizar el baño. Después de alistarse, Lincoln estaba solo en la casa con su hermanita Lisa, quien había insistido en que antes de marcharse debía medir sus signos vitales:
-Entonces, ¿ya puedo volver a ser spider-kid?- preguntaba un Lincoln nervioso mientras su hermana revisaba algunos datos en su computadora, ella lo miro con ojos llenos de fastidio por su insistencia, por lo que sin más opción tuvo que contestar por millonésima vez.
-Aún estás muy débil-
-Pero yo ya me siento mejor-
-Hermano: presentas un tipo de desnutrición nivel uno, lo cual hace vulnerable tu sistema inmunológico, que tus heridas tarden en sanar más de lo habitual y que presentes dolor muscular, sin mencionar el terrible cansancio que seguramente tratas de ocultar. Pero más importante aún, estuviste a punto de morir, no estás en condiciones de volver a ser spider-kid, al menos no todavía- contestó la pequeña genio lo más apática posible.
-Pero ahora solo hay pocos criminales comunes y corrientes, si algo bueno hizo el simbionte, fue asustar a los súper villanos de la ciudad-
- ¡Hay!, eres tan terco como Lynn, está bien, puedes usar tu traje solo en caso de una emergencia verdadera. Pero evita excederte, ¡por favor! - contestó con resignación la pequeño genio.
-Sabía que dirías eso, por ello ya lo traía puesto- contestó Lincoln con una sonrisa traviesa.
-Tomate tu suplemento alimenticio mejor- dijo La Niña mientras guardaba su equipo.
- ¡Pero sabe muy feo!, ¿no habrá de otro sabor? -
- ¡Pareces un niño de cinco años!, ¿de qué sabor lo quieres? - gritó desesperada Lisa.
- ¿Zanahoria? - contestó un poco asustado Lincoln.
-No dilatemos más nuestra partida para llegar al desfile- contestó Lisa acariciando su cabeza.
Lincoln no pudo evitar una pequeña risa juguetona, le divertía fastidiar un poco a Lisa, además de que quería animarla ya que la pequeña estaba muy deprimida, no había superado aún lo de Darcy y ahora se le había sumado el dolor por la muerte de Pop-Pop. Ambos niños estaban a punto de salir de la casa y sin previo aviso, una telaraña oscura tomó al peli blanco de la espalda y lo sacó por una de las ventanas de la casa.
Continuará….
