22/05/24
DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House y Spider-Man no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.
GylmarGeniusCat: Pronto se revelará quién es el duende verde, aunque recuerda que nada es lo que parece. El que salió en el capítulo anterior no era el duende verde, sino el duende naranja o también conocido como Hobgoblin. El capítulo se llama "bajo la máscara" porque precisamente quise mostrar que spider-kid sigue siendo un Niño por muy maduro que pueda ser en ocasiones (llega tarde, sus padres lo regañan, no puede equilibrar sus dos vidas, tiene problemas en la escuela, es egoísta) aún no es spider-man. Por ahora es mejor que Clyde siga sin conocer el secreto de Lincoln, ya sabrás por qué después.
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Capítulo 30: Detrás de su agresividad
Algunos meses atrás….
Entorno a una gran mesa, había varias personas sentadas, sus ropas delataban su proposición económica privilegiada, los hombres vestían smokins con zapatos perfectamente boleados y relojes bañados en oro puro, mientras que las mujeres portaban vestidos de gala de la mejor calidad junto con todo tipo de exóticas joyas, algunos tomaban vino mientras esperaban, otros solo miraban sus relojes para saber los minutos exactos que se habían demorado por dar inicio con el evento:
- ¿Otra copa señorita? - preguntó con exagerada cortesía uno de los muchos meseros que atendían a los distinguidos invitados.
-No gracias, buen hombre- respondió una llamativa mujer de cabello rubio que portaba un lujoso vestido rojo, siendo el foco de atención para todos en el evento ya que, a pesar de ser mayor, ninguna cana invadía su cabeza y mucho menos una arruga se hallaba en su rostro.
- ¿Quién es esa exquisitez de mujer? - preguntó un hombre que se encontraba en un rincón apartado de todos al mismo mesero que segundos atrás había atendido a la rubia.
-No tenemos mucha información sobre ella Rey, al parecer es extranjera y solo vino para obtener el paquete- le contestó el mesero.
-Llévale una copa de tu mejor vino y apúntalo a mi cuenta- le indicó el Rey al mesero.
Poco después el mesero regresó a la mesa de la rubia con una enorme charola llena de copas de las cuales le entregó una.
-Le indiqué que ya no quería más vino- reclamó la mujer de vestido rojo.
-Es cortesía del distinguido caballero de la esquina damisela- respondió el mesero señalando al Rey.
La mujer solo intercambió miradas con el Rey y le guiño un ojo en señal de agradecimiento. En aquel instante el presidente de la reunión comenzó a hablar desde la plataforma central del salón por medio de un micrófono que hacía que su voz resonará por todo el lugar con perfecta claridad:
-Sentimos la demora damas y caballeros, ¡demos inicio a nuestra subasta!, la oferta abre en $500,000-
-$1,000,000- mencionó el Rey levantando la mano derecha mientras que con la izquierda fumaba un puro, convencido de que nadie superaría su oferta.
-$3,000, 000- habló la mujer de vestido rojo con la mayor tranquilidad como si aquella cantidad fuera semejante a la que le darías a tu hijo por realizar alguna tarea del hogar. Esto llamó la atención de todos, en especial la del Rey, quien vio aquel acto como un desafío directo.
-$5,000,000- contraoferta el Rey.
-$10, 000,000- volvió a indicar la deslumbrante rubia.
Aquello se había vuelto algo personal, un duelo por excelencia de poderes, pronto las ofertas excedieron los ingresos en las cuentas bancarias de la mayoría de los presentes, salvo por dos individuos:
-$100,000,000 de dólares- expresó finalmente la mujer.
Totalmente humillado y ante la imposibilidad de poder superar aquella enorme cifra, el Rey aceptó la derrota, por lo que fue la deslumbrante mujer de cabello rubio y vestido rojo la que se hizo con el misterioso paquete. Afuera del recinto, la rubia abordó una enorme limusina, cuando ésta arrancó, la mujer no tardó mucho en quitarse su peluca de rubia, revelando que en realidad era Myrtle, la esposa de Albert (el abuelo de Lincoln) y quien conducía no era otro sino Arturo, el padre de Ronnie Anne.
- ¿Revisaste el paquete? - preguntó el hombre mirando de reojo a su compañera por el espejo del piloto.
-Tranquilo, todo parece estar en orden, debemos llevarlo al cuartel antes de que descubran que el dinero es falso- contestó Myrtle.
- ¿Crees que el Rey haya sospechado algo? - preguntó Arturo.
En ese momento, un pequeño misil impacto la cajuela de la limusina provocando que Arturo comenzará a perder el control del transporte.
- ¡Tenemos compañía! - advirtió Arturo al percatarse de que había alguien en el techo de la limusina.
-Yo me encargo- dijo la prometida de Albert.
-Pero …- objetó Arturo.
-Descuida, pudieron pasar los años, pero mamá aún tiene el toque- contestó Myrtle saliendo a la parte superior del vehículo mientras este se mantenía en movimiento.
Myrtle miró que su rival era una joven de cabello blanco que en ambas manos llevaba afilados sables y que se encontraba en posición de ataque:
-Pequeña sable- expresó Myrtle en forma cordial a manera de saludo.
-Silver Sable para usted- contestó la joven.
- ¡Cómo has crecido! -
-Una niña crece rápido en este negocio-
Myrtle la observó con detenimiento y luego le dedicó una sonrisa:
- ¿Ahora trabajas para el Rey? -
-Yo siempre elijo el bando ganador Myrtle-
-Hubieras sido una estupenda agente internacional-
-Hace poco me recordaron que el mal paga mejor-
Sin más que decir, maestra y alumna comenzaron a pelear en el techo de la limusina. Myrtle tenía mayor experiencia, pero la edad ya no era un factor que le favorecía, además de que Silver Sable la atacaba sin ningún tipo de consideración, por lo que la peli blanca logró atrapar a la abuelastra de Lincoln:
-Veo con satisfacción que aprendiste muy bien- mencionó Myrtle intentando liberarse con desesperación del agarre de silver sable.
-Enseñarme todos tus trucos será un error que te costará la vida-
-Aún tengo algunos trucos bajo la manga- Myrtle procedió a morder la muñeca de Silver y aprovechando la distracción de la chica por el dolor, la espía patea a la peli blanca, la cual cae del vehículo.
Pero aquel pequeño percance no detendría a Silver Sable, quien toma una motocicleta "prestada" de un transeúnte para perseguir la limusina.
-Será mejor que le pises Arturo- ordenó Myrtle.
-¿Por qué ninguna misión puede ser fácil?- preguntó Arturo mientras aceleraba la limusina y con gran talento esquivaba decenas de vehículos- esto sería más fácil con un vehículo más pequeño.
Silver Sable sacó de entre sus curiosidades una pequeña básuca con la cual empezó a atacar la limusina.
- ¿Está cosa no puede ir más rápido Arturo? - cuestionó Myrtle nerviosa.
- ¡Ese $1,000,000 de dólares ya es mío! - mencionó Silver Sable teniendo a su objetivo en la mira y apunto de disparar, creyéndose la ganadora del encuentro, pero antes de siquiera intentarlo fue detenida por una telaraña.
-No te han dicho que para conducir una motocicleta necesitas utilizar casco- mencionó spider-kid.
- ¿Que acaso no vas a la escuela? - preguntó furiosa silver sable.
- ¿Ahora te preocupa mi educación?, debería estar exponiendo en este momento sobre el Imperialismo Europeo y no evitando que una lunática cause destrozos en la ciudad- contestó el héroe peli blanco.
Al ver que su objetivo se iba, silver sable intentó con desesperación deshacerse del molesto insecto y aunque logró provocarle algunos cortes de gravedad, fue al final spider-kid quien se hizo con la victoria, atrapando a silver sable con telarañas para que la policía la llevara a prisión. Aunque había logrado atrapar a la peli blanca, Lincoln no pudo detener la limusina.
-Me preguntó ¿quiénes eran a los que silver sable perseguía con tanta euforia? -
Gracias a spider-kid, la limusina pudo escapar:
- ¿No has pensado en recomendar al chico araña?, sería muy buen elemento- sugirió Arturo.
-Tal vez cuando le engrose la voz-contestó la mujer mientras revisaba algunos mensajes en su celular- ¡estupendo!, el jefe quiere que nosotros guardemos el paquete, ¿como si no tuviéramos bastantes problemas? - comentó Myrtle con sarcasmo.
-No veo cuál es el problema-
-El problema es que mis nietos hace poco descubrieron que soy una agente secreto y mi prometido ha comenzado a sospechar, por más que intentó mantener mi trabajo aparte de mi familia…. ¡Es imposible! -contestó Myrtle mirando por la ventana.
-Te entiendo, mi familia fue a Michoacán por el cumpleaños número 12 de mi hija y yo ni siquiera pude ir por causa de esta misión-
- ¡Y ahora debo guardar en mi casa el suero del súper soldado! -
- ¡Escucha!, por qué no lo guardo yo-
- ¿En verdad? -
-Claro, mi familia no sospecha nada, aún piensan que solo soy un simple médico- contestó Arturo, logrando convencer a Myrtle de conservar el paquete.
Algunos días después, Arturo conducía su automóvil y como su acompañante estaba su hija Ronnie, súper emocionada mientras le contaba de su gran aventura en México:
-Y fue así como me hice amiga de Punguari-
- ¡Vaya!, mi pequeña hija es toda una heroína-
- ¡No exageres!, no hubiera podido lograrlo sin la ayuda de la familia- contestó La Niña un poco sonrojada.
-Ser un héroe no significa que tengas que cargar con todo tu sola hija…-
Ronnie se quedó callada mientras pensaba en las palabras de su padre, pero todo cambió de un segundo a otro cuando un "misterioso accidente" casi termina con la vida de ambos. Arturo sacó como pudo a su hija del automóvil volcado, La Niña había salido muy afectada, Arturo no necesitaba sus conocimientos de médico para saber que la vida se escapaba del cuerpo de Ronnie, un hilo de sangre no dejaba de salir de su oído derecho.
-Resiste ranita, ¡la ambulancia está por llegar! - suplicaba Arturo mientras sujetaba la congelada mano de su hija inconsciente.
La ambulancia tardaría en llegar, ¡no era momento de dudar!, por lo que sin pensarlo un solo momento más, el mexicano sacó de su cajuela el suero del súper soldado y lo aplicó a Ronnie por medio de una inyección, rogando a Dios que fuera efectivo. La ambulancia llegó en ese momento y trasladaron lo más rápido que pudieron a la pequeña.
Actualidad…
El viento golpeaba su rostro y echaba su blanco cabello hacia atrás, se desplazaba con gran agilidad cual gacela en su hábitat natural entre las azoteas de los edificios de Royal Woods. Escondida por la oscuridad de la noche y la luz de la luna llena como única aliada, black cat se dirigía hacia su siguiente atraco. Sin embargo, esta noche en particular el rostro de un chico ocupaba todos sus pensamientos por lo que sus movimientos eran algo torpes a comparación de su cotidiana movilidad, tanta era su distracción que en determinado momento no midió bien la fuerza con la que debía brincar para poder llegar al siguiente edificio, por lo que estuvo a punto de caer al vacío sino hubiera sido por la rapidez con la que su mano logró sujetarse al borde del edificio:
-Concéntrate chica, ¡esta noche todo debe salir perfecto! - se repetía una y otra vez, no podía darse el lujo de fallarle a quienes necesitaban de ella y menos tras varios días que estuvo ausente por la bala que había recibido.
La culpa carcomía su conciencia entre más pensaba en lo que estaba a punto de hacer, pero con un gran suspiro, comenzó a repetirse la causa de su actuar para callar su culpa. Con gran agilidad, evitó las cámaras de seguridad y el sistema de alarmas para lograr llegar a la sala en donde se exponían las piezas de mayor valor. Estaba a punto de tomarlas cuando escucho un ruido que la alertó y pensando que se trataba de spider-kid, comenzó a acercarse hacia el lugar:
- ¿No es muy caballeroso espiar a las damas pequeña araña? - mencionó ella con una sonrisa.
Lo cierto era que para black cat era más fácil realizar su trabajo sin la molesta intervención de spider-kid, pero después de lo que habían pasado juntos, ella comenzaba a disfrutar de su compañía, aunque para su gran sorpresa, quien estaba con ella no era El Niño, sino un hombre con traje de pájaro que llevaba dos enormes bolsas llenas de diamantes, este intentó atacarla, pero ella logró esquivarlo:
-Oye periquito, yo admiro a quienes se visten de sus animales favoritos, pero…. ¿no crees que ya estas muy viejo para vestirte de zopilote? - preguntó la peli blanca.
-Soy el buitre pequeña gatita y será mejor que no me quites el tiempo, ¡la policía puede llegar en cualquier momento! -
-Yo tampoco soy amiga de los policías, pero, creo que tienes algo que me pertenece- contesto la chica mientras golpeaba al hombre y le quitaba una de las bolsas llena de diamantes.
-Acabas de cometer el peor error de tu vida niña- el villano comienza a perseguir a la adolescente por todo el banco, mientras que con sus alas intentaba lastimarla.
-Royal Woods es demasiado pequeño para dos ladrones enmascarados, porque no buscas otro pasatiempo de acuerdo a tu edad, como jugar ajedrez y mejor le das espacio a las nuevas generaciones-
- ¿Y tú no deberías estar haciendo tu tarea mocosa? - preguntó furioso el hombre, quien era muy lento para la ladrona, por lo que en un momento la perdió de vista, así que comenzó a voltear en todas las direcciones para encontrar a su contrincante.
- ¡Sorpresa! - gritó la joven saliendo de la nada.
Black cat subió sobre la espalda del sujeto y este en represalia, rompió una ventana para salir volando, activando una alarma de seguridad.
-Espero que sobrevivas a la caída- mencionó el supervillano empezando a dar vueltas a gran velocidad para que la chica cayera.
Mientras tanto, Stella estaba con su padre atrapada en el terrible tráfico del puente de Royal Woods:
-Atención a todas las unidades, diríjanse al banco de inmediato. Código azul-ordenaba a través de un woki toki El Capitán Zahu.
- ¡Papa!, prometiste que esta noche no habría nada de trabajo- reprochó un poco molesta la filipina.
-Lo se hija, pero no puedo quedarme sin hacer nada, te llevaré a casa, promete que mañana será un día exclusivamente de hija y padre-
- ¡Eso dijiste ayer! - contestó un poco triste Stella mientras recargaba su rostro sobre el vidrio de una ventana.
Ella estaba orgullosa de su padre por ayudar a quien lo necesitara e intentaba no quejarse por el poco tiempo que podían pasar juntos, ¡pero también lo necesitaba!, después de todo era su hija. Stella regreso al mundo real cuando al levantar la vista, vio que algo volaba sobre ellos:
- ¿No has escuchado que los gatos tenemos nueve vidas?, solo espero que tú también las tengas-black cat empieza a arrancar los cables de la espalda del buitre, provocando que este caiga en picada.
- ¿Qué estás haciendo?, ¡vamos a morir! - gritaba con angustia el hombre.
- ¡Cállate!, interrumpes mis cálculos. Si tomamos en cuenta la velocidad a la que caemos...-decía en voz alta black cat mientras sujetaba con una cuerda ambas alas del buitre para poder planear y reducir el impacto de la caída.
Él se retorcía mientras la peli blanca intentaba aterrizar en un lugar seguro:
- ¡Tu logística es terrible niña! - refunfuñaba el villano.
-Si no te movieras como lombriz ya estaríamos a salvo- contestó la chica irritada.
Ambos chocaron contra el puente provocando una pequeña explosión, la gente comenzó a abandonar sus vehículos para poder escapar de ambos. Todo daba vueltas en la cabeza de Ronnie, sus rodillas sangraban y su cuerpo estaba adolorido:
- ¡Mi cabeza! - mencionaba la muchacha mientras sujetaba su cráneo- ¿dónde está el dinero? - preguntó al percatarse que la bolsa con diamantes no estaba por ningún lugar.
Tras una pequeña búsqueda, la chica cruzó miradas con el buitre, pues las bolsas de diamantes estaban en medio de los dos, por lo que sin pensarlo mucho comenzaron a forcejear con toda su determinación para quedarse con el dinero:
- ¡Yo lo robe! - gritó furioso el buitre.
- ¡Pero yo lo vi primero! -contestó La Niña aferrándose a las bolsas para que no se las quitaran.
- ¡Arriba las manos! - ordenó El Capitán Zahu amenazando a ambos con un arma.
- ¡No iré a prisión de nuevo! - dijo el hombre antes de sacar una pequeña granada que arrojó hacía unos automóviles para poder crear una distracción y escapar.
La granada generó una explosión que provocó que el automóvil en el que estaba Stella cayera, la chica logró salir antes de que la patrulla impactará contra el suelo, pero quedó suspendida sobre una estructura frágil;
- ¡Hijaaa! - gritó El Capitán con angustia al ver lo que había ocurrido.
En ese momento la estructura cedió y la chica caía hacia el vacío, pero antes de que se diera cuenta, black cat ya la estaba sosteniendo para salvarla. Poco después, ambas subieron y el capitán abrazó como nunca antes había abrazado a su hija, los dos lloraban mientras se decían lo mucho que se querían. La enmascarada solo los veía con un poco de envidia para después marcharse de ahí:
-Tonta niña consentida, por su culpa el zopilote se fue con mi dinero- se quejaba black cat mientras brincaba de edificio en edificio- aunque…- dijo sonriendo mientras sacaba del bolsillo de su traje una pequeña perla.
Poco después, la chica llegó a un edificio abandonado que tenía pinta de caerse a pedazos en cualquier momento. Cuando entró, alguien intentó atacarla por la espalda, pero esta doblegó fácilmente a su atacante:
-Aun eres muy lento pequeño Santi- dijo la enmascarada con tono de burla y soltando al niño, solo para después abrir un gran saco lleno de comida que traía en la espalda.
- ¡No quise maltratar la comida! - le contestó un poco avergonzado el chico.
Santi era un niño de ocho años, llevaba puesta ropa vieja, rota y su rostro estaba lleno de tierra. Aunque intentaba mantener la compostura, no pudo evitar que sus ojitos brillaran al ver la comida que había traído black cat:
- ¿Qué esperas?, diles a todos que se laven las manos y que vayan a la mesa- ordenó con una pequeña sonrisa la chica.
Santi salió corriendo de ahí muy animado y comenzó a chiflar para llamar a todos sus amigos, quienes salieron de todos los lugares posibles. Mientras la mayoría se lavaba las manos, los más grandes prepararon una gigantesca mesa (que no era una mesa en realidad, sino varias cajas de cartón agrupadas en línea, pero era más fácil llamarla mesa). Pronto, todos estaban sentados en el suelo comiendo en cada bocado lo que alcanzaban a tomar sin siquiera respirar, daban mordiscos muy grandes para sus pequeñas bocas, por lo que algunos en varias ocasiones casi se ahogaban, pero al poco tiempo continuaban comiendo como si nada.
-Coman bien-ordenaba entre risas black cat, el hambre podía ser mucha entre los niños, pero no por eso se podían perder los modales en la mesa.
- ¿Nos trajiste ropa?, mi camisa ya tiene muchos agujeros- preguntó un pequeño de seis años llamado Gaby, que estaba sentado al lado de Ronnie.
- ¡Lo siento güerito!, me topé con un tonto y no pude comprarles todo lo que prometí- contestó black cat acariciando el cabello del pequeño.
- ¿Con el fastidioso de spider-kid?- preguntó con la boca llena de comida Santi.
-No, fue con otro tonto vestido de zopilote-
-Cierto, te vimos en televisión- mencionó Gaby.
- ¿Qué? - preguntó la chica con gran sorpresa.
En ese instante, los niños le mostraron por un pequeño televisor que apenas y funcionaba, como su batalla con el buitre había sido transmitida, además de cómo había salvado a Stella.
- ¡No puede ser!, esto arruinará mi reputación- se quejó black cat mientras cubría su rostro por la pena.
- ¿Así que ahora eres una niña buena? - preguntó Santi con un tono de burla.
-Si sigues molestando pequeño enano dejaré que hagas tú solo la limpieza de este lugar por un mes entero- amenazó black cat tomando del cuello a Santi con el suficiente cuidado para no lastimarlo, pero con la cantidad de fuerza necesario para asustarlo.
-Hay nini, todas sabemos que eres La Niña más noble de todo Royal Woods, sin importar cuánto te esfuerces por demostrar lo contrario- contestó Gaby con una dulce e inocente sonrisa, por lo que ella no pudo objetar nada.
- duérmanse temprano- ordenó la enmascarada mientras se acercaba a una ventana.
- ¿Ya te vas? - preguntó Santi.
-Si, aún debo hacer una parada antes de regresar a casa- contestó ella mirando al horizonte.
-Está bien, solo no te duermas muy noche o no te querrás levantar mañana para la escuela- mencionó otra vez con una risa juguetona Santi sintiendo lástima de que Ronnie tuviera que levantarse temprano para ir a la escuela mientras que él podía despertar a la hora que quisiera porque no iba al colegio.
-Santi, ¡nada de televisión por una semana! y Gaby me avisará si desobedeciste- dijo ella antes de salir del edificio.
Black cat comenzó a brincar entre los edificios, debía darse prisa, ya casi era la hora y si no llegaba a tiempo no podría verlo. Finalmente, llegó a la prisión de Royal Woods, donde logró evadir todo el sistema de seguridad gracias a un pequeño túnel que había cavado hace algún tiempo. El túnel era un lugar oscuro, húmedo, lleno de insectos y cosas asquerosas, pero valía la pena si podía estar un par de minutos con él.
- ¡Hola Papa! - dijo en tono bajo ella mientras abrazaba a uno de los presos- te traje un poco de atole de guayaba.
-Pequeña Ranita, ¿cómo estás? - preguntó el hombre, mientras tomaba del atole que le había llevado su hija.
-Muy bien, entre tus entrenamientos y la fórmula, ¡black cat es imparable! - contestó ella mientras besaba en la frente a su padre, pero entonces noto que algo le preocupaba al hombre- ¿sucede algo?
-Quiero algo mejor para ti hija, mejor que la vida que yo lleve-contestó él, solo para después dar un gran suspiro.
-Tu hiciste lo necesario para sacarnos adelante. Eso te convierte en el mejor padre para mí- contestó la chica para consolarlo.
-Ranita, ¡no puedes seguir visitándome! - dijo él con tono firme y sujetando los hombros de su hija tras varios segundos de incómodo silencio, mientras la veía directamente a los ojos.
- ¿Por qué? - preguntó ella mientras se separaba rápidamente del agarre de su padre.
-No quiero que algún día el Rey te descubra -contestó él mientras se sentaba en su pequeño catre- ¡debiste aceptar quedarte con la familia en México!, lejos de los problemas en Royal Woods.
- ¡Algún día volveremos a ser una familia unida como lo éramos antes!, además, tengo mis razones para permanecer en Royal Woods-
-Aunque así sea, quiero que tú, junto a tu hermano y madre sigan adelante, aunque sean felices, aunque yo ya no sea parte de sus vidas-mencionó el hombre mientras acariciaba la cabeza de su hija.
- ¡Tú eres mi vida!, no me pidas que siga adelante si tú no estás a mi lado-contestó ella al borde de las lágrimas.
El hombre percibía la profunda tristeza de su pequeña, en verdad odiaba verla así, solo quería saber que su princesa ya no lo necesitaba, ¡eso era todo lo que pedía!, era necesario que ella dejara su vida en las calles para poder ser feliz, y eso implicaba alejarse de él. Pero no era el momento para hablarlo, así que cambió de tema:
-Y dime ranita, ¿ya hay alguien que pretenda robarte de mi lado? - preguntó el adulto con una sonrisa. Él bien sabía que las cuestiones relacionadas al romance siempre habían incomodado a su hija y quería aligerar el ambiente, aunque para su sorpresa, en esta ocasión ella no intentó evadir el tema, solamente recargó la cabeza sobre su pecho.
-Hubo alguien, aunque... creo que me tardé un poquito en darme cuenta-confesó ella con una gran tristeza.
- ¿Es aquel peli blanco con el cual tenías una foto en tu antiguo cuarto? - preguntó el hombre.
La pequeña solo asintió con la cabeza:
- ¡Que mal!, por lo que el resto de la familia me contaba sobre él, creí que tú le gustabas mucho- dijo él dándole una sutil palmadita en la espalda a su hija, en un intento por consolarla.
-De todas maneras, creo que así es mejor, la chica con la que ahora sale es mucho más bonita y bueno... hacen una... ¡Linda pareja! -pronunció ella con dificultad y tragando saliva.
-Pequeña ranita ¡escúchame!, me dolerá en lo más profundo del corazón si es que algún día decides casarte y haré todo lo posible por evitar esa boda, pero... sé que el chico al que tú elijas tendrá a la mejor amiga para pasar el resto de su vida. Y aún eres joven, sé que encontrarás a la persona indicada- mencionó el adulto secando las pocas lágrimas que salían del rostro de su hija.
-Solo dices eso porque eres mi papá- mencionó ella sollozando.
-Mi pequeña, quiero contarte un secreto, pero no se lo digas a Bobby, ¡tú eres lo mejor que ha acompañado a mi apellido! -
- ¡Papa...! -
-Siempre he estado orgulloso de ti, eres mi mejor logro y lo gracioso es que lo hiciste tú solita. Me convertiste en una mejor persona y quiero que recuerdes lo siguiente, no importa que tan lejos estemos, ¡tú siempre serás parte de mí, eres mi hija y nadie podrá tener una mejor hija de lo que eres tú! Por ello estoy seguro que a quien tú elijas para pasar el resto de tu vida, será el hombre más privilegiado del mundo-
-Papa exageras, ¡tonto sentimental! - ella comenzó a llorar mientras sujetaba con fuerza a su padre, intentando que aquel momento durara para siempre.
- ¿Cómo es que entraste? - preguntó sorprendido un policía mientras pedía refuerzos.
La chica soltó de inmediato a su papá y escapó del lugar mientras escuchaba cómo los guardias interrogaban a su padre. En verdad quería ayudarlo, pero sabía que si intentaba algo sólo sería peor para él, por lo que solo se marchó de ahí mientras decía una y otra vez:
-Arturo Santiago, ¡volveré por ti! -
Black cat llegó a su residencia e ingreso lo más sutilmente que pudo al sanitario, donde frente a un espejo de cuerpo completo cambió su apariencia física; su cabello volvió a ser negro y su piel a ser bronceada, por unos segundos se quedó mirando su apariencia, recordando las palabras de su padre, acerca de que algún día encontraría a la persona indicada:
- ¡Sí claro!, ¿quién podría enamorarse de alguien tan fea? - se preguntaba a sí misma Ronnie.
Después de ducharse y colocarse su pijama, Ronnie camino hasta llegar a su cuarto, pero antes tuvo que atravesar las habitaciones de su hermano y madre, al escuchar tras la puerta del cuarto de Bobby, solo oía:
-No, cuelga tu bebe, que no, ¡cuelga tu primero! -
Ronnie alzó la vista mientras frotaba sus cachetes, ¡a veces en serio su hermano la irritaba por ser tan empalagoso con Lori! Luego fue al cuarto de su madre, la cual estaba profundamente dormida tras un largo día de trabajo de dos turnos como enfermera, Ronnie se acercó sigilosamente a su madre y le dio un tierno beso en la frente deseándole dulces sueños. Finalmente llegó a su alcoba, donde se derrumbó en su cama tras un extenuante día, la mexicana se colocó sus audífonos y comenzó a escuchar la canción que en su lista de reproducción aparecía con el título: "Ronniecoln":
No lo sabes soy lo bueno para ti
si tú quieres te lo puedo escribir
o cantar componer una canción
que te diga que te quiero y lo
que siento por ti.
Nunca sabes lo que alguien pueda decir
hasta encontrar a la persona que yo vi
con tus ojos con tus labios
con tu forma de hablar
caminar sonreír y hasta
de hacerme sufrir….
Tras repetirla por segunda vez, Ronnie se quedó profundamente dormida, con una gran sonrisa dibujada en su rostro, pero con una lágrima corriendo por su mejilla derecha.
Continuará….
La canción al final del capítulo es de un canal en México conocido como "Once niñas y niños", específicamente de un programa llamado Woki Tokis y la canción se llama "No lo sabes".
