27/05/24

DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House y Spider-Man no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.

Alphared45667: Trate de darle otro motivo a black cat para ser una ladrona. No conocía la canción "night dancer" pero en verdad que parte de la letra describe bien la relación de Ronnie y Lincoln de las primeras temporadas, ojalá algún día revelen en la serie que canción tenía en su celular Ronnie con el nombre: "Ronniecoln", aunque lo dudo mucho. En el capítulo "traumatizado", se pudo ver claramente otra faceta de la personalidad de Ronnie, la de ser considerada y empática con los demás.

Pedro Alonso Buby Huayanay Zam: El lado protector de Ronnie es el que intentó reflejar con los niños a los que cuida.

J0nas Naguera:

Capítulo 28:

Lo de usar parte de la trama de Spider-man 1 se me ocurrió de último momento, ¡qué bueno que te agrado! El simbionte exploró el subconsciente de su huésped y comprendió que Lincoln aún ama a Ronnie. (A veces ser terco es bueno 😅). En el final original Luan iba a escapar y el capítulo terminaría con un sabor agridulce por ello. El simbionte va a seguir apareciendo, aunque ya no como venom, ¿o sí?

Capítulo 29

Quise agregar eso de la convención para dar un respiro antes de todo lo que está por ocurrir. Por ahí tengo una pequeña trama con Luna, dependiendo como avance la historia veré si es conveniente agregarla.

Capítulo 30

Te confieso que la trama de Ronnie daría para otro fanfic, aunque mucho más pequeño que este, sin embargo, pienso que no a muchos les llamaría la atención, por lo que aquí solo agregó guiños de lo qué ocurrió, pero no descarto la idea de hacer un fanfic más adelante de mi versión de "Black cat", (no sé si lo haré o no).

GylmarGeniusCat: Habrá dos posteriores capítulos que darán respuestas.

Capítulo 31: Preámbulo

- ¿Hay algo mejor que estar enamorado? - preguntaba Lincoln para entablar un diálogo con el lector- las mariposas en el estómago, sentir que flotas en las nubes cada vez que escuchas su nombre y derretirte con su sola presencia. Obtuve 9.3 en mi examen y ahora ya puedo salir por las tardes, sin mencionar que el papá de Stella le dio permiso de salir conmigo por fin. Es mi oportunidad de compensar a Stella por todo lo que ha tenido que soportar por tener como novio a spider-kid.

El sonido de la lavadora interrumpió el monólogo del peli blanco y este comenzó a sacar su ropa limpia, la cual olía estupendo, un aroma embriagador para cualquier mujer sin duda. Aunque también vio con desagrado que su ropa interior y calcetines blancos se habían tornado de color violeta, el motivo, ¡su traje de spider-kid!, pero lo peor era que también su única camisa elegante blanca para su cita ahora tenía tintes rojos y azules. Después de tomar una ducha de como 3 horas, el chico peinaba su cabello con demasiada dedicación para intentar aplacar aquel mechón rebelde que sin importar cuantos litros de gel se pusiera no cedía. Luego miró su cuerpo en su pequeño espejo para ver si ya tenía algún atributo físico con el cual poder impresionar a su novia, pero no…. podía levantar hasta cuatro toneladas, pero sus brazos y piernas eran tan delgados que fácilmente él entraba en el clásico estereotipo de enclenque y no era que tuviera pancita, pero si tocaba su abdomen, este era blando como un malvavisco, lejos de los pectorales y abdominales marcados que todos los súper héroes tenían. Esto lo había considerado una ventaja inicial cuando había obtenido sus poderes para no levantar sospechas entre sus hermanas, pero ahora, en verdad comenzaba a considerar como una broma del autor el que la araña que le dio sus poderes no le hubiera dado músculos también.

- ¡Genial!, mi cabello luce tonto y tengo una espinilla en la frente que parece un tercer ojo-

Al notar la hora, Lincoln dejó de sentir pena de sí mismo y comenzó a vestirse con su ropa elegante, no sin antes recortarse con unas tijeras los tres pelos que tenía en su barbilla como barba. Fue así que el peli blanco salió a toda prisa para llegar a su cita. Pero como ya era costumbre, no faltó la discusión en la casa Loud que impidiera que el chico se retrasara, los gritos de sus hermanas provenían de la habitación de su hermana Lisa. Por un momento pensó en no entrometerse en la discusión de sus hermanas, pero no quería que su discusión creciera al punto de que se necesitará otro fastidioso protocolo de hermanas, por lo que tras un gran suspiro, ingresó a la habitación de su pequeña genio: al pasar, noto que sus hermanas Leni, Luan, Lucy y Lisa estaban en la habitación, pero lo curioso fue que en cuanto él entró, las cuatro se quedaron completamente calladas, antes de que él pudiera preguntar la causa de su extraño comportamiento, Lisa se apresuró a interrumpirlo y mostrarle una serie de videos en una pantalla:

-Realice una investiga acerca del sujeto al que te enfrentaste hace algunos días, al parecer se le conoce como "duende naranja", la policía lo considera una leyenda urbana, pero hay algunos videos que muestran apariciones suyas en Nueva York-mencionó la pequeña genio-

- ¿Por qué vino a Royal Woods? - preguntó Lincoln.

-Por esto- Lisa cambio de imágenes en la pantalla y le muestra un extraño dispositivo similar a una cámara antigua- se le llama "acelerador de la dilatación del tiempo", es un dispositivo que al parecer tiene la capacidad de crear portales para transportar a cualquier persona que lo atraviese de un lugar a otro. Fue creado en industrias McBride y el día en que me llevaste fue robado por "spider-kid"-

- ¡Pero yo no lo robe!, fue el camaleón- se defendió el peli blanco.

- ¿Camaleón? - preguntó confundida Lucy.

-Un sujeto que tiene un cinturón que le permite adoptar la apariencia física de cualquier persona- contestó Lincoln.

-Si él lo robo, mis spider-bots lo buscarán por todo el estado para evitar que ese dispositivo caiga en las manos equivocadas. No quiero imaginar los horrores que puede producir ese aparato en manos de alguien como el duende naranja- contestó Lisa.

- ¡Listo!, termine el modelo- gritó Leni con gran entusiasmo.

- ¿Que terminaste Leni? - preguntó confundido el chico.

- ¡El nuevo modelo para el traje robótico que te está fabricando Lisa! -respondió la mayor con alegría.

-Leni, ¡se suponía que era una sorpresa! - la regañó Lucy.

- ¿Traje robótico? - volvió a preguntar el niño, olvidándose momentáneamente de la cita que tenía con Stella.

-Yo lo llamó Iron-Spider- contestó Lisa acomodándose los lentes.

- ¿Un nuevo traje para mí? -

-Si, ¿no te encanta Linky?- le dijo Leni mientras le mostraba el dibujo que había hecho.

-Sigo insistiendo en que el color negro se ve mejor- refunfuño Lucy cruzándose de brazos.

-Para que no termines tu enmascarada antes de terminar la pubertad hermano, ¡necesitas algo que te proteja más que un pedazo de tela!, este traje incrementará todas tus habilidades arácnidas, soporta altas temperaturas, será a prueba de balas y te protegerá de los ataques de tus enemigos, además de que se podrá echar a la lavadora. Lástima que aún le falta mucho para concluirse y como soy mala para el diseño, le pedí ayuda a Leni- toma el dibujo de su hermana mayor y lo miro con horror- ¿por qué los ojos tienen forma de corazón?

-Creo que se ven adorables- mencionó Leni.

-No se trata de que se vea adorable, ¡además de que la araña en el pecho debe ser más grande! - gritó Lisa.

- ¿Por qué no combinamos el negro y el rojo? - preguntó Lucy.

Las tres hermanas comenzaron a pelear sobre el diseño que el traje debería tener:

- ¿Yo puedo opinar? - preguntó tímidamente el chico.

- ¿Y tú por qué vas a opinar? - preguntó Lucy

-Si, no te ofendas Linky, pero los chicos no saben nada de moda- añadió Leni.

La pelea escaló hasta convertirse en una emergencia de hermana ciclón nivel cuatro y ciertamente en estos casos era mejor para el chico escapar, por lo que rápidamente salió de la habitación de Lisa y antes de que lo impactará, detuvo un balón que se dirigía a él gracias a la advertencia de su sentido arácnido:

- ¡Buena atrapada apestoso! - expresó la hermana deportista- rayos, ¿qué es esa peste Linc?.

-Es una fragancia francesa, ¡la loción ... del hombre! - contestó orgulloso el chico.

-Pues solo que sea del hombre lobo porque esa cosa apesta peor que Lana, ¿dónde la conseguiste? - preguntó la chica tapándose la nariz.

-Flip me la vendió-

-Mejor ya ve a tu cita, ¡solo ruega que Stella no se vaya a desmayar! -

Sin más tiempo que perder, Lincoln salió de su casa y subió a su bicicleta, poco después llegó a la residencia Zahu, en donde al tocar el timbre, salió el padre de Stella con su típica cara de gruñón:

-Hola Señor- saludó el peli blanco.

- ¡Capitán para ti! - dijo en tono firme el adulto.

- ¡Sí capitán! - contestó el chico adoptando una postura firme y con la mano derecha sobre la frente como un soldado esperando las órdenes de su general.

-Más te vale que no intentes sobrepasarte con mi hija…-

-No Señor para nada…-

- ¡Silencio!, no hagas nada de lo que tu hormonal cerebro de adolescente te dicte, eso incluye manitas sudadas y mucho menos besos, créeme que sabré si intentaste algo con mi hija, ¿entendido? -

Con una gota de sudor frío corriendo por su frente y con un nudo en la garganta, Lincoln asintió. Pero la compostura del chico rápidamente se perdió al mirar a la flamante Stella salir de su casa: llevaba un vestido naranja que le llegaba por debajo de las rodillas pero que dejaba ver parte de sus largas y lindas piernas, aunque también sus bellos hombros. Como si sus ojos tuvieran vida propia, estos comenzaron a recorrer cada centímetro del cuerpo de su novia, desde sus pies hasta la coronilla de la cabeza. Sin Importar cuánto llevarán de novios, aquella chica lo continuaba enloqueciendo como la primera vez que la conoció, ¡de pronto hacía mucho calor!

-¡¿De qué fue de lo que hablamos?!-preguntó furioso El Capitán al ver que había comenzado a salir saliva de la boca del chico.

- ¡Ahhhh!- contestó Lincoln saliendo de su transe.

-Hola, te ves muy apuesto- saludó la filipina a su novio.

-Tú también estás muy…- el chico ve la mirada asesina de su futuro suegro- …bonita-

- ¿Nos vamos? - preguntó ella.

-SSSS si- contestó él.

-Más les vale no llegar ni un minuto más tarde de las 9- se despidió el adulto de los niños.

Stella se colocó su casco y subió a la parte de atrás de la bicicleta de Lincoln para después abrazar a su chico por los hombros. El peli blanco sintió una descarga eléctrica recorrer su espalda en cuanto su piel percibió el contacto de su novia y con toda la actitud del mundo, comenzó a pedalear con una gran sonrisa en el rostro. Poco después llegaron a un restaurante de gala y sentados en la mesa, ambos revisaban el menú….

- ¿Seguro que puedes pagar esto conejito? -

-Por supuesto, ¡solo lo mejor para mi princesa! - contestó Lincoln, aunque como todo hombre enamorado, detrás de aquella sonrisa en el rostro, maldecía a la tonta inflación y rogaba que Stella no comiera mucho para que no tuviera que endeudarse de nuevo con Lola como aquella vez que hizo de todo para conseguir una figura coleccionable de David Steele. En ese momento llegó el mesero para tomar la orden de la joven pareja: Stella pidió una ensalada.

- ¿Que va a querer el caballero? -

-Un vaso de agua-

- ¿Un vaso de agua? - preguntó el mesero levantando una ceja.

-Si, ¡escuche que su agua mineral es estupenda! -

En ese momento, el mesero miró detalladamente al chico, lo cual se volvió un poco incómodo:

- ¿Eres el hijo de los Louds?-

-No, ese es otro- contestó Lincoln ocultando su rostro en el menú.

- ¿Cuántos niños peli blancos crees qué hay en Royal Woods? - cuestionó molesto el mesero- ¡tu familia está botada de aquí después del desorden que provocaron!

Con la mayor "sutileza" del mundo, seguridad sacó a los dos niños de ahí y para acabarla de amolar, empezó a llover y a la bicicleta de Lincoln se le ponchó una llanta. Hambrientos y empapados, los dos tuvieron que refugiarse de la lluvia en un árbol del parque (ojalá no caiga ningún rayo). Stella no dejaba de temblar por el frío, así que Lincoln se quitó su saco para cobijarla. Nada estaba saliendo conforme al plan, por lo que, derrotado y totalmente resignado, el chico se sentó sobre el húmedo pasto. Fue entonces que Stella comenzó a tallar en el tronco del árbol con una pequeña roca afilada, un corazón y en medio de este las letras (L y S), el peli blanco observó esto sin decir palabra alguna y entonces la chica se acercó a él y comenzó a peinar su mojado cabello blanco con la mano para observar mejor su rostro:

-No fue la mejor cita, ¿verdad? - preguntó Lincoln.

-La noche es joven aún conejito- Stella levantó a Lincoln y puso en su celular una melodía, con la cual, ambos comenzaron a bailar bajo la leve brisa que los empapaba, ya que esta se filtraba entre las hojas del árbol.

Poco a poco el ánimo de Lincoln comenzó a mejorar, en medio del baile y frente al corazón que Stella había tallado como testigo, ambos prometieron que, sin importar las adversidades de la vida, su amor sería eterno.

El reloj marcaba las 8:59 pm y El Capitán Zahu estaba subiendo a su patrulla para buscar a su hija, la tormenta había cesado, pero esta había sido tan fuerte que las calles estaban inundadas de agua con un medio metro de profundidad, pero antes de poder encender el motor, vio frente a sí a un muchachito cargando en brazos para que no se mojara a la persona que más amaba en el mundo: "su hija", quien estaba cobijada por el saco del chico y se había quedado dormida. El hombre bajo enseguida de su vehículo y tomó a Stella entre sus brazos:

-Lo siento mucho señor, la lluvia nos atrapó y…- se disculpó el chico.

Lincoln esperaba un regaño mínimo, pero el hombre solamente cargó a su hija mientras observaba fijamente al chico para después asentir su cabeza como muestra de agradecimiento. Para muchos, tal vez ese simple acto era insignificante, pero en términos del Capitán Zahu, ¡aquello era una gran muestra de aprobación! La madre de Stella insistió en que Lincoln se quedará en lo que la lluvia cesaba, pero el chico no aceptó, quería llegar a casa lo más pronto posible. A pesar de estar completamente empapado, el peli blanco estaba muy entusiasmado, había tenido la cita más imperfectamente perfecta de su vida.

Un microsegundo, un segundo, un minuto, una hora, un día, una gota de sudor escurría por la frente del señor Howard mientras trabajaba con su esposo a toda prisa en una nueva fórmula, tan misterioso que incluso le habían dado la tarde libre a todos sus empleados para que pudieran trabajar sin ninguna interrupción en industrias McBride, pero aquella paz se vio interrumpida por una videollamada:

-¡Se les acaba el tiempo McBride!- dijo impaciente a través de una pantalla el duende naranja.

-Hacemos todo lo que podemos, pero es poco tiempo para realizar una fórmula efectiva- respondió molesto Harold.

-El Rey se está reponiendo y spider-kid resultó ser un enemigo más hábil de lo que espere. Si no entregan la globulina verde a tiempo, no me servirán más y ustedes saben lo que eso significa, ¡para ustedes y su hijo! - mencionó el villano antes de cortar la video llamada.

- ¿Ya lo oíste Harold?, la vida de nuestro hijo depende del éxito de la fórmula- gritó desesperado Howard.

- ¡Nunca conseguiremos una muestra a tiempo! y aunque lo lográramos, no sabremos qué efectos secundarios tendrá- contestó preocupado Harold.

- ¡Conseguiré una muestra a tiempo, aunque tenga que hacerlo yo solo- respondió Howard empujando a Harold para trabajar en la fórmula!

-Howard, ¡no has asegurado las entradas de aire! -

Lincoln brincaba entre los charcos de agua entusiasmado, pero su felicidad fue eclipsada cuando una fuerte detonación hizo vibrar todos los vidrios de la ciudad e iluminó el cielo nocturno:

-Aquello fue con los padres de Clyde-

Spider-kid se balanceaba a máxima velocidad para llegar a industrias McBride, en cuanto llegó, vio que la explosión había provocado un incendio, por lo que ingresó a las instalaciones lo más rápido posible para rescatar a quien estuviera adentro, tras algunos segundos, logró poner a salvo al señor Harold:

- ¿Hay alguien más? - preguntó el héroe.

-Si, ¡Howard sigue adentro! - contestó el adulto tosiendo por el humo que había inhalado.

Adentro era un horno, el humo inundaba el aire y su sentido arácnido no dejaba de molestarlo, pero a pesar de ello, Lincoln no permitiría que uno de los padres de Clyde muriera:

- ¡Señor Howard!, ¡Señor Howard!-

Las flamas se extendían y en cualquier momento todo se derrumbaría, por lo que, sin otra opción, spider-kid abandonó el lugar y viendo a la distancia como los bomberos controlaban el incendio, sintió una gran amargura por su amigo Clyde, ¿cómo tomaría la noticia? Spidey regresaba a casa cuando una chica castaña, con dientes de ardilla y un impermeable amarillo lo llamó:

-Luan, ¿qué haces tan tarde en la calle? - preguntó spider-kid.

-Lincoln, ¡Luna se escapó a una fiesta! -

- ¿Que? -

-Ella, ha estado muy sensible por la muerte del abuelo, yo he intentado animarla, pero cada día la veía peor y hoy después de que te fuiste, me dijo que iría a dar un concierto en un club nocturno, intenté detenerla, pero ella no me hizo caso. Hermano, ¡ella no se veía bien!, tengo miedo de que algo malo le suceda o que haga una tontería-confesó Luan mientras cedía a las lágrimas.

- ¿Sam está con ella? - preguntó el peli blanco.

- ¡No!, Ella se lastimó un brazo hace unos días-

-No te preocupes Luan, ¡la vamos a encontrar!, no importa si eso nos lleva toda la noche-

- ¡Luna!, ¡Luna!, ¡Luna! - gritaba eufórica la multitud,

La adolescente tocaba notas menores con gran habilidad, además de que su voz era hermosa y muy atrayente para el público. Esa noche en particular, el antro estaba lleno y eso le daba a Luna una sensación de calidez, solamente quería ignorar por unos momentos el dolor de haber perdido a su abuelito, tal vez muchos no lo sabían, pero ella y Pop-Pop eran muy unidos. Luna cerró los ojos mientras tocaba y cantaba para el público, entonces comenzó a recordarlo:

Él le había enseñado a tocar la guitarra, fue así como ella conoció su vocación por la música y la primera vez en que ella tocaría frente a un gran público, no había podido conseguir que le prestaran una guitarra eléctrica, pero 15 minutos antes del concierto, su abuelo había llegado al rescate, regalándole una preciosa guitarra acústica con un gran moño rojo:

- ¡Sé que tú querías una guitarra eléctrica, pero…- el adulto fue interrumpido por un abrazo de su nieta!

-Es la guitarra más bonita del mundo abuelito! -

- ¡Ahora sal al escenario y diviértete mi pequeña Luna! - expresó con una sonrisa un Albert más joven al mismo tiempo que acariciaba el cabello de su nieta.

-Prometo que cuando saque mi primer álbum, la mayoría de canciones serán dedicadas a ti- gritó Luna antes de salir al escenario muy emocionada.

Ahora su abuelito no podría escuchar su primer álbum, cumpliría su promesa, pero él ya no estaría para verla triunfar en su carrera musical. La gente no dejaba de aplaudir y gritar su nombre, ¡pobres ignorantes!, si supieran la razón detrás de cada palabra de la canción no estarían tan felices, sufrirían por el desgarre en sus almas al igual que la rockera, y es que esta, había escogido inconscientemente canciones que le recordaban a Pop-Pop. Cuando Luna estaba en el escenario solo podía concentrarse en la música, en el ritmo y armonía de las notas. Pero esta noche su cabeza solo la hacía recordar viejas memorias junto a Pop-Pop, ella agitaba su cabeza intentando sacar esos recuerdos. Comenzó a temblar y por unos instantes, volteo a ver hacia donde su abuelo solía estar para apoyarla, pero en esta ocasión, él no estaba en la primera fila animándola. No pudo soportarlo más y soltó su guitarra, comenzó a escuchar el murmullo de la gente y vio cómo sus compañeros de banda se acercaron hacia ella para apoyarla, pero ella los alejó, no quería que la vieran llorando. Sus manos temblaban y ella en general estaba desafinada, todo estaba terriblemente mal, ¿cómo podría terminar su canción en ese estado tan lamentable? Su público estaba a la expectativa, habían ido por el mejor espectáculo de Royal Woods y un show es lo que tendrían. Ella tomó una cerveza de una mesa cercana al escenario y la bebió en un solo sorbo para darse ánimos, el sabor era horrible, pero comenzó a sentirse mucho mejor.

-Muy bien público, ¡terminemos esta noche con la mejor actitud! - ella comenzó a tocar notas mayores.

El alcohol comenzaba a hacer efecto, ella jamás había bebido porque era menor de edad, aunque ciertamente tenía el aspecto de ya serlo, gracias a la cerveza pudo rockear sin que ningún mal recuerdo viniera a su cabeza. De hecho, logró cantar y tocar su guitarra como nunca lo había hecho, captando la atención de todos en el club. Finalmente, terminó el concierto, ella necesitaba estar sola, aún era temprano para regresar a casa, pero ya comenzaba a sentirse mareada. Lo que siguió después fue borroso para ella porque todo lo que veía eran imágenes borrosas de un chico besando su cuello mientras sentía que con sus manos intentaba quitarle la playera. Aunque observó de repente como un peli blanco tomaba al tipo sin reparo y comenzaba golpearlo:

-Luna, ¿estás bien? - escuchó a la distancia la voz de su hermana Luan -Lincoln, ¡ya fue suficiente!, ayúdame a llevar a Luna a casa-

- ¡Hey sisters, ¡no arruinen mi diversión! - escucho Luna como si alguien más hablara por ella antes de desmayarse en los brazos de su hermana menor.

—-

Los rayos de sol de un nuevo día apenas iluminaban el camino, el frío de la mañana entumecía un poco sus dedos y nariz. La noche anterior había intentado comunicarse con Clyde, pero no había tenido resultados positivos, el conocía muy bien el dolor de perder a un ser querido, quizá su presencia no sanaría el dolor de su mejor amigo, pero al menos quería acompañarlo para ayudarlo en cualquier cosa que necesitara. Intento tocar con su mano derecha el timbre de la residencia McBride, pero su mano izquierda se lo impidió, estaba nervioso y unas gotas de sudor frío recorría su frente como muestra de ello, se sentía culpable por no haber podido salvar al señor Howard, quizá si hubiera sido más rápido Clyde estaría con sus padres desayunando en este momento. Lincoln comenzó a respirar de forma agitada, se repetía una y mil veces que no sería tan difícil como pensaba, sabía que Clyde estaba destrozado y aunque el peli blanco odiaba ver a sus seres queridos llorar tampoco podía evitarlo, ¿cuántas veces había llorado él por la muerte de Pop-Pop y sus dos hermanas mayores lo habían consolado?, ¡era su turno! Lincoln por fin iba a tocar el timbre de la puerta, pero antes de que lo pudiera intentar, Clyde salió a toda prisa con un montón de papeles en la mano, tanta era su prisa que no noto al peli blanco, con el que chocó.

-Clyde, ¿que...-

-Lincoln, ¡llegas justo a tiempo! -

- ¿Para qué? -

-Mi papá desapareció ayer y saldré a pegar carteles por toda la ciudad para encontrarlo- mencionó Clyde mientras se apresuraba a levantar los anuncios de ¡se busca! acerca del señor Howard.

Lincoln miró que dentro de la casa se encontraba el señor Harold con los ojos rojos, seguramente de tanto llorar, pero con un simple intercambio de miradas Harold le dijo todo al peli blanco, Clyde aun no aceptaba que su padre hubiera muerto a pesar de que la noche anterior las noticias lo habían reportado. Lincoln comenzó a ayudar a recoger los carteles del suelo:

- ¿Y por dónde empezamos Clyde? - preguntó Lincoln con una pequeña mueca.

Lincoln vio que por unos momentos los ojos de su mejor amigo se iluminaron, quien lo abrazó en señal de agradecimiento y le dijo a su otro padre antes de irse:

-Estate atento al teléfono papa, en caso de que alguien llame con noticias de papa-

-Claro hijo- mencionó el señor Harold con la voz un poco quebrada.

Lisa había ido al ático por unos piezas que necesitaba para el Iron-Spider, no era un proyecto nada sencillo, pero al terminarlo, estaba segura de que todas las horas de duro trabajo invertidas habrían valido la pena, sin embargo, no esperaba que, al encender las luces, se encontrara a su hermana Luna guardando su equipo musical:

- ¿Irás a tocar con tu banda? - preguntó Lisa con tono indiferente mientras recolectaba algunas piezas dentro de una caja.

Luna no contestó nada, por lo que Lisa solo continuó su búsqueda sin dar mayor importancia al asunto, cuando la pequeña genio terminó, se dirigía a la salida, pero entonces comenzó a escuchar pequeños sollozos de su hermana mayor. Lisa podría ser una genio en matemáticas, física, biología, química, etc., etc., etc., pero nunca había sido buena en habilidades sociales, era la materia que más se le complicaba en la escuela, al menos hasta que llegó Darcy. Ayudar a sus hermanas con un tema tan complejo para ella como las emociones humanas era tarea de Leni o de Lincoln, iba a dejar a su hermana sola cuando un recuerdo llego a su cabeza:

Flashback:

Lisa se encontraba sentada en un pequeño banco, la maestra acababa de castigarla por haber hecho llorar a Darcy:

-Bueno, allá va mi registro académico perfecto, ¿qué voy a decirles a los otros seres del consejo interplanetario?, ¡ahora no podría llegar al consejo!, podría tener que ser una…. alternante-

-Lisa, ¿podría gustarte esto? - mencionó la pequeña Darcy ofreciendo una galleta.

-Pero, ¿por qué me estás dando esto? - preguntó Lisa aceptando la galleta.

-Te ves triste, quería hacerte sentir mejor-

-Pero, ¿por qué quieres hacerme sentir mejor? -

-Porque eso hacen los amigos uno por el otro- contestó Darcy con una sonrisa.

-Porque eso hacen los amigos uno por el otro, me podrías disculpar solo un momento-la pequeña genio saca una grabadora- revelación de la investigación, he descubierto el sentido de tener amigos, no es por el requerimiento académico o para impresionar a un montón de aliens, sino porque los amigos hacen tu vida mejor. ¡GRACIAS DARCY!, ME QUIERES ACOMPAÑAR.

La pequeña Loud obtuvo su "A" en habilidades sociales, pero por alguna extraña razón, aquella nota ya no la hacía tan feliz como el haber hecho a su primera amiga.

Final del Flashback:

¿Por qué continuaba insistiendo Darcy en ser su amiga?, Lisa ya había demostrado que solo la estaba utilizando después de todo. Tal vez ella no era tan buena para hablar de emociones y esas cosas, pero no por ello podía dejar sola a su hermana cuando esta la necesitaba, seguramente Darcy la regañaría por siquiera pensar en aquella posibilidad. Tras un largo suspiro, Lisa se sentó a un lado de donde Luna guardaba sus cosas.

-Son cinco las fases del duelo: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Al parecer hermana mayor, tú te encuentras en una etapa entre la negación y la depresión, pero veras que pronto llegaras a la última etapa, que es la de aceptación al igual que el resto de la familia- mencionó la pequeña genio con tono robótico.

-Sister, ¡déjame en paz! - ordenó en forma de súplica Luna-

-Los expertos no recomiendan aislarse cuando…-

- ¡No me importa lo que digan los expertos!, ellos no saben cómo me siento- gritó Luna.

Lisa se aterró al escuchar a su hermana en ese estado, era normal para ella oír enojada a Lola, Lynn o Lori, pero por lo general, Luna sabía guardar la compostura mejor. Definitivamente había sido una mala idea intentarlo, más tarde utilizaría su máquina para borrar la memoria de Luna y todo estaría mejor. La pequeña genio comenzó a alejarse lentamente, pero se detuvo cuando vio una foto de ella junto a Darcy, la cual tomó con un poco de dificultad entre sus manos y con varias emociones a flor de piel. Fue entonces que comprendió que su hermana no necesitaba a Lisa la científica, sino a Lisa, su hermana.

-Cuando descubrí que Darcy iba a morir, intenté por todos los medios encontrar alguna cura para salvarla: gasté mi tiempo y recursos para ayudarla, pero al final... ¡no lo conseguí! y… jamás me voy a poder perdonar por ello-Lisa comenzó a derramar algunas lágrimas, lo que captó la atención de Luna- al principio estaba frustrada y pensé en abandonar mi vocación por la ciencia, pero he tratado de avanzar, de continuar adelante, porque es lo que ella seguramente hubiera querido. Tal vez no pueda tener control, sobre todo, después de todo nadie lo tiene, pero... hay cosas sobre las que sí tenemos control y es en esas cosas en las que trato de concentrarme- termino de decir Lisa con un nudo en la garganta, en verdad le costaba hablar del tema.

-No quiero llorar, duele…. ¡duele mucho! - confesó la rockera llorando y ocultando su rostro entre sus piernas.

-Lo sé-dijo la pequeña genio intentando sonreír mientras dos hilos finos de lágrimas corrían por sus mejillas- Duele, ¡duele mucho!, pero es normal porque en verdad los amamos. Guardar el dolor puede parecer menos doloroso que sanar, pero al final termina por enfermarnos.

- ¡No quiero olvidarlo hermanita! -

-No lo vas a olvidar hermana- Lisa vio que su hermana comenzaba a mirarla confundida, por lo que intentó otra cosa- hace unos días fui a la casa de Darcy y ayudé a su madre a empacar algunas de las cosas de ella. Al principio pensé que las iba a tirar, pero su madre me dijo que jamás haría eso porque eran parte de ella, simplemente les buscaría un mejor lugar-

Luna comprendió lo que su hermanita intentaba decirle, por lo que sin poder contenerse más le dio un gran abrazo, ellas dos no solían ser muy unidas porque sus intereses eran diferentes, pero en estos momentos, ambas compartían el mismo dolor y se tenían la una a la otra para salir adelante.

Luan buscaba junto al señor Cocos a su hermana Luna, la noche anterior no había sido la mejor y necesitaba verla urgentemente:

-Esa niña es bastante hábil para esconderse, pero no creo que haya salido tan temprano, ¿usted que cree señor Cocos?, ¿señor Cocos? -

En ese momento, la comediante se aterro al ver que un líquido negro salía de la boca de su muñeco y comenzaba a adherirse a ella:

- ¡No!, tú estás muerto, ¡déjame tranquila! - la chica arrojó a su muñeco ventrílocuo y salió corriendo hacia la habitación de su hermano.

Luan ingresa con desesperación a la recamara de Lincoln, pero vio con profunda angustia que en ella no se encontraba el peli blanco, sino lo que parecía ser una versión roja de venom, aunque con ligeros cambios que hacían lucir a aquella cosa más escalofriante:

-Madre, ¡te necesitamos!, a ti y a papá- dijo la criatura con una voz de ultratumba-

-No, tú no eres real, ¡sal de mi cabeza! - suplico la comediante.

-No puedes escapar de tu destino madre. ¡Seremos uno por siempre! - menciono la criatura mientras de su cuerpo salía un líquido negro que comenzaba a adherirse a Luan, quien quedó paralizada por el miedo.

La comediante cayó de la cama alterada:

-Solo fue una pesadilla, ¡relájate! -Luan miró hacia la cama de su hermana para asegurarse de no haberla despertado, anoche las dos se habían acostado bastante noche y con la resaca que tenía, seguramente Luna se debía de sentir terrible- Luna, ¿dónde estás?

Luan salió de su habitación y comenzó a buscar a su hermana, ambas tenían que hablar sobre lo que había sucedido la noche anterior, sin embargo, no la encontraba por ninguna parte, aún era temprano como para que hubiera salido y era menos probable por el estado en que se encontraba. Luan quiso regresar a su habitación para cambiarse de ropa, pero se detuvo al mirar a su hermanita Lola, quien batallaba para peinarse en su alcoba, además de que lucía triste:

-Pequeña princesa, ¿sucede algo? - preguntó la comediante entrando a la habitación de las gemelas.

- ¡Lincoln ya no me quiere! - contestó furiosa la rubia.

- ¿Por qué dices eso? -

-Hace mucho que él ya no me ayuda para mis concursos de belleza y tampoco ha sido mi mayordomo en mis fiestas de té-

-Ha estado... ocupado-contestó sin muchas opciones Luan.

- ¡No me mientas!, lo he observado últimamente, él prefiere pasar su tiempo con Lisa por qué la quiere más a ellas que a mí- dijo la rubia haciendo un puchero.

- ¡No digas eso!, sabes muy bien que Lincoln no tiene a ninguna hermana favorita-

- ¡Claro que sí!, Lucy y Leni prefieren ayudar a Lisa con sus experimentos raros antes que acompañarme y ahora Lincoln tampoco quiere estar conmigo, él era el que siempre era mi mayordomo, pero ya no más-

- ¡Lola!, Lincoln y todas nosotras seguimos queriéndote como siempre, es solo que…han pasado ciertas...cosas- contestó un poco nerviosa Luan.

- ¿Qué cosas? - preguntó confundida Lola.

-No puedo decírtelo Lola-

- ¡No se vale!, ¿por qué? -

-Todos sabemos que no eres muy buena para guardar secretos-

-Ahora soy diferente, lo prometo ¡ya tengo siete años!, madure-

- ¡Hermanita!, no me corresponde a mi contártelo, si en verdad has madurado por favor no me preguntes sobre el tema-

Luan vio como Lola bajaba su mirada desanimada, por lo que tuvo una idea para animarla:

-Qué te parece si te ayudo a peinar tu cabello y después soy yo tu mayordoma en tu fiesta de té-

- ¿De verdad? - levantó la mirada Lola.

-Pero con la condición de que el señor Cocos sea el invitado de honor-

-Ahhhhhhhhhhhhh... ¡Está bien!, pero nada de chistes- contestó con dificultad Lola.

-No prometo nada- mencionó Luan con una sonrisa.

Ambas comenzaron a reír, pero fueron interrumpidas por la pequeña mecánica, quien despertó por el ruido de las risas:

-Lana, ¿por qué no nos acompañas a nuestra fiesta de té? y si quieres puedo peinar tu cabello también- sugirió Luan.

-Pues, no lo sé, debo reparar el inodoro que Lynn volvió a tapar- contestó en tono indiferente Lana.

-Di que sí …- pidió Luan.

-Está bien- contestó la mecánica sin muchos ánimos.

-Luan, pero también tienes que ayudarnos a pintarnos las uñas y a escoger un vestido para Lana- añadió Lola.

- ¡Yo jamás utilizaré de nuevo una de esas toallas brillantes de Lola! - dijo con firmeza Lana.

-Pues mejor porque a ti no se te ven tan bien como a mí- contestó Lola con aires de grandeza.

- ¿Como?, pero si somos gemelas-

Al poco tiempo las tres comenzaron a reír por lo absurdo de la pelea, aunque Lola no podía sacarse de la cabeza una pregunta ¿Cuál era el secreto que Luan escondía?, si era algo importante ella debería saberlo y haría todo lo posible por averiguarlo.

En los barrios bajos de Royal Woods, un "vagabundo" se acercaba discretamente a un adulto mayor, quien le preguntó:

- ¿Tienes el paquete? -

- ¿Tú tienes mi dinero? -

-$10,000 dólares como prometí- respondió el hombre mayor sacando un maletín lleno de billetes.

Ambos intercambiaron sus maletines con algo de desconfianza mientras inspeccionaban el contenido:

-Recuerda, si te preguntan, no me conoces- mencionó el "vagabundo".

En ese momento, black cat les arrebató a ambos hombres sus maletines:

-No es seguro hacer negocios en un callejón caballeros- menciono la chica mientras escapaba.

Los dos hombres se quitaron sus disfraces, revelando que en realidad eran el buitre y el camaleón:

-Comienzo a cansarme de ti pequeña gata- gritó furioso el buitre mientras intentaba atacar a la niña.

-Me encantaría quedarme a la fiesta, pero- la chica arroja una bomba que libera un gas que desorienta a ambos- tengo asuntos más importantes- dijo ella antes de retirarse.

Black cat llegó a un gigantesco edificio lleno de oficinas, aunque estas se encontraban vacías, al ingresar, entró a un elevador y oprimió un botón secreto que la llevó a un piso en el que se encontraba un gigantesco hombre jugando al billar solo, al acercarse, el escorpión la tomó con su cola:

- ¡Dile a tu mascota que me baje inmediatamente! - ordenó black cat.

- ¿Fue exitosa la misión? - preguntó el rey.

- ¿Con quién crees que hablas? - contestó la chica.

El rey dio la orden y el escorpión liberó a La Niña, quien con un poco de duda le entregó el maletín que llevaba al rey:

-Veo que eres muy eficiente gatita, ¡lástima que desperdicies tu potencial! - comentó el rey prendiendo un cigarrillo.

- ¡Ahora es novia del pequeño héroe! - comentó con burla el escorpión.

- ¡Lo que yo haga con mi vida no es tu asunto!, mi deuda está saldada- mencionó irritada la joven.

-Claro gatita, solo te advierto que, si interfieres en mis planes, te convertirás en mi enemiga y tú sabes lo que eso significa- mencionó el rey destruyendo con una de sus manos, una de las bolas de su juego de billar, haciéndolo parecer sumamente fácil.

-No me importa lo que hagas mientras me dejes en paz- contestó en tono seco la chica para después retirarse.

- ¿En serio confía en ella jefe? - preguntó el escorpión.

-Mi venganza es contra spider-kid, no contra La Niña, ya veremos qué bando escoge ella- el rey saca del maletín el acelerador de la dilatación del tiempo y le dedica una sonrisa maliciosa a la poderosa arma- con este aparato me convertiré en el jefe de la mafia más poderoso de la frontera, nadie podrá detenerme, ni siquiera el duende naranja o ese fastidioso spider-kid.

Lincoln y Clyde regresaban después de un largo día de búsqueda, el peli blanco había intentado intercambiar algunas palabras con su mejor amigo durante el día, pero este solamente lo ignoraba, ambos ingresaron a la residencia McBride muy agotados:

- ¡Papa!, ¿llamó alguien? - preguntó Clyde necesitando escuchar alguna buena noticia.

-No cielo- respondió en tono seco el señor Harold.

- ¡Rayos!, si nadie llama esta noche, mañana regresaremos a pegar carteles- respondió Clyde alterado.

-Hijo-Harold toma de los hombros a su hijo y haciendo uso de toda su fortaleza moral exclamó: ¡Howard no regresará! -

-Otra vez con eso, la policía no encontró su cuerpo y mientras haya un rayo de esperanza lo seguiré buscando, no me importa si todos creen lo contrario- respondió su hijo al borde de las lágrimas.

Lincoln se encontraba en una situación muy incómoda, quería ayudar a su amigo, pero en realidad no había mucho que él pudiera hacer en ese momento:

-Creo que es mejor que yo me retire-

-Claro amigo, imprimiré más volantes para que salgamos a repartirlos mañana- contestó Clyde

Lincoln levantó un pulgar en respuesta y antes de poder abrir la puerta para salir, alguien lo hizo primero, pero desde el exterior. Harold, Clyde y Lincoln observaban al hombre frente a sí como si estuvieran viendo a un fantasma, por más que intentaban decir algo la impresión no se los permitía, hasta que finalmente, Clyde corrió para abrazar a su padre:

- ¿En verdad eres tú papa? -

- ¡Claro hijo!, siento mucho haberlos preocupado- respondió acariciando el cabello de su hijo el señor Howard.

-Pero, ¿cómo es posible...-preguntó confundido y entre lágrimas el señor Harold.

-Pude escapar de la explosión por una pequeña salida de emergencia que acababa de instalar, pero un derrumbe me mantuvo atrapado hasta hace una hora en la que pude escapar de ahí, intenté llamar, pero mi celular no tenía señal- contesto Howard.

-Papá, pensé que te había perdido- mencionó entre lágrimas de felicidad Clyde.

-Ya mi pequeño, ¡todo está bien ahora! - Howard volvió a abrazar a su hijo y Harold se unió al abrazo cuando logró salir del shock.

-Me da gusto que esté bien señor Howard- mencionó todavía sorprendido Lincoln.

Howard reaccionó de inmediato e invitó a Lincoln al abrazo familiar:

-Lincoln, ¿qué haces ahí?, eres como un hermano para nuestro hijo, ¡ven acá! -

Lincoln se unió al abrazo y cuando este término, el peli blanco dijo que ya debía marcharse a casa:

- ¡Espera!, tenemos que celebrar que Howard regresó, ¿por qué no le llamas a tu familia y le explicas la situación? Nosotros podemos llevarte a casa después y si quieres hablamos con tus padres- mencionó muy entusiasmado Harold.

- ¡Está bien! - contestó Lincoln sacando su teléfono.

-Muy bien, pediré unas pizzas por tratarse de una ocasión tan especial- dijo el señor Harold.

-Y yo le daré las buenas noticias a Nana- expresó Clyde antes de salir corriendo.

-Si me disculpan yo iré a cambiarme- expresó Howard cuya ropa estaba llena de tierra y rota-

Howard se dirigía a su habitación cuando comenzó a escuchar una risa escalofriante que le puso la piel de gallina, volteo en todas direcciones, pero no había nadie, quizá solo era su imaginación, se dijo para intentar tranquilizarse.

Continuará...