11/06/24
DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House y Spider-Man no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.
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Capítulo 39: ¡Crisis de identidad!
Los rayos de sol golpeaban su rostro produciendo una sensación agradable en sus mejillas, el césped sobre el que estaba acostado cumplía la función de un perfecto colchón del cual no quería desprenderse, un sentimiento de tranquilidad abundaba su corazón, la suave brisa agitaba un poco su cabello. El sonido del agua cayendo de la pequeña cascada que se encontraba a un lado de él se combinaba con el de las aves e insectos que cantaban arrullándolo con su suave melodía que era semejante a la música clásica cuyas notas eran tocadas con los instrumentos más refinados que el chico algún día quisiera aprender a tocar. De pronto, un pequeño y tierno estornudo provocó que su plácido sueño se viera interrumpido, aunque lejos de molestarlo, dibujó una sonrisa en su rostro y apretó un poco más fuerte la mano de la chica que estaba a su lado, entrelazando sus dedos en un intento por que no se fuera, no quería que ella se apartara de su lado pues aquella niña era parte de él y con su sola presencia todo era perfecto.
Lincoln abrió los ojos cuando sintió que alguien tiró de su cabello, pero estos estaban pegajosos y llenos de lagañas, su cerebro intentaba comprender dónde se encontraba, luego sintió un pequeño y doloroso golpe en la cara, lo que terminó por medio despertarlo ya que su hermanita Lily intentaba descubrir su rostro, el cual estaba cubierto con su cobija. Despertar y que la primera imagen del día que viera fuera una enorme sonrisa de oreja a oreja de su hermana bebé quien aún llevaba su pequeño pijama era una de las pocas cosas que podían hacer realmente feliz al peli blanco, aquella risa tan inocente, tan ignorante, tan llena de ilusión en la que el mayor conflicto es aprender las vocales. Lincoln a veces deseaba regresar a aquella etapa de su vida en la que su mayor preocupación era el lograr que su madre le diera helado antes que aquellas asquerosas papillas para bebés, durante tres años había sido el hermano menor y podía considerarse dichoso ya que él fue el Loud que más tiempo fue el menor y por lo tanto el más consentido, claro, antes de que naciera Lucy. El chico intentó levantarse para cargar a Lily y que ambos fueran a la mesa a desayunar antes de que Lynn Junior terminará con todo, su plan era llevar cargando a su hermanita simulando los ruidos de un avión, desde que era spider-kid tenía menos tiempo para compartir con su hermana menor y quería aprovechar cada instante antes de que la bebe encontrará su vocación como el resto de sus hermanas y que por lo tanto ya no pudieran compartir tantos momentos juntos. Su pierna aún estaba entumecida y le costaba trabajo moverla por el dolor que sentía, aunque comparado al del día anterior no era más que un insignificante pellizco, El Niño agradecía que en su paquete de súper poderes se incluyera la curación sobre humana o a este punto de la historia quizá ya estaría muerto. Lily jugaba con Bun Bun, al chico aún le costaba dejar a su hermanita utilizarlo, sabía que terminaría heredándoselo, pero aún no estaba listo para desprenderse del amigo que lo acompañaba en aquellas noches cuando tenía pesadillas y le daba vergüenza acudir a alguna de sus hermanas o padres, quizá cuando estuviera listo para dejarlo ir, Lily ya sería lo suficientemente grande para quererlo y él podría llevarlo consigo a la universidad, aquella idea dibujaba una sonrisa maliciosa en su rostro. Justo cuando intentó dejar su cama, Luna ingresó a su habitación con una charola de exquisitos wafles que le hicieron agua la boca al peli blanco e iluminaron sus ojos, sus tripas empezaron a rugir recordándole que llevaba muchas horas sin probar alimento:
- ¿Qué es esto Luna? - interrogó confundido el chico.
-Es tu desayuno Bro, quise despertarte de la mejor manera, pero veo que Lily ya se me adelantó- contestó la mayor colocando la charola sobre las piernas de su hermano, quien se había incorporado de golpe para empezar a devorar el plato, los wafles aún estaban calientes, pero al niño no le importaba quemarse, ¡estaban deliciosos!
Luna tenía la mirada perdida en su hermano, su mente comenzó a divagar a tal punto que no noto que el peli blanco ya había terminado de comer y cuya cara estaba llena de miel:
- ¿Te ocurre algo Luna? - pregunto el chico con la boca aún llena por el último bocado.
-Solo recordaba cuando eras un bebé- contestó la castaña con una sonrisa que reflejaba tristeza.
Su hermano podía tener 12 años ya, pero ella lo seguía viendo indefenso, se sentía terrible por estar tan concentrada en sus actividades como para no notar antes la doble vida de Lincoln. Recordó todas aquellas ocasiones en las que vio a su hermano siendo golpeado por supervillanos o sacrificándose para que ellas estuvieran a salvo y aquello le producía rabia, ¿cuántas veces estuvo a punto de morir?, ¿qué clase de hermana mayor era?
Con el estómago lleno, los engranajes en la cabeza del chico empezaron a trabajar recordándole que había una conversación pendiente con su hermana:
-Oye Luna…. siento haberte mentido con respecto a…. ya sabes que…. yo solo- a Lincoln le costaba pronunciar las palabras, a ninguna de sus hermanas había tenido que mirar a los ojos y disculparte por construir una red de mentiras acerca de su identidad secreta.
-No tienes por qué darme explicaciones Linky- respondió Luna tomándolo de las manos- has sido muy valiente protegiendo a Royal Woods y estoy orgullosa de ti, te quiero…. ¡te amo mucho hermanito!- Luna no aguanto más y abrazó a Lincoln, quien sintió como Luna mojaba su cabello con sus lágrimas, en verdad se sentía terrible de que las personas a las que él más amaba se vieran afectadas de alguna u otra manera por su doble vida. Luna se separó del chico y su semblante cambió a uno de seriedad absoluta en cuestión de segundos:
-Se que tus intenciones han sido las mejores hermano, pero…. ¡No puedes seguir siendo spider-kid! - expresó finalmente Luna con un tono tan seco que el tono habitual de Lucy era expresivo a comparación.
-Luna…. pero…- contestó Lincoln totalmente pasmado ante las palabras de su hermana.
-Nada de peros hermano, hoy cuando toda la familia vaya al espectáculo de la lluvia de estrellas, les revelaras tu identidad al resto de la familia y prometerás nunca ponerte ese traje de nuevo-
-No puedes pedirme eso- contestó el chico levantando bruscamente su tono de voz- tengo una responsabilidad que….
-No te lo estoy pidiendo Lincoln, si no le dices hoy a nuestra familia quién eres, yo lo haré…- la chica intentó salir de la habitación, pero Lincoln la detuvo.
-No hemos terminado de hablar Luna-
-Ya enterré a mi abuelo Lincoln, ¡NO VOY A ENTERRAR TAMBIÉN A MI HERMANO! - dijo la rockera antes de retirarse de la habitación de su hermano cargando a Lily, quien extendía sus manitas hacia su hermano en señal de protesta por irse tan pronto.
El peli blanco se quedó consternado por las palabras de su hermana, aunque en realidad la comprendía, si él descubriera que alguna de sus hermanas fuera una heroína en secreto seguramente actuaría de la misma forma o incluso peor, así como ser spider-kid era su manera de proteger a sus seres queridos, Luna solo lo intentaba proteger de la manera en la que ella consideraba mejor. Lincoln ni siquiera noto cuando Lisa, Lucy y Luan ingresaron a su habitación, quienes lo veían tratando de buscar alguna respuesta en su mirada-
- ¿Y mi traje? - se limitó a preguntar el pecoso.
-Luna lo quemó ayer- respondió Luan desviando la mirada.
-No te preocupes hermano mayor, tengo otro de reserva- dijo Lisa intentando animar a Lincoln.
- ¿Creen que podrán perdonarme chicas? - preguntó el chico bajando la mirada.
-Perdonarte, ¿por qué? - preguntó Lucy.
-Se que mis mentiras y decisiones las han involucrado demasiado en una vida que conlleva riesgos, créanme que si pudiera regresar en el tiempo evitaría ser mordido por aquella araña- respondió Lincoln.
-De hecho, si se puede- dijo Lisa, pero Lucy la golpea en el hombro para que se calle.
-Hermano, siempre es posible hacer las cosas mejor, pero spider-kid ha hecho más bien que mal- expresó Lucy sentándose al lado izquierdo de Lincoln.
-No mientas para animarme Lucy- se apresuró a decir Lincoln.
-Pero no es mentira hermano, spider-kid se ha convertido en una especie de símbolo que saca lo mejor de las personas, tú le diste alegría y esperanza a Darcy en sus últimos días de vida y me enseñaste que la grandeza de un héroe no siempre reside en las enormes proezas, sino también en las pequeñas acciones del día a día, hacer lo correcto, aunque no siempre sea fácil- agregó Lisa sentándose al lado derecho de Lincoln.
-El mundo necesita a spider-kid y nosotras también- comentó Luan dándole un traje de repuesto al chico y mirándolo a los ojos- tal vez nuestra familia no lo entienda en un principio, pero estoy segura que todos te apoyaremos al final.
Las tres chicas abrazaron a su hermano.
Era la hora de la salida en la escuela y todos los chicos deseaban con ansias regresar a sus hogares tras un largo día de bla, bla, bla; bueno, al menos casi todos, porque un peli blanco procuraba a toda costa hablar con una filipina;
- ¿Podemos caminar juntos a casa? - le preguntó Lincoln a Stella mientras se acercaba a ella.
Ella solo asintió con la cabeza y ambos comenzaron a caminar.
- ¿Y qué quieres decirme Lincoln Loud? - preguntó la chica al ver que el peli blanco no podía decir palabra alguna.
-Pues veras…. no sé cómo decírtelo…. pero…. sé que estos últimos días han sido muy difíciles para ti…. y que yo no he estado para apoyarte, así como tú lo estuviste cuando mi abuelo falleció…. lo que intentó decir es que…. ya sé que le hice una promesa a tu padre de alejarme de ti para protegerte…. pero… digo, si estás de acuerdo, tal vez podríamos intentar ser amigos…. si tu quieres-
Lincoln había repasado una y otra cada palabra que le iba a decir a Stella, aunque tenía mucho en la cabeza y su mayor obstáculo era que cada vez que estaba cerca de ella no podía decir palabras a alguna sin tartamudear. El chico entonces vio como ella se detuvo en seco y lo miró fijamente solo para después caminar hacia una pequeña jardinera, Lincoln no entendía el extraño comportamiento de ella hasta que vio que la chica se acercó a él para entregarle una rosa de color blanco:
-Combina con tu cabello conejito- Stella beso la nariz de Lincoln tras dedicarle una sonrisa y procedió a marcharse de ahí corriendo.
Lincoln se quedó mirando fijamente a la chica hasta que esta desapareció en el horizonte, quería alcanzarla para quizá invitarla a tomar un helado, pero algo en su interior simplemente no le permitía mover las piernas, permaneciendo en su posición como estatua por varios minutos.
Había llegado la hora del día a la que el chico más temía, sus manos sudaban y su corazón le iba a mil por hora, no sabía cómo reaccionarían las gemelas, Lynn Junior o peor aún, sus padres, ¿lo comprenderían?, ¿cómo se lo tomarían cuando supieran que durante varios meses les estuvo ocultando que El Niño araña era él; arriesgando su vida en cada misión? Tras los acontecimientos de la mala suerte, él llegó a creer que su familia no lo amaba y que lo tratarían como un fenómeno cuando supieran de sus poderes, pero había vivido tantas cosas desde que Leni supo de su identidad secreta que ahora, más que nunca, estaba convencido de que su familia lo apoyaría tarde que temprano, él prefería que fuera temprano, tenía un compromiso con la ciudad y aunque la idea había recorrido varias veces su cabeza, ¡no podía dejar de ser spider-kid!, como Pop-Pop le había dicho antes, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", esto era más grande que él y que su familia, spider-kid no es una enfermedad que necesite una cura y es más que un arácnido molesto, solo esperaba que el resto de su familia pudiera entenderlo, tenía miedo a decepcionarlos. Durante los 12 años de su vida, había aprendido a ser sacrificado por los demás y spider-kid representaba todo lo que era Lincoln Loud. La familia Loud bajó del vehículo para apreciar el espectáculo, una magnífica lluvia de estrellas, un evento que no se repetiría en Royal Woods hasta muchos años después, seguramente cuando Lincoln tuviera hijos. Muchas personas se habían reunido en la plaza del centro comercial para apreciar el evento meteorológico, para la mayoría de los presentes los segundos eran eternos pues ya querían ver el espectáculo en el cielo, pero para Lincoln, el tiempo era efímero a medida que se acercaba el momento de decir la verdad. Luan tomó del hombro a su hermano menor y se inclinó para estar casi a su altura:
-No tienes por qué contarles si no estás preparado, yo puedo hablar con Luna después- le aseguró su hermana castaña.
Luan, su querida hermana, quien diría que no hacía mucho había sido una de sus mayores enemigos y todo por culpa de sus mentiras, ¡pues ya no más!, no importaba lo dolorosa que fuera la verdad, Lincoln hablaría, no quería hacerlo, pero ya había tomado la decisión y no había vuelta para atrás, debía darle un voto de confianza al resto de su familia:
-No Luan, ¡voy a hacerlo!, es lo que debo hacer- se limitó a decir Lincoln.
El chico debía permanecer sereno, sino lograba mostrarse convencido y seguro, sería poco factible que sus padres y hermanas reaccionaran de buena forma, él era el maestro del convencimiento después de todo, había logrado en múltiples ocasiones que su familia siguiera sus alocados planes, esto era distinto, pero no fallaría:
-Todo va a salir bien- se repetía una y otra vez Lincoln.
Poco antes de que iniciara el espectáculo celeste, las gemelas peleaban con Lisa para que las dejara usar su telescopio, Luna miraba a Lincoln fijamente para que no retrasara lo inevitable y el peli blanco finalmente tragó saliva antes de que toda su confianza en si mismo se fuera por la borda, pero ya había sido un cobarde durante mucho tiempo, era momento de enfrentar a sus padres:
-Papas, Lynn, Lana y Lola, quiero decirles algo- dijo con una voz tan tímida el chico que no captó la atención de nadie. Por lo que tuvo que repetir su petición con un tono de voz más elevado y seguro en sí mismo. Aquello funcionó, ya que rápidamente toda su familia dirigió su mirada hacia él, rayos, ¿porque tenía que ser tan difícil?
- ¿Qué ocurre cariño? - preguntó su madre con curiosidad.
-Pues verán…. saben qué hace algunos meses apareció el vigilante spider-kid-
-¿El papucho cuya cara bajo esa máscara seguramente fue tallada por los mismos ángeles?- suspiro Lola mientras que sus pupilas por alguna razón que rompía toda ley adquiria la forma de corazones.
El rostro de Lincoln se tornó de un rojo tal que fácilmente podía parecer como si trajera su máscara puesta, Luan no pudo evitar soltar una risa nerviosa por el comentario de Lola, Lisa se limitó a mirar su telescopio y Lucy solo soltó un gran: ¡suspiro!
-Sea lo que sea que quieras decir apresúrate Linc, brinquitos y yo no queremos perdernos el evento- pidió Lana con su clásico entusiasmo.
Logrando recuperar la compostura, Lincoln prosiguió:
-Pues verán, aquel enmascarado es…-
Lincoln no pudo terminar aquella expresión pues su sentido arácnido se activó a lo que dio un gran suspiro de alivio, pero no podía enfrentar el crimen si toda su familia lo estaba viendo esperando aquello que quería comentarles con tanta urgencia:
-Ah…. por qué no grabamos este gran evento para recordarlo para siempre- dijo el chico con una sonrisa para después salir corriendo. A sus padres les gustó la idea y las gemelas suspiraron de fastidio, pues pensaban que se trataba de algo más importante.
Sin embargo, Luna fue tras de él para exigirle que les dijera a sus padres la verdad:
- ¿A dónde crees que vas Lincoln? - preguntó Luna.
-Hay problemas y spider-kid debe acudir-
- ¡Te dije que nunca más volverías a ser spider-kid!-
-Es cuestión de vida o muerte Luna-
-La única vida que me preocupa es la tuya hermano. Así que no pienses en irte, ¡es una orden! -
Había un gran dilema interior dentro de Lincoln, sabía lo que tenía que hacer, pero no era tan fácil hacerlo, antes de decir algo de lo que se lamentaría, pensó bien las cosas recordando el porque su hermana no lo quería dejar irse y bajo las manos:
-Lo siento Luna, se que eres mi hermana mayor, te amo y respeto por ello. Puedes revelarle al resto de nuestra familia mi identidad, pero ahora, es momento de que aparezca spider-kid- el peli blanco salió corriendo sin que su hermana pudiera hacer algo al respecto mientras lo miraba con sorpresa y un poco de orgullo, jamás había visto a su hermano tan seguro de algo en su vida.
Black cat saltaba de edificio en edificio con una agilidad tal que cualquier pantera envidiaría, cargando una enorme bolsa de víveres hasta que finalmente llegó a un edificio abandonado, donde varios niños de la calle la esperaban ilusionados porque al fin iban a probar alimento, les era difícil esperar a los pequeños su turno para recibir su ración de comida porque sus tripitas ya les rujían, pero a pesar de ello, black cat insistía en que todos debían lavarse las manos antes de comer:
-Tranquilos, ¡traje suficiente para todos! - dijo con una sonrisa en el rostro black cat.
- ¿Así que es por eso que robas? - aquella voz hizo que todos miraran estupefactos a su autor, que no era otro que spider-kid, quien bajaba del techo tras haber seguido a la peli blanca.
Todos los pequeños se quedaron en completo silencio, pues su atención estaba puesta en black cat y spider-kid:
- ¿Y que se supone qué haces aquí? - rompió el silencio la chica.
-Creo que tú y yo tenemos que hablar- señaló el chico araña.
- ¡Tú y yo no tenemos nada de qué hablar! - contestó ella cruzándose de brazos y marchándose a la azotea.
-Señor araña, ¿verdad que no llevará a black cat a prisión?, ¡ella solo nos cuidaba! - le expreso una pequeña a Lincoln, era la primera vez que lo llamaban señor en su vida, El Niño solo frotó el cabello de La Niña de forma tierna y fue a la azotea del edificio para hablar con black cat , quien no le dirigía la mirada y estaba recargada sobre el barandal de metal del techo. Spider-kid se colocó a lado de ella como a un metro de distancia, tampoco la veía, pero a diferencia de ella que tenía la mirada hacia abajo, él observaba la lluvia de estrellas:
-Nunca pude agradecerte por salvarme la vida- mencionó Lincoln.
Ella no contestó nada….
- ¿Crees que son las condiciones apropiadas para que vivan esos niños? - preguntó spider-kid.
El nuevo lugar donde vivían aquellos niños desde el ataque de carnage era todavía peor que el anterior, el edificio estaba a punto de derrumbarse, no había sistema de drenaje, eran pocas las ventanas que tenían vidrios, los niños dormían en pequeños trozos de cartón, su cobija eran periódicos viejos y su mesa no era más que un conjunto de cajas de madera:
-Tal vez si cierta araña no se entrometiera tanto podría robar más para que tuvieran mejores cosas- le contestó con un susurro ella.
-Sabes que no me refiero a eso-
- ¿Entonces a qué te refieres?, tú ridícula moral no te permite ver que vives en un sistema injusto en donde pocos se pudren en dinero mientras la mayoría de personas muere de hambre. Contéstame una pregunta héroe, ¿sabes cuántos niños padecen de hambre al año? y no me refiero a los países pobres, sino a Estados Unidos, ¿lo sabes?
Con vergüenza, spider-kid no tuvo otra opción que responder que negar con su cabeza:
-Mientras tú combates a súper villanos, yo me enfrento a los problemas reales de la vida y si por ello debo ir a prisión pues no que sé que estás esperando para llamar a una patrulla, porque no importa que me digas, yo seguiré robando si así puedo ayudar a más niños en condición de calle- termino de decir black cat mirando fijamente al chico.
-No voy a llevarte a prisión, es muy noble lo qué haces, ¡ojalá más personas tuvieran ese espíritu de amor al prójimo!, ¡el mundo sería muy diferente!, no se necesitaría de súper héroes ni de policías. Pero quiero que entiendas que tú sola no puedes con esta responsabilidad:
- ¿Me ayudarás a robar? - preguntó ella sorprendida
-No, no me refiero a eso, pero tengo una contacto que nos puede ayudar a buscarles un hogar más apropiados a todos esos niños-
-Pero, ¿cómo estoy segura de que será lo mejor para ellos? - cuestionó ella.
- ¿Confías en mí? -
- ¿Que? -
- ¿Que si confías en mí? -
El corazón de la joven latía con más fuerza y sus mejillas se ruborizaban, ¿que si confiaba en él?, ¡claro que confiaba en spider-kid!, él era diferente a los demás y aquello le permitía mostrarse vulnerable ante él, sentía que una enorme carga que había llevado ella sola por mucho tiempo ahora no era tan pesada. Ambos niños miraron juntos la lluvia de estrellas en aquella noche, una noche que Ronnie jamás podría olvidar en toda su vida, no fue necesario decir palabra alguna, aunque en realidad había mucho de que hablar:
Al día siguiente y con la ayuda de Lisa, varios padres e instituciones del gobierno vinieron a recoger a las niñas y los niños. Tras una larga mañana, llegó el turno de despedirse de dos niñitos muy especiales: Santy y Gaby. Spider-kid los Columpiaba con ayuda de sus telarañas cuando una enorme limusina se estacionó enfrente de ellos: de ella, bajo una hermosa mujer con un vestido muy elegante: el más grandes de los niños no dudó por un instante en correr a abrazar a su madre, mientras que el más pequeño se escondía detrás de Lincoln:
-Adelante pequeño Gaby, ¡ella es tu mamá!- lo animó spider-kid.
Con algunas reservas y poco después, El Niño también fue corriendo a los brazos de su madre, era una escena conmovedora, no todos los días puedes ayudar a que una familia se reencuentre:
-Te agradezco chico araña por cuidar de mis bebés, pensé que nunca los volvería a ver tras el accidente- expresó la mujer.
-En realidad señora Ana, fue black cat quien los cuido, yo apenas conocí a sus hijos ayer- confesó el chico.
- ¿Y en donde esta ella?, me gustaría darle una recompensa por lo que hizo-
-A ella…. no le gustan las despedidas-
-De cualquier forma, entrégale mi tarjeta cuando la veas- la mujer le da una tarjeta a spider-kid- siempre estaremos en deuda con ustedes y cualquier cosa que necesiten, pueden acudir a mí personalmente- señaló la mujer antes de subir a la limusina con sus hijos.
Ambos niños miraron por la ventana de atrás del vehículo hacia la cima de un edificio, donde se despedía de ellos moviendo su mano de izquierda a derecha black cat, ambos niños correspondieron el gesto. Cuando los niños ya no eran visibles, la peli blanca se frotó los ojos para secarse el tonto sudor que salía de sus ojos:
- ¿Estás bien? - preguntó spider-kid mientras llegaba al lado de su amiga.
- ¿Por qué no lo estaría?, por fin me deshice de esos enanos fastidiosos-
-Sabes, mi propuesta de formar un dúo de superhéroes está en pie, creo que juntos podríamos ayudar a más gente que individualmente- ofreció spider-kid.
- ¿Y quién te dijo que quiero formar un tonto equipo de súper héroes contigo? - preguntó la black cat antes de marcharse de ahí, tenía mucho en que pensar, ¿ella?, ¿una heroína?, ¿a quién quería engañar?, ¡ella jamás lo sería!
Spider-kid solo sonrió, por lo menos esta vez no lo había golpeado antes de irse. Lincoln llegó a su casa, más específicamente a su habitación, en donde su hermana Luna lo estaba esperando. No se habían dicho palabra alguna desde que Lincoln la desobedeció, por lo que el chico estaba preocupado, solo rogaba que no lo fuera a regañar durante más de tres horas:
-Luna, escucha, yo…-
-No tienes por qué decirme nada brother, Lisa me lo contó todo, él como ayudaste a todos esos niños…..-
- ¿Estas molesta? -
-No, no lo estoy, al menos no contigo-
- ¿Entonces con quién? -
-Con todos esos cretinos que hablan mal de ti o bueno, de spider-kid. Ahora que sé que tú eres el que está bajo esa máscara y recuerdo cada vez que te veía siendo atacado por uno de esos súper villanos, no… no lo se. Linc, siento mucho mi comportamiento anterior, es solo que no te quiero perder, ¿cómo se lo explicaría a mamá y papá?, eres nuestro hermanito y nuestra familia se derrumbaría si algo te pasara-
-No te voy a mentir Luna, yo también tengo miedo, cada vez que me pongo la máscara me siento un completo egoísta por no pensar en cómo les afectaría a ustedes si a mí me pasara algo. Pero hoy volví a recordar por soy spider-kid…. para ofrecerles a los demás un futuro mejor…. aunque mi futuro esté en constante peligro-
Ambos hermanos se abrazaron mutuamente y pasaron todo el día tocando la guitarra, Lincoln no quería perder la práctica y Luna quería estar con su hermano el mayor tiempo posible.
Continuará….
