21/12/24
DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House y Spider-Man no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.
Capítulo 65: Tregua
-CORRAN, CORRAN-ordenaba a gritos la Reina de diamantes a los Louds de la dimensión de spider-kid ya que una inmensa horda de simbiontes estaba destruyendo las ventanas, muros y puertas de la casa Loud.
-¿Hacia dónde?- preguntó Lola.
-El lugar más seguro de nuestra residencia es la guarida subterránea de nuestro hermano, sin embargo, está del otro lado de la casa- sugirió Lisa.
El resto del equipo se había marchado a resguardar Royal Woods, por lo que la Reina de diamantes y la contadora de cartas eran las únicas encargadas de contactar a S.H.I.E.L.D para que les llevará el acelerador de la dilatación del tiempo y así lograr poner a salvo a la familia de spider-kid en otra dimensión, no obstante, ninguna de las tres Lisas presentes había tenido éxito en para contactar a Nick Fury o a su esposa "X". La Lola (Reina de diamantes) y Lisa (contadora de cartas) de la dimensión de Ace Savvy hacían todo lo posible por contener a los voraces simbiontes pero poco a poco perdían terreno ante la superioridad numérica de los soldados de KNULL, quienes estaban decididos a devorar los cerebros de todos los que habitaban la residencia Loud debido a su apetito interminable.
La Reina de diamantes comenzó a recordar aquella fatídica noche en la que cuatro de sus hermanas y su madre fallecieron y ahora la historia se estaba repitiendo, ¿acaso los Louds estaban condenados?, ¿estaban pagando debido a culpas ajenas a ellos?. Todo lo que tenía en mente aquella variante de Lola era mantener a salvo a la familia de spider-kid, no podía permitir que el pasara por el mismo dolor que ella había experimentado.
-Mis cálculos indican que solo nos quedan siete minutos antes de que los soldados de KNULL logren ganarnos- mencionó la Lisa de la dimensión de spider-woman.
-Literalmente tu "optimismo" no ayuda en estos momentos variante de mi hermana genio- mencionó con fastidio y terror en cada una de sus palabras Lori.
-A la cuenta de tres, todos corran hacia la habitación de Lincoln, 1, 2,- ordenó el señor Lynn.
-3, 3, ¡3!- lo interrumpió a gritos la señora Rita.
Fue entonces que todos comenzaron a correr, por un momento extrañaron el hecho de que su antigua casa fuese más pequeña ya que el pasillo se les hizo interminable, además de que cuando iban a mitad de este toda la electricidad de la casa se fue, dejándolas a todas a oscuras y con un gran temor:
-No se separen chicas- ordenó el señor Lynn.
-Así comienzan todas las películas de terror que he visto- mencionó Lucy.
-Creo que debemos separarnos- sugirió Luan.
-¡LUAN!- gritaron todos a la par.
-Lo siento, cuando estoy nerviosa cuento chistes-
-Lisa, ¿no tendrás más de esas galletas bioluminiscentes como la que le diste a Luan aquella vez que se fue la luz?- preguntó Lana.
-¿Qué les hace creer que fabrique más de esas…?.- ante la mirada acusatoria de todos, la pequeña genio tuvo que confesar- bien, pero solo tengo una galleta para cada una.
Lisa comenzó a repartir una galleta por cada miembro de su familia y a los pocos segundos todos comenzaron a brillar lo suficiente para iluminar el camino:
-¿No era más sencillo utilizar la linterna de nuestros teléfonos?- cuestionó Leni.
Todos golpearon sus frentes con la palma de sus manos por no pensar antes en aquella solución tan simple, sin embargo, el ruido de una ventana quebrándose les recordó que estaban bajo ataque, así que todos reiniciaron su marcha hacia la habitación de Lincoln. La casa nunca les había parecido tan escalofriante como en esos momentos, todas las hermanas iban tomadas de la mano, desde la menor a la mayor. El señor Lynn sujetaba un bate de béisbol en caso de encontrarse a alguna alimaña, estaban cerca de la habitación cuando vieron que, custodiando la puerta, se hallaba un simbionte color amarillo con venas color negro palpitantes y cuya saliva era de color verde, ¡rayos!, así sería imposible llegar hasta la recámara de Linc.
-Escuchen todas, yo distraeré a esa cosa, ustedes corran de inmediato y enciérrense en la recámara de Lincoln- ordenó el patriarca.
-ESO Es un suicidio Lynn- exclamó la señora Rita.
-Estaré bien, pase lo que pase, ¡no salgan por ningún motivo!- contestó el cocinero.
El hombre se acercó a la criatura cual gacela y le rompió el bate de béisbol en la cabeza con toda su fuerza, acción que lejos de lastimarlo, irritó al monstruo quien tras lanzar un feroz rugido de guerra, comenzó a perseguir al pobre hombre, momento que fue aprovechado por toda la familia Loud para entrar a la habitación del sexto hijo, casi todas se preocuparon por el futuro del señor Lynn, a excepción de Lisa quien no tenía tiempo para sentimentalismos y se apresuró a abrir la compuerta de la guarida de Spider-kid para que todos se pudieran refugiarse ahí. De pronto, sonidos de golpes y de cosas rompiéndose, estremecieron a todas:
-Ya no puedo quedarme sin hacer nada- exclamó Lynn Junior intentando ir en ayuda de su padre, pero siendo detenida por Lori, quien le indicó con la mirada que sería inútil si intentaba hacer algo.
Todos entraron al elevador y antes de que Lisa pudiera presionar el botón de planta subterránea, la puerta de la habitación de Lincoln comenzó a ser rasgada desde la parte de afuera seguida de unos desgarradores gritos de dolor:
-¡PAPÁ!-
Fue entonces que las puertas del elevador se cerraron y este empezó a descender hasta el misterioso lugar que había sido una gran incógnita para casi toda la familia:
-Así que este es el cuartel del apestoso, ¡muy impresionante!- exclamó Lynn Junior quien no podía dejar de apreciar y envidiar todos los artilugios de aquel centro de comando.
-Intentare comunicarme con "X" o con alguien del equipo- exclamó la Lisa de la dimensión de spider-woman, sentándose en la silla de la enorme computadora del lugar.
No obstante, antes de que siquiera pudieran sentirse a salvo, escucharon cómo el elevador era activado para bajar hasta donde ellos se encontraban por lo que sin perder el tiempo, las hermanas mayores tomaron algunos instrumentos que les servirían para defender a sus hermanas menores, todas esperaban que del elevador saliera por lo menos un simbionte, pero quedaron en shock cuando al abrirse las puertas del elevador, se reveló que quien lo había utilizado no eran otros sino spider-woman y spider-kid, quienes cargaban a unos inconscientes señor Lynn, Black cat, contadora de cartas y Reina de diamantes:
-¿Están todos bien?- preguntó la Sam de la dimensión dos acomodando en el sofá a los inconscientes.
Sin embargo, nadie respondió nada, pues estaban petrificadas y toda su atención estaba hacia El Niño que portaba el traje de spider-kid, ¿en verdad era Lincoln?. El peli blanco pareció entender las dudas que pasaban por las cabezas de su familia, así que dijo con un tono de voz dulce:
-Chicas, ¡soy yo!- tras lo cual, se quitó su máscara. Revelando sus pecas, sus dientes de conejo, sus ojeras y su tan característico cabello blanco.
Aquello fue suficiente para que todas se abalanzaran a abrazar a su hermano, sin medir su fuerza y derribándolo al instante:
-También me alegra verlas a todas ustedes-
Lynn Junior golpeó a Lincoln en el brazo, haciendo que este se quejara por el dolor:
-ESO Es por preocuparnos- aunque después le dio un beso en la mejilla- y esto por regresar sano y salvo apestoso.
-Linky, ¡te extrañamos mucho!- expresó Leni apretando las mejillas de su hermano y derramando una que otra lágrima.
-Qué bueno que volviste Niño araña- exclamó Lori frotando con ternura el cabello de su hermano menor.
Lincoln entonces se incorporó y vio fijamente a su madre, quien solo lo observaba sin decir una sola palabra y sin siquiera moverse, el chico se acercó lentamente a su madre quien al tenerlo más cerca se arrodillo para estar a su altura y revisar si en verdad era su hijo o solo era otro sueño como los que la habían estado atormentando desde el día en que desapareció. Cuando no quedaban dudas, ella se abalanzó sobre él para tenerlo lo más cerca de ella como le fuera posible, ella lloró y él no pudo evitar llorar, le habían pasado tantas cosas y lo único que en verdad deseaba era volver a estar cerca de quienes realmente amaba.
Después Lincoln explicó a su familia lo que le había ocurrido y la razón de su ausencia de forma breve mientras cargaba a su pequeña hermana Lily, quien no había querido soltarlo ni un solo instante, claro que el chico tuve el suficiente tacto de no mencionar algunas torturas por las que había tenido que pasar, posteriormente, Lisa también comenzó a relatarle con lujo de detalles todos los hechos ocurridos durante su ausencia, desde la derrota del señor Negativo hasta la iniciativa Atalaya. Luego toda la habitación permaneció en completo silencio ante la incertidumbre por el futuro hasta que spider-woman decidió tomar la palabra:
-¿Y ahora qué?-
Fue entonces que Lincoln se incorporó, dejando a Lily a cargo de Lori:
-Para ganar una guerra, necesitamos un ejército ¿no es así Lisa?- dirigió su mirada a su hermana genio, quien se acomodó las gafas antes de responder.
-Efectivamente hermano mayor, sin embargo, como te expliqué hace unos momentos, mi plan para fabricar un ejército de Todds fue un completo fracaso y volver a intentarlo sería una pérdida de tiempo. Temo ser la portadora de malas noticias, pero sin importar que tan fuerte sean ustedes, el ejército de simbiontes está conformado por miríadas y miríadas de soldados y en dicho caso de que fueran capaces de derrotarlos, sería absolutamente improbable que vencieran a KNULL, que con los pocos datos con los que cuento acerca de él, puedo concluir que su fuerza está a una escala fuera de toda comprensión humana-
-Pero yo no hablaba de ese ejército- señaló Lincoln.
-¿Ahora que piensas hombre del plan?- cuestionó Lori.
Spider-kid solo sonrió y se colocó nuevamente su máscara:
-¿Vienes spider-woman?-
-Si-
Todas parecían indecisas, ¿acaso Lincoln planeaba enfrentar a ese rey de las tinieblas a pesar de todo?. Su madre solo se acercó a él y le dio un beso en la frente después de dedicarle una sonrisa a su hijo:
-Te prepararé tu pastel favorito cuando vuelvas- prometió la ayudante de dentista.
Tras lo cual, ambas arañas se marcharon de la casa Loud y empezaron a surcar los cielos de la desolada Royal Woods, todo estaba en ruinas y ni una sola persona o simbionte se veían en las calles, los suplicios por ayuda habían cesado repentinamente y solo los roídos de algunas ratas devorando cadáveres estaba presente. La escena en verdad era lamentable pero solo era otro motivo más para vengar toda la sangre derramada. Finalmente, ambos adolescentes llegaron al centro reclusorio de Royal Woods:
-Lincoln, ¿estás pensando lo que creo que estás planeando?-
-Tal vez-
-¿No es muy arriesgado?-
-¿Qué otra opción tenemos?- contestó el chico sin siquiera voltear a ver a su compañera y limitándose exclusivamente a constituir caminando.
Tras aquellas palabras, los dos spideys tomaron por sorpresa a la capitana Olivia, quien todo este tiempo había estado resguardando la prisión para que ningún súper villano escapara aprovechando el caos generado por la invasión de KNULL. Lincoln procedió a explicar su plan a la jefa de la policía, que no parecía convencida en un principio pero que al final aceptó al verse sin alternativas. Fue entonces cuando spider-kid, spider-woman y la capitana Olivia comenzaron a caminar por el pasillo que separaba a los reos:
-Miren a quien tenemos aquí, ¿a qué vienes trepa muros?- gritó abalanzándose contra los barrotes de su celda el escorpión.
-¿No has hecho bastante daño ya?- preguntó misterio.
-Escuchen bien prisioneros, la mayoría de ustedes no son tontos, quizá ya están enterados que afuera de estos muros hay una invasión de voraces simbiontes devora cerebros que están destruyendo la ciudad- mencionó con voz fuerte y autoritaria spider-woman dirigiéndose a todos los súper villanos.
-¿No nos digas?- preguntó con sarcasmo el camaleón.
-Si si, ya escuchamos a la copia barata del mocoso araña, pero no se olviden que fue el insecto quien nos encerró en estas jaulas como perros pulgosos de la calle- señaló Rhino.
-Es cierto, peleamos en bandos contrarios en el pasado- alzó la voz spider-kid- y todos están aquí por alguna razón. Pero esta invasión es más grande que ustedes o que yo, los simbiontes son como una plaga de langostas que devora todo a su paso y que no se detendrá cuando exterminen a todas las personas inocentes, ¡luego seguirán ustedes!-
-A, ¿ósea que nos unimos a ti o nos morimos?, ¡qué gran variedad de opciones arañita!- dijo el buitre.
-COMBATAN A MI LADO Y YO ME COMPROMETO A ABOGAR POR CADA UNO DE USTEDES FRENTE A LAS AUTORIDADES PARA QUE OBTENGAN SU LIBERTAD CONDICIONAL-
Todos los archienemigos de spider-kid lo miraban con profundo rencor, aquel Niño había frustrado sus planes, pero también comprendían que solo existía aquella solución para detener la invasión, así que, de mala gana, estuvieron dispuestos a colaborar con el chico araña. Por lo que, sin perder más tiempo, casi todos fueron liberados de sus celdas, el sentido arácnido de spider-woman y spider-kid estaba muy activo debido a estar rodeados de decenas de súper villanos. La capitana Olivia comenzó a entregarles con dificultad su Arsenal a cada uno de los archienemigos de spider-kid para equiparlos para el combate que tendrían:
-Yo combatiré al tal Knull- habló el duende naranja desde su celda.
-En tus sueños duende, prefiero pelear contra mil simbiontes al mismo tiempo que dejarte libre- contestó con tono severo spider-kid acercándose a la Celda del villano.
-¿Spider-kid?- interrumpió spider-woman la charla entre ambos.
-¡Es muy peligroso!. No podemos arriesgarnos a liberar a los enemigos más ruines con los que he tenido que lidiar, ellos serían capaces de vender a su propia madre si tuvieran la oportunidad- respondió Lincoln sin considerar aquella posibilidad por un solo segundo.
-¿En serio cree tener una mínima oportunidad Niño?- preguntó el señor negativo desde su celda.
-Solo te advierto que cuando ganemos, te freiré de dentro hacia afuera cabeza de red- amenazó electro.
-Lo Bueno para mi es que probablemente no sobrevivamos chispitas-
-¿Estamos listos?- preguntó Sam de la dimensión dos.
-Aún no, ¡falta alguien!- contestó Lincoln.
Washington, París, Londres, Moscú, Tokio, Berlín, Roma, Jerusalén, todas las principales capitales del mundo están siendo atacadas por las hordas de simbiontes. La ONU ha declarado una alerta máxima para que los ejércitos de las potencias mundiales establezcan una alianza para proteger a la población civil y desplegar sin perder tiempo la defensa del planeta. Se les pide a todos los habitantes permanecer en sus hogares y evitar toda acción que pudiera llamar la atención de estas criaturas.
Clyde apago el televisor, estaba cansado de escuchar una mala noticia tras otra mala noticia, se iba a dirigir a su habitación cuando alguien lo llamó:
-¡CLYDE!. Necesito tu ayuda, ¡no podemos contra los simbiontes!, necesitamos toda la ayuda posible-
El chico de anteojos volteó la mirada lo suficiente hacia su ex-mejor amigo para que este viera la quemadura en la mitad de su rostro, producto de su batalla contra superior spider-kid y mencionó molesto:
-No mereces mi ayuda-
-Clyde, miles de millones de vidas están en peligro- intentó hacerlo razonar Lincoln.
-LÁRGATE- contestó de forma fría Clyde.
Spider-kid se marchó de la residencia McBride sin decir nada más, mientras que Clyde se quedó observando una antigua fotografía en la que aparecían él y Lincoln de seis años, el día en que se conocieron y su amistad nació, ¿por qué las cosas no podían ser como antes?. El chico estaba tan inmerso en sus recuerdo que no noto la presencia de su padre:
-Hijo, el día en que te adoptamos, fue el más feliz de mi vida, Howard y yo siempre hemos temido perderte y por ello te hemos sobreprotegido toda tu vida-
-Si y lo agradezco padre-
-No obstante, es el momento de que el mundo conozca tu potencial, sé que no tengo ningún derecho a pedírtelo hijo, pero… deja a un lado el dolor por la muerte de tu padre, aunque sea por unos instantes, el no querría ver que su pequeño está sumido en el odio y la amargura-
Clyde no era ningún tonto, sabía perfectamente que era lo correcto, pero sencillamente no era tan fácil como se escuchaba, ¿cómo olvidar el deseo de venganza hacia quien asesino a su padre?.
-Amaba a tu padre, como te he querido a ti hijo, ¡como tus amigos te aprecian!-
Continuará….
