Tras la derrota definitiva de Kid Buu, la Tierra disfrutó de un largo período de paz. Con la amenaza eliminada, los Guerreros Z continuaron con sus vidas, alejándose poco a poco de las constantes batallas que definieron su juventud.
Gohan, siguiendo su deseo de llevar una vida tranquila, se casó con Videl y juntos tuvieron una hija a la que llamaron Pan. Decidido a dejar las peleas atrás, Gohan se dedicó por completo a su familia y a su carrera como investigador, centrándose en el estudio de antiguas civilizaciones y el potencial del Ki.
Mientras tanto, los demás guerreros también siguieron su propio camino. Goku, aunque más relajado, nunca dejó de entrenar y seguir buscando desafíos. Krilin y Número 18 criaban a su hija Marron, mientras que Yamcha, Tenshinhan y otros conocidos de la banda Z continuaban con sus respectivas vidas.
Sin embargo, el cambio más grande ocurrió en la familia de Vegeta. Años después del nacimiento de Trunks, Bulma y Vegeta tuvieron dos nuevos hijos: una niña y un niño.
La hija, a la que llamaron Bra, heredó todos los rasgos físicos y la inteligencia de Bulma. Desde pequeña, su astucia y curiosidad la hicieron parecer una "mini Bulma", sorprendiendo a todos con su capacidad para comprender tecnología avanzada a una edad temprana.
Por otro lado, el hijo de Vegeta fue una sorpresa aún mayor. Naruto, como fue nombrado, heredó absolutamente todo de su padre: su cabello negro , su mirada seria y su porte orgulloso. Pero lo que más impactó a todos fue que nació con una cola Saiyajin, un rasgo que ya no se veía en los nacimientos modernos.
Vegeta, aunque no lo demostraba abiertamente, estaba profundamente complacido por esto. Para él, la presencia de la cola era una señal de que la sangre real de los Saiyajin aún persistía fuerte en su linaje. Su deducción fue que Naruto había heredado una pureza genética Saiyajin excepcional, lo cual lo hacía diferente a los híbridos como Trunks y Goten
Desde una edad temprana, Naruto mostró una actitud arrogante y una determinación feroz, recordando a todos el carácter de Vegeta en su juventud. Su naturaleza seria y su mentalidad de guerrero lo hicieron destacar entre sus compañeros, y al igual que su padre, nunca mostró interés en juegos infantiles o trivialidades.
A diferencia de su hermana Bra, quien parecía más interesada en la tecnología y la ciencia, Naruto mostró una inclinación natural por el combate y la disciplina del entrenamiento. Claro tenia una inteligencia heredada de sus padres,Vegeta, al notar su potencial, decidió tomarlo bajo su tutela desde muy pequeño, asegurándose de que su hijo no solo heredara su genética, sino también su inquebrantable voluntad de acero.
Sin embargo, a pesar de su actitud orgullosa, Naruto no era insensible. Aunque le costaba expresarlo, sentía un fuerte lazo con su familia, especialmente con su padre, a quien admiraba en silencio.
En terminos de edad los 3 sayajins son de la misma edad bra , pan y Naruto
Tras la emotiva despedida de Goku y Uub en el torneo de artes marciales pues el guerrero decidio tomar ah uub bajo su cuidado pues aquel chico era la reencarnación de Majin buu malo , el mundo parecía haber encontrado finalmente una paz duradera
Pasaron los años, y la nueva generación de guerreros Z creció. Naruto y Bra, los hijos de Vegeta y Bulma, se habían convertido en jóvenes llenos de energía y potencial.
Naruto, quien heredó la figura musculosa de su padre, no era un guerrero exageradamente grande, pero su complexión denotaba fuerza. Aunque siempre estuvo más interesado en el entrenamiento que en los estudios, su madre, Bulma, insistió en que debía asistir al instituto para tener una educación más completa. En el instituto, compartía clases con Pan y Bra, pero, a pesar de sus estudios, nunca dejó de lado su entrenamiento intensivo. En las horas libres, podía encontrarse entrenando con su padre, Vegeta, en la sala de gravedad pues Naruto a una edad mas temprana le pido entrenamiento ah su padre por eso siempre iba oh se le veia siempre con vegeta
Aunque las horas de estudio y los entrenamientos exhaustivos lo dejaban agotado, Naruto nunca se rindió. Su deseo de superar los límites impuestos por su padre, así como su naturaleza orgullosa y competitiva, lo motivaban a seguir luchando incluso cuando sentía que no podía más. El esfuerzo y la dedicación no pasaron desapercibidos para Vegeta, quien observaba a su hijo con una mezcla de orgullo y satisfacción.
Un día, cuando tenía 8 ,durante una de sus intensas sesiones de entrenamiento, mientras luchaba por seguir el ritmo imparable de Vegeta, Naruto sintió una oleada de frustración y rabia. Esa emoción, combinada con la sobrecarga de energía en su cuerpo, desató algo inesperado: el poder de un Súper Saiyajin.
Aunque sorprendido, Vegeta no subestimó el logro de su hijo. En lugar de rechazarlo o restarle importancia, le ofreció palabras de sabiduría. Le sugirió que no se apresurara en dominar esa transformación, pero le recomendó que experimentara con ella durante todo un día, tal como lo hicieron en su momento Goku y Gohan. Vegeta sabía que para dominar esta transformación, Naruto debía aprender a canalizar su poder y mantener el control durante más tiempo.
"Recuerda," le dijo Vegeta, "la verdadera fuerza no solo proviene de la rabia. La clave está en cómo controlas tu poder, cómo lo usas sin dejar que te consuma. Si quieres ser como yo, o incluso mejor, debes entender que el verdadero desafío está en tu mente, no en tu cuerpo."
Con esas palabras en mente, Naruto comenzó un proceso de autoaprendizaje. Aunque su camino hacia la maestría del Súper Saiyajin sería largo y lleno de obstáculos, Naruto estaba dispuesto a darlo todo para demostrar que era digno de su legado Saiyajin. La relación entre padre e hijo
Después de años de entrenar , estudiar pero mas entrenar pudo obtener el estado del súper sayajin 2 ah la edad de 13 años por lo que Vegeta lo entrenaba aun mas arduamente siempre le decia " tu de todas las personas tienes que superarme oh por lo menos igualarme eso le dio motivos ah Naruto de seguir entrenando
Naruto, de 14 años, caminaba lentamente por la ciudad, disfrutando de un merecido descanso de los entrenamientos y la escuela. Llevaba puestos unos jeans negros, una camiseta roja y su mochila colgada al hombro. Buscaba un lugar tranquilo donde relajarse, y su destino era un restaurante de ramen cercano. Al doblar una esquina, se encontró con un gran grupo de personas y policías reunidos frente a un edificio.
"Debe haber habido un asalto", pensó Mientras se encogía los hombros. "Solo espero que no hayan destruido el local de ramen". Al acercarse un poco más, vio a un hombre mayor que le pareció familiar, y a un niño que le recordaba a Goku, además de Pan, quien se veía algo sorprendida. Decidió acercarse para ver qué sucedía.
—Hola, Maestro Roshi, ¿qué haces por aquí? —saludó cortésmente Naruto, con una ligera sonrisa.
El Maestro Roshi, al ver al joven, lo reconoció de inmediato y sonrió.
—¡Naruto! Qué tal, ¿qué haces por aquí? —respondió con su característica sonrisa.
Naruto miró a Pan, quien seguía mirando fijamente al niño. Se acercó a ella y le movió la mano frente a la cara, pero no reaccionó. Preocupado, aunque no lo mostraba abiertamente, le tocó el hombro.
—¿Pan, estás bien? —preguntó con tono suave.
Pan reaccionó al instante.
—Eh... sí, Naruto, gracias —respondió, sin apartar la mirada del niño.
En ese momento, el niño, al escuchar el nombre de Naruto, se giró hacia él con una gran sonrisa.
—Vaya, así que eres Naruto, ¿eh? ¡Qué grande estás! Y por lo que veo, también te has vuelto más fuerte —dijo emocionado—. Dime, ¿cómo están Bulma y Vegeta? —preguntó, mientras se ponía las manos en la nuca y sonreía ampliamente.
Naruto levantó una ceja y, serio, respondió.
—¿Y tú quién eres? —dijo, sin mostrar mucha curiosidad.
El niño no perdió la sonrisa.
—¡Vaya! Sí que te pareces al gruñón de Vegeta. Pues soy Goku, ¡jajaja! —dijo, dejando a Naruto pensativo por un momento.
Naruto suspiró, rascándose la cabeza, sin poder creer lo que acababa de escuchar.
—No sabía que era usted, señor Goku... —dijo, cruzándose de brazos—. Hace tiempo que no lo veía... Pero, respondiendo a tu pregunta, mis padres están bien
Pan estaba completamente en shock. No podía creer que el niño frente a ella fuera su abuelito, Goku, el hombre al que tanto admiraba. Con una mezcla de incredulidad y enojo, lo señaló.
—¿Eso quiere decir que eres el abuelo Goku? —dijo, señalándolo con el dedo, aún sin poder creerlo.
Naruto suspiró, y colocando una mano sobre el hombro de Pan, le habló con tono comprensivo.
—Pan, eso ya deberías saberlo. Tiene el mismo ki que Goku... Ahora que lo pienso, tiene sentido —dijo con una pequeña sonrisa. Sabía que para Pan debía ser difícil aceptar que el niño frente a ella fuera el mismo Goku que había conocido en su infancia.
Goku la miró pensativo, rascándose la cabeza.
—Entonces, eso quiere decir que tú eres Pan, ¿no? —preguntó, afirmando lo que había supuesto con una sonrisa en su rostro.
El Maestro Roshi, que había estado observando todo desde lejos, se acercó con una expresión extrañada.
—¿Es que no se conocían? Siempre los veía juntos... —comentó, confundido por la actitud de ambos.
Naruto se acercó al Maestro Roshi y, en un susurro, le explicó.
—Eh, maestro, creo que para Pan es extraño ver a Goku en este estado tan pequeño... —dijo con una mirada de comprensión. El Maestro Roshi asintió y, tras pensarlo un momento, sugirió una solución.
—Bueno, tal vez lo mejor sea que vayan a las Montañas Paos... —sugirió el Maestro Roshi, señalando la dirección con la mano. Goku, Pan asintieron, y el anciano, tras darles el consejo, se retiró, dejándolos a solas.
Pan, todavía con los brazos cruzados y un poco molesta, miró a Goku.
—Está bien, tenemos que ir a las Montañas Paos con la abuela Milk lo más rápido posible —dijo, decidido.
Goku asintió sin dudar.
—¡Entendido! —respondió, y, sin perder tiempo, comenzó a volar en dirección a las Montañas Paos.
Pan se giró hacia Naruto con una expresión más suave, sus ojos mostraban una ternura que no podía ocultar.
—Eh, Naruto... ¿crees que podríamos hablar más tarde? —preguntó, nerviosa y con un ligero rubor en sus mejillas.
Naruto, en su mente, pensaba que Pan se veía realmente linda, pero rápidamente trató de apartar ese pensamiento. Sonrió amablemente.
—Claro, Pan. No hay problema —respondió con una sonrisa cálida.
Pan asintió y, sin decir más, encendió su ki y comenzó a volar en la dirección en la que se había ido su abuelo. Naruto, por su parte, suspiró y continuó caminando hacia el restaurante de ramen, dejando atrás el encuentro, pero con una sensación extraña en su pecho.
Más tarde ese día...
Naruto estaba sumido en sus estudios, intentando concentrarse a pesar de su cansancio. De repente, su teléfono sonó. Al contestar, escuchó la voz de Pan al otro lado de la línea.
—Hola, Pan. ¿Qué hay de nuevo? —dijo con tono relajado y algo bromista, intentando hacerla sentir cómoda.
En el otro lado, Pan sonrió al escuchar la voz de Naruto.
—Pues, muchas cosas... Hay varias cosas que quiero contarte —respondió, con un tono que reflejaba su preocupación, pero también una mezcla de deseo de sincerarse.
Naruto notó la seriedad en su voz y decidió calmarla.
—Tranquila, Pan. Dime todo poco a poco, estoy escuchando —le respondió, tratando de transmitirle tranquilidad.
Pan respiró hondo antes de hablar, sintiendo el peso de lo que iba a contar.
—¿Recuerdas que mi abuelo Goku fue transformado en niño, verdad? —comenzó, notando cómo Naruto prestaba atención—. Pues las esferas que usaron para eso están conectadas con la Tierra... Bueno, eso fue lo que me dijo mi papá. Pero lo más impactante es que necesitamos reunir esas esferas que se han dispersado por todo el universo. Si no las conseguimos a tiempo... La Tierra... va a explotar —terminó, con un tono de preocupación que reflejaba el miedo que sentía por lo que estaba en juego.
Naruto se sorprendió al escuchar —¿Qué? —dijo, intentando no sonar alarmado, pero la sorpresa era inevitable—No te preocupes, Pan. Sé que te está costando mucho, pero no estamos solos en esto —respondió con calma, aunque él también estaba consciente de la gravedad de la situación. Respiró hondo, buscando cambiar un poco el tono de la conversación para relajarlos a ambos
Pan dejó escapar una pequeña risa, aunque estaba claramente agotada por todo lo que estaba pasando.
—Es fácil para ti decirlo, Naruto... —respondió, pero su tono era más suave, como si buscara encontrar algo de consuelo en sus palabras.
Naruto sonrió, mirando el techo mientras pensaba en cómo seguir la conversación.
—Te entiendo, Pan. Pero lo que quiero decir es que, con el tiempo, aprendes a ver las cosas de una manera diferente. Y ahora más que nunca, necesitas creer en ti misma. Goku... tu abuelo... siempre ha tenido esa fuerza, y tú también la tienes. Confía en que todo saldrá bien, ¿vale? —dijo, sin darse cuenta de cuán sinceras y cercanas sonaban sus palabras.
Pan se quedó en silencio por un momento. Sabía que lo que Naruto decía tenía razón, pero aún le costaba aceptar la nueva realidad de su abuelo y el peso de lo que pasaria si no reúnen las esferas del dragón. Por un momento, no supo cómo responder. Pero entonces, con una voz suave, decidió sincerarse con él.
—No sé, Naruto. A veces me siento tan... confundida. Mi abuelo es como un héroe para mí, y verlo como un niño... me cuesta tanto. No sé cómo aceptarlo... —admitió, con una vulnerabilidad que no había mostrado antes.
Naruto, al escucharla, sintió una especie de peso en su pecho. No podía culparla. La situación era difícil para todos, especialmente para Pan, que había admirado a su abuelo toda su vida. Sin pensarlo, decidió responder con suavidad, tratando de calmarla.
—Lo entiendo, Pan. A veces las cosas no salen como esperamos... y eso nos afecta más de lo que pensamos. Pero, si me preguntas, lo importante es que él está ahí, ¿no? Aunque sea un niño ahora, sigue siendo Goku. No importa cómo luzca, siempre será el mismo... que conocemos, y el abuelo que tú amas. —dijo, con una sinceridad que lo sorprendió incluso a él mismo.
Pan no dijo nada por un momento, pero su respiración se volvió más tranquila, como si las palabras de Naruto le dieran un pequeño alivio.
—Gracias, Naruto... De verdad. Tus palabras me ayudan a ver las cosas de otra forma —respondió con una leve sonrisa en su voz, aunque aún podía oírse algo de tristeza.
Naruto, a pesar de la seriedad de la situación, no pudo evitar sentir una conexión más profunda con ella. La forma en que Pan hablaba, cómo se abría, cómo confiaba en él... Eso lo hizo sentir algo que no había experimentado antes. Pero, como siempre, trató de mantener la compostura.
—No tienes que agradecérmelo. Estoy aquí para lo que necesites ahora, lo que importa es que vamos a resolver esto.dijo, buscando darle algo de ánimo.
Pan sonrió, un poco más animada, aunque aún le costaba lidiar con la realidad. Pero sentía que, al menos, había encontrado en Naruto un apoyo sincero, alguien con quien podía compartir sus preocupaciones.
—Oye, Naruto... —dijo, cambiando de tema un poco, intentando aligerar el ambiente—. Gracias por escucharme. Sabes, no suelo hablar tanto con nadie sobre esto, pero... me siento mejor contigo.
Naruto, un poco sorprendido por lo que Pan había dicho, le sonrió sin poder evitarlo.
—Bueno, me alegra poder ayudarte, Pan. Siempre que necesites hablar, aquí estaré —respondió, sus palabras sinceras pero con una leve sonrisa de complicidad.
Ambos guardaron silencio por un momento, disfrutando de la conexión, aunque ninguno de los dos se atrevió a decir lo que realmente sentían en ese instante.
Finalmente, Pan rompió el silencio con una pregunta.
—Oye, Naruto... ¿qué harías si fueras a pelear por la Tierra... con todo lo que está pasando? —preguntó, curiosa.
Naruto se quedó pensativo por un instante antes de responder.
—Lucharía con todo lo que tengo, Pan. No importa lo que pase , incluso si el enemigo es mas fuerte que yo siempre me levantaré lo haría por proteger a las personas que quiero —dijo, con convicción.
—Eso es lo que me gusta de ti, Naruto —respondió Pan, con una sonrisa, aunque no podía evitar sentir un nudo en el estómago. La preocupación seguía ahí, pero sentía que había algo más, algo que ninguno de los dos estaba dispuesto a reconocer aún.
Al otro dia
Todos estaban ocupados mas apresurándose para corregir errores y mejorar la nave para el viaje al espacio. El taller estaba lleno de actividad, pero Pan, aunque intentaba ayudar, se sentía algo excluida. Nadie le pedía directamente que ayudara, así que decidió buscar a Naruto.
Lo encontró entrenando en la máquina de gravedad, transformado en Súper Saiyajin 2 Estaba sudando y, aunque le costaba mantener la transformación llevaba un año tratando de mejorar con la transformación seguía empujando sus límites no la podia mantener por mucho tiempo y aunque la mantenia un tiempo sentia el desgaste de energía pero se detuvo. Al ver a Pan acercarse, y volvió a su forma normal y seguido apagar la máquina después tomar una toalla para limpiarse la cara.
—Oh, hola, Pan, ¿qué pasa? —le dijo con una sonrisa mientras la observaba.
Pan no pudo evitar mirarlo por un momento. No solo estaba entrenando, sino que también se veía increíble. Rápidamente sacudió la cabeza para apartar esos pensamientos y se acercó a él.
—Nada... solo quería distraerme un poco —dijo, intentando esconder lo que sentía.
Naruto notó que algo no estaba bien, pero decidió no presionarla. Le sonrió con amabilidad.
—Está bien, Pan. Tomaré un descanso. Luego continuaré con mi entrenamiento —respondió, mientras se sentaba en una de las sillas cercanas.
Pan se sentó junto a él, algo pensativa. Finalmente, después de un momento de silencio, decidió hablar.
—Naruto... Quiero pedirte un consejo. —dijo con una expresión algo preocupada—. Es sobre mi abuelo Goku. Quiero ir a ayudarle con todo esto, pero... mis padres y mi abuela no me dejan. Me dicen que no soy lo suficientemente fuerte para ir al espacio con él.
Naruto la miró con atención, comprendiendo lo que estaba diciendo.
—Ya veo... —dijo, mientras pensaba en lo que Pan le había contado—. Pan, entiendo que quieras ir. Goku es tu abuelo, y naturalmente quieres estar a su lado en algo tan importante. Pero tus padres y tu abuela solo quieren protegerte. Ellos saben que aún eres joven y no quieren que te pongas en peligro innecesario.
Pan bajó la mirada, claramente frustrada.
—Lo sé... pero siento que si no voy, voy a fallarle. Quiero estar con él, quiero ayudar. Mi madre me dejó claro que no debo ir. Mi abuela también... No sé qué hacer. —dijo con tristeza.
Naruto suspiró y la miró con una sonrisa comprensiva.
—Pan, lo entiendo más de lo que crees. Yo también quiero ayudar a Goku, y aunque mis padres no se oponen, mi madre me dijo que tenía que ir con Trunks o Goten . Es una misión importante, pero no podemos olvidarnos de que a veces, lo más importante es confiar en los demás y saber cuándo necesitamos estar aquí, en lugar de ir al frente de la batalla.
Pan lo miró, algo sorprendida.
—¿Entonces, tú vas a ir al espacio con él? —preguntó, un poco confundida.
Naruto asintió lentamente, con una expresión seria pero tranquila.
—Sí. He estado entrenando para eso. Mis padres confiaron en mí para acompañar a Goku, en caso de que las cosas se compliquen. Pero también sé que Trunks y Goten están siendo considerados para ir, y aún no sabemos quién de los 2 será el elegido para acompañarnos. Pero no importa quién sea, porque si algo sale mal, yo estaré listo para actuar.
Pan asintió lentamente, comprendiendo que, aunque su deseo de acompañar a Goku era muy fuerte, las circunstancias eran más complejas de lo que había pensado.
—Entonces... ¿ quien iría Trunks o Goten ? —preguntó, aún algo desconcertada pero aliviada al mismo tiempo.
Naruto sonrió suavemente.
— no lo se padre fue a buscarlos ,. Pero no te preocupes, Pan. Goku sabe que siempre puede contar con todos nosotros, incluso si no estamos allí físicamente. Lo que más importa es que sigas siendo fuerte, estés preparada, y aprendas. Quizás este no sea tu momento, pero seguro que tu oportunidad llegará.
Pan respiró hondo, sintiéndose un poco más tranquila. No era fácil para ella aceptar no ir al espacio, pero al menos comprendía que su familia solo intentaba protegerla.
—Gracias, Naruto. Es bueno saber que hay alguien más allá que entiende cómo me siento —dijo, con una ligera sonrisa.
Naruto le dio un golpe en el hombro, amistoso.
—No tienes que agradecerme. Sabes que siempre estaré aquí para apoyarte, Pan. Ahora, ¿qué te parece si tomo otro descanso y luego sigo con el entrenamiento? —dijo, con un tono más ligero.
Pan se rió suavemente, asintiendo.
—Me parece perfecto —respondió, ahora con una sonrisa más sincera.
Después de hablar con Naruto y encontrar algo de consuelo en sus palabras, Pan sintió que su frustración había disminuido un poco. Sin embargo, la decisión de no poder acompañar a su abuelo Goku seguía pesando en su corazón. Mientras Naruto volvía al entrenamiento, Pan decidió que, aunque no pudiera estar con Goku, sí podría hacer algo útil. Así que pensó en visitar a su abuelo Satán, que probablemente estaría preocupado por la situación.
Con el ánimo un poco más aliviado, Pan voló rápidamente en dirección a la casa de su abuelo satán. Mientras tanto, en otro lado de la ciudad, Vegeta estaba buscando a Trunks y Goten por petición de Bulma este estaba
discutiendo sobre quién de los dos debería ir al espacio con Kakaroto
Vegeta, serio como siempre, miraba a los chicos
—Uno de ustedes dos irá al espacio con Kakaroto,. No hay discusión —dijo Vegeta, mirando a su hijo mayor con firmeza—. Trunks, prepárate, parece que serás tú.
Trunks frunció el ceño, algo sorprendido por la decisión tan directa de su padre.
—¿De verdad, papá? —dijo Trunks con una mezcla de duda y resignación—. No tengo ganas de ir al espacio... no es lo mío.
—No te quejes, Trunks —respondió Vegeta, con su tono serio y mandón—. Goten, ¿tú qué opinas? —le preguntó, volviendo la mirada ah goten .
Goten, con una expresión de disgusto, cruzó los brazos.
—Yo no quiero ir. Trunks debería ir, además yo tenia una cita no es justo—dijo Goten con una sonrisa torcida, intentando no parecer demasiado molesto.
Vegeta suspiró, claramente frustrado, y se cruzó de brazos.
—Bien, Trunks, parece que eres el elegido. Prepárate —dijo, antes de darse la vuelta y comenzar a caminar hacia otro lado.
Trunks asintió con desgana y empezó a preparar su equipo, aunque claramente no estaba muy emocionado con la idea de viajar al espacio.
--
Mientras tanto, Naruto, completamente preparado para el viaje, se encontraba en la nave calibrando los controles. Había asegurado que todo estuviera en orden para el despegue y para que todo estuviera listo.
—casi todo listo para partir —murmuró Naruto mientras hacía el último chequeo, satisfecho con el trabajo realizado.
Justo en ese momento, Pan regresó de la casa de su abuelo Satán, notando que la nave ya estaba casi lista para despegar. Sin embargo, no veía a su abuelito por ningún lado, lo cual la confundió.
Al asomarse a la nave, vio a Naruto revisando los controles y se acercó sigilosamente, sin que él la notara., Pan vio una oportunidad y decidió aprovecharla. Mientras que Naruto no veia presionó el botón de encendido, y la nave comenzó a despegar sin previo aviso.
Alertando ah todos los cuales miraron la nave despegar poco a poco
—¡Oh no! —exclamó Pan, sorprendida al ver que la nave comenzaba a elevarse.
Naruto, al escuchar el ruido del despegue, miró hacia pan —¡Pan! —gritó Naruto mientras la mirada sorprendió y enojado —. ¿Qué estás haciendo? ¡Estás loca!
Pan lo miró nerviosa—No podía quedarme atrás, Naruto... —dijo Pan, con una mezcla de excitación y preocupación.
Naruto suspiro resignado —Está bien. Supongo —respondió Naruto con un mal presentimiento asi que se agarro la frente con estres sabia lo que se venía
Después de un rato
Naruto hablaba por comunicador con su madre, tratando de tranquilizarla mientras ajustaba los controles de la nave.
—Sí, sí, mamá, no te preocupes. Me haré cargo de Pan, todo estará bien —dijo con calma, intentando apaciguar la preocupación de Bulma. Luego, con una sonrisa confiada, agregó—: Además, soy el hijo del príncipe de los saiyajin, ¿cómo podría perder?
Su tono estaba lleno de determinación y seguridad, algo que definitivamente había heredado de su padre.
Bulma suspiró al otro lado de la línea. Aquel chico tenía todos los rasgos de Vegeta: la arrogancia, la confianza y, sobre todo, ese espíritu indomable que no le permitía rendirse.
Vegeta, quien había estado escuchando en silencio con los brazos cruzados y los ojos cerrados, dejó escapar una pequeña sonrisa de orgullo al oír las palabras de su hijo.
—Tranquila, Bulma —dijo con voz firme—. Ese chico no dejará que le pase nada a la nieta de Kakarotto. Después de todo, es un saiyajin, ¿no?
Su tono era de orgullo, recordando todas las veces que había entrenado con Naruto. A pesar de haber sido golpeado innumerables veces, su hijo nunca se rendía, siempre se levantaba y seguía adelante.
—Ese chico tiene una voluntad inquebrantable… sé que algún día me superará —añadió Vegeta con convicción, antes de girarse y dirigirse a la máquina de gravedad para continuar su entrenamiento.
Bulma se quedó pensativa, observando a su esposo alejarse.
"Solo espero que estés bien, hijo… y que cuides bien de Pan" —pensó, con una sonrisa de confianza, aunque esta pronto se torció al recordar cómo habían reaccionado Milk y Gohan al enterarse de la fuga de Pan.
—Jajaja… sí que se pusieron furiosos —murmuró para sí misma, recordando la reacción de ambos al ver a su hija escapando al espacio.
Mientras tanto, en la nave, Naruto terminaba la llamada y se giraba para mirar a Pan. La joven saiyajin sintió un escalofrío al notar su mirada intensa. Sabía que Naruto estaba molesto, y no era para menos.
El solo imaginar la cara de Gohan y, peor aún, la de Piccolo cuando regresaran… le hizo tragar saliva con nerviosismo.
—Esto… ¿pasa algo, Naruto? —preguntó Pan, intentando disimular su incomodidad.
Naruto entrecerró los ojos y suspiró, cruzándose de brazos. —Nos has metido en muchos problemas, Pan… ¿sabías eso? —dijo con tono firme, mirándola fijamente.
Pan bajó la mirada, avergonzada. —Sí, lo sé… Solo quería demostrarle a mi papá y a mi abuela que soy lo suficientemente fuerte para esta misión —murmuró, evitando el contacto visual.
Naruto dejó escapar otro suspiro, esta vez más largo. —Y eso nos costó que nos fuéramos sin Gokú… Él tenía que acompañarnos —dijo, imaginandose cómo seguramente Goku estaría disfrutando el hecho de que no pudo ir a este viaje
Pan jugueteó con sus dedos, tratando de aligerar el ambiente. —Bueno, pero al menos te tengo aquí, ¿no? Mi ángel de la guarda —dijo con una risita nerviosa, mirándolo con una sonrisa.
Naruto desvió la mirada, sintiendo un leve calor en su rostro. No estaba acostumbrado a ese tipo de comentarios. Carraspeó, tratando de ignorar la sensación. —Tsk… Ya basta de tonterías. Tenemos que aterrizar en un planeta para revisar bien la nave. No quiero que nos pase nada. ¿Entendido?
—¡Sí! —respondió Pan de inmediato, recuperando un poco el ánimo.
Dos meses después
Naruto y Pan llevaban dos meses viajando por el universo en busca de las Esferas del Dragón. Durante ese tiempo, habían vivido muchas aventuras.
Primero, aterrizaron en el planeta Imegg debido a una falla en la nave. Allí descubrieron que un tirano llamado Don Kiar controlaba a los habitantes con deudas excesivas. Mientras intentaban recuperar su nave la cual fue robada , conocieron a Giru, un pequeño robot obsoleto que se tragó el Radar del Dragón. A pesar de las complicaciones, lograron ayudar al planeta, y Giru decidió unirse a ellos.
El segundo planeta que visitaron fue Monmaasu, un mundo donde todo era gigantesco. Allí encontraron la Esfera del Dragón de cuatro estrellas, atrapada en el diente de un colosal gigante. Naruto y Pan, tras un arduo esfuerzo, lograron aliviar el dolor del gigante y así obtener la esfera.
Luego, llegaron al planeta Kelbo, donde la Esfera de seis estrellas estaba en posesión de la princesa Leena. Para conseguirla, ayudaron a una aldea amenazada por Zoonama, un monstruo que causaba terremotos si no le entregaban una esposa. Naruto, sin llamar la atención, le cortó los bigotes sin que el monstruo lo notara, debilitándolo por completo. La gente del pueblo, agradecida, les entregó la esfera y los despidió con honores.
Con dos esferas más en su poder, Naruto y Pan estaban cada vez más emocionados de seguir con su misión.
En la Tierra
Mientras tanto, en la Tierra, Bulma celebraba su cumpleaños con una gran fiesta. Para aliviar la tensión de los guerreros, decidió hacer un evento enorme al que casi todos asistieron.
Gokú, sin embargo, no estaba presente. Como no podía usar la Teletransportación, decidió viajar al más allá con la ayuda de Baba la vidente para visitar a Kaio-sama y entrenar con él, como en los viejos tiempos.
Vegeta, por su parte, estaba en la sala de gravedad, entrenando sin descanso. Aunque planeaba ir al cumpleaños de su esposa, estaba matando tiempo… y pensando en Naruto y Pan.
Pero quienes realmente estaban molestos eran Milk, Gohan y Piccolo. No les gustaba la idea de que Pan estuviera viajando con Naruto. Gohan, como padre, y Piccolo, como su eterno protector, sentían desconfianza y celos.
—¡No puedo creer que esa niña se fuera asi ! ...y para colmo con Naruto —exclamó Gohan con los brazos cruzados.
—esa niña fue imprudente … y para rematar con Naruto alguien de su edad —murmuró Piccolo con el ceño fruncido.
—¡Ustedes exageran! —les recriminó Videl, suspirando. —Naruto puede ser algo serio y callado, pero tiene buen corazón. Pan estará bien con él.
Gohan y Piccolo no parecían convencidos, pero sabían que ya no podían hacer nada… Solo quedaba esperar que Pan estuviera bien.
Pasaban las horas y, al ver que ya era momento, Gohan, Piccolo y Videl decidieron dirigirse a la gran fiesta de Bulma. A pesar de la preocupación por Pan y Naruto, el ambiente era muy animado. La música, las risas y el bullicio de los invitados hacían olvidar, al menos por un momento, los problemas que se avecinaban.
Mientras tanto, en el planeta de Kaio-sama, Gokú continuaba con su entrenamiento. Sin embargo, notó algo extraño en el comportamiento del anciano dios. Kaio-sama estaba inusualmente nervioso, con el ceño fruncido y en completo silencio, como si estuviera concentrado en algo importante.
Gokú, con su eterna curiosidad, decidió averiguar qué ocurría. Con una gran sonrisa y sin previo aviso, se colocó detrás de él y le gritó al oído:
—¡¡KAIO-SAMAAAA!!
El pequeño dios azul saltó del susto, interrumpiendo su conversación con el Supremo Kaioshin. Ambos parecían estar discutiendo sobre un asunto serio.
—¡¡GOKÚ!! ¡No hagas eso, casi me da un infarto! —exclamó Kaio-sama, llevándose las manos a la cabeza.
—Jeje, lo siento —respondió el saiyajin, rascándose la nuca—. Pero, ¿qué pasa? ¿Por qué estás tan nervioso?
Kaio-sama dudó por un momento, pero antes de que pudiera decir algo, un inmenso ki se sintió en todo el planeta. De la nada, dos figuras aparecieron ante ellos.
Uno de ellos era un gato humanoide de piel morada, con un porte elegante pero intimidante. Su mirada reflejaba desinterés y aburrimiento, como si estuviera por quedarse dormido en cualquier momento. A su lado, un ser de apariencia refinada y cabello blanco sujetaba un bastón con el que flotaba tranquilamente.
Kaio-sama tragó saliva. Eran Bills, el Dios de la Destrucción, y su ángel Whis.
—Hmm… este es el planeta de Kaio-sama… —murmuró Bills, examinando el lugar
Whis, con su usual calma, miró a el pequeño Gokú con curiosidad.
El Dios de la Destrucción observó a Gokú de arriba abajo y frunció el ceño.
—¿Este niño es el que derrotó a Freezer? No era un adulto ...???¡Ja! No parece tan impresionante… —comentó, desilusionado.
—¡Oye, no soy un niño! —protestó Gokú—. Bueno, sí… más o menos… pero tengo la misma fuerza de antes... Creo
Bills lo miró con escepticismo.
—Hmm… Vine aquí porque estoy buscando información sobre el Super Saiyajin Dios. ¿Lo conoces?
Gokú ladeó la cabeza.
—¿Super Saiyajin Dios? No, nunca escuché de eso. No sabia que ños sayajines se podrian convertir en dioses solo conocia ah la leyenda del súper sayajin
Bills chasqueó la lengua, perdiendo el interés.
—Hmp… Si no sabes nada, no me sirves de nada. Vámonos, Whis. Vamos ah la tierra tengo entendido que ay mas sayayin
Pero, justo cuando el dios estaba por irse, Gokú dio un paso adelante con emoción en el rostro.
—¡Espera! Antes de que te vayas, ¿puedes pelear conmigo?
Bills arqueó una ceja.
—¿Pelear contigo? ¿Para qué perdería mi tiempo con un niño?
Gokú sonrió con confianza.
—Si estuviera en mi forma adulta, te daría una pelea increíble.
Bills lo miró fijamente por unos segundos. Su expresión era indescifrable… hasta que soltó una pequeña risa.
—Heh… Me caes bien, niño. Whis, haz lo tuyo.
El ángel asintió con una leve sonrisa y, con un simple movimiento de su bastón, un resplandor envolvió a Gokú. En cuestión de segundos, su cuerpo creció hasta recuperar su forma adulta.
Gokú miró sus manos y sonrió con emoción.
—¡Vaya! ¡Esto es increíble!
Bills cruzó los brazos.
—Bien, te concederé unos minutos de pelea. Veamos si realmente vales la pena.
Gokú no perdió el tiempo y se transformó en Super Saiyajin 3, desatando una poderosa ráfaga de energía que hizo temblar el pequeño planeta. Su cabello dorado brillaba con intensidad, y su mirada estaba llena de determinación.
—¡Allá voy!
Gokú se lanzó contra Bills con toda su fuerza, iniciando una feroz batalla. Sin embargo, el Dios de la Destrucción no parecía impresionado. Con facilidad, esquivaba y bloqueaba todos los ataques del saiyajin, como si fueran simples juegos de niños.
—¿Esto es todo? —preguntó Bills con desinterés, desviando un poderoso golpe con un solo dedo.
Gokú apretó los dientes y aumentó su poder al máximo, pero aún así, el dios era demasiado superior. En cuestión de minutos, Bills lo derrotó con un solo golpe, dejándolo desmayado en el suelo.
El Dios de la Destrucción suspiró y miró a Kaio-sama.
—Gracias por la información… Aunque este saiyajin fue una decepción.
Luego, sin más que decir, Bills y Whis desaparecieron con un destello de luz, dirigiéndose directamente a la Tierra.
Mientras tanto, Gokú yacía en el suelo, inconsciente. Kaio-sama solo pudo suspirar con preocupación.
—Oh no… Esto no pinta nada bien…
Hola soy yo nuevamente espero que se encuentren bien , pues aqui una historia mas esta se trata de Naruto hijo de vegeta para los que se preguntan si va ah tener todo lo de gt la respuesta es que no solo va ah hacer el inicio donde buscan las esferas del dragón ok por el espacio y la saga de bebi vegeta ok pero tendra una mescla de super por ejemplo lo muestro en la historia si les gusta haganmelo saber para hacer mas y algo mas si alguien puede brindar información sobre el súper sayayin 5 se los agradezco ya que planeó hacer que Naruto tenga el súper sayajin 4 y 5 para que sea diferente ah Vegeta y goku ok
Asi que sin mas espero que tengan un buen día, tarde oh noche
