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episodio 2

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―A nadie le importa tu mierda de vida, Leah ―masculló Jacob mirándola fijamente con desprecio.

Ella sonrió de medio lado, con una mirada cínica.

―¿Ves cómo todavía sientes algo por ella? Se ha casado con un chupasangres.

Jacob apretó los puños, sintiendo ganas de abofetearla, no porque tuviera razón, sino por ese afán de infligir a los demás la misma herida que ella acarreaba tan dentro de su alma.

―Elige a otro y lo que haces es imprimarte de su hija; buen trabajo, perrito ―insistió Leah.

Necesitaba entender cómo Jacob había superado el dolor; lo… necesitaba.

―Soy su tío. Jamás me imprimaría de una niña ―gruñó él notando sus manos temblar.

―¿Bella…?

―¿Sabes? Cualquiera hubiera elegido a Emily antes que a ti―paladeó Jacob a punto de transformarse.

Silencio.

Leah le devolvió la mirada sin apenas moverse. Pestañeó. Tomó aire. Tragó saliva, y se dio la vuelta, alejándose con lentitud, estoica.

Él…

Silencio.

―Mierda… ―siseó Jacob.