Era 31 de Octubre por la tarde, y un hombre entraba en una casa en Godric´s Hollow.

- Ya llegue, Lilyflower. - Grito en la entrada.

- Estamos arriba, cariño. - Le grito de vuelta su esposa. - ¿Cómo te fue en Gringots? ¿Alguien te reconoció?

- Todo salio bien, nadie me reconocio y compre los ingredientes que faltaban. - le responde el pelinegro. - Es increible lo que has hecho en estos 3 meses con las runas y los hechizos del clan. - mientras la veia escribir runas en el suelo de la habitación de su hijo.

- Pa, pa, pa, - balbuceaba el pequeño niño desde su corralito. Lo toma en brazos haciéndole morisquetas.

- Es mucho más increíble que nos demoráramos un día completo para encontrarlas. - reclama la mujer - Sé que ya me lo habías dicho, pero todo ese conocimiento guardado en las bóvedas de tu clan, y la mayoría podrían verse como ilegales. Bien, solo falta la poción para el ritual.

- ¿Estás segura de esto?

- Completamente, si hacemos el ritual esta noche cuando el velo entre los dos mundos es más delgado, el cobarde no podrá tocar ni un cabello de Harry. - Mientras le da un beso esquimal al pequeño. - Y si lo que dice sobre ser descendiente de Slytherin es cierto, la magia juzgará que está atacando a un miembro del clan, y no podrá usar la magia para lastimarlo. Solo lamento que la protección no pueda ser más poderosa, pero con el sacrificio de nuestra sangre dada de forma voluntaria será suficiente.

- Podríamos usar a ese gato tuyo, estoy seguro de que estaría feliz de proteger a Harry.

- Deja a Crookshanks en paz, no voy a utilizar un sacrificio vivo, aunque sea de manera voluntaria. - le dice enojada.

- Lo sé, pero todavía puedo asegurarme de que sobreviva. - dice mientras deja a su hijo en la alfombra - Yo, James Charles Potter del clan Peverell, le dejo mi capa de forma voluntaria, a mi sucesor, Hadrian James Potter, - dice mientras envuelve al pequeño hasta que desaparece de su vista - para que lo proteja y oculte de todo aquel que quiera hacerle daño.

- James ¿Qué?... - le dice sorprendida Lily - El cuento de los 3 hermanos, los hermanos Peverell, los ancestros a quien presentas tu respeto en el cementerio, son los hermanos del cuento.

- Mi inteligente y bella esposa, le atino de nuevo. - sonreía orgulloso - Cada cuento o leyenda, siempre tiene una base de verdad en ella.

- Espera, vamos a la cocina primero - lo interrumpe la pelirroja - tengo que hacer la poción para el ritual. - toma al pequeño en brazos y sale del dormitorio.

- Si, querida.

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Ya en la cocina.

- Ahora puedes comenzar. - le dice mientras prepara el caldero.

- Los hermanos pertenecían a la rama principal del clan, y como a su antepasado, les gustaba viajar y tener aventuras, ayudaban a los que podían con su magia, a veces a escondidas, hasta que el hermano menor se unió a ellos, su padre estaba muy enfermo y no podía cuidarlo, fue así que asumieron las responsabilidades de su padre, siguieron viajando para ver cómo le iba al resto del clan, y regresaban para visitar a su padre. En uno de los caminos que debían seguir había un rio con aguas muy turbulentas, y muchos no mágicos perdían la vida intentando cruzarlo. Los hermanos ayudaron creando un puente que atravesaba el peligroso rio, y anclaron su magia para que no pudiera desaparecer, cada vez que debían cruzar el rio para sus viajes, ellos volvían a revisarlo para evitar que el puente se derrumbara.

Una noche, después de revisar otra vez el puente, mientras cruzaban se les apareció una extraña mujer, tan pálida como un cadáver, de pelo y ojos negros, llevaba una vestimenta extraña y muy expuesta para la época, con un collar en forma de un Ang egipcio, completamente de negro, se presentó como la personificación de la Muerte, ella estaba intrigada, todos los días tenía que venir al río por un alma, pero desde hace un tiempo, las almas ya no aparecían, y cuando vio a los hermanos revisar el puente, entendió que ellos eran los culpables, y les agradeció por ello.

A pesar de lo que muchos pensaban de la muerte, a ella no le gustaba quitar la vida a los mortales, solo le traería más trabajo. Por eso decidió darle a cada hermano un regalo, porque muchos magos cruzaron con éxito el rio, pero solo ellos ayudaron a los no mágicos sin nada a cambio. El hermano mayor era muy bueno con los encantamientos y transfiguraciones, pero siempre se le dificulto la magia no verbal, la mujer decidió cortar una rama de un árbol cercano y dándole poder le entrego una varita al Primer Hermano. El hermano del medio era muy bueno en necromancia, pero, aunque revivía a los cadáveres, no podía atraer un alma del otro lado, la dama toco algunas piedras del rio y eligió una pequeña, infundiéndole poder esta se volvió negra y se la entregó al Segundo Hermano. Cuando le pregunto al menor, fueron sus hermanos los que eligieron por él, todavía era un niño y hace poco que estaba aprendiendo magia, querían una forma de protegerlo de aquellos que le quisieran mal, pero la joven los hizo callar y volvió a preguntar, el joven sabía que sus hermanos solo querían protegerlo, pero pensando en el futuro pidió una forma de sellar los poderes de los regalos, si alguien le hacía daño o lo robaran de sus hermanos. La Muerte lo pensó, saco una capa de algún lugar y se la entregó al Tercer Hermano. Y les dijo "Mis regalos se convertirán en reliquias familiares, solo tendrán todo su poder mientras sean entregadas voluntariamente a quien Uds. decidan, pero si eso no sucede, parte de su poder será sellado, hasta que un descendiente de su sangre o magia vuelva a tenerla en sus manos".

- ¿Así que las reliquias fueron regalos de la propia Muerte? - le pregunto Lily - Muy diferente de como se conoce hoy en día.

- Antioch, uso la varita para ayudar a muchas personas en accidentes o desastres naturales, pero un fabricante se interesó en ella, le pidió al mayor si podía revisarla, pero él no se la presto, como fabricante de varitas conocía en secreto que si un mago perdía la vida a manos de otro, la varita escogería al vencedor como su dueño, así que espero a que se fuera a dormir, ahí fue donde robó la varita y mato al Primer Hermano. Cadmus, uso la piedra, para ayudar a los aurores a hacer justicia, llamaba el alma de la víctima para interrogarla y también para que la familia pudiera despedirse de su ser querido, tuvo mucho cuidado para que nadie supiera sobre el poder de la piedra, pero un vecino lo descubrió sin querer, y como había perdido a su esposa hace poco, pensando que podía recuperarla, le exigió a su vecino la piedra, pero se volvió loco cuando solo su alma vino a despedirse y mato al Segundo Hermano, suicidándose después. Ignotus, ayudaba a sus hermanos cuando podía, con la ayuda de la capa, escondía a los niños maltratados, protegía a la gente si estaba en medio de un duelo, ya de mayor y ser un mago muy capaz guardo la capa y solo la uso si había una emergencia, cuando se enteró de lo que sucedió a sus hermanos, recibió las visitas de muchas criaturas mágicas en secreto dándole sus condolencias, pero no supo porque hasta que recibió la visita de la propia Muerte.

Ella le explico que las criaturas pensaron que eran sus ayudantes por los regalos dados, pero le dijo que en realidad se habían convertido en amigos para ella, ellos trajeron una forma de equilibrio al mundo y toda criatura mágica o no podía sentir el bien que habían hecho, y por eso lamentaban que tuvieran que irse a su próxima aventura, como sus mismos hermanos le dijeron a ella cuando vino a buscarlos.

- El equilibrio del mundo, entonces no hay Maestro de la Muerte - termina diciendo Lily, dejando reposar la poción.

- No, sinceramente todavía no descubro como paso eso. - dándole de comer al pequeño.

/

Ya era de noche, cuando Lily entra al salón donde estaba su esposo e hijo.

- Todo está listo, ya usé la poción con nuestra sangre en las runas, solo debemos esperar la hora perfecta para comenzarlo. - le dice a James.

- No debes preocuparte, todo saldrá bien.

- Entonces, ¿Por qué siento que algo malo va a ocurrir? - le pregunta a su marido. Él no pudo responderle porque sentía lo mismo.

Pasaron el momento juntos, esperando la hora para el ritual, cuando sintieron las alarmas, habían puesto una alarma muggle por si alguien pasaba por alto el Fidelius. Cuando James se levantó, vio a Voldemort entrando por la puerta.

- Lily es él, llévate a Harry, yo lo detendré - le dijo James.

Lily corrió hacia el cuarto de su hijo y comenzó el ritual antes de lo esperado, sabiendo que James, sin una varita para defenderse, se sacrificaría voluntariamente para ayudar a fortalecer el ritual. Dejando a su hijo en el corral, justo en medio de las runas, se despidió.

- Harry, mamá te ama, papá te ama, siempre estaremos a tu lado, aunque no puedas vernos, deberás ser fuerte, te amamos - le susurra a su hijo, parándose entre el corral y la puerta. Pronto Voldemort entro por ella.

- A Harry no, a Harry no. Mátame a mí. - le pide desesperada.

- ¡Aparta chica! Y perdonare tu vida. - le exige.

- A Harry no, por favor mátame a mí. - disimuladamente vio el circulo ritual, su sacrificio con el de su esposo, reforzaría aún más las protecciones de Harry.

- ¡Avada Kedavra! - fueron las palabras que se llevaron la vida de la joven madre. Completando así el ritual de Protección.

Cuando Voldemort, apunto su varita al niño, la magia que fue hecha por sus ancestros, lo juzgo como un traidor de sangre, el hechizo asesino reboto en la capa que apareció para proteger a su dueño y combinado con la protección de sangre y vida, destruyeron el cuerpo del agresor, explotando parte de la pared de la casa.