PARTE 6 La Nueva Misión

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Saber lo que le hicieron a Suletta enfadó mucho a Honoka, a Nagisa también pero en parte le alegró no haber estado cerca o Honoka se habría unido a Chuchu en darle una paliza a las atrevidas. Afortunadamente todos apoyaron a Suletta, pudo aprobar su actividad al día siguiente y no hubo otro incidente qué reportar. Los siguientes días pasaron con más calma, clases y prácticas en general, cosa que las chicas agradecían de sobremanera.

Justamente las clases de ese día habían terminado y Nagisa y Suletta estaban sentadas en la parte frontal del invernadero, viendo un video del último duelo que Honoka tuvo antes del "accidente".

White era un MS ligero y de preciso agarre, una máquina hecha para tareas delicadas como instalación de paneles y controladores exteriores que normalmente eran conectados, programados y asegurados por mano humana. El MS White en especial, bajo el mando de un piloto calificado, ayudarían a que los humanos no tuvieran que estar flotando en el espacio a merced del caprichoso exterior y bajo el peligro de que los pesados páneles los aplastaran. Para el par de pilotos de Earth House era curioso que Honoka se moviera más bien poco y simplemente esperara a que sus oponentes atacaran y, justo al tenerlos cerca, usaba el preciso agarre de White para sujetar a los MS oponentes y lanzarlos como si de costales se tratasen, o bien hacer daño con sus delgados láseres en zonas que claramente comprometían el movimiento del MS rival y los dejaba a su merced.

"Wow, la señorita Honoka pilotea muy bien", comentó Suletta con emoción. "Y su MS parece muy especializado, sería de mucha ayuda en Mercurio, constantemente tenemos que hacer reparaciones a los escudos que están por encima de las bases subterráneas".

"Hasta donde tengo entendido, White es un modelo experimental todavía, pero nada te impide hablar con ella sobre su MS, tienes permitido pedirle información y apoyo, tu empresa es parte del Grupo Benerit después de todo", sonó la voz de Miorine desde el interior, cosechaba los tomates que ya estaban listos. "Y la empresa de la familia de Honoka está autorizada a dar servicios y productos al Grupo Benerit".

Pero en general bastaba con la mejora de los productos y servicios que Seven Stones ya le estaba dando al Grupo Benerit en general, era uno de sus negocios más prolíficos gracias a un contrato inamovible. Nunca era buena idea enemistarte con la empresa responsable del adecuado funcionamiento de las estaciones espaciales en general. Nadie solía pedirles más.

"¡Oh, entonces les platicaré a mis padres sobre esto!" Suletta siguió mirando el video. La batalla fue rápida y White había terminado con poco daño, era un MS ligero y flexible.

"Por cierto, mañana tienes un duelo, ¿cierto?" Preguntó Nagisa apenas terminaron de ver los videos y le devolvieron su tablet a Miorine.

"Sí, debo tener al menos dos duelos a la semana, pero apenas me están retando", respondió la Mercuriana.

"No los culpo, lo hiciste genial en tu primer duelo contra ese gorila", la animó Nagisa de buena gana. "Yo necesito hacer prácticas con Black".

"Oh, podemos tener una práctica de prueba cuando quieras, Nagisa", se ofreció Suletta de inmediato.

"¿En serio? ¡Me encantaría!"

Miorine sonrió suavemente por lo bajo al escuchar lo bien que se llevaban las chicas. Y también estaba curiosa por ver cómo funcionaba el nuevo MS de Seven Stones. Honoka estaba particularmente emocionada luego de la revisión general que le hizo a Black apenas llegó a los hangares de Earth House. La mecánica tenía movimientos limitados todavía pero ahí la ayudaban bastante y eso era de agradecerse.

"Por cierto, no descartes que a ti también lleguen a retarte, Nagisa", intervino Miorine mientras se acercaba a las pilotos y les daba algunos tomates.

"¿Retarme?" Nagisa pareció horrorizada ante la idea.

"Como ya le expliqué a Suletta una vez, aquí en Asticassia hay cosas que se pueden decidir por medio de duelos, y los pilotos en general tienen duelos por cualquier cosa que se te ocurra", continuó la princesa de la escuela. "Te lo advierto de una vez, para que no entres en pánico si llega a suceder".

"No puedo creerlo", murmuró Nagisa con desagrado, gesto que se borró de inmediato luego de darle una mordida al rojo tomate. ¡Esos tomates eran los mejores que había probado! Podría comer muchos si tuviera la oportunidad pero nunca pedía más de lo que Miorine le daba, bien sabía que era Suletta quien tenía la preferencia en la repartición de los tomates.

Suletta, por su parte, devoraba los tomates con gusto. "Podemos practicar mañana después de clases".

Nagisa asintió muchas veces. "Hagámoslo".

"Por cierto, ¿y la señorita Honoka?" Preguntó Suletta entre bocados. "A ésta hora te ayuda a estudiar".

"Tiene práctica en un taller, estará libre en unos minutos. De hecho iré por ella", respondió Nagisa mientras revisaba la hora. Se terminó sus tres tomates pero aún tenía hambre. "Comeremos en la cafetería. ¿Vienen?"

"¿Vamos, señorita Miorine?" Consultó Suletta. Ella sí quería ir.

"Terminaré de regar las plantas que faltan y las alcanzo allá", respondió Miorine sin mirarlas.

"Oh, te espero entonces e iremos juntas", dijo Suletta, totalmente decidida. "Te ayudaré a regar las plantas que faltan".

"Entonces yo voy por Honoka y nos encontraremos en la cafetería. ¡Nos vemos!"

Nagisa salió corriendo y el otro par se quedó en el invernadero. Suletta rápidamente fue a ayudar a Miorine con el trabajo que faltaba. Su gesto de pronto se tornó nervioso. "¿Sabes? Estoy un poco nerviosa con el siguiente duelo".

Miorine la miró de reojo. "Ya peleaste contra Guel y lo hiciste bien", dijo, procurando un tono tranquilizador.

"Lo sé, pero... Esto de los duelos... La verdad es que no quiero pelear ni llamar tanto la atención", confesó la piloto, y rápidamente agregó lo siguiente. "Pero tampoco me es molesto protegerte, al contrario. Calibarn y yo te cuidaremos todo el tiempo que nos necesites".

"Así es, tenemos un trato", un trato que Miorine Rembran pensaba cumplir, pero necesitaba saber más de las necesidades de los Mercurianos, y para ello debía hablar con Suletta. "Cuéntame más de tu vida en Mercurio, ¿cómo eran tus días antes de entrar a la escuela?"

Y el nuevo tema de conversación hizo que el gesto de Suletta se iluminara.

Por su lado, Nagisa iba con veloz trote hacia la zona donde Honoka estaba haciendo sus últimas actividades del día. Se sentía contenta porque Honoka era más sociable y sus sonrisas se sentían más cómodas. No que las anteriores no fueran sinceras, pero las nuevas sonrisas que Honoka le dirigía eran similares a las que le dedicaba a Miorine. No era por la cortesía y la amabilidad que utilizaba para mantenerse lejos de los demás.

En su camino, sin embargo, se topó con una escena que era bastante común en Asticassia. Un grupo de tres alumnos retaban a otro a un duelo. Los chicos que lucían más presuntuosos no tenían nada de interesante, pero a quien retaban era un chico bastante lindo y de agradable apariencia, un muchacho de cabello y piel clara. Estaban justo en medio del sendero y Nagisa se detuvo antes de acercarse demasiado, no quería interrumpir.

"Muy bien, Ceres, entonces tendremos nuestro duelo mañana después de clases".

"No me gusta perder el tiempo, pueden pelear los tres contra mi hoy mismo y así terminaremos con ésta tontería", respondió Elan, su voz en bajo tono, difícilmente sonaba interesado en su futuro duelo.

Los chicos se notaron sorprendidos por la respuesta un par de segundos. "Bien, si te ganamos, nos darás tu MS".

"Y si yo les gano, me darán los suyos", respondió Elan sin siquiera dudarlo.

Los chicos se molestaron ante esa actitud. "¡Ya nos veremos en el duelo, Ceres! ¡Y te arrepentirás por esto!" Se fueron mientras mascullaban algunas coloridas groserías contra el chico, pero Elan Ceres parecía más bien aburrido por toda la interacción.

Al parecer, eso de los duelos era en serio como Miorine bien se lo advirtió. No tenía muchas ganas de que la retaran tan pronto. Y lo que Nagisa notó más pronto que tarde, fue que ese chico la estaba mirando y comenzó a caminar en su dirección. Nagisa se tensó y se quedó tiesa en su sitio, incapaz de alejar demasiado la mirada de él. La verdad era que el chico no era de mal ver en lo absoluto, tenía unos gestos más suaves y una presencia más gentil a comparación de ese gorila de Jeturk.

"Ah... Umm..." Nagisa no fue capaz de decir algo coherente y no fue necesario de todos modos. El chico pasó de largo y siguió su camino sin mirar atrás y sin decir nada. "Oh..." A esas alturas del partido, todos en la escuela sabían que ella era una Earthian, ese chico obviamente era un Spacian así que no tenía razón para hablarle, ¿verdad? Aunque es guapo... Pensó Nagisa antes de seguir su camino. Ese chico le recordaba un poco al primer muchacho por quien sintió un fuerte crush durante sus días de escuela en la Tierra, no que se parecieran físicamente pero tenían un aire apacible muy similar.

Lo mejor era ir por Honoka para poder comer con Miorine y Suletta, le gustaba sumar a Honoka a esas actividades y ésta accedía no sólo por cumplir con lo prometido, lo hacía con sincero interés y Nagisa podía confirmarlo en su modo de comportarse. Al llegar a la zona, le alegró ver que Honoka salía junto con los mecánicos de segundo año de Earth House, hablaban entre sí y todos se notaban animados luego de la lección. Nagisa fue directamente con el pequeño grupo, su mirada y la de Honoka se cruzaron y ambas compartieron una sonrisa y un simple movimiento de saludo con la mano.

"¡Hey, Nagisa!" Saludaron Ojelo y Nuno primero.

"Hola, chicos, Nika".

"Hola, Nagisa, ¿qué te trae por aquí? No tienes clases en ésta zona de la escuela", comentó una amigable Nika.

"Vine por ella para ir a comer a la cafetería con Miorine y Suletta, ¿quieren acompañarnos?" Preguntó Nagisa colocándose junto a Honoka, del lado de su brazo inmovilizado. Instintivamente buscaba cubrirla de cualquier daño.

"Nos encantaría, pero tenemos que ir con Chuchu y Lilique", explicó Nika. "Ustedes coman bien. Nos vemos al rato". Los tres mecánicos se fueron, dejando a solas a Nagisa y a Honoka.

"Entonces... ¿A comer?" Preguntó Honoka, sonriente. Su sonrisa pequeña pero divertida.

"¡Por supuesto! Debes tener hambre luego de tu taller", dijo Nagisa con mucha propiedad. "Y además ya te toca la medicina, debes comer algo antes de tu dosis".

"De acuerdo, lo haré. Y luego estudiaremos el resto de las notas de primer año. ¿Estuviste bien en tus clases de hoy?" Preguntó Honoka.

"Hoy me sentí menos perdida", respondió la piloto con sincero agradecimiento. "Y ya estoy entendiendo mejor las lecciones, tenías razón, sólo debo memorizar los términos, todo lo que explican ya lo sé hacer", y aunque lo suyo no era tener las narices metidas en los libros, se tomaba en serio sus estudios en Asticassia. ¡Algún día podría ayudar a construir bases espaciales! ¡Sería famosa en su ciudad, ganaría suficiente dinero para mantener a su familia y...!

"Buen trabajo, Nagisa. Te estás esforzando mucho, ten", dijo Honoka con dulce voz y le ofreció un chocolate que sacó de su bolsillo. "Un premio".

"¡Gracias!" Nagisa devoró la golosina de inmediato. "¿A ti te gustan los chocolates?"

"No soy fanática de los dulces y postres en general, pero tú necesitas energía", explicó Honoka. "Además, en tu expediente especificaste que tu comida favorita es el chocolate".

Nagisa hizo un gracioso ruido de vergüenza. "Bueno, papá me dijo que fuera lo más detallada posible en el cuestionario que la empresa me hizo llenar. Y en realidad me gusta todo tipo de comida menos la cebolla".

"Oh, bien, lo tendré anotado", dijo Honoka, conforme con la información. Le serviría a futuro.

"Por cierto, Miorine nos mostró el video de tu último duelo".

"¿Ah, sí?"

"¡Eres fantástica!" Nagisa comenzó a recrear los movimientos que vio de White en el video. "Usas mucho los brazos y las piernas de White, pero también haces que se mueva de manera muy ligera, ¿cómo lo hiciste?"

"Conozco cada tornillo y soldadura de White, no es sólo una herramienta de trabajo, debes tratar a tu MS como una extensión más de tu cuerpo", dijo Honoka con vehemencia. "Además, seré la futura presidenta de Seven Stones, no mandaré a nadie al espacio sin que yo este segura de que los MS sean seguros y confiables".

Nagisa no pudo evitar un sentimiento de sincera admiración y respeto hacia su futura jefa, pero también tenía un par de cosas por decir al respecto. "Entonces con más razón debes cuidar de tí misma, es más fácil confiar en alguien que se cuida".

"Ya aprendí la lección, créeme", se defendió Honoka de inmediato, un fugaz gesto de descontento en su rostro. Más bien parecía apenada. "Apenas esté lo suficientemente sana, pondré a White en movimiento otra vez".

"Hey, ¿qué te parece si vamos a dar una vuelta en mi Black?" Fue la repentina idea de Nagisa. "Tengo entendido que podemos pedir permiso y salir, les diremos que son maniobras de práctica, seguro que extrañas pilotar a White".

"Sí, por esa misma razón es que pasó tiempo en la cabina de mi MS. No me gusta estar sin hacer nada".

"Oh, entonces te sentirás aburrida ahora que no tienes duelos, ¿verdad?"

"Sí, admito que sí, los duelos eran la mejor manera para ajustar y mejorar constantemente a White", confesó Honoka para horror de Nagisa.

"La verdad espero que no me toque ser retada", murmuró la piloto.

Y Honoka no le podía asegurar que eso no fuera a suceder.

~o~

Suletta y Calibarn terminaban de alistarse para su siguiente duelo. Con el respaldo y apoyo de Earth House era mucho más sencillo y Suletta estaba bien mentalizada gracias a eso. Las apuestas ya estaban listas, 7-3 y no a favor de Suletta Samaya, muchos no gustaban de la Bruja a pesar de que su primer victoria fue aplastante.

"¿Lista, Suletta?" Preguntó Aliya desde el comunicador.

"¡Lista!"

"Suletta, toma las cosas con calma, puedes con esto, ¿de acuerdo?" Sonó la voz de Miorine, se encontraba con el resto de Earth House y al pendiente del duelo. La apuesta fue simple, si Suletta ganaba entonces le pediría metales y materiales a la Casa del retador, y de ser el caso contrario, entonces entregaría a su MS. "No querrás entregar a Calibarn, ¿o sí?"

Calibarn no tenía empacho en ser apostado. Suletta desactivó un momento el comunicador al leer el mensaje en una de las pantallas.

[Si se les ocurre ponerme una sola mano encima, explotaré ahí mismo.]

Fue la amenaza de Calibarn y Suletta lo regañó.

"¡No digas esas cosas!"

[De todos modos no vamos a perder, Suletta.]

"Exacto, vamos a ganar, compañero".

[¿Recuerdas lo que siempre dicen tus padres antes de hacer una nueva prueba con prostéticos experimentales?]

"Sí, siempre dicen Escapa y gana una, avanza y gana dos", la piloto sonrió. "Entonces... Si decidiera retractarme de seguir en los duelos ganaría una, ganaría paz y calma..."

[Y si avanzas, tu novia te va a ayudar como me lo comentaste, ayudarás mucho a Mercurio si te mantienes con éste trato.]

"¡Sí!" Y a Suletta le tomó unos segundos percatarse de las palabras de su compañero. "¡E-Es mi Prometida p-p-pero no es mi novia!"

Y si un Gundam pudiera reír, Calibarn ya lo hubiera hecho.

Todos estaban atentos al duelo por medio de las enormes pantallas dispuestas en toda la escuela, e igualmente en las agendas escolares. Earth House sentía un orgullo muy especial al ser quienes apoyaban a la actual Holder de Asticassia, que además era una Bruja directo de Mercurio. Nika solicitó comunicación.

"Suletta, sal".

"¡Sí! ¡Ganaré esto, señorita Miorine!"

"Más te vale", respondió Miorine con los brazos cruzados. Su gesto se suavizó al escuchar un firme de parte de su Prometida.

Nagisa y Honoka, desde luego, también estaban presentes.

"Lo hará bien, Miorine, no te preocupes por ella", dijo Honoka con una sonrisa pequeña, sonrisa que se volvió una linda risa al escuchar a Miorine bufar por lo bajo.

"No estoy preocupada, confío en Suletta, es una piloto muy capaz", declaró la princesa de la escuela con seriedad y un muy mal escondido orgullo.

"Con razón Suletta no deja de decir cosas lindas sobre ti", comentó Nagisa de manera traviesa, gratuita, siempre era divertido ver a Miorine reaccionar mal.

"Cierra la boca, Misumi".

Honoka rió y Nagisa se sintió feliz al recibir el mismo trato del que Honoka gozaba de parte de la princesa de la escuela, comprendía cada vez mejor porqué a Honoka le encantaba hablarle así a Miorine, en serio era divertido. A Miorine de verdad le importaba Suletta, y mucho.

Luego del juramento de protocolo, el duelo comenzó.

Las marcas del Permet se hicieron visibles en las mejillas de Suletta, de nuevo esa sensación siempre molesta pero que tampoco le estorbara. Su oponente y un pesado MS se movieron hacia ella en línea recta. Suletta admitía que el MS de Guel Jeturk era mucho más rápido y preciso, así que pelear contra éste nuevo oponente...

El duelo duró segundos. Suletta no tuvo la necesidad de usar todas las armas de Calibarn, bastó escudarse de los láseres del otro MS hasta estar lo suficientemente cerca. A la mente de Suletta llegó el video que Nagisa y ella vieron del último duelo de Honoka y decidió probar suerte. Aprovechó el ataque con espada de energía de su oponente y pudo sujetarlo por el brazo, y lo siguiente fue el pobre MS azotando en el suelo como una montaña de chatarra. El golpe fue tan potente que el MS hizo corto circuito y ya no fue capaz de moverse. Suletta simplemente aplastó la antena y con eso se dio el duelo por terminado.

En la enorme pantalla se anunció a la indiscutible ganadora del duelo y se sumó una victoria más para Suletta. Todos en la base de Earth House festejaron.

"¡Increíble!" Nagisa jaló una de las mangas de Honoka. "¿Viste? Usó uno de tus movimientos".

"Y lo hizo a la perfección, Suletta en serio es natural", Honoka también sonaba orgullosa. "Y muy habilidosa. Le mostraré otros videos, seguro que le serán de ayuda. Y espero que a ti también, Nagisa".

"La verdad no que quiera usar esos movimientos en batalla, pero no están de más, Miorine dice que pueden retarme por cualquier cosa", respondió Nagisa.

"O quizá tú te veas en la necesidad de retar a alguien alguna vez, nunca se sabe", intervino Miorine y salió del sitio sin decir más, obviamente camino a recibir a su Prometida.

El resto de Earth House celebraban la victoria de Suletta y la felicitaban por medio del comunicador, Ojelo en especial le agradecía por ayudarlo a ganar mucho dinero y recuperar lo de apuestas anteriores.

"Sólo no se te ocurra perder lo que ganaste", dijo Lilique con una sonrisa nerviosa. "Sobretodo porque sigue otro duelo".

"¿Otro duelo?" Nagisa pronto recordó la escena que vio en la tarde. ¡El chico tendría su duelo en ese momento!

"Ceres peleará contra tres pilotos, no hay manera de que pueda ganar", dijo Ojelo con mucha confianza.

"Entonces yo apostaré por Ceres", dijo Nuno.

"No deberían jugarse su dinero con esos Spacians", se quejó Chuchu... Y de todos modos apostó, pronto traerían nuevos productos a la tienda y quería tener suficiente dinero para comprar golosinas y cualquier otra cosa que le interesara. Confiando en la mala suerte de Ojelo, votó por Ceres también.

Nagisa, al notarlos y ver en la pantalla que estaban sacando al MS dañado para despejar la zona, sacó su Agenda de Estudiante y buscó el apartado de apuestas. ¿Apostar no estaba de más, verdad? Hubiera apostado por Suletta antes, no se le había ocurrido. Lo haría en el siguiente duelo. Honoka notó de reojo lo que Nagisa hacía.

"¿Por quién vas a apostar?" Preguntó una curiosa Honoka.

"Por ese chico Ceres", respondió Nagisa, tratando de aparentar normalidad, incluso desinterés. Y entonces notó que Honoka ponía un gesto serio. "¿Pasa algo?"

"Ceres pertenece a uno de los Tres Grandes en la escuela, que son los Jeturk, los Grassley y los Peil. Elan Ceres es miembro de la Casa Peil y uno de los mejores pilotos de la escuela", informó Honoka.

"¿Te has enfrentado a él?" Preguntó Nagisa, curiosa.

"No, nunca me ha retado", respondió la mecánica de inmediato. "Los Peil no parecen interesados en la mano de Miorine, pero sí te puedo decir que no me fío de ellos", agregó de inmediato. "No me fío de ninguno de los Tres Grandes en realidad", agregó.

Los Servidores de Seven Stones constantemente estaban bajo ataque de hackers y luego de todo ese tiempo reconocían los patrones de sus atacantes, al punto de poder identificarlos. Los Peil en especial buscaban los códigos de funcionamiento de los núcleos principales de las bases espaciales, aquellos que permitían el movimiento y la velocidad correcta de rotación, y que automáticamente se adaptaban a los campos gravitatorios de los planetas y otros cuerpos planetarios, artificiales o no. Era una tecnología en constante mejora que la gente de Seven Stones protegía con uñas y dientes, que sólo ellos (por contrato) podían manipular cuando tocaba hacer mantenimiento a los sistemas matrices de las estaciones espaciales de la Esfera Terrestre, y que era lo que los mantenía a la par con el Grupo Benerit sin peligro a ser comprados por ellos. O destruídos.

Nagisa frunció ligeramente el ceño. La verdad era que ese chico Ceres le parecía lindo, pero también estaba al tanto de que las empresas del Grupo Benerit veían a Seven Stones como una amenaza, así que lo mejor era escuchar a Honoka.

No pasa nada si apuesto por él, mis amigos lo están haciendo, pensó Nagisa, poniendo su apuesta en la aplicación de apuestas a la que todos podían acceder. Era parte del juego. Vio que las apuestas estaban bastante parejas. "¿Crees que él gane?" Preguntó Nagisa tratando de aparentar desinterés.

"Sí. El Pharact es uno de los mejores MS que he visto", y Honoka no tenía empacho en admitirlo. "En parte agradezco nunca haberlo enfrentado".

Escuchar eso sorprendió a Nagisa pero no pudo comentar nada a eso, comenzó el anuncio y el protocolo previo al duelo. Lo siguiente que se vio en todas las pantallas fue rápido y brutal. El MS Pharact era veloz, hacía un gran uso de sus propulsores y volaba por toda la zona de manera eficaz. Uno a uno, los MS oponentes cayeron no solamente con sus antenas destrozadas, los tres terminaron con daños importantes que requerirían muchos recursos y tiempo.

"¡Rayos!" Se lamentó Ojelo al ver que todo lo que ganó del duelo de Suletta, lo perdió luego de apostarlo por esos tres chicos.

"Gracias por tu dinero, en compensación, te compraré algo lindo en la tienda", dijo Nuno con escondida alegría y una sonrisa pequeña.

Quienes también vieron el duelo pero en una de las Agendas, fueron Suletta y Miorine, estaban en el Hangar de Earth House. Calibarn descansaba junto a los MS Black y White y lo revisarían en un rato más, aunque no tuvo ningún daño de mucho cuidado. Sólo un arañazo, fue lo que Calibarn dijo para tranquilizar a Suletta, a ésta siempre le preocupaba la integridad de su compañero.

"Es bueno", dijo la Mercuriana con asombro. "Mucho mejor que el señor Guel".

"Al menos agradezco que los de su casa no estén interesados en ganarme en un duelo", comentó Miorine y se encaminó a los dormitorios femeninos. "Ven, vamos a que te cambies el uniforme. Diste una buena pelea, Calibarn también".

Suletta sonrió alegremente, se aseguraría de darle el mensaje a su compañero. "Gracias, señorita Miorine. Tenemos que avanzar para ganar dos", rápidamente caminó a la par de ella mientras bajaba el cierre de su traje de piloto y se abanicaba un poco con la prenda.

"¿De qué hablas?" Miorine sonaba interesada.

"Mis padres suelen decir que si escapas ganas una, y si avanzas ganas dos", explicó Suletta y enseguida miró a Miorine con genuina admiración. Ya estaban en el cuarto y Suletta rápidamente se quitó el traje de piloto, quedando solamente en su traje interior naranja. La prenda se notaba húmeda. No dejaba de hablar. "Por ejemplo, si tú decidieras seguir las reglas de tu padre y aceptaras que ganen tu mano en un duelo, entonces te molestarías menos y dejarías que los demás se peleen y te dejen en paz, en cambio decidiste avanzar y no permitir que decidan tu vida, así que ganarás seguridad, respeto y tu libertad apenas escapes", la Mercuriana asintió muchas veces. "Eres grandiosa, señorita Miorine".

La pobre chica se sonrojó y para esconderlo tuvo que mirar al frente. "No suena mal, eso de avanzar y ganar dos. Tus padres saben mucho". Al menos su voz no la delataba.

"Son los mejores".

Suletta estaba animada no solamente por su duelo, sino que en unos días traerían cosas nuevas a la tienda de la escuela. Calibarn le sugirió los accesorios a juego de su lista, Miorine era su Prometida, así que con ella podría compartir accesorios, ¿verdad? Tenían una relación única y al menos la Mercuriana pensaba aprovecharla, Miorine no solamente era su Prometida, también era su amiga.

Y ahora que Suletta lo pensaba mejor...

"Señorita Miorine", dijo la Mercuriana apenas llegaron a los dormitorios femeninos de Earth House. Sacó una muda de ropa limpia, su toalla y jabón, pensaba darse un regaderazo rápido y ponerse su uniforme especial. A decir verdad, ya se estaba acostumbrando al blanco del uniforme del Holder. "Me estaba preguntando..."

"Anda, habla, es más fácil si preguntas directamente", la interrumpió Miorine antes de animarla a seguir con un movimiento de mano.

Suletta tomó aire y apretó sus manos y párpados. "¡Una cita!" Exclamó.

"¿Eh?"

"Una cita... Somos Prometidas, creo que deberíamos tener una cita. Eres mi Prometida y sólo a ti podría pedírtelo", respondió Suletta como mejor pudo, estaba nerviosa y tenía sus mejillas tibias.

Miorine sintió un raro calor en el cuerpo que la obligó a fijar su atención a esa rara tabla y piedras que estaban en la mesa de dormitorio. Era la tabla de adivinación de Aliya, por cierto. "Suponiendo que me lo pidieras y yo aceptara... ¿Cuál es tu plan?"

"Bueno... Me gustaría llevarte a pasear en Calibarn... Um... Podemos pedir un permiso para salir al espacio en la zona escolar... O podemos pasear en los jardines o... Bueno..."

"Ya conozco la escuela, pasear en Calibarn suena bien. De acuerdo, pídemelo y aceptaré", casi sonaba a una orden,

Suletta respingó y se colocó frente a ella con mucha seriedad y los brazos a los costados, tomó aire y se inclinó de manera educada. "Señorita Miorine, s-sal conmigo, p-por favor. En nuestro siguiente día libre", que sería en tres días más.

"Acepto. ¿A qué hora?" Preguntó una igualmente seria Miorine.

"Mediodía. Um... Ah... Desayuna algo ligero, comeremos en la cabina de Calibarn", y Suletta sospechaba que posiblemente a su compañero no le gustaría mucho tener aroma a Ramen aunque propiamente no pudiera sentir aromas. Tenía pensado comprar los Ramen favoritos de Miorine para comer.

"De acuerdo, lo anotaré en mi agenda. Estaré esperando por nuestra cita".

"¡Yo tambíén!"

"Ahora ve a bañarte, anda".

"¡A la orden!"

~o~

Elan Ceres ya había puesto a prueba las nuevas mejoras del Pharact como sus jefes lo habían ordenado y hasta el momento el MS había respondido bien. Esas eran sus únicas órdenes prioritarias hasta el momento, pero a su Agenda Escolar llegó una nueva orden que no lo puso muy contento:

[Misión: Averiguar todo lo posible del nuevo MS de la compañía Seven Stones. No solicitar un duelo hasta recibir nuevas instrucciones.]

Elan suspiró de fastidio. Aún no entendía porqué los de Peil tenían tanto interés en las máquinas de esos Earthians de Seven Stones, pero sospechaba que quizá la entrada en escena de la Bruja de Mercurio tenía algo qué ver. No lo habían mandado a enfrentarse a Yukishiro durante todo el año pasado, pero ahora tenía a una piloto a su lado, que a su vez estaba en buenos términos con la Bruja (que tenía un Gundam) y compartían Casa.

¿Temían alguna posible Alianza entre los Mercurianos y los Earthians de Seven Stones? Ahora que el chico lo pensaba mejor, tenía sentido que se preocuparan.

Y quizá ellos no serían los únicos. El sólido Permet de Mercurio en combinación con la tecnología más avanzada de Seven Stones podría ser una amenaza comercial para ellos en especial, Peil Technologies vendía tecnología especialmente para los navegadores de los transbordares espaciales.

Y si una posible alianza entre ellos y su nueva tecnología los supera, estarán en problemas, pensó Elan. "Supongo que eso me pondrá en problemas también..."

Yukishiro no lo querría cerca, eso era seguro, pero la nueva piloto era, vaya, nueva en la escuela y quizá no tendría demasiado problema en ir acercándose poco a poco a ella. Quisiera o no, tenía que seguir las órdenes o lo reemplazarían con el quinto en la fila, y ese quinto en particular no le agradaba del todo. Lo mejor era comenzar a acercarse, pero tenía que hacerlo poco a poco o Yukishiro se pondría a la defensiva. La chica era peligrosa y tampoco podía correr el riesgo de ganarse la desconfianza de la nueva piloto tan pronto.

También le quedaba la opción de colarse a las instalaciones de Earth House y revisar él mismo el nuevo MS, ellos tenían poca seguridad, no debería ser difícil infiltrarse, ¿verdad? Para eso lo habían entrenado y preparado. Probaría primero esa opción antes de verse obligado a socializar.

~o~

Todos en Earth House felicitaban a Suletta por su duelo de la tarde mientras cenaban. Miorine y Honoka no estaban presentes, Miorine trataba que Suletta socializara lo suficiente con sus compañeros de casa, mientras que Nagisa y Honoka tampoco la pasaban juntas todo el tiempo. Honoka estudiaba mientras platicaba con Miorine por teléfono como solían hacer, cada una en su propio sitio.

"¿Saben? No puedo esperar a que alguien me rete a duelo para que sepan lo que los Earthians podemos hacer", declaró Chuchu al final de la cena. Cena donde, claramente, quien más comía era la glotona de Nagisa.

"¿Te gustaría unirte a nosotras en una práctica?" Preguntó Suletta de inmediato. "Nagisa y yo iremos al campo de pruebas mañana después de clases, ¿qué dices?"

"Oh, derrotar a la piloto de un Gundam y a una colega Earthian no suena mal", rió la chica. "Bien, anótenme".

Nagisa asintió entre bocados, para ella, entre más gente para pasarla bien, mejor. Además, en serio quería mejorar su control en Black. Sabía que Honoka no exageraba al decir que conocía cada tornillo y soldadura de su MS, así que quería familiarizarse más con Black para poder trabajar mejor a futuro. Ese asunto de los duelos no la emocionaba mucho a decir verdad...

Lo que los habitantes de Earth House no sabían era que alguien se estaba colando en el Hangar. A comparación de las otras Casas, Earth House a duras penas tenía lo básico, las condiciones eran apenas suficientes y el equipo con el que contaban era el que otorgaba la compañía patrocinadora. Y siendo empresas terrestres pequeñas, costeaban lo esencial y nada más.

No que fuera difícil para alguien con entrenamiento ignorar la escasa seguridad y colarse al Hangar.

Elan vio ahí a los tres MS de Earth House: un Demi-Trainer de modelo bastante viejo pero en buenas condiciones, el MS Black recién salido de fábrica y el Gundam Calibarn del que todos hablaban. Elan sólo debía colarse a la cabina de Black y conectar su Agenda de estudiante para poder tener acceso a las funciones. Incluso abrir la cabina de control principal y robarse algunas piezas. No era mala idea.

Black estaba justo al centro, los andamios colocados en su sitio. Elan comenzó a escalar en silencio y presionó el controlador de la cabina para poder acceder pero... El MS comenzó a sonar una ruidosa alarma que hizo eco en todo el hangar.

[Personal No Autorizado]

Repetía una y otra vez la alarma mientras el MS brillaba con luces estroboscópicas.

Elan salió corriendo de ahí lo más rápido posible, pudo escuchar a lo lejos las voces de los Earthians.

Le tocaba socializar...

CONTINUARÁ...