Entrenamiento
Yoh iba cargando las maletas en ambas manos, iba en total silencio. Desde que bajaron el tren nadie había dicho ni una sola palabra. Estaba sumamente enojado con ella. No podía olvidar aquél momento en el que sinceramente esperaba que ella le diera su lugar como prometidos que eran. Pero no lo hizo y no lo entendía. Él siempre le había dado su lugar, incluso en el instituto; lo recordaba muy bien. Ya llevaban rato en completo silencio, pues desde hace aproximadamente una hora había ocurrido la tragedia. Bueno tampoco fue como para llamarlo tragedia. Solo fue una ligera conversación, sí, lo fue. Y en realidad Anna nunca coqueteo con esos dos sinvergüenzas. Al darse cuenta de esto Yoh buscó algún momento en el que Anna le hubiera faltado el respeto durante la pequeña charla de tan solo 5 minutos.
FLASH BACK
-¿Cómo te llamas amiga?
-Mi prometida se llama Anna- respondió Yoh de mala gana mientras la seguía abrasando
-Qué lindo nombre, Anna- habló el chico número dos, sin prestar atención a la parte de prometida –Es hermoso
-Gracias- al fin habló Anna
-Mi nombre es Thomas, y mi amigo es Newt- comentó el chico número uno, digo, Thomas. Mientras señalaba a su amigo
-Yoh- se presentó Yoh de mala gana –Futuro Shaman King, y prometido de Anna
-¿Prometido?
-Así es, Yoh es mí prometido- esta vez respondió Anna sin expresión alguna en su tono de voz
-Así que eres shaman…- pronunciaba Newt con cierto desagrado –Y supongo que Anna igual lo es-
-Soy una sacerdotisa- acortó Anna
-Oh…- soltó en forma de asombra Thomas mientras ponía los ojos en blanco
-¿Qué?
-Discúlpalo, lo que pasa es que hace algún tiempo que no vemos a una sacerdotisa- explicó Newt
-¿A qué te refieres con que hace algún tiempo?- preguntó Yoh
-Sí, hace unas cuantas semanas que no hemos visto a una sacerdotisa. No después de la purga
-¿La qué?- preguntaron al unísono Yoh y Anna
-La purga, ¿No se enteraron?
-¿Acaso crees que te estaríamos preguntando si lo supiéramos?- contestó con sarcasmo Anna
-Supongo que no
-Felicidades, acabas de notar lo obvio
-Sí que eres dura- afirmó Thomas con una sonrisa
-Pero yo me acostumbraría- afirmó Newt con otra sonrisa
-Estabas hablando de la purga- interrumpió Yoh de forma apresurada. Le molestaba que ellos dijeran comentarios tan atrevidos hacia su chica
-Lo siento, me distraje ante tal belleza- contestó Thomas
-La purga- apresuró Yoh
-Cierto- afirmó Thomas mientras tomaba aire para relatar la historia –Hace unas tres semanas aproximadamente hubo una purga en Izumo. Asesinaron a todas las sacerdotisas. No quedó ninguna, más que la señora Kino, creo.
-¿Solo ella?- preguntó Yoh
-Creo que sí. No se supo quién fue. Tampoco el motivo, pero lo que sí saben es que estaban buscando a alguien. Nosotros suponemos que buscaban a alguna chica que era sacerdotisa, pero no sabían dónde estaba. Quizás ella era importante.
-¿Era?- volvió a cuestionar Yoh
-O es. Nadie sabe si la encontraron o no.
-¿Dónde las asesinaron?- preguntó Anna que desde hace ya un rato había estado callada
-En ningún lugar fijo. De hecho mataron a una por una, las buscaron individualmente y donde estuvieran las mataron.
-Las cazaron- simplificó Anna mientras se volvía a quedar callada
-Sí, se podría decir así- concluyó Newt
-¿Cómo las mataron?- preguntó Yoh
-Buena pregunta. Las mataron de una forma muy peculiar, algo o alguien se metió en la mente de esas chicas y las hizo quebrarse, romperse, literalmente las destruyeron mentalmente. Cómo quieras llamarle. No sé muy bien cómo, pero así fue.
-¿Cómo lo supieron?- esta vez fue Anna la que preguntó
-No fue sencillo. De hecho el solo recordarlo es grotesco. Pero por ser tan linda te lo contaré.
-Idiota- susurró Anna
-Solo habla- ordenó Yoh mientras tomaba la mano de Anna con algo de autoridad y la apretaba
-Claro. Recuerdo ese día. Era un día normal, Newt y yo íbamos caminando por el mercado de Izumo cuando una chica –que era sacerdotisa- empezó a gritar. Sonaba como un alarido. Fue espantoso, en cierto momento pensé que se le iban a romper las cuerdas vocales. Todos nos acercamos a ver si la chica estaba bien, pero ella solo gritaba y se sujetaba la cabeza con fuerza. Entonces de repente otra sacerdotisa llegó y la sujetó de los hombros. Pero antes de que pudiera hacer algo ella igual comenzó a gritar. Pasaron dos minutos así. Hasta que la primera chica cayó rendida al piso. Le tomaron el pulso y confirmaron que estaba muerta.
-¿Y la segunda?- preguntó Yoh
-Igual murió. Pero antes de hacerlo logró decir unas palabras claras.
-¿Cuáles?- preguntó Anna
-Está en mi cabeza. Él la quiere encontrar- dijo Newt imitando la voz de la chica –Luego de eso cayó rendida al suelo completamente muerta
-¿Y su alma?- preguntó Yoh, pues Anna sabía la respuesta y no había necesidad de preguntar -¿Por qué no la llamaron y le…?-
-Fue destruida
-¿Cómo?
-Tamashī o hakai – comentó Anna
-¿Cómo lo supiste?- preguntó Thomas realmente incrédulo -¿Dónde supiste eso?
-Es una técnica antigua que aprendí desde muy joven- explicó Anna
-¿Qué es esa técnica Anna?- preguntó Yoh
-Destrucción de almas- explicaba Anna –Es una técnica que solo pueden usarla los que poseen el reishi. La persona escoge a su víctima y se introduce en su mente. Juega con sus recuerdos el tiempo que quiera, claro que para la víctima no es divertido, es doloroso. Al acabar, el jugador destruye la mente de la víctima haciéndola estallar en mil pedazos. ¿Cómo lo hace? Simple, lo único que tiene que hacer es juntar recuerdos dolorosos y fuertes de la misma víctima para así mandarlos hacía ella misma, en este caso a las sacerdotisas.
-¿Podrías ser un poquito más clara Anna?- preguntó Yoh, pues él solo había entendido la mitad
-Sí Yoh- suspiró Anna, ella no estaba de humor para su estupidez ni para regañarlo –El cazador esculcó dentro de la mente de las sacerdotisas encontrando sus recuerdos más dolorosos o tristes. Los junto e hizo que las sacerdotisas los revivieran pero solo en su mente. Fueron ilusiones, ilusiones reales, tan reales que llegas al punto de volver a sentir ese sentimiento terrible que alguna vez viviste. La mente al ser presionada de esa manera, se desconecta, entrando en coma, para evitar la muerte. En este caso el cazador no deja que eso ocurra, no deja que la mente se desconecte. Al impedirlo presiona más la mente haciendo que se destruya por completo en unos minutos.
-¿Eso qué tiene que ver con el alma?- preguntó Yoh
-Es obvio amigo- afirmó Thomas mientras trataba de digerir toda esa información
-No para mí, amigo- pronunció Yoh haciendo énfasis en amigo -¿Annita?
-Está bien. Yoh, tanto los shamanes como los humanos se componen de tres cosas. Mente, alma y cuerpo. Sin la mente ni el alma, el cuerpo pasa a ser un cascarón vacío. Sin la mente, el alma y el cuerpo no se pueden mover pues la mente es la que los dirige. En cambio sin el alma, la mente no puede quedar en el cuerpo. Al destruir la mente el alma igual se destruye, exactamente no sé porque. Kino-san nunca me explicó porque.
-¿Fuiste su aprendiz?- preguntó Thomas tomando en cuenta cómo Anna había llamado a la señora Kino
-Sí
-Lo siento, debemos bajarnos en esta estación- anunció Yoh mientras miraba a Thomas y a Newt para luego ponerse de pie y bajar las maletas
-Es cierto, debemos bajarnos aquí- apoyó Anna poniéndose de pie
-Se dirigen a Izumo ¿cierto?- preguntó Thomas –Bueno, Asakura vigila a Anna y no la dejes sola. Quizás esos lunáticos sigan por ahí. Aunque claro que si quieres yo puedo cuidar de ella.
-Yo puedo solo- gruño Yoh
-¿Por qué seguirían por aquí? Digo, ya acabaron con todas las sacerdotisas jóvenes, ya no queda ninguna- recriminó Anna sin darse cuenta de que la pregunta era obvia. Caminó junto a Yoh mientras éste cargaba las maletas, se dirigían hacía la salida del tren
-No con todas…- decía Newt mientras los acompañaban a la salida del tren, pero cuando salieron Yoh y Anna siguió hablando -…faltas tú-
-…-
-…- Yoh y Anna no dijeron nada, solo se quedaron callados ante tal declaración. Era cierto Anna era posiblemente la última sacerdotisa.
FIN FLASH BACK
Ahora que había analizado por enésima vez aquella plática Yoh se había dado cuenta de que Anna sí le había dado su lugar, pero lo más importante era que ya sabía porque estaba enojado. Su enojo era por Newt. Newt le había dicho una verdad muy cierta, Anna era la última sacerdotisa, no la mataron porque ella estaba en Tokio, pero ahora que estaba en Izumo corría un gran peligro. Quizás por lo mismo Anna no había dicho nada desde que bajaron del camino. Después de la plática que ahora que lo pensaba fue de más de cinco minutos ni ella ni él habían vuelto a hablar. A Yoh le dolía que Anna estuviera callada, ella no era de palabras sí, pero nunca se había quedado tan callada. Pero lo que él no sabía era que a unos cuarenta centímetros junto a él su prometida tenía la mente en otro sitio, solo pensaba en la purga. Intentaba atar los cabos sueltos. Pero solo tenía cierta información, solo sabía que alguien estaba buscando a una chica que era sacerdotisa, no sabía quién ni porque. Sabía que la buscaban para matarla pero no sabía porque mataron a todas las sacerdotisas, sabía que las atacaron mediante la mente, entonces ese alguien poseía el reishi y lo controlaba perfectamente. Todo era muy confuso, Anna no sabía que pensar, por eso estaba callada. No podía hablar, solo quería lo más rápido a la mansión Asakura, tenía que hablar con su sensei.
-Ahí está la casa Anna- habló Yoh
-¿Eh?- dijo Anna mientras volvía en sí –Sí, bueno deberíamos entrar ya
-Espera Anna
-¿Qué?
-¿Por qué no me has hablado durante el camino?- preguntó Yoh algo triste
-No es lo que piensas Yoh, solo estaba pensando sobre la purga
-Oh- dijo Yoh mientras la miraba ahora con felicidad –No deberías romperte la cabeza pensando en eso Annita-
-Lo sé, pero todo es tan extraño- admitía Anna
-Tienes razón…- decía Yoh mientras bajaba las maletas y se acercaba a Anna tomándola de la cintura para después depositar un beso en su mejilla –Sé que estas asustada, pero confía en mí, ya verás que todo saldrá bien-
-No creo que sea así, digo, ¿qué tal si ellos vienen por mí?
-No pasará- afirmó Yoh mientras le daba un beso en su cabello y la abrazaba cariñosamente –Y si llegará a pasar, recuerda que yo estoy aquí-
-No quiero que te lastimen- confesó Anna
-…- Yoh al fin se dio cuenta del verdadero temor de Anna. A ella no le preocupaba que vivnieran por ella, si no que si venían él saldría lastimado –Oh Annita- susurró él mientras la abrazaba con más fuerza
-No quiero- sollozó Anna
-Sabes que moriría por ti- le susurró mientras le volvía a besar el cabello –Te amo Anna. Daría mi vida por ti si fuera necesario-
-…- Anna no dijo nada, solo se abrazó de Yoh como si su vida dependiera de ello
-Tranquila Anna, además, la abuela está bien. Ella debería de tener algunas respuestas ¿no crees?
-Supongo que sí- respondió ella mientras se soltaba de Yoh para verlo directamente a los ojos
-Te amo, y siempre te cuidaré- le respondió Yoh mientras la miraba a sus ojos. A esos lindos ojos color ámbar que desde la primera vez que la vio lo enloquecieron y lo dejaron sin aliento. Yoh tomó su barbilla con una mano mientras que con la otra sujetaba su cintura y la atraía hacia él
-¿Qué haces, Yoh?- preguntaba Anna mientras colocaba sus manos en el pecho de él
-¿No crees que deberíamos dar el siguiente paso Annita?- preguntaba Yoh mientras sonreía y la miraba de forma seductora
-¿Qué?- Contestó Anna mientras se ponía tensa de los nervios
-Shh…no te lastimaré- decía Yoh mientras se acercaba a la boca de Anna pues había notado que ella se había tensado. Un segundo antes de rozar sus labios Yoh le susurró –Te amo tanto- y la besó
Yoh puso sus labios encima de los de Anna y los movió de una manera lenta y cariñosa mientras que Anna estaba quieta. No sabía qué hacer. Al pasar los segundos, se relajó y comenzó a hacer lo mismo que Yoh, total, no tenía que ser perfecto, a él nunca le había importado eso. Yoh acarició la mejilla de Anna mientras la besaba. Realmente estaba enamorado de ella. Cada beso que le daba a Anna en la mejilla causaba una explosión de sensaciones dentro de él. Eso le encantaba, le gustaba sentir el calor que emanaba de ella, el pequeño cosquilleo que se producía en su estómago, la sensación de amor que sentía en su pecho. Y ahora con este beso esas sensaciones estallaron mil veces peor. Yoh intentó pasar al siguiente paso introduciendo con mucho cuidado su lengua dentro de la boca de ella, pero al hacer eso ella rompió el dulce momento.
-¿Qué haces?- preguntó algo tímida
-¿No te gusta?- cuestionó él
-No lo sé…- admitió Ana
-Deberíamos averiguarlo ¿no?- preguntó Yoh mientras la miraba y aún la sujetaba de la cintura, lo cual causaba que estuvieran a corta distancia uno del otro
-Quizás…- susurró Anna de forma sensual
Con ese simple detalle de parte de Anna Yoh se volvió loco. La atrajo hacia él y cuando Yoh la iba a volver a besar un grito de su abuela lo hizo detenerse
-¡NO ME VOY A CALMAR! YA LLEVAN TRES HORAS Y NO PUEDEN LLEGAR
-Creo que deberíamos entrar o la abuela se volverá loca- le dijo Yoh al haber escuchado el gritó de su abuela que seguramente iba dirigido a su abuelo
-Sí
-Vamos entonces Annita- dijo Yoh mientras le daba otro corto beso a su Annita en los labios. Tomó las maletas y junto con Anna entraron a la mansión Asakura
-Tranquila mujer- se escuchaba decir al señor Yohmei (esposo de Kino)
-De seguro se están tardando tanto por culpa de tú nieto, él es mala influencia para Anna. Desde pequeños lo noté, Yoh es torpe, estúpido, infantil, en cambio Anna es lista, ágil, fuerte…- enumeraba las cualidades de Anna la señora Kino sin darse cuenta que ellos ya habían llegado
-Hola abuelita jiji- saludó Yoh con su típica risita infantil -¿Cómo han…?- iba a decir pero su abuela lo interrumpió
-Nieto estúpido, ¿Después de tres horas me saludas así? Eres un idiota- le reprendió su abuela Kino
-Buenas tardes Kino-san –Saludó con una reverencia Anna pero su sensei no la saludo de la misma forma
-¡Oh Anna!- dijo Kino mientras la abrazaba –Estaba tan preocupada por ti, pensé que habían ido por ti
-…- Yoh no dijo nada solo puso los ojos en blanco O.O -así- .Entonces su abuela había pensado que iban a ir por…no…
-Estoy bien sensei- afirmó Anna pues su maestra nunca la había abrazado así
-Eso veo Anna- dijo Kino mientras la soltaba y la miraba –literalmente pues era ciega-
-Un gusto verte Yoh- saludó su abuelo a Yoh
-Gracias abuelo, igualmente-
-Sí, bueno ahora que lo mencionas yo…-
-El compromiso queda anulado- comentó Kino con seriedad
-¡¿QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?!- gritó Yoh, eso no se lo esperaba
-Eres mala influencia para Anna-
-No es cierto Kino- salió en defensa su marido –Ella solo está bromeando Yoh
-Abuelita, no deberías hacerme eso, casi me da un infarto
-Yo lo dije muy enserio
-Kino-san, tengo que hablar con usted de algo muy serio
-Entonces ya se enteraron de la purga que hubo ¿no?
-¿Cómo lo supiste abuelita?
-Yo he criado a Anna desde los seis años, la conozco de los pies a la cabeza, sé cuándo ella quiere decirme algo importante. No necesito saber qué quiere decirme, lo siento en el ambiente.
-Que bien abuelita jiji
-Yoh, Anna. Debemos hablar. Ahora- dijo la anciana firmemente mientras se dirigía hacia la sala
-…- Yoh miró a Anna pero ella solo se encogió de hombros y siguió a su maestra
-Mi señor- habló un chico de cabellera gris, era alto y con la piel blanca, pero lo que más llamaba la atención de él, eran sus lindos ojos lilas. El joven de unos 15 o 16 años le hablaba a una silueta que se encontraba en la penumbra
-¿La encontraron?- preguntó aquella silueta misteriosa
-No mi señor-
-¿Entonces qué haces ahí parado como un idiota? ¡BÚSQUENLA!
-Señor, ya la hemos buscado por todo Izumo, incluso matamos a todas las sacerdotisas como usted ordenó
-Ya lo sé, pero ni así la han encontrado. La necesito a mí lado- admitió aquella figura de la cual se notaba que era un hombre pues su espalda era ancha, brazos fornidos y pecho amplio
-Lo sé mi señor, pero necesitamos algo más específico que solo saber que es una sacerdotisa. Donde vive, su color de cabello, piel, edad, algo más señor
-Si supiera algo más ya te lo habría dicho, estúpido
-Lo lamento mi señor- se disculpaba ese chico de ojos lilas
-Ya sé donde puede estar ella
-¿Dónde mi señor?
-Kino Asakura, donde esté ella, estará Layla
Ambos jóvenes entraron a la sala y se sentaron frente a la anciana que ya estaba sentada. Hubo un tormentoso silencio. Aproximadamente fueron dos minutos pero por la tensión de los hechos pareció haber sido una eternidad. Pero finalmente la señora Kino habló.
-Ustedes se han de estar preguntando qué es lo que sucedió con todas las sacerdotisas
-Así es- respondieron ambos jóvenes
-Pues como supongo que sabrán, asesinaron a todas las sacerdotisas jóvenes. Incluso vinieron por mí, pero no pudieron contra mí. Me defendí con todo lo que tenía. Eran fuertes, eso sí, pero no me mataron. Antes de que pregunte, no tengo idea de porque me dejaron vivir.
-Tamashī no hakai- dijo Anna
-Lo sé Anna, en cuanto lo vi lo detecte. Intentó controlarme con esa técnica, pero como desde pequeña intentabas entrar en mi mente estaba preparada. Sigo viva. Antes de que pregunten Tamao sigue con vida
-¿Qué? Pero ¿Cómo? Ella es…- iba a decir Yoh pero Kino lo interrumpió
-Cuando comenzaron a morir las primeras sacerdotisas, le quité a Tamao sus poderes. De hecho la localizaron pero al ver que ella no era una sacerdotisa no la mataron. Y sí Yoh, Anna es la última sacerdotisa y vendrán por ella.
-…- Anna no dijo nada, solo mantuvo su vista al frente
-¿Y lo dices así tan tranquila?- preguntó sumamente molesto Yoh
-La verdad se dice sin rodeos. Deberías calmarte. Yo no dije que fuera el fin de Anna. Dije que vendrán por ella, es por eso que he tomado una decisión muy drástica.
-¿Cuál es abuela?- preguntó Yoh
-Anna, eres mi mejor aprendiz, eres fuerte, inteligente, ágil, guapa, lista, no te doblegas ante nada y no le tienes miedo a nada. Por eso no dejaré que te hagan daño. Quiero que sepas que la decisión que he tomado ha sido pensando en ti. Confío en que aceptarás debidamente a mis órdenes sin dudar.
-Abuela déjate de rodeos y dinos- decía Yoh sumamente nervioso –Parece que la vas a mandar al extranjero
-Anna, desde mañana comenzarás a entrenar. Y no solo eso. Si no que serán entrenamientos especiales…
Anna abrió los ojos inmensamente. Desde pequeña no entrenaba o al menos desde que la señora Kino decidió que era suficientemente fuerte para casarse con Yoh. Sus entrenamientos eran legendarios. Se decía que todos los shamanes del mundo venían con Kino a pedirle que los entrenaran. Ella se negaba pues ninguno era suficientemente fuerte como para resistirlos. Sin embargo Anna lo hizo. Si Yoh pensaba que los entrenamientos especiales de Anna era un infierno, los de la señora Kino era un viaje al inframundo.
-Sí –aceptó Anna en cuanto recuperó su expresión fría
-Anna, no solo entrenarás conmigo.
-¿Con quién más?- preguntaron los dos jóvenes al mismo tiempo
-Conmigo…- pronunció un chico el cual estaba recargado en el lumbral con una sonrisa arrogante –Hola Annita, Yoh-
Aquí finaliza el primer capítulo de esta historia ¿Interesante no?
Jajajaja siento mucho la demora, pero es que subo el documento y aparte lo tengo que editar y eso me lleva mucho tiempo, pero lo subí el viernes así que no fue demasiado tarde
Por cierto, yo subrayo en negrita la última frase del capítulo y la pongo en el otro capítulo igual en negrita para hacer saber que ahí se quedó. Espero ser clara con eso.
Bueno, estas son las preguntas del siguiente capítulo
¿Con quién entrenará Anna aparte de Kino? ¿De verdad buscan a Anna? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Quién? ¿Quiénes eran esos dos chicos misteriosos? ¿Fueron ellos los responsables de la purga? Sí, lo admitieron de hecho ¿Yoh que hará cuando se entere con quien entrenará su prometida?
Se despide Christa con un beso y nos vemos en el siguiente capítulo (*.*)7
