Capítulo 1x17: "Déjame entrar."

Residencia Gilbert

Aún en la habitación de Jeremy, Elizabeth se encontraba mirando la tormenta que había comenzado a arreciar fuera de la ventana con una expresión de gusto en su rostro. "Me encantan las tormentas." dijo antes de alejarse.

"¿Eso es cosa de vampiros?" preguntó Jeremy desde su posición sentada en la cama, siguiéndola con la mirada cuando ella lo rodeo para acercarse a su cómoda. "Porque leí que a los vampiros no les gusta el agua corriente."

"Eso es solo para Drácula." Elizabeth respondió, queriendo divertirse un poco con él. "Sí, era un completo cobarde.. Nunca se duchó." con una mueca de asco, continuó. "Era alguien muy maloliente."

"¿En serio?" Jeremy preguntó sumamente interesado.

Sin poder aguantar más la mentira, Elizabeth volteó para mirarlo con una expresión divertida. "Primera regla sobre los vampiros: no creas nada de lo que leas."

"Tienes que contarme más." pidió Jeremy. "Debo saber-".

"No, no lo haces." Elizabeth lo interrumpió con suavidad pero también con firmeza. "Porque no vas a ser uno."

"Vamos, no puedes seguir diciéndome «no»" Jeremy soltó un bufido antes de dejarse caer de espaldas sobre la cama con frustración.

Tomando un pequeño suspiro, Elizabeth se acercó lentamente para sentarse a su lado. Sinceramente él no sabía lo que estaba pidiendo. El ser un vampiro no era algo que debía escoger a la ligera solo por la emoción del momento, era algo serio y muy peligroso. "Mira, no voy a convertir a alguien que aprendió todo lo que sabe sobre vampiros de Netflix."

Incorporándose Jeremy se sentó de nuevo. "Eso no es cierto, y lo sabes."

Alzando una ceja Elizabeth decidió ponerlo a prueba. "¿Por qué quieres ésto?" preguntó con interés. "Dame una buena razón."

"Porque yo-" Jeremy se interrumpió a si mismo sin saber qué decir exactamente.

"Mmm." Elizabeth sonrió levemente ante su falta de razón convincente. "Avísame cuando puedas terminar ésa oración."

Justo en ese momento cuando Elena aparece llamando a la puerta de Jeremy, antes de que siquiera abriera Elizabeth utilizando su velocidad vampiro salió rápidamente de la habitación por la ventana abierta.

"Hola." Elena miró a su hermano un poco extrañada de que estuviera despierto tan tarde. "Todavía estás despierto."

"¿Qué pasa?" preguntó Jeremy secamente.

"Parece que se avecina una gran tormenta." explicó Elena antes de hacer un gesto hacia la ventana abierta. "¿Puedes ayudar a asegurarte de que todas las ventanas estén cerradas?"

"Ah, sí." Jeremy aceptó echandole una breve mirada a la ventana, para luego mirarla a ella. "Por supuesto."


Mystic Grill

Temprano a la mañana siguiente Jeremy le pidió a Elizabeth reunirse en el Grill para continuar hablando sobre el tema de los vampiros. Ahora más que nunca quería saber todo sobre ellos.

"Muy bien, tenemos algo de tiempo." dijo Elizabeth mirando el reloj en su teléfono. "No me veré con Marcos hasta más tarde."

"Espera, ¿él sabe que eres un-?" sin poder terminar Jeremy hizo un gesto hacia ella para marcar el punto que quería decir.

"Por supuesto, él también es uno." Elizabeth aclaró, sonriendo ante su expresión de asombro. "Aunque el hecho que pienses que es posible mantener algo así en secreto de tu propia familia es solo una prueba más de que no estás listo."

"«No estoy listo» es un paso adelante de «No»" Jeremy respondió con una sonrisa.

"Y un millón de pasos por debajo de «Quizás»" Elizabeth contrarrestó dándole un mohin. "Esto no es un juego Jeremy, en este momento podría estarte mintiendo y en realidad ser una asesina suelta, huyendo por haber matado todo un pueblo."

"¿Lo eres?" preguntó Jeremy dudando un poco cuando ella le mostró su cara vampiro.

"No, se controlarme." ella le sonrió, volviendo a su cara humana.

"Es bueno corroborarlo." Jeremy respondió con alivio claro en su rostro. "Oye, ¿cuántos años tienes en realidad?"

"Quince." respondió Elizabeth lentamente. Soltó una carcajada cuando lo vió sorprendido. "¿Pensaste que te diría mi edad vampiro? No le digo mi verdadera edad a nadie."

"Lo siento." Jeremy respondió rapidamente disculpandose. "No, fue mi intensión ser tan curioso."

"Esta bien descuida." dijo Elizabeth restandole importancia, antes de fijarse en la pulsera que llevaba en su muñeca. "Me gusta tu pulsera, ¿es nueva?"

"Si, gracias." Jeremy levantó su mano para que la mirara mejor. "Mi hermana me la consiguió."

"¿Puedo verla?" pidió Elizabeth extendiendo su mano.

"Sí, claro." Jeremy asintió quitándose la pulsera para entregársela.

Agarrando el objeto en sus manos, Elizabeth se dio cuenta enseguida que contenía verbena. No sabía con que intención Elena se la había dado, si por ella o por Anna quien no dejaba de aparecersele a Jeremy pero, estaba de acuerdo en que la tuviera para protegerse de alguna manera, más que todo de la compulsión.

"Sabes, ¿por qué no... por qué no te quedas con ella?" Jeremy preguntó después de unos segundos.

Ante eso Elizabeth lo miró. "¿Por qué me darías ésto?"

"Porque, te gusta." respondió Jeremy un poco titubeante por lo que diría a continuación. "Y me gustas."

Soltando una sonrisa burlona, Elizabeth negó varias veces. "Ambos sabemos que ahora solo te gusto por lo que quieres de mí."

"Claro que no." Jeremy negó con firmeza. "Si me gustas."

Alzando una ceja, Elizabeth decidió dejar el tema. "Sabes, deberías ponértelo." dijo regresandole la pulsera una vez más. "Te queda mejor de todos modos. Eso te protegerá de otros vampiros."

"¿En serio?" Jeremy preguntó con curiosidad. "¿Cómo? ¿De qué?"

"De algo llamado compulsión." Elizabeth explicó reclinandose sobre su asiento. "Es una habilidad que tenemos los vampiros para obligar a los humanos a hacer lo que queramos... Pero eso de lo que está hecha tu pulsera, es lo único que los protege a ustedes de ese poder. Nunca te lo quites."

"Vaya." murmuró Jeremy con asombro y admiración, mirando brevemente su pulsera antes de regresar su atención a ella. "¿Puedes mostrarme?"

Mirándolo de reojo, Elizabeth negó con una sonrisa pero aún así le hizo señas a uno de los camareros para que se acercara. Tan pronto lo hizo lo aferró por uno de sus hombros y comenzó a obligarlo. "Quiero que nos traigas unos batidos y el desayuno del día y que te olvides de cobrarnos porque ya lo hicimos."

"Ya lo hicieron." repitió el camarero en un pequeño trance.

"Bien, puedes irte." Elizabeth lo palmeó en el hombro dejándolo alejarse de su mesa. "Espera un momento." dijo en dirección de Jeremy, esperando pacientemente hasta que segundos después el camarero regresó con exactamente lo que ella le había pedido. "Gracias." le sonrió al muchacho quien sin decir nada más solo se marchó.

"Eso fue grandioso." exclamó Jeremy con una gran sonrisa, mirándola con otro brillo radiante en sus ojos. "Es genial."

"Si, pero también peligroso." Elizabeth se encogió de hombros. "Algunos vampiros la utilizan para matar a sus presas sin que les de mucho trabajo." la perplejidad que vió en él la hizo sonreír. "Hay muchas cosas más crueles que no conoces de nosotros."

"Supongo que tengo mucho porque preguntar." susurró Jeremy reclinandose hacia atrás en su asiento. "Aunque, creo tener una respuesta."

"¿A qué?" Elizabeth preguntó mientras se inclinaba para tomar de su batido.

"¿Por qué deberías convertirme?" alegó Jeremy.

Con una exhalación, Elizabeth rodó los ojos. "¿Volvemos a eso?"

"Mira, me despierto todos los días y me siento bien, pero falta algo. Siento como un... como un agujero." dijo Jeremy extendiendo su mano para aferrar la suya. "Algunas personas encajan en la vida, o lo que sea. Yo... yo no."

"Entonces, ¿quieres un cambio por lástima?" Elizabeth frunció el ceño con incredulidad. "No me parece."

"Deberías convertirme porque no tengo nada más." dijo Jeremy con convicción.

"¿Sabes por qué convertimos a otras personas?" Elizabeth preguntó con total seriedad ahora. "No es para darle a alguien un boleto de ida para salir de la soledad, ¿está bien? Uno: algunos necesitan a alguien que haga sus trabajos sucios. Dos: venganza. Tres: aburrimiento... pero, ya sabes, eso nunca sale bien." con un encogimiento de hombros, continuó. "Y luego sabes que está la obvia... Amas tanto a alguien que harías cualquier cosa por pasar toda la eternidad con él." soltando una exhalación, negó varias veces. "Lo siento, pero no encajas en ninguna de esas categorías."


Pensión Salvatore

Más tarde regresando a la pensión, Elizabeth se reunió con Marcos en la sala aprovechando que se encontraban ellos dos solo nada más para decirle que Jeremy ahora sabía la verdad sobre ellos, sobre los vampiros en general.

"Tal vez sea mejor que dejes de verlo." le aconsejo Marcos con preocupación. "El hecho de que sepa todo, podría ser peligroso tanto para él como para nosotros."

"Créeme que lo he pensado." Elizabeth asintió con un suspiro. "Pero es el único amigo de mi edad que tengo y no quiero perderlo, Marcos. Me he encariñado mucho con él."

"Si, y él contigo." Marcos negó. "Se nota que le gustas mucho más que solo una amiga."

"Ya hablé claramente con él sobre eso." Elizabeth replicó dándole la espalda. "Le dije que no lo veo más que como un amigo y que eso no cambiará." con un suspiro miró vacilante hacia la nada.

"Lamentablemente porque se ve que es un buen muchacho." dijo Marcos, sabiendo que el motivo por el que ella no veía capaz de enamorarse de nadie más se debía solamente a Damon Salvatore.

Antes que Elizabeth pudiera decir nada más su teléfono sonó, desviandola de la conversación para revisarlo y ver que se trataba de Stefan.

"Dime." atendió seriamente.

"Elizabeth, sucedió algo que quizás quieras saber..." comenzó Stefan, poniéndola entonces al día con lo que había sucedido.


Residencia Gilbert/Pensión Salvatore

Mientras tanto en la casa de Elena, luego de regresar de la casa de los Donovan Jeremy se dirigió rápidamente a su habitación quiendo estar solo para poder asimilar la noticia de la muerte de Vicky. Había esperado tanto para saber alguna información de ella, pero lo menos que había pensado era que le dijeran que estaba muerta.

Con su respiración agitada se acercó a su escritorio para sacar dos artículos de periódico del Mystic Falls Courier, uno con el título «Autoridades del tocón de muertes inexplicables» Con rabia los arrugó, antes de sacar una copia del Mystic Falls Courier con una foto de Vicki debajo del título «Niña local sobrevive al ataque de un animal» con lágrimas ahora corriendo por sus mejillas no se dio cuenta que Elizabeth se encontraba detrás de él, cerca de la ventana.

"Jeremy." llamó Elizabeth en voz baja para no asustarlo. Cuando él giró en su dirección con lágrimas en sus ojos sintió pena y tristeza por lo que debía estar pasando con toda aquella información sobre la muerte de Vicky. "¿Estás bien?"

Con su respiración entrecortada por las lágrimas, Jeremy negó levemente con la cabeza. "Mi... mi amiga Vicki... está... está muerta." dijo mostrándole la imágen del periódico. "Resulta que ha estado muerta todo el tiempo."

Mirando de la imágen a él, Elizabeth entendió algo que no había pensado con anterioridad pero que en ese momento tenía mucho sentido. "Ella es la razón por la que querías convertirte, ¿verdad?" preguntó en voz baja. "¿Querías estar con ella?"

Sin poder sostenerle la mirada, Jeremy se dio la vuelta sin saber qué contestarle. Después de unos segundos decidió enfrentar la situación. "Mira, lo siento-" girando hacia ella, se detuvo cuando descubrió que ya no estaba allí.


Regresando a la casa, Damon escuchó un ruido en la sala de estar. Sabiendo que Stefan se encontraba con Elena en la casa de Matt se acercó cautelosamente a la vuelta de la esquina, solo para ver a su hermano sentado en el suelo con un montón de bolsas de sangre vacías a su alrededor. Él enseguida lo miró con el goteo de sangre de sus labios.

Negando con la cabeza dio un paso más cerca. "¿Qué hiciste?"