Capítulo 2x01: "El regreso."

Residencia Gilbert

Elizabeth no podía creer que aún estuviera en Mystic Falls. Esa noche se suponía que agarraría sus cosas y se iría junto a Marcos para siempre. Pero de último momento había recibido por parte de Stefan la noticia de que Jeremy había intentado quitarse la vida. Asi se encontró justo en ése momento caminando hacia la casa de Elena que estaba resguardada por un oficial de policía.

"No pueden pasar." el oficial se interpuso ante eso intentando evitar que entraran a la casa.

"Está bien." Elena apareció en ése momento haciéndoles señas para que entraran.

"¿Qué pasó?" Stefan preguntó tan pronto comenzaron a subir las escaleras hasta la habitación de Jeremy.

"Dijo que Anna le dio su sangre y luego tomó una pastillas y ahora... quiero decir que se ve bien, pero ustedes también." Elena respondió rápidamente con exasperacion. "Entonces, yo solo... no sé."

Enseguida que abrieron la puerta, la expresión de Jeremy cambió cuando visualizó a Elizabeth quien cruzando sus brazos se quedó en la entrada mirándolo con clara reprimenda en sus ojos. "Elizabeth... qué... ¿qué hacen aquí?" preguntó mirando a Stefan también.

"Vinimos por ti, claro está." Elizabeth murmuró entre dientes, ganando que él bajara la mirada apenado con ella sabiendo que estaba molesta por lo que había hecho.

Acercándose, Stefan agarró la cara de Jeremy entre sus manos. "Ven aquí, mírame." pidió examinando sus ojos con detenimiento.

"Estoy bien, ¿de acuerdo?" Jeremy murmuró molesto apartándose de su agarre. "Siento exactamente lo mismo."

"¿Debería llamar a un paramédico?" Elena preguntó con preocupación. "¿Qué tengo que hacer?"

Cuando Stefan no respondió, Elizabeth se preocupó un poco dando un paso adelante. "¿Stefan?" preguntó tentativamente.

"No." murmuró Stefan mirando a Jeremy unos segundos más a los ojos. "Está bien."

"¿Quieres decir que no soy un vampiro?" preguntó Jeremy incorporándose de golpe, cuando al mismo tiempo recibió una negativa del vampiro. "¡Maldición!"

"¡No digas eso Jeremy!" Elena replicó con incredulidad. "Jer, ¿por qué querrías eso?"

Jeremy miró en dirección de Elizabeth quien al notar su atención en ella se tensó visiblemente. Soltando una exhalación silenciosa apartó su mirada hacia el suelo. "¿Escucharon sobre lo que le pasó ésta noche?" murmuró en voz baja. "Ella está muerta."

"Jeremy, Jeremy... Ven aquí, siéntate." Stefan lo empujó de vuelta a la cama, agarrando de nuevo su cara obligándolo a mirarlo. "Lo siento mucho por Anna, pero es muy importante que me escuches ahora mismo. Con cada momento que pasa, la sangre de Anna abandona tu sistema. Si tratas de suicidarte ahora mismo, realmente podrías morir..." cuando él miró hacia otro lado no pudo evitar darle una bofetada para llamar su atención. "¡¿Me entiendes?!"

"Stefan..." Elena dio un paso hacia ellos, aunque sin replicar nada más.

Aunque renuente, Jeremy terminó por asentir lentamente. "Sí, entiendo."

"Bien." respondió Stefan antes de ponerse de pie y acercarse a Elena parándose a su lado.

Elizabeth por su parte que había mantenido su mirada reprochante en el muchacho, negó con la cabeza cuando de nuevo él miró en su dirección... Sinceramente no podía creer lo que había intentado hacer.

"¿Qué hay de las pastillas que tomó?" preguntó Elena.

"No tomó lo suficiente para morir, así que la sangre de Anna realmente lo curó." explicó Stefan dándole la tranquilidad que sabía estaba buscando de él.

"¿Señorita Gilbert?" un policía tocó el marco de la puerta de la habitación llamando la atención de todos hacia él.

"Estaré allí enseguida." Elena respondió, esperando a que se marchara para soltar una exhalación agotada.

"Tienes que estar en el hospital." dijo Stefan extendiendo su mano para tomar la suya.

"Pero..." Elena comenzó a replicar, pero él la interrumpió con suavidad.

"No, no, no." Stefan frotó sus brazos para tranquilizarla. "Me quedaré aquí con Jeremy."

"Ambos lo haremos." Elizabeth ofreció con su semblante frío.

Jeremy rehuyo de su mirada nuevamente. "No necesito que me cuiden."

"Sí, lo haces." dijo Elena con firmeza, antes de darle un asentimiento agradecido a Stefan y Elizabeth para luego salir de la habitación.


Saliendo de su cuarto de baño, Jeremy se encontró con Elizabeth quien estaba reclinada en la ventana de la habitación mirando hacia afuera. Titubeante se acercó a ella, pensando por un momento en qué decirle. "¿No piensas hablarme nunca más?"

"Debería no hacerlo." Elizabeth murmuró sin mirarlo. "No después de la tontería que hiciste."

"Ya te pedí disculpas." murmuró Jeremy detrás de ella.

"Bueno, pues no es suficiente." Elizabeth replicó girando para mirarlo con reproche. "¿Sabes lo que pudo haber pasado si hubieras logrado lo que te proponías? ¿Y si te arrepentias luego?"

"No lo haría." susurró Jeremy.

"¡Eso no lo sabes!" Elizabeth lo interrumpió con enojo.

Jeremy la observó por un momento, antes de hacerle una pregunta que quizás no debía pero tenía que hacerlo. "¿Tú te arrepientes de ser un vampiro?" preguntó en voz baja, notando cómo su postura se tensó visiblemente.

Con una exhalación, Elizabeth desvió su mirada hacia la ventana. "Yo no tuve elección en mi vida Jeremy." respondió en su lugar, omitiendo su pregunta. "Pero tú si la tienes... Puedes disfrutar todo lo que trae una vida humana." girando lo miró seriamente. "No como nosotros los vampiros que tenemos que atenernos a una eternidad así..." con eso hizo señas hacia si misma. "... resignandonos a perder a las personas que amamamos con el paso del tiempo."

Notando que su postura ya no era del todo tensa, Jeremy intentó bromear un poco. "Bueno, la diferencia entre los humanos y los vampiros es que no puedes morir."

Soltando una exhalación acompañada de una sonrisa, Elizabeth alzó una ceja divertida. "Eso sí."

Acercándose un paso, Jeremy la miró con una súplica silenciosa. "Perdóname, por actuar sin pensar."

"Es de humanos equivocarnos, Jeremy." Elizabeth se encogió levemente de hombros. "Solo por favor no vuelvas a hacer algo así o... te juro que no volveré a hablarte nunca más, ¿entendido?"

"Entendido." Jeremy levantó su mano en alto para cerrarlo con una promesa.

"Mmm, confiaré en ti" dijo Elizabeth, moviéndose para sentarse en el borde de la cama. "Al menos espero que mantengas tu palabra aún cuando no esté."

"¿Qué?" preguntó Jeremy con incredulidad. "¿Qué quieres decir con cuando no estés?"

"Bueno, Marcos y yo nos íbamos del pueblo ésta noche." explicó Elizabeth bajando la mirada hacia su mano mientras jugaba con el borde de la sábana. "Con todo lo sucedido sobre la caza de vampiros pues, él tiene miedo de que algo pueda pasarme."

"¿Pero pensabas irte sin despedirte?" preguntó Jeremy.

"No soy buena para las despedidas." Elizabeth respondió un poco con vergüenza. "Tengo años que no sé lo que es eso."

"¿Y cuando te irás?" preguntó Jeremy con desgano.

"No lo sé, en unos días tal vez." Elizabeth respondió antes de sonreír con empatía al notar el claro desacuerdo en su rostro. "Descuida Jeremy, no me iré sin antes despedirme... Te lo prometo."

"Si, pero..." negando Jeremy extendió su mano para aferrar la suya. "No quiero que te vayas."

Frunciendo sus labios, Elizabeth le dio un apretón a sus manos. "No pienses en eso, mejor pensemos en qué haremos éstos últimos días que me quedan en el pueblo." con eso e dio un pequeño guiño que lo hizo sonreír. "Estoy abierta a sugerencias."


Hospital Whitmore

El la besó. Había finalmente besado a Elena Gilbert. Después de todo ese tiempo en que ella lo negó, ella lo dejó besarla. Y se sintió bien. Se sintió más que bien, se sintió increíble. Ella le devolvió el beso y él notó que le gustaba. Eso hizo que Damon Salvatore sonriera por dentro al saber que tal vez, tal vez podría tener una oportunidad con ella.

Pero luego la culpa de besar a la novia de su hermano lo alcanzó, y trató de expulsarlo. La culpa era una emoción que no le gustaba, aunque lo estaba comiendo vivo. Pero no importaba. Elena lo había besado, y finalmente había roto el hielo.

Su felicidad se vió interrumpida cuando recibió una llamada de Liz Forbes. Al parecer, la misma noche en que Damon casi murió y reconoció sus sentimientos por Elena, Caroline Forbes tuvo un accidente automovilístico con Tyler Lockwood y Matt Donovan.

"Liz." respiró Damon cuando entró al hospital para encontrar a la Sheriff Forbes sentada en silencio, llorando muy ligeramente. Levantó las manos en el aire. "Vine tan pronto como recibí el mensaje, ¿está bien?"

"Ella está en cirugía." dijo Liz en voz baja. "Es... están haciendo todo lo que pueden." admitió Liz. Damon asintió, esperando que ella continuara.

Después de una pequeña pausa, ella lo hizo. "Necesito tu ayuda, Damon."

"Claro." asintió Damon. "Cualquier cosa, Liz."

La sheriff Forbes se volvió con Damon y se dirigieron a un lugar más privado que afuera. "El alcalde Lockwood está muerto." le susurró. "Ellos pensaron que era un vampiro." se apresuró a decir. "Lo pusieron en el sótano."

Damon se cruzó de brazos. Por supuesto, él ya lo sabía, pero tenía la sensación de que había más de lo que se veía a simple vista. ¿Alcalde Lockwood un vampiro? Parecía imposible. Sin embargo, fingió bien su sorpresa. "¿El alcalde Lockwood es un vampiro?"

"No, no, no." negó Liz. "¡Se cometió un error!" ella insistió. "Dijeron que cayó como los demás cuando se activó el dispositivo de John, pero él-" se detuvo cuando una chica rubia caminó junto a ellos, peligrosamente cerca del rango de audición. Cuando la niña se fue, ella continuó. "Pero él no pudo haber sido un vampiro." insistió. "Conozco al hombre toda mi vida. Sé que Carol Lockwood va a querer respuestas y... en lo único que puedo pensar es en Caroline y yo." se calló, ahogando los sollozos.

Damon agarró sus hombros y trató de consolarla. "Está bien... Oye." atraurndola hacia sí la envolvió con sus brazos en un abrazo.

"Dios."

"Está bien." la tranquilizó Damon.

Después de que él consoló a Liz, trató de aclararse la cabeza y pensar en lo que era importante. Averiguar qué era el alcalde Lockwood si no era un vampiro... qué decirle a la señora Lockwood... cómo salvar a Caroline... y... y...

"¿Bonnie?" una voz específica alcanzó su oído. "¿Cómo está Caroline?"

"Ella está débil." respondió Bonnie. "No saben si lo logrará."

'¿Se atrevió a interrumpir su conversación? ¿Por qué parar ahora, estás en una buena racha?' Damon, pensó con amargura.

"¿Qué?" Elena se quedó sin aliento. Bonnie no dijo nada más, en cambio, envolvió sus brazos alrededor de su amiga y le dio un abrazo.

"¿Hay algo que puedas hacer? ¿Como... un hechizo o algo así?" Elena propuso, algo frenética.

"Ella no sabe cómo." intervino Damon contra su mejor juicio. Salió y miró a Bonnie. "¿O si?"

"No." Bonnie aceptó de mala gana. "Yo no."

"No, no lo haces. Porque a Emily le llevó años aprender un hechizo como ese." agregó Damon con amargura.

"Sí, bueno, puedo derribar a un vampiro. Ese hechizo fue fácil de aprender." le espetó ella.

Damon se volvió hacia Elena. "Puedo darle un poco de sangre a Caroline." ofreció. Elena se volvió hacia él y comenzó a objetar de inmediato, lo cual no fue una sorpresa.

"No, de ninguna manera." ella declinó.

"Solo lo suficiente para curarla. Estará a salvo en el hospital; estará fuera de su sistema en un día. Estará mejor, Elena." argumentó Damon.

"Es demasiado arriesgado. No puedo estar de acuerdo con eso." protestó Elena, pero Bonnie los interrumpió.

"Hazlo." le dijo Bonnie a Damon. Tanto Damon como Elena giraron sus cabezas para verla. "Esta es Caroline." argumentó Bonnie. "¿De acuerdo? No podemos dejarla morir." Las cosas estuvieron en silencio por un momento antes de que Bonnie se volviera hacia Damon. "Hazlo." ordenó ella. Elena lo miró, cansada.

"Si hago esto, tú y yo, ¿convocamos una tregua?" él propuso.

"No." se negó Bonnie. Damon frunció el ceño. "Pero lo harás de todos modos." le dijo Bonnie. Damon se mordió el labio. No lo digas, le advirtió a través de sus pensamientos. Pero después de todo, ella no era telepática. "Por Elena." agregó Bonnie.

Elena levantó las cejas a Bonnie, y Damon se sintió confundido por un momento. ¿Por qué ella cuestionaría el estado de su relación después de que él la besara, y después de que ella le devolviera el beso?

Elena suspiró y Bonnie se alejó, dejando a Damon y Elena solos.

Damon se puso las manos en las caderas. "Sé que esto es probablemente lo último que quieres hacer en este momento, pero tenemos que hablar sobre lo que pasó esta noche." le dijo. No iba a dejarlo pasar, no esa vez.

"Sí." estuvo de acuerdo Elena. "Uno de los vampiros de la tumba entró a la casa y casi mató a John."

Damon hizo una doble toma. No era lo que esperaba. "¿Qué? ¿Qué...? ¿Cuándo? ¿De qué estás hablando? ¿Después de que me fui?"

"¿Tú estabas ahí?" Elena le preguntó, confundida.

Damon rodó los ojos. ¿Por qué estaba jugando ese juego con él? "Vamos, Elena, sabes que lo estaba."

Ella hizo una pausa "¿Cuándo estuviste en la casa?" preguntó ella, tal vez molesta.

"¿De verdad?" propuso, ahora irritado. "¿Antes? ¿En el porche?" le ofreció, tratando de refrescar su memoria. Fue inútil. "Estábamos hablando, todos catárticos, ¿sentimientos expuestos? ¡Vamos, nos besamos , Elena!" susurró enojado.

"Está bien, no tengo tiempo para esto, Damon." dijo ella, alejándose de él.

Enseguida Damon la agarró del brazo. "Oye, si quieres olvidar que sucedió, bien... Pero yo no puedo."

"¿Elena?" Jenna los interrumpió. Damon se dio la vuelta, molesto. "Vine tan pronto como recibí tu mensaje. ¿Cómo está John?"

"¿Donde has estado?" Elena le exigió a su tía.

"En el Departamento de Bomberos. Tuve que llenar un informe." Jenna lo dijo como una pregunta, pero Elena no estaba entendiendo. "Te lo dije antes, yo-"

"No, no lo hiciste." argumentó Elena.

"Sí, lo hice." respondió Jenna.

"No, Jenna, no lo hiciste." refutó Elena.

Damon sabía que algo estaba mal.

"Sí, lo hice." dijo Jenna una vez más.

Damon miró de un lado a otro entre Jenna y Elena, y de repente se dio cuenta. "Oh." murmuró. ¡Demonios! "Mm, ¡tienes que estar bromeando!"

Jenna y Elena lo miraron como si estuviera loco, pero Damon tuvo que regresar a la casa Gilbert.

Elena siguió adelante, y en poco tiempo, estuvieron en la casa de Elena. Cuando entraron, Stefan estaba en el suelo, levantándose.

"¿Stefan?" Elena preguntó con preocupación.

"Elena."

"¿Que pasó?" preguntó ella, confundida.

Damon miró a su alrededor por un momento, esperando que Stefan respondiera. Pero cuando no lo hizo respondió por él.

"Katherine pasó."


"¿Dijo ella lo que quería?" Damon preguntó miserablemente. Cuando finalmente pensó que había besado a Elena, y que ella le devolvió el beso, resultó ser Katherine. Por supuesto.

"No." respondió Stefan.

"La mujer ciertamente sabe cómo hacer una entrada." murmuró Damon.

"Ella dijo que engañó a uno de nosotros, al menos. ¿Qué significa eso?" Stefan empujó.

Damon suspiró. "Ella también fingió ser Elena cuando me presenté esta noche." respondió Damon. Podía ver la mirada en la cara de Stefan, contemplando lo que sucedió entre ellos.

Elena bajó las escaleras interrumpiendo la conversación. "Le dije a Jeremy." dijo ella. "No puedo mentirle más."

Stefan se volvió y caminó hacia ella. "¿Estás bien?" preguntó, preocupado.

"No, no estoy bien." respondió Elena. "Pensé que, con todos los vampiros en la tumba, las cosas mejorarían."

"Lo sé. Todos lo hicimos."

Elena continuó. "Katherine estaba en esta casa. Eso significa que ha sido invitada a entrar. ¿Qué vamos a hacer?"

"Mudarte." sugirió Damon.

El sarcasmo de Elena se quebró. "Muy útil. Gracias."

"Katherine quiere que mueras, no hay nada que puedas hacer al respecto. Estarás muerta." le dijo Damon. "Pero el que aún no lo estés claramente señala que ella tiene otros planes."

"Cierto y necesitamos averiguar cuáles son esos otros planes y no provocarla en el proceso." continuó Stefan.

Damon asintió en acuerdo.

"¿Qué pasó esta noche cuando pensaste que era Elena?" Stefan preguntó con curiosidad.

Damon gimió dentro de su cabeza. Por supuesto que lo mencionaría, ese pequeño bastardo. Pero Damon estaba decidido a hacer lo mejor posible. Inclinó la cabeza y se detuvo por un momento. Elena, con la mano en la nuca, miró a Damon, esperando una respuesta.

"Para arriesgar otra línea de expresión que invade una frente muy llena." comenzó Damon. "Nosotros... nos besamos."

"¿Y pensaste que era yo?" preguntó Elena.

Stefan la ignoró. "¿Qué quieres decir con que la besaste?"

"Bueno, ya sabes, cuando dos labios se fruncen y se van..." Damon bromeó, haciendo un beso mientras se fruncía los labios. Stefan se acercó a él, pero Damon se dirigió a su otro lugar. "No seas obvio, Stefan." lo reprendió.

"Stefan, espera." Elena intervino, saltando entre ellos. "Él-Él besó a Katherine, no a mí." con eso se volvió hacia Damon. "Yo no haría eso." cuando él la fulminó con la mirada, ella sacudió su cabeza. "No tenemos tiempo para esto, muchachos."

"Más tarde." dijo Stefan a su hermano. Damon asintió en acuerdo.

"John debe saber algo." propuso Elena, intentando seguir adelante. Ella se volvió hacia Damon. "Tiene que haber una razón por la que Katherine intentó matarlo."

"¡Ella es Katherine!" Damon protestó, cruzando los brazos y apoyándose contra la pared más cercana. "A ella le encantan los juegos, y te estás engañando a ti misma si crees que vas a descubrir lo que está haciendo antes de que ella quiera que sepas."

"En realidad, Elena tiene razón." intervino Stefan. "John podría saber algo a través de Isobel. Tu madre, ella estaba en contacto con Katherine, así que tal vez podamos ir al hospital. Hacerle hablar."

"Tengo una idea mejor." comentó Damon.

Elena se volvió hacia él, con los brazos cruzados. "¿Que es eso?"

"Voy a ignorar a la perra." dijo Damon, elaborando la parte de «perra» "Nos vemos." dijo, volviéndose para irse.

"¿Si, eso inteligente?" preguntó Elena.

"Si Katherine cree que está siendo ignorada, la atraerá a salir. Hará un movimiento." ofreció Damon.

"¿Sí?" preguntó Stefan. "¿Y qué?"

Damon se encogió de hombros y sonrió. "Apóyala, quítale la cabeza. Algo poético... Ya veremos."

Damon se fue a hacer lo suyo, lo que implicaba que a una joven rubia le sacara sangre vampiro para curarla de sus heridas.


Mansión Lockwood

En la mañana, Damon se presentó en Lockwood Mansion, por solicitud de Liz. Carol no estaba muy contenta con ellos.

"Quiero saber exactamente quién es el responsable de matar a mi esposo." le espetó Carol a Liz y Damon.

"Lo estoy investigando, pero tienes que ser sincera conmigo." exigió Liz. "¿Hay alguna razón por la que Richard fue afectado por el dispositivo vampiro?"

"¿Qué estás implicando?" preguntó Carol, disgustada. "¿Que él era uno de ellos?"

Damon intervino. "No, no. Nadie está implicando eso-"

Carol lo ignoró. "Tus oficiales se equivocaron, lisos y simples. Lo que te hace responsable."

"Carol-"

"Su esposo ayudó a John Gilbert a ejecutar su plan de idiota en primer lugar." defendió Liz.

"Liz-"

"Alguien mató a mi marido." declaró Carol, reprimiendo un grito.

"Todos estamos al límite aquí." dijo Damon con compasión, volviéndose hacia Carol. "Has sufrido una gran pérdida." se volvió hacia Liz. "Todo el pueblo lo hizo." puso sus manos sobre ambos hombros de las mujeres que discutían. "Pero tenemos que mantenernos unidos, ¿de acuerdo? Confíen los unos en los otros... Superaremos esto."

Más tarde, después de que Carol y Liz resolvieron todo y acordaron ser civilizadas mientras se daban cuenta de la situación del alcalde Lockwood, una nueva persona en la ciudad despertó el interés de Damon. Cualquier persona nueva en la ciudad era una posible amenaza y responsabilidad, y él necesitaba averiguar quién era.

"¿Quién es el chico con Carol?" Damon le preguntó a Liz.

"Ese es el hermano menor del alcalde, Mason Lockwood." informó Liz.

"¿Está en el Consejo? ¿Como lo fue John Gilbert cuando entró?" Damon cuestionó.

"No se parece en nada a John. Por un lado, no es un imbécil. Tampoco es un creyente. No quiere tener nada que ver con el Consejo. Está demasiado preocupado tratando de encontrar la ola perfecta." le dijo Liz sugerentemente.

"Mm." estuvo de acuerdo Damon, pero algo estaba mal. "Gracias. Nos vemos." dijo mientras Liz lo dejaba.

Un poco más tarde, Bonnie se acercó a él. "¿Sabías que el dispositivo Gilbert afectó a Tyler Lockwood?" Bonnie le preguntó a Damon mientras caminaba, revisando la casa.

"Bueno." comenzó Damon mientras comía algo que sacó de las bandejas de comida frente a él. "Sé que derribó al alcalde."

"¿No quieres saber por qué?" Bonnie propuso.

"Sí, Bonnie." dijo Damon, girándose hacia ella. "Me encantaría saber por qué un no vampiro fue torturado por un dispositivo de tortura de vampiros que dejaste que John Gilbert usara contra nosotros." tomando una uva de una enredadera la hizo girar en sus manos mientras continuaba. "Hablando de tu culpa, ¿cómo está Caroline?"

"Ella está mucho mejor."

"De nada." se jactó Damon.

"No, de nada."

"¿Por qué lo dices?"

"Viviste para ver otro día." dijo Bonnie con firmeza.

"Ninguna buena acción queda sin castigo contigo, ¿verdad?"

"No deshace lo malo. Sé lo que eres, Damon." amenazó Bonnie mientras masticaba la uva en su boca. "Es posible que tengas a Elena, el sheriff y a todos los demás engañados, pero no a mí."

"Hmm." dijo Damon, contemplando.

"Un movimiento equivocado y acabaré contigo." amenazó.

"Ahora debes detenerte con el brebaje de las brujas. Estás empezando a creer tu propia amenaza. ¿Hmm?" Bonnie se dio la vuelta y se volvió, donde Damon comenzó a sentir el latido y la sensación torturadora en su cabeza.

"Oh." dijo Bonnie dulcemente mientras aflojaba un poco las empuñaduras. "Lo siento, ¿qué decías?" lo miró y sonrió antes de alejarse.

Más allá de la estela, Damon estaba parado en el porche de Lockwood, pensando en las cosas, tratando de evitar a todos dentro. Necesitaba tiempo para pensar.

¿Cómo pudo pasar aquello? Finalmente, pensó que había arruinado el nervio de besar a Elena, y que a ella le gustaba, pero aquí estaba, siguiendo a Katherine Pierce que fingía ser Elena. Qué situación tan jodida.

"Ustedes sigan adelante. Yo, eh, estaré allí, ¿de acuerdo?" Elena le dijo a Jenna una vez que vio a Damon. "Oye." lo saludó Elena mientras se acercaba. "¿Como estás?"

"Genial, Elena. Caminando en el sol. Gracias por preguntar." dijo con amargura.

"Damon..." dijo ella seriamente.

"Elena." replicó él.

"Deberíamos poder hablar de esto." Damon llevó su vaso de alcohol a los labios y comenzó a beber. "Damon, estamos lo suficientemente cerca ahora. Realmente quiero saber cómo te va."

Miró a la gente en el césped frente a él y frunció los labios. "Te besé. Pensé que me devolviste el beso. Doppelgänger high jinx fue la que lo hizo." él se volvió hacia ella. "¿Cómo crees que lo estoy pasando?"

"Creo que estás herido." dijo honestamente.

"Mm, no, no me lastimo, Elena." protestó Damon con una sonrisa.

"No, no admites que te lastimas. Te enojas y te ocultas, y luego... haces algo estúpido." le dijo, como si estuviera exponiendo su próximo movimiento en este momento.

Su sonrisa desapareció mientras trataba de pensar en una reaparición. Pero cuando lo pensó, su sonrisa reapareció. "Tienes miedo." le dijo a ella. "Crees que Katherine me va a sacar del final profundo, ¿no?" el propuso. Cuando ella no respondió, él supo que tenía razón. "No la necesito para eso." dijo Damon crípticamente y se alejó. Pero todavía no había terminado. "Sabes... ¿Por qué es tan sorprendente que te besaría?" preguntó él, confundido. Ambos conocían sus sentimientos por ella, y no había forma de ocultarlo.

Ella lo sorprendió por su respuesta. "Eso no es una sorpresa." admitió Elena. Damon levantó las cejas y concentró su atención mientras ella continuaba. "Me sorprende que hayas pensado que te devolvería el beso."

Damon tragó y se tensó. Se quedó en silencio por un segundo antes de responder. "Ahora estoy herido." dijo y se volvió. Pero antes de que pudiera hacer su gran salida dramática, Bonnie apareció.

"Elena." jadeó.

"Bonnie, ¿qué pasó?" preguntó Elena, preocupada.

"Katherine." dijo Bonnie simplemente, y no había necesidad de otra explicación.


Calle de Mystic Falls

"Traté de rastrearla, pero se ha ido." dijo Damon mientras se acercaba a Stefan y Elena. "Ew, cúbrete. Fabio." dijo mientras giraba la cabeza y arrugaba la nariz. "Tenemos a un ex loco suelto. Será mejor que tengas cuidado. Parece que Katherine está tratando de robarte a tu novio."

Stefan bajó los ojos cuando Elena lo miró. "Eso no es lo que está pasando."

"¿No es así?" Damon presionó. "Quiero decir, es justo porque yo... fui tras tu novia." solo estaba tratando de llegar a Stefan, y estaba funcionando.

Elena lo miró y se dio cuenta de que esta no era una pelea en la que estaba dispuesta a meterse en medio. "Voy a ver cómo están Jenna y Jeremy." les dijo a los hermanos. "Avísenme cuando terminen." dijo rencorosamente y se volvió para irse.

"Entonces, ¿qué va a ser, eh?" Damon se encendió. "¿Pelear hasta la muerte?"

Stefan se burló.

"Adelante... Haz tus amenazas." Damon alimentó. "Apuesta tu reclamo." levantó las manos como si fuera a pelear en un combate de boxeo.

Stefan miró a su hermano. "No voy a pelear contigo."

"¿Por qué?" Damon se quejó, dejó caer sus manos y regresando a una posición de pie. "Me pelearía conmigo."

"Katherine intentará jugarnos unos contra otros, lo sabes, ¿verdad?" Stefan le recordó a Damon.

"Hermano, no te preocupes... Nuestro vínculo es inquebrantable." el sarcasmo rezumaba de su declaración.

"Necesitamos estar unidos contra ella." afirmó Stefan, levantándose de su asiento en el banco. "Así que sí, por mucho que me gustaría matarte, no voy a pelear contigo."

Pero Damon buscó una pelea, así que iba a conseguir una. "Besé a Elena."

Stefan se dio la vuelta. "Porque sientes algo por ella. Porque realmente te importa. Y no voy a dejar que Katherine entre y destruya esa parte de ti que finalmente, después de todo este tiempo, está dispuesta a sentir algo." Damon miró a su alrededor con nerviosismo, pero sus ojos finalmente se posaron en Stefan. Tenía razón, pero eso no significaba que a él le gustara.

"Ella intentará romperte." continuó Stefan. "Ella tratará de quebrarnos." se acercó más. "Y cómo respondemos a eso nos definirá." Damon se inquietó torpemente. "Es nuestra elección." pasó un momento de silencio. "Entonces, no, no voy a pelear contigo."

Cuando Damon no dijo nada, Stefan lo rozó, dejandolo vacío, frío, solo y herido.


Pensión Salvatore/Residencia Gilbert

Era de noche, finalmente, el final de ese horrible día, y Damon se había estado llenando de bebidas. Stefan tenía razón, Elena lo lastimó y Katherine estaba jugando juegos mentales con él. Era como una bomba de tiempo.

Después de llenar su vaso, se volvió para regresar al estudio, pero terminó deteniéndose en seco. Por supuesto, pensó con un suspiro. "Muy valiente de tu parte por venir aquí." amenazó mientras se giraba para ver a Katherine en su sofá.

"Quería decir adiós." le informó ella.

"¿Te vas tan pronto?" Damon preguntó fríamente. Pero ella se veía perfecta, justo delante de él. El amor de hace años regresó a su corazón.

Ella inclinó la cabeza. "Sé donde no me quieren."

"No hagas pucheros." Damon regañó y bebió su alcohol. "No es atractivo para una mujer de tu edad."

Katherine se burló de él. "Auch."

Dejó su vaso sobre una mesa y se volvió, terminado con ella. Pero mientras se alejaba, ella apareció delante de él. "¿Qué? ¿No hay un beso de despedida?"

"¿Por qué no te mato?" Damon le devolvió el tiro. Katherine se echó a reír, pero él continuó. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"Nostalgia... Curiosidad... Etcétera." admitió.

"Soy mejor en las enigmáticas frases, Katherine." le dijo Damon. "¿Que piensas hacer?"

"Confía en mí, Damon." comenzó ella. "Cuando esté tramando algo, lo sabrás." la conocía demasiado bien. "Vamos." continuó ella. "Bésame. O mátame. ¿Cuál será, Damon? Ambos sabemos que solo eres capaz de uno." se inclinó hacia delante a centímetros de sus labios, pero él se dio la vuelta negándose a besarla.

Pero Katherine fue demasiado rápida. Ella destelló de pie frente a él, y en un milisegundo lo tenía en el suelo, a horcajadas sobre él. Su mano viajó por su pecho mientras hablaba. "Mi dulce, inocente Damon."

Agarró su cuello y los dio vuelta, su mano presionando su garganta. Por un momento, pudo ver la curiosidad en sus ojos, y Damon supo que no podía hacerlo. Él se inclinó y la besó, y ella le devolvió el beso. Había olvidado lo bien que se sentía besar a Katherine Pierce.

"Ahora eso me gusta más." jadeó ella.

Pero era débil, y no podía parar, no importaba cuanto quisiera. Se besaron hasta que ella los lanzó hacia arriba y contra la pared más cercana, arrancando rápidamente los botones de su camisa y acercando sus labios a los de él. Damon golpeó libros en la mesa más cercana al suelo y la besó apasionadamente, incapaz de detenerse. Sus labios se deslizaron hasta su pecho y la espalda hasta su mejilla, pero él sabía que tenía que detenerse. No podría ser como la última vez.

"Está bien, espera." los detuvo. "Espera... Breve pausa."

Ella lo empujó fuera de ella y él comenzó a hablar.

"Tengo una pregunta.. Responde y vuelve a los fuegos artificiales y... el resplandor rojo de los cohetes." suspiró, riendo entre dientes. "Responde bien, y olvidaré los últimos ciento cuarenta y cinco años que te he echado de menos." Katherine lo miró fijamente, pero ella ya sabía lo que iba a decir, y ella ya sabía su respuesta. "Olvidaré cuánto te amé. Olvidaré todo y podemos comenzar de nuevo. Este puede ser nuestro momento definitorio, porque, quiero decir, tenemos el tiempo. Esa es la belleza de la eternidad. Solo necesito la verdad. Solo una vez." a esas alturas, él se había acercado más a ella, con las manos en el pelo, enmarcando su rostro.

"Para." dijo ella, levantando una mano entre ellos. "Ya sé tu pregunta... Y su respuesta." él pasó un trozo de su cabello detrás de su oreja, olvidando cómo se sentía estar de nuevo en presencia de Katherine. Echaba de menos eso. "La verdad es que nunca te he amado." las palabras lo golpearon con fuerza, y sus dedos se detuvieron de acariciar su piel. Él la miró fijamente, sin palabras. "Siempre fue Stefan."

Katherine quitó las manos de su rostro y se alejo saliendo de la pensión.

Damon dio un paso atrás, sintiendo como si hubiera sido bombardeado con una granada. Ninguna de las doppelgängers lo amaba. Nadie lo amaría jamás.


Él esperó a que saliera, y finalmente lo hizo. Pero cuando ella saltó al verlo, él permaneció inmóvil.

Katherine nunca lo amó.

Elena era la única que no había dejado en claro sus sentimientos.

"Me asustaste." le informó Elena.

"Solo estoy haciendo mi parte en la vigilancia del vecindario." le dijo en tono monótono.

Elena suspiró. "Gracias por, um... cuidarnos."

Damon dejó escapar un gran suspiro. "Ese soy yo." dijo con cansancio. "Tu confiable guardaespaldas. Calma en crisis."

Elena lo miró. "¿Has estado bebiendo?"

Damon levantó las manos y apretó los dedos en señal.

"Y estás molesto... eso... no es una buena combinación." suspiró ella.

"No, no estoy molesto." argumentó Damon. "El malestar es una emoción específica para los que se preocupan."

Elena puso los ojos en blanco. "Vamos, Damon. Eso es una mentira. Te importa."

Damon la miró y ella se sorprendió por la expresión que él le dio. "¿Te sorprende que pensé que me devolverías el beso?" desafió. "¿No puedes imaginar que creería que querrías?"

"Damon-"

Él la ignoró y continuó. "Eso que hemos estado haciendo aquí... ¿significa algo?" el propuso. Mientras ella estaba en silencio, él siguió adelante. "Tú eres la mentirosa, Elena. Hay algo entre nosotros dos y lo sabes. Y me estás mintiendo, y le estás mintiendo a Stefan, y sobre todo, estás mintiendote a ti misma. Lo puedo demostrar." Estaba decidido a que una doppelgänger lo amara. Todas ellas no pudieron odiarlo. No.

"No. No..." Damon le puso las manos en la cara y se inclinó para besarla, pero Elena luchó contra él. "¡Damon, no lo hagas!" exigió. "¿Qué sucede contigo?"

"Mentir sobre esto." él intentó besarla otra vez, pero ella lo contuvo.

"Basta. Eres mejor que esto. Vamos."

"Ahí es donde te equivocas." Damon intentó besarla otra vez, pero ella lo detuvo.

"No no." Ella lo empujó hacia atrás. "¡Damon, me preocupo por ti! Escúchame, yo me preocupo por ti." Ella agarró sus manos entre las suyas, pero lo retuvo a lo largo. "Lo hago, pero..." Elena se detuvo por un breve momento antes de continuar. "Amo a Stefan, siempre será Stefan."

Damon soltó sus manos, su corazón rompiéndose en el proceso. Doss doppelgängers. ¿Era eso un disco?

"Elena, ¿qué está pasando aquí?" Jeremy entró en la habitación notando la presencia de Damon.

"Nada, Jeremy, está bien... solo vuelve a la cama." pidió Elena.

"No, no está bien, Elena." argumentó Damon, mirando entre ambos hermanos. "Él quiere ser un vampiro." susurró, antes de que en un milisegundo acelerara clavando a Jeremy en la pared más cercana.

"No, Damon, ¡para!" Elena le gritó.

"¿Quieres apaga el dolor? Es la cosa más fácil del mundo. La parte de ti que se preocupa simplemente se va. Todo lo que tienes que hacer es darle la vuelta al interruptor y todo acabará." en el momento en que dejó escapar la palabra, chasqueó el cuello de Jeremy, donde el pequeño cuello de Gilbert y Elena soltaron un grito.

"Damon... ¡No! "

Elena corrió al lado de Jeremy y Damon se retiró de la puerta.

Katherine nunca lo amó.

Elena siempre elegiría a Stefan sobre él.

Elena se aferró frenéticamente al cadáver de Jeremy, llorando por él. Después de unos momentos, miró a Damon, con odio en sus ojos.

Bien, Damon gruñó para sí mismo. Pero él podía sentir la culpa. En lugar de enfrentarlo, ya que era la peor emoción: la emoción con la que no sabía cómo lidiar, se alejó.