Capítulo 2x07: "Mascarada."

Pensión Salvatore

"Toma." Damon le ofreció un poco de sangre a Caroline que sin pensarlo la tomó.

"Todavía estoy temblando." dijo ella antes de beber.

Escuchó pasos en la escalera y segundos después Stefan entró a la sala seguido de Elizabeth.

"¿Que sucedió?" preguntó Stefan.

Caroline terminó de beber la sangre antes de dejar el vaso sobre la mesa frente a ella. "Vi a Katherine hoy."

"¿Donde?" Elizabeth preguntó seriamente.

"En el Grill." Caroline contestó rápidamente. "Solo fui para poder ver si Matt estaba bien. No lo estaba acosando ni nada. Solo quería saber que estaba bien, después de lo que paso con Jenna me preocupaba que Katherine cumpliera sus amenazas de lastimarlo."

"Ahórrate todo el drama y ve al punto." pidió Damon.

"Queria que les diera un mensaje."

"¿Cual era el mensaje?" preguntó Stefan.

"Quiere la piedra lunar y si no se la dan va a matar a cada persona del pueblo sin dejar a nadie vivo." Caroline repitió lo que Katherine le habia dicho. "Y la quiere hoy, en el baile de máscaras."

"Ella quiere hacerlo en público." Elizabeth susurró. "Que mataran a Mason le bajo la guardia."

"Cree que va a perder. Lo que le hizo a Jenna fue desesperado. Se le acaban los planes." dijo Damon.

"No podemos subestimarla. Tenemos que ser mas listos que ella." dijo Stefan.

"¿No podemos simplemente darle la piedra lunar para que se vaya?" les pidió Caroline.

"No." gruñó Damon. "Katherine no es estupida, ella sabe que la tengo y usare eso a mi favor para matarla."

"Tu no la vas a matar." dijo Stefan.

"No me vengas con valores morales." le pide Damon.

"No la vas a matar." protestó Stefan.

"¿En serio? ¿Y por que?" Damon preguntó con ironia.

"Por que yo la matare."

Damon asintió con la cabeza en señal de aprobación y Stefan miró a su hermano con aprecio.


Más tarde Alaric estaba haciendo una demostración sobre cómo matar a un vampiro con uno de sus complicados mecanismos de estaca de madera. Cuando Damon lo miró con una mirada extraña, se encogió de hombros. "Bueno, querías que te mostrara cómo matar a un vampiro, así que-"

"Eso es útil." Elizabeth intervino desde su posición sentada en uno de los sillones, ganandose una mirada extraña de Stefan y Damon. Y una sonrisa de Alaric. "Que puedo decir, no somos los únicos vampiros que existen, ¿o sí?" rodando los ojos regresó su atención al libro que había estado leyendo en silencio.

"¿A eso le llamas trabajar duro?" la voz de Damon sonó por encima de Elizabeth quien tomada por sorpresa levantó la mirada en su dirección. Él se encontraba de pie delante de su lugar en el sofá, levantando su vaso para tomar una bebida lenta mientras la observaba.

Elizabeth miró en la dirección donde Alaric estaba hablando y demostrándole el resto de las armas a Stefan.

"Whoa, reduce la velocidad." dijo Damon burlonamente cuando ella se tomó demasiado tiempo para responder. "La gente tiene dificultades para mantenerse al día cuando hablas demasiado."

Elizabeth se tensó cuando él se dejó caer en el sofá a su lado y apoyó el brazo casualmente detrás de su cabeza. Si se dio cuenta de su incomodidad, no hizo ningún comentario y simplemente tomó otro sorbo de su vaso. "¿Hay alguna razón por la que estás aquí?" preguntó ella finalmente encontrando su voz.

"No, de hecho..." Damon acortó el espacio entre ellos, arqueando los labios e iluminando sus ojos pecaminosamente, antes de susurrar. "Tengo algo que podría interesarte."

Lamentablemente para Elizabeth, él tenía razón en eso. Ella estaba interesada. Estaba interesada en todo lo que tenía que ver con él... Sin embargo luchando por no demostrar interés alguno simplemente regresó su mirada a la lectura de su libro. "Lo dudo mucho." murmuró en voz baja.

Enseguida lo sintió inclinarse más hacia ella. Segundos después una pieza pequeña de papel cuadrada de color negro brillante fue empujada sobre la página de su libro.

Por unos segundos solo se quedó mirando fijamente la fotografía instantánea de una antigua Polaroid. Llevada por la curiosidad no dudó en darle la vuelta.

Tan pronto lo hizo tuvo que ahogar una risa sobresaltada tapando su boca con la mano, antes de mirar con ojos muy abiertos hacia el hombre a su lado. Su grande sonrisa en respuesta la hizo reír todavía más.

"Siento que éste cuadro realmente resume quien es Stefan como persona." dijo Damon, haciendo un gesto hacia el objeto mencionado anteriormente. "Negocio en el frente, partido en la parte posterior."

Elizabeth no pudo abstenerse de reír en voz alta, sus hombros temblando con el esfuerzo de tratar de moderar su diversión. Consciente de la atención de la sala cambiando hacia ella, se obligó a respirar profundamente. "Lo siento, lo siento."

Tanto Stefan como Alaric fruncieron el ceño, pero rápidamente regresaron a la revisión de las armas.

Sintiendo que se había calmado lo suficiente, Elizabeth se permitió otro vistazo a la imágen fingiendo que leía una porción de lectura de su libro en su lugar.

En la imágen Stefan le devolvió la mirada con una pequeña sonrisa en su rostro. Él llevaba una camiseta Jon Bon Jovi con mangas, con una mano metida en el bolsillo de su jean negro y la otra levantada en un signo de rock and roll. Y su cabello era una obra de perfección de los años 80. "Oh Stefan." cuestionó la imagen cuando los zarcillos finales de su humor se desvanecieron. "¿Qué sucedió contigo?"

"Pensé eso mismo exactamente." dijo Damon.

"¿Por qué sigo oyendo mi nombre?" Stefan preguntó, esa vez acercándose a ellos.

"Solamente paso el rato con Elizabeth." Damon respondió a la ligera.

"Oh." Stefan se detuvo a unos pies delante de ellos, mirándolos con interés. Sus ojos se abrieron de manera espectacular cuando aterrizaron en la foto fija en el regazo de la vampira. "¿Qué diablos, Damon?" exclamó en estado de shock.

Damon se rió entre dientes. "¿Por qué alguien guardaría pruebas fotográficas de su tiempo en los años ochenta? Eso está más allá de mí. Es como si quisieras la humillación pública."

Elizabeth se mordió el labio con fuerza, pero no pudo contener su diversión.

Stefan miró entre ella, Damon y la foto en repetidas ocasiones. "¿Por qué?"

"Es una retribución, querido hermano." dijo Damon con un encogimiento de hombros. "Enviaste una mía al hospital; yo envío una de las tuyas a la morgue."

La cabeza de Stefan se inclinó hacia un lado mientras observaba a su hermano. "¿Qué...?"

"Los Intocables." respondió Damon como si eso lo explicara todo.

Stefan se volvió lentamente y se alejó, mirándose completamente perdido

Satisfecho consigo mismo Damon se instaló más en los cojines, tomando un breve tirón de su bebida.

Más tarde, todos corrían por la casa, tratando de obtener todo lo que necesitaban para ver sus planes más tarde en la noche.

"¿Estás seguro de que no me quieren allí esta noche?" preguntó Alaric mientras terminaban sus preparativos.

"No." dijo Stefan. "Necesito que te quedes con Elena... No quiero que ella sepa sobre esto."

"Está bien. Bueno, me aseguraré de que no deje mi vista." le aseguró Alaric.

Stefan asintió y miró a su alrededor. "Está bien. Si alguien quiere retirarse, lo entenderé." sus ojos recorrieron la habitación.

"Sí." asintió Damon. "Pies fríos, habla ahora. No quiero que esto salga mal porque alguien se acobarda." hizo una pausa y miró a la rubia en la habitación. "¿Caroline?"

"No lo haré." le aseguró Caroline. "Mira, ella me mató. Justo es justo. Mientras no haya hombres lobo corriendo."

"Oh, me hice cargo de Mason." dijo Damon con una gran sonrisa en su rostro.

"Y mientras Tyler no mate a nadie, no se volverá." agregó Jeremy. Stefan asintió a Jeremy y Damon volvió la cabeza para mirar a Elizabeth, que estaba de pie en la parte de atrás.

"¿Sabes por que no puedes ir verdad?" bromeó.

Ella lo miró molesta. "Sí, lo se... No necesitas terminar de tratarme como una estúpida que no sabe captar ideas." con eso se alejó de los demás hacia las escaleras, molesta de que la trataran como una niña.

Después que se fuera Stefan se volvió para mirar a Bonnie, que era la única tarjeta dudosa en la habitación. "Bonnie, ¿estás con nosotros?"

Bonnie se quedó en silencio por un momento extra antes de que ella asintiera. "Pero nadie saldra lastimado."

"Excepto Katherine." corrigió Damon. "Esta noche, Katherine recibirá una estaca en su corazón."


Mansión Lockwood

Como siempre Elizabeth desobedeció, y ahora caminaba hacia la mansion Lockwood en un vestido que le habia prestado Caroline. Enseguida se puso una mascara ocultando su identidad.

Dentro Damon y Stefan miraban alrededor por alguna señal de Katherine.

"¿La ves?" Damon preguntó mientras bailaba al lado de Stefan.

"No." le dijo Stefan. "¿Estás seguro de que puedes hacer esto?"

Damon se burló. "¿Con quién estás hablando?"

"Bueno, tuve la oportunidad de matarla y vacilé." comentó Stefan.

"Bueno, esa es la bifurcación en el camino entre tú y yo, mi amigo." bromeó Damon. "No dudo."

Stefan siguió adelante. "Quiero decir, pasaste ciento cuarenta y cinco años amándola. Podría pasar."

"No dudaré." repitió Damon, lanzándole una sonrisa a Stefan. Su hermano asintió.

"Está bien." estuvo de acuerdo Stefan.

Damon miró a su alrededor hasta que se encontró a una chica que reconoció muy bien, aun si cubría su cara con una mascara.

"Disculpa, hermano." dijo Damon mientras cepillaba detrás de su hermano y caminaba hacia Elizabeth, quien miraba a su alrededor. Pero cuando lo vio, se detuvo en seco.

"¿Que haces aquí?" preguntó molesto. "Crei que habíamos quedado que te quedarías fuera de ésto."

"Como dije, no recibo órdenes, Damon." Elizabeth se encogió de hombros. "Es uno de mis defectos." se volteó para alejarse pero él con su velocidad, le impidió ir a cualquier parte, tendiendole la mano en su lugar.

Sus ojos vagaron hacia la pista de baile al lado de ellos. "Baila conmigo." sugirió.

"¿Qué?" Elizabeth preguntó insegura.

"Ya que estás aquí, baila conmigo." Damon se rió ligeramente de su propia broma. "Sólo un baile."

Elizabeth miró tanto a Damon y a la pista de baile. Se sentía tan tentada que terminó asintiendo después de todo. "Solo una pieza." aceptó diciendo las mismas palabras de tiempo atrás. Vacilo antes de colocar su mano en la suya.

Damon la condujo a la pista de baile, la atrajo hacia él y comenzó a moverlos de un lado a otro.

Elizabeth volvió la cabeza y trató de mantener tanto espacio como fuera posible entre ellos luchando por ignorar los escalofríos corriendo por sus brazos. "Oh, mira." dijo ella suavemente. "Son Katherine y Stefan bailando." volvió la cabeza para mirar a Damon. "Lo siento, seguro querias bailar con ella... Aunque sea estar cerca de una doppelganger."

Damon frunció el ceño. "Sí, bueno, Elena está con mi hermano." se quedó en silencio por un momento. "Él llegó a ella primero."

"¿Esto es todo un juego para ti?" Elizabeth lo incitó. "¿Al ver quién puede obtener a la Doppelgänger primero? Stefan tuvo a Katherine primero, Stefan tuvo a Elena primero... Y te enoja que no fueras tú-"

"Damon." Bonnie interrumpió el baile impidiendo la discusión de la pareja. "La habitación está lista." susurró en voz muy baja.

Damon asintió. "Estaré allí."

Bonnie miró a Elizabeth y ella asintió lentamente. Bonnie se dió la vuelta y se alejó con Jeremy detrás de ella.

"Bien..." ella se alejó. "Ve a cumplir con tu parte." sin esperar respuesta se dió la vuelta buscando a la persona por la que habia venido.

Salió dirigiendose hacia el jardín trasero. Buscó entre la multitud de gente enmascarada, tratando de encontrar a Lucy, pero no la vió. Se mantuvo mirando de lejos a todo el mundo. Entonces la vió cerca de una mesa llena de diferentes tipos de queso y panes. "Hola, ¿eres Lucy?"

"Si ¿y tu eres?" la mujer frunció el ceño.

"Soy Elizabeth." dijo restandole importancia. "No me conoces, pero tengo que decirte algo... Hay otra bruja, una Bennett."

"Eso cambia las cosas." Lucy puso el trozo de queso en una servilleta.

"Están planeando algo, y tenemos que ayudarlos." Elizabeth siguió.

La bruja estudió a la chica antes de decir: "¿Por qué? ¿Qué hay en él para ti?"

"Amenazó a las personas que quiero, Lucy." dijo Elizabeth fríamente. "Ademas no es de mi agrado."

"Entonces te ayudaré." Lucy prometió.


"Puse el cuerpo en el maletero por ahora." le dijo Stefan a Damon, refiriéndose al cuerpo muerto con el que Katherine lo dejó.

Damon levantó las manos. "La dejaremos cuando volvamos."

Stefan dejó escapar un suspiro de aire frustrado. "Esto es exactamente lo que no quería, Damon."

"Stefan." argumentó Damon. "Es un daño colateral."

"Claro." Stefan estuvo de acuerdo. "Es por eso que necesitamos cancelarlo."

"¿Qué?" preguntó Damon, sorprendido. "¿Quién está dudando ahora? Oye. No me hagas esto." se acercó a Stefan, que había estado caminando enojado. "Esta mujer arruinó nuestras vidas. Ella nos destruyó. Esta noche termina." Pero sintió que Stefan vacilaba. Damon agarró los hombros de su hermano. "Podemos hacerlo juntos. Recibí tu espalda. ¿Todo bien?"

"Está bien." estuvo de acuerdo Stefan.

Damon le asintió. Ahora todo se trataba de la espera.

Finalmente, escucharon a Caroline llevar a Katherine al umbral de su habitación.

"¿Donde esta ella?" preguntó Katherine, mirando alrededor de la habitación. Los sollozos falsos de Caroline se convirtieron en una risita. Katherine se dio la vuelta.

"Lo hice." dijo Caroline con una amplia sonrisa. "Realmente no pensé que yo sería capaz de engañarte, pero lo hice."

Su voz era triunfante. Katherine usó su velocidad para intentar atacar a Caroline, pero la puerta sobre el umbral la derribó.

"¿Que...?" Katherine se quedó sin aliento. Caroline sonrió y puso sus manos en sus caderas. Poco a poco, el doppelgänger comenzó a darse cuenta. Ella respiró y exhaló una palabra. "¿Stefan?"

"Hola, Katherine." dijo Stefan cuando Katherine se dio la vuelta para mirarlo.

"Adiós, Katherine." Caroline bromeó con una sonrisa y una ola.

Stefan levantó una estaca de madera y Katherine se acercó a él. "Realmente no crees que puedas matarme con eso, ¿verdad?"

"No." Stefan sacudió la cabeza hacia Damon en la esquina trasera. "Pero él puede."

Sin dudar, Damon disparó la estaca de madera hacia Katherine y ella emitió un sonido ahogado. La sangre se acumulaba alrededor de la herida, pero se curaría.

Finalmente, Stefan tuvo a Katherine en sus brazos encima de ella, sosteniéndola. Damon sostuvo la estaca de madera firmemente en su mano y la tiró hacia arriba para sujetarla para el golpe al corazón de Katherine.

"¡Detente!" Caroline y Jeremy gritaron cuando llegaron al umbral.

"Todo lo que le estás haciendo le está haciendo daño a Elena." les informó Jeremy.

Katherine se impuso y se levantó del agarre de Stefan. "¿Crees que ustedes dos son los únicos con una bruja de su lado?" ella presiono "Mal. Y algo me dice que mi bruja es mejor que tu bruja." ella agarró la estaca de madera de la mano de Damon y se alejó.

"Vamos. Debemos asegurarnos que Elena esté bien." le dijo Caroline a Jeremy.

"Asegurémonos de que la pobre Elena está bien." Katherine dijo bruscamente cuando Caroline y Jeremy se fueron. "Bueno, solo un poco más de presión, y..." inclinó la estaca de madera en su mano y comenzó a dibujar una línea rota. Stefan golpeó la estaca de madera de la mano de Katherine.

Katherine solo se agachó y agarró la estaca de madera. "Esto realmente va a doler." le dijo y colocó la estaca de madera junto a su estómago.

"¡Espera!" Stefan y Damon exigieron al mismo tiempo. Katherine evitó que la estaca de madera entrara en ella.

Katherine sonrió. "Está bien." ella estuvo de acuerdo y se sentó, cruzando las piernas. "Entonces, ¿qué hay de esa piedra lunar?"

Pero Stefan y Damon no respondieron. Damon se quedó en el umbral, tratando de salir, pero no estaba funcionando.

"Los tres juntos, como en los viejos tiempos." recordó Katherine. "El hermano que me amó demasiado. Y al que no me amó lo suficiente."

"Y la zorra malvada vampiro que solo se amaba a sí misma." Damon completó.

Katherine suspiró. "¿Qué te pasó, Damon? Solías ser tan dulce y educado."

Damon se volvió hacia ella. "Oh, ese Damon murió hace mucho tiempo."

"Bien." respondió Katherine. "Era un aburrido."

"Oh, ¿por qué no se detienen los dos?" Stefan suspiró.

Katherine miró a Stefan y se dio cuenta de que tenía razón, así que siguió adelante.

"¿Dónde está la piedra lunar?" ella le preguntó.

"¿Qué quieres con eso?" Stefan respondió.

"¿A Elena le gusta que los dos la adoren?" Katherine propuso. Damon se rió entre dientes y Stefan miró a Damon.

"Eso fue realmente... desesperado, Katherine." le dijo. "¿No crees que podríamos ver a través de ti?"

Ella abrió la boca. "Entonces, ¿no te molesta que Damon esté enamorado de tu novia?" Katherine le preguntó con una mirada seria en su rostro.

"Oh, basta." Stefan intervino.

"¿O que?" Preguntó Katherine, moviendo su cabeza para mirar a Stefan. "¿Me vas a lastimar?" se levantó de su asiento y caminó hacia él. "Vamos, Stefan. Todo lo que siento, lo siente Elena. Así que adelante." desafió. Pero entonces se quedó sin aliento y se volvió hacia Damon. "O mejor aún, bésame, Damon. Ella también sentirá eso."

Damon le lanzó una sonrisa y Stefan siguió adelante. "Sabes, todo este asunto de Mason me tiene un poco confundido. ¿Por qué un hombre lobo? La piedra lunar puede romper una maldición que puede ayudarlos a destruir a todos los vampiros, ¿qué hay para ti?"

Katherine abrió la boca para hablar, pero Damon lo hizo por ella.

"Lo siento por tu mascota lobo. Probablemente debería haberlo mantenido atado." Katherine se dio la vuelta bruscamente. "Tendré que recordar eso para la próxima vez. Él no es el único lobo en la ciudad... Maldita sea." dijo él un poco más tarde. "¿Dónde está esa bruja?"

"Podríamos jugar charadas." ofreció Katherine.

Stefan ignoró la sugerencia.

"Regateaste la piedra lunar." Damon se dio la vuelta. "¿Qué estás murmurando por allí?"

Stefan también lo ignoró. "Cuando llegaste a un acuerdo con George Lockwood para ayudarte a fingir tu muerte, me dijiste que le diste a George algo que él necesitaba. Era la piedra lunar, ¿no?"

Katherine se giró para enfrentar a Stefan, deteniendo su incesante paso. "Bien por ti, Stefan. Dos más dos. Y hubiera funcionado, excepto que la gente descubrió que no estaba en la tumba." se dio la vuelta para enfrentar a Damon esa vez. "Gracias a ti, por cierto." Damon inclinó su vaso hacia ella y ella continuó. "¿He mencionado cuán inconveniente ha sido tu obsesión conmigo?"

"Mm." él estuvo de acuerdo. "Tú y yo, cariño."

Stefan habló esta vez, interrumpiendo el pequeño enfrentamiento de Katherine y Damon. "¿Pero por qué tú...? ¿Por qué lo necesitas de vuelta?"

Katherine evitó su pregunta. "Te amo en un traje. Muy elegante."

"¿Qué estabas haciendo con eso en primer lugar?" él interrogó

"Estás perdiendo el aliento, Stefan." le advirtió Damon.

"A menos que no fuera tuyo para empezar." continuó Stefan, ignorando a Damon. Katherine lo miró y supo que lo había descubierto. "En dieciocho sesenta y cuatro, fingiste tu muerte. ¿De quién estabas huyendo, Katherine?"

Pero Katherine lo ignoró de nuevo, evitando la pregunta. "En mil novecientos ochenta y siete, estabas en Chicago, en un concierto de todos los lugares con esa moza Lexi." Stefan no dijo nada. "Vamos, Stefan. No te veas tan sorprendido. Por supuesto que me registré contigo a lo largo de los años. Estabas parado en la primera fila, bailando toda la noche. Estabas viendo a Bon Jovi, y yo te estaba observandote."

Damon, en el fondo, se dio la vuelta, algo molesto por el hecho de que Katherine había visto a Stefan pero no a él. Ella realmente no lo amaba.

"¿De quién estabas huyendo?" Repitió Stefan suavemente.

Pero, por supuesto, Katherine no respondió. "Te amo." y señaló su pecho. Después de un minuto, se dio la vuelta y miró a Damon. "Pero tú, casi te metes en el camino una vez. En California."

"Necesito otro trago." dijo Damon y la rozó. Caminó hacia la parte de atrás y comenzó a llenar su taza con alcohol nuevamente mientras Katherine miraba por la ventana hacia la noche.

"Voy a tener uno de esos." le dijo a Damon.

Suspiró y se burló: "De inmediato, señorita Katherine."

Vertió el alcohol en otro vaso cuando Katherine vino detrás de él y le entregó el vaso.

"Gracias." dijo brevemente y bebió. Por un momento, las cosas estuvieron en silencio, pero luego Damon la inmovilizó contra la pared, con el brazo cortándole la circulación de la garganta. El vaso cayó al suelo. Damon aflojó su agarre para que no tuviera demasiada presión sobre ella.

"No. No. No. Damon, no." le ordenó Stefan, sosteniendo la mano en la que Damon sostenía una estaca de madera.

"Sí, Damon, por favor." se burló Katherine. "Me encantaría ver tu cara cuando Elena muera."

Damon hizo una pausa. "En cuanto se levante este hechizo, conduciré esta estaca a través de tu corazón."

Katherine se limitó a sonreír. "Dios, eres sexy. ¿Cuándo te pusiste tan caliente?" Ella extendió la mano y agarró su corbata. Pero cuando él la dejó ir, ella lo rozó y se acercó a Stefan. Justo cuando estaba a punto de decir algo, Lucy y Elizabeth, entraron en la habitación.

"¿Elizabeth?" Damon frunció el ceño.

Elizabeth entró en la habitación hablando, en un acento búlgaro. "(Katerina Petrova, por fin nos vemos de nuevo cara a cara... Ha pasado un tiempo)"

Katherine abrió la boca asombrada de ver a la chica, que habia creido muerta. "(Elizabeth... Por fin me encontraste)"

Elizabeth sonrió antes de voltear mirando a Lucy. La bruja levantó la mano mostrandole la piedra de luna. Ella se acercó a la puerta de nuevo tomando la piedra de luna en su mano.

"Mi deuda se paga aquí." Lucy le dijo a Katherine.

"Sí, gran manera de pagarla." Katherine respondió, molesta sin dejar de mirar a Elizabeth.

Lucy miró a Elizabeth, ambas compartieron una larga mirada; La bruja entrecerró los ojos antes de irse sin mirar a nadie.

Elizabeth sonrió antes de correr a velocidad parandose frente a Katherine, haciendola dar un paso atras. "Tranquila, estoy aquí para negociar." dijo ahora en su lengua común.

"No, no es cierto." Katherine dijo sacudiendo la cabeza.

"Es cierto. El hechizo en esta sala se ha levantado, Elena esta bien, y te traje esto." Elizabeth mantuvo la piedra lunar hacia Katherine. "Sé lo mucho que la has querido." cuando la vampira no se movió intentó de nuevo. "Toma, vieja amiga."

"Elizabeth, no lo hagas." advirtió Stefan.

"No le daría eso a ella." Damon intervino también, pero Elizabeth los ignoró permitiendole a Katherine para que tomara la piedra lunar.

Katherine sonrió al tomar la piedra lunar en su mano durante unos segundos antes de que el hechizo hiciera su efecto. Ella empezó a ahogarse, sintiendo como el aire no entraba en sus pulmones. Sus ojos se encontraron con Elizabeth maldiciendo en su interior. Katherine cayó de rodillas, antes de caer inconsciente en el suelo.

"(Debes saber mejor que meterse con las brujas Bennett, es mala idea, Katherine)" dijo Elizabeth con rabia de nuevo en búlgaro solo para su entendimiento.

"¡Espera, Elena!" Stefan dijo en voz alta, alarmado.

"Elena está perfectamente bien, ya se esta curando." aseguró Elizabeth. "Ahora, si me disculpan, me voy." le dió a Katherine una última mirada antes de salir de la habitación.


Cementerio abandonado

Katherine finalmente se despertó, que era lo que Damon había estado esperando. Podía escuchar sus jadeos nerviosos, y ella finalmente se abrió camino hacia la intemperie, justo donde Damon la deseaba. Ella no podía salir, por supuesto, y él no se atrevió a cruzar el umbral. Salió a campo abierto donde ella podía verlo.

"Hola, Katherine." dijo con cuidado.

"¿Dónde estoy?"

"Donde deberías haber estado todo el tiempo." respondió Damon. Ella lo miró con dolor. "Pensé que habrías aprendido la lección, jugando con una bruja de Bennett."

Katherine negó con la cabeza. "Deberías haberme matado."

"La muerte hubiera sido demasiado amable." le espetó con una cara enojada. Caminó hacia la puerta de la tumba y Katherine comenzó a jadear fuertemente.

"No." Katherine salió corriendo. "Damon, no... Me necesitas. Elena está en peligro."

Damon se detuvo. "¿De quien?" él incitó Katherine se atragantó con su propio aliento y no dijo nada. "Estás mintiendo... Siempre estás mintiendo."

Katherine respiraba pesadamente. "¿Por qué crees que no la he matado?" dijo desesperadamente. Damon la miró fijamente. "Porque ella es la única doppelgänger humana... Elena necesita ser protegida."

"Entonces la protegeré." dijo Damon simplemente. "Mientras tú te pudriras en el infierno."

"No... Damon, no lo hagas." suplicó ella. "Haré lo que sea. Por favor. Me necesitas. Damon. ¡Me necesitas! ¡Me necesitas!" gritó a través de la puerta de la tumba que Damon aseguró en su lugar. Podía oírla llorar a través de la puerta y suspiró. El lo hizo. En realidad lo hizo.

Se alejó lentamente de la puerta de la tumba. Pensó que esto le daría más gratificación, pero en realidad no le estaba dando eso. Para ser honesto, su corazón se agitaba extrañamente en su interior.