¡Hola a todos! Vengo con esta serie de OneShots dedicada a varios personajes de la aldea de la hoja. En todos los capítulos el foco es el dialogo así que aquí los dejo con la primera parte, que tiene sabor a odio (cof, cof, Uchiha) Así que vamos a leer, acompañados de los maravillosos personajes de Masashi Kishimoto.
¡Disfruten!
I. Persona favorita
Sasuke se había perdido una gran parte de la infancia de su única hija hasta el momento. El último suspiro de las llamas Uchiha ardía en Sarada, quién poco o nada sabía sobre su propio clan, más allá de todo lo que Sakura pudiera contarle.
Algunas veces él le había pedido a su esposa que le contara la historia Uchiha, la verdadera versión en la que también podría entender el héroe que era Itachi y cómo del odio nació aún más odio, tanto que estuvo a punto de terminar con el mundo… Pero Sakura lo miró con esa expresión inteligente que siempre había tenido y se había afilado con el tiempo.
-¿Por qué no se lo cuentas tú a Sarada?
-No me siento capaz de hacerlo.
Sakura le sonrió.
-¿Tanto miedo tienes a que tu hija vea tu corazón?
Sasuke gruñó. Acarició el cabello de Sakura un segundo.
-Fastidia un poco que seas tan lista – dijo en el tono más cortante que pudo emitir, pero Sakura podía ver a través de él con claridad. Rio.
-Dime algo nuevo, cariño. Eso lo has usado diez años.
Así que ahí estaba él, sentado en medio del campo de entrenamiento, compartiendo un atardecer con su hija. Recordó repentinamente cuánto le gustaba verla de recién nacida: se parecía tanto a Itachi, a Sakura, y a él mismo que era una locura. Jamás había imaginado que podría amar tanto a nadie como amaba a Sarada y eso no cambió en absoluto. Todos los días de su travesía se imaginaba cómo sería, cuánto habría cambiado, cómo pensaría y se sentiría en ese mundo tan nuevo…
Sarada se seguía pareciendo a todos, y a nadie en específico. Ella podría ser su propia persona, libre de maldiciones, odio, de ser una desertora o traidora… Ella era lo mejor que podría darle al mundo, y él podría arruinarlo todo diciendo algo incorrecto.
-¿Tú entrenabas mucho por aquí?
-No realmente.
-Ya.
¿Por qué de todas las cosas que Sarada podría haber heredado, había elegido el silencio propio de su familia paterna? Ella se veía muy cómoda y él no sabía qué más decir. Intentó esforzarse más.
-¿No quieres saber algo más?
La niña se quedó pensando. Sasuke sabía que le haría una pregunta compleja que no podría responder o que terminaría de romper su nueva relación con ella.
-No sé mucho de tus relaciones personales. ¿Acaso tienes un mejor amigo?
-Naruto. Aunque Kakashi podría incluirse.
-Ya. ¿Y tienes una mejor amiga?
-Conocí gente amable, pero en realidad tu madre es la única amiga que he tenido.
-¿Y dirías que ella es tu persona favorita?
Sasuke sonrió. Por primera vez estaba seguro de la respuesta, porque era lo más claro y puro que había sentido en toda su vida.
-No, pero ella me ayudó a conocerla.
Sarada lo miró con sorpresa. Alzó las cejas, pidiendo que elaborara más. Sasuke le sonrió.
-Tú, cacahuate. Tú eres mi persona favorita.
Su hija sonrió. Sus ojos brillaban.
Todo era tan complejo, pero la respuesta era simple… No había forma arruinar lo mejor que había hecho.
