¿Y ahora qué, corazón?
¿Qué hacemos?
Quieres darle la razón
y por mucho que saques la artillería de negativas,
que te pongas a la defensiva,
no puedes evitar pensar en mí,
no puedes ignorarme.
Dame tiempo, cielo,
porque no puede ser ahora,
pero quizás (ojalá) sea mañana.
Dame tiempo, cielo,
solamente espero, y deseo, que sea cuestión de tiempo.