Alfin llegamos a la mitad del fanfic y solo nos tomó 3 años, mi meta es acabarlo antes de que se acabe el sexenio.


[... Hay un gran sol ...

... Astros también ...

... De nuevo camino y me veo bien ...

... Una galaxia para explorar ...

... Aprender astronomía para variar ...

... (Whoa...) ..

... Este es un viaje especial ...

... Y yo sigo sin estar aburrido ...

... Mi universo es divertido ...

... (Whoa... Es muy divertido) ...

... Y yo sigo sin estar aburrido ...

... Mi universo es divertido ...]


Es mi universo muy divertido

El universo recuerda

Definitivamente no era un gran día para la oposición. En medio de un futuro apocalíptico, perder uno de los planetas más importantes estratégicamente hablando era devastador y consiguió bajarle la moral a todos los presentes. A eso, había que sumarle el hecho de que por la obstinación de un general incompetente, miles de vidas se habían perdido. Las naves flotaban en medio del espacio, sin un rumbo aparente, con necesidades primordiales como el abastecimiento de alimentos y combustible. El equipo de Block había aterrizado en el hangar de una de las naves más grandes, desembarcando a Theseus, quién seguía conectado a una máquina que lo mantenía inconsciente, junto al resto del equipo con el que trabajaba el doctor Doofenshmirtz. En el puente de mando, se llevaba a cabo una reunión a distancia de emergencia entre los comandantes de más alto rango.

—"Con la muerte del general Brown, y la pérdida de Wengar, la oposición no tiene un futuro muy brillante por delante."— Dijo una voz, a través de un comunicador holográfico.

—"Deberíamos juzgar al Comandante Block por deserción en medio de una operación de alta prioridad... Propongo una corte marcial..."— Respondió una segunda voz a través de la transmisión holográfica, siendo interrumpida por el mismo comandante Block.

—Me permito recordarles que la corte marcial solo puede ser convocada por el general en turno...

—"Al cuál tu dejaste morir..."— Respondió la misma voz.

Una tercera voz se involucró en la discusión.

Block tiene razón, antes de siquiera pensar en una corte marcial, necesitamos una votación para el siguiente General...

Hubo un silencio por espacio de tres segundos, cuándo de pronto todas las comunicaciones fueron sobrecargadas al unísono por un barullo incomprensible, puesto que los doce comandantes presentes apoyaban a su favorito para el puesto, por lo que Block colocó un reproductor de sonido a todo volumen sobre su micrófono, lo que generó un sonido estridente que se transmitió al resto de las naves haciéndolos callar.

¿Comenzamos las votaciones?— Preguntó de manera cínica.

Los nombres comenzaron a hacerse sonar: «Grant-Torres», «Block», «Grant-Torres», «Mendoza», «Doinel», «Mendoza», «Grant-Torres», «Grant-Torres», «Block», «Block», «Block». El último voto tardó al menos unos diez segundos en sonar. Se notaba que se trataba de un comandante muy indeciso...

—"Y-yo... yo digo que deberíamos nombrar al Profesor Tiempo nuestro general."

Dicho comentario causó un nuevo barullo entre los comandantes, pero esta vez duró menos tiempo que el anterior y no fue necesario un sonido ensordecedor para callarlo.

"Muy bien, fueron once votos válidos y una abstención con un empate entre Block y Grant-Torres. Por estatutos del consejo, en caso de un empate, aquellos miembros que emitieron un voto válido por un miembro que no forma parte del empate deben cambiar su voto por alguno de los dos contendientes."

En ese momento, Block comenzó a sentirse nervioso. De los tres votos por emitirse, sabía que uno sería por él y el otro por su rival, sin embargo, no estaba seguro del tercer voto. Unas pequeñas gotas de sudor comenzaron a rodar por su rostro, mientras escuchaba los nombres sonar. «Grant-Torres»... «Block»... Pasaron unos segundos más, hasta que finalmente, el último nombre salió a relucir.

"Grant-Torres"

—"Con eso damos por concluida esta votación. El consejo de los doce ha decidido que el puesto de General a cargo de la Unión Opositora Resistiva sea otorgado a Elena Grant-Torres. General Torres, le cedo la palabra."

Block, cerró los ojos y dio media vuelta, pues conocía su destino de antemano.

—"Mi primer acto como General de lo que queda de este ejército es convocar una corte marcial en contra del Señor Block, a quién por su puesto, destituyo del cargo de Comandante..."

—Me permito recordarle a la General Torres, que el General no puede realizar una acción administrativa jerárquica en contra de algún miembro del consejo de los doce en medio de una reunión estandarizada. Mucho menos en una situación de emergencia.— Interrumpió con atrevimiento el hombre de baja estatura.

"A no ser que dicho miembro incurra en una falta grave, como pudo ser una deserción."

—Yo no deserté. Salvé a mi gente...

—"Ultimadamente, los miembros del consejo pueden anular una decisión tomada por el General en turno, siempre y cuándo se obtenga una aprobación de al menos 66% de los miembros. No obstante, quisiera evitarte la vergüenza de convocar un voto que sabes que no puedes ganar..."

Block quedó en silencio unos instantes, como si aceptara su destino.

¿Cuáles son las condiciones?

—"No estamos en posición de reunirnos para una corte marcial en medio del espacio sideral. Programaremos dicho evento en cuánto aterricemos en algún refugio que nos quede. De cualquier forma, seguimos esperando que el resto de la flota regrese de sus misiones y se reúna, para poder compartir las coordenadas de salto. Hasta entonces, permanecerás en arresto domiciliario dentro del laboratorio compartido por el Profesor Tiempo y la doctora Borges. Tienes derecho a elegir algún Comandante activo o en su defecto, algún almirante a punto de recibir su ascenso a Comandante para que te represente dentro del consejo. Haznos saber tu decisión..."—La mujer calló por unos instantes y volteó a ver a una pantalla dentro de un pequeño transmisor de bolsillo—"Sargento, escolte al señor Block a sus nuevos aposentos".

En ese instante, las pantallas frente a Block se apagaron y de inmediato ingresaron dos hombres armados, quiénes le hicieron un ademan al hombre del parche en el ojo para que los siguiera. Caminó escoltado por ambos hombres hasta que ingresó al laboratorio asignado como su morada obligada. Las puertas automáticas se cerraron y el hombre se dirigió hasta una nevera que se encontraba en el lugar, tomando una botella café de cuello largo y bebiendo de ella. Se sentó frente a los doctores Doofenshmirtz y Borges y comenzó a beber, al tiempo que la insignia que portaba sobre su hombro izquierdo comenzaba a parpadear hasta apagarse por completo, borrando su rango.

Mi estimado ex-comandante Block. Por favor dígame que todo es parte de su brindis de ascenso a General...— Cuestionó la psiquiatra, observando al pobre hombre en su miseria.

—No estoy para chistes, Borges... Es obvio que me destituyeron... — Respondió mientras daba un gran trago a su bebida— ¿Cómo va Theseus?

—Si te soy sincera, no estamos seguros... Apliqué el aparato estimulante neurálgico para tratar de controlar su TID, sin embargo, parece existir cierta renuencia por parte de las identidades para ceder un poco...

—¿Puede activarlo de nuevo, Doctora?— Preguntó el científico ex-malvado.

Sus ondas cerebrales indican sobreactividad. Usar de nuevo el aparato podría matarlo...


Dentro de la mente de un pobre chico perturbado se encontraban dos entidades incorpóreas peleando por llegar a un acuerdo sobre el control. Habían conocido tres generaciones de Murphy anteriores a ellos hasta el momento y ninguno había sido de utilidad, por lo que dejaron de intentar contactar con ellos para comenzar a negociar.

"Días alternados y dormimos el domingo completo..."

—"Yo preferiría mitad de la semana y mitad de la semana, así no dejamos pendientes..."

Cuándo de pronto se les unió una tercera voz.

—"¿Es en serio?"— Preguntó con decepción — "¿Conocen únicamente a su abuelo, bisabuelo y tatarabuelo y se rinden con el proyecto?"

—"¿Qué hace Maxwell acá? ¿Lo invocaste tu?"—Preguntó el Theseus agresivo.

—"Yo pensé que tu lo habías invocado"— Respondió el Theseus calmado.

"Hijo, escúchame"— Dijo aquella voz sin rostro en medio de una nube roja de probabilidades negativas, la cual poco a poco comenzó a tomar la forma del hombre—"No están en condiciones de negar la ayuda de nuestra dinastía. La leyenda dice que solo un ser de probabilidad negativa podrá derrotar al invasor principal. Por lo que necesitan estar de acuerdo, y de ser posible, que su aspecto negativo sea el que se quede con el control"

—"Ni lo sueñes..."— Respondió el Theseus calmado mientras su apariencia física comenzaba a brotar en medio del vacío oscuro en el que se encontraban.

"Ya escuchaste a Maxwell, tenemos qué pensar en el bien de la humanidad..."— El Theseus agresivo poco a poco comenzaba a retomar conciencia de su apariencia, por lo que también se volvió visible, dejando de ser una voz incorpórea.

Al menos recuperamos la conciencia de nuestros cuerpos, supongo que es un avance.

La tormenta de esferas rojas de energía que flotaban en frente suyo comenzó a rodearlos, y cientos de figuras masculinas comenzaron brotar alrededor de ellos, incluyendo a su padre, un hombre alto, cabello castaño oscuro con un mechón blanco enfrente.

Creo que... estamos rodeados de ancestros...

—Empecemos por este— Respondió el agresivo, señalando a un hombre de piel morena, cabello castaño muy oscuro que portaba una bufanda verde, una gabardina café y unos guantes sin dedos.

El resto de los hombres presentes ahí se desvanecieron por completo mientras el foco se centraba en aquél personaje, dispuesto a contar su historia.

Mi nombre es Nathan Murphy, pero todos me conocían como Nate... Yo soy tu tátara-tátara... ¿Cuántos tátara tienen que ser?... Bueno, yo soy uno de tus tantos abuelos... La guerra contra Liam se desató en la época de mi juventud, cuándo mi primo Milo y sus amigos viajaron al espacio en un intento desesperado por detenerlo... Yo logré recuperar los restos de su nave espacial, cuándo se perdió la batalla de Octalia... Evacuamos a tantos terrícolas fueron posibles, pues el siguiente objetivo de Liam fue la tierra... Yo siempre pensé que la ley de Murphy se había saltado una generación conmigo, sin embargo, poco a poco descubrí que eso no fue así. Lideramos muchos ataques contra el ejército invasor, los cuales fuimos perdiendo por mi mala suerte... Después de que nació mi hijo, a la edad de 32 años, fui junto a otros guerreros a mi última batalla, pensamos que podíamos acabar con aquél villano, cuál fue nuestra sorpresa al saber que él lo había planeado... Usé mis iones de probabilidad negativa para tratar de escapar, sin embargo, la Ley de Murphy terminó de acabar conmigo...

Su cuerpo se desvaneció en ese momento, y el cuerpo de otra persona apareció en su lugar. Ambas partes de Theseus en ese momento estaban paralizadas, sin poder hablar, como si esa experiencia fuera obligatoria para ambos. El hombre que emergió del cúmulo de iones negativos era alto, castaño, con barba de cantado y lucía un bello abrigo de invierno color café.

Yo soy Joey Murphy, el padre de Nate... Hermano de Martin y tío de Sara y Milo. La ley de Murphy fue algo que tuve que aprender a sobrellevar por parte de mi herencia paterna. Mi vida fue muy placentera hasta el día de la segunda invasión a la tierra. Muchas naves espaciales se habían perdido en la batalla de Octalia y había pocas posibilidades de evacuar el planeta a tiempo. Logré colar a mi hijo Nate en una, junto con mi esposa de una manera no muy limpia, pues aproveché mis iones negativos para deshacerme de una familia que iba a abordar uno de los últimos transportes. Sin embargo, decidí que lo mejor sería no continuar con mi vida, y me resigné a quedarme en la tierra con mi padre y mi hermano Martin, mientras era consumida por Liam...

Nuevamente, el invitado se desvaneció, dejando ver a una nueva personalidad, un hombre viejo, de gorra roja, bigote canoso, que usaba lentes y camisa azul, quién clamaba ser el padre de Joey...


No puedo creer que no encontraras un punto de salto calculado directo entre Wengar y Liwams, Shar-cos...— Dijo la pelinaranja con cierta molestia en su tono de voz.

—No es mi culpa que Liwams sea de los planetas más difíciles de navegar y que Yong-kum haya decidido aparecer y cubrir el punto de salto entre Badeltus y Liwams...

Desde que escaparon de la última batalla, sus condiciones de viaje habían mejorado relativamente. Gracias a la osadía de Zack y Melissa, ahora contaban con una fragata completa para ellos, tan grande que podían anclar su nave principal, mucho más pequeña sobre la misma y navegar en el espacio con mayor seguridad, puesto que ahora su nave resistiría muchos más impactos. Sin embargo, dicha defensa venía con el costo de perder bastante velocidad a escala de la velocidad subluz, sin embargo, la velocidad para saltos interespaciales era constante para cualquier nave espacial. Quorra era buena para la mecánica y la informática, por lo que se encargó de desconectar la nave de la red perteneciente a la flota de Liam, lo que les permitía navegar con total libertad, independencia y sin poder ser rastreados.

El espacio sideral al rededor de Liwams usualmente no es tan dificil de navegar, sin embargo, la deformación del tejido espacio-temporal provocado por Liam es lo que hace que sea tan difícil navegarlo en estas condiciones... — Agregó la extraterrestre proveniente del planeta Beethovia.

—Te corrijo en una cosa fundamental. La deformación no fue provocada Liam. La deformación es generada por estos cristales... Dijo, mientras señalaba los cristales en su poder.

Al pronunciar estas palabras, la chica de la piel obsidiana casi se queda petrificada. Movió erráticamente su control de vuelo, lo que provocó una ligera turbulencia.

Quorra, ten más cuidado— Le recriminó su amiga sobre el asiento principal.

¡ESOS CRISTALES SON CAPACES DE GENERAR LA ENERGÍA SUFICIENTE PARA ALTERAR EL TEJIDO ESPACIO-TEMPORAL!— Gritó la joven, ignorando a su amiga

Claro, y mucho más...— Respondió el hombre con el atuendo ceremonial — Gracias a estos cristales, Liam estuvo eones encerrado...

Tienes, razón, no hemos hablado muy a fondo sobre estos cristales...— Interrumpió la pelirroja, quién estaba terminando de configurar el piloto automático de la fragata... —Quiero que nos cuentes toda la historia de la guerra de los Wan contra Liam. Toda la historia de los cristales y de por qué te llamaron heraldo de los Wan...

—Lo mejor será que nos reunamos con sus amigos para que también se enteren de la historia completa.

En la bodega de carga más grande que la fragata poseía, se encontraban los dos terrícolas restantes, en una sesión intensiva de entrenamiento amistoso. Los guantes de Zack se encontraban en su forma solidificada y sostenía, desde la palma endurecida, las hojas de las espadas de Milo, en una competencia de resistencia entre ambos por ver quién lograba hacer que el otro sucumbiera. Los brazos del moreno estaban cruzados, debido a la forma del ataque con ambas espadas de su amigo, quién estaba aprovechando su ventaja para desequilibrar a su contrincante. El choque entre ambas energías había formado un despliegue de poder al rededor de ellos, mismo que generaba corrientes de aire de diversas intensidades, derribando los objetos a su alrededor. Pronto, la misma energía que se había acumulado entre ambos no pudo mantener estabilidad por más tiempo, lo que provocó que ambos salieran disparados en direcciones opuestas y que el exceso de energía chocara con todos los objetos de sus alrededores. Zack recuperó la compostura en tiempo record y aprovechó para darle un fuerte golpe al suelo, lo que desencadenó que los mosaicos del suelo formaran una marejada que amenazaba con golpear al castaño, quién pudo esquivar dicho ataque por espacio de un segundo. Sin embargo, poco le duró el gusto, por que en ese instanté pudo percatarse de que su amigo estaba a punto de caerle del cielo con intención de darle un fuerte golpe con su guante derecho. Milo tuvo que recuperar la compostura de inmediato, invirtió el agarre de su espada y su escudo de mano hecho de energía amarilla se materializó, recibiendo tremendo impacto que mandó a volar la espada del chico, dejándolo solo con la espada ofensiva que se encontraba en su mano izquierda, la cual sujetó con ambas manos para tratar de atacar a su amigo, sin embargo, este había endurecido sus guantes de nueva cuenta, por lo que sostuvo el filo de la espada a manera de aplauso y nuevamente estaban en un forcejeo, con la diferencia que esta vez era Zack quién tenía la posición ventajosa, mientras que el más joven estaba mal parado sosteniendo su espada.

Con que te querías deshacer de mi ¿Verdad?...— Preguntó el pelinegro de manera retadora, continuando el forcejeo.

Y casi... lo logro— Respondió el pálido con dificultad, sin embargo, su objetivo se había cumplido. El juego mental desconcentró al chico con guantes el tiempo suficiente para que Milo pudiera ponerse de pie de manera correcta y de paso, invocar su otra espada, la cual recibió con su mano derecha y trató usar su filo para disparar un leve rayo de energía que su amigo logró bloquear con la palma de su mano. Dicho movimiento comenzó a acumular energía, la cuál volvió a sobrecargarse y explotar en una onda expansiva, con la diferencia que esta vez, ambos estaban preparados para que eso sucediera, y solo se alejaron entre ellos por espacio de unos cuantos centímetros.

Las armas de los Wan tenían la peculiaridad de que, entre más tiempo se usaran, más energía inyectaban en sus respectivos usuarios. Dicho de otra manera, Zack y Milo absorbían parte de la energía que provenía de sus armas lo que mejoraba su estabilidad, agilidad, velocidad, fuerza e incluso su inteligencia de batalla. Cualquier ser humano común que los observara pelear simplemente vería una serie de movimientos borrosos.
El entrenamiento continuó unos minutos más, de tal manera que para cuando llegaron sus amigos, ambos ya estaban en el suelo descansando.

¡¿Pero qué rayos pasó aquí?!— Preguntó la pelinaranja al ver como la bodega estaba en ruinas. Todas las cajas y contenedores estaban dañados y abiertos, con su contenido regado por todas partes. Hojas de papel y una gran cantidad de objetos pequeños habían volado en todas direcciones. Incluso un par de tanques de agua estaban vacíos debido a varias fisuras y su contenido había inundado unos diez centímetros de la bodega.

En el suelo inundado, estaban sentados ambos chicos, de espaldas uno con el otro, mostrando un evidente cansancio y unas cuantas heridas superficiales sobre su rostro y cuerpo. Portaban el traje ceremonial de entrenamiento que Shar les había dado, pero estaba supremamente dañado con una gran cantidad de cortes y rasgaduras. A pesar del cansancio y las heridas, ambos se encontraban riendo, mientras notaban como sus amigos los estaban regañando.


—¿A cuántos más de estos antepasados Murphy debemos conocer antes de poder regresar al mundo real?— Preguntó un Theseus agresivo, muy hastiado de tener que comunicarse con sus antepasados.

Tres más y recibimos un pase para conocer a San Pedro gratis— Respondió su contraparte, de manera burlesca.

Frente de ellos, se apareció un hombre de mediana edad, con arrugas visibles en su rostro y un cabello grisáceo descuidado pero corto. Portaba un sombrero, una pañoleta roja, un chaleco café con una estrella dorada sobre su camisa blanca y unos pantalones de mezclilla.

"Yo soy el Sheriff Murphy... Portador de la Ley de Murphy original..."

Al fin, alguien que parece merecer la pena...

—"Yo pertenecí a la época que ustedes conocen como el viejo oeste, y serví como Sheriff en un pequeño poblado en lo que hoy son las afueras del área limítrofe... Yo crecí como ustedes con la capacidad para provocar el caos que nos caracteriza a los Murphy..."

¿Qué rayos es el área limítrofe?

—"Cuándo estaba en mis años de juventud, la vida no era nada sencilla. Uno tenía que escoger la profesión que iba a darle el sustento por el resto de su existencia. Mi padre era un destacado herrero que hacía bien su trabajo, sin embargo, un día le realizó un trabajo a alguien que no debía. Unos forajidos lo culparon de que su caballo perdiera una herradura y lo liquidaron cuándo yo tenía doce años..."

—¿Qué rayos es un caballo?

—"En ese momento me convertí en el ayudante del Sheriff y juré que me vengaría de aquellos forajidos."

—¿Lo hiciste?— Preguntó el Theseus amable.

"Por desgracia, sí."—Respondió el recuerdo de aquél hombre— "Aproveché mi condición de mala suerte y me infiltré en la guarida de los forajidos, una noche mientras dormían. El Sheriff lo había desaconsejado, pero yo no lo escuché. Cuándo me encontraron, ocurrió todo tipo de cosas, cayeron objetos, volaron disparos. Se rompieron pedazos de techo enormes y aplastaron a los forajidos... En medio del tiroteo y el caos, el Sheriff murió, yo perdí un ojo y tuve que usar un ojo de vidrio el resto de mi vida y los forajidos acabaron hechos trizas... Mi castigo autoimpuesto fue exiliarme y convertirme en el Sheriff de un pueblo abandonado, el cuál poco a poco comenzó a llenarse de sujetos que decían ser viajeros del tiempo... Con el tiempo, entendí que la ley de Murphy es una fuerza de la naturaleza, y que fui un cretino al tratar de controlarla..."

Su voz fue decayendo debido a su desvanecimiento repentino, volviéndose uno con la ley de Murphy.

Bien, parece que ese fue el último de la línea...

Sin embargo, mientras pronunciaba esas palabras, otro hombre se materializó en frente de ellos...

"Yo soy el herrero Murphy..."

—Un minuto, si el Sheriff fue el Murphy Original, por qué siguen saliendo ramas de este árbol genealógico...— Preguntó la parte agresiva del chico.

Yo no lo sé... Quizás él no sabía que su padre era portador de la ley de Murphy cuándo se proclamó el Murphy original... Pero eso me da una idea...— Volteó con el herrero recién materializado— Lo lamento, pero tendrás que guardar tu historia para otro momento.

Dicho hombre se desvaneció entre los iones negativos sin siquiera poder contar su vida al joven Theseus.

¿Por qué hiciste eso?

—Ahora lo que necesitamos es escuchar el origen de la ley de Murphy... Invoco al primer Murphy que tocó los iones de probabilidad negativa... Invoco al primer Murphy portador de la ley de Murphy... Te invoco a ti, primigenio antepasado...

—"¿Quién sois vosotros hechiceros que se atreved a interrumpir mi descanso eterno? Hare que cuelguen de vuestros cuellos o que os quemen en la hoguera o me dejo de llamar Thomas Murphy"


La nave de Cavendish y Dakota acababa de arribar al punto de encuentro con la oposición, en medio del espacio y con daños notables. Flotaba apagada, e incluso algunas de sus partes flotaban al rededor suyo.

"Señora. Es la nave del Sargento Dakota"— Se escuchó en el canal de comunicaciones la voz de un piloto de reconocimiento.

¿Hay señales de vida abordo?— Respondió la recién proclamada general.

"Tres señales de vida muy débiles, parece que los tres están usando el respirador de emergencia..."

Ingresen la nave al hangar de carga del buque comando e informe sobre mi llegada.

Las naves de reconocimiento obedecieron las ordenes, engancharon la nave y con sumo cuidado la ingresaron en el hangar del buque de comando. Pronto, llegaron los equipos de emergencia y abrieron las tres cabinas de la nave. Los viajeros del tiempo amigos pudieron bajar por cuenta propia, mientras el equipo médico se llevó a Savannah corriendo en una camilla. Incluso lograron bajar el cuerpo sin vida de Brick de la parte inferior de la nave. De un momento a otro, los soldados que estaban presentes le apuntaron a los chicos con sus armas.

Vinnie Dakota, Balthazar Cavendish... Por órdenes de la general Grant-Torres, quedan bajo arresto domiciliario en el laboratorio del Profesor Tiempo.

—Oh, vamos viejo. Acabamos de llegar de una misión exitosa de rescate— Respondió el castaño con molestia visible, sin embargo, los hombres ignoraron sus quejas y los tomaron en custodia.

Dentro del laboratorio, el ex-comandante ya se encontraba por la doceava botella mientras la doctora Borges ayudaba a Doof con uno de sus aparatos.

Wow, ese hombre si que bebe— Dijo el laboratorista, sorprendido de la capacidad hepática del militar.

Si, pero no quiere admitir que tiene un problema...

—Problem... mis po... polainas— Se quejó aquél hombre, quién parecía que cada vez perdía más capacidad para hablar.

Profesor tiempo ¿Qué clase de aparatejo es este?

Un portal cuántico de desfase temporal... inador...

—¿inador?

—Es mi marca...— Se limitó a responder el farmacéutico con una sonrisa simplona.

¡Quítenos las manos de encima... !— Se escuchó a un par de hombres ingresados por la fuerza al lugar

Tenemos influencias en la cadena de mando el señor Block es...está tirado en el piso— Dijo el británico mientras la puerta se cerraba tras de sí —¿Qué le pasó a este hombre?

Problemas de liquidez— Respondió Doof con sarcasmo.

¿Qué fue lo que pasó aquí?— Preguntó Dakota, con demasiada molestia. — ¿Por qué nos tratan de nuevo como basura y por qué Block está ahogado en el piso? ¿Doctora Borges?

—Si, cariño, dame un momento— Contestó la doctora mientras le daba un trago profundo a la botella que le había quitado al más pequeño— Cuándo ustedes se fueron, la criatura que lideraba al ejército invasor regresó, destruyó la mayor parte de la flota, incluyendo las estaciones que orbitaban Wengar y básicamente acabó con nuestras esperanzas de ganar esta guerra.

Eso no responde la pregunta que hizo Dakota, señora.— Interrumpió un muy angustiado Cavendish.

A eso voy, querido. Brown se lanzó en un ataque suicida con su nave caza y pretendía que todos hiciéramos lo mismo. Sin embargo, Block se saltó su autoridad y terminó por evacuar a todos los que lo apoyaron. Se nombró nueva general. Lo destituyó y probablemente nos ejecuten a todos los presentes por traición.

—¿Y cuál es el plan?— Dakota comenzaba a desesperarse.

No lo hay, siéntate y bebe— Le respondió la doctora, mientras seguía ayudando al profesor.

Cavendish tomó una botella de la nevera y se sentó en el suelo, cerca de dónde Block dormía. Dio un sorbo y de inmediato notó algo raro sobre la bebida.

Pero esto...—

—Shhhh...— Lo interrumpió la Doctora, haciendo un ademan con el dedo sobre sus propios labios.

Balthazar entendió el mensaje de inmediato y de inmediato le quitó la botella a Vinnie para prevenir que bebiera de ella, pues sabía que ahora dependía de su silencio y de otras personas. El más joven hizo un pequeño puchero pero finalmente se resignó y comenzó a divagar con preguntas.

¿Cuándo fue que todo se fue al diablo?

—Más o menos... En el siglo XXI. Cuándo Liarrem fue liberado de su prisión mágica, ganó la batalla de Octalia y la tierra fue destruida...

¿La batalla de Octalia? Me suena ese nombre— Respondió el sujeto de cabello rizado.

Ahí fue donde rescatamos a Murphy ¿Recuerdas?— Respondió el de cabello grisáceo

—¡Es cierto! Con esos alienígenas raros...—

La doctora los miraba sin entender lo que decían y se dispuso a continuar su historia. —Lo cierto es que gran parte de la historia de la humanidad se perdió con la destrucción del planeta tierra. Pero los últimos días de la humanidad quedaron registradas digitalmente. Todo comenzó con aquél joven castaño con un copete, que convocó a todos a la batalla. Todas las organizaciones espaciales del momento, seguridad de países, e incluso superhéroes fueron convocados al planeta Octalia, en un esfuerzo para derrotar a Liam. Fue una batalla tremenda, sin embargo, a media batalla, se unió una segunda fuerza, con un poder similar al de Liam. Dicha fuerza acabó con muchas de las tropas y el resto escapó y comenzó a conformar lo que ahora es la oposición. Uniendo los ejércitos de todos aquéllos que buscaban la supervivencia. Después del fiasco en Octalia, ninguna especie alienígena quiso defender la tierra, por lo que se realizó una evacuación masiva. Los que se quedaron, aceptaron su destino junto con la tierra. Liam la despedazó y consumió la materia de sus pedazos.

—Pero espera, no estoy entendiendo... ¿Solo participaron terrícolas en la batalla de Octalia?

—Así es, quizás fueron apoyados por los locales, pero no se tiene registro que otra especie haya viajado tan lejos a pelear...—Dijo mientras daba otro sorbo a su bebida— Con el tiempo, muchos humanos desertaron de la lucha y decidieron asentarse en un planeta remoto, a sabiendas que eventualmente serían encontrados y exterminados, el resto estamos aquí. Desde hace varias décadas la esperanza estaba casi extinta y ahora, sin Wengar, me temo que solo pelearemos por el honor. Esa criatura de Liam conquistará el universo completo...

—¿Qué clase de criatura es?


¿Qué qué clase de criatura es?— Preguntó el hombre de la ropa ceremonial, quién seguía utilizando sus poderes para regresar el agua a unos recién reparados contenedores, mientras que, al mismo tiempo, las jóvenes curaban las heridas de sus compañeros, producto del entrenamiento intenso que habían realizado.

Si, hasta ahora solo nos hemos enfrentado a sus esbirros.— Respondió Melissa, con curiosidad en su tono de voz. Y son especies que no sabíamos que existían.

No es como que tengamos mucho conocimiento sobre alienígenas de todas formas— Corrigió Zack, mientras le limpiaban una herida con alcohol — ¡Auch!

—Ups, lo siento... ¿Te lastimé?— Preguntó la pelinaranja con toda malicia en su tono de voz.

Aún no entiendo por qué tenían que entrenar de esta manera tan agresiva— Cuestionó la recién integrada al grupo— De cualquier forma, Melissa tiene razón. Yo también quisiera saber más de esta criatura, Liarrem.

—Y de esa persona que te llamó heraldo de los Wan— Añadió Melissa.

Y de cómo es qué pelearon los Wan contra Liarrem— Añadió Zack

Y del origen que guardan estas armas que usamos...— Concluyó Milo.

Shar hasta ese momento se había sentido aliviado de haber esquivado todas esas preguntas en el pasado, sin embargo, sabía que en ese momento ya no había manera de desviar la conversación, por lo que en un movimiento rápido y preciso formó un triángulo de energía con un grabado complejo y curvo y lo expandió por toda la habitación. Dicho talismán de energía comenzó a arreglar todo lo que había en su paso mientras más grande se hacía. Toda el agua regresó a los contenedores y sus fisuras fueron perfectamente selladas. Todos los tubos y cables destruidos regresaron a la normalidad, incluso las heridas de Zack y Milo se convirtieron en un gracioso recuerdo en segundos, mientras la bodega era restaurada al punto anterior a cuándo comenzaron el entrenamiento.

Wow— Atinó a decir el castaño, sorprendido de dicho poder.

Si podías hacer eso ¿Por qué no lo hiciste desde un principio?— Preguntó la terrícola, indignada.

Creo que incluso me arregló una muela picada que tenía— Agregó el moreno, mientras tocaba sus dientes.

Ya les había dicho que utilizar el misticismo Wan para curar un cuerpo mortal solo desencadena en una pérdida de la capacidad natural de regeneración de su cuerpo.— Respondió, mientras comenzaba a emitir energía en forma de humo que comenzó a apoderarse de la habitación hasta llenarla completamente y alterar la forma y los colores de la misma — En otras palabras, curarlos usando mis poderes demasiadas veces dañaría su capacidad natural de regenerarse.

La ambientación del lugar había cambiado, era como si ahora estuvieran en el espacio exterior completamente vacío. Sin ninguna estrella a la vista. El humo comenzó a cubrir a todos los presentes y pronto se integraron a la imagen de vacío.

Espera ¿Dónde estamos?— Preguntó Zack, asustado de lo que sus ojos veían o en este caso, no veían.

Tranquilízate, seguimos en la nave— Respondió la voz de su maestro. —Necesito ambientación para contarles mi historia.

{Aproximadamente 13,800 millones de años antes}

En el espacio completamente vacío que los chicos observaban, una gran explosión comenzó a llenar el vacío con un halo de luz enceguecedora para comenzar a contraerse y mostrar todos los colores habidos y por haber en una danza celestial que llenaba todos los sentidos de los presentes, pues jamás habían presenciado un espectáculo igual a ese.

(—Ustedes, terrícolas y asociada, están presenciando una recreación del inicio del universo. Hace miles de millones de años, una singularidad de energía provocó que la realidad asociada a una zona de vacío total se llenara de materia de proporciones inigualables.)

Del núcleo de energía que se había formado, que aún destellaba enormes colores brotaron una gran cantidad de minúsculas partículas de energía blanca, las cuales comenzaron a adquirir una forma humanoide luminosa, mientras que el resto de la energía seguía expandiéndose, formando las primeras bases de lo que serían las primeras galaxias. Las formas de energía humanoides eran pequeñas, como del tamaño de un bebé. Sin embargo, de un segundo a otro pasaron por todas las etapas del crecimiento hasta terminar de formarse, con la apariencia de un hombre adulto que medía aproximadamente dos metros y medio.

(—¿Quiénes son esos?— Preguntó la terrícola con curiosidad

¿No lo has deducido aún?— Respondió el hombre con desafío.

—¡Los Wan!— Exclamaron Milo y Zack al mismo tiempo.)

Dichas criaturas no se parecían en nada a Shar. Eran completamente luminosos, sin rasgos faciales. Como si fueran seres hechos de energía. Capaces de usarla y controlarla a su antojo. En cuestión de segundos, mini galaxias se formaron alrededor suyo. Planetas, estrellas, todo se formo entorno a dichos seres, quienes observaban el panorama por lo que Milo y Melissa calcularon que fueron miles de años, completamente inmóviles e inamovibles. Después de un tiempo, algunos planetas se habían asentado en lo que se podría definir como "habitable", por lo que la luz que emanaban sus cuerpos comenzó a formar dos pequeños remolinos de oscuridad, lo que los chicos interpretaron como un par de ojos abriéndose. Dichas figuras comenzaron a viajar a lo largo y ancho del universo, en diferentes direcciones, a una velocidad dificil de creer.

(—Los Wan fueron la primer especie que vio este universo. Dotados con la inmensa energía producida por el Big Bang. Ellos eran portadores de unos poderes de escala inimaginable. A pesar de no tener creador, todos y cada uno de ellos conocía su propósito... Viajaron y viajaron a través del universo virgen, con el único propósito de crear... — Hizo una leve pausa dramática— vida...)

El ambiente había cambiado, ahora estaban en un planeta lleno de agua verdosa y tierra color naranja. Pronto, arboledas enteras comenzaron a salir, y la tierra se llenó de una vegetación purpúrea, mientras pequeñas criaturas brotaban de los suelos. Al voltear al cielo, se podía observar a uno de los Wan, dirigiendo este espectáculo como si de una orquesta se tratase. Una orquesta con un gran director.

Las primeras especies inteligentes en el universo eran conscientes de la existencia de los Wan. Sabían que ellos estuvieron durante sus primeros años de existencia y los dirigían, otorgándoles capacidades únicas para desarrollarse. Con los Wan la vida para los seres inteligentes era demasiado fácil, cosa que los mismos creadores terminaron detectando como una debilidad, pues las especies no eran capaces de sobrevivir una vez que su protector Wan dejaba su planeta para comenzar con un nuevo ciclo de vida en otro lugar. Así que cada vez menos se involucraban en el desarrollo de una especie.

(—Wow, al parecer los poderes de los Wan vuelven dependientes a las especies— Dijo Milo, impresionado al ver la quinta especie extinguirse.

Así es. Los cuerpos mortales no eran capaces de asimilar lo que sucede cuándo el poder de los Wan se involucraba en su desarrollo. Los Wan no eran seres mortales como a los que ustedes están acostumbrados. Su ciclo de vida fue distinto. Crear y equivocarse los hizo comprender que no podían ayudar a las especies más allá de su creación. Pasó mucho tiempo, antes que comprendieran que las especies necesitaban millones de años para evolucionar por su cuenta, por lo que al final, dejaron de evolucionar las especies de manera artificial y comenzaron a dejar que el tiempo les enseñara a sobrevivir. Crearon lo que ustedes conocen como naturaleza.)

Era un poco duro ver a las especies matándose entre sí para descubrir quién era el más fuerte. Las cadenas alimenticias eran una constante entre todas las especies, pues no había ninguna que no dependiera de ingerir algún otro ser vivo para sobrevivir. Sin embargo, las especies salieron adelante poco a poco. Como sociedad y con tecnología. Incluso hubo unas cuántas que adoptaron demasiado rápido un sentido de justicia más propio de las utopías que se consideraban imposibles para razas como los humanos. Sin embargo, los Wans se negaban a abandonar a las especies que habían creado, por lo que tarde que temprano se mostraban ante ellos como sus creadores.
Aunque eran imágenes abstractas lo que los chicos veían, eran capaces de comprenderlo al cien por ciento.

(—A pesar de que los Wans tenían un sentido de responsabilidad con las especies que creaban, se aseguraban de no interferir en sus asuntos, aún cuándo una especie entraba en guerra con otra.)

Hubo grandes guerras que acabaron con especies enteras cuándo se alcanzó el nivel tecnológico del viaje intergaláctico. Sin embargo, no había guerra que durara para siempre, y, después de un tiempo, las especies comenzaron a aliarse entre ellas, formando lazos de amistad entre los planetas. Cada planeta aprendiendo algo sobre su vecino, enriqueciéndose y logrando un perfecto equilibrio, millones de años antes de que la tierra fuera habitada por el primer humano.

(—¿Por qué nos enseñas esto?— Preguntó muy inquieta la joven humana.

Deben entender el propósito de los Wan si quieren entender como comenzó está guerra y como nos involucra a todos los que vivimos en este universo. — Dijo, para posteriormente aclararse la garganta y continuar su relato— Este crecimiento estaba predestinado a ser perfecto, sin embargo, un día como cualquier otro, un ser, externo a nuestro universo comenzó a manifestar señales de vida. Se trataba de Liarrem. Una criatura que era un hombre y una dimensión al mismo tiempo. Para los Wan, él era un ser de energía infinita.

Así que fue una creación de los Wan...— Afirmó Quorra, solo para ser interrumpida.

No. Dicho ser estaba oculto en su propia dimensión de bolsillo. Los Wan creían que él había existido unos miles de años antes de que nuestro universo se formara...— Respondió, mientras mostraba imágenes de lo acontecido.

Espera ¿Cómo es eso posible? ¿No sé supone que antes del universo no existía el tiempo?

Las leyes de este universo no son las leyes de la existencia como tal... En fin, a pesar de ser una entidad que posee energía infinita, él debía alimentarse de tiempo-espacio y materia pasa sobrevivir. Cosas que abundan en nuestro universo... El problema es... qué por cada trozo de espacio que absorbe, su dimensión de bolsillo crece, siendo un peligro para todas las galaxias.)

La aparición de Liam fue representada en la anécdota por una pequeña sombra, que a sus espaldas mostró una gran ruptura en el tejido del espacio, dando lugar a una gigantesca masa con la apariencia de una nebulosa que simplemente apareció. Su aparición repentina fue lo suficientemente cerca de un planeta, lo que provocó que dicho planeta fuera consumido en su totalidad por la nebulosa, la cual comenzó a incrementar su tamaño al tiempo que absorbía el planeta, abarcando cada vez más espacio.

(—¿Entonces los Wan comenzaron una guerra contra esta entidad en cuánto la detectaron?— Preguntó Zack, quién de cierta manera se sentía emocionado por la idea.

—No exactamente...— Shar les mostró un hombre de los Wan hablando directamente con Liam en los primeros años de existencia. — Con el primer acercamiento ellos no entendían completamente la existencia de ese ser a quién llamaron Liarrem, qué en lenguaje Wan significa "externo". Sin embargo, acordaron estudiarlo con todos sus poderes y determinaron que no era un peligro para el universo... Siempre y cuándo estuviera de acuerdo en no consumir demasiado de nuestro universo...

—No estoy seguro que eso tenga sentido...

—Determinaron una cantidad específica de centímetros cúbicos por año que Liam debía absorber de nuestro universo, en base a sus necesidades fisiológicas y a la supervivencia del resto del universo... Sin embargo, ellos temían una posible insurrección de su parte, por lo que eran bastante precavidos. Trataron de enseñarle a controlar su energía ilimitada, cuidando que sus enseñanzas no fueran excesivas y que en algún momento, él se volviera en contra de ellos. Así que también comenzaron a entrenarnos a nosotros.)

En ese momento la imagen se comenzó a difuminar. Se observaban unas criaturas siendo creadas a partir de la energía misma, a lo que los dos chicos asumieron que eran los heraldos de los Wan, sin embargo, las chicas notaron muchas inconsistencias en lo que veían. El cielo parecía cambiar su textura, al igual que el suelo, las plantas, incluso los Wan parecían mucho más pequeños de lo que realmente eran en un inicio.

(—Estás mintiendo. Esto es parte de tu imaginación— Exclamó la pelinaranja.

—Déjate de tonterías y dinos la verdad— Añadió la extraterrestre, dejando perplejos a los tres varones.

De acuerdo.— Reconoció el hombre — Lo admito. Trato de ocultar el pasado porque estoy avergonzado de él. Les contaré la verdad... Los Wan no nos crearon a nosotros directamente con sus poderes. Tampoco éramos su plan de respaldo para mantener a raya a Liarrem. Ellos confiaban plenamente en él, y le enseñaron demasiadas cosas sobre como controlar su energía adecuadamente. Sin embargo, eran efímeros. Su tiempo en este plano era limitado y pronto, los que habían contribuido con la mayor cantidad de creaciones se retiraron de este plano de la existencia...

—¿Murieron?— Preguntó Milo, con cierta timidez en su voz.

Podría decirse. Era como ver la flama de una vela apagarse. Nada en el universo era infinito, y los Wan comenzaron a desvanecerse uno por uno. Por lo que, a sabiendas de su destino, comenzaron a elegir candidatos de las especies más prometedoras del universo como sus sucesores y nos otorgaron una parte de su poder... Fuimos los heraldos de los Wan. Y de entre todos, destacamos diez, quienes tomamos el mando y nos hacíamos llamar los diez mandatarios.)

El plano cambió, ahora, un grupo de jóvenes de distintas especies se encontraban en un planeta vacío. Cada uno de ellos sujetaba una enorme vara con la que practicaban diversos movimientos enseñados por los Wan.

(—¿Entrenaban con varillas?

—Los Wan no nos dieron sus poderes como tal. Nos enseñaron a entrar en comunión con el entorno y obtener energía de nuestro alrededor. Todo planeta, ser vivo, objeto, atomo y largos etcéteras está lleno de energía de la creación. Las varillas eran utilizadas como método de entrenamiento extremo que destrozaba nuestro espíritu rebelde y arrogante para dejar salir nuestra humildad. Esos ejercicios duraron aproximadamente cinco años terrestres con descansos de media hora cada ocho de sus meses...

—¡Wow!— Exclamaron los cuatro jóvenes al unísono. Jamás esperaron escuchar algo así.

Incluso después de décadas de entrenamiento, jamás fuimos capaces de utilizar la energía primigenia de la que eran dominantes los Wan. Sin embargo, fuimos capaces de aplicar sus conocimientos sobre el misticismo en algo que ellos llamaron la energía asintótica, debido a que entre mayor fuera el dominio, mayor sería el parecido a la energía primigenia... El principal problema fue que ningún cuerpo de ninguna especie en el universo era capaz de soportar una enorme cantidad de energía asintótica. Por lo que nuestras habilidades se veían muy limitadas en comparación de los quasi-omnipotentes Wan. Por lo que aprendimos que, imbuir nuestra energía asintótica a un objeto sería muchísimo más práctico y de esa manera, nuestro cuerpo no sufriría el desgaste del cambio constante en la energía...

—¡De ahí salieron nuestros objetos místicos!

—Es correcto. Los heraldos de los Wan desarrollamos habilidades en base a nuestras necesidades enfocándonos en nuestro objeto de poder. Por eso tus espadas no pueden hacer exactamente lo mismo que sus guantes, o el medallón de ella...— Se concentró de nueva cuenta para alterar la imagen, mostrando un grupo de personas al rededor de un último destello de luz humana— Cuándo el último de los Wan murió, nos dejó la tarea de a toda costa preservar la vida en el universo, siempre y cuándo valiera la pena. Así que los diez mandatarios tomamos el liderazgo de la órden de los heraldos...)

El último de los Wan desapareció, dejando un rastro visible por unos segundos hasta que finalmente se terminó de mezclar con el resto del universo, dejando a un grupo visiblemente dolido, con una única misión. Para los Wan, entrometerse en los asuntos de un planeta significaba sentenciar su destino, así que el trabajo de los heraldos era intervenir lo menos posible y tratar de ser discretos con sus tareas. Salvar a las especies que merecían ser salvadas y no inmiscuirse más de lo necesario...


"Yo era la ley de Dios. Yo era el encargado de hacer cumplir su voluntad. Vosotros creéis que vuestra magia se compara a la de aquellos que con gran valor enfrenté. Pues os equivocáis..."

—Por tercera ocasión. No somos hechiceros y no te levantamos del sueño eterno.— Respondió la personalidad errante de Theseus.

Solo queremos conocer tu historia...— Agregó su otra mitad, con cierta impaciencia en la voz — ¿Cómo fue que obtuviste la mala suerte?

"¿Con que queréis impresionaros un poco con mi leyenda, no es así? Me temo que no es más que una enorme decepción" — Respondió con melancolía en su voz.

Cuéntala ¿Quieres?

—"Salem. Mi tierra natal. Yo fui comisionado como uno de los encargaos de proteger dicho lugar de las constantes afrentas a Dios..."

—¿Dónde rayos existió ese lugar?— Preguntó el Theseus malvado.

Escuché hablar sobre eso. En un viejo libro que tenía el general Van Stomm en su camarote. Salem, Massa... Massa... No recuerdo el nombre completo, pero Salem fue una ciudad que existía en la tierra antes de ser destruida. El libro era sobre leyendas y se decía que una oleada de brujas azotó el lugar, por lo que era común que los cazadores de brujas las quemaran en la hoguera... Contestó el Theseus pacífico y se giró hacia su antepasado — ¿Eras cazador de brujas?

—"Jamás existió uno mejor que vuestro servidor. Fui conocido como el puño de Dios. Había acabado con la vida de más brujas que cualquier otro. Sin embargo, cometí el error más grande que un hombre pudo cometer en su vida. Uní mi vida con la de aquella que ocultaba su condición de mi"— Bajó su mirada por unos instantes la regresó —"Un cazador de brujas que desposó con una de las más infames y poderosas hechiceras que Salem jamás había conocido."

—¿Te casaste con una bruja?— Preguntó con tono de burla e incredulidad la mitad arrogante de Theseus.

"¡Callaos! Aún puedo hacer que cuelguen vuestro pescuezo de la soga"— Gritó con furia, para luego recuperar la compostura y continuar con la anécdota —"Su nombre era Ezia. Parecía una mujer normal a simple vista. De unos ojos brillantes y tiernos. Con una hermosa sonrisa. La conocí en la cena de acción de gracias que realizábamos en el pueblo. Su belleza me atrajo de inmediato y me cegó, de tal manera que no fui capaz de detectar las señales a tiempo. Con el tiempo, se celebró nuestra boda... He de admitir que vivimos una vida tranquila. Me convenció de dejar el oficio y dedicarme a la alfarería. Tuvimos una hija, la pequeña Eliza... Fue a partir de ahí que la suerte del pueblo comenzó a cambiar. Los cazadores de bruja perecían uno a uno. Víctimas de terribles enfermedades y accidentes... Los cielos azules se volvieron grises y los suelos fértiles se volvieron áridos..."

—Si, si, si. La bruja trajo la catástrofe. Yo solo quiero saber cómo obtuviste la ley de Murphy.

—"En aquella fatídica noche, en la que el gato negro de la perdición me reveló el secreto de mi amada Ezia, descubrí por desgracia que aquella mujer que había desposado era una infame bruja" — Respiró hondo, a pesar de no estar vivo y continuó — "Descubrí que era ella la que envenenaba al pueblo con sus embrujos. Descubrí que fue ella la que provocaba las mayores desgracias a todos. Descubrí que mi ausencia como el puño de Dios había permitido su ascenso al poder... Su plan era controlar la mente de todos los del pueblo para que se quemaran vivos entre ellos para vengar la muerte de sus hermanas. En ese momento no pude más. Recuperé el oficio. Tendriaís que haber visto la batalla que hubo entre nosotros. Las fuerzas del bien y el mal lucharon para determinar el vencedor. Sin embargo, antes de terminar, ella ya había escapado con su escoba. Viéndose frustrado su plan no valía la pena seguir la lucha..."

¿El mejor cazador de brujas no pudo darse cuenta que su esposa era una de ellas y tampoco fue capaz de capturarla?— Las bromas de la mitad pedante de Theseus comenzaban a enfadar al invitado cada vez más, sin embargo, su misión ahí era concluir su anécdota.

"Traté de alejar a Eliza de ese camino, pero... para mi desgracia... poco tiempo después descubrí que era tarde para proteger a mi pequeña. Pues su adiestramiento como hechicera había comenzado... El pacto de sangre estaba hecho... Su alma ya estaba perdida... Solo había un camino a seguir para purificar al pueblo de la magia de las brujas y que volviera a ser radiante como solía serlo..."

Ambos Theseus abrieron los ojos como platos al escuchar esas palabras, mientras un frío helaba sus imaginarías columnas abstractas. Captaron el mensaje de de aquél hombre de forma inmediata.

No lo hiciste— Dijeron ambos al unísono.

"Me temo que así fue. No tuve más remedio que quemar a mi propia hija en la hoguera..."— Los dos hicieron una mueca de repulsión al escuchar dichas palabras. El hombre se mostraba arrepentido de haber realizado dicha acción, pero al mismo tiempo, su porte les indicaba que lo hubiera hecho de nuevo.— "Eiza descubrió lo que había hecho, por lo que esa misma noche me volvió a enfrentar. Llena de odio y de ira. Deshizo la maldición que había colocado sobre el pueblo. Recuperó sus fuerzas y me lanzó la maldición a mi. Las palabras de su hechizo fueron: "Eres un maldito hombre que merece sufrir el resto de su vida y por todas las generaciones futuras. Gatos negros, sal derramada, espejos rotos, grietas pisadas. Maldigan a este hombre y a su camada..." Fue a partir de ese momento que mi suerte cambió para siempre..."

El hombre desapareció en el ambiente, y la mayoría de los iones de probabilidad negativa que formaban una bruma roja alrededor de los chicos se disipó.

Siempre supe que la ley de Murphy era una maldición, pero jamás pensé que lo sería en un sentido literal.


La habitación volvió a la normalidad en ese momento, desconcertando a los cuatro chicos, mientras el resto del humo mágico se disipaba.

¿Qué sucede? ¿Por qué rompiste la ambientación?— Preguntó Zack, con molestia en su tono de voz.

Son recuerdos muy vergonzosos para mi. Denotan como le falle a mi equipo, y al universo.

—Aún así nos merecemos la explicación completa...— Recalcó Melissa...

Bien...— Resopló con angustia y se dispuso a terminar la historia — Después de que murieron los Wan, los diez mandatarios quedamos a cargo. Sin embargo, ninguno de nosotros confiaba en Liarrem, quién cada día se hacía más poderoso. Por lo que propusimos una votación y fue un siete a tres que acabáramos con él...

—Entonces ¿No le estaba haciendo mal a nadie y ustedes lo atacaron?

—Ponte en nuestros zapatos. Un ser capaz de consumir la realidad misma, destrozar y consumir planetas. Con energía ilimitada y ahora siendo capaz de controlarla con precisión. Pensamos que no tardaría mucho en atacar a las especies del universo. De cualquier forma, no nos fue nada bien. La primera vez perdimos a la mitad de los heraldos, luego una tercera parte más, hasta que solamente quedamos los diez mandatarios. Liarrem se hartó de nosotros. Para el, los Wan lo habían traicionado al dejarnos como un ejército destinado a eliminarlo. Por lo que él también comenzó a reclutar. De alguna manera, se enteró del campo oscuro y de sus propiedades que permiten persuadir, poseer e incluso mejorar sus habilidades...

—¿Qué es en sí el campo oscuro?— Preguntó Milo, quién ya había tenido contacto con dicha sustancia.

La materia es energía y la energía crea materia. Ese es un principio básico del universo. Si el proceso intermedio es alterado, se produce un desbalance en la polaridad de dicho proceso. Un usuario experimentado del misticismo y que sea malintencionado, puede aprovechar dicho desbalance para sobrecargar la polaridad negativa de la reacción. El resultado es una entidad entre energía y materia con propiedades únicas, que puede utilizarse de diferentes maneras. Por eso los usuarios del campo oscuro requieren sentimientos negativos constantes y sin un desahogo emocional. Liarrem tiene el odio hacia los Wan, hacia nosotros y hacia todas las criaturas del universo que son sus creaciones. Prácticamente toda su esencia la transformó en campo oscuro, pues, a parte de todo, es un enorme potenciador. Y le otorga habilidades especiales a sus discípulos.

—La sensación es horrible— Exclamó el chico al recordarla.

Así es. Todo en esta vida viene con un precio. El campo oscuro se cobra su precio de múltiples maneras. Se lleva tu sanidad física y mental. Por eso los ojos de sus usuarios adquieren ese color. Por eso sus ojeras crecen y en algún punto comienza a pasar factura sobre su sanidad mental y su estado físico. Ya que comienza a absorber tu vitalidad.

—Pero Liam es un ser de energía infinita y por eso puede pagar ese precio sin problemas— Atinó a decir Quorra.

Algo así— respondió el mayor — Me gustaría decir que la historia tiene un desenlace feliz, pero no fue así. Cuándo solo quedábamos diez heraldos, después de siglos de combatir a Liam. Después de múltiples guerras que él mismo había propiciado como la que se lleva a cabo en el presente. Después de perder la esperanza, los siete guerreros que habían decidido pelear, tomaron una decisión. Cada uno de ellos tomó su poder, su esencia, su existencia... Su alma... Y realizaron un intercambio cósmico con el universo. Los cristales del sello fueron creados...

—¿Nos estás diciendo que cada cristal...?

—Posee el alma de mis compañeros, sí...

—Por eso puedes comunicarte con ellos...— Afirmó Milo, recordando aquella extraña interacción entre su maestro y el cristal.

Es correcto. Los cristales fueron creados para activar un sello místico que fuera capaz de encerrar a Liam dentro de si mismo. Así que los tres heraldos restantes fuimos a la batalla. Logramos que Marex, Yong-kum, Vissarion... En fin, todo el ejército de Liam ingresara a su dimensión. Mis compañeros perecieron en la batalla, sin embargo, yo fui capaz de activar el sello, pero al tratar de escapar, quedó atrapado en el limbo entre el mundo real y Liarrem. Dónde me dediqué a meditar y a usar mis poderes de clarividencia para observar, siendo incapaz de ayudar a las especies como fue mi propósito original.

—Entonces... ¿Ustedes lo arruinaron, provocaron una guerra y ahora nosotros debemos reparar su error?— Preguntó Zack.

Yo me oponía a atacarlo, sin embargo, permití que mis compañeros nos arrastraran. Por eso pasó lo que pasó. Por eso estamos aquí el día de hoy.— El hombre mostraba arrepentimiento en su voz, sin embargo, su semblante cambió de un segundo a otro— En fin, ya tuve suficiente de mi mismo. ¿Qué hay de ustedes? ¿Qué cosas interesantes han hecho con su vida?


Los dos soldados que habían escoltado al comandante ingresaron de nueva cuenta al laboratorio dónde mantenían prisioneros al equipo de Block, quién yacía en el suelo con los ojos cerrados, mientras una docena de botellas a su alrededor delataban su supuesta condición.

—Huele a perro muerto aquí— Dijo uno de los hombres.

—Atención, prisioneros. La general Grant-Torres acaba de aterrizar en el hangar principal de la nave y se dirige en esta dirección para una inspección, por lo que debemos colocarles grilletes en ambas manos por precaución.— Afirmó el segundo hombre mientras comenzaban su labor de colocarles los grilletes. Comenzó por Doofenshmirtz, siguió con Dakota, mientras su compañero hacía lo mismo con la doctora Borges y Cavendish.

Oye, Fooltar. ¿Crees que sea necesario ponerle los grilletes a este borracho?— Preguntó el chico a su compañero.

Supongo que no despertará hasta que se le pase la resaca, así que mejor déjalo ahí tirado, Colt.

Ambos soldados se colocaron a los costados de la entrada, esperando a que llegara la nueva líder del ejército.

—Genial, odio que nos hagan esperar— Dijo el hombre de la bata con molestia en su tono de voz.

—Es una lástima que Theseus se vaya a perder la diversión— Respondió la doctora Borges, mientras miraba al pobre chico colgado y atado a un aparato, lleno de electrodos— Me pregunto que pasará por su mente en estos momentos...


Ambas mitades de un mismo ser se encontraban flotando en el vacío de su mente, ahora sin saber que hacer. Ya conocían el origen de la ley de Murphy, pero no eran capaces de llegar a un acuerdo, por lo que seguían atrapados mientras la voluntad de su contraparte no cediera. De los pocos iones de probabilidad negativa que estaban en el ambiente, volvió a aparecer una figura conocida.

¿A qué vienes de nuevo, Maxwell?

—¿Cuál es tu objetivo, padre?

El hombre los miró enternecido.

"He venido a terminar esta disputa de una vez por todas. Pero primero... Hay una parte de la historia que Thomas no les contó..."

En ese momento otro par de figuras apareció detrás de él. Se trataban de Joey y Nate Murphy. El tío y primo de Milo, respectivamente.

"¿Sabes cómo un simple hombre como Thomas se volvió el mejor cazador de brujas? ¿Sabes como sobrevivió a una pelea a muerte con una bruja?" — Preguntó el padre de ambos chicos.

La figura de Joey se acercó a ellos y en sus manos apareció una vieja espada. Su color principal era el metálico, pero por su aspecto, era obvio que había sido dañada por el tiempo. Varias partes estaban oxidadas, sin embargo, su diseño era espectacular. Su hoja poseía una curvatura corta hacía el interior y otra más larga que se extendía en ambas mitades, cerrando en una punta con forma de diamante. Su guarda poseía dos protuberancias por cada lado y su empuñadura estaba dividida en tres secciones por ambos lados. Cada una poseía un dije de un metal diferente, conteniendo seis dijes en total. En la unión entre ambas curvaturas cerca del mango, estaba incrustada una joya color verde, que atravesaba ambas caras del filo. En general parecía un arma muy tosca pero a leguas se notaba que tenía un propósito muy específico.

"Conocí a Thomas en un sueño" — Dijo Theseus — "Cerca de los últimos días de la tierra. Después de investigarlo, descubrí que su secreto para acabar con las brujas era esta espada. La cuál encontré en el despacho del director del museo de brujas de Salem..."

Nate se acercó a los chicos para hablarles, mientras aparecía otra espada en sus manos. Se trataba de la misma espada, pero restaurada completamente, con la gema verde del centro brillando.

—"Mi padre me la dio a mi, con la esperanza de que sería útil para ganar la guerra..."— Añadió el joven, con vehemencia —"El mango está diseñado para otorgarle al portador claridad mental. La gema del centro perteneció a una bruja de sangre y fue purificada con la ayuda de una esmeralda de luz y posteriormente fue tratada con los restos de las brujas quemadas. Se dice que la hoja fue sumergida en aguas sagradas para templarla. Ni el hechicero supremo tendría oportunidad contra quién la blandiera"

Finalmente, el padre de ambos chicos se colocó entre ambas figuras y su propia versión de la espada apareció en sus manos. Era básicamente la misma espada que la que Nate usaba, pero el color ahora era un azul acuoso muy bello. Tanto para el filo, como para la empuñadura.

"Fue pasando de Murphy en Murphy hasta que llegó a mis manos. Debido a su desgaste, tuve que restaurarla y bañarla en diamantium solido, lo que le añadió resistencia y dureza..."

¿Y eso qué?— Preguntó la mitad impaciente.

Los tres hombres fantasma levantaron sus espadas en dirección a las dos mitades de Theseus.

—"Ahora es tu turno de blandirla"— Dijeron al unísono, mientras las dos figuras de los costados se desvanecían, dejando solo a Maxwell con su espada y su hijo.

¿Crees que ganaré la guerra con una espada mágica?

—"Hijo. Has vivido casi los mismos años que yo cuándo morí. Sabes qué pasé la mayor parte de mi vida aprendiendo, estudiando, investigando. Tratando de encontrar la manera de que terminar la guerra. Uno de mis pasajes me llevó a descubrir una vieja leyenda..." — Colgó la espada de su cinturón y con ambos brazos tomó el hombro opuesto de cada una de las mitades — "La gente de un planeta destruido llamado Beethovia salvó casi todos sus registros de manera digital y tuve acceso a ellos. Sus ancestros fueron de las primeras especies creadas en el universo y hablaban de unos seres divinos llamados Wan, quienes tenían una vieja anécdota sobre aquél hombre que irradiaba el caos, cuya espada mágica fue capaz de terminar una guerra contra una criatura extra dimensional. Los expertos creían que no se trataba de una anécdota, si no de una profecía..."

Básicamente me pides que cometa suicidio.

—No es por darle la razón, pero ni siquiera sabemos dónde está esa espada. Y dudo que puedas simplemente dárnosla aquí y esperar que la tengamos en el mundo real.

—"Pero es que la espada ya se las di... Espero que conserves mi nave, Theseus. Porque deberás reparar la carrocería muy pronto..."

Ambas mitades sonrieron al comprender lo que decían. Por muchos años habían tenido problemas por una pieza faltante que aparecía en sus escaneos de reparación, sin embargo, jamás había causado un problema serio, por lo que habían decidido no prestarle atención.

Dijiste que ibas a resolver el problema de una vez por todas...— Dijeron las dos mitades al unísono.

"Oh, es cierto lo olvidaba"— El hombre tomó su propia espada. Se colocó al costado de una de las dos mitades y con gran ímpetu, apuñaló dicha mitad en el pecho hasta que el filo de la espada lo atravesó y chocó contra el pecho de la segunda mitad de Theseus, atravesándolo también. En ese momento, los cuerpos imaginarios de ambos parecían una brocheta y comenzaron a brillar con intensidad.


Wow, ¿Hombres planta?... ¿Viajes en el tiempo?... ¿Esferas de iones negativos? Y yo que pensaba que eran simples terrícolas. — Dijo el hombre del traje ceremonial.

Y eso solo fue un año de nuestra vida— Respondió de manera simplona el castaño.

Los Wan nos enseñaron una vez lo que ustedes conocen como corriente temporal. Un espacio sin espacio y tiempo sin tiempo que conecta el hoy, con el ayer y con el mañana. Nos dijeron que nunca debíamos entrometernos...

—Oh, oh— Dijo la pelinaranja, al notar el tono de regaño.

¿Por qué?— Preguntó Zack.

Hay múltiples razones. La realidad está diseñada para ir como el cauce de un río. Entrometerse con ese cauce puede dañar la existencia por completo. Personas pueden dejar de existir. Los objetos pueden ser alterados en tiempo real. Las ramificaciones podrían crear cambios en la estructura del universo. Esa es una de las razones principales. — Respondió Shar, mientras se ponía de pie.

Creo que hemos vivido todo eso en carne propia— Refutó Melissa, quién menospreciaba el peligro en las palabras de su maestro.

Claro, el universo tiene una serie de mecanismos de defensa que evitan las paradojas, pero eso no significa que la realidad no se desestabilice por ello. Por ejemplo, si viajas a un pasado directo, entonces crearías un duplicado de tiempo tuyo. El universo suele resolver ese tipo de problemas eliminándolos de raíz. De no ocurrir, podría generarse un campo de variación temporal que alteraría la realidad hasta límites desconocidos.

—¿Duplicados temporales? Eso suena absur...— En ese momento, el moreno recordó que había una isla completa de duplicados que podrían estar causando estragos en la realidad...— Oh...

—Otro mecanismo que tiene el universo para prevenir errores es la compensación de Cantor...

—¿Qué es eso?

—Imagina un escenario en el que llega tu "yo" del futuro y te entrega una piedra. Tu sigues tu vida hasta que consigues viajar al pasado para entregarte esa misma piedra. Entonces ¿De dónde salió la piedra?

Eso me pasó una vez con un melocotón y una carta que yo mismo me envié al pasado— Dijo Milo, con una sonrisa alegre.

Lo más probable es que haya sido algún fallo en la realidad generado por algún duplicado de tiempo... O algunos... La compensación de Cantor es un fenómeno que explica como es posible dicha interacción. En teoría, cada segundo que pasa degrada el objeto que es enviado de vuelta al pasado. Por ejemplo, la roca iría perdiendo partes, moléculas o átomos mientras más veces viaja al pasado. Por lo que dicha interacción solo es posible si el objeto adquiere un respaldo perpetuo. En otras palabras. Ese objeto adquiere energía infinita mientras esté atrapado en ese bucle temporal.

En ese momento una alarma comenzó a sonar en la bodega.

¡Estamos a punto de llegar a Liwams!— Exclamó la piloto y de pronto todos salieron corriendo del lugar, rumbo a la cabina principal.


Theseus abrió los ojos bruscamente. Aún se encontraba atrapado en el aparato de la doctora Borges, y ese brusco despertar le había robado el aliento, por lo que ahora respiraba precipitadamente, mientras observaba sus ataduras.

—¡Theseus! ¡Me alegro que despertaras!— Exclamó la doctora, quién seguía teniendo grilletes en ambas manos. — Me alegro que no te perderás la diversión...

—¡¿Te alegra?! ¡Sácame de aquí!— Gritó el pobre chico asustado. — Espera ¿Por qué están todos atados así?

—¿Con cuál versión de Theseus estoy hablando?— Preguntó Borges, al no ser capaz de identificar dicha personalidad.

Con Theseus, únicamente...— El chico miró a su alrededor. Notó que estaba en un laboratorio diferente y que Cavendish y Dakota ya no portaban la misma ropa con la que los vio la última vez. También notó al comandante tirado en el suelo, aparentemente inconsciente. Sonrió maliciosamente —Entonces... Perdieron la guerra mientras yo estaba ausente ¿Verdad?

Digamos qué... Tuvimos algunos inconvenientes menores...— Respondió el doctor Doofenshmirtz.

La nueva general del ejército viene en camino. Sé que es mucho pedir, pero ¿Crees que puedas quedarte callado mientras esté aquí? No hagas ninguna locura.

Descuida, no es como que pueda hacer muchas locuras aquí colgado.

El hombre identificado como Foolter habló desde la entrada al laboratorio.

Reciban con ustedes a la Generala Elena Grant-Torres...— Dijo, al tiempo que una docena de soldados entraban marchando de dos en dos y adoptaban una posición defensiva, mientras la general ingresaba a la habitación.

—Comandante Grant-Torres...— Dijo Theseus con picardía.

¡Theseus!— Exclamó Borges, tratando de silenciar al chico.

General Grant-Torres...— Corrigió la mujer que acababa de ingresar al laboratorio. De inmediato se giró a la doctora.— Veo que su pequeño experimento con el joven Murphy ha terminado, doctora Borges.

—Prefiero decir que fue un intento de curarlo...— Dijo, tratando de ocultar su desagrado ante el tono despectivo de su superior.

La general rio por lo bajo, y se giró de nuevo hacia el chico.

Como puedes ver, jovencito. Yo soy la nueva general del ejército. Por lo que de mi depende si sigues con vida o no...

—Generala, si pudiera le aplaudiría, pero como puede ver, mis brazos están un poco ocupados ahora...— Respondió con tono sarcástico, a lo que ella simplemente siguió su recorrido hacia los viajeros del tiempo— No los quiero, me dan miedo...

Dakota estuvo a punto de decir algo, completamente enfadado por el comentario, pero se detuvo al escuchar la voz de Cavendish.

Como desee...

—Usted ha probado ser un hombre bastante útil, profesor tiempo. Lo mantendremos con nosotros mientras nos sea útil— Dijo, de nueva cuenta, con tono despectivo. Doof solo giró los ojos y la mujer continúo su camino hasta llegar al hombre tirado en el piso.— Miren nada más a este borrachín. Sin duda eres un patético remedo del hombre que solías ser... Si pudiera, te ejecutaría en este mismo momento.

Eso es algo que tenemos en común—Respondió el hombre en el suelo, quién en un rápido movimiento, se puso de pie, tomó a la general del cuello, le quitó un arma de la funda que colgaba en su cinturón y la puso sobre la sien de ella.

Los doce guardias reaccionaron de inmediato, apuntando al hombre, pero al notar la situación de su jefe, evitaron disparar al instante.

¿Por qué este hombre no estaba esposado?— Gritó la general. En ese momento se escuchó una detonación en la entrada al laboratorio, pues el hombre llamado Colt había disparado contra su compañero. En un hábil movimiento cerró la puerta y comenzó a disparar a la guardia de la general, derribando un par de soldados, mientras corría a resguardarse detrás de un gabinete en el laboratorio. Los guardias se giraron y comenzaron el tiroteo. Las cuatro personas que se encontraban atadas con grilletes aprovecharon para resguardarse detrás de una mesa. La doctora presionó un botón sobre sus grilletes y los de Cavendish, los cuales se desprendieron al instante. Doof separó ambos brazos con fuerza, y la cadena que unía sus grilletes se rompió, obteniendo un poco más de movilidad.

¿Cómo hiciste eso, viejo?— Preguntó un muy confundido Dakota, quién aún trataba de quitarse sus propias ataduras.

Mis brazos son ortopédicos— Respondió el hombre encorvado, mientras sacaba una pistola de las bolsas de su bata, la cuál utilizó para encoger a un par de los guardias.

Cavendish y la doctora comenzaron a moverse estratégicamente entre la lluvia de disparos, cuándo el hombre del cabello alborotado volvió a interrumpir.

Oigan, ¿Me pueden quitar esto?

—Lo siento, cariño. Esos grilletes te los puso Foolter, los nuestros nos los puso Colt...— Respondió la Doctora, mientras derribaba a otro par de guardias.

Otro par fue derribado por disparos de Borges, y un par más fue eliminado por Cavendish. Un par de disparos chocaron con el aparato al que estaba Theseus amarrado.

¡Oigan! ¡Tengan cuidado con eso! ¡Yo quiero participar!— Exclamó el hombre furioso.

Dakota no quiso quedarse atrás, por lo que sujetó la mesa con la que cubría y con todas sus fuerzas la arrojó en contra de otros dos guardias que estaban distraídos con Colt. La mesa los prensó contra la pared y el impacto fue tal que perdieron el conocimiento. Los últimos dos guardias fueron derrotados por el mismo Block, quién utilizó la pistola de mano de la general.

Creo que su guardia es un poco ineficaz, general.— Dijo el hombre que la mantenía cautiva, con cierta satisfacción en su tono de voz.

Lo que acabas de hacer fue muy tonto, Block— Respondió aquella mujer, mientras escuchaban las alarmas de toda la nave. Cavendish y Colt taparon la entrada principal con un estante muy pesado— Esto es traición. Te ejecutarán por esto.

—No lo creo...— Respondió el hombre pequeño. Colt aprovechó el momento de quietud para quitarle los grilletes a Dakota y se los pasó a Block para que pudiera amarrar a la recién nombrada general.

Cerveza sin alcohol para aparentar un estado de inconsciencia. Muy astuto plan de respaldo— Alabó Cavendish, a su antiguo jefe.

¿Por eso no querías que yo tomara?— Preguntó el castaño de rizos.

No quería que dijeras que no tenía alcohol frente a las cámaras— Respondió el hombre de cabello grisáceo.

Señor, desactivé las cámaras como era el protocolo. El resto de la nave no tiene idea de qué sucedió aquí, pero harán lo que sea para entrar. No tenemos mucho tiempo.— Dijo aquél guardia que los había ayudado.

Lo sé...— Se giró hacia su prisionera y tomó la insignia que estaba en su hombro — Bueno general, supongo que me será útil aún.

Se acercó a la computadora principal del laboratorio y colocó la pequeña insignia en una ranura, la computadora la leyó y mostró un enorme mensaje que decía "Acceso concedido, general".

—Abre todos los canales de la red de la resistencia y enlázalos a mi comunicador.

—A la orden— Respondió el guardia. Mientras el hombre abría un pequeño aparato que guardaba en su bolsillo. —Listo, señor, puede dar su comunicado.

Todos los altavoces, computadoras, comunicadores, en fin, cualquier aparato enlazado a la red de la resistencia comenzó a sonar a través de todas las naves. que flotaban en esa zona del espacio.

Atención, miembros de la resistencia. Nobles guerreros, pilotos, soldados, mecánicos, artilleros... En fin, cualquiera que siga peleando por la libertad. Tengo un comunicado que hacer. Debo decir que tenemos a la General Grant-Torres como nuestra prisionera. La recién electa líder acaba de demostrar su ineficacia y su inutilidad al no ser capaz de prever esta situación. Su anterior General, Brown, murió en medio de un ataque de locura, sacrificando miles de vidas que el día de hoy podrían estar acompañándonos. ¿Es esta la clase de liderazgo que queremos? ¿Son esta clase de decisiones la que nos harán ganar? Valoraron más un planeta por encima de la vida de las personas que pelearon por nosotros. Que murieron por nosotros. Los que lograron vivir para contarlo, lo hicieron gracias a que no aceptaron órdenes de incompetentes. Ellos les pueden decir de que se trata todo esto. Por eso mismo, convoco un motín y un golpe de estado. ¡No dejaremos que gente inútil nos de órdenes de nuevo!

En ese momento, un grito resonó entre los pasillos del buque en el que estaban. Las alarmas se detuvieron y comenzaron a sonar disparos.

—Felicitaciones, Block— Dijo la mujer capturada —Acabas de sellar el destino de la resistencia...

[Es mi universo muy divertido]


Comentarios finales: Gracias por tenerme paciencia. Supongo.