...¡Feliz año 2025! Este por mucho ha sido el capítulo más difícil de escribir.


[... Hay un gran sol ...

... Astros también ...

... De nuevo camino y me veo bien ...

... Una galaxia para explorar ...

... Aprender astronomía para variar ...

... (Whoa...) ..

... Este es un viaje especial ...

... Y yo sigo sin estar aburrido ...

... Mi universo es divertido ...

... (Whoa... Es muy divertido) ...

... Y yo sigo sin estar aburrido ...

... Mi universo es divertido ...]


Es mi universo muy divertido

La desesperación de Yong-Kum

Cerca de un planeta que parecía ser todo menos habitable, en el espacio exterior, una calma tremenda estaba apoderada del lugar. Era el futuro. Varias décadas después por lo menos. Y aunque el cosmos parecía cada vez más marchito, en cierta forma, la tranquilidad abundaba en el lugar. La razón por la que habían construido un refugio altamente tecnológico ahí era simple, era el mejor lugar para hacerlo. Nadie los buscaría jamás en ese lugar. Pasaron unos segundos de completa calma hasta que una nave salió del interespacio cerca del lugar y se acercó a la órbita. Dentro de ella se sentía un ambiente demasiado pesado, pues no solo habían perdido la guerra, si no que también habían perdido amigos en el camino. Theseus y Colt se habían conocido desde hacía mucho tiempo. Aunque no hubieran hecho muchas misiones juntos, la mayor parte del tiempo se habían llevado bien. Block extrañaba a la doctora Borges. A pesar de que ella nunca fue la mejor siguiendo sus instrucciones, le era leal y devota. Por último, Doofenshmirtz y Cavendish se lamentaban por la pérdida de Dakota. Este último estaba devastado, mirando con lágrimas en los ojos la ventana.

Aproxímate en el Vector 7G-Alpha— Ordenó el hombre del parche en el ojo. La nave corrigió su curso para seguir dicha trayectoria.

¿Por qué vamos a ese planeta tan feo?— Preguntó el doctor, tratando de desviar sus pensamientos —No creen que sería mejor reunirnos con algunos de los otros humanos sobrevivientes. Quizás conozcamos a otro científico o genio entre ellos. Tal vez nos puedan ayudar.

Pero Block y Theseus se miraron a los ojos, con preocupación

Yo...— Trató de decir el ex-comandante de la ex-oposición.

No hay más humanos...— Interrumpió tajante el piloto de la nave —Los que quedaban formaban parte de la flota. Somos los últimos de nuestra especie.

—Los últimos...— Dijo Doof para sí mismo. Más como un susurro casi imperceptible.

En ese momento, por la mente de Cavendish solo pasaban uno tras otro, todos los recuerdos de la vida que habían vivido juntos. Nunca habían hablado abiertamente sobre las muertes del británico, simplemente sabía que pasaron varias veces. Entonces recordó a los clones de su amigo peleando contra los pistachianos. «Por cada uno de ellos, una muerte mía fue evitada», pensó en su trance. La isla de los Dakotas seguía existiendo, entonces recordó las palabras que una vez su mejor amigo le había dicho «Si mueres, no tendré una máquina del tiempo para volver y salvarte». También recordó lo que le dijo, después de que Orton Mahlson regresara a su época a salvar el mundo. «Si alguna vez me pasa algo a mi. Tu no necesitas una máquina del tiempo. Simplemente ve a la isla y recupera al Dakota más reciente.». Sonrió sarcásticamente. Moralmente estaba conflictuado, pues podría hacer lo que él dijo, pero, no sería lo mismo ¿O sí? Solo podía enojarse con su fallecido amigo, pues seguramente hizo el sacrificio esperando qué él simplemente siguiera adelante y recuperara a una copia suya de la isla, sin preocuparse realmente por sus sentimientos. Sus pensamientos se calmaron cuándo notó que habían aterrizado en un lugar no tan cercano al búnquer, donde todo había comenzado.

¿Por qué aterrizamos aquí?— Preguntó Doofenshmirtz, con confusión mientras todos salían de la nave de Theseus.

Las terminales para naves espaciales quedaron selladas, tendremos que seguir a pie.— Respondió el ex-comandante de la flota.

—¿Por qué?

—Porque se desató un motín y los protocolos de seguridad de la red de la oposición se activaron— Intervino un muy enojado Theseus.

Admito que la idea de un motín no fue buena, pero la alternativa era dejar que esa loca de remate de Grant-Torres nos condujera a una misión suicida contra...

—¡¿Y eso que pasó ahí qué fue?!— Gritó Cavendish, quién ya estaba harto de escuchar al que alguna vez fue su jefe — ¡¿De qué rayos crees que se trató eso, Block?! ¡Toda la flota murió! ¡Colt murió! ¡Borges murió! ¡Dakota...! Dakota...

Sus palabras se quebraron cuándo mencionó el nombre de su mejor amigo. Siguieron caminando, cargando gran cantidad de equipo cada uno, hasta que llegaron a uno de los accesos de tierra, el cual estaba sellado. Block aprovechó que poseía la insignia de la general para sobrescribir el acceso, y lograron ingresar prontamente.

¿Cuál es el plan?— Cuestionó un muy desesperado Theseus.

Necesitamos alguna manera de disparar las granadas espacio temporales desde...— Comenzó a decir Block, pero fue interrumpido por el Doctor.

En realidad, nuestra última esperanza es terminar el portal Transtemporizador-inador.

—¿El qué?— Preguntó el militar.

Básicamente, un portal del tiempo. Por si no lo has notado, ya no podemos salvar el futuro desde el futuro, debemos intentar desde el pasado.

Murphy cayó en la cuenta de que quizás, si borraban el futuro distópico, de alguna manera, Colt y los otros podrían regresar, sin embargo, sabía que Block no estaría de acuerdo. Además le parecía algo muy cobarde, escapar de la realidad cuándo esta ya se había perdido.

Tu mala gestión, fue lo que provocó esto, Block. No puedes quejarte.

—De cualquier modo, no hay forma de terminarlo, pues ya no tenemos Pizzazium Infinito ni Jugo del tiempo— Se quejó el más pequeño.

Si, sobre eso...— Trató de decir el Doctor— Alteramos unas cuántas plantas Effingars de Wengar para que produjeran un poco más de ambas cosas. Tengo una reserva conmigo.

—¡¿Hicieron qué?!— Preguntó el hombre, sorprendido por el poco respeto a la naturaleza.

Las plantas Effingar por lo general solo reproducen imitaciones de minerales, pero con el trabajo genético adecuado...— Notó la molestia en el rostro del menor—De cualquier forma, Podemos terminar el aparato, aunque necesitaremos mucha energía.

Hay muchos generadores en el laboratorio, podemos tomarlo como centro de operaciones. Yo me supongo que ahora tenemos muchísimo tiempo para planear bien las cosas, pues dudo que Liam llegue a este lugar a buscarnos, tomando en cuenta el estado en el que quedó luego de...

Entonces, el hombre recibió un fuerte golpe en el ojo sano por parte del hombre de Bigote.

Dakota nos compró tiempo, debemos aprovecharlo— Respondió el británico, satisfecho de haber podido desquitar su rabia y de cierta manera, vengar la muerte de su amigo.

Los hombres siguieron su discusión por un tiempo, hasta que de pronto comenzaron a trabajar, sin percatarse que en una de las computadoras principales comenzaba a sonar una alarma.


No puedo creer que de todos los lugares en los que hemos estado últimamente, ahora nos encontremos en un planeta ciudad— Afirmó el joven castaño con incredulidad. Su apariencia había cambiado de manera radical desde la pelea con Bradley. Su característico copete había desaparecido y en su lugar un cabello más desordenado parecido a un corte militar le crecía poco a poco. Como recuerdo de dicho enfrentamiento, una cicatriz diagonal quedó marcando su pómulo izquierdo. Durante la batalla, su característico chaleco rosado había sido extremadamente dañado junto con su polo amarilla y, a pesar de contar con un inventario extenso de dichas prendas de vestir, una igual a la otra, decidió que no podía seguir salvando al universo vestido de esa manera, por lo que desempolvó unos jeans rasgados de las rodillas, una playera gris y una chaqueta de estilo japonés, parecida a un kimono que tenía guardados en el almacén de la nave.

—Los movimientos de Yong-kum han sido impredecibles desde que nos interceptó en nuestra salida de Xandret.

—Nos atacó cuándo dejamos a Bradley en puerto Hogs, nos atrajo a una trampa en Casuma, y definitivamente no creo que esté feliz por lo que le hicimos en Verylnomi.

Aún no me acostumbro a esa voz tuya— Respondió su maestro, mientras seguían caminando.

—Puedes agradecerle a Bradley por eso— Respondió el castaño. Durante la pelea en Liwams, Bradley golpeó la traquea de Milo con fuerza, y aunque ya se había recuperado, su voz se había vuelto más profunda. Quizás la pubertad también habría tenido algo que ver. Los cuatro jóvenes y el millogenario seguían caminando discretamente por la ciudad. Era sencillo mezclarse entre la gente, pues todos lucían como terrícolas normales, quizás con tonos de piel más cercanos al naranja, y además, en las calles abundaban los rascacielos

Es un poco obvio que está utilizando el cristal como cebo para deshacerse de nosotros, pero cada vez que lo enfrentamos me hizo sentir como si estuviera buscando algo más.

—¿Algo más?— Preguntó Zack con desinterés.

Como si quisiera tomar algo de nosotros... Además de los cinco cristales que llevamos... —Respondió el mayor— ¿Cómo dijiste que se llama este planeta?

—Degarn... Para alguien que ha vivido millones de años, tu conocimiento de los planetas es limitado— Le respondió la chica terrícola con tono mordaz.

Aquellos planetas sin conflictos importantes los pasamos por alto, sin embargo, este planeta me trae una sensación familiar, no estoy seguro del por qué.

—Degarn es un planeta pacífico y mercante, usualmente hacemos transacciones en Beethovia con Degarn y todo sale bien— Agregó la extraterrestre.

¿No crees que haya algún problema de que alguien reconozca a una princesa Beethoviana? Quizás debiste usar la máscara que te pusiste en Amazort...

—Todas las transacciones entre Beethovia y Degarn se hacen a través de intermediarios. Estoy casi segura que ningún Dergano conoce la apariencia de alguien de mi especie...

Milo detuvo su andar por un momento y entró a un comercio local, al salir, mostró a todos su nueva adquisición, una mochila de una sola correa que había visto en una de las tiendas. La mochila era de un color gris azulado y quedaba bien con su atuendo.

Te luce bien, amigo... Es una lástima que la original se haya quemado en la lava...— Comentó el moreno.

No te preocupes, de hecho me sorprende que haya durado tanto tiempo, la tuve que remendar al menos unas doce veces. Tal vez.

Siguieron su camino durante un rato, sabían que Yong-kum estaba cerca, ya que Shar era capaz de sentir el cristal cerca de ellos, sin embargo, se detuvieron al llegar a una larga calzada, dónde, a lo lejos pudieron divisar una enorme montaña con forma extraña.

Miren que hermosa montaña con forma de remolino.— Exclamó el castaño.

¿Montaña? ¿Remolino?— Cuestionó el maestro. —Algo me resulta muy familiar de... Oh no.

La charla fue interrumpida en ese momento, pues la tierra por debajo de ellos comenzó a temblar arrítmicamente. Los tres terrícolas por instinto activaron su traje espacial, qué en menos de diez segundos ya se había materializado sobre ellos, pero se sorprendieron al notar que las características de armadura no se habían activado.

¿Qué ocurrió?— Preguntó Zack confundido.

La interfaz gráfica indica que se está terminando de instalar una actualización— Aclaró la pelinaranja.

Junto con los temblores repetidos, la gente comenzó a correr en dirección contraria hacia dónde ellos se dirigían.

¿En serio? Este no es un buen momento— Señaló un muy preocupado terrícola, mientras alistaba sus guantes de poder.

¡Tenemos que detener a Yong-kum! ¡Pero ya!—Gritó su maestro

La barra de progreso mostraba un avance del ochenta por ciento mientras seguían acercándose a la fuente de los sismos, esta vez corriendo entre la multitud en sentido opuesto. Shar comenzó a flotar con gran velocidad, dejando a sus discípulos atrás, mientras que los chicos seguían chocando con desconocidos. Solo después de unos minutos su descarga concluyó, mientras que la cantidad de personas corriendo con temor disminuía.

Al parecer tenemos diferentes opciones para armadura de batalla, dice "Armadura nivel uno: clásico", "Armadura nivel dos: reforzado" y "Armadura nivel tres: experimental"— Narró el joven castaño.

No tenemos tiempo para experimentar con cosas raras, nivel dos será— Respondió la chica y tan pronto la escogieron, los aditamentos de una armadura un poco más robusta que la original se materializaron sobre sus trajes espaciales. Hombreras, pechera, rodilleras, brazaletes, todo perfectamente diseñado para el combate.

De lujo— Exclamó Milo, quién de inmediato sintió el peso adicional que su armadura le agregaba. No obstante, a estas alturas, no era nada que no pudieran manejar— Me pregunto que tan resistentes serán.

Por puro reflejo, levantó su brazo, justo dónde el avambrazo lo protegía, recibiendo el impacto de un metal durísimo, el cuál no fue capaz ni siquiera de abollar el traje.

Wow, esos amigos suyos de la tierra sí que son un genios. Su armadura resiste un golpe directo de mi bastón beethoviano, aunque estoy segura de que si utilizo la cuchilla si podría atravesarlo.

Siguieron corriendo cuándo de pronto, alcanzaron a su maestro, quién flotaba a pocos metros en el aire, con los ojos abiertos como platos. En frente de él, podían apreciar una criatura de gran tamaño, con ojos rojos que destellaban, un cuerpo como de gorila gigante cubierto por lo que parecía ser una armadura, aunque todos sabían que era su parte de su cuerpo. Su espalda estaba cubierta de escamas. De su cabeza relucían dos cuernos. Finalmente una cola con punta de flecha coronaba la base de su columna. La criatura dio un grito ensordecedor que los obligó a cubrirse los oídos, incluido un hombre, quién estaba parado sobre el hombro izquierdo de la criatura. Su grito fue de tal magnitud que los cristales de los edificios aledaños comenzaron a romperse en cientos de pedazos, cayendo sobre las calles mientras la gente continuaba corriendo.

¡Yong-kum! ¡Estás loco!— Gritó el hombre dela ropa ceremonial, mientras sus aprendices se preparaban para el combate. A pesar de que el grito había cesado, las corrientes de aire poderosas seguían azotando el lugar.

¡Shar! ¡¿Qué es esa cosa?!— Preguntó Melissa, por encima del ruido que producían las corrientes de viento y los gritos de las personas.

Shar descendió hasta estar más cerca del grupo.

Ese es Atlenlok...

—¿Quién?— Preguntó el moreno, con confusión. Shar se acercó lentamente al suelo, a la altura de sus estudiantes.

¿Recuerdan que les conté que la energía del Big Bang había dado vida a los Wan? Pues no fueron los únicos. Muchas otras criaturas negativas aparecieron en el universo para generar un balance, y Atlenlok fue la peor de todas. Es un criatura que viaja de planeta en planeta buscando seres inteligentes para extraer su fuerza vital a través de un proceso que es sumamente doloroso. Fue una de las principales razones de las extinciones de las primeras especies que estaban prosperando sin ayuda externa. Cuándo comenzó a representar un problema para la vida en el universo, los Wan trataron de detenerlo, pero no eran capaces de eliminarlo. Lo mejor que pudieron hacer fue petrificarlo en un tornado que casi les costó todo su poder. Esa criatura es tan poderosa que no creo que ni Liam sea capaz de ganarle en una batalla uno a uno... Yong-kum debe estar realmente desesperado por deshacerse de nosotros si su plan era liberar a Atlenlok...

—¡Milo! ¡Mira!— Gritó la chica beethoviana, mientras señalaba un edificio alto, y en uno de los últimos pisos que se encontraba dañado, una pequeña niña colgaba desde la cornisa semi destrozada. El castaño no dudó ni por un segundo. Sus espadas materializaron un par de alas y con ayuda de sus propulsores (que aún tenían fallas en su diseño) salió disparado hacia ella, sujetándola cuándo estuvo apunto de caer y ayudándola a ingresar de nueva cuenta, dónde su familia la tomó y salieron corriendo. El chico volvió con su equipo en un instante y la verdad se hizo obvia.

Todavía hay demasiadas personas cerca de aquí y esa criatura está por destruirlo todo. ¡Tenemos que hacer algo!— Todos voltearon a ver al mayor, esperando una objeción, pero se sorprendieron cuándo notaron qué ya estaba preparado para pelar.

¿En serio no vas a poner ningún pero, Shar?— Le preguntó Zack con desdén.

Mira— Señaló a Yong-kum, quién salió volando, utilizando el collar con forma de Marex que alguna vez le había pertenecido a Vissarión.

¡Los veré en el infierno!— Gritó con vehemencia mientras se alejaba, sin embargo, la criatura estiró su brazo, mostrando la palma y un haz de luz golpeó con fuerza a aquél individuo, haciéndolo caer directamente al piso, a una distancia cercana de los chicos. El cielo a su alrededor comenzó a cambiar, y un grupo de nubes negras redondas gigantes comenzó a abarcar toda la extensión del cielo, coronando la cabeza de la bestia.

¡Yong-kum es un idiota! Atlenlok no dejará que nadie abandone el planeta hasta absorber a todos los seres inteligentes! Y eso nos incluye a nosotros y a él...

—Dijiste que el planeta te sonaba por alguna razón. ¿No será qué?

—Si. Esa montaña con forma de remolino convierte todo lo que estuviera en su núcleo interior en piedra, pero Yong-kum alteró el hechizo de alguna manera. Tenemos que encontrar la forma de vencer a Atlenlok o ninguno de nosotros saldrá con vida de este planeta. Lo mejor será que dejemos que se alimente un poco y...

—¡Vamos a salvar a todos los civiles que podamos! ¡Después veremos que hacer con esa cosa!— Lo interrumpió Milo, con un tono bastante autoritario que asustó a todos los presentes.

¡Cuidado!— Gritó Zack.

Una enorme pared de Campo Oscuro se dirigió a ellos, afortunadamente, Milo fue más rápido y con un ágil movimiento, logró que su espada defensiva absorbiera toda esa energía dentro de sí.

¡Yong-kum!— Gritó el castaño —¡Hasta tus ataques sorpresa son patéticos!

—¡Eres un idiota!— Añadió su maestro —Ahora que Atlenlok está libre, ningún ser inteligente podrá abandonar este planeta con vida. ¡Eso te incluye a ti! ¡Nos condenaste a todos a morir!

El físico de Yong-kum no era el mejor, parecía que se había descuidado un poco, aún así, la cantidad de poder que emanaba era sorprendente e intimidante y cada que hablaba su voz tenía ese efecto espeluznante de un eco diabólico.

Me cansé de ustedes. Derrotaron a Marex. Eliminaron a Vissarión. Me quitaron a Hister, a Nevy y destruyeron mi superarma junto con mi buque de Guerra. ¡Moaze por poco y no lo logra! Sin mencionar que por su culpa perdí Liwams, Wengar y Badeltus... No me importa muero, mientras tu también lo hagas, Shar-Cos. ¡Liam se apoderará del universo de todas maneras!...

Shar dio unos pasos al frente, con determinación, seguido por Melissa y Quorra.

—¡No lo hará! ¡Necesita todos los cristales para romper el sello! ¡Y no podrá recuperarlos jamás, porque los cristales están atrapados en este planeta junto con Atlenlok!

El sujeto enfrente de ellos lo pensó por unos instantes hasta que llegó a una conclusión. Parecía una buena idea en su cabeza cuándo la ejecutó, pero ahora sabía que no estaba ni cerca de serlo—Eso si es un problema— Respondió inocentemente.

En ese instante, Yong-kum salió volando precipitadamente hacia cualquier dirección, como si fuera una pelota de beisbol recién bateada, lo que desconcertó al hombre de pie y a las chicas, quienes simplemente pudieron mirar hacia atrás y notar como Zack extendía su palma derecha, mientras con la otra mano sostenía la espada de Milo, por encima de la mano de su amigo.

Tenías razón, puedes transferir la energía de tu espada a dónde tu quieras. Con ese aumento de poder, mi telequinesis es frenética...— Shar los miró con ojos de desaprobación por un instante— Ya lidiaremos con él cuándo superemos la crisis actual, por ahora tenemos que concentrarnos en eso.

Señaló a la criatura atrás de ellos, pues seguía gritando, y golpeando los edificios.

Melissa, Quorra. Hagan todo lo posible por ayudar a evacuar estos edificios. Zack, Shar, vengan conmigo, atacaremos de frente— Ordenó el castaño, mientras comenzaron todos a correr en las direcciones señaladas.

Shar se detuvo por un instante y volteó hacia atrás, para percatarse que el collar de Marex se le había caído al general antes de salir disparado como bala de cañón. Lo tomó con su mano derecha y comenzó a inyectarle de su propia energía hasta que poco a poco comenzó a fisurarse y finalmente se rompió, liberando una figura hecha completamente de Campo Oscuro. La figura era completamente oscura y robusta, con unos ojos blancos penetrantes.

"Gracias"— Fue todo lo que la figura alcanzó a decir, mientras su propia esencia comenzaba a evaporarse en el aire hasta desaparecer en el olvido.

Aunque no era lo mismo que remover el alma de un cuerpo, Shar no pudo evitar tener esa sensación de desbalance de nuevo, sin embargo, había cosas más importantes que atender como para seguir preocupándose por eso.


¿Qué es lo que quiere decir esa señal de alarma?— Preguntó el joven Murphy a sus compañeros.

Esa señal de alarma es de una nave espacial que busca aterrizar. Está usando un código válido. — Respondió el ex-comandante —Espera, tenemos una comunicación entrante.

—"Atención, base Prime, TBD-1138, esta es la Agente 19, solicitando permiso para aterrizar"

—¿Agente 19?— Preguntó Cavendish, confundido.

Es Savannah— Respondió el hombre del parche, confundido.

No puedo creer que siga con vida— Dijo Theseus.

¡No puedo creer que haya dado un salto hasta aquí!

Block no estaba equivocado, el dar un salto hasta ese lugar era un movimiento muy arriesgado. Había pocos lugares en la galaxia para esconderse que se pudieran acceder dando un salto desde dónde se desarrolló el motín, por lo que, en caso de ser detectada por Liam, lo estaría guiando directamente hacia ellos.

"Atención, base Prime, TBD-1138, esta es la Agente 19, solicitando permiso para aterrizar".

—Atención, Agente 19. Aterrice en el hangar Sureste— Respondió el hombre más pequeño — En las condiciones en las que estaba, dudo que sea capaz de durar mucho sin atención médica. Theseus, ven conmigo, la recibiremos y la llevaremos al ala médica. Ustedes quédense aquí, trabajando en ese portal.

Lo haremos porque queremos, no porque tu lo ordenas.— Respondió el británico.

Ambos hombres salieron del lugar, mientras los viajeros continuaban en sus labores. Theseus llevaba su espada en su vaina colgada en el pantalón y Block portaba el bláster que le había quitado a Grant-Torres. Toda la base estaba completamente desolada, todos los ocupantes del lugar habían sido trasladados a la flota poco antes del motín para buscar nuevas locaciones, hecho que había sellado su destino. Habitaciones tras habitaciones de un complejo militar tan elaborado estaban vacías, únicamente los fantasmas perduraban por ahí. Ninguno de los dos pronunciaba palabra, pues no confiaban en el otro. Y así siguieron caminando en lo que pareció una eternidad hasta que finalmente comenzaron a cruzar por el pasillo de acceso sureste, que, al exterior, mostraba un hangar con unas cuántas naves dónde destacaba una que acababa de aterrizar. Lo que vieron los dejó sin palabras, Savannah no se veía para nada herida, incluso había recuperado algo de su juventud y su cabello largo sedoso, mientras portaba un vestido rojo bastante elegante, lo que los hizo sospechar de inmediato. La mujer comenzó a caminar hacia ellos, pero se detuvo en cuanto notó que Block le apuntaba con su arma y Theseus había desenfundado su espada.

¿En serio, Comandante Block?— Preguntó incrédula al hombre frente a ella — Después de dejarme a mi suerte a morir con el resto de la flota ¿No le da gusto ver que me salvé y que sus avances científicos me restauraron a mi vieja gloria?

—No estoy seguro de qué debería contestar— Le dijo el hombre, aún apuntando su arma hacia ella.

¿Qué le diría su amada Doctora Borges si lo viera?— Ambos hombres se miraron por un segundo— Yo estuve ahí para preguntárselo. Y ahora, volví, para llevarte con ella.

No te atrevas a mencionar su nombre de esa manera— Gritó mientras accionaba el gatillo, impactando de lleno en el pecho y el hombro de la joven. La chica solo pudo reír mientras sostenía sus heridas con ambas manos. Entonces la risa comenzó a producir un eco macabro en el lugar. Su esclerótica se tornó púrpura, su cabello se alzó por los aires y una enorme capa de campo oscuro se desprendió de su cuerpo, mostrando su verdadero aspecto. Esas viejas heridas, junto con las nuevas seguían ahí, pero en lugar de brotar sangre, brotaban campo oscuro. De la misma manera, su cabello nuevo se mostró como una materialización de la misma sustancia, coronándola así con dicho poder. A pesar de estar en un lugar casi encerrado, podían sentir una gran ráfaga de viento proveniente de ella. Su cabello de Campo Oscuro la envolvió, formando una especie de coraza de la cual salieron cuatro pares de patas, sumamente delgadas y afiladas— «La Violinista»

—Está con él— Fue lo único que pudo pronunciar Theseus, mientras apretaba más el agarre de su espada.

¿Y qué esperabas?— Dijo ella en un grito —Se olvidaron de mi, y me dejaron a mi suerte. ¡Me abandonaron a morir junto con la oposición! Pero yo sabía que el cobarde de Block comenzaría un incendio y aprovecharía cualquier oportunidad para escapar. Así que salí de la cápsula de recuperación, robé una nave sin que nadie se diera cuenta y me alejé lo suficiente de la pelea. Estaba a punto de morir por mis heridas. Fue entonces cuándo vi la nave de ustedes y comencé a mandar transmisiones, sin embargo, dejaron una bomba y se largaron. ¡Mataron a todos! ¡Me dejaron morir ahí! Pero entonces él me vio, no sé cómo. No sé si me trajo de vuelta o impidió que me fuera, pero él me salvo. Después de combatir tantas veces contra él. ¡Él si fue capaz de ayudarme! Mientras mis propios aliados escapaban como unos cobardes. ¡Él me dio este poder! ¡Él me dejó ser hermosa de nuevo!

Block no se dejó intimidar más y dio otro disparo, que impactó en el rostro de la chica. Destruyendo una parte de su cachete y mostrando de nuevo su campo oscuro.

Vendiste a tus amigos y esperas qué te tengamos lástima...— Afirmó el hombre pequeño.

¡No empeores más las cosas— Le reprochó el chico Murphy.

En ese momento, dos de las patas de araña de la chica se extendieron de manera flexible en dirección al de la mala suerte, quién en un hábil movimiento las cortó, provocando que se disiparan en el aire. Savannah dio un alarido que retumbó en todo el lugar y repitió el ataque en contra del que alguna vez su jefe. Theseus se percató de ello, y se dispuso a salvarlo por una fracción de segundo, pero algo en su interior, una especie de malicia que ni el mismo conocía lo detuvo y dejó que las acciones tuvieran consecuencias. La clavícula derecha del hombre junto con su brazo izquierdo fueron atravesados en ese instante, provocándole un enorme alarido de dolor...


Zack golpeó el suelo con fuerza para propulsarse por los aires y repitió el proceso entre las paredes de los edificios, uno frente al otro para ganar altura. Aprovechó el impulso para correr por la superficie de uno de ellos hasta que llegó a la azotea de un rascacielos que poseía una antena de considerable tamaño. La arrancó utilizando su telequinesis y redirigió la punta hacia el ojo de la criatura para posteriormente golpear la antena con fuerza. Su misión había sido un éxito, pues la antena logró atravesar el ojo de la criatura, quién solo pudo emitir un alarido de dolor que destruía cada ventana en un rango considerable. Milo aprovechó la distracción para correr por la espalda de la bestia hacia arriba, arrastrando sus espadas entre las escamas, dejando a la criatura sin protección. Finalmente Shar, quién estaba flotando mientras juntaba una considerable cantidad de energía en su pierna asestó una patada sobre el estómago de Atlenlok, haciéndolo retroceder y chocar contra un edificio.

Ese edificio aún tiene gente— Le señaló la beethoviana a la terrícola, un poco lejos de la acción, mientras ella seguía creando cientos de toboganes utilizando sus poderes.

Quorra no lo dudó, y utilizó su bastón como una garrocha para llegar hasta un piso elevado dónde aún veía personas gritando por ayuda. Al ingresar, notó como una mujer y una niña pedían auxilio, pues el padre de la niña estaba atrapado bajo una enorme piedra. Con un ágil movimiento, utilizó la lanza retráctil de su bastón para cortar la piedra en dos y liberar al hombre, entonces, los ayudó a llegar a la ventana dónde su amiga ya había preparado otro tobogán para evacuarlos. La princesa entonces se arrojó hacia el edificio colindante y repitió el proceso con otra familia.

Por favor, ayude a mi padre— Señaló una mujer hacia un hombre de avanzada edad que yacía en el suelo. Quorra lo tomó y de inmediato se percató de la situación.

—Lo siento, pero ya no hay nada que podamos hacer por él— La mujer rompió en llanto mientras que la chica simplemente la forzó a avanzar hacia la zona segura, mientras su amiga seguía esforzándose por evacuar a todos. Cuándo la mujer estuvo a salvo, otras personas se la llevaron y Quorra pudo acercarse a Melissa— Esto es terrible, hay más víctimas de las que me gustaría contar.

A lo lejos, la pelea principal aún continuaba. Atlenlok logró retirarse la antena, la cuál le arrancó el ojo. Los alaridos de dolor eran insoportables y estuvo golpeando todo a su paso como si estuviera haciendo un berrinche por el sufrimiento. Sin embargo, como si fuera un globo, un nuevo ojo se infló de manera grotesca en el hueco que le quedó en el rostro, mientras que sus escamas volvían a brotar en su espalda. Milo solo pudo señalar lo obvio.

¡Se está regenerando!— Gritó con premura, mientras la criatura logró asestarles un golpe a los tres con su cola. Shar logró frenar su caída con sus poderes mientras los chicos tuvieron que utilizar instintivamente sus propulsores para reducir el impacto contra el suelo, mientras su traje arrasaba con el pavimento.

Los guantes de Zack, las espadas de Milo y el aura de Shar brillaron con intensidad y de nueva cuenta se lanzaron al ataque. A pesar de no poder volar apropiadamente, sus impulsores del traje les permitían levitar en ocasiones y atacar desde distintos ángulos, pero la criatura los aventajaba demasiado. Su velocidad no era acorde a su gran tamaño, pues no le costaba mucho trabajo moverse y atacar. En un momento dado logró atrapar a Milo con una de sus manos quién solo pudo oponer resistencia a ser aplastado. El moreno no lo dudó y con su telequinesis destruyó una parte de un edificio vacío para arrojársela a la criatura, lo que mostró ser suficiente para que soltara a su amigo, quién cayó sobre varios andamios hasta que quedó inconsciente en el suelo. El monstruo entonces logró divisar al pelinegro sobre la calle y con un hábil movimiento de su cola logró alzarlo por los aires, solo para rematar con otro golpe que lo arrojó como bala hacia uno de los rascacielos, dónde un grupo de personas aún se encontraban atrapadas. A pesar de los golpes, Zack logró reincorporarse de manera rápida, pero tambaleándose. Partes de su traje ya se encontraban sumamente dañadas, como su careta y sus hombreras.

¡Cuidado!— Gritó uno de los hombres presentes en el edificio y al voltear, pudo notar como Atlenlok disparó una especie de rayo de fuego de su boca. Zack ya estaba preparado para esquivar el ataque, pero se percató de la presencia de las personas, por lo que corrió hacia la orilla del edificio, justo en la ventana y utilizó su telequinesis para crear una cúpula utilizando el mismo fuego que emanaba de la bestia. El ataque rebotó hacia otras direcciones hasta que finalmente cesó, dejando al moreno sumamente agotado.

Ahora... entiendo por qué Shar...— No pudo completar la oración, pues cayó inconsciente debido al sobreesfuerzo que acababa de realizar.

¡Zack!— Gritó su maestro, quién acababa de llegar volando hacia la ventana del edificio, solo para ser aplastado sorpresivamente por las manos de Atlenlok. El ataque lo hizo gritar de dolor, sin embargo, cayó de pie sobre una señal que había en el exterior de otro edificio. Entre sus dedos, un pequeño rastro de energía con forma de triángulo apareció y recorrió su cuerpo completo, curando todas sus heridas, sin embargo, sabía que tenía que reposar por el desgaste energético que acababa de realizar.

La criatura estaba preparada para aprovechar el estado inconsciente de sus atacantes y absorber la fuerza vital de quienes estaban en el edificio de Zack, sin embargo, unos brazos gigantes de energía lo sujetaron de la cola, y lo jalaron con fuerza. Desde su origen, estaba la chica pelinaranja quién forcejeaba con su poder, hasta que finalmente logró girar a la criatura sobre su cola y arrojarla hacia un edificio que estaba completamente vacío, mientras en susurraba «So long, kinga Atlenlok» con tono mordaz. El edificio se derrumbó encima de Atlenlok y dio un cese momentáneo a las hostilidades. Melissa usó sus habilidades para subir hasta dónde estaba Zack, dónde los locales ya lo estaban ayudando a levantarse.

Esa cosa... Es imparable...— Dijo el chico con dolor, al notar el estado del equipo.


La versión aracnoidea de la chica tenía al militar atravesado por su patas de campo oscuro. Aunque no era una herida necesariamente fatal, acababa de invalidar por completo a su antiguo jefe. Lo acercó a ella y le vio el rostro de dolor cara a cara, solo para arrojarlo de regreso a dónde Theseus logró esquivarlo. Entonces la joven emitió una risa con una voz macabra que no era suya. Su caparazón comenzó a abrirse y ella comenzó a levitar. Sus brazos se extendieron, mientras el resto de sus ojos se tornaban de un púrpura muy brillante. Emitía un aura morada a sus espaldas. Sus heridas comenzaron a abrirse lo más posible hasta que no quedó mucho de la humana original.

—'Así que tu eras el último líder de la oposición ¿No es así?'— Preguntó el cuerpo de la chica.

Block apretó los dientes tanto por el dolor como por el asco. —Liarrem.

—'Quisiera decirte que en carne y hueso, pero la realidad es que no. Después de lo que tus amiguitos me hicieron, tenía que recuperar energías, afortunadamente encontré a esta joven testaruda y resentida'

—Eres patético— Le respondió, mientras trataba de ponerse de pie.

'¿Por qué? ¿Por aprovecharme del cuerpo de una mujer muerta?'— Le preguntó. — 'Te recuerdo que tu fuiste quién la mató. Yo solo le hice unas mejoras. Además necesitaba reemplazar al último vasallo que ustedes destruyeron. Y ahora que tengo aquí atrapado al remanente de la oposición, me aseguraré de deleitarme con sus últimos momentos.'

Una risa malvada volvió a ser emitida por el cuerpo de la chica. Los ojos púrpuras de la chica regresaron a su tono de púrpura más bajo que recubría su esclerótica únicamente. Su cuerpo comenzó a descender al traje de araña que su Campo Oscuro había generado y regresó al ataque. Estaba dispuesta a dar el golpe de gracia al ex-comandante cuándo Theseus aprovechó su concentración para atravesar su estómago con la espada. La chica dio otro grito de dolor y de inmediato se arrancó la espada del vientre, arrojándosela a su dueño de regreso, quién logró atraparla con maestría. Savannah entonces aprovechó para clavar dos de sus patas arácnidas en el suelo, dándole el equilibrio que necesitaba para comenzar una pelea con sus otras seis extremidades.

—¿Por qué peleas para esa cosa, Savannah?— Le preguntó el chico Murphy.

¿No estás harto de ser tratado como una cosa desechable para quienes dirigían la oposición?— Cuestionó de regreso la mujer.

¿Y crees que con Liam será diferente?

Al menos sé lo que pasará conmigo.

El hombre militar se recargó en una de las paredes, y se deslizó lentamente hacia el suelo, dejando una mancha de sangre en dicha pared en dirección hacia abajo. Tomó su comunicador discretamente.

—Cavendish...

—"Lo sé, lo vi en las cámaras, voy en camino"

—No— Dijo tajantemente en voz baja— Regresa y cierra los demás accesos a la base militar y a mi señal, cierra las entradas dos y tres de esta área.

—"Pero ¿Qué hay de Theseus?"—

No te preocupes, lo enviaré con ustedes. Confía.


La criatura salió de entre los escombros del edificio, mucho más enojada que antes. Melissa acababa de llevarse con una plataforma de energía una gran cantidad de sobrevivientes, pero aún así el edificio no había terminado de ser evacuado. Zack no lo dudó y se lanzó con su golpe al suelo hacia otro edificio y luego otro, y luego uno más, hasta llegar a uno lo suficientemente alto para desviar la atención de Atlenlok mientras sus amigas seguían evacuando el lugar. Utilizó sus poderes para quebrar enormes partes de la azotea de otro edificio y comenzó a arrojárselas a la criatura, en un frenesí que la mantuvo a raya hasta que comenzó a destruir las rocas gigantes con un láser proveniente de sus ojos. Después dirigió otro de esos ataques hacia la base del edificio sobre el que Zack estaba parado, así que el chico aprovechó para lanzarse hacia otro en el último segundo. Sin embargo, dicho edificio ya había sido notado por la criatura, quién seguía derribándolos con su láser uno por uno. Las acciones evasivas del chico continuaron hasta que la criatura logró predecir su siguiente posición y, en lugar de derribar el edificio, apuntó su rayo directamente hacia el moreno. Zack se cubrió del ataque, que iba dirigido a su rostro utilizando ambos antebrazos en alineación horizontal, uno sobre otro. Las mangas de su traje quedaron completamente destrozadas al recibir el impacto, pero habían logrado su cometido de desviar la mayor parte de energía de ese ataque. Sin embargo, entre ambas extremidades existía un hueco por el que una pequeña ráfaga de energía logró colarse e impactar directamente en sus ojos. El ataque empujó al chico hasta la pared más cercana, provocando que soltara un alarido de dolor.

¡No puedo ver! ¡No puedo ver!— Gritó desesperadamente mientras se dejaba caer al suelo, tapando su rostro con ambas manos. El dolor que sentía era insoportable. Y no era capaz de abrir los párpados.

¡Zack!— Gritó un recién reincorporado Milo desesperado, lo que únicamente provocó que la bestia dirigiera su atención a él, repitiendo el mismo ataque. El castaño fue tan veloz que logró cubrirse del láser invocando un escudo gigante desde su espada, sin embargo, recibió un golpe directo desde la cola del monstruo, chocando contra una pared y cayendo inconsciente nuevamente en el acto.

Melissa, quién seguía flotando en el aire, juntó una cantidad impresionante de energía, con la que creó dos manos gigantes, aún más grandes que la vez anterior y con las que logró tapar los ojos y boca de la criatura, quién enloqueció ante dichas restricciones físicas, por lo que comenzó a forcejear de inmediato. Quorra aprovechó la tranquilidad momentánea para lanzarse, utilizando su bastón como garrocha, a un edificio cercano, cuya parte superior ya estaba demolida por la pelea, y ayudó a evacuar a los sobrevivientes. Llegó justo a dónde estaban y les dio a cada uno un pedazo de una cadena metálica.

Vamos, por aquí— Les ordenó, y uno a uno comenzaron a descender por una tirolesa improvisada. Cada uno de ellos, al tocar piso, comenzaba a correr en dirección opuesta al conflicto para salvar su vida. Entonces Quorra notó que la última era una pequeña, que no sería capaz de bajar por sí sola, así que la tomó y con su brazo libre, descendió ella misma, entregándola a un chico que acababa de reincorporarse —¡Corran!

Los lugareños seguían corriendo con gran temor, mientras su bella ciudad seguía siendo asolada por la pelea. El ataque de Melissa había probado ser efectivo, pues aún seguía restringiendo a la criatura de disparar láser de sus ojos o escupir fuego. Sin embargo, la criatura comenzó a emitir una especie de humo gris desde sus manos y golpeó directamente a sus ataduras con ese poder, haciendo que se rompieran al instante. El impacto provocó una reacción telequinética en la pelinaranja, pues arqueó la espalda por el dolor y cayó al suelo sin control, como si hubiera recibido el golpe directamente. Shar la atrapó antes de que tocara el suelo, pero la tuvo que resguardar en un lugar cercano, ya que había quedado inconsciente. Entonces el emisario de los Wan juntó todo el poder que tenía a su disposición, corrió unos cuántos metros y salió disparado hacia el cuello de la criatura, atravesándolo en un instante y saliendo por su nuca, dejando un rastro de líquido verde regado por todas partes. Él sabía que eso no duraría mucho, pues la capacidad regenerativa de Atlenlok era impresionante, pero le daría la oportunidad de ayudar al moreno, quién aún se retorcía de dolor en la azotea de uno de los edificios dañados.

¡¿Estás bien?!— Le preguntó desesperado.

¡Veo todo en rojo!— Gritó en agonía el joven.

Shar le quitó las manos del rostro para ver el daño y logró ver la quemadura sobre su rostro y sus ojos. De inmediato alzó su mano y de la yema de cada uno de sus dedos una luz blanca comenzó a brotar y a tocar el rostro del chico. Milo llegó volando utilizando la energía de sus espadas como un par de alas y se acercó para tratar de ayudar.

¿Cómo está?— Preguntó el castaño.

Nada bien. El ataque de Atlenlok fue más poderoso de lo que son mis habilidades de sanación...

Zack dejó de retorcerse en esos momentos, pues el dolor había desaparecido y ya no apreciaba el color rojo, simplemente sentía una oscuridad profunda.

—¿Volverá a ver?— Preguntó el castaño.

No lo sé, el daño está muy arraigado, incluso sanar la quemadura le llevará mucho tiempo usando todo mi poder...

Dichas palabras desconsolaron al chico pálido, quién, en un acto de impotencia se arrojó hacia la criatura, quién aún luchaba por regenerar su garganta.

¡Milo!— Gritó Zack, que de alguna manera logró percibir que su amigo se había ido.

¡Espera! ¡Tienes que...!

Sin embargo, la criatura volvió a emitir el mismo humo con él que se había liberado del ataque de Melissa y sujetó al chico con fuerza, quién comenzó a exclamar en dolor. Entonces la criatura lo arrojó hacia el mismo techo en el que se encontraban sus amigos, y solo entonces volvió a concentrarse en regenerar su garganta.

¡Idiota! ¡¿Buscas que te maten?!— Le reprochó su maestro, pero él castaño estaba demasiado terco en su impulsividad hasta que se percato del daño en su traje.

Volteó hacia abajo y notó como su traje parecía estar quemándose con ácido. El disco con luz roja en su pecho comenzó a parpadear y en un instante su armadura se desprendió en cientos de tiras, dejando vulnerable al chico, quién despreocupadamente tomó otro disco de sus bolsillos y lo colocó sobre su pecho, para que un nuevo traje espacial con armadura se materializara sobre su cuerpo. Milo comenzó a buscar en las opciones para activar la armadura mejorada y reconoció la opción de armadura experimental, cuyo ícono no concordaba con sus trajes normales y la descripción decía «x100» sin embargo, no le dio importancia al hecho en ese momento.

¿Cómo eliminaremos a esa cosa?— Le preguntó el castaño al Wan, quién seguía tratando de curar a Zack.

No lo haremos— Interrumpió una voz externa que recién aterrizaba en la zona.

Yong-kum... ¿Qué haces aquí malnacido?— Cuestionó Shar, mientras ayudaba a Zack a ponerse de pie.

Mandé pedir una nave de extracción hacia aquí, pero fue destruida por esas nubes que creó Atlenlok, así que no creo que evacuar el planeta sea una opción. Por lo que he decidido que dejaré que me ayuden a detener a esa bestia.

Milo estaba furioso. Tenía toda la intención de atravesar el pecho del militar con sus espadas. Lo hacía directamente responsable de todas las muertes que acababa de presenciar, más aparte, el daño en los ojos de su amigo, sin embargo, algo en su interior le dijo que debía escuchar al hombre si querían sobrevivir.

Tú si que no tienes vergüenza— Dijo el Moreno, tratando de apuntar hacia el origen de dicha voz con solo oírla, fracasando en el intento.

¿Por qué habríamos de hacer equipo contigo?— Cuestionó Milo con enojo palpable, mientras ayudaba a su amigo a señalar a la dirección correcta.

Porqué sé como derrotar a Atlenlok. ¡Y porqué ,como ustedes, ahora yo también estoy atrapado en este planeta!

¿Qué propones?— Escupió el castaño cada palabra después de rechinar los dientes con desprecio.

—Regresarlo a su estado de petrificación...


La pelea entre Theseus y Savannah era impresionante. El chico solo tenía una espada y de alguna manera se las había arreglado para desviar el ataque de seis extremidades que atacaban en conjunto para tratar de subyugarlo. Sin embargo, el chico había probado ser hábil con esa arma. Savannah había intentado arrojar Campo Oscuro al chico, solo para percatarse de que la gema en el centro de su espada lo protegía, por lo que decidió proseguir con los ataques físicos directos. Poco a poco la resistencia física del chico iba cediendo, por lo que comenzó a retroceder, hecho que obligó a la Mujer Araña a cambiar su estrategia de combate, en vez de estar estancada con dos de sus patas al suelo, decidió retirar otras dos patas del combate, para así poder caminar a cuatro patas mientras sus otras dos patas atacaban. Estocada tras estocada, el Murphy comenzaba a cansarse, sin embargo, recordó algo mientras pasaban por una toma de Gas que había en pasillo. La toma salió disparada sin ninguna razón y el gas a presión, completamente hirviendo comenzó a golpear a la chica de lleno, causándole un gran dolor y dándole unos momentos de descanso al chico. Detrás de ellos, los seguía un muy cansado y herido Block, quién poco a poco iba perdiendo el conocimiento mientras perdía sangre.

Cavendish— Dijo con poco empeño a su comunicador — Cierra el acceso al hangar sureste.

Una puerta a sus espaldas se cerró, por lo que siguió avanzando por el pasillo que parecía hacerse más estrecho y más amplio conforme avanzaban.

"Acabamos de dejar a Savannah encerrada con nosotros. ¿Eso es bueno?"— Preguntó el británico a través de su comunicador.

Espera y verás.

La pelea seguía su curso, con un Theseus cada vez más exhausto por el esfuerzo, cuándo entonces, en un descuido, perdió su espada, que salió volando por detrás de él.

¡Eres mío!— Exclamó la chica zombi, solo para que una gran cantidad de escombro cayera sobre su cabeza.

Theseus sabía que estaba abusando de la Ley de Murphy, y sabía mejor que nadie que hacer eso por lo general le traía consecuencias negativas a su persona, pero ahora más que nunca era justo y necesario. Aprovechó para tomar de regreso su espada, mientras la chica, más furiosa que nunca salía de los escombros, esta vez para ponerse de pie sobre sus extremidades humanas y usó todo su Campo Oscuro disponible para formar lo que parecía ser un taladro gigante que envolvía su puño y lo lanzó en dirección al chico, quién solo logró utilizar la gema de su espada para detener ese ataque, a escasos centímetros de su rostro. La combinación comenzó a enfocar la energía negativa en un solo punto, por lo que todo el pasillo a su alrededor comenzó a temblar, mientras esa esfera de presión de Campo Oscuro seguía fortaleciéndose, hasta que liberó una onda expansiva, que mandó a volar al chico hacia el interior de la base, junto con su espada, mientras que Savannah únicamente tuvo que padecer la pérdida temporal de sus poderes.

¡Cavendish! ¡Ahora!— Gritó el más pequeño a su comunicador, y una puerta a espaldas de él, y otra más, en frente de Savannah se cerró, dejando a ambos encerrados en el mismo espacio — Protocolo Némesis Activado.

En cuanto lo dijo, colocó la insignia de la difunta General Grant-Torres en un aparato y presionó un botón. Pronto, el oxígeno del pequeño pasillo sellado en ambos extremos comenzó a agotarse, y una red láser se materializó en cada una de las puertas, las cuales, comenzaron a acercarse entre sí. Theseus abrió los ojos y se percató que, en lugar de Savannah, solo podía ver una puerta y una luz en su interior. Corrió hacia ella, pues tenía una ventana en forma de triángulo invertido y al asomarse pudo ver en el interior a su enemiga y a su supuesto aliado, acorralados en ese pequeño espacio.

Abre la puerta, Block— Ordenó el chico, solo para notar que nadie en el interior del lugar lo podía escuchar.

Savannah entró en desesperación. Acababa de caer en una trampa mortal y ella lo sabía, pero no se iría sin tener el placer de acabar con Block primero.

Esto es por Brick ¿No es así?— Preguntó el hombre, pero solo recibió silencio, mientras la chica se acercaba más y más— ¿Para qué pregunto, sé que es por él?

Ella lo sujetó para matarlo, pero entonces él presionó otro botón, con el que las puertas comenzaron a acercarse más rápido entre si. La distancia entre ellos se estaba acabando hasta que de un segundo a otro, los láseres en las puertas los cortaron a ambos en decenas de pedazos, mientras las puertas los machacaban en una escena que era brutal de ver, incluso para Theseus, quién no pudo reprimir la necesidad de vaciar su estómago. Salió corriendo del lugar y se dirigió hacia dónde sus amigos se encontraban. Al llegar al laboratorio, se percató que la pantalla que mostraba el pasillo de dónde venían había sido quebrada por un golpe de un martillo. Ninguno se sentía aliviado, pues sabían lo que venía. No pasaron ni quince minutos de supuesta tranquilidad, cuándo ese vórtice de destrucción de magnitudes colosales apareció en el espacio cercano al planeta, preparado para acabar con todos.

¡Está aquí!— Gritó Cavendish

¡Activa los protocolos de defensa!— Ordenó el científico.

En el exterior, por toda la extensión de lo que quedaba de ese planeta, cientos de torretas automáticas comenzaron a disparar a lo que alguna vez fue un gigantesco vórtice de destrucción. Seguía siéndolo, pero ahora de mucho menor tamaño gracias al sacrificio de Dakota. Solo quedaban ellos tres al interior del lugar, por lo que sabían que no les quedaba mucho tiempo en ese mundo. Liam podía absorber el planeta rápido y acabar con el sufrimiento de todos. Pero en su lugar, prefirió jugar a los juegos de guerra. Comenzó a disparar ráfagas de disparos de energía al búnker, mientras extendía docenas y docenas de tentáculos al planeta, preparado para extraer sus nutrientes.

Doctor, ¿Crees qué?— Le preguntó el británico.

—Solo hay una manera de averiguarlo— Le respondió el hombre de la nariz puntiaguda.


Todo lo que hice fue interrumpir el hechizo de petrificación que los Wan dejaron en el núcleo de la montaña con una gran cantidad de campo oscuro. Si logramos arrastrar a Atlenlok al interior de la montaña, podré retirar el campo oscuro y el hechizo volverá a petrificarlo.— Explicó el militar.

—Cuándo un hechizo de los Wan es interrumpido queda en estado de espera. ¿Cómo propones qué...? Ay ya sé— Rodó los ojos al percatarse de la intención de su enemigo — Yo usaré lo que queda de mis poderes para reactivar el hechizo de petrificación...

Ese plan no le gustaba para nada a Shar, pues implicaba quedar temporalmente indefenso.

—Ahora, solo hay un problema. ¿Cómo arrastraremos a Atlenlok de regreso a la montaña tornado?— Preguntó el aliado de Liam.

Yo sé como— Afirmó el castaño, quién activó la armadura experimental en su panel de control, solo para percatarse que dos ranuras para discos rojos aparecieron en su pecho. Tomó otros dos discos de sus bolsillos y los colocó sobre las ranuras, entonces, una armadura gigante comenzó a materializarse a su alrededor. Fibras y fibras metálicas rodearon al castaño, mientras sus piernas y brazos incrementaban su tamaño, a la vez que su rostro era cubierto por el traje. El traje comenzó a tomar forma. La parte superior era una cúpula transparente. mientras que el resto de su cuerpo era una especie de robot de extremidades largas. La cúpula simplemente dejaba ver el rostro del chico, mientras que el resto de su cuerpo se mezclaba con la maquinara hasta formar un solo individuo. Sus ojos fueron cubiertos por un visor especial, mientras que un respirador se acomodó alrededor de su nariz y sus labios.— 'Yo lo atraeré'

Su voz ahora sonaba más mecanizada, como si estuviera hablando a través de un megáfono robótico. Su pantalla mostró un indicador que decía «Sincronizador sináptico activado». Probó sus nuevos movimientos y era como si el traje y él formaran una simbiosis perfecta. También logró divisar un esquema de su cuerpo en su interfaz gráfica que le mostraba su ritmo cardíaco y su respiración.

—Wow, no puedo ver eso, pero se escucha impresionante—Exclamó el moreno, cuyos guantes de energía irradiaban un leve brillo.

Milo estiró ambos brazos mecánicos y a partir de ellos se reincorporaron un par de espadas, bastante parecidas a sus usuales instrumentos mágicos.

Esta armadura incluso se adapta a los poderes místicos de los Wan y me deja canalizarlos a través de ella.

¡Milo!— Se escuchó un grito de una chica que llegaba a través de la entrada de la azotea de dicho edificio junto con una extraterrestre —¡Milo! ¡Detente!

—Melissa. ¿Qué ocurre?— Le preguntó el chico con la voz mecanizada.

Milo, esa armadura pone experimental por una razón. ¿Leíste la descripción? Esa armadura puede multiplicar tus habilidades naturales unas cien veces, pero el peligro es demasiado grande. Crea una sinapsis y simbiosis perfecta entre tu biología y la maquinaria, lo que significa que si la armadura pierde toda la energía, tu también la perderás. ¡Todo el daño que sufra la armadura lo sufrirás tu también! ¡Y si se apaga, morirás!

—¡¿Qué?!— Gritó el moreno. —¡Milo! ¡Quítatela!

—'No puedo. ¡¿Dé qué otra manera podré pelear contra esa cosa?!'

—¡El riesgo es demasiado grande!— Le reprochó su amigo invidente.

'¡Y aún así lo tomamos! ¡Tú y Melissa ya no están en condiciones de pelear! ¡Y Shar está supremamente agotado y debe reactivar el hechizo!'

¿Qué? ¿Cómo sabes que yo...?— Trató de cuestionar la chica, pero fue interrumpido por su amigo.

'¿Creíste que no notaría que subiste hasta acá de la manera tradicional en lugar de utilizar tus poderes? Ese último ataque te dañó más de lo que quieres admitir.'

—Milo...— Trató de decir la pelinaranja, pero fue interrumpida por su enemigo.

—¡Si me permiten recordarles qué seguimos en medio de una encrucijada!

La última capa de piel alrededor del cuello de la criatura estaba terminando de reconstruirse mientras hablaban. Milo no lo pensó dos veces y se arrojó desde la azotea hasta la calle, para continuar con la pelea. Shar comenzó a flotar por los aires, mientras Yong-kum saltaba de azotea en azotea. Melissa no dudó ni por un segundo en tratar de detener a su amigo, pero como había mencionado el castaño, su poder era demasiado débil y se desquebrajó antes de poder hacer cualquier cosa, por lo que de un momento a otro se resignó y corrió hasta dónde reposaba su otro amigo, ahora invidente. Su cuerpo, al igual que sus ojos, estaba muy lastimado, por lo que lo ayudó a ponerse de pie de nueva cuenta.

¿Cómo estás?— Le preguntó con tono de preocupación. Puso el brazo del chico alrededor de su hombro para servirle de apoyo y ayudarle a caminar y aprovechó para darle un cálido beso en la mejilla.

Un poco mejor gracias a eso— Jugueteó un poco, mientras su amiga extraterrestre los miraba extrañada.

Sinceramente no entiendo como funcionan las relaciones humanas— Dijo en tono de broma, mientras se acercaba a ellos para ayudar.

¿Cómo supiste lo de la armadura?— Le preguntó el moreno a la terrícola.

Me llegó una alerta de emergencia a mi celular. Mira...— Le contestó, mostrando su aparato con la mano disponible, solo para recordar que era un esfuerzo inútil. —Oh lo siento.

—No te preocupes— Respondió su amigo, mientras se soltaba de su agarre para tratar de caminar o cojear por su propia cuenta. Sus guantes seguían brillando tenuemente y de pronto se dio cuenta de algo. —Oh, esperen.

Dio media vuelta y estiró su mano, entre unos escombros brotó la nueva mochila de su amigo, la cuál estaba completamente intacta y simplemente había sido cubierta de polvo. La mochila voló por los aires hasta que fue sujetada por el moreno.

Pensé que no podías ver...— Le reprochó la beethoviana.

—De hecho, no puedo...


La base apenas y resistía el ciclo de ataques que estaba padeciendo. Golpe, tras golpe, tras golpe, tras golpe. Era obvio que Liam quería deleitarse antes de finalmente acabar con los últimos restos de la resistencia. El juego definitivamente había acabado en ese futuro distópico. Eso era algo que todos los presentes pensaban. Block ya no estaba, Savannah ya no estaba. Los hangares principales ya habían cedido. Las entradas y las salidas también.

¿Por qué no simplemente se traga el planeta y termina con esto?— Preguntó Theseus, desesperado, mientras pedazos de techo seguían cayendo, sin embargo, sus compañeros no le estaban prestando atención, pues seguían enfocados en el aparato que el Doctor estaba terminando de fabricar.

Creo que ya está— Afirmó Doof, mientras comenzaba a llenar el tanque con el Jugo de Tiempo que la planta Effingar modificada había producido.

Cavendish por su parte, estaba conectando el aparato a unos generadores, dándose cuenta que ni siquiera conectándolos en serie serían capaces de mantener el aparato en funcionamiento por mucho tiempo.

Heinz...— Comenzó a pronunciar el hombre del bigote.

Si, estoy consciente. Siempre supe que mantener funcionando esta chatarra con tan poco poder sería casi imposible. El mismo problema que teóricamente se produciría con mi "Otro-dimensionador" al tratar de invertir el flujo de las dimensiones.

—¿Teóricamente?— Preguntó el británico.

Si, nunca lo he construido en realidad— Respondió.

¿Qué dijeron que era cosa?— Preguntó Theseus, quién se veía aún más impaciente mientras los golpes al exterior continuaban.

¿Qué pasa si estás sobre un barco y comienza a hundirse?— Le preguntó el científico a manera de metáfora.

No sabría decirlo, los barcos dejaron de usarse 50 años antes de que yo naciera.

—Te subes a un bote salvavidas, chico— Respondió, de manera enigmática. Tomó una mochila, ingresó las granadas espacio-temporales, junto con otros cachivaches que pensó que serían de utilidad y se la dio a Theseus, quién no dudó en ponérsela. —Una cosa más...

Tomó una micro-cámara con forma de insecto que tenía en su bolsillo, junto con otro par que estaban tanto sobre su ropa como sobre la ropa de Cavendish y se las dio, guardándolas al interior de una caja que posteriormente guardó en el bolsillo del chico.

¿Por qué le das eso?— Le cuestionó el mayor.

Nos la tiene que entregar en cuánto cruce al otro lado— Caminó hacia el aparato en forma de ventilador que había construido y lo encendió. Las aspas cambiaron su orientación para apuntar al cielo y comenzaron a girar, mientras que los bastones con punta verde que estaban colocados en cada una de sus hélices emitieron una luz verde brillante, que comenzó a formar un disco gigante de fluido que no era para nada uniforme, hasta que poco a poco comenzó a tomar la forma de un portal. —Tu primero, chico. Y recuerda, el freno de emergencia es la clave.

El joven tomó su espada y la guardó en una vaina colgada en su cinturón. Pensó en esa frase por unos segundos, pero su atención se distrajo cuándo recordó su nave espacial, su tesoro más preciado, que seguramente ya estaba destruida en el exterior. Dudó, pero un chasquido de dedos lo regresó a la realidad. Doof le hizo un ademán, desesperado por el tiempo que se agotaba, indicándole lo que tenía que hacer. El más joven dudó por unos más segundos hasta que finalmente se animó. Tomó carrera y dio un brinco por encima del nivel del aparato y de un segundo a otro, cruzó el portal, el cuál se colapsó sobre si mismo en cuanto el chico lo cruzó. La base comenzó a emitir chispas y leves explosiones que al mismo tiempo que los generadores. Todo ese espectáculo acabó con la electricidad del lugar y con las esperanzas de los dos restantes de evacuar el lugar.

Sabías que ocurriría eso, ¿No es verdad?— Le preguntó el hombre antiguo mientras tomaba un par de botellas que estaban cerca de la mesa de trabajo.

De cualquier forma, jamás habríamos podido cruzar— Le respondió el hombre de la bata blanca, recibiendo una de las botellas.

¿A dónde llevaba ese portal?— Preguntó, mientras alzaba la botella en dirección a su amigo.

Creo que ambos sabemos la respuesta. Jamás volveremos aquí— Le respondió, mientras acercaba su propia botella en forma de brindis.

¡Por Dakota!— Exclamaron los dos.

En cuánto ambas botellas chocaron entre sí, cayeron al suelo, rompiéndose en cientos de pedazos, derramando su líquido por el suelo. Sin embargo, no había nadie cerca para observar lo que acababa de ocurrir. Por si fuera poco, el techo sobre el que estaban los restos de vidrio finalmente cedió, derrumbándose sobre todo el lugar, marcando así el final de la oposición, del futuro distópico y del mismo Liarrem.


Milo, dentro de su armadura gigante, cargó directamente contra Atlenlok. El monstruo, completamente regenerado, giró su enorme cabeza y soltó un rugido ensordecedor. Sus ojos de fuego se clavaron en Milo, pero este no se detuvo. Su visor mostraba una serie de cálculos y rutas de ataque posibles, pero Milo ignoró todo eso y se dejó guiar por su instinto.

'¡Atrápame si puedes!'— gritó a través del megáfono de la armadura, lanzándose contra la bestia con ambas espadas mecánicas listas para atacar. Por alguna razón, tenía la sensación que la criatura lo entendía.

Atlenlok lanzó un golpe con su enorme brazo, pero Milo lo esquivó ágilmente y clavó una de las espadas en el costado de la criatura. Un grito de dolor resonó por toda la ciudad, pero Milo sabía que eso no sería suficiente para detenerlo.

Desde arriba de un edificio, Shar estaba parado concentrado, comenzando a canalizar la energía necesaria para activar el hechizo de petrificación y Yong-kum enviaba oleada tras oleada de campo oscuro para empujar a la criatura. Los otros chicos llegaron para observabr la escena, preocupados por su amigo dentro de la peligrosa armadura.

¡Milo tiene que moverse más rápido, no sabemos cuánta energía le queda!— exclamó Melissa, viendo cómo la criatura se enfurecía con cada ataque que recibía.

Lo logrará...— dijo el moreno, percibiendo cada sensación. Sus ojos estaban vendados para protegerlos de más daño del que ya había sufrido—Solo esperemos que la armadura aguante.

En ese momento Melissa se percató que Yong-kum se veía incluso peor que cuándo lo vieron en ese planeta por primera vez.

¿Por qué Yong-kum se ve tan... diferente?— Preguntó la pelinaranja a su maestro — Cuándo llegamos al planeta, se veía un poco más joven

—Tiene que ver con el uso indiscriminado del Campo Oscuro— Respondió su maestro esperando no tener que ahondar en el asunto, sin éxito aparente al ver las caras de confusión— ¿No? Bien. Les explicaré... El Campo Oscuro, de una u otra forma, sigue siendo una forma de energía. Al igual que el misticismo existen principios básicos sobre su uso... Pero los ataques básicos con Campo Oscuro no son muy eficaces contra usuarios experimentados en peleas. Por eso, los usuarios de este poder suelen desarrollar Técnicas Insignia...

—¿Técnicas insignia?— Preguntó el moreno, quién no podía hacer otra cosa que no fuera escuchar y percibir.

Creaciones de Campo Oscuro que están dispuestos a repetir. O habilidades especiales, para que me entiendan. Por lo general no suelen ser más que uno o dos movimientos característicos. Pero, a diferencia del misticismo, las técnicas insignia del Campo Oscuro siempre pasan factura a quienes las usan, y no pueden usarlas tan libremente como les gustaría. Por ejemplo, la "Sombra Ardiente" de Marex, la Serpiente Gigante que él era capaz de invocar, restringía el cuerpo de Marex, y no le permitía mover más que sus brazos para controlar a la serpiente. Su otra habilidad, "Salto Astral", le permitía volar, y lo mejor, volar por el espacio y el interespacio, pero esa técnica consumía mucha energía y lo dejaba sumamente debilitado. Por no mencionar que viajar con esa habilidad no le otorgaba la orientación necesaria de los instrumentos de navegación de una nave, por lo que siempre corría el riesgo de chocar contra cualquier objeto y realmente dependía de su sentido de localización de otras personas para usarla libremente.

—Vaya, yo pensaba que podían usar sus poderes como quisieran.

—Todo lo contrario. De hecho, las únicas veces que la utilizaba para viajar por el interespacio lo hacía, porque lograba sentir la presencia de otro usuario del Campo Oscuro, lo que le permitía viajar con relativa facilidad y saber en qué momento regresar al plano presente. Vissarión y Yong-kum eran conscientes de estas debilidades, por eso, únicamente usaba esa habilidad en escapes cortos, cuándo sabía con exactitud la ubicación de su nave. Hablando de Vissarión, quiero que usen su memoria y me digan cual era la restricción de su "Double Deagle"...

Ambos chicos se miraron. En realidad, era más bien Melissa quién observaba a Zack, mientras este tenía su cabeza dirigida sobre ella.

Recuerdo un poco de flacidez sobre el cuerpo del general— Atinó a decir el chico.

Es correcto— Respondió aquél hombre— La "Double Deagle" de Vissarión requería que toda su fuerza física se concentrara en sus brazos y antebrazos, para evitar que el retroceso de los disparos rompiera sus huesos, lo que dejaba el resto de su cuerpo vulnerable a los ataques. Su otra técnica era muy rebuscada. Le permitía usar los poderes de otros...

—¡El collar de Marex!— Gritaron los dos al unísono.

"Frío destino de la madre Patria" era una técnica de contacto. Vissarión era el maestro de maestros al atacar los puntos de presión y puntos vitales del cuerpo de su oponente. Aprovechaba la agilidad provista por su diminuto tamaño y su velocidad para golpear dichos puntos y dejar un Rastro de Campo Oscuro, formando una especie de jaula sobre su enemigo. Esa técnica se dividía en dos "Arest" y "Poluchat". Con "Arest" restringía el movimiento de su oponente. Podía usar a sus víctimas como marionetas a su favor. Incluso podía obligarlos a usar sus poderes en contra de sus enemigos. "Poluchat" fue lo que vimos que hizo con Marex. Transforma al enemigo en un collar permanentemente. Y cualquiera que porte dicho collar podrá utilizar las habilidades del afectado libremente.

—Ah...— El rostro de los tres denotaba su confusión.

—Yong-kum es un caso especial. No sé cómo lo hace, pero es capaz de convertir a otras personas en usuarios del Campo Oscuro limitados. Por ejemplo, El Comandante Arth, su amigo Nevy, a quienes les dio sus brazos prostéticos. Garfón, que le dio su espada moldeable. Hister, a quién le dio sus múltiples patas mecánicas. Ó incluso Moaze, a quién le dio la habilidad de crear sus anillos. A parte de eso, tiene otras siete técnicas de pelea, y suele experimentar con el Campo Oscuro indiscriminadamente. El solo hecho de interrumpir un hechizo de petrificación creado por los Wan originales es sumamente admirable y me imagino que en estos momentos está buscando la manera de deshacer lo que sea que hizo para interrumpir el hechizo de los Wan. Así que básicamente, su cuerpo está en extremo cansado por el abuso del Campo Oscuro y se refleja en su condición física.

—¡Miren!— Exclamó Zack, lo que dejó a todos perplejos por la contradicción hasta que voltearon y vieron como Milo volaba con los propulsores del traje a toda velocidad, dirigiéndose hacia aquella montaña en forma de remolino.

A pesar de que la armadura hacía a Milo viajar a la mayor velocidad posible, Atlenlok le seguía el paso muy de cerca, por lo que Shar no dudó ni por un segundo y comenzó a levitar para dirigirse en esa dirección.

¡Espéranos!— Gritó Zack, quién dirigía su rostro perfectamente hacia su maestro a pesar de haber sido vendado.

Espera ¿Cómo es posible que veas sin ver?— Preguntó de nueva cuenta la chica extraterrestre, muy confundida.

No estoy seguro...— Respondió de manera sincera el chico— Pero a través de mis guantes, de alguna manera puedo sentir el entorno a cierta distancia. Creo que tiene que ver con mi poder de telequinesis.

Era verdad, no era capaz de ver nada a través de sus ojos, sin embargo, era perfectamente capaz de guiarse y orientarse a través de su perfección extrasensorial y de su oído, el cuál se agudizaba más a cada segundo. Entonces se percató que tanto su mejor amigo como su mentor habían desaparecido de su rango. Hecho que también percibió la chica.

Rayos, quisiera tener más energía para seguirlos.

—No importa ¡Tenemos que ayudarlos!— Exclamó el moreno, cuándo de pronto un deslizador se acercó a ellos.

Pensé que les serviría un aventón— Dijo uno de los guardias locales a quién Melissa había salvado, quién se ofreció a prestarles su vehículo volador.

Mientras tanto, Milo acababa de llegar a la orilla de la montaña, a las afueras de la ciudad y comenzó a acelerar más de manera inclinada hacía el cielo para encontrar la entrada al vórtice. Dio media vuelta en el aire, dando un vistazo a la destruida ciudad, lamentándose de todas las pérdidas que había provocado la misma bestia que estaba a punto de impactarlo con su puño. La armadura giró la espada que sostenía la mano derecha y un escudo gigante se materializó. A pesar de ello, el golpe incrustó a Milo al interior de la montaña, quién frenó el daño con sus piernas, provocando un pequeño cráter en la pared. Yong-kum, quién hasta ese momento estaba sujetado con todas sus fuerzas a la cola de Atlenlok, desde el exterior de la montaña dio un golpe con un puño gigante de campo oscuro para tratar de ingresarla, sin embargo, no surtió mucho efecto, pues apenas hizo que cayera sobre el exterior. Derrumbando parte de ella. Milo sabía que estaban en problemas. En esos momentos le serviría de maravilla las habilidades de Zack o Melissa para ingresar a la criatura al interior de la montaña, pero ahora ambos estaban fuera de combate. Sin embargo, sabía que no debía dudar. Voló a través de la entrada al vórtice para encontrar a Yong-kum forcejeando con un escudo levitante de campo oscuro, y una furiosa criatura disparando ataques desde sus manos, ojos y boca. Por un segundo dudó en ayudarlo, pero sabía que lo necesitaban para retirar el bloqueo que había desactivado el hechizo de petrificación de Atlenlok. Aprovechó que su enemigo estaba de espaldas y no dudó en utilizar sus espaldas para remover las escamas que protegían su espina dorsal, provocando un dolor incontenible en la criatura, dando un pequeño descanso a su armadura. Milo no lo había pensado, pero en ese momento decidió ver su pantalla, y, para su horror, quedaba un 30% de la energía disponible. Quizás por una coincidencia psicosomática, comenzó a recaer el agotamiento sobre él también, de manera simbiótica con su traje. Jadeó por unos instantes, pero él sabía que no podía rendirse. Milo voló sobre donde Yong-kum recuperaba el aliento y comenzó a empujar a Atlenlok hacia el cielo, utilizando la máxima potencia sobre sus propulsores para lograrlo. El monstruo trató de resistirse, sin embargo, su mayor reto en ese momento era regenerar las escamas perdidas, por lo que no fue capaz de evitar ser encestado en la entrada al vórtice. Milo voló muy alto y se lanzó sobre la cabeza de la criatura, dando un golpe que retumbó en las paredes de la montaña.

'Ya está adentro, reinicien el hechizo'— Ordenó Milo, al percatarse de que su energía estaba en 12% y bajando.

El interior de la montaña era poco reconfortante. Las paredes estaban teñidas de un color morado grisáceo bastante oscuro y la única entrada de luz provenía de la cabeza del vórtice que formaban las paredes, las cuales tenían unos grabados tallados, que Milo adivinó eran cientos de miles de mini hechizos funcionando todos a la vez. El cielo mostraba el anochecer. Pensó en salir volando, cuándo se percató de que Atlenlok tenía las mismas intenciones que él. Sin dudarlo, lo detuvo con un puñetazo volador que retumbó de nueva cuenta sobre la montaña. Algo le decía que si la montaña se derrumbaba era el fin del juego.

"Milo, sal de ahí"— Escuchó a través de su comunicador.

'No puedo'— Respondió mientras jadeaba — 'Atlenlok está intentando escapar, necesito mantenerlo aquí Melissa. Diles que reinicien el hechizo'

"Pero..."— Trató de protestar la chica.

'¡Hazlo!'— Ordenó lleno de furia.

Yong-kum se paró en la cabeza del remolino y estiró ambos brazos hacia arriba. Desde el interior de las paredes comenzó a brotar una inmensa cantidad de Campo Oscuro que obstruía los tallados de las paredes, de tal manera que impedía su correcto funcionamiento. De pronto, una idea brillante se materializó. Si podía recuperar toda esa energía, sería el perfectamente capaz de derrotar a todos sus enemigos, por lo que todo el Campo Oscuro se comenzó a alzar, buscando a su dueño, solo para ser interceptado por Atlenlok, quién al contacto, mutó sus ojos al color púrpura y aumentó su tamaño de forma congruente a la cantidad de energía.

Ups— Fue lo único que pudo pronunciar, antes de ser golpeado hacia la distancia por el bastón de la chica Beethoviana, quién acababa de llegar al lugar.

Zack corrió tras de ella, desde la cima de la montaña y se asomó por la abertura gigante. En ese punto, Shar ya estaba impregnando de su energía los grabados de las paredes, haciendo que el remolino al interior comenzara a girar nuevamente. Desde el exterior, la montaña no parecía tener ningún cambio, pero en el interior la magia de los Wan comenzaba a surtir efecto de nueva cuenta y una neblina comenzó a infestar todo el lugar. Lo único que se podía distinguir era el forcejeo interminable entre Milo y la criatura, quién estaba desesperada por salir del lugar.

¡Milo! ¡Sal de ahí!— Gritaba el chico una y otra vez sin efecto alguno. Milo seguía enfrascado en la pelea, y Zack era restringido físicamente por sus su amigas de ingresar a la montaña.

El castaño comenzó a percatarse que algunas partes del cuerpo de Atlenlok comenzaban a recubrirse de una roca bastante maciza y dura, por lo que volteó hacia abajo solo para notar que su misma armadura estaba convirtiéndose en roca de la misma forma. Miró su pantalla y simplemente se sorprendió al percatarse que le quedaba 3% de energía. Sonrío ampliamente dentro de su respirador, gesto que solo fue detectado por la percepción extrasensorial de Zack, quién apretó los dientes con fuerza. Con las partes que le quedaban funcionales del traje logró volar hasta casi la parte más alta y dejarse caer sobre la cabeza de la bestia, golpeándola de tal forma que cayó al suelo de espaldas. En ese momento, las luces de su traje comenzaron a apagarse, mientras la neblina seguía llenando el lugar, dificultando la visión para todos los que se encontraban ahí.

Milo— Susurró su amiga pelinaranja, temiendo que su destino estaba sellado. —Su armadura acaba de ser desconectada de la red—

La chica había estado monitoreando a su amigo a través de un brazalete de su propio traje espacial.

Al menos salvó al planeta— Respondió su amiga extraterrestre, al percatarse que una gran nube blanca comenzaba a brotar de la montaña, como un volcán a punto de hacer erupción.

Zack entonces no soportó más y se soltó del agarre de sus amigas, corrió hacia la orilla de la montaña y con sus guantes encendidos tiró con fuerzas, hasta que logró extraer el traje petrificado de Milo, el cuál voló por los aires y cayó cerca de la base de la montaña. Todos bajaron corriendo hacia el cráter que había provocado el objeto, y se percataron que la roca cubría la totalidad del traje. El moreno volteó en dirección a su maestro, quién únicamente negaba con la cabeza. No tenía el poder para revertir la petrificación por si mismo. Una lágrima rodó por el rostro de todos los presentes, cuándo de pronto, como si de un huevo eclosionando se tratara, brotó una de las dos espadas de Milo de su interior, mientras que la segunda espada también lo hizo y de un segundo a otro, el castaño salió del interior del traje petrificado.

¡Milo!— Gritaron los tres chicos mientras corrían a abrazar a su amigo.

Auch, tranquilos— Trató de recomponerse el castaño.

¿Qué pasó ahí dentro?— Preguntó la joven terrícola mientras se separaba de él.

Atlenlok fue petrificado exitosamente.

—Si, pero... ¿Qué pasó contigo? ¿Cómo te libraste de... pues todo?

—Ah, eso. Pues verás, cuándo di el último golpe, sabía que el traje se iba a quedar sin energía. Quiero decir, cuándo ya sabía que era imposible para Atlenlok escapar, y solo me quedaba 1% de batería, decidí desconectar la sincronización sináptica, por lo que la conexión entre mi vida y el traje quedó deshabilitada. Y, aunque si sentí la fatiga, utilicé algo del poder de mis espadas para recuperar un poco mi propia energía, y el resto para crear un campo de fuerza alrededor de mi cuerpo, para retrasar la petrificación. Después solo tuve que esperar a sentir un golpe brusco contra el piso, pues sabría que al menos tratarían de rescatar el traje del interior de la montaña.

Realmente nos preocupaste mucho— Le dijo el moreno entre lágrimas.

Entonces ¿Qué pasará con Atlenlok?— Preguntó Melissa con preocupación, mientras observaba el cielo gris volver a la normalidad.

Mientras, nadie sea tan estúpido para desactivar el hechizo de nueva cuenta, permanecerá encerrado en el interior de esa montaña, petrificado por eones.

Todos voltearon a ver al hombre militar, caído en el suelo, con aspecto avejentado, cuándo de pronto, varias naves de Liam comenzaron a llegar al lugar. De una de ellas, una esfera formada por tres ejes de campo oscuro cayó cerca de Yong-kum quién seguía inconsciente, levantando una nube de polvo. Moaze, quién tomó a su esposo y lo llevaba a rastras, se dirigió hacia ellos con intenciones de de embestirlos, sin embargo, Zack fue mucho más rápido que sus compañeros y, con la energía que le quedaba, logró golpear uno de los tres anillos que formaban la esfera de Moaze con fuerza, arrojando a sus dos pasajeros por los aires, sin embargo, una de las naves logró atraparlos en el aire al tiempo que ella desactivaba su esfera, por lo que todas las naves se retiraron, dejando impotentes y heridos a los chicos. Zack entonces cayó al piso, sujetando su abdomen con fuerza, escupiendo un pequeño charco de sangre.

No te esfuerces— Le ordenó Quorra, sujetándolo —Tus ojos no fueron lo único que salió lastimado el día de hoy.

Sus compañeros no estaban en mejor forma, pero aún así, todos lograron recomponerse de ese ataque sorpresa y de la presión de haber perdido la ventaja de capturar a Yong-kum o de recuperar el cristal, que era la razón por la que habían ido al planeta en primer lugar. Los cinco estaban sumamente exhaustos, pero se alegraron de ver al mismo guardia que los había ayudado, llegar con su vehículo, listo para transportarlos de vuelta a su propia nave. Zack no aguantó más y cayó inconsciente, siendo sujetado por su mejor amigo.

¡Zack!— Gritó el castaño desconsolado

{Es mi universo muy divertido}


Llegan las invasiones

Y vuelan las naves

La conquista se acerca terrible

Y el problema que siempre parece cercano

Es como salvar este mundo...

Como esto

Usar un cohete

Luchar con los aliens

Flotar por un mar de aire

Descubrir un ser que hace mil años existió

Ayudar a una princesa en su planeta

Esgrima practicar

Crear superescudos

Los golpes de un guante dar

Un cyborg derrotar

A un gobierno engañar

Un futuro alternativo evitar

Podrás tener muchas horas de estrés ya

La mala suerte abundará...


El poder de Atlenlok causaba un efecto similar en la atmósfera que el planeta Badeltus. No sé si lo recuerdan.