El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio.
(Stendhal)
El amor nunca ha sido algo que me haya preocupado.
Lo he visto consumir a otros como una enfermedad incurable, volviéndolos vulnerables, torpes, irracionales, ciegos. Siempre he pensado que es un lujo peligroso, un capricho que solo debilita, pero ahora… ahora empiezo a cuestionarlo.
No sé en qué momento comenzó esto. Tal vez fue en alguna de esas discusiones absurdas, en el filo entre el desprecio y la admiración. O quizás en la manera en que se enfrenta al mundo, con una fiereza que no permite ser domada. Es como el viento indomable de una tormenta: impredecible, salvaje, imposible de ignorar.
Nunca me ha gustado lo que no puedo controlar. Siempre he preferido la belleza refinada, la elegancia que deslumbra con sutileza. Y sin embargo, aquí estoy, atrapado en una contradicción que se burla de mis propias creencias. No me gusta admitirlo, pero algo en su presencia me inquieta. No debería importarme, y sin embargo, la busco sin querer. Me descubro observándola cuando no me mira, notando cosas que antes pasaban desapercibidas: la intensidad en su mirada, la fuerza en cada uno de sus movimientos, la seguridad con la que enfrenta a cualquiera que se cruce en su camino. Y lo peor es que ya no puedo engañarme. Esto no es simple curiosidad, no es una distracción pasajera. Es algo más profundo, algo que no debería estar ahí.
Detesto la idea de que alguien pueda tener este efecto sobre mí. Pero más que eso, detesto la idea de que tal vez ya no me importe. Jamás imaginé que un hombre fuerte y poderoso como yo, fuera a perderse de esa manera. No creo que alguien haya pensado, ni por error, que Afrodita de Piscis estaría metido en dilemas tan mundanos, pero, me gusta ella, la amo y esa es la maldita realidad.
Continuará…
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Amatizta: ¡Jajaja, "Milongas" me mató! Y sí, el pobre está en una situación complicada… cree ver señales, pero ¿serán reales o solo ilusiones suyas? Eso es lo que toca descubrir. Geist sí que sabe lo que quiere, ¿eh? Si todos fueran como ella, en el Santuario se ahorrarían muchas tragedias… aunque también nos quedaríamos sin tanto drama, y dónde estaría la gracia en eso XDXD Pero bueno, cada quien con su propio ritmo (y sus enredos emocionales). Dohko… bueno, él sí que tiene muchas razones para complicarse la vida, pero como bien dices, complicado no significa imposible. Ya veremos qué camino elige. Y no, ¡ni se te ocurra pensar que voy a abandonar el fic! Ahora con la publicación a diario, el chisme sigue con más fuerza XD ¡Gracias por seguir aquí! Saluditos 3
Nos estamos leyendo.
